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Traducido del inglés al español - www.onlinedoctranslator.com Capítulo 6 El tratamiento de la neuralgia del trigémino elizabeth hogan Facultad de Medicina de la Universidad de St George, Granada. correo electrónico: eahogan13@gmail.com INTRODUCCIÓN La neuralgia del trigémino (TN) es una condición clínica que se compone de dolor insoportable paroxístico que ocurre en una o más ramas del nervio trigémino. El dolor de la TN es un dolor lancinante repentino e intenso que se experimenta más comúnmente a lo largo de la segunda y tercera división del nervio trigémino que afecta la mejilla y/o el mentón. Sin embargo, en menos del 5% de los casos, puede presentarse únicamente a lo largo de la primera división (Bennetto, Patel y Fuller, 2007; Rozen, Capobianco y Dalessio, 2008). Este dolor breve e intenso puede durar desde unos pocos segundos hasta minutos y se desencadena característicamente por estímulos triviales que incluyen lavarse, hablar, masticar, fumar y/o un toque ligero; todos conocidos como factores desencadenantes. Además, hay áreas reconocidas, como las áreas pequeñas en el pliegue nasolabial y/o el mentón, que pueden ser particularmente susceptibles a la precipitación del dolor conocidas como áreas desencadenantes (Anónimo, 2004; Gadient & Smith, 2014). La TN es una enfermedad poco común y, por lo tanto, es un desafío obtener datos epidemiológicos precisos al respecto. Estudios anteriores informan una incidencia anual de 2,5 por 100.000 hombres y 5,7 por 100.000 mujeres, con una edad máxima de aparición entre los 50 y los 60 años. Además, se demostró que la prevalencia aumenta gradualmente con la edad (Katusic, Beard, Bergstralh y Kurland, 1990; Zakrzewska y Linskey, 2014). Estudios más recientes sugieren una incidencia global que oscila entre 12,6 y 27 por 100.000, con un predominio femenino del 66% y una edad media de 51,5 años. De manera similar, estos estudios mostraron un aumento general de la prevalencia con el aumento de la edad (Hall, Carroll, Parry y McQuay, 2006; Koopman et al., 2009; Zakrzewska y Akram, 2011). Todavía se desconoce la causa de la TN, pero la fuerte evidencia empírica sugiere que la compresión vascular de la raíz del nervio trigémino juega un papel importante en aproximadamente el 95% de los pacientes.Zakrzewska y Coakham, 2012). Sin embargo, la fisiopatología precisa de cómo la compresión vascular causa la TN sigue siendo especulativa. Se plantea la hipótesis de que la compresión vascular de la raíz del nervio trigémino en la zona de entrada conduce a una desmielinización focal crónica. Este Nervios y lesiones nerviosas, vol. 2.http://dx.doi.org/10.1016/B978-0-12-802653-3.00055-5 ©2015 Elsevier Ltd. Todos los derechos reservados. La desmielinización puede provocar hiperexcitabilidad en el complejo trigémino del tronco encefálico, lo que a su vez conduce a un deterioro del sistema nociceptivo.Desdem, 1991). Además de esto, la propia raíz sensorial lesionada puede convertirse en un sitio ectópico de activación denominadohipótesis de encendido ( Devor, Amir y Rappaport, 2002). Se especula que esto podría llevar a que algunas neuronas se disparen continuamente, lo que podría explicar el dolor quemante que experimentan algunos pacientes con TN (Reddy y Viswanathan, 2014). El diagnóstico de TN es principalmente de naturaleza clínica y debido a esto, ha habido diferentes sistemas de clasificación. En 2004, la International Headache Society presentó los siguientes criterios para el diagnóstico de lo que se conoce como TN clásica (también conocida como primaria) o idiopática y sintomática (también conocida como secundaria). La TN clásica se define por los siguientes criterios ( Anónimo, 2004): UNA.Ataques paroxísticos de dolor que duran desde una fracción de segundo hasta 2 min, que afectan una o más divisiones del nervio trigémino y cumplen los criterios B y C B.El dolor tiene al menos una de las siguientes características: 1.Intenso, agudo, superficial o punzante 2.Precipitado de áreas desencadenantes o por factores desencadenantes C.Los ataques son estereotipados en el paciente individual. D.No hay déficit neurológico clínicamente evidente. MI.No atribuido a otro trastorno. Los criterios diagnósticos para la NT sintomática son los mismos que los criterios clásicos A, B y C. Se diferencia del clásico en que está causado por una lesión estructural demostrable distinta de la compresión vascular, como un tumor, esclerosis múltiple, infarto lacunar, aneurisma, o malformaciones arteriovenosas (Anónimo, 2004; Zakrzewska y Akram, 2011). Recientemente, los expertos en el campo han reconocido una nueva forma de TN, llamada TN atípica. Tiene las características clásicas de dolor esporádico, ardiente e impactante, pero con características adicionales de escozor y ardor, que permanecen durante minutos u horas después de los ataques de dolor agudo (Nurmikko y Eldridge, 2001; Zakrzewska y Akram, 2011). Esta categoría se realizó porque los pacientes con TN atípica generalmente son más refractarios a muchos de los tratamientos de NT. 81 http://dx.doi.org/10.1016/B978-0-12-802653-3.00055-5 https://www.onlinedoctranslator.com/es/?utm_source=onlinedoctranslator&utm_medium=pdf&utm_campaign=attribution 82PARTE IDolor que involucra los nervios periféricos El último sistema de clasificación se propuso para aliviar la confusión. Divide la NT en siete categorías diferentes según la historia clínica. Las dos primeras categorías son TN tipo I y tipo II, que se refieren a pacientes con inicio espontáneo de dolor facial y dolor predominante episódico o constante. La TN tipo I comprende más del 50 % de dolor episódico, mientras que la TN tipo II tiene más del 50 % de dolor constante. Las últimas cinco categorías son versiones diferentes de NT sintomática basadas en los siguientes mecanismos (Burchiel, 2003; Reddy y Viswanathan, 2014): 1.Dolor neuropático del trigéminocausado por un traumatismo no intencional, como la extracción de un diente. 2.Neuralgia del trigémino sintomáticadebido a la esclerosis múltiple. 3.Neuralgia postherpéticacausado por un brote de herpes zoster cutáneo a lo largo de la distribución del trigémino. 4.Dolor por desaferentación del trigéminocausada por un traumatismo intencional, como la ablación de un nervio periférico. 5.Dolor facial atípicosinónimo de dolor facial secundario a un trastorno de dolor somatomorfo. ADMINISTRACIÓN MEDICA Independientemente del sistema de clasificación utilizado para categorizar NT, el tratamiento de primera línea es siempre la terapia médica. De los fármacos que se utilizan actualmente para tratar la NT, todos ellos se desarrollaron originalmente para otras indicaciones y la mayoría son anticonvulsivos. Además, solo un puñado de estos medicamentos se ha investigado en pequeños ensayos controlados aleatorios para el tratamiento de la TN, y muchos de estos ensayos tienen fallas metodológicas y están desactualizados (Zakrzewska y Linskey, 2014). Dicho esto, la carbamazepina es el medicamento más estudiado para el tratamiento de la TN y, por lo tanto, es el fármaco de elección. Otros anticonvulsivos que se han usado en el tratamiento de la NT incluyen oxcarbazepina, lamotrigina, gabapentina, pregabalina, topiramato y fenitoína. Además, se han utilizado fármacos no antiepilépticos como baclofeno, tizanidina, pimozida, sumatriptán, tocainida y colirio de clorhidrato de proparacaína al 0,5%. Sin embargo, los analgésicos convencionales como la codeína, los antiinflamatorios no esteroideos y la aspirina no se usan mucho porque la práctica sugiere que no ayudan con la TN.Zhang et al., 2013). Carbamazepina La carbamazepina actúa sobre los canales de sodio y calcio tipo L. Es el fármaco de elección según cuatro ensayos clínicos aleatorizados controlados con placebo (Campbell, Graham y Zilkha, 1966; Killian y Fromm, 1968; Nicolás, 1969; Rockliff y Davis, 1966), que mostró una reducción superior al 50 % de los ataques en aproximadamente el 88% de los pacientes, demostrando un 1,8 como el número necesario a tratar (Gadiente y Smith, 2014; Gronseth et al., 2008). Blom documentó por primera vez el uso de carbamazepina en 1962 para el tratamiento de la NT y, desde entonces, ha sido el medicamento más estudiado y validado para el tratamiento de la NT. Sin embargo, su uso general se ha visto limitado por su perfil de efectos adversos (Blom, 1962; Reddy y Viswanathan, 2014). La carbamazepina tiene advertencias de recuadro negro por sus reacciones dermatológicas graves, como el síndrome de Stevens-Johnson y la necrólisis epidérmica tóxica, y sus efectos secundarios hematológicos, como la anemia aplásica y la agranuloctosis. Además, sus efectos secundarios comunes incluyen mareos, somnolencia, náuseas, dolor de cabeza, vómitos y ataxia ( Gadient & Smith, 2014). También tiene amplias interacciones con otros medicamentos y autoinducción de su propio metabolismo ( Reddy y Viswanathan, 2014). La carbamazepina generalmente se inicia con 200 mg por día y la dosis se aumenta lentamente hasta que se logra el alivio del dolor. Se suele aumentar aproximadamente 200 mg cada 3 días para evitar la neurotoxicidad. Puede