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Micosis superficiales Mirtha Arango Pueden definirse las micosis superficiales como las que afectan la piel y los anexos (cabello, vello) en las que el hongo se encuentra en las capas superficiales del estrato córneo y no se observa una respuesta inflamatoria significativa. Las micosis incluidas en esta categoría son la pitiriasis versicolor, la dermatitis seborreica y la caspa, relacionadas con Malassezia spp., la tínea nigra, la piedra blanca y la piedra negra (tabla 198-1).[1-3] MICOSIS ASOCIADAS A MALASSEZIA SPP. Las especies del género Malassezia hacen parte de la flora normal de la piel del ser humano y de otros animales de sangre caliente; una o más de ellas colonizan las áreas seborreicas con variaciones según la zona geográfica, la edad, el sexo, el sitio corporal afectado y el método empleado para reconocerlas. Modificaciones ambientales y cambios en el hospedero pueden conducir a enfermedades cutáneas o sistémicas, entre las que se encuentran: pitiriasis versicolor, dermatitis Tabla 198-1. Micosis superficiales y sus agentes etiológicos. seborreica, foliculitis, pustulosis neonatal, otitis externa, onicomicosis, dacriocistitis, blefaritis seborreica e infecciones oportunistas sistémicas; también pueden exacerbar enfermedades como dermatitis atópica y psoriasis.[4-11] Según la definición de micosis superficiales, en este capítulo solo se considerarían la pitiriasis versicolor (PV) y la caspa (C), pero por su frecuencia, también se incluirán la dermatitis seborreica (DS) y la foliculitis.[1-2] Aspectos históricos Eichstedt (1846) reconoció al examen directo la asociación de blastoconidias e hifas con la pitiriasis versicolor (PV). Robin (1853) lo llamó Microsporum furfur. Malassez en 1874 describió las blastoconidias observadas en el cuero cabelludo y Baillon en 1889 denominó Malassezia furfur al agente de la PV. El desconocimiento de la dependencia de lípidos para cultivarlo y la presencia de blastoconidias con hifas en la PV y de solo blastoconidias en la piel normal y en otras enfermedades, llevaron a una gran confusión. Sabouraud (1904) propuso el nombre del género Pityrosporum cuando se observaban blastoconidias.[1-2] Al reconocer la dependencia de lípidos, Gordon en 1951 aisló la levadura asociada a PV. El género permaneció limitado a Malassezia furfur y M. pachydermatis hasta 1990 cuando se describió Malassezia sympodialis. Gueho y colaboradores (1996), basados en las características bioquímicas, morfológicas y de secuenciación de genes ARNr, reclasificaron el género en siete especies: M. furfur, M. globosa, M. sympodialis, M. obtusa, M. restricta, M. slooffiae y M. pachydermatis. Actualmente, con base en las secuencias comunes de ADN y en múltiples pruebas moleculares, se conocen otras siete especies: M. dermatitis, M. japonica, M. nana, M. yamatoensis, M. caprae, M. equina y M. cunicoli. Las últimas seis son de animales, M. pachydermatis predomina en animales y causa colonización transitoria y enfermedad en seres humanos.[12,13] Etiología y patogénesis Aunque no se conoce la forma sexual (teleomorfo) de Malassezia en las 14 especies, por las características de la pared con múltiples láminas, la producción de ureasa y la tinción roja con azul de diazonio, se la clasifica en el filo Basidiomycota ya confirmado por estudios genéticos. El análisis de genes que codifican para las proteínas rpb1, rpb2 y tef1, solos o en combinación con los genes ribosomales nucleares LSU, SSU y los genes ribosomales 5.8S, sugieren que está incluida en Ustilaginomycetes; el análisis de genes ribosomales solos o en combinación con atp6 y β-tubulina sugiere que Malassezia se ubica en el orden Malasseziales, clase Exobasidiomycetes, del filo Basidiomycota.[9,14] La reproducción asexuada es por gemación unipolar. Las gemas se producen sucesivamente desde un locus único en la célula parental, sobre una base amplia; las blastoconidias son enteroblásticas y de crecimiento proliferativo percurrente. Cada nueva gema se separa por un septo, seguido por fisión. Desde la célula parental emergen una a una las siguientes gemas y dejan cicatrices en forma de anillo o collarete, visibles con microscopio de luz y que le dan forma de botella o pera a la blastoconidia. Por la formación simpodial en el sitio de gemación unipolar se producen grupos de gemas con aspecto de trébol en M. sympodialis. Las blastoconidias son redondeadas (2,5 µm - 5 µm), ovaladas o cilíndricas (1,5 µm - 3 µm X 2,5 µm - 8 µm). Las hifas son frecuentes en la PV y difíciles de obtener en cultivo; son cortas, poco ramificadas y gruesas. A veces se clasifican como seudohifas por carecer de poros en los septos; sin embargo, cabe recordar que en los Ustilaginomycetes y Exobasidiomycetes se encuentran algunos hongos con septos sin poros.[2,14,15] La membrana plasmática tiene un patrón inusitado en espiral, que forma surcos o ranuras a lo largo de la pared celular interna.[16] La pared es muy gruesa, constituye el 26%-37% del volumen celular. Está compuesta de tres zonas: la externa, electrodensa, es una estructura única en Malassezia spp., compuesta de lípidos y parece ser equivalente a la cápsula; la capa intermedia, electrolúcida, no siempre es visible. La interna es electrodensa, corrugada y con múltiples láminas. El contenido de lípidos (15%-20%) de la pared es diferente al de otras levaduras como Candida albicans y Saccharomyces cerevisiae (1%-2%).[17] En M. sympodialis el carbohidrato predominante en la pared es β-1-6 D glucán en lugar de β-1-3 D glucán, con bajo contenido de manán simple, quitina y trazas de D glucán ramificado (β-1-3, β-1-6); se desconocen sus funciones, pero es reconocido por receptores de patógenos como langerina (CD207) y dectina 1.[16,18] La diferenciación de las especies se basa en la morfología en el medio de Dixon modificado, pruebas bioquímicas y fisiológicas como el crecimiento a 25ºC, 37ºC y 40ºC, desarrollo en medios con detergentes no iónicos (Tween 20, 40, 60, 80, cremophor EL), actividad de la β-glucosidasa (hidrólisis de la bilis esculina), catalasa y producción de pigmento en medio con triptófano. Estos métodos fenotípicos tienen limitaciones para diferenciar especies muy relacionadas. Por esta razón se han propuesto varios métodos basados en el análisis de genes del ARN ribosomal 26S e ITS-5.8S amplificados por reacción en cadena de polimerasa (PCR) de la región D1/D2.[12,13] Con excepción de M. pachydermatis, todas las especies dependen de lípidos exógenos. Esto se debe a la incapacidad de sintetizar ácidos grasos saturados de 14C-16C, como el mirístico que sirve de precursor de los ácidos grasos de cadena larga. Desde el punto de vista molecular, esta deficiencia puede explicarse por la falta de genes que codifiquen para la sintasa de ácidos grasos, compensada por abundantes genes que codifican para fosfolipasas, hidrolasas y lipasas; estas enzimas, al metabolizar los ácidos grasos del hospedero, suministran ácidos grasos de cadena media para poder sintetizar con ellos los de cadena larga. La composición de lípidos en las levaduras no es constante y refleja los nutrientes lipídicos que utiliza el hongo para crecer.[19-20] Teniendo en cuenta las enfermedades de la piel con las que se han relacionado las especies del género Malassezia, solo en la PV no hay dudas de que este género es el agente etiológico, aunque no hay claridad sobre la especie; en el caso de las otras enfermedades de la piel el papel de Malassezia ha sido controversial. Esto se debe en parte a que Malassezia es un comensal de la piel y no es fácil diferenciar su paso a patógeno, salvo en la PV en la que aumenta su población y exhibe su dimorfismo.