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Malinche, una representación de la identidad latinoamericana. La Malinche pasa a configurarse en esta nueva escena de la literatura Hispanoamericana como un texto historiográfico que busca resignificar la historia a partir de un proceso de interpretación complejo, en el entendido que el contexto mismo hispanoamericano se define como un territorio cultural y simbólico marcado por lo pluridimensional, es decir, “El mundo de América Latina es un conjunto pluridimensional de tipos y factores étnicos, culturales, de civilización y formaciones distintas, integrados en un organismo tan complejo y —lo que es más importante— tan plurivalente que su intelección e interpretación resultan imposibles desde cualquier sistema conceptual que no sea el propio. Una vez proyectado sobre el mundo latinoamericano, todo sistema extrínseco pierde su valor interpretativo, porque se trata de una civilización tan original que inválida todo paradigma ontológico antes habido”. (Yuri Guirin, En torno a la identidad cultural de América Latina, pág. 1 doc.). Como lo mencionado en la cita anterior, sabemos que Latinoamérica posee una gran diversidad en cuanto a civilizaciones prehispánicas, las cuales alguna vez tuvieron sus propias culturas, religiones y creencias, estas se extinguieron o pasaron a segundo plano con el proceso de conquista, tal como ocurrió en la ciudad de México. El texto Malinche; que es una novela historiográfica, es decir, es un trabajo basado en la ficción historiográfica y en la reconstrucción histórica de México a partir de documentos históricos y del mistisimo provenientes de ese país, se narra desde el estatuto de una voz femenina, desde Malinalli, la cual ha sido acusada durante siglos de haber traicionado a su pueblo, de haberlo vendido al invasor, no obstante, al mismo tiempo esta novela pasa a ser polifónica, es decir, es la manifestación de voces independientes que poseen diferentes puntos de vistas en el plano ideológico, en este caso la voz del conquistado (aborígenes): “Corrió a su encuentro y le pidió que por favor la siguiera, que tenía algo importante que decirle… —Lo que quiero no puedo tocarlo. Está lejos de mí. Lo que quiero es sentir la piel de nuestro hijo… Tú me prometiste libertad y no me la has dado. Para ti, yo no tengo alma ni corazón, soy un objeto parlante que usas sin sentimiento alguno para tus conquistas. Soy la bestia de carga de tus deseos, de tus caprichos, de tus locuras…” “Pensamiento ideológico de Malinalli”. (Malinche, Laura E.Cap.7, pag. 66 pdf) Y por otro lado la voz del conquistador (europeos). “Miró a Malinalli como una loca y estúpida mujer que efectivamente sólo le servía como un objeto, como un instrumento de conquista. Se rió y le dijo: —Vuelve a la razón, Marina. No permitas que tus sentimientos envenenen el sentido de nuestras vidas y acepta que tu misión es simplemente ser mi lengua. No vuelvas a interrumpir mis pensamientos con tus necedades. No se te ocurra repetir la estupidez de tus lamentos. No distraigas mi tiempo. Dedícate a obedecer y agradece lo que he hecho por ti, ¡porque es más grande que tu vida! -.” “Pensamiento ideológico de Cortez”. (Malinche, Laura E., Cap.7, pág. 66 pdf) Para poder analizar el texto Malinche de Laura Esquivel, primero debemos conocer la historia de México prehispánico, su cultura y sus creencias, para desde allí, reconstruir y relacionar la vida de Malinalli con lo que es la identidad latinoamericana, principalmente en México. En esta época, se obtuvo el Máximo desarrollo de las civilizaciones prehispánicas, consolidación de las características de las culturas mesoamericanas en el arte, la cerámica, la escritura y el calendario. Las deidades se multiplicaron, una de las más importantes y que es representativa en el texto Maliche, es Quetzalcóatl, que significa "Serpiente emplumada", esta leyenda habla de la forma de reencontrarse consigo mismo y sobre todo de como este hombre-Dios no pedía ofrendas de sacrificios a quienes lo idolatraban para que la armonía los acompañase. Aquella leyenda fue significativa para casi toda Mesoamérica, pero principalmente para los aztecas (cultura tolteca), como también lo fue para Malinalli, esta mujer que actúa desde la idea de la eternidad que esta deidad le entregaba, es decir, la eternidad se encontraba en la vida, no en la muerte, o más bien, solo estando viva la persona, esta se podría unir, podría entrar en comunión con el mundo, esto solo en un instante, así, su cosmos sería perfecto, su vida sería ordenada y armoniosa, además esta idea de eternidad representaba esperanza para ella, para el regreso de Quetzalcóatl, un Dios puro, limpio y justo que con él traería cambios tanto sociales como políticos y espirituales, pero