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Análisis sobre El Montero (1856), novela de Pedro Francisco Bonó (1828-1906) Biografía del autor Pedro Francisco Bonó y Mejía es el autor de la obra El Montero. Fue un sociólogo, pensador y político dominicano nacido en Santiago de los Caballeros el 18 de octubre de 1828 y fallecido en San Francisco de Macorís el 14 de septiembre de 1906. Hijo de don José Bonó, estanciero y comerciante de origen italiano y de Inés Mejía Port, de ascendencia española y francesa. Fue un observador científico de la historia y sociedad dominicana; patriota, miembro del Senado, encargado de Relaciones Exteriores, de Justicia e Instrucción Pública e Inspector General de Agricultura. Seguidor de la doctrina liberal del Partido Azul de Gregorio Luperón, rechazó una propuesta presidencial en 1884 Le corresponde a PF Bonó el mérito de iniciar la novela dominicana con El Montero, además de ser el primer filósofo y sociólogo dominicano. Sus Apuntes sobre las Clases Trabajadoras Dominicanas representan un estudio pionero sobre la composición social dominicana. Además de su novela El Montero (1856), sus obras principales son: Apuntes para los Cuatro Ministerios de la República (1857), Apuntes sobre las Clases Trabajadoras Dominicanas (1881), Congreso Extraparlamentario (1895), Epistolario, Ensayos Socio-históricos, Actuación Pública y Papeles de Pedro Francisco Bonó (Obras Completas recopiladas por Emilio Rodríguez Demorizi 1963), entre otras. PF Bonó es considerado el padre de la sociología en República Dominicana, primer interesado en estudiar el pensamiento social dominicano. Generalidades de la obra El Montero, es una novela de PF Bonó escrita en 1851 y publicada en 1856, en Paris, en El Correo de Ultramar, una revista literaria del español Eugenio de Ochoa. Corresponde al género narrativo, especie novela o noveleta y se inscribe dentro del Romanticismo dominicano, en la tendencia costumbrista, porque describe la vida y costumbres del montero, personaje dominicano del siglo XIX que se dedicaba a montear, vale decir, a atrapar en el monte el ganado salvaje, trátese de toros temibles o puercos cimarrones u otro animal igualmente peligroso, como un medio para su subsistencia. 1 Consta de unos doce capítulos. En esta novela se inserta una historia de amor, con sus aventuras y riesgos; relata costumbres y maneras de la vida en el Cibao oriental (Nordeste del país. Contrasta la belleza de la naturaleza con la miseria de ciertos moradores de la región; describe el interior de las casuchas de los pobres de entonces con detalles tan realistas que dan una visión, al modo de los fotogramas visuales modernos, de cómo eran los bohíos de la época. El Montero refleja la vida social de aquel momento histórico en una importante comarca del país, el Nordeste o Cibao Oriental, en la que la montería representaba un medio de subsistencia. Personajes principales Los personajes principales que aparecen y hacen vida en El Montero son: Manuel y Juan (monteros en la estancia del viejo Tomás), Tomás (patrón de la estancia Matancitas) y Teresa, María (hija Tomas y Teresa), hermanos de María, Feliciano (compadre de Tomas), León Guzmán (padre de Manuel), Tomasito (hijo de Manuel y María), los Hernández, el Capitán de la comarca, Cortorreal, Teniente Pacheco, etc. Descripción de uno de los personajes principales María es uno de los personajes principales, junto a Manuel su prometido. Hija mayor de don Tomás y Teresa; de unos 18 años de edad, fresca y agradable joven, de bronceada piel, cutis fino y terso, pies y manos pequeños y finos. Inclinó su dulce mirada de amor hacia Manuel, encendiendo el fuego del desamor en Juan, otro montero al servicio de la estancia Matancitas. Idea Central Como su nombre lo indica, El Montero (1856) narra la vida de ese singular personaje protagonista de una actividad que se dedicaba a montear el ganado salvaje. Bajo el pretexto de una historia de amor, PF Bonó relata costumbres y maneras de la vida en el Cibao oriental (Matancitas, Factor de Nagua). 