[5,9,21]Son numerosos los factores relacionados con la patogenicidad de Malassezia spp. Uno de ellos lo constituye la pared celular con alto contenido de lípidos que le confieren la estabilidad mecánica y la osmorresistencia, la protegen de la fagocitosis y actúan como inmunomoduladores, regulando negativamente la respuesta inflamatoria. La adherencia a las células del hospedero puede ser mediada, en parte, por el carácter hidrofóbico de la pared altamente lipofílica.[19,21] Otros factores de virulencia se derivan de la actividad enzimática. La eficiencia en la utilización de los nutrientes, en especial los lípidos de la piel y las glándulas sebáceas, determina el tamaño de la población de Malassezia spp., así como los subproductos. Enzimas lipolíticas como lipasas, esterasas, fosfolipasas y lisofosfolipasas están estrechamente asociadas como factores de crecimiento y virulencia. Las lipasas de Malassezia spp., degradan todo triglicérido disponible, consumen los ácidos grasos saturados de la piel y dejan sobre ella abundantes ácidos grasos insaturados.[20,22] Una de las funciones del sebo secretado por las glándulas sebáceas es el desarrollo de la estructura epidérmica y el mantenimiento de la barrera de permeabilidad de la epidermis.[20] Cuando se comparan los lípidos del cuero cabelludo de individuos normales con los de pacientes con caspa, se encuentra en estos últimos disminución en la concentración de lípidos libres, especialmente ceramidas, ácidos grasos y colesterol, así como alteración en la función de barrera.[11] Se ha considerado que los productos del metabolismo de los ácidos grasos son fundamentales en la producción de dermatitis seborreica (DS) y caspa (DS/C), por su carácter irritante e inflamatorio. La penetración en el estrato córneo de las secreciones sebáceas modificadas rompe la función de barrera de la piel y de ello resultan inflamación, irritación, descamación del cuero cabelludo y de la piel rica en glándulas sebáceas.[20] . Se ha demostrado la presencia de lipasas del hongo en el cuero cabelludo.[11,21] M. globosa y M. sympodialis, las especies más relacionadas con DS/C y PV, tienen mayor actividad de lipasas que otras especies[9,19] y M. pachydermatis, el principal productor de otitis y DS en perros, tiene la mayor actividad de fosfolipasas y una producción moderada de lipasas.[19,21] Dawson y Ro concluyeron que la etiología común a la DS/C es la convergencia de tres factores: 1. Las secreciones de las glándulas sebáceas que son el sustrato para el crecimiento de Malassezia spp. 2. El metabolismo de los ácidos grasos que libera ácidos grasos insaturados irritantes. 3. La susceptibilidad individual a la penetración de los ácidos grasos y a la inflamación resultante por diferencias en la epidermis. [11,20]Thomas y colaboradores afirman que la capa lipídica de la pared modula la producción de citocinas por los queratinocitos, contribuyendo a la patogénesis en la DS.[22] Las especies de Malassezia inducen una respuesta dual: 1. Inflamatoria que puede ser el resultado, en parte, de la capacidad de hidrolizar los triglicéridos en ácidos grasos libres que actúan como irritantes no inmunogénicos y estimulan la inflamación.[7,17,23] 2. Regulan positivamente la respuesta de melanocitos, fibroblastos, queratinocitos y células dendríticas en la DS/C y actúan exacerbando la dermatitis atópica y la psoriasis. La producción de citocinas inflamatorias en los queratinocitos ocurre por la vía del receptor Toll 2, con diferencias entre las especies.[17,22-24] Por el contrario, en la piel normal y en la PV, Malassezia regula negativamente la inflamación.[9,17,22] Si se remueve la capa lipídica de la pared las blastoconidias inducen liberación de citocinas proinflamatorias.[17,22] Aún se desconoce el mecanismo exacto de la foliculitis. Se cree que hay anormalidades en la diferenciación epitelial folicular y que, en lugar de la descamación normal, se forma un tapón hiperqueratósico que ocluye el canal; además puede participar la multiplicación de las blastoconidias de Malassezia que crecen muy bien en ese ambiente sebáceo, pues hacen parte de la flora normal de la unidad pilosebácea.[7,9,22] En las lesiones de PV, pero no en la piel sana de estos pacientes, se demostró aumento de los peróxidos de lípidos; por ello se considera que la despigmentación de la PV se puede explicar, parcialmente, por la formación de estas sustancias con efectos tóxicos sobre los melanocitos. Esto concuerda con el daño grave de los melanocitos que va desde alteración de los melanosomas (disminución en número y tamaño) y de las mitocondrias, hasta su degeneración, que se observa al microscopio electrónico y explica no solo la hipopigmentación, sino también, la lentitud en la recuperación del pigmento después del tratamiento exitoso. [9] Las levaduras de Malassezia también producen ácidos dicarboxílicos, especialmente ácido azelaico que, in vitro, inhibe competitivamente la tirosinasa, enzima clave en la síntesis de melanina. Esto llevó a afirmar que era una de las causas de la hipopigmentación en la PV y en muchos artículos aún se afirma su relación.[5] Sin embargo, este ácido graso no influye in vivo sobre los melanocitos y su efecto terapéutico en lesiones pigmentadas es errático.[9] Los pigmentos se asocian con la patogenicidad. En Malassezia spp., se han reconocido dos vías para la síntesis de pigmentos: 1. La producción de melanina en medios de cultivo con L-3-4-dihidroxifenilalanina (L- DOPA). La enzima fenoloxidasa media su producción, se encuentra unida a la membrana o a la pared como ocurre en Cryptococcus neoformans. La melanina contribuye a la resistencia a los antimicóticos y a la evasión del sistema inmune por ser antifagocítica y antioxidante. En dichos medios, M. dermatitis produce los niveles más altos de melanina y M. furfur, los más bajos.[21] 2. Cuando Malassezia furfur se cultiva en medios con lípidos y triptófano como única fuente de nitrógeno, produce pigmentos difusibles que le dan al medio un color café. Por cromatografía, estos pigmentos muestran una composición compleja, con diferentes sustancias coloreadas y numerosos fluorocromos que pueden explicar varios de los fenómenos observados en la PV. Además, bajo condiciones naturales, la acumulación de triptófano es posible como resultado de la excesiva sudoración, que es un factor predisponente reconocido a la PV.[21,25] Entre los pigmentos más estudiados se encuentran los siguientes: 1. Malasezina: es un alcaloide indólico bioactivo que induce la apoptosis de los melanocitos humanos por activación del receptor aril de hidrocarburos (AHR), después de convertirse en indol [3,2-b] carbazol, que es un potente agonista de dicho receptor. Este último está involucrado en el crecimiento celular y en la diferenciación y regulación de la transcripción de genes; de esta manera se pueden explicar las lesiones hipocrómicas.[25] Además, este indol es un fluorocromo visible con la luz de Wood a 366 nm. Por mucho tiempo se ha conocido la fluorescencia de las lesiones de PV sin que se supiera la causa.[9,26] 2. Indol A: aislado de M. furfur y M pachydermatis es un inhibidor de la tirosinasa y, juntamente con la malasezina, puede explicar la despigmentación y el daño de los melanocitos característicos de la PV alba. [9,21,26] 3. Pitiriacitrina: es un derivado indólico amarillo, que actúa como filtro ultravioleta (UV) con un amplio espectro de absorción (λ max 389, 315, 289, 212 nm). Puede explicar la resistencia de las máculas hipopigmentadas de PV a las quemaduras provocadas por la luz solar, mientras que la piel circundante sí se quema.In vitro, la pitiriacitrina protege a Candida albicans de la acción letal de la luz UV y se supone que también proteja a M. furfur. Sin embargo, su papel como inductor de hipopigmentación es débil y quizás solo actúe como un cofactor.