lo que más anhelaba ella era que con aquel regreso de este, la mujer volvería a ser valorada como tal, volvería a ser respetada, a ocupar la posición de mando, no tal vez de una forma feminista sino que, reivindicando sus derechos, como el respeto por ser partera ya que este era un trabajo complicado en ellas caía la responsabilidad de que si el feto venía mal acomodado, este moriría o viviría. “El parto era complicado. A pesar de su larga experiencia nunca había asistido a un alumbramiento como ése… Su nuera tenía un buen rato desnuda y en cuclillas pujando afanosamente y no lograba dar a luz. La suegra, previendo que el producto no pudiera pasar por la pelvis, comenzó a preparar el cuchillo de obsidiana con el que partía en pedazos el cuerpo de los fetos que no alcanzaban a nacer… Lo hacía dentro del vientre de sus madres, para que éstas los pudieran expulsar con facilidad y de esta manera al menos ellas salvaran sus vidas… De repente, una pequeña cabeza asomó entre las piernas de su madre, con el cordón umbilical entre los labios, como si una serpiente amordazara la boca del infante… La abuela aprovechó la ocasión para meter su dedo y desenredar el cordón.” (Malinche, Laura E. cap.1, pag. 5 pdf) El ideal de esta mujer está instaurado en ella desde su infancia a través de sucesos que le acontecieron, según historiadores de la Conquista, ella fue motivada por el sentimiento de venganza en contra de su noble familia azteca (que había negado sus derechos después de la muerte de su padre, por ocasión de la nueva boda de su madre). De ese matrimonio fue generado un hijo, medio hermano de Malinalli, a quien sería destinado el trono, razón por la cual la presencia de ella fue vista como una amenaza. De esa forma, fue vendida como esclava a los mayas, que posteriormente la ofrecieron como regalo a los conquistadores españoles. Es así como aprendió varios idiomas y pasó a ser la lengua (traductora), en ella caía la responsabilidad de traducir la palabra que podía ser en su caso la mejor arma, una que fue mortal para ella y sobre todo para su pueblo, con su palabra esta mujer salvó su vida, pero destruyó muchas más, con su palabra destruyó Cholula, que fue el centro religioso más importante del Nuevo Mundo. Ahora bien, conocida la historia de México prehispánico, continuaremos con el proceso de conquista, de cómo esta aborigen, Malinalli, en un proceso de cambio espiritual e ideológico, entrega a su pueblo, sin medir las consecuencias, sin entender porque los enviados de Quetzalcóatl, trajeron consigo tantas muertes. Entre los siglos XV y XVI comienza el proceso de conquista de América Latina por parte de España y Portugal. Suceden toda una serie de oleadas migratorias hacia el subcontinente en busca de nuevos territorios que satisficieran la demanda cada vez creciente de productos y tierras a los dos estados europeos. La conquista del territorio latinoamericano se desarrolló de manera violenta, mediante la fuerza militar y el exterminio, sometimiento y desplazamiento de las poblaciones originarias en la medida que avanzaban los conquistadores. Los pueblos americanosfueron arrollados por el empuje de las tropas hispanas y perdidos sus territorios originarios para ser desplazados hacia las regiones poco accesibles. Sus poblaciones fueron diezmadas por las enfermedades, el hambre y los abusos cometidos por los europeos, los símbolos básicos de su cultura fueron sustituidos y las formas tradicionales de la producción sufrieron del proceso transculturador impuesto por los elementos de la conquista, es decir, este proceso fue gradual en el cual los pueblos aborígenes recibieron elementos culturales de parte de la cultura europea. Además, cabe señalar que los hombres que llegaron a América Latina en calidad de conquistadores y en representación de los estados hispanos y portugués provenían de extracción hidalga en su mayoría, no poseían riquezas en sus lugares de origen y se aventuraron a la conquista en pos de los medios para escalar en la pirámide socioclasista, lo cual se ha utilizado por muchos para justificar la violencia con la que usurparon las tierras de las civilizaciones mesoamericanas. La novela Malinche además de reconstruir la historia de México lo hace también con las civilizaciones Mesoamericanas, porque el proceso de conquista en territorios del continente americano fue igualitario para todos, fue un proceso en el que tuvieron que morir muchos aborígenes, muchas culturas para poder dar paso a lo que somos hoy, una cultura de mestizos. Si nos situamos en el lugar, en la vida de Malinalli, esta fue una mujer que buscaba saber quién era, buscaba su identidad y sobre todo buscaba la felicidad y la libertad, estos dos últimos anhelos los encontró solo después de la conquista