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APARATO MASCULINO

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Introducción
Vamos a hablar sobre el Aparato Reproductor Masculino, en el cual nombraremos, su homeostasis, su unidad funcional, la morfofisiología y al final daremos unas actividades a realizar. 
Testículos.
Los testículos son dos glándulas pares ubicadas en el escroto, cada una mide entre 5 a 6 cm de largo y cada uno tiene un peso de entre 15 a 20 gramos.
Los testículos se desarrollan cerca de los riñones, en la posición posterior de la cavidad abdominal y comienzan a descender hacia el escroto a través de los conductos inguinales, entre los 4 a 6 meses de vida del embrión. 
Los testículos están subdivididos en unos 250 compartimientos o lóbulos, cada uno de esos lóbulos contiene los túbulos seminíferos, donde se producen los espermatozoides. (El proceso por el cual los testículos producen espermatozoides se llama espermatogénesis). Estos túbulos contienen 2 tipos de células, las células espermatogénicas (productoras de espermatozoides) y las células de Sertoli (cumple diversas funciones, como nutrir los espermatocitos, espermatides y los espermatozoides. Tambien crean una barrera hematotesticular) También existen las células de Leydig (que secretan testosterona, una hormona que promueve los caracteres masculinos.)
Los túbulos seminíferos de cada testículo se conectan a un conducto mayor llamado Epidídimo (que es donde se hospedan los espermatozoides para realizar la maduración espermática durante 4 semanas, este proceso es para que los espermatozoides obtengan motilidad y capacidad de fecundar un ovulo, si dentro de esas 4 semanas no son extraídos o expulsados, se reabsorben hacia los túbulos seminíferos.)
El epidídimo se conecta a su vez con otro conducto llamado Conducto Deferente, que es el encargado de conducir los espermatozoides hacia el pene. 
El conducto deferente mide alrededor de 45 cm de largo, asciende por el borde del epidídimo, pasa a través del conducto inguinal e ingresa en la cavidad pelviana. Desde ahí, gira por encima del uréter y pasa por el costado y por debajo de la vejiga urinaria, ingresa por la próstata y se conecta a la vesícula seminal.
La función final del conducto deferente es transportar los espermatozoides durante la excitación sexual desde el epidídimo hacia la uretra. Al igual que el epidídimo, el conducto deferente puede mantener los espermatozoides por varias semanas almacenados. 
En su camino hacia el pene, la vesícula seminal libera un líquido, llamado líquido seminal que al juntarse con el conducto deferente se formar el semen. La naturaleza alcalina de los líquidos seminales ayuda a neutralizar la acidez de la uretra masculina y el aparato reproductor femenino, que de otra forma inactivaría y mataría los espermatozoides. 
Una vez que se juntan el conducto deferente y la vesícula seminal, dan origen al conducto eyaculador.
El conducto eyaculador penetra entre la próstata para poder pasar el ya realizado semen. 
Espermatogénesis. 
La espermatogénesis dura entre 65 y 75 días. Comienza con la espermatogonia, que contiene un número diploide (2n) de cromosomas. Las espermatogonias son un tipo de células madre; cuando realizan mitosis, algunas espermatogonias permanecen cerca de la membrana basal del túbulo seminífero en un estado indiferenciado para servir como reservorio de células en futuras mitosis y subsiguiente producción de espermatozoides.
Las restantes pierden contacto con la membrana basal, se introducen entre las uniones estrechas de la barrera hematotesticular, sufren cambios en su desarrollo y así se diferencian en espermatocitos primarios. Cada una de ellas contiene 46 cromosomas.
Las dos células formadas en la meiosis I se denominan espermatocitos secundarios. Durante la meiosis II (segunda división meiótica) los cromosomas se alinean en una única fila sobre el eje ecuatorial de la célula, y las dos cromátides de cada cromosoma se separan.
Las cuatro células haploides que se forman luego de la meiosis II se llaman espermátides.
La fase final de la espermatogénesis, la espermogénesis, es el proceso de conversión de espermátides haploides a espermatozoides.
No hay división celular durante la espermogénesis; cada espermátide se convierte en un único espermatozoide. Durante este proceso, las espermátides esféricas se transforman en espermatozoides alargados y delgados. Un acrosoma (se describe a continuación) se forma por encima del núcleo, que se condensa y elonga, se desarrolla un flagelo y se multiplican las mitocondrias.
Espermatozoide.
Mide alrededor de 60 milímetros, tiene diferentes estructuras específicas.
Las partes fundamentales del espermatozoide es la cabeza y la cola.
La cabeza es aplanada y mide entre 4-5 milímetros, contiene un núcleo con 23 cromosomas. 	Cubriendo la parte de frente de la cabeza se encuentra el acrosoma quien cubre el núcleo. Es un capuchón lleno de enzimas que ayuda al espermatozoide a ingresar al ovocito e iniciar la fecundación. 
La cola del espermatozoide se divide en 4 partes, el cuello, la pieza intermedia, pieza principal y pieza terminal.
El cuello es la porción estrecha que contiene los centriolos, que contienen el micro túbulos que ayudan a crear las porciones restantes de la cola.
La pieza intermedia contiene mitocondrias dispuestas en espiral, encargadas de proveer ATP que permite el ingreso al espermatozoide y ayuda al metabolismo celular.
La pieza principal es la porción más larga de la cola y la porción terminal es la porción final, donde se estrecha. 
Una vez producida la eyaculación, la mayor parte de los espermatozoides no sobreviven más de 48 horas dentro del tracto reproductor femenino.

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