[9,21,25] 4. Pitiriarrubinas A, B y C: son pigmentos rojos que inhiben la explosión respiratoria de los granulocitos y la liberación de productos por la 5-lipooxigenasa después del reto de los neutrófilos con ionóforos de calcio. Estas actividades están de acuerdo con la respuesta inflamatoria escasa o nula en la PV, observada al microscopio electrónico y de luz, a pesar de numerosas estructuras micóticas en las lesiones.[9,21] 5. Pitirialactona: es otro derivado del metabolismo del triptófano de color amarillo pálido; tiene propiedades protectoras de la luz UV y es fluorescente con color azul en medios lipofílicos, como los lípidos dérmicos, y verde-amarillo en un medio acuoso como el sudor, lo que podría explicar la fluorescencia multicolor de la PV descrita en la literatura (amarillo-naranja a verde-amarillo) bajo la luz de Wood.[9,21] Se conoce menos la patogénesis de la hiperpigmentación en la PV. Se cree que a ella contribuyen el incremento de la queratina y el infiltrado inflamatorio que estimula a los melanocitos a producir más melanina. Al microscopio electrónico, las lesiones hiperpigmentadas tienen más engrosamiento de la capa córnea, estructuras micóticas e infiltrado perivascular que las hipopigmentadas. Se cree que la producción de especies reactivas de oxígeno por Malassezia spp., es un factor de virulencia en la DS y en las lesiones hiperpigmentadas de PV. También se cree que la producción de pigmentos contribuye a la hiperpigmentación.[9,21] Epidemiología Malassezia spp., hace parte de la flora normal del hombre y de otros animales de sangre caliente. En las primeras semanas de vida su prevalencia oscila entre 5% y 53%, luego disminuye y se mantiene en niveles bajos hasta la adolescencia, cuando aumenta paralelamente con la producción de sebo y alcanza 75%-98% en adultos jóvenes. En mujeres mayores de 50 años el recuento disminuye, mientras que en los hombres se mantiene alto. La mayor colonización es en áreas seborreicas como los folículos pilosos, tórax, espalda, cuero cabelludo, conducto auditivo y cara; la frecuencia es menor en brazos, piernas e ingle. Son frecuentes: M. globosa, M. sympodialis, M. furfur, M. restricta, M. slooffiae, M. obtusa y M. dermatitis.[4-6,8] No está claro por qué el hongo se transforma de comensal en patógeno; se sabe que ello se acompaña de aumento de la población de blastoconidias en la foliculitis y de aumento y expresión del dimorfismo en la PV. Hay factores de riesgo exógenos como humedad, calor, uso de aceites, cremas y tratamientos con corticosteroides o inmunosupresores, y factores endógenos como piel grasosa e hiperhidrosis. Se cree que en todas las formas clínicas existe cierta susceptibilidad genética, porque hay casos entre familiares, por las frecuentes recaídas y por el aislamiento en las lesiones de las mismas especies de la flora normal.[2,5,8] La pitiriasis versicolor es una micosis de distribución mundial, más frecuente en áreas tropicales con temperatura y humedad altas, donde la tasa de prevalencia puede llegar a ser de 15% a 40%; en las zonas templadas es baja: 0,3% a 2,1%. Es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes y rara en ancianos, sin diferencia marcada por sexo. Es infrecuente en niños hasta los 13 años que pueden constituir el 4,9% de los casos.[1,2,27] La caspa es quizás la micosis cutánea más frecuente, se detecta en 40% a 50% de la población general, de cualquier sexo y origen étnico. La DS ocurre en 1% a 5% de los individuos normales y su frecuencia se relaciona con la mayor actividad de las glándulas sebáceas. Aumenta en pacientes con VIH/sida en quienes la frecuencia, según la casuística, puede variar entre 30% y 80%; también en pacientes con trastornos neurológicos como Parkinson, esclerosis múltiple y depresión y en los que reciben drogas como esteroides, anticonvulsivantes y otras.[8,11,20,28] La foliculitis es una micosis inflamatoria, más frecuente en pacientes con inmunosupresión resultante de diabetes, leucemia, enfermedad de Hodgkin, tratamiento con esteroides o anticonvulsivantes, trasplante de médula ósea, corazón o riñón, sida y el síndrome de reconstitución inmunológica. También se ha asociado con embarazo, síndrome de Down, terapia con antibióticos de amplio espectro y estancia en unidad de cuidados intensivos. Es más frecuente en países tropicales, posiblemente por el calor y la humedad, aunque también se da en países templados durante el verano.[2,23,28] Características clínicas La pitiriasis versicolor es una de las causas más frecuentes de alteración del pigmento de la piel; se trata de una micosis benigna, generalmente crónica y recurrente, caracterizada por lesiones que al principio son perifoliculares, maculares, redondeadas a irregulares, que pueden progresar a verdaderos parches de bordes definidos y a veces a placas. Las lesiones pueden ser únicas o múltiples y converger para dar un aspecto mapiforme y extenso. Sus variantes clínicas son: las hipocrómicas, blancas (pitiriasis versicolor alba), que son las más frecuentes; y las hipercrómicas, café oscuras a café-claras, amarillo-rojizas y con menor frecuencia rosadas a rojizas. También se describen lesiones mixtas, en las que las oscuras se hallan especialmente en áreas cubiertas como axila, ingle y pliegue submamario. Se afirma que las hipocrómicas son más frecuentes en pieles oscuras y las hipercrómicas en pieles claras, pero esto no siempre se cumple y se pueden encontrar casos inversos y otros con ambos tipos en la misma área corporal o en diferentes áreas. La descamación es fina, a veces solo visible al estirar la piel (signo de Zireli) o al rasparla (signo de la uñada, de Besnier). Es a menudo asintomática, pero algunas veces pruriginosa, más al aumentar la temperatura y la sudoración; en la mayoría de los casos los pacientes consultan solo por motivos estéticos.[8,9,26,27,29,30] La PV se localiza en áreas seborreicas del tórax, espalda, hombros, cuello, cara y brazos. En climas templados es rara en la cara de adultos, pero en las regiones tropicales y subtropicales es frecuente. No es usual que se localice en pene, periné, ingle, axila y párpados.[2,27,30] Se han descrito lesiones atípicas como la acromia parasítica (PV achromians) caracterizadas por ser intensamente despigmentadas, más en pacientes con melanodermia; otras lesiones son fuertemente pigmentadas con máculas casi negras (PV nigra) semejantes a la tínea nigra; las lesiones inguinales pueden simular el eritrasma; otra forma rara conocida como PV atrófica presenta lesiones deprimidas y al examen histológico hay abundantes blastoconidias e hifas, atrofia parcial de la epidermis y múltiples fragmentos de fibras elásticas; se han propuesto como causas el uso excesivo de esteroides, la hipersensibilidad retardada o la acción directa de Malassezia. Hay casos con lesiones rojas (PV rubra), vasodilatación en la dermis, sin infiltrado inflamatorio ni hiperplasia epitelial ni elongación de las crestas epiteliales. A veces se presenta hipocromía folicular que evoluciona a eritema, descamación de aspecto circinado y prurito, como la tínea corporis, la pitiriasis rósea y el eritema anular centrífugo.[29,27,31] La búsqueda de las especies implicadas en la PV ha mostrado que algunos pacientes tienen una y otros dos o más especies. Chaudhary y colaboradores compararon sus resultados con los de otros estudios y encontraron en 11/18 pacientes M. globosa como especie predominante, seguidapor M. sympodialis y M. furfur; en unos pocos predominó M. furfur o M. sympodialis. También encontraron diferencias asociadas al área geográfica y a la metodología empleada.[32] La dermatitis seborreica ha recibido mucha atención porque tiene un fuerte impacto social negativo y de pérdida de la autoestima.[11] Es una dermatosis benigna, en la que predominan el eritema, la descamación y el prurito. Tiene muchas causas: hormonales, sicológicas, inmunológicas e infecciosas en cuyo caso se relaciona con Malassezia spp.[1] M. globosa, M. restricta y M. furfur son las más frecuentes, con diferencias regionales y anatómicas.[1,8,11,20,24,28] La manifestación más frecuente y benigna es la descamación del cuero cabelludo, sin inflamación aparente, conocida como caspa (C); la DS es menos frecuente pero más grave. En la primera infancia la DS predomina en el cuero cabelludo, con escamas gruesas, ligeramente adheridas a la piel, secas o grasosas, a veces costrosas. En algunos casos progresa a la nuca, porción central de la espalda, región sacra y a veces se generaliza. En adolescentes y adultos afecta al cuero cabelludo, área periauricular, cejas, surco nasogeniano y áreas perilabial, preesternal, interescapular, axilar, umbilical y genital; las placas son enrojecidas, descamativas, confluentes y en los casos más graves hay pápulas y pústulas.[1,2,11] La DS es más que una micosis superficial del estrato córneo; la epidermis está sustancialmente alterada, al microscopio electrónico se ven anormalidades consistentes en hiperproliferación, de manera que el cuadro clínico puede ser secundario al aumento del recambio celular. Hay paraqueratosis, exceso de lípidos dentro de los corneocitos y desorganización de los lípidos intercelulares, pocos desmosomas e interdigitación de la envoltura córnea. El tratamiento con antimicóticos revierte las anormalidades.[1,2,11,20] La foliculitis por Malassezia" es una infección cutánea benigna, frecuente, a menudo tratada como acné a pesar de ser fácil de diagnosticar. Es causada por la invasión del folículo piloso por gran número de blastoconidias de Malassezia spp., algunas veces asociadas a Staphylococcus y Propionibacterium, por lo cual se ha considerado que es una enfermedad polimicrobiana. Bonifaz señala como las especies más frecuentes a M. globosa, M. furfur y M. sympodialis,[8] mientras que Akaza y colaboradores encontraron M. globosa y M. sympodialis al usar cultivo y, con PCR en tiempo real, M. restricta, M. globosa y M. sympodialis. Estas mismas especies se hallaron en la piel sana de los pacientes y de los controles sanos, es decir, las mismas especies que colonizan son las causantes de la foliculitis.[7] Hay varias formas clínicas de foliculitis: la primera de ellas es más común en adultos jóvenes, se caracteriza por pequeñas pápulas eritematosas foliculares, umbilicadas, con aspecto moluscoide. Son más frecuentes en la espalda, tórax y parte proximal de los miembros superiores. A veces las pápulas se transforman en pústulas, nódulos y quistes. La ruptura de los folículos por la gran inflamación lleva a que se formen granulomas en la dermis. Estas lesiones pueden ser asintomáticas o pruriginosas. En la segunda forma se ven numerosas pápulas foliculares en tórax y espalda. La tercera es la foliculitis eosinofílica que se ve principalmente en pacientes con sida avanzado: se caracteriza por pápulas y pústulas en tronco y cara y los pacientes se quejan de prurito crónico intenso e intratable. Hay eosinofilia en la sangre periférica en 25% a 50% de los pacientes. En la foliculitis las biopsias muestran invasión y dilatación de los folículos con gran cantidad de blastoconidias y rara vez hifas; el infiltrado inflamatorio consta de linfocitos, histiocitos y neutrófilos y hay ruptura focal del epitelio folicular.[2,7,8,23] Diagnóstico de laboratorio Examen directo. El diagnóstico de la PV, la DS y la foliculitis se basa en el examen directo de las escamas en las dos primeras y del contenido de las pápulas o pústulas en la foliculitis. La muestra en la PV y la DS se obtiene por raspado de lesiones recientes, la lámpara de Wood ayuda a precisar algunas lesiones en la PV, pero no siempre son fluorescentes;[27] en la foliculitis el contenido de las pápulas y pústulas se puede sacar con un extractor de comedones o presionando la base de la lesión. El material se deposita en varios portaobjetos. El examen directo se hace con KOH al 10%-15% o dimetilsulfóxido (DMS) para digerir y aclarar el material; para contrastar se pueden utilizar tinta Parker® al 10%, azul de Evans al 0,2%, negro de clorazol E y calcoflúor blanco. En la DS y la foliculitis la grasa atrapa las blastoconidias, crea artefactos y da falsos positivos y negativos. En estos casos, cuando el material es húmedo se tiñe con Wright, Giemsa o Gram, con resultados más rápidos, sensibles y específicos. En la PV se encuentran grupos de blastoconidias de pared gruesa y refringente, asimétricas, semejantes a una pera o botella por los anélidos. Las hifas cortas y gruesas son características de la PV. En la foliculitis y la DS se encuentran blastoconidias y rara vez hifas. En la foliculitis el consenso indica aumento en el número de elementos micóticos en relación con los controles. En la DS no hay claridad al respecto y aunque muchos trabajos muestran aumento otros no, pero todos aceptan que la recolonización después de la terapia se acompaña de recaídas.[1,7,8,11,15,20,23,24,28,30] Cultivo. No es necesario para el diagnóstico de rutina pero se puede hacer para aumentar su sensibilidad, identificar la(s) especie(s) y con fines epidemiológicos y de control de la terapia. Las condiciones del cultivo difieren según la especie. M. globosa, M. obtusa y M. restricta son difíciles de aislar y crecen más lentamente que M. furfur y M. sympodialis.[6,7,13] Con excepción de M. pachydermatis, las demás especies dependen de lípidos. Los medios más utilizados son agar Sabouraud glucosado con una capa (5%-15%) de ácido oleico (aceite de oliva), agar Dixon modificado que da mejor diferenciación en el aspecto de las colonias, agar Leeming y Notman, muy sensible y recomendado para mantener los aislamientos y CHROM agar Malassezia. El pH de los medios debe ser 5,5 y se incuban entre 32ºC-35°C. Se pueden adicionar antibióticos y cicloheximida (actidiona), 400-1.000 ppm, para disminuir la contaminación. Las colonias son cremosas, lisas o rugosas y de color blanco o amarillento.[4,5,12,15] Diagnóstico diferencial La PV debe diferenciarse de otras enfermedades: pitiriasis alba, vitiligo, melasma, tínea corporis, psoriasis, dermatitis seborreica, pitiriasis rosada, carate, lepra indeterminada, papilomatosis confluente y reticulada, eritrasma, sífilis secundaria, micosis fungoide hipopigmentada, lupus tegumentario y atrofia por esteroides. Entre los diagnósticos diferenciales de la DS están: eczema, forma cutánea subaguda del lupus, tíneas capitis y corporis, candidiasis cutánea, pitiriasis versicolor, fotodermatosis, pitiriasis rosada, psoriasis facial y dermatitis atópica. En niños la histiocitosis X tipo Letterer-Siwe. Sin la clínica es difícil el diagnóstico diferencial histopatológico entre la DS y las dermatitis espongióticas, la psoriasis leve facial y las dermatofitosis tratadas con corticosteroides tópicos. La foliculitis se debe diferenciar especialmente del acné vulgar, la foliculitis por dermatofítos, el herpes simple, las lesiones producidas por Demodex y los cambios debidos a fármacos como los corticoides (tabla 198-2).