administrarse dos o tres veces al día y el nivel sérico terapéutico ideal está entre 25 y 45 μmol/L, con la dosis estándar de mantenimiento entre 400 y 800 mg por día y la dosis máxima de 1200 mg por día. Además, no se deben administrar más de 400 mg en ninguna dosis para evitar efectos tóxicos. Se debe realizar un hemograma completo con diferenciales, prueba de función hepática, prueba de función renal, análisis de orina y examen oftalmológico al inicio del estudio y repetirlo periódicamente. Después de unos meses de cero ataques, el medicamento debe reducirse gradualmente para evitar posibles efectos secundarios no deseados (Reddy y Viswanathan, 2014). Oxcarbazepina Otro anticonvulsivo popular que se usa es la oxcarbazepina, un cetoderivado de la carbamazepina. Tiene un mecanismo de acción similar al de la carbamazepina, pero no pasa por el sistema de citocromos hepáticos. Por lo tanto, tiene menos efectos secundarios y no interactúa con otros medicamentos en comparación con la carbamazepina (Zakrzewska, 2010). No tiene advertencias de recuadro negro y sus efectos secundarios más comunes son mareos, diplopía, náuseas, vómitos y dolor de cabeza (Gadient & Smith, 2014). Se informa que la oxcarbazepina tiene una eficacia similar a la de la carbamazepina. También se ha demostrado que es una línea de tratamiento eficaz en pacientes para los que la carbamazepina no fue eficaz (Gómez-Argüelles et al., 2008). Sin embargo, su eficacia disminuye con el tiempo y es más difícil de titular (Reddy y Viswanathan, 2014; Zakrzewska y Patsalos, 2002). La oxcarbazepina se inicia con 150 mg por día y se puede aumentar en 150 mg cada 3 días hasta que se logre el alivio del dolor. La dosis de mantenimiento varía de 750 a 1800 mg por día con una dosis máxima de 2400 mg por día. Debe obtenerse una creatinina basal y el fármaco El tratamiento de la neuralgia del trigéminoCapítulo 683 debe reducirse gradualmente después de unos meses consecutivos sin ataques (Gadient & Smith, 2014). lamotrigina Lamotrigina altera la liberación de glutamato y aspartato a través de la modulación de los canales de sodio y calcio. Se ha demostrado que es un tratamiento eficaz para la NT clásica y sintomática secundaria a esclerosis múltiple en pequeñas series de casos (Cañavero et al., 1995; Lunardi et al., 1997) pero solo como una terapia adicional a la terapia subefectiva en un pequeño ensayo de control aleatorio (Zakrzewska, 2010; Zakrzewska, Chaudhry, Nurmikko, Patton y Mullens, 1997). Un estudio más reciente comparó lamotrigina con carbamazepina en un ensayo cruzado directo. Se encontró que la lamotrigina fue beneficiosa para el 62% de los pacientes, mientras que la carbamazepina fue beneficiosa para el 90,5% de los pacientes (Shaij, Yaacob y Abd Rahman, 2011). Por lo tanto, la lamotrigina podría no ser una buena opción como terapia independiente en pacientes resistentes a la carbamazepina o la oxcarbazepina, pero podría ser beneficiosa como terapia adicional que permita a los pacientes tomar una dosis más baja de carbamazepina u oxcarbazepina (Cruccu y Truini, 2013). Lamotrigina se inicia con 25 mg por día y se aumenta lentamente a 25 mg por semana hasta que se logra el alivio del dolor. La dosis de mantenimiento es de 100-400 mg por día con una dosis máxima de 400 mg por día. Tiene una advertencia de recuadro negro por sus reacciones dermatológicas graves, como el síndrome de Stevens-Johnson y la necrólisis epidérmica tóxica. Sus efectos secundarios comunes incluyen mareos, ataxia, diplopía, visión borrosa y rinitis. Se debe obtener un examen oftalmológico y de creatinina de referencia y el medicamento debe reducirse gradualmente después de algunos meses consecutivos sin ataques (Gadient & Smith, 2014). Gabapentina La gabapentina es un análogo del ácido gamma-aminobutírico (GABA) que ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la NT clásica y sintomática en informes de casos (Kan, 1998; Pandey, Singh y Singh, 2008; Sist, Filadora, Miner, & Lema, 1997). También ha demostrado ser una terapia complementaria eficaz a la carbamazepina o lamotrigina en el tratamiento de la NT sintomática secundaria a la esclerosis múltiple.Solaro, Messmer Uccelli, Uccelli, Leandri y Mancardi, 2000). La gabapentina también tiene un perfil de efectos secundarios más favorable, y los efectos secundarios más comunes incluyen somnolencia, fatiga, mareos, aumento de peso y ataxia. Se comienza con 300 mg por día y se aumenta en 300 mg cada 3-7 días hasta lograr el alivio del dolor. La dosis de mantenimiento suele rondar los 900 mg y la dosis diaria máxima es de 2400 mg. Debe obtenerse una creatinina basal y el fármaco debe reducirse gradualmente durante un período superior a 7 días después de algunos meses consecutivos sin ataques (Gadient y Smith, 2014; Reddy y Viswanathan, 2014). pregabalina La pregabalina es otro análogo del GABA que demostró ser eficaz en el tratamiento de la TN en un pequeño estudio prospectivo de 53 pacientes, especialmente para aquellos que no tienen dolor facial crónico concomitante (también conocido como atípico) TN ( Obermann et al., 2008). Además, otro estudio de 63 pacientes informó resultados de salud que muestran que la pregabalina fue eficaz como monoterapia o como terapia complementaria para el tratamiento de la NT (Pérez, Navarro, Saldana, Martínez y Rejas, 2009; Zakrzewska, 2010). Al igual que la gabapentina, la pregabalina tiene un perfil de efectos secundarios más favorable. Sus efectos secundarios más comunes incluyen mareos, somnolencia, edema periférico, euforia, xerostomía, sequedad de boca y aumento de peso. Se inicia con 150 mg por día y se aumenta en 150 mg por semana hasta lograr el alivio del dolor. La dosis de mantenimiento está entre 150 y 600 mg al día con una dosis media de 270 mg y una dosis máxima diaria de 600 mg. Se debe obtener una creatinina de referencia y el fármaco debe reducirse gradualmente después de unos meses consecutivos sin ataques ( Gadient y Smith, 2014; Reddy y Viswanathan, 2014; Zakrzewska, 2010). topiramato Se desconoce el mecanismo de acción del topiramato, pero se cree que inhibe los canales de sodio activados por voltaje y puede potenciar el GABA. Se demostró que es más eficaz que la carbamazepina en el tratamiento de la NT en un metanálisis realizado en China después de 2 meses de tratamiento. Sin embargo, no hubo diferencias significativas en los efectos adversos y los resultados del ensayo fueron limitados debido a la ubicación geográfica y la mala calidad metodológica de los ensayos controlados aleatorios (Wang y Bai, 2011). Además, en informes de casos y estudios pequeños, se ha demostrado que el topiramato es eficaz contra la NT clásica y sintomática secundaria a esclerosis múltiple o lesión nerviosa postraumática(Benoliel, Sharav y Eliav, 2007; Domingues, Kuster y Aquino, 2007; Reddy y Viswanathan, 2014; Zvartau-Hind, Din, Gilani, Lisak y Khan, 2000). El topiramato se inicia con 25 mg por día y se aumenta en 25 mg por semana hasta que se logra el alivio del dolor. La dosis de mantenimiento está entre 50 y 100 mg por día con una dosis diaria máxima de 400 mg. Sus efectos secundarios comunes incluyen mareos, deterioro del lenguaje, pérdida de peso, glaucoma, cálculos renales y diplopía. Debe obtenerse una referencia de creatinina y bicarbonato y luego controlarse periódicamente. Al igual que los otros medicamentos anticonvulsivos, el fármaco debe reducirse gradualmente después de unos meses consecutivos sin ataques ( Domingues et al., 2007; Gadient & Smith, 2014). 84PARTE IDolor que involucra los nervios periféricos fenitoína La fenitoína actúa modulando los canales de sodio y calcio dependientes de voltaje y fue el primer medicamento predominante utilizado en el tratamiento de la NT. Sin embargo, debido a su perfil de efectos secundarios y al advenimiento de medicamentos más nuevos, rara vez se usa para el tratamiento crónico de la TN. Las complicaciones de la fenitoína incluyen náuseas, mareos, confusión, depresión, hiperplasia gingival, cambios en el gusto, hirsutismo y rasgos faciales toscos. También se sabe que interactúa con muchos otros medicamentos. La fenitoína generalmente se inicia con 100 mg por día y se puede aumentar a 100-200 mg tres veces al día hasta que se logre el alivio del dolor (Reddy y Viswanathan, 2014). Debido a sus numerosos efectos secundarios, se debe realizar y repetir periódicamente una función renal de referencia, un hemograma completo, un nivel de folato, una función hepática y un examen dental. Aunque la fenitoína no se usa comúnmente para el tratamiento de la NT crónica, se ha indicado, en algunos informes de casos, que es un tratamiento eficaz para las exacerbaciones agudas de la NT médicamente refractaria. Se encontró que la dosis segura y efectiva era de 15 mg por kg por vía intravenosa separada en dos dosis administradas con 4 h de diferencia ( Alberto, 1978; Tate, Rubin y Krajewski, 2011). La fosfenitoína, un profármaco de éster de fosfato de la fenitoína que tiene una mejor tolerancia parenteral, también ha demostrado ser un tratamiento eficaz para los pacientes que presentan crisis de dolor refractario a los