española, solo después de la destrucción de su pueblo, aquella destrucción fue prevista por su abuela. “La recién nacida, hija del tlatoani de Painala, fue recibida por los brazos de su abuela paterna. La abuela presintió que esa niña estaba destinada a perderlo todo para encontrarlo todo.” (Malinche, Laura Esquivel. Cap.1, pág.5 y 6 pdf.) Si contextualizamos el análisis de este texto, de acuerdo a esta cita podemos decir, que el destino de Malinalli ya había sido escrito mucho antes de que esta naciera, así como también la llegada de Hernán Cortez y la posterior destrucción de las civilizaciones aborígenes de México. El destino de Malinalli, estuvo marcado desde la primera instancia, esto como impulso a la traición y de forma exterior a ella por la muerte de su padre, ya que si él no hubiese muerto, la vida de esta mujer hubiese sido diferente, hubiese servido a Moctezuma, emperador del imperio azteca, y no criada por su abuela que le entrego amor, pero aun mas importante, le enseñó a su corta edad a cómo enfrentar los desafíos de la vida , pero quien la abandonaría al igual que su padre pocos años después. Este nuevo abandono, pero esta vez por parte de su abuela, causó en Malinalli el primero de los cuatro cambios espirituales y culturales que ésta mujer sufriría, este cambio consistió en despojarse de sus raíces, de su amada Milpa, que por cierto era muy importante para ella ya que además de proveerle alimento, en ella nacía el maíz, el cual para ella, para su pueblos y para su Dios Quetzalcóatl, era el tesoro más preciado, tenía el mismo valor que el oro para los españoles, además de despojarse de aquello ella debía olvidar que era libre y centrarse solo en servir a sus nuevos dueños, para esto necesitaba aprender el idioma de ellos. “Nuevamente iba a llegar a un lugar desconocido. Nuevamente iba a ser la recién llegada. La de afuera, la que no pertenecía al grupo. Sabía por experiencia que de inmediato tenía que ganarse la simpatía de sus nuevos amos para evitar el rechazo y, en el peor de los casos, el castigo. Luego venía la etapa en que tenía que agudizar sus sentidos para ver y escuchar lo más acuciosamente que pudiera para conseguir asimilar en el menor tiempo posible las nuevas costumbres y las palabras que el grupo al que iba a integrarse utilizaba con más frecuencia para, finalmente y en base a sus méritos, ser valorada.”(Malinche, Laura E. Cap.2, pag.10 pdf.) El segundo cambio y proceso de transición, tras la llegada de los españoles, fue el bautizo de Malinalli en la religión que estos habían traído consigo, su nuevo nombre fue “marina”, este fue el primer logro para Cortez en su conquista porque no solo fue bautizada Malinalli, sino que también 19 mujeres más , las cuales fueron regaladas como ofrenda a los españoles, pero aquí cabe señalar que Cortez fue enviado por Diego de Velázquez en modo de exploración no de conquista, su ambición y caprichos son quienes hacen la diferencia en el entendimiento de aquellos términos. “Era plena primavera cuando bautizaron a Malinalli. Ella vestía toda de blanco. No había otros colores en su vestido, pero sí volúmenes en su bordado. Malinalli sabía la importancia del bordado, del hilado y del arte plumario y había elegido para la ocasión un huipil ceremonial, lleno de significados, que ella misma había elaborado…Para ella, la ceremonia del bautizo era muy importante y le emocionaba profundamente saber que para los españoles también. Asimismo, sus antepasados acostumbraban su realización, pero a su manera”.(Malinche, Laura E. cap.3, pág. 19 y 20 pdf) El tercer cambio en esta mujer, y el hecho que la lleva enceguecida a traicionar a su pueblo es cuando conoce a Hernán Cortez y posteriormente se entrega carnalmente a él, desde aquel momento entre ellos existió una conexión denominada chispa materna la cual consistía en una relación de protección por parte de Cortez hacia ella y de incondicionalidad de ella hacia Cortez. Pero esta mujer no tan solo se guió por el aire de grandeza que este hombre poseía, si no también lo hizo a partir de lo que en los presagios estaba escrito, pues en ellos decía que el regreso de Quetzalcóatl estaba cercano “…Que el dios verdadero que ellos traían era bueno y amoroso y nunca les exigiría algo por el estilo. A los ojos de Malinalli ese dios misericordioso no podía ser otro que el señor Quetzalcóatl que con ropajes nuevos regresaba a estas tierras para reinstaurar su reino de armonía con el cosmos. Le urgía darle la bienvenida, hablar con él.”(Malinche, Laura E. cap.3,pág. 22 pdf), de esta manera fue como Malinalli aceptó a Cortez y la tripulación que con él viajaba como enviados de Quetzalcóatl, Moctezuma por su parte cargaba con muchos pesares, pues su forma de gobernar no había sido la correcