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La laringoscopia y la fa- ringoscopia consisten en la exploración de la la- ringe y la faringe, respec- tivamente, por medio de un instrumento óptico que permite ver lesiones en estos órganos. Los seres humanos respiramos, aproximadamente, entre 14 y 18 kilos de aire. Éste puede contener, además de los gases en su propor- ción normal, partículas contami- nantes y microbios. Los macrófagos, células de la san- gre presentes en los alvéolos pul- monares, se encargan de ingerirlos y destruirlos. La nariz es un filtro mejor que la boca para evitar que entren partí- culas nocivas al organismo. Los mineros sufren todo tipo de enfermedades respiratorias. enfermedades son la fibrosis pulmonar intersti- cial difusa y la esclerosis lateral amiotrófica. Enfermedades vasculares Son provocadas por mal funcionamiento de ve- nas o arterias. Como consecuencia, una región del organismo puede recibir más o menos sangre de la que necesita. El edema pulmonar es la acumulación anormal de líquido en los espacios extravasculares y en los tejidos del pulmón. Enfermedades profesionales y ambientales Las enfermedades profesionales que afectan las vías respiratorias y los pulmones se deben, en gran medida, a la intoxicación con gases o sus- tancias tóxicas. La causa principal de la silicosis es la aspira- ción de polvo de cuarzo, arena y granito en canteras y minas. Las partículas de sílice se de- positan en el pulmón, y provocan la destruc- ción y la fibrosis (cicatrización) de los tejidos pulmonares, incluidos los vasos sanguíneos y linfáticos. El síntoma más característico es la di- ficultad respiratoria. La asbestosis es producida por la exposición al asbesto. La faringitis crónica puede originarse por la ex- posición a agentes químicos, como polvo y productos químicos cauterizantes, y agentes fí- sicos presentes en el lugar de trabajo: calor, va- riaciones bruscas e importantes de temperatura, y corrientes de aire o humo (como en el de carni- ceros y cocineros). Otro factor es el aire condi- cionado seco y poco húmedo, en ciertos lugares de trabajo. La bronquitis crónica puede originarse por la inhalación de vapores disolventes, barnices, pro- ductos de limpieza, aguafuerte (que contiene cloro) e isocianato. Las enfermedades ambientales son conse- cuencia de la contaminación y el medio ambien- te degradado. El aire, tan necesario para la vida, es, lamentablemente, uno de los elementos más contaminados por las actividades humanas, so- bre todo en las ciudades. En él se liberan sustan- cias tóxicas durante los procesos industriales y la quema de desperdicios sólidos. Algunos de estos contaminantes aumentan la incidencia de enfer- medades respiratorias, como bronquitis, enfi- sema pulmonar y asma. El tabaquismo El tabaco, que proviene de las hojas de la Nico- tiana tabacum, perjudica enormemente la salud del fumador, aunque no produce efectos psíqui- cos, como alteraciones de la conducta. Entre las sustancias tóxicas de un cigarrillo en- contramos: • nicotina, responsable de la dependencia que provoca fumar; • alquitrán, residuo de la combustión del taba- co que impide que la sangre capte el oxígeno ne- cesario, muy cancerígeno; • benzopirenos, sustancias cancerígenas. Uno de sus efectos perjudiciales es la bronqui- tis crónica. 84 - cuerpo humano La tuberculosis, una enfermedad infectocontagiosa que afecta el pulmón, es frecuente en los países de bajo desarro- llo económico y en las áreas urbanas más pobres de los paí- ses desarrollados. Las personas más desprotegidas son las más proclives a contraerla. Los síntomas no son específicos, varían mucho y, en ocasio- nes, pueden pasar inadvertidos. En general, aparecen algu- nas décimas de fiebre, especialmente por la tarde; la persona presenta un mal estado general, sudoración nocturna, dolo- res de cabeza y pérdida de peso, tos seca o con flemas mu- co purulentas o con sangre, y dolor torácico. La fiebre alta es poco frecuente. La tuberculosis se había controlado pero, actualmente, se ha incrementado el número de casos. Este incremento se relaciona con condiciones de vida desfavo- rables, falta de higiene, fatiga, cansancio y hacinamiento (en los barrios periféricos de las ciuda- des). El diagnóstico se realiza por medio de la prueba de tuberculina, en la piel del antebrazo. La respiración humana Una enfermedad de la pobreza
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