medicamentos orales. Un informe de caso de tres pacientes demostró un alivio completo del dolor durante los 2 días posteriores a la administración de fosfenitoína intravenosa. Aunque la fosfenitoína no funciona a largo plazo, permite una ventana de oportunidad sin dolor para que el médico decida el siguiente curso de acción (Cheshire, 2001; Reddy y Viswanathan, 2014). baclofeno El baclofeno es un derivado del GABA que, tanto en la forma racémica como en la forma L, se ha informado que es eficaz para el tratamiento de la NT como monoterapia o en combinación con otros medicamentos (Fromm y Terrence, 1987; Fromm, Terrence y Chattha, 1984). Sin embargo, estos estudios son de mala calidad con números pequeños, sin detalles de aleatorización y de corta duración, por lo que los resultados deben interpretarse con cautela (Zakrzewska, 2010). Se comienza con 5-10 mg por día y se aumenta en 5 mg cada 3 días hasta lograr el alivio del dolor. La dosis de mantenimiento varía de 50 a 75 mg diarios y generalmente se divide en tres o cuatro dosis en un día. La dosis máxima es de 80 mg al día. Los efectos secundarios comunes del baclofeno incluyen somnolencia, náuseas, confusión, mareos, aumento de peso, debilidad muscular y malestar gastrointestinal (Gadient & Smith, 2014). Se debe obtener una creatinina de referencia y, una vez que se logre el alivio del dolor, el baclofeno se debe reducir gradualmente para evitar los síntomas de abstinencia, incluidas las convulsiones y la ansiedad. Este generalmente se hace disminuyendo la dosis en incrementos de 5 mg por semana (Reddy y Viswanathan, 2014). tizanidina La tizanidina es un agonista del receptor adrenérgico alfa-2 central y se consideró por primera vez como un tratamiento viable para la TN en un estudio doble ciego que lo comparó con la carbamazepina. Los pacientes con tizanidina se titularon individualmente para el alivio del dolor con una dosis de mantenimiento que oscilaba entre 6 y 18 mg por día. El estudio mostró que la tizanidina fue bien tolerada pero que fue inferior a la carbamazepina en el tratamiento de la NT (Vilming, Lyberg y Lataste, 1986). Otro estudio doble ciego cruzado de tizanidina mostró que era eficaz en el tratamiento de la TN refractaria pero solo por un período breve porque los síntomas reaparecían después de 1 a 3 meses (Fromm, Aumentado y Terrence, 1993). Los efectos secundarios comunes de la tizanidina incluyen somnolencia, mareos, hipotensión, trastornos del habla y visión borrosa. Se debe obtener una creatinina de referencia, así como una función hepática de referencia. Las pruebas de función hepática deben repetirse a los 1, 3 y 6 meses y deben reducirse gradualmente para suspender el uso. Para sacar conclusiones sobre la eficacia de la tizanidina en el tratamiento de la NT, se necesitan estudios más grandes y mejores (Zhang et al., 2013). pimozida La pimozida es un antagonista de los receptores de dopamina y se comparó con la carbamazepina en un ensayo cruzado doble ciego de 48 pacientes con TN refractaria. La dosis diaria promedio osciló entre 4 y 12 mg y todos los pacientes tratados con pimozida se aliviaron del dolor en comparación con solo el 56 % de los pacientes tratados con carbamazepina (Lechín et al., 1989). Por lo tanto, se demostró que la pimozida es más eficaz en el tratamiento de la TN. Sin embargo, los efectos adversos graves fueron comunes y los autores sugirieron que la pimozida no debería usarse como una opción de tratamiento de primera línea. Los efectos secundarios graves incluyeron síntomas extrapiramidales como temblores, pérdida de memoria y rigidez (Zakrzewska, 2010; Zhang et al., 2013). sumatriptán Sumatriptán actúa como serotonina vascular 5-HT1B/1Dagonista del receptor que produce vasoconstricción. Debido a que se cree que la compresión mecánica de la raíz del trigémino por una arteria juega un papel importante en la causa de la NT clásica, se especula que el sumatriptán debería funcionar en la mayoría de los pacientes al inhibir la vasodilatación cerca de la raíz irritada y, por lo tanto, prevenir la inflamación neurogénica (Cruccu y Truini, 2013 ). En 2 ECA se encontró que 3 mg de sumatriptán inyectados por vía subcutánea fueron efectivos en el tratamiento de la TN tanto idiopática como refractaria médica. El tratamiento de la neuralgia del trigéminoCapítulo 685 Los pacientes experimentaron alivio de los síntomas dentro de los 15 min de una inyección que duró aproximadamente 8 h. Además, se demostró que la adición de 50 mg de sumatriptán oral dos veces al día después de la inyección subcutánea produjo un control prolongado ( Kanai, Saito y Hoka, 2006; Kanai, Suzuki, Osawa y Hoka, 2006). Una serie de casos de tres pacientes encontró que el sumatriptán inyectado por vía nasal funcionó bien como terapia adjunta a la carbamazepina y debe considerarse en pacientes para quienes la dosis de carbamazepina no se puede aumentar, todavía tienen dolor crónico y no son candidatos para tratamientos quirúrgicos (Shimohata, Shimohata, Motegi y Miyashita, 2009). Los efectos adversos comunes del sumatriptán incluyen fatiga, molestias en el pecho, dolor de cuello, dolor de mandíbula y mareos. El problema principal con el uso de sumatriptán para tratar la TN es que un paciente tendría que tomar 100 mg al día durante meses y se desconocen los efectos a largo plazo del uso continuado. Además, el uso diario de sumatriptán seguramente provocará un dolor de cabeza por uso excesivo (Cruccu y Truini, 2013). tocainida La tocainida es un bloqueador de los canales de sodio y un derivadode la lidocaína con acciones antiarrítmicas. Se probó en un estudio doble ciego cruzado con carbamazepina en 12 pacientes con TN. La dosis diaria de tocainida fue de 60 mg por kg y se encontró que era tan efectiva como la carbamazepina en el tratamiento de la TN (Lindstrom y Lindblom, 1987). Sin embargo, la tocainida se retiró del mercado debido a sus graves efectos secundarios hematológicos, como la anemia aplásica por supresión de la médula ósea (Rawson, Harding, Malcolm y Lueck, 1998; Zhang et al., 2013). Colirio de clorhidrato de proparacaína al 0,5 % El mecanismo de acción del colirio de proparacaína no está del todo claro, pero puede inhibir los flujos de iones de sodio ( Zakrzewska, 2010). Ha habido numerosas publicaciones que informan el tratamiento exitoso de la neuralgia del trigémino con gotas para los ojos de proparacaína, con el tratamiento que consiste en dos gotas de una solución al 0,5% de clorhidrato de proparacaína colocadas en el ojo del lado afectado (Spaziante et al., 1992; Vassiloutthis, 1994; Zavon y Fichte, 1991). Uno de los informes afirma una clara mejoría de los síntomas en 13 pacientes, lo que permite la reducción o el retiro completo de su dosis diaria de carbamazepina (Vassiloutthis, 1994). Por lo tanto, la proparacaína parecía muy prometedora como fármaco simple y seguro como alternativa en el tratamiento de la TN. Sin embargo, cuando se realizó un ensayo aleatorizado doble ciego controlado con placebo con 47 pacientes, no se observó ningún efecto significativo en comparación con el placebo. El estudio concluyó que la aplicación única de colirios oftálmicos tópicos no proporciona beneficios a corto o largo plazo. beneficio para los pacientes con NT (Kondziolka et al., 1994; Zhang et al., 2013). MANEJO QUIRÚRGICO En la actualidad, las opciones de tratamiento quirúrgico para la TN generalmente se exploran solo cuando los pacientes son refractarios al tratamiento médico. Se dice que un paciente es refractario cuando no puede soportar los efectos adversos del medicamento, presenta dolor irruptivo o no puede tomar los medicamentos por ser un paciente médicamente complejo con polifarmacia para otras condiciones (Toda, 2008). Sin embargo, existe evidencia actual de datos de cohortes que implica que el tratamiento quirúrgico más temprano puede aumentar la satisfacción del paciente y mejorar los resultados a largo plazo (Barker, Jannetta, Bissonette y Jho, 1997; Zakrzewska y Akram, 2011; Zakrzewska, López, Kim y Coakham, 2005). Desafortunadamente, no existen ensayos controlados aleatorios que comparen los resultados de los numerosos procedimientos quirúrgicos para la TN, lo que solo complica la decisión sobre qué procedimiento utilizar. Los procedimientos quirúrgicos que se usan para tratar la NT se dividen comúnmente en dos categorías principales: procedimientos ablativos, que destruyen el nervio, y procedimientos no ablativos, que preservan la función nerviosa. Existen numerosos procedimientos ablativos que se pueden dividir según el nivel anatómico del procedimiento y dos tipos de técnicas no ablativas. La primera ubicación para los procedimientos ablativos se encuentra periféricamente en las áreas de la zona de activación. Estos procedimientos incluyen neurectomía periférica, crioterapia, bloqueo con alcohol e inyecciones de glicerol. La segunda ubicación anatómica para los procedimientos ablativos es el punto donde se unen las tres ramas principales del nervio trigémino, llamado nervioGanglio de Gasser.Estos procedimientos comprenden compresión percutánea con balón, gangliolisis con glicerol y termocoagulación por