Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
114 PANCREATOLOGÍA EN LA PRÁCTICA CLÍNICA. UNA VISIÓN IBEROAMERICANA | SECCIÓN 4: Pancreatitis crónica de pacientes portadores de PC también del grupo de Carlos Morán, pero los gastroenterólogos y cirujanos actualmente consideran la PC como una patología infrecuente, al igual que en el resto de Sudamérica. En Brasil se encuentran trabajos antiguos de PC. Se investigaron los factores etiológicos de la PC en 407 pacientes. Se observó que 381 de los pacientes (93,6%) presentaron historia de importante ingesta alcohólica (promedio 295,3 gramos de etanol puro/día) en un período promedio de 6 a 19,2 años. El inicio de la ingesta alcohólica se situó en promedio a los 19,4 años. De los 26 pacientes res- tantes, se caracterizó la forma hereditaria en cuatro (1%), la obstructiva en dos (0,5%) y la carencial en dos (0,5%), aunque estos datos necesitan ser contrastados con literatura más actualizada, ya que sabemos que la etiología genética está ganando fuerza. La forma “carencial” de PC descrita en estos casos excepcionales en Brasil, es frecuente en India (estado Kerala) y se considera como probable consecuencia de malnutrición infantil. Muy por el contrario, en la PC de otra etiología, la alimentación rica en proteína y grasa saturada fue considerada como factor de riesgo. En un estudio mexicano descriptivo epidemiológico con registro de 12 años, la incidencia global de PC fue de 9 por 1.000 ingresos hospitalarios. En un primer período de estudio (1975-1980), el diagnóstico de PC se estableció principalmente con la demostración de calcificaciones pancreáticas en radiografías abdominales (55 de 59 casos). En los 91 pacientes del segundo período (1982-1987), el diagnóstico de PC se realizó de la siguiente manera: radiografía abdominal en 56 pacientes, por CPRE en 17, por tomografía computarizada en 12 e histológicamente en los 6 restantes. La PC secundaria al alcoholismo fue predominante. El porcentaje de PC alcohólica fue similar tanto en el primero como en el segundo período de estudio, 68 y 66%, respectivamente. En Chile se han publicado pocas series de casos, con bajo número de pacientes. En la mayor serie se describen en 20 años, 121 pacientes con PC, 86 hombres y 35 mujeres. De estos, 28% eran menores de 35 años al momento del diagnóstico y un 8% menores de 25 años. Además, se señala que el número de casos diagnosticados por períodos de 5 años aumentó marcadamente. Noventa y tres pacientes (77%) presentaban calcificaciones pancreáticas al momento del diagnóstico y éstas aparecieron en 6 pacientes más (5%) durante el seguimiento. La incidencia y prevalencia estimadas para Santiago de Chile fueron de 0,8/100.000 habitantes/año y 6,1/100.000 habitantes, respectiva- mente. La incidencia y prevalencia reportadas en otros países es mucho mayor que la obtenida en esta serie. Un grupo español publicó una incidencia anual de 4,6/100.000 habitantes y una prevalencia de 49,3/100.000 habitantes. Es interesante abordar estas cifras. La primera interrogante es el diagnóstico: ¿Es posible que esta diferencia se deba solamente a falencias en el diagnóstico? Las deficiencias en los sistemas de salud en América Latina son conocidas. Sin embargo, el acceso a los procedimientos imagenológicos mo- dernos ha aumentado en las últimas décadas, permitiendo mejorar el diagnóstico de la enfermedad avanzada con cambios ductales y/o calcificaciones. Por el contrario, el diagnóstico precoz es difícil con imágenes y los tests de medición directa de la función exocrina (de mayor sensibilidad), prácticamente están limitados a centros académicos terciarios. Las realidades sudamericanas distan mucho entre ciudades grandes y la provincia, entre centros privados y públicos de salud. Aunque la resonancia magnética ya está presente en las principales ciu- dades en Chile, la secretina, que aumenta el rendimiento del diagnóstico morfológico y agrega infor- mación semicuantitativa de la función pancreática, no está disponible en el país. El acceso limitado y variable a imágenes de buena calidad (TC y RNM) y la concentración de la endosonografía en grandes centros son factores que hacen el diagnóstico de esta condición complejo, costoso y poco disponible. De esta manera, debemos interpretar con cautela los resultados sudamericanos, teniendo en cuenta que las cifras de Europa y Norteamérica muestran incidencias considerablemente mayores (Tabla 2). Los países europeos han logrado mejorar la calidad de sus publicaciones realizando estudios co- laborativos multicéntricos, por lo que instamos a los colegas sudamericanos a unirnos para conocer nuestros datos reales.
Compartir