[2,8,23,30] Tabla 198-2. Diagnóstico diferencial de las micosis superficiales. Tratamiento Depende de lo extensa que sea la lesión, la edad, el estado inmune y la micosis. Deben tenerseen cuenta las recaídas en la DS/C y en la PV (60% al primer año y 80% al segundo). Se utilizan queratolíticos y antimicóticos, tópicos o sistémicos, los primeros para los casos iniciales y limitados, aplicados como mínimo por dos a cuatro semanas. Entre los medicamentos usados están: sulfuro de selenio al 2,5% aplicado por cinco a 10 minutos, tiosulfato de sodio al 25% con ácido salicílico al 1%, propilén-glicol al 50% en agua. Imidazoles como miconazol, clotrimazol, ketoconazol en champú o solución, bifonazol, alilaminas (terbinafina y naftifina) y ciclopiroxolamina. Se deben preferir las presentaciones en gel o spray a las cremas. La terapia sistémica es para las formas extensas y las recaídas; los medicamentos más usados son: ketoconazol 200 mg/día por siete a 15 días; itraconazol 200 mg/día por cinco a 10 días; fluconazol dosis única de 400 mg, o 150-300 mg semanales/dos semanas. La terbinafina oral no es efectiva. Para evitar la recurrencia se emplea ketoconazol 400 mg una vez al mes, o 200 mg/día tres días cada mes por seis meses, o itraconazol 200 mg dos veces en un día cada mes, por seis meses, o sulfuro de selenio los días 1 y 3 de cada mes por seis meses.[8,27,30] La DS se puede tratar como la PV, pero es preferible adicionar un antimicótico. Hay productos combinados como piritiona de zinc con ciclopiroxolamina y keluamida, útiles en DS capitis; son menos efectivos el piritionato de zinc y el disulfuro de selenio presentes en muchos champúes comerciales. Es frecuente utilizar corticosteroides tópicos pero debe evitarse el uso prolongado. También se aplican lociones capilares y espumas con corticosteroides. Se ha encontrado una buena respuesta al tratamiento con pimecrolimus y tacrolimus para la DS centrofacial. Recientemente se ha demostrado que un nuevo gel anhidro con ketoconazol 2% (Xolegel®) es útil para el tratamiento de la DS y la foliculitis. El tratamiento de esta última se debe hacer con los antimicóticos orales indicados para la PV, pero por tiempo variable según la respuesta clínica y micológica.[8,27,30] TINEA NIGRA Es una infección micótica superficial, benigna, asintomática, crónica, causada por el hongo dimórfico dematiáceo Hortaea werneckii (Phaeoannellomyces werneckii). Afecta solo las capas superficiales de la epidermis y se caracteriza por la formación de máculas hipercrómicas, sin inflamación ni descamación aparentes, con predominio en las palmas. Es más frecuente en mujeres jóvenes.[1,2,8,30] Aspectos históricos Alexandre Cerqueira en 1891 fue el primero en identificar correctamente esta micosis, la llamó queratomicosis nigricans palmaris y la diferenció de las lesiones hipercrómicas de pitiriasis versicolor; en 1916 se divulgó en la tesis doctoral de Antônio Gil de Cerqueira. En 1921 Parreirus Horta aisló el hongo y lo denominó Cladosporium werneckii; en 1970 Von Arx, basado en la conidiogénesis lo transfirió a Exophiala werneckii. En 1984 Nishimura y Miyaji propusieron el cambio a Hortaea werneckii, pero según McGinnis la propuesta no tenía sustentación científica.[33-35] McGinnis lo clasificó como Phaeoannellomyces werneckii en 1985. Los estudios taxonómicos, morfológicos y de secuenciación actuales lo definen como Hortaea werneckii. [8,33-38] Etiología y patogénesis El agente etiológico clásico de la tínea nigra es Hortaea werneckii (Phaeoannellomyces werneckii), pero se han aislado otros hongos: en Venezuela, Stenella araguata y en Brasil, Phoma hibérnica; en 2009, de un niño con lesión interdigital hiperpigmentada, se aisló Cladophialophora saturnica.[8,15,39,40] De Hortaea werneckii solo se conoce la fase anamorfa, por lo que se lo ha clasificado como un Hyphomycete dematiáceo, pero por estudios filogenéticos de múltiples genes se lo ha clasificado en la familia Teratosphaeriaceae del orden Capnodiales de la clase Dothideomycetes.[8,41] Hortaea werneckii es un hongo dimórfico, dematiáceo, produce DHN-melanina en ambientes con alta y baja salinidad. Es halofílico y halotolerante, es decir, crece en medio acuoso y se adapta fácilmente a la hipersalinidad (NaCl entre 0,5-5,2 M). Es uno de los pocos hongos que se aísla de desalinizadoras y lagos salados, con concentraciones tan altas de NaCl como 5,2 M; también se aísla de suelos, aguas negras, playas, agua de mar, madera, compost, vegetación en descomposición, bosques, pinturas, cortinas de baño y ambientes extremadamente húmedos; de lesiones oculares en peces, pescado seco salado y moluscos.[8,33,37,40,42] La infección resulta del contacto directo con los sitios que albergan el hongo y se facilita por traumas menores y por la humedad. Se desconoce la transmisión de persona a persona, pero se ha logrado la infección experimental después de la abrasión vigorosa de la piel y oclusión del área. El hongo se adhiere al estrato córneo por el carácter hidrofóbico de sus estructuras, sin extenderse al estrato lúcido; utiliza lípidos para su nutrición, no desdobla la queratina y no hay queratolisis en las lesiones. Su capacidad de sobrevivir y crecer por períodos prolongados en condiciones de alta salinidad y bajo pH le permite vivir en la piel donde el sudor lleva a la acumulación de sal. Al crecer produce melanina que les confiere el color oscuro a las lesiones, y al hongo, resistencia a los mecanismos oxidativos y a la fagocitosis. Sobrevive por largo tiempo en el ambiente y en las escamas.[8,37,42] Los individuos con hiperhidrosis en manos y pies parecen ser un grupo de riesgo, y algunos consideran que es un factor esencial para el desarrollo, pero no está presente en todos los casos informados en la literatura.[1,40] Epidemiología La tínea nigra es infrecuente, endémica en climas húmedos tropicales y subtropicales y tiende a ser más prevalente a lo largo de regiones costeras de Centroamérica y Suramérica con casos informados en Colombia, Venezuela, Brasil, México y las islas del Caribe; en Estados Unidos en las áreas que bordean el océano Atlántico; África, Asia, Europa y Australia. En las áreas no endémicas se diagnostica en individuos que han viajado a las áreas endémicas y en inmigrantes, lo que hace difícil su reconocimiento. Su mayor importancia radica en la confusión ocasional con enfermedades más amenazantes, especialmente el melanoma. Es menos aparente en la población negra que en la caucásica; se da en ambos sexos, con ligero predominio en mujeres (3:1). Puede presentarse en cualquier edad aunque es más común en niños y adultos jóvenes.[1,33-37,40] Clínica La tínea nigra es una micosis crónica que usualmente se manifiesta como una mácula lisa, homogénea, moteada o en puntos; de forma redondeada, ovalada o irregular y de color café claro, café oscuro, gris o negra, sin descamación aparente ni signos de inflamación. El borde es definido y puede ser más oscuro que el resto de la lesión; usualmente es asintomática pero algunas veces hay prurito. Si no se trata continúa extendiéndose en forma irregular y centrífuga con lesiones únicas o múltiples, rara vez bilaterales.[30,33] Se localiza en áreas con gran concentración de glándulas sudoríparas ecrinas, por su resistencia a medios hipersalinos y quizás por ello la hiperhidrosis es un factor predisponente. Las lesiones predominan en las palmas y con menor frecuencia en el dorso de las manos, plantas, dedos del pie en los que puede extenderse hasta las uñas. Se han descrito lesiones en brazos, piernas, cuello, pecho y raramente en el pene. Se cree que el tiempo de incubación es de dos a siete semanas, aunque Bonifaz y colaboradores[8] calculan que las lesiones llegan a ser visibles en 15 a 30 días. Al momento de la consulta el tiempo deevolución de las lesiones es variable, de meses a años.[1,8,30,33-37,39] Hortaea werneckii ha sido aislada de lesiones ulceradas en el dorso de un cobayo que presentaba además lesiones pigmentadas en las patas. También se la ha aislado del humor vítreo en un caso de endoftalmitis posquirúrgica y de la sangre y abscesos esplénicos de dos pacientes con leucemia mieloide aguda prolongada, con neutropenia y cuadro febril persistente.[38] Diagnóstico de laboratorio Examen directo. Para el diagnóstico se utilizan escamas obtenidas por raspado con hoja de bisturí roma o por la aplicación de cinta adhesiva transparente. El examen directo se hace con KOH al 10%-20% para digerir y aclarar las escamas. Al microscopio se observan hifas septadas, ramificadas, dematiáceas, de color amarillo ocre o café a verde oliva; a veces hay clamidoconidias intercalares; si se ven blastoconidias son ovaladas, con una o dos células, con gemación unipolar y anélidos visibles. Aunque la biopsia no es necesaria, se hace cuando se sospecha otra enfermedad: teñida con hematoxilina y eosina se ven en el estrato córneo hifas dematiáceas y blastoconidias, ligera hiperqueratosis, acantosis moderada y poca o ninguna inflamación. [8,30,33,37] Cultivo. Se recomienda hacerlo para diferenciar la tínea nigra de otras entidades con máculas oscuras, para aumentar la sensibilidad y especificidad del diagnóstico y para identificar el agente etiológico. Se hace en agar Sabouraud glucosado o en agar dextrosa papa a 20ºC-28ºC; no crece a 37ºC ni en medios con cicloheximida. La adición de NaCl (10% o más) los convierte en medios selectivos. Crece en dos a cuatro semanas, primero como una colonia de levadura cremosa y brillante, blanca a gris que se torna verde oliva a negra; progresivamente, con el desarrollo de hifas aéreas adquiere el aspecto de moho. El reverso de la colonia es verde oliva a negro. En las fases de levadura y moho hay crecimiento proliferativo percurrente, los anélidos se ven fácilmente en el sitio de gemación de las blastoconidias y en la hifa a intervalos regulares. Las blastoconidias y las conidias se liberan una a una, son ovaladas con una a dos células, estas últimas con un septo central oscuro. La formación simpodial se ve en el extremo de la hifa. Para identificar los cultivos, confirmar la clasificación y en estudios filogenéticos se ha utilizado la PCR con iniciadores específicos. [8,33,37,38,41] Dermatoscopio Con el dermatoscopio la tínea nigra muestra espículas finas o cadenas pigmentadas de café claro, distribuidas regularmente en algunas áreas, formando una estructura reticulada sin seguir las líneas de los dermatoglifos, lo que la diferencia de la red pigmentada de las lesiones melanocíticas.[36] Diagnóstico diferencial Varias entidades pueden tener un aspecto similar al de la tínea nigra. Entre ellas se encuentran: dermatitis de contacto, PV hipercrómica, las máculas hiperpigmentadas postinflamación, sífilis secundaria, enfermedad de Addison, tinción por sustancias químicas (nitrato de plata, tinta china, pigmentos naturales) y erupción por drogas. El diagnóstico diferencial más importante es con las lesiones melanocíticas benignas (léntigos y nevus) y malignas como el melanoma (tabla 198-2).[8,30,36,37,39] Tratamiento La tínea nigra responde a la simple abrasión y a queratolíticos y antimicóticos aplicados por dos a seis semanas. Se utilizan la tintura de Whitfield, el ácido retinoico al 4% y otras soluciones que contienen ácido salicílico al 3%. Entre los antimicóticos tópicos están miconazol, ketoconazol crema al 2%, bifonazol, ciclopiroxolamina, clotrimazol y terbinafina. Hay informes de repuesta al itraconazol oral (100 mg/día) y a la combinación de nitrato de econazol al 1% en crema y tetrinoína al 0,01% en gel. Se deben controlar la dishidrosis y la humedad. La griseofulvina oral y el tolnaftato son inefectivos.[8,30] In vitro los aislamientos hechos a partir de lesiones de tejidos profundos demostraron resistencia a anfotericina B y a fluorocitosina y sensibilidad a fluconazol, itraconazol, ketoconazol y voriconazol.[38] PIEDRA BLANCA La piedra blanca (PB) es causada por varias especies de Trichosporon spp. Es una micosis superficial, crónica, infrecuente, asintomática de la superficie del cabello y el vello hasta la cutícula, generalmente sin invadirla. Se caracteriza por la formación de nódulos blandos y claros a lo largo del pelo.[2,3,43.44] Aspectos históricos Descrita por primera vez por Beigel en 1865 al observar nódulos blanquecinos en una peluca. En 1890 Behrend lo denominó Trichosporon ovoides. Vuillemin en 1902 encontró nódulos en un bigote, aisló el hongo y lo denominó T. beigelii. En 1942 se creó una confusión al dar como sinónimos a T. beigelii y T. cutaneum. En 1992 Guého y colaboradores aclararon que la denominación T. ovoides tenía prioridad por antigüedad, que T. beigelii era una especie no válida que no debía utilizarse, mientras T. cutaneum sí es una especie válida.[3,43,45] Etiología y patogénesis El género Trichosporon es dimórfico, hialino, caracterizado por la formación de hifas, artroconidias y blastoconidias. Pertenece al filo Basidiomycota, clase Hymenomycetes, orden Trichosporonales, familia Filobasidiaceae, aunque se desconoce su estado teleomorfo.[46,47] Contiene 38 especies agrupadas en cinco clados, reconocidas por las características morfológicas, bioquímicas y moleculares; 10 especies están asociadas con infección superficial o invasiva y con alergias: T. asahii, T. asteroides T. cutaneum, T. inkin, T. mucoides, T. ovoides, T. domesticum, T. montevideense, T. loubieri y T jirovecii.[46-49] Hasta la reclasificación del género Trichosporon todos los casos de PB se atribuían a T. beigelii. En los informes recientes los principales agentes de PB en el cabello y el vello púbico son T. ovoides y T. inkin, respectivamente, aunque hay resultados diferentes en Estados Unidos donde han encontrado T. cutaneum, T. asahii y T. mucoides como los agentes más comunes en niños, y en África, en la PB genital, T. mucoides, T. inkin y T. asahii.[3,30,47,49] Varios trabajos afirman que Trichosporon spp., solo afecta hasta el límite de la cutícula y deja intacta la corteza. Ellner y colaboradores[50] al ver al microscopio electrónico vellos del escroto con piedra blanca, sugirieron que hay sinergismo entre las bacterias corineformes y Trichosporon, así: los hongos proveen los nutrientes para el crecimiento de las bacterias, mientras que las enzimas proteolíticas de estas facilitan la invasión de ambos microorganismos hasta la superficie de la corteza. Numerosos estudios han confirmado la asociación de PB con bacterias.[3,49,50] Los agentes de la PB son saprofitos del suelo, aguas estancadas, vegetales, frutas y maderas; son comensales del tubo digestivo de algunos mamíferos y sus excretas, y del hombre en las mucosas anal y genital, piel y excretas.[3,30,43,49] La enfermedad puede adquirirse por el contacto con el hábitat natural del hongo y con fómites contaminados como peines, cepillos, brochas para afeitar, recipientes para el lavado del pelo, toallas y ropa. La transmisión de persona-persona es menos frecuente; sin embargo, en algunos casos de PB genital se ha podido demostrar la transmisión sexual y T. inkin, su principal agente, se aísla casi de manera exclusiva de las áreas genital y perianal humanas; se ha detectado hasta un 33% de portadores de Trichosporon spp., en las regiones perianal y genital.[49] En Brasil se informó un brote en el cabello de niñas que asistían a una guardería, lo que sugirió una fuente común o el contacto entre ellas.[44] Epidemiología La PB es cosmopolita, predomina en zonas tropicales con alta pluviosidad: Centroamérica y Suramérica, suroestede Asia, África y áreas subtropicales húmedas de Europa, Japón y en Estados Unidos, principalmente en Texas. La frecuencia real se desconoce por falta de informes, tratamiento sin diagnóstico de laboratorio o diagnóstico clínico errado al confundirla con otras entidades, especialmente con huevos de Pediculus capitis o Phthirus pubis.