radiofrecuencia. La tercera ubicación anatómica para los procedimientos ablativos es la fosa posterior e incluye la radiocirugía estereotáctica y la rizotomía sensorial parcial (PSR). Además, una de las técnicas no ablativas también ocurre en este nivel y se conoce comodescompresión microvascular (MVD) (Zakrzewska y Akram, 2011). La otra técnica no ablativa se realiza de forma periférica en la zona gatillo y es la inyección de toxina botulínica tipo A. Neurectomía periférica La neurectomía periférica (NP) es una técnica quirúrgica antigua que se remonta al siglo XVIII y que todavía se utiliza en la actualidad, principalmente por parte de los cirujanos maxilofaciales. El concepto detrás de la NP es que, al dividir o avulsionar la rama periférica del nervio trigémino, el cirujano puede lograr un alivio del dolor preciso y duradero. Se puede realizar una NP en las siguientes ramas del nervio trigémino: las ramas del nervio supraorbitario, supratroquelar, infratroclear y lagrimal de la división oftálmica (V1); la 86PARTE IDolor que involucra los nervios periféricos nervio infraorbitario de la división maxilar (V2); y los nervios lingual, aveolar inferior y mental de la división mandibular (V3) (Ali et al., 2012). La NP se inicia inyectando primero anestesia local en la rama terminal accesible del nervio trigémino sospechosa para garantizar que el procedimiento sea efectivo (Masón, 1972). A continuación, el procedimiento se realiza bajo anestesia general o con sedación y anestesia local. La rama terminal previamente identificada se localiza, se extirpa y se avulsiona en un campo abierto ampliado. Además, si hay un foramen o canal de salida asociado, este puede obturarse con una sustancia no reabsorbible como tornillos de titanio, madera o tapones de silicona para ayudar a evitar que el nervio se regenere y el dolor regrese. La mayoría de las ramas terminales afectadas del nervio trigémino se pueden alcanzar a través de una incisión intraoral que incluye los nervios lingual, mental, avelolar inferior e infraorbitario. Sin embargo, es necesario acceder a algunas de las ramas terminales desde una incisión exterior. Por ejemplo, se llega al nervio supraorbitario a través de una incisión en la ceja (Peters y Nurmikko, 2002). En general, la NP es un procedimiento seguro sin mayores complicaciones reportadas y puede repetirse para la recurrencia del dolor. Sin embargo, las cirugías repetidas pueden aumentar el riesgo de formación de neuromas y recurrencia del dolor (Murali & Rovit, 1996). Además, es de esperar la pérdida de la sensibilidad facial atribuible a la rama apropiada extirpada, pero se conserva el reflejo corneal. Otros efectos secundarios comunes del procedimiento incluyen hematomas postoperatorios, hemorragia e hinchazón facial (Khanna y Galinde, 1985; Murali y Rovit, 1996; Oturai, Jensen, Eriksen y Madsen, 1996; Peters y Nurmikko, 2002). También ha habido un informe de una infección asociada con la expulsión espontánea de una punta de madera del intraforamen ( Masón, 1972). La tasa de éxito de la NP varía mucho en la literatura. Mason (1972) Un estudio retrospectivo de 36 pacientes con TN clásica demostró que el alivio del dolor estaba presente en el 64 % de los pacientes al cabo de 1 año pero, al final de los 4 años, solo el 26 % de los pacientes permanecieron sin dolor. Sin embargo, al observar el subgrupo de pacientes que se sometieron a una neurectomía infraorbitaria seguida de oclusión foraminal, el 64 % de ellos estaban libres de dolor a los 4 años.Khanna y Galinde (1985)encontró una tasa de éxito general del 75% a los 5 años en su estudio de 118 casos. Sin embargo, perdieron el 30% de sus pacientes durante el seguimiento. Murali y Rovit (1996) encontraron que los pacientes que habían recibido previamente una termocoagulación por radiofrecuencia del ganglio de Gasser tenían un mejor alivio del dolor a los 5 años con un 79% sin dolor. Mientras que, de los pacientes ingenuos, solo el 58% tuvo un excelente alivio del dolor a los 5 años. Los autores postularon que la cirugía previa ayudó a prevenir la regeneración nerviosa (Murali y Rovit, 1996; Peters y Nurmikko, 2002).Quinn y Weil (1975)encontraron en 88 pacientes con 162 nuerectomías una media sin dolor de 52,1 meses con una mediana de 41 meses. Un estudio más reciente deAli et al.(2012)encontraron que el alivio del dolor varió de 15 a 24 meses en pacientes a quienes se les realizó NP sin obturación de los agujeros con tornillos de acero inoxidable. En los seis pacientes a los que se les selló el foramen infraorbitario y el foramen mentoniano con un tornillo, todos seguían sin dolor al final de los 24 meses de seguimiento. Por otra parte,Oturai et al. (1996) informó un resultado menos favorable de la NP con el 78% de los pacientes que experimentaron recurrencia del dolor a los 7 años y la mitad de ellos recurrieron dentro de un mes (Peters y Nurmikko, 2002; Toda, 2008). Aunque los datos muestran que la NP comúnmente ofrece una solución temporal a la NT, hay muchos autores que creen que todavía tiene un papel en el tratamiento de la NT (Agrawal y Kambalimath, 2011; Ali et al., 2012; Freemont y Millac, 1981). La NP es un procedimiento seguro que se puede realizar de forma ambulatoria con anestesia local. Por lo tanto, es un tratamiento alternativo seguro y efectivo para pacientes que no son médicamente aptos para un procedimiento más invasivo, como los ancianos, los que viven en áreas remotas y rurales sin acceso a procedimientos neuroquirúrgicos importantes, o los que simplemente no quiere un procedimiento neurológico importante pero ha fallado la terapia médica (Ali et al., 2012). crioterapia La crioterapia periférica es una técnica que fue explicada por primera vez por Lloyd en 1976 (Lloyd, Barnard y Glynn, 1976). Es un procedimiento simple y repetible durante el cual la rama periférica afectada se congela mediante la aplicación directa de una criosonda fina. Para comenzar el procedimiento se utiliza una inyección local de un agente anestésico para determinar qué nervio tratar con la crioterapia (Toda, 2008; Zakrzewska y Nally, 1988). Luego, existen numerosas variaciones en las técnicas utilizadas para realizar la crioterapia en el nervio afectado. Generalmente, el nervio periférico afectado se expone quirúrgicamente y luego se congela con una sonda criogénica fina bajo anestesia local con o sin sedación o anestesia general (Peters y Nurmikko, 2002; Toda, 2008).Cuchara (2000)usó una combinación de anestesia general y local en su estudio con la sonda criogénica ajustada a -120-C. Aplicó directamente la sonda al nervio afectado durante tres ciclos de 2 min de congelación seguidos de 5 min de descongelación.Finalmente (1984)informó en su estudio que los mejores resultados se lograban con una temperatura igual o inferior a - 100-C aplicado en tres ciclos de 2 min de congelación seguidos de 5 min de descongelación. Por otra parte,Rahnama y Gaweda (2003) realizaron sus procedimientos bajo anestesia local utilizando una criosonda de nitrógeno líquido a -180-C con 2-3 ciclos de congelación y descongelación.Pradel, Hlawitschka, Eckelt, Herzog y Koch (2002)reportaron criocirugía transmucosa a través de un abordaje intraoral bajo bloqueo nervioso. Sus temperaturas de criosonda oscilaron entre -40 y -120-C (Toda, 2008). La crioterapia es un procedimiento generalmente seguro con solo complicaciones menores informadas.Finalmente (1984)informó migración del dolor a una rama más pequeña del trigémino El tratamiento de la neuralgia del trigéminoCapítulo 687 nervio en 16 pacientes de 3 a 9 meses después de la operación. Este dolor fue abolido por crioterapia repetida en las áreas de migración del dolor.Zakrzewska y Nally (1988) documentaron que, en su estudio retrospectivo de 145 pacientes con NT clásica, el 40 % de los pacientes desarrollaron otra forma de dolor facial que no tenía características de anestesia dolorosa o NT clásica y se trató con antidepresivos tricíclicos. También informaron que el 4% de los pacientes necesitaban terapia con antibióticos para las infecciones locales (Peters y Nurmikko, 2002). Otro estudio documentó entumecimiento facial en el 28% de los pacientes (Zakrzewska y Thomas, 1993). Se ha demostrado que el tratamiento con crioterapia tiene un grado variable de éxito con respecto al inicio del alivio del dolor y el tiempo que el paciente permanece sin dolor. Un estudio informó que la mayoría de sus pacientes experimentaron un alivio inmediato del dolor después de la crioterapia, pero que en el seguimiento de 1 año solo el 27 % seguía sin dolor (Zakrzewska y Nally, 1988).Pradel et al. (2002)declaró que a los 5 días después de la operación, los 19 pacientes experimentaron solo una reducción en la intensidad de su dolor. No estuvieron libres de dolor hasta 10-14 días después de la crioterapia. Además, informaron que el dolor volvió en 13 de los 19 pacientes después de 6 a 12 meses ( Pradel et al., 2002). Es más,Zakrzewska y Thomas (1993)informaron que la mayoría de sus pacientes tenían que continuar tomando sus medicamentos, aunque en dosis más bajas, para permanecer sin dolor. Estos hallazgos respaldan el uso de la