2 Argumento Manuel, hijo de León Guzmán, trabaja como montero en la estancia del viejo Tomás, en Matancitas. Allí se enamora de su hija María, y se comprometen para casarse. Juan, otro personaje que se dedica a cazar en el monte jabalíes y toros salvajes para la estancia de don Tomás, también alberga esperanza de que María fije su dulce mirada de amor en él. Pero la doncella inclina sus ojos hacia Manuel, y eso empieza a contrariar al negro Juan. Cuando Manuel regresó frustrado por no poder capturar un gran jabalí, Juan empezó a desafiarle, menospreciando su destreza de montero. Se agriaron ambos hombres. Don Tomás les brindó un trago a ambos, antes de ir a un sancocho de tocino, preparado por Teresa, mujer de Tomás. Al día siguiente, por sugerencia del patrón Tomás, Juan acompaña a Manuel a cazar el gran jabalí que se le perdió en las breñas de la Madre Vieja del Helechal. Como ya habían cruzado palabras de duelo, “yo voy todos los días al monte y estoy dispuesto a ir ahora…” (pág. 25), Juan y Manuel no bien doblaban la punta de Matancita para ir de cacería a orillas del Nagua, Juan volvió a desafiar a su compañero y quedó plantado el duelo entre ambos, quedando Manuel aturdido por un machetazo del otro montero. Juan huyó entre los montes, y Manuel pudo salvarse porque su perro Manzanilla se zafó y fue al bohío de don Tomás a dar el aviso de que su amo corría peligro de morir. El comportamiento de Manzanilla movió a que buscaran a Manuel, encontrándole desangrado. Con ayuda de otros monteros amigos de Tomás llevaron a Manuel al bohío y lo salvaron. Se hizo arreglos para casar a Manuel y María, y en pleno casorio se apareció Juan, peleándose con Tomas y dejándolo muerto, volvió a huir. La luna de miel necesitaba amor, pese a la desgracia de Tomás y el dolor que embargaba a la familia. Cuatro años después, ausentado Manuel en Macorís, y el miedo de que Juan regresara por más daño se apoderaba de María y Teresa su madre, quien la quiso tranquilizar diciéndole que “Juan no puede volver aquí sin que el capitán de este partido lo coja y lleve a la cárcel.” (pág. 78) A su regreso de Macorís, Manuel contó que vio a Juan, cuando lo llevaban a la cárcel de Santiago. León Guzmán, padre de Manuel, enfermó gravemente y Manuel tuvo que ausentarse nuevamente, dejando a la familia sin protección. El 3 compadre Feliciano apareció en la estancia para anunciar dos cosas: la muerte de León Guzmán y que Juan se había escapado en Cenobí de la vigilancia de la escolta y andaba por la sección. Feliciano quedó en el bohío a proteger la familia hasta que Manuel regresara. María había visto al prófugo nuevamente. La búsqueda se puso en pie. Mientras María y uno de sus hermanos fueron al conuco a cortar un racimo de guineo, se le apareció Juan a cumplir su promesa de hacerla suya y quitársela a Manuel. Forcejearon, y el hermano de María corrió a casa a dar el aviso de que Juan iba a matar a su hermana mayor: “—A María la está matando un hombre en el platanal—“. Feliciano, el capitán y su cuadrilla fueron a cazar al prófugo. Tan pronto se apareció Manuel en el bohío, Teresa le dijo que Juan andaba molestando a María, y el joven montero se internó en el monte para atrapar a su enemigo y matarlo de un sablazo. Mensaje que transmite El Montero. El Montero transmite un mensaje de que la vida rural era dura, y llena de pobreza y dificultades. La naturaleza era hermosa, pero el montero tenía que unir fuerza y su voluntad para sobrevivirde algunos peligros que significaba cazar en los montes a esos animales salvajes para alimentar a su familia. El Montero refleja la vida social de aquel momento histórico en una importante comarca del país, el Nordeste o Cibao Oriental, en la que la montería representaba un medio de subsistencia. Fija su atención en ese personaje que llenó un papel importantísimo en el pasado. Perseguía y cazaba animales salvajes y bestias peligrosas y verracos temibles como los describe Bonó en su novela (BRC, p. 130). Descripción del hecho que más me gustó. El hecho que más me gustó de la novela se describe en el Capítulo III (pp. 30-37), y fue cómo Manuel conquistó a María, la hija de Tomás y Teresa, declarándole amor con los ojos y pisando después el pie de la mujer, para seguir con las miles danzas del Fandango (que a veces llamaban Sarambo y Guarapo), muy parecido a los juglares de la Edad Media (pág. 35), porque los enamorados se declaman versos en porfía, lo cual a veces acababan a cuchilladas. 