[3,30,43,47] Afecta a individuos de todas las edades y tanto a hombres como a mujeres pero predomina en estas; es más frecuente en niños y adultos jóvenes. Hay diferencias entre los países por razones culturales como llevar el cabello largo, cubierto, recogido estando húmedo, emplear con frecuencia aceites o sustancias que retengan la humedad, situaciones que han sido sugeridos como factores favorables a la colonización por Trichosporon spp., y finalmente la producción de PB. Pueden ser de riesgo sumergirse en aguas estancadas y algunas ocupaciones: areneros, militares y nadadores. No se ha podido confirmar que la falta de higiene sea un factor de riesgo.[43,44,47-49] Algunos autores afirman que la PB capitis es más de los países tropicales y la genital, de los templados; según algunos,[43,44,49] predomina la PB genital y según otros,[8][8] la capitis. En Brasil la mayoría de las publicaciones hasta 1990 señalaban al vello genital como el más afectado, y desde 2002 señalan al cabello.[47] La revisión de 22 informes llevada a cabo por Fernández y colaboradores[49] muestra que entre mujeres y niños es más frecuente la PB capitis, mientras que en hombres lo es la genital. La prevalencia en África de PB genital en mujeres fue 18% y en Texas en hombres con otras dolencias genitales se encontró una prevalencia de 40%.[3,43,49] La PB también se presenta en animales domésticos como caballos y en monos, pero no hay demostración de su importancia en la transmisión al ser humano.[47] Clínica La PB afecta la porción distal del cabello, el vello axilar, genital y perianal, barba, bigote, cejas y pestañas. Se caracteriza por un collarete de hifas alrededor del pelo, que se fragmentan en artroconidias y se producen algunas blastoconidias. Las estructuras micóticas se encuentran adheridas a la superficie del pelo mediante mucopolisacáridos, sin invadir la cutícula pero, quizás, si se asocian a bacterias pueden invadirla hasta la corteza.[3,49] Se forman concreciones o nódulos macroscópicos de 0,5 mm a 1,5 mm de diámetro y a veces solo palpables o visibles con lupa. Los nódulos son ovalados a fusiformes, inicialmente traslúcidos a blancos, luego crema, café claro o grisáceos; pueden cambiar de color por la exposición al polvo, cosméticos u otros compuestos utilizados por el paciente. Se encuentran a lo largo del pelo, solitarios o múltiples, a veces se unen dando el aspecto de masas semejantes a la tricobacteriosis y, a diferencia de los pelos con tiña capitis, no se forma una vaina continua desde el folículo piloso y no lo invaden. Los nódulos son blandos y se desprenden fácilmente con la presión; pueden debilitar el pelo provocando fracturas pero no alopecia. Aunque la PB es una infección asintomática, en unos pocos casos se presenta prurito en la piel subyacente, a veces con eritema, descamación, hiperqueratosis del cuero cabelludo y alopecia, simulando parcialmente la tiña capitis, pero se diferencian por los nódulos de la PB.[2,30,43,47-49] Los Trichosporon spp., producen otras micosis: cutáneas, invasivas localizadas, sistémicas y alérgicas, más relacionadas con ciertas especies: T. asahii con queratitis, neumonitis de hipersensibilidad tipos III y IV, neumonía alérgica e infección de heridas quirúrgicas; T. asteroides y T. cutaneum con infecciones de la piel y la última ocasionalmente con PB axilar y onicomicosis; T. inkin con PB crural y esporádicamente con PB capitis; T. mucoides con micosis sistémica, PB crural y onicomicosis; T. ovoides con PB capitis y cutánea; ha habido casos de fungemia, endocarditis, hepatitis, neumonía y esofagitis en pacientes con neutropenia y cáncer infectados por T. asahii, T. inkin, T. mucoides, T. dermitis y T. cutaneum.[46-49,51] Diagnóstico de laboratorio Examen directo. Los fragmentos de pelo con nódulos se cortan con tijeras y se seleccionan con la ayuda de una lupa cuando son muy pequeños. El material se trata con KOH al 10% o con solución salina fisiológica y se contrasta con tinta al 10%, azul de Evans al 0,2% o Negro de clorazol E. Los nódulos están formados por hifas con artroconidias en forma de barril y blastoconidias redondeadas. Estos elementos se mantienen unidos por una sustancia de tipo cemento liberada por las hifas y al unirse dan una apariencia poligonal. [3,15,30,47] Para ver el sinergismo con corinebacterias debe teñirse con Gram.[47] Cultivo. No es necesario para el diagnóstico pero sí para identificar la especie. Trichosporon spp., crece en agar Sabouraud dextrosa o en agar dextrosa papa pero no en mycosel ni en agar micobiótico pues es sensible a la cicloheximida. Las colonias son blancas a crema, primero lisas y luego cerebriformes. La producción de ureasa diferencia Trichosporon de Geotrichum y Candida. Las especies se clasifican por su morfología, asimilación de carbohidratos y nitrógeno y, más precisamente, por técnicas de biología molecular porque los métodos, automatizados o no, no logran diferenciarlas todas.[46-48,51] Diagnóstico diferencial Con tricobacteriosis, pero esta es fluorescente con la lámpara de Wood y la PB no. Con la piedra negra pero se diferencian al examen directo. Los huevos (liendres) de la pediculosis (Pediculus capitis o Phthirus pubis) se depositan lateralmente mientras que los nódulos de la PB rodean el pelo. Entre las afecciones del pelo están: moldes peripilares de queratina con estructuras blanquecinas pequeñas y numerosas en los tallos pilosos y que se desplazan con facilidad a lo largo del pelo; la tricorrexis nudosa es un defecto del tallo caracterizado por puntos gruesos y débiles (nódulos) que hacen que este se desprenda fácilmente; en el caso de monilethrix el cabello adopta aspecto de rosario o collar de perlas al alternar zonas de adelgazamiento con nudosidades. Acúmulos de laca, tintes y secreciones, entre otros, también se pueden confundir con la PB. [30,43,49,51] Además, algunas veces se encuentran simultáneamente la piedra blanca y otras infecciones: Candida, tínea capitis, piedra negra o pediculosis (tabla 198-2).[49] Tratamiento Lo más recomendado es cortar el cabello y rasurar el área afectada y aplicar terapia tópica con econazol, isoconazol o miconazol, champú de ketoconazol al 2%, ciclopiroxolamina y sulfuro de selenio al 2%. También se puede usar terapia oral con ketoconazol o itraconazol por ocho semanas. Los azólicos orales eliminan el estado de portador y la aplicación de champú y lociones ayuda a eliminar los nódulos. La respuesta no siempre es rápida y hay recaídas. En la ropa se han encontrado nódulos y por ello debe desinfectarse.[3,30,43] PIEDRA NEGRA La piedra negra (PN), causada por el hongo dematiáceo Piedraia hortae, es una infección benigna de la cutícula extrafolicular del pelo que no afecta la piel adyacente. Se caracteriza por la formación de nódulos duros y oscuros, de diferentes tamaños, aislados o en cadenas a lo largo del pelo.[1,2,8,30] Aspectos históricos En 1901 Malgoi-Hoes describió la PN y en 1911 fue Horta quien claramente la diferenció de la variedad blanca, pero consideró que ambos agentes pertenecían al género Trichosporon y por ello en 1913 Brumpt denominó al agente de la PN Trichosporon hortae. En 1928 Fonseca y Arêa Leão, al descubrir los ascosporos en el nódulo, lo relacionaron con el filo Ascomycota y lo denominaron Piedraia hortae. Fonseca Filho en 1970 afirmó que la PN fue introducida enAmérica por migraciones precolombinas de indígenas de Oceanía.[2,3,8] Etiología y patogénesis Piedraia hortae es un moho septado dematiáceo y queratinolítico; por las estructuras de la reproducción sexuada se lo clasifica en la división Ascomycota, clase Euascomycetes, orden Dothideales, familia Piedraiaceae. En 1963 se encontraron en pieles de mamíferos de África Central nódulos semejantes a los de la PN, producidos por Piedraia quintanilbai, con ascosporas sin filamentos pero no se conocen casos humanos.