crioterapia como terapia adyuvante en lugar de como monoterapia.Toda, 2008). Aunque las tasas de recurrencia de la crioterapia son más altas que la mayoría de los procedimientos periféricos, tiene la morbilidad más baja. Además, es un procedimiento simple y confiable que puede repetirse fácilmente. Por lo tanto, podría tener un papel como técnica utilizada en pacientes que están contraindicados para una cirugía mayor o simplemente no quieren una cirugía mayor (Cuchara, 2000). Bloque de alcohol Un bloqueo con alcohol es una técnica destructiva que requiere un paciente obediente y consciente porque el alcohol se inyecta directamente en el nervio. Inicialmente, al paciente se le administra anestesia local para determinar la región o el nervio correcto que debe inyectarse. Luego se inyecta al paciente con 0.5-1.5 mL de alcohol al 80-100% directamente en el nervio afectado. Las inyecciones de alcohol son muy dolorosas, por lo que inicialmente se pueden inyectar unas gotas de anestésico local para ayudar a reducir la sensación de ardor del alcohol. Este procedimiento se realiza comúnmente desde un abordaje externo, pero algunos cirujanos maxilofaciales pueden usar un abordaje intraoral. La fibrosis resultante del bloqueo con alcohol hace que sea extremadamente difícil repetir este procedimiento (Peters y Nurmikko, 2002). El bloqueo con alcohol puede provocar edema facial inmediato, pérdida sensorial y hematoma (Zakrzewska, 1991). Además,Oturai et al. (1996)complicaciones informadas de hipoestesia, parestesia, dolor ocular, disminución de la córnea sensibilidad, aumento del lagrimeo, deterioro de la visión y disestesia en sus pacientes que se sometieron a bloqueo con alcohol. McLeod y Patton (2007)tuvo un caso de necrosis avascular y hematoma infectado después de la inyección. También hubo informes de secuestro óseo, necrosis de la piel, parálisis craneales, trismus, reactivación del herpes zóster y diplopía después del bloqueo con alcohol.Fardy y Patton, 1994; Gallagher, Gallagher y Sleeman, 2005; Peters y Nurmikko, 2002). La duración del alivio del dolor después del bloqueo con alcohol varía de menos de 2 a 13 meses.Oturai et al. (1996) reportaron que en una serie de 45 pacientes, el 50% tuvo recurrencia del dolor al mes del procedimiento. Otro grupo encontró que la duración del alivio del dolor fue de menos de 2 meses en el 74 % de los pacientes (Peet y Schneider, 1952). En el extremo superior del alivio del dolor hubo un informe en el que los pacientes estuvieron libres de síntomas durante una media de 11 meses después de las inyecciones periféricas de alcohol (McLeod y Patton, 2007).Fardy, Zakrzewska y Patton (1994)documentó una mediana de tiempo libre de dolor de 13 meses (Toda, 2008). A diferencia de los procedimientos periféricos anteriores, según la evidencia, los bloqueos con alcohol no parecen ser una opción viable como tratamiento quirúrgico alternativo para la NT. Tienen una baja duración del alivio del dolor con una mayor incidencia de complicaciones informadas. Inyección de glicerol El glicerol es una sustancia muy viscosay por ello muy difícil de administrar y dolorosa para el paciente. Una inyección de glicerol se administra de la misma manera que un bloque de alcohol. Inicialmente, se usa anestesia local para ubicar el nervio correcto para la inyección. Luego se inyectan 1,0-1,5 ml de glicerol estéril a través de una aguja de gran calibre (Fardy et al., 1994). En el estudio de inyecciones de glicerol en niños porYue (2004), la dosis de glicerol se redujo a una dosis inicial de 0,5 ml y luego se inyectaron lentamente dosis de 0,5 ml hasta que se detectaron los primeros signos de cambio sensorial facial en la región afectada (Toda, 2008). Se informó que las complicaciones de las inyecciones de glicerol fueron hinchazón leve en todos los pacientes y sensibilidad alterada en aproximadamente un tercio de los pacientes porFardy et al. (1994). Mientras,Yue (2004)reportaron solo dos pacientes con parestesias sensoriales en la distribución del nervio tratado y solo uno de ellos presentó parestesias persistentes. Los resultados de las inyecciones de glicerol variaron entre los estudios.Yue (2004) informaron que el inicio del período sin dolor tuvo una mediana de latencia de 10,6 h y varió de inmediato a 4 días después del procedimiento. También se encontró que al año de seguimiento, el 84,8% de los pacientes habían mantenido un alivio del dolor superior al 50%. En los seguimientos a los 2 y 3 años, el 77,3 % y el 72,2 %, respectivamente, mantuvieron un alivio del dolor superior al 50 %. Erdem y Alkan (2001)trató a 157 pacientes con inyecciones de glicerol e informó una tasa de éxito inicial del 98%. En el 60% de estos pacientes el dolor reapareció, generalmente entre los 25 y 36 meses. Estos pacientes fueron reinyectados 88PARTE IDolor que involucra los nervios periféricos con éxito y en el seguimiento de 4 años, 154 de los 157 pacientes estaban libres de dolor (Erdem y Alkan, 2001).Fardy et al. (1994) encontraron que los pacientes que se habían sometido a cirugía previa por NT tenían una recurrencia media de 2 meses después de la inyección de glicerol, en comparación con 7,6 meses en pacientes sin cirugía previa. Las inyecciones de glicerol son otro procedimiento mínimamente invasivo con baja incidencia de morbilidad que podría ser útil como alternativa de tratamiento quirúrgico de la NT (Toda, 2008). Compresión percutánea con balón La compresión percutánea con balón (BC) es un procedimiento del ganglio de Gasser que se ideó en la década de 1950 a partir de los primeros trabajos de Shelden y Pundenz. Después,Taarnhoj (1952) publicaron un informe de 10 pacientes a los que se les descomprimió el ganglio de Gasser posterior con excelentes resultados. El trabajo posterior con la descompresión condujo a la teoría de que era el trauma quirúrgico en lugar de la descompresión lo que causaba el alivio del dolor (Cheng, Lim, Chang y Barbaro, 2014; Shelden, Pudenz, agua dulce y Crue, 1955). Sin embargo, no fue hasta casi 30 años después que Mullan y Lichtor (1983)adaptó el trabajo de sus predecesores y desarrolló BC percutáneo. Hoy en día, el procedimiento se realiza comúnmente bajo anestesia general y se inserta una aguja de calibre 14 a través de la piel en el foramen oval utilizando una fluoroscopia como guía. Solo se inserta una pequeña porción de la aguja en el agujero, lo que a menudo se acompaña de un breve episodio de bradicardia. Una vez que se confirma la colocación adecuada de la aguja con el retorno del líquido cefalorraquídeo y/o la fluoroscopia, se introduce un catéter Fogarty número 4 en la cueva de Meckel. Luego, el globo se infla lentamente con 0,5 a 1 ml de agente de contraste hasta que parece estar adecuadamente lleno, lo que suele ser de 0,7 ml de contraste. Cuando se comprime de forma adecuada, el balón normalmente adquiere forma de pera con el extremo del vástago apuntando hacia atrás. La compresión se mantiene durante 1-7 min, con todo el procedimiento tomando solo 15 min. Una vez que se completa la compresión, el globo se desinfla y se retira. Luego se aplica presión en el sitio de punción en la mejilla para ayudar a prevenir la formación de hematomas ( Peters y Nurmikko, 2002). Las complicaciones más comunes de la BC son la disestesia y el entumecimiento severo, informados en aproximadamente el 10-20% y el 20% de los pacientes, respectivamente.Brown, Chittum, Sabol y Gouda, 1996; Cheng et al., 2014; Lichtor y Mullan, 1990). La debilidad del masetero es muy común pero rara vez molesta y generalmente se resuelve dentro de 1 año ( López, Hamlyn y Zakrzewska, 2004). Otra complicación reportada es la pérdida de audición, con un 11,5% (Abdennebi, Mahfouf y Nedjahi, 1997). Aunque la disestesia es común, la hipoestesia corneal más severa y la anestesia dolorosa son raras.Fraioli, Espósito, Guidetti, Cruccu y Manfredi, 1989; Peters y Nurmikko, 2002). También hay algunos casos reportados de meningitis y déficits de nervios craneales y una muerte (Abdennebi et al., 1997; Brown, McDaniel y Weaver, 1993; López et al., 2004). La mayoría de los estudios sobre CM son retrospectivos y pocos tienen seguimiento a largo plazo, por lo que es difícil medir con precisión la efectividad del procedimiento en el tratamiento de la NT. Skirving y Dan (2001)comunicaron un alivio inicial del dolor del 99,8 % con una tasa de recurrencia del dolor del 19,2 % a los 5 años y del 31,9 % en una media de 10,7 años.Lichtor y Mullan (1990)informaron números similares con un alivio del dolor inicial del 100 % y un 20 % de pacientes que experimentaron recurrencia a los 5 años y un 28 % en un seguimiento de hasta 10 años.Fraioli et al. (1989) informa un alivio del dolor inicial de solo el 90 % y una tasa de recurrencia del 9,8 % a los 3,5 años de seguimiento. BC es una habilidad técnicamente más fácil de realizar en comparación con los otros métodos percutáneos y produce resultados similares. Además, es selectivo para las fibras mielínicas grandes y medianas y puede preservar las fibras pequeñas que transportan el reflejo corneal. Por lo tanto, podría ser una buena opción de tratamiento para pacientes con afectación de la rama oftálmica. Sin embargo, el procedimiento debe realizarse bajo anestesia general y puede causar bradicardia e hipotensión severas. Por lo tanto, BC es menos atractiva como opción de tratamiento en los ancianos, los médicamente inestables y los pacientes con antecedentes cardíacos. Además, con una alta tasa de entumecimiento severo y disestesia, el paciente debe estar dispuesto a aceptar la pérdida sensorial antes de considerar la BC ( Cheng et al., 2014; Peters y Nurmikko, 2002). Rizotomía con glicerol La rizotomía con glicerol (GR) retrogasseriana percutánea se descubrió por primera vez como un efecto secundario no deseado de un procedimiento en el que Hakanson y sus colegas estaban trabajando en 1981. Intentaban ser pioneros en el uso de la radiación gamma estereotáctica para el tratamiento de la NT y usaban glicerol mezclado con polvo de tantalio para visualizar la cisterna del trigémino. Descubrieron que después de la inyección de glicerol, se abolió el dolor del paciente. Después de más estudios, se postuló que el alivio del dolor probablemente se debe a la desmielinización y la fragmentación axonal, y GR se volvió ampliamente aceptado.Hakanson, 1981; Hakanson, 1984; Peters y Nurmikko, 2002). La GR generalmente se realiza bajo anestesia local con algo de sedación leve. Se inserta una aguja espinal a través de la piel en la cisterna del trigémino a través del foramen oval. La fluoroscopia se utiliza para guiar correctamente la aguja y ayudar a colocarla correctamente. Además, el retorno del líquido cefalorraquídeo ayudará a confirmar la colocación correcta de la aguja, a menos que el paciente haya tenido procedimientos previos a nivel de ganglios.Hakanson (1997)sugiere fuertemente que se debe realizar una cisternografía antes de la inyección de glicerol. Sin embargo, para realizar una cisternografía,el paciente debe permanecer en decúbito supino desde la posición sentada inicial, lo que El tratamiento de la neuralgia del trigéminoCapítulo 689 podría hacer que la aguja se moviera. Por lo tanto, algunos practicantes se saltan este paso. A continuación, se inyecta una pequeña dosis de prueba de aproximadamente 0,1-0,15 ml de glicerol anhidro estéril a través de la aguja para confirmar que los cambios sensoriales se distribuyen correctamente. Luego se inyecta todo el volumen de glicerol. Este volumen completo oscila entre 0,25 y 0,4 ml, según el número de divisiones trigeminales afectadas. Después de la inyección, se retira la aguja y el paciente se sienta erguido durante 2 h para evitar la fuga del glicerol hacia la fosa posterior (Cheng et al., 2014; Peters y Nurmikko, 2002). En general, GR es un procedimiento bien tolerado con la complicación más común reportada de entumecimiento facial, con tasas tan altas como 49% y 53% (Blomstedt y Bergenheim, 2002; Pollock, 2005). Otras complicaciones reportadas con frecuencia incluyen disestesia, entumecimiento de la córnea y debilidad del masetero.Ischia, Luzzani y Polati, 1990; Saini, 1987; Steiger, 1991; Joven, 1988). La reactivación del herpes labial también ha sido reportada hasta en un 12% (Pollock, 2005). También ha habido algunos casos documentados de meningitis, hematomas, anestesia dolorosa y parálisis de nervios craneales (Arias, 1986; North, Kidd, Piantadosi y Carson, 1990; Saini, 1987; Steiger, 1991; Vals, Dalessio, Copeland y Abbott, 1989). El paciente también puede desarrollar aracnoiditis, que puede complicar futuros procedimientos del ganglio de Gasser (Peters y Nurmikko, 2002). Por lo general, toma de 1 a 10 días experimentar alivio del dolor después de GR, pero puede demorar hasta 6 semanas (Arias, 1986; Joven, 1988). El alivio del dolor inicial informado en la literatura varía del 80% al 96% de los pacientes, con resultados variables a largo plazo. Sahni, Pieper, Anderson y Baldwin (1990) informaron un alivio inicial del dolor del 84 % en un estudio de 58 pacientes con una tasa de recurrencia general del 29 % a los 52 meses.Saini (1987)informaron una tasa de recurrencia del 27,7 % después de 1 año y una tasa del 40,9 % a los 2 años de seguimiento en un estudio de 522 pacientes. Joven (1988) encontraron un alivio inicial del dolor en el 90% de 162 pacientes con un 77,8% todavía sin dolor a los 67 meses después de una o más inyecciones de glicerol.Fujimaki, Fukushima y Miyazaki (1990) informaron un alivio inicial del dolor en el 88 % de sus 122 pacientes, pero tuvieron recurrencia en el 72 % de los pacientes a los 54 meses. También se encontró que los pacientes con NT secundaria o atípica tuvieron resultados menos favorables en comparación con los pacientes con NT clásica después de GR (Norte et al., 1990; Slettebo, Hirschberg y Lindegaard, 1993). En general, GR es un procedimiento técnicamente difícil que puede ser eficaz en el tratamiento de TN si lo realiza el médico adecuado. Es significativamente más exigente desde el punto de vista técnico que los otros dos procedimientos percutáneos con tasas similares de alivio del dolor. Tiene complicaciones más altas y más graves en comparación con BC. Además, al igual que la CB, el paciente debe estar dispuesto a aceptar la posibilidad de alteraciones sensoriales faciales antes de seleccionar este procedimiento como opción de tratamiento para la NT (Cheng et al., 2014; Peters y Nurmikko, 2002). Termocoagulación por Radiofrecuencia La termocoagulación por radiofrecuencia percutánea (RFT, por sus siglas en inglés) fue desarrollada por primera vez en 1913 por Rethi, pero no fue hasta 1975 que se utilizó para atacar las raicillas del trigémino para el control del dolor en la NT.Dulce y Wepsic (1974). La RFT generalmente se realiza con anestesia de inducción que permite el despertar intraoperatorio porque la cooperación del paciente es fundamental durante la fase de estimulación para garantizar la colocación y localización correctas de la lesión RFT. Sin embargo, un estudio reciente de Hart, Nowell y Coakham (2012)mostró que el despertar intraoperatorio puede no ser necesario. Usaron un intensificador de imágenes en el plano lateral y en la vista de guía de la aguja para determinar la ubicación adecuada para RFT en lugar de depender de la cooperación del paciente. Después de la inducción, se coloca un generador de radiofrecuencia en la cueva de Meckel a través del foramen oval utilizando la fluoroscopia como guía. Una vez que se penetra el foramen, se avanza la punta de la aguja hasta que se superpone a la línea clival. La entrada en la cueva de Meckel puede causar bradicardia transitoria y generalmente se confirma por el retorno de líquido cefalorraquídeo. Una vez que la aguja está en la ubicación ideal, se despierta al paciente y se estimula la raíz nerviosa correspondiente. La colocación correcta de la aguja se confirma por parestesia cutánea sobre la dolorosa división del trigémino. Una vez confirmado, se anestesia al paciente y se lesiona el nervio.-C durante 30-120 s para lesionar el nervio. La técnica de lesión única versus lesiones múltiples con el objetivo de producir hipoalgesia varía individualmente. El paciente se despierta después del procedimiento y generalmente se le da de alta el mismo día ( Cheng et al., 2014; Peters y Nurmikko, 2002). RFT es un procedimiento destructivo con algunos autores que afirman que la tasa de recurrencia del dolor se correlaciona negativamente con el grado de pérdida sensorial ( Taha, Tew y Buncher, 1995). Por lo tanto, no sorprende que la pérdida sensorial sea la complicación más comúnmente reportada. Las complicaciones graves pero raras de la RFT incluyen abscesos, parálisis de los nervios craneales, ceguera, meningitis y fístula carótido-cavernosa.Kanpolat, Savas, Bekar y Berk, 2001; Dulce y Wepsic, 1974). También hay un par de casos informados de mortalidad comúnmente debido a hemorragia intracraneal. Cierta pérdida sensorial es inevitable, pero la RFT puede provocar disestesia hasta en el 25 % de los casos y se encuentra que es aún más común en pacientes con TN atípica (Fraioli et al., 1989; Zakrzewska, Jassim y Bulman, 1999). También hay casos reportados de anestesia dolorosa, con la mayor incidencia reportada de 1.5% (Broggi, Franzini, Lasio, Giorgi y Servello, 1990; Fraioli et al., 1989). La anestesia corneal es común, variando del 3% al 20% con la secuela de queratitis ocurriendo en un promedio del 2% (Fraioli et al., 1989; Kanpolat et al., 2001; Dulce y Wepsic, 1974). 