4 Aunque Manuel era tímido, “se aventuró a dar la pisada sacramental que una bofetada castigó o más bien premió” (pág. 36) y desde ahí quedó sellado el compromiso de casarse con María y ganarse el odio de Juan. Bonó describe largamente este episodio, poco conocido por jóvenes de mi tiempo. Me fascinó esa forma de enamorarse. Comentario sobre la importancia de la obra Tal como lo describe Bonó en esta novela, la tarea de los monteros era dura, pues cazar jabalíes era arriesgar sus vidas: muchos monteros podían salir mal heridos de la faena. Sin embargo, para Manuel las cosas resultaron entre mal y bien, porque conquistó el amor de María, además de cierto respeto en la estancia Matancitas. Esta novela narra hechos poco conocidos para jóvenes de mi tiempo; tales como la forma de enamorarse, las costumbres de esa época de mitad del siglo XIX, la vida social de los monteros en el nordeste del país, los peligros de ir a cazar animales montaraces para subsistir en medio de una naturaleza hermosa. He ahí la importancia de El Montero (1856): a través de esta obra uno conoce el pasado histórico y social de los dominicanos. 5 CONCLUSION La novela El Montero de Pedro Francisco Bonó narra las costumbres y modo de vida del campo dominicano, añoranzas, luchas y pasiones de caudillos. Con El Montero se empieza a conocer en Santo Domingo y en todo el resto de la América hispánica la tradición de costumbres y mentalidades campesinas, debido a la insistencia de Bonó por la descripción de lo que es la vida del campo dominicano y su naturaleza, así como las relaciones entre el personaje, el alcance de valores, costumbre y decisiones políticas que se expresan en el universo rural dominicano. En algunos momentos se convierte un relato patriótico y el ideal dominicano se observa como ligado al suelo, a la tierra, a los luchadores del campo y a sus hazañas costumbristas y guerreras. Se ponen de manifiesto las limitaciones y necesidades de las personas que habitan la zona rural, que son las mismas de todos los tiempos, con la agravante que en los tiempos actuales las personas de la zona rural han emigrado del campo a la ciudad en busca de suplir estas carencias y necesidades. 6 Opinión Personal El autor ve todos los problemas que está pasando en su país y no se queda de manos cruzadas y es por esto que el auto escribe su primer libro tratando de explicar los diferentes problemas la cual está pasando esta clase social. Y para esto el autor de alguna manera se sumerge en esta vida, tenemos que recordar que pedro Francisco Bonó vivió toda su vida en el Cibao, conociendo esta forma de vida para así buscar las diferentes dificultades que a estos les aquejan. Todas las costumbres descritas en la obra encierran un trasfondo muy importante, ya que, con estas se van definiendo como es nuestra propia cultura y que cosas son las que nos aquejan. Bono como un gran intelectual de su tiempo supo darse y entregar su conocimiento a estos problemas. Mayormente todos sus escritos van por estas líneas. Finalmente, podemos decir que esta novela contiene una gran enseñanza de costumbres, manifestadas por el autor, mostrando al hombre del campo, pero principalmente al montero y describiéndonos los maravillosos paisajes de nuestra nación. Esta novela contiene un rico tesoro que como dominicanos debemos aprovecharlos, digo esto porque muchos autores dominicanos a veces escriben de cosas sin importancia, como por ejemplo los autores de Trujillo que escriben sobre una persona muerta que hizo mal a nuestra cultura y que ya a pasado de moda, por así decirlo, pero el Montero encierra muchas cosas de lo que somos hoy y porque lo somos, también de muchos valores que todavía no se han perdido en nuestro pueblo. 7
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