[2,3,15,41] Ante la controversia de si P. hortae penetra la cutícula y la corteza del pelo y si posee actividad queratinolítica, Figueras y colaboradores estudiaron al microscopio electrónico nódulos en diferentes estados de desarrollo; encontraron que inicialmente unas pocas hifas perforadoras invaden las células cuticulares, crecen paralelas al eje longitudinal del pelo y se expanden rompiendo gradualmente la cutícula. También ocurre digestión enzimática de la queratina, empezando con el cemento y las capas de la cutícula: plasmalema, endocutícula y exocutícula. En los nódulos maduros se observan dos patrones de daño de la corteza: uno paralelo al eje del cabello producido por el crecimiento del hongo que separa sus capas externas; el segundo, debido a hifas que penetran casi verticalmente el cabello, forman canales en distintas direcciones y aumentan de tamaño a medida que digieren las capas más periféricas, las microfibrillas de la corteza y los gránulos de melanina. Es decir, se demostró que P. hortae destruye la queratina por medios mecánicos al crecer y por la digestión enzimática completa de la cutícula y al menos la parte más externa de la corteza; esto se reconoce por los cambios citológicos con presencia de abundantes mitocondrias. Al penetrar, las hifas también pueden actuar como raíces que anclan el nódulo al cabello. Este se debilita y se rompe a nivel del nódulo, pero sin producir alopecia, ya que la infección es extrafolicular y no afecta al cuero cabelludo.[3,52,53] El desarrollo del nódulo se inicia con cadenas verticales de células de pared gruesa y de tamaño y forma irregulares; la organización es la de un ascocarpo multiloculado de tipo ascostroma y en él se observan fragmentos de las células cuticulares del pelo totalmente digeridas y lóculos distribuidos irregularmente; en cada lóculo hay un asca subglobosa, bitunicada con dos a ocho ascosporas unicelulares, fusiformes, cuyos extremos se prolongan por filamentos como un látigo.[3,15] El ascocarpo está formado por células poliédricas de pared gruesa, melanizada, semejantes a artroconidias, e hifas septadas ramificadas. Estos elementos se mantienen unidos por un cemento extracelular de mucopolisacáridos. La melanina fija fósforo, sulfuro y calcio que ayudan a endurecer el nódulo.[2,3,15,52,53] Epidemiología Las fuentes de la infección en la PN parecen ser el suelo, aguas estancadas y cultivos; además, especies filogenéticamente relacionadas son saprofitos o patógenos de plantas y se aíslan de las hojas. Algunos autores creen que su hábitat natural es el pelo y por eso produce en él la fase sexuada.[8] La infección se facilita por el calor, la humedad y la costumbre de utilizar aceite vegetal en el cabello. No se conocen casos de transmisión de persona a persona o de animal a persona, aunque se recomienda ser cuidadoso con los cepillos y demás accesorios contaminados.[1,30] La PN está limitada a áreas tropicales y subtropicales con lluvias abundantes. Predomina en Centroamérica y Suramérica (Brasil, Venezuela, Colombia, Panamá y las Antillas), el sureste de Asia (Vietnam) e islas del Pacífico (Java); se encuentra esporádicamente en África y en el resto de Asia. Es frecuente en monos y otros primates de esas regiones y el estudio de sus pieles en museos ha evidenciado su frecuencia y sugerido que existe un reservorio en las selvas. Para algunos nativos de las islas del Pacífico, la presencia de nódulos es un marcador de belleza y jerarquía y duermen a propósito con la cabeza en el suelo para infectarse. Esto contrasta con el motivo de consulta de muchos otros casos, que es estético. En Brasil la micosis se presenta especialmente en Amazonas con una prevalencia mayor del 50% entre los indios Xingu y Zoro. En Manaos la prevalencia fue de 7,9% en 1962.[2] La PN se encuentra en ambos sexos y en todas las edades desde niños a adultos mayores, aunque es más frecuente en adultos jóvenes. Se cree que hay subregistro porque se la trata sin confirmar el diagnóstico, por pasar inadvertida si los nódulos son escasos y pequeños y por ser asintomática.[2,9,30] Clínica La piedra negra es una micosis superficial crónica, asintomática, localizada a lo largo del cabello y rara vez en la barba, bigote y vello púbico. El micelio de Piedraia hortae es pigmentado, rodea el tallo piloso y forma nódulos compuestos por una masa organizada de seudoparénquima que forma el ascocarpo multiloculado y externamente da la falsa apariencia de artroconidias. Los nódulos son café oscuro a negros, duros, firmemente adheridos al cabello y difíciles de desprender; de tamaño variable, desde microscópicos hasta de pocos milímetros; fusiformes al madurar, aunque otros pueden ser más anchos en el centro o tener forma irregular. Pueden ser únicos o múltiples. El cabello y el cuero cabelludo tienen apariencia normal; a la palpación el pelo es rugoso, arenoso y produce un sonido metálico al paso del peine.[2,3,8,30,52,53] Diagnóstico de laboratorio Examen directo. El pelo se corta como se indicó en la PB. Como el nódulo es pigmentado, es suficiente con utilizar KOH al 10%-15% para el examen directo. La superficie del nódulo es de tipo seudoparénquima con células poliédricas. Si está maduro, se ven áreas más claras que corresponden a las ascas subglobosas bitunicadas con dos a ocho ascosporos, al romperse estos se liberan; son fusiformes semejantes a las helicosporas. P. hortae es uno de los pocos hongos que producen la fase sexual en los tejidos del hospedero humano.[2,8,30,52,53] Cultivo. Piedraia hortae crece a 25ºC en medios tradicionales como Sabouraud glucosado con antibióticos pues no es sensible a la cicloheximida. Las colonias son cónicas, marrón oscuras a negras; cuando están jóvenes el centro es glabro y el micelio aéreo corto, de color marrón oliváceo. Las hifas son muy septadas, de pared gruesa, melanizadas, con células irregulares, dilatadas (toruloideas) y con clamidoconidias. En cultivo es difícil obtener la fase sexuada pero a veces en el centro se pueden encontrar ascas con ascosporos.[2,3,8] Diagnóstico diferencial: debe diferenciarse de la pediculosis capitis, de restos de cosméticos en el cabello y de la piedra blanca, más cuando el paciente usa tintes que cambian su color. Sin embargo, deben considerarse los casos de infección mixta con ambas piedras y de infección mixta de piedra con liendres o piojos (tabla 198-2).[30] Tratamiento La literatura al respecto es limitada. El mejor tratamiento para la piedra negra y la blanca es rasurar o cortar el pelo. La PN responde a la terbinafina oral. También se utilizan queratinolíticos y derivados azólicos como los recomendados para la piedra blanca, pero por la estructura del nódulo la respuesta es menor.[9,30] BIBLIOGRAFÍA 1. Bonifaz A, Gómez-Daza F, Paredes V, Ponce RM. Tinea versicolor, tinea nigra, white piedra, and black piedra. Clin Dermatol. 2010; 28(2): 140-5. 2. Lacaz CS, Porto E, Martins JEC, Heins-Vaccari EM, Melo NT. Tratado de Micología Médica. 9a ed. São Paulo: Sarvier; 2002.p. 252- 340. 3. Figueras MJ, Guarro J. Ultrastructural aspect of the keratinolytic activity of piedra. Rev Iberoam Micol. 2000; 17: 136-41. 4. Kaneko T, Shiota R, Shibuyas S, Watanabe S, Umeda Y,Takeshita K, et al. Human external ear canal as the specific reservoir of Malassezia slooffiae. Med Mycology. 2010; 48(): 824–7. 5. Mendez-Tovar LJ. Pathogenesis of dermatophytosis and tinea versicolor. Clin Dermatol. 2010; 28(2): 185-9. 6. 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