90PARTE IDolor que involucra los nervios periféricos RFT es una técnica que produce una alta tasa de alivio del dolor inicial, con tasas de hasta el 97,6%. Las tasas de recurrencia en la literatura oscilan entre el 10% y el 25%.Taha et al. (1995) informó sobre 154 pacientes con TN clásica y encontró una tasa de recurrencia estimada a 14 años del 25% en general. Scrivani, Keith, Mathews y Kaban (1999)siguió a 215 pacientes con TN clásica y describió un alivio del dolor inicial del 92%, con una recurrencia del 27% a los 32 meses. Kanpolat et al. (2001)examinó a 1600 pacientes que se sometieron a RFT y, a los 10 años de seguimiento, el 52,3 % de los pacientes que se sometieron a una sola RFT y el 94,2 % de los pacientes que se sometieron a múltiples RFT permanecieron sin dolor. A los 20 años de seguimiento, el 41 % y el 100 % de estos pacientes, respectivamente, experimentaron alivio del dolor. RFT ha demostrado ser un tratamiento eficaz y seguro. Tiene ventajas sobre las otras técnicas percutáneas. Tiene tasas de recurrencia más bajas que GR y es más selectivo que BC. Sin embargo, conlleva una alta tasa de alteraciones de las sensaciones faciales y algunas complicaciones muy graves (Peters y Nurmikko, 2002). RFT fue el procedimiento quirúrgico más común para TN a fines de la década de 1980, pero su uso ha disminuido desde entonces (Wang et al., 2013). Aunque suuso ha disminuido, la RFT sigue siendo una opción viable para los pacientes que no desean un procedimiento más invasivo o que no son lo suficientemente estables desde el punto de vista médico. Radiocirugía estereotáctica La radiocirugía estereotáctica (SRS) se ha convertido en un tratamiento seguro y eficaz para la TN médica refractaria. Es un procedimiento no invasivo que conlleva una baja morbilidad. La mayoría de los datos actuales sobre SRS investigan el uso de Gamma Knife, en el que se utilizan múltiples haces de radiación simultánea para crear un área de tratamiento aislada. Sin embargo, existe literatura emergente sobre el uso de Cyber-Knife Accuray, en el que se manipula un solo haz de radiación en un espacio tridimensional para crear un área de tratamiento específica (Chan, Shaw y Tatter, 2013; Reddy y Viswanathan, 2014). Para SRS, el objetivo típico es colocar un isocentro radioquirúrgico de 4-6 mm en el nervio trigémino a medida que pasa por la cisterna prepontina. La razón por la que se utiliza la cisterna prepontina para la colocación del isocentro es porque se visualiza fácilmente en la resonancia magnética y en esta área el nervio está rodeado de líquido cefalorraquídeo, lo que facilita su orientación. Cuando se usa Gamma Knife, el paciente se coloca en un marco de cabeza antes del procedimiento y las estrategias actuales apuntan a la zona de entrada de la raíz dorsal o la pars triangularis del nervio trigémino con un ioscenter de 4 mm y una dosis de 70-90 Gy (Regis et al., 2006). Se encontró que las dosis superiores a 90 Gy se correlacionan con tasas más altas de distesias (Pollock, Phuong, Gorman, Foote y Stafford, 2002). Con CyberKnife, el paciente se fija a la mesa de tratamiento con una máscara de plástico firme y los parámetros de tratamiento radioquirúrgico óptimos son una mediana máxima dosis de 78 Gy y una mediana de longitud del nervio tratado de 6 mm (Villavicencio et al., 2008). La principal complicación del SRS es la disfunción del nervio trigémino. Con Gamma Knife, la incidencia media de alteraciones sensoriales es de aproximadamente el 15% (Toda, 2008). Fountas et al. (2007)informó entumecimiento facial en el 16% y hormigueo facial en el 3,8%.Nicolás et al. (2000)encontraron disgeusia completa en 5% y disgeusia parcial en 10%, y Matsuda, Serizawa, Sato y Ono (2002)informó ojos secos y reflejo corneal disminuido o ausente. Con CyberKnife, Lim et al. (2005)informó entumecimiento posterior al tratamiento en el 51,2% de los pacientes yRomanelli et al. (2003)documentaron que 1 de cada 10 pacientes desarrollaron disestesias. No se informaron complicaciones graves con ninguna de las modalidades de tratamiento (Toda, 2008). Está documentado que Gamma Knife tiene una mejora inmediata en el dolor a los 3 meses y un 80-90 % sin dolor dentro de 1 año después del tratamiento (Dhople et al., 2009; Pollock et al., 2002; Regis et al., 2006). Sin embargo, este valor disminuye progresivamente a solo un 55% sin dolor a los 3 años (Pollock et al., 2002).Riesenburger et al. (2010)declaró que la recaída del dolor era un fenómeno dependiente del tiempo, y marshall et al. (2012) informaron una durabilidad media de 4,9 años. Además, el porcentaje de pacientes con una reducción significativa del dolor tanto en la NT clásica como en la sintomática se reduce al 22-30% a los 7-10 años (Dhople et al., 2009; Kondziolka et al., 2010; Zorro et al., 2009). CyberKnife tiene resultados similares con un excelente alivio del dolor en alrededor del 70-80 % de los pacientes a las 2 semanas y una disminución progresiva del alivio del dolor con el tiempo. El valor medio de pacientes sin dolor a los 2 años es del 50% (Lim et al., 2005; Reddy y Viswanathan, 2014; Villavicencio et al., 2008). SRS es una opción de tratamiento no invasiva segura y eficaz para TN. La limitación clave de SRS es su durabilidad limitada. Sin embargo, en pacientes mayores con comorbilidades médicas significativas o para pacientes que no desean someterse a un procedimiento más invasivo, la SRS es una excelente y efectiva opción de tratamiento. Rizotomía sensorial parcial La PSR es una técnica invasiva que requiere que el paciente se someta a una cirugía cerebral abierta. Es una técnica en la que se accede a la raíz del nervio trigémino a través de una craneotomía de fosa posterior y mediante un microscopio se extirpa una sección de la raíz. PSR se realiza comúnmente además de o en lugar de MVD.Bederson y Wilson (1989)informaron que los pacientes con distorsión de la raíz nerviosa por compresión vascular extrínseca se sometieron a MVD, aquellos sin compresión visible se sometieron a PSR y aquellos con contacto vascular pero sin distorsión de la raíz nerviosa se sometieron a MVD y PSR.Toda, 2008). Todos los pacientes deben estar bajo anestesia general para este procedimiento y se recomienda el control intraoperatorio de los conductos auditivos del tronco encefálico. El tratamiento de la neuralgia del trigéminoCapítulo 691 Se realizan respuestas evocadas y potenciales evocados somatosensoriales. La ubicación y el porcentaje de corte de la raíz nerviosa varía. Young y Wilkins (1993)documentó un área con dos porcentajes diferentes de corte de raíz nerviosa. La raíz sensorial se extirpó en su aspecto caudolateral a unos 2-5 mm de la protuberancia. En el 89% de los pacientes, se cortó de un tercio a la mitad del área de la sección transversal y en los pacientes restantes se extrajeron dos tercios del nervio.Howng y Chang (1998)informó que el porcentaje del corte del nervio varió del 20% al 70% de la raíz nerviosa. En un estudio deBederson y Wilson (1989), se documentó que se extirpó de la mitad a dos tercios de la portio mayor. Una vez que se corta el nervio, el sitio se cierra correctamente y el paciente permanece en el hospital durante al menos unos días para observación. La complicación común de la PSR es el déficit sensorial en la distribución del trigémino.Young y Wilkins (1993) informaron que el 18 % de los pacientes estaban densamente adormecidos en una o más de las divisiones del trigémino y el 49 % tenía una ligera disminución de la sensación facial.Zhang, Zhang, Li y Zhu (2012) documentaron que el 33,8% de sus pacientes tenían hipoestesia o adormecimiento facial leve.Abhinav, Love, Kalantzis, Coakham y Patel (2012)informaron que el 82,8% de los pacientes tenían entumecimiento facial en la distribución del nervio trigémino afectado y un paciente tenía anestesia dolorosa. Otra complicación frecuentemente reportada es la reactivación del herpes labial ( Klun, 1992; Zhang et al., 2012). Las principales complicaciones de la PSR son la sordera ipsilateral de origen neural, la fuga de líquido cefalorraquídeo y el infarto del tronco encefálico.Toda, 2008). Los resultados sin dolor de PSR varían de un estudio a otro. Klun (1992)documentaron un alivio del dolor inicial del 94 % y una tasa de recurrencia del 49 % después de la PSR.Howng y Chang (1998)encontró que a los 58 meses, el 62,5 % de los pacientes todavía no tenían dolor y un 25 % adicional de los pacientes tenía un dolor leve que estaba bien controlado con medicamentos.Zhang et al. (2012) comunicaron un alivio completo inmediato en el 98,5 % de los pacientes, que disminuyó al 67,6 % a los 2 años y al 8,8 % a los 4 años de la operación.Young y Wilkins (1993)documentaron que la tasa de fracaso de PSR en su estudio fue del 17 % durante el primer año y promedió el 2,6 % cada año a partir de entonces. La PSR es un tratamiento efectivo para la TN y parece ser una opción viable para pacientes que han sido refractarios a otros métodos quirúrgicos. La PSR también parece ser valiosa en pacientes en los que no se observa compresión vascular de la raíz del nervio trigémino durante la exploración de la fosa posterior. Sin embargo, la PSR es un procedimiento muy invasivo que requiere que el paciente esté médicamente estable para la anestesia general y la cirugía cerebral. Porlo tanto, podría no ser la mejor opción para pacientes de edad avanzada o con numerosas comorbilidades médicas. Descompresión Microvascular Janetta (1967)describió por primera vez la compresión auricular de la raíz del nervio trigémino en la protuberancia por un asa aberrante de la arteria o vena como posible fuente de NT e informó haber realizado la primera MVD. Actualmente, la mayoría de los neurólogos y neurocirujanos estarían de acuerdo en que la compresión microvascular es la fuente principal de la mayoría de los TN clásicos y, según numerosos estudios, la MVD es un tratamiento eficaz. De manera similar a la PSR, la MVD se realiza bajo anestesia general y se recomienda la monitorización intraoperatoria de las respuestas evocadas auditivas del tronco encefálico y los potenciales evocados somatosensoriales. La raíz del nervio trigémino se alcanza y se expone suficientemente a través de una craneotomía de fosa posterior usando un microscopio. Una vez que se expone la raíz del trigémino, el vaso ofensivo generalmente es fácil de localizar. El vaso ofensor más común es la arteria cerebelosa superior. La arteria cerebelosa anteroinferior, ramas de la vena pertrosal u otras arterias o venas anómalas, también puede comprimir la raíz del trigémino. Una vez que se localiza el agente agresor, se inserta un implante inerte como Teflón o DuPont entre el vaso agresor y el nervio para descomprimir el nervio y evitar la compresión vascular recurrente (Chan et al., 2013; Reddy y Viswanathan, 2014). Una vez que el nervio se descomprime por completo, se cierra el sitio y el paciente permanece hospitalizado para observación durante al menos unos días. Las complicaciones de la MVD incluyen pérdida auditiva parcial o completa, déficits sensoriales, parálisis faciales, lesión cerebelosa, fuga de líquido cefalorraquídeo, meningitis e incluso la muerte.Barker, Jannetta, Bissonette, Larkins y Jho (1996)informaron 2 muertes poco después de la cirugía, 1 infarto del tronco encefálico y 16 pacientes con pérdida auditiva ipsolateral. También documentaron que el 3,3 % de los pacientes tenía dolor facial ardiente y otro 4,8 % tenía dolor facial doloroso.Amador y Pollock (2008) tenían un 52 % de pacientes con entumecimiento facial nuevo o aumentado, un 7 % con anestesia dolorosa y un 7 % con pérdida auditiva después de la cirugía en su estudio de 29 pacientes con antecedentes de cirugía previa de fosa posterior. En un estudio de procedimientos 1326MVD,Kalkanis, Eskandar, Carter y Barker (2003)encontraron una tasa de mortalidad del 0,3% y parálisis faciales en el 0,6% de los pacientes. También encontraron que las tasas de morbilidad después de MVDa son significativamente más bajas en hospitales de alto volumen y con cirujanos de alto volumen.Parque, Kong, Lee y Parque (2007)encontraron que la tasa de fuga de líquido cefalorraquídeo después de la MVD osciló entre el 0,9 % y el 12 %. Numerosos estudios han demostrado que MVD es el tratamiento a largo plazo más efectivo para TN (Barker et al., 1996; Sarsam, García-Finana, Nurmikko, Varma y Eldridge, 2010; Sindou, Leston, Decullier y Chapuis, 2007).Barker et al. (1996)encontró que de 1185 pacientes que se sometieron a MVD, el 70 % tuvo excelentes resultados sin dolor a los 10 años y la tasa de recurrencia fue del 30 %, con la mayoría de los pacientes recurriendo dentro de los primeros 2 años. Once de los pacientes recurrentes se sometieron a una segunda MVD. Un estudio de 362 pacientes porSindo et al. (2007)encontraron que el 91 % estaban libres de dolor al año y el 73,8 % a los 15 años de seguimiento. Sarsam et al. (2010)analizó una cohorte de 372 pacientes y notificó un alivio completo del dolor en el 71 % de los pacientes a los 10 años. Se ha informado que los resultados de MVD son 92PARTE IDolor que involucra los nervios periféricos superior en pacientes con TN clásica en comparación con TN atípica (Li et al., 2005; Szapiro, Sindou y Szapiro, 1985). Sin embargo, la MVD también debe intentarse en la TN atípica porqueHai, Li y Pan (2006)informaron que la descompresión completa de la raíz jugó un papel importante para lograr el alivio del dolor en la TN atípica. En general, la evidencia muestra que la MVD es el tratamiento a largo plazo más efectivo para la NT. También conlleva el beneficio de un menor riesgo de secuelas sensoriales en comparación con los otros métodos quirúrgicos. Sin embargo, MVD es un procedimiento neuroquirúrgico invasivo que involucra anestesia general. Por lo tanto, no es adecuado para todos los pacientes y es posible que los beneficios de realizar MVD no superen el daño potencial. Inyección de toxina botulínica tipo A La toxina botulínica tipo A (BTX-A) se evaluó en estudios prospectivos y en algunos estudios aleatorizados controlados con placebo y se encontró que es eficaz en el tratamiento de la NT (Bohluli et al., 2011; Hu et al., 2013; Shehata, El-Tamawy, Shalaby y Ramzy, 2013; Turk, Ilhan, Alp y Sur, 2005; Wu et al., 2012). Recientemente se ha esclarecido el mecanismo por el cual la BTX-A actúa contra el dolor neuropático. Se ha demostrado que libera varios neurotransmisores relacionados con el dolor, incluida la sustancia P, el péptido relacionado con el gen de la calcitonina y el glutamato. Por lo tanto, se cree que puede inhibir directamente la sensación periférica e indirectamente afectar la sensación central.Aoki, 2005; Guardiani, Sadoughi, Blitzer y Sirois, 2014). El procedimiento ideal para inyectar BTX-A para el tratamiento de TN aún no se ha determinado. La mayoría de los estudios han inyectado BTX-A por vía intradérmica o subcutánea en las zonas gatillo utilizando rejillas o puntos como guía. Un estudio cree que la inyección intradérmica en el área del dolor facial es el mejor método para tratar la NT. Postulan que la ubicación dentro de la dermis papilar de las terminaciones nerviosas sensoriales amielínicas es la razón por la cual la intradérmica es superior. Guardiani et al., 2014). Sin embargo, también hay evidencia en la literatura que sugiere que las inyecciones subcutáneas también son efectivas (Shehata et al., 2013; Zúñiga, Díaz, Piedimonte y Micheli, 2008).Turco et al. (2005)utilizó un método completamente diferente e inyectó un gran bolo (50 unidades) de BTX-A inmediatamente por encima y por debajo del arco cigomático. La dosis perfecta de toxina a utilizar también ha variado significativamente en los estudios, oscilando entre 20 y 100 unidades de toxina. Por ejemplo,Wu et al. (2012)usó 5 unidades de toxina por punto para 15 puntos, totalizando 75 unidades;Bohluli et al. (2011)usó 50 unidades en total en los puntos de activación; y Zúñiga et al. (2008) usó 20-50 unidades en los puntos gatillo. Las complicaciones informadas del uso de BTX-A en el tratamiento de la TN incluyen edema transitorio, ptosis, disestesia transitoria, problemas transitorios para masticar y, más comúnmente, asimetría facial leve.Guardiani et al., 2014; Piovesan et al., 2005; Turco et al., 2005; Wu et al., 2012). La duración de la eficacia de BTX-A también varía según el estudio con un promedio de 3 meses. El estudio deBohluli et al. (2011) demostraron una mejoría significativa en todos sus pacientes a los 6 meses, con erradicación completa del dolor en el 46,6%.Zúñiga et al. (2008)informaron que 10 de sus 12 pacientes obtuvieron un beneficio significativo de la inyección de toxina durante 2 meses. Wu et al. (2012)mostró una tasa de respuesta del 68 % con la toxina en comparación con el 15 % con el placebo a las 12 semanas después de la inyección.Shehata et al. (2013)informó una reducción significativa del dolor a las 12 semanas en el grupo de BTX-A en comparación con el grupo de placebo. En general, la BTX-A es un tratamiento bien tolerado, seguro y eficaz para la TN. Las inyecciones de BTX-A ofrecen un tratamiento alternativo nuevo, reversible y no ablativo de la TN. Los estudios muestran que los pacientes reciben un aliviosustancial del dolor sin el riesgo de interacciones de polifarmacia o efectos secundarios permanentes. Algunos creen que la BTX-A debería ser el siguiente paso en el tratamiento de los pacientes en los que ha fracasado el tratamiento médico antes de intentar un procedimiento quirúrgico ablativo o invasivo (Shehata et al., 2013). CONCLUSIÓN El tratamiento de la TN es una tarea compleja para cualquier médico. Las pautas actuales de la Academia Estadounidense de Neurología y la Federación Europea de Sociedades Neurológicas (AAN-EFNS) recomiendan carbamazepina u oxcarbazepina como tratamiento de primera línea para TN; también se pueden considerar fármacos como baclofeno, lamotrigina y pimozida. Aconsejan el uso de imágenes en pacientes con TN para evaluar la presencia de un tumor o malformación vascular. Afirman que para los pacientes que son refractarios a la terapia médica, se puede considerar la terapia quirúrgica temprana, como los procedimientos percutáneos en el ganglio de Gasser, la radiocirugía estereotáctica y la MVD. Sin embargo, estos procedimientos no están exentos de riesgos y pueden conllevar morbilidad adicional (Gronseth et al., 2008; Guardiani et al., 2014). Por lo tanto, después de que la terapia médica ha fallado, depende de cada médico determinar qué procedimiento quirúrgico es el adecuado para el paciente, teniendo en cuenta la edad del paciente, las comorbilidades médicas y, lo que es más importante, la preferencia del paciente. REFERENCIAS Abdennebi, B., Mahfouf, L., Nedjahi, T., 1997. Resultados a largo plazo de per- Compresión cutánea del ganglio de Gasser en la neuralgia del trigémino (serie de 200 pacientes). Neurocirugía estereotáctica y funcional 68 (1–4 Pt. 1), 190–195. Abhinav, K., Love, S., Kalantzis, G., Coakham, HB, Patel, NK, 2012. 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