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Manual de control de infecciones y epidemiología hospitalaria74 m La traqueostomía debe ser realizada en un quirófano en condiciones de asepsia y bioseguridad, salvo cuando la situación del paciente lo impida. m Las secreciones acumuladas en la cavidad oral y el espacio subglótico deben ser cuidadosamente removidas antes de la introducción del tubo endotraqueal, como así también antes de desinflar el manguito para el retiro del tubo endotraqueal. m El tubo endotraqueal no debe ser cambiado rutinariamente a menos de que existan evidencias de obstrucción o rotura del manguito. m La cánula de traqueostomía debería cambiarse cada 48 horas o según necesidad luego de la cicatrización de la ostomía, con técnica aséptica y cumpliendo con las normas de bioseguridad. m En los pacientes internados con cánula de traqueostomía metálica, el cambio deberá realizarse por otra estéril. En el caso de no disponer de recambio estéril o en los pacientes ambulatorios, se deberá realizar la limpieza mecánica de la misma, seguida de lavado con solución desinfectante y posterior secado. Los pacientes con traqueostomía definitiva deberán ser instruidos en la técnica de cambio, limpieza de la cánula y cuidados de la traqueostomía. m No existen recomendaciones definitivas sobre la preferencia de utilizar tubos endotraqueales con sistema de aspiración subglótica continua para la prevención de la neumonía en pacientes ventilados. • Prevención de la colonización gástrica m La implementación de una guía clínica para el manejo de la profilaxis de la hemorragia digestiva alta, ha logrado reducir la incidencia de sangrados clínicamente significativos sin incrementar el riesgo de neumonía en los pacientes ventilados. m Restringir el uso de profilaxis de la hemorragia digestiva alta sólo a los pacientes con riesgo cierto de sangrado (coagulopatías, asistencia respiratoria mecánica por más de 48 horas, antecedente de sangrado). m En caso de ser necesaria la realización de profilaxis de la hemorragia digestiva alta, nunca utilizar antiácidos (hidróxidos Al/Mg), siendo conveniente utilizar agentes que no aumenten el pH gástrico. m En los pacientes con íleo paralítico es preferible el uso de bloqueantes H2 por vía endovenosa, para evitar mantener pinzada la sonda nasogástrica. Una vez recuperado el tránsito es preferible el uso de sucralfato como profilaxis de la hemorragia digestiva alta (dosis recomendada en adultos 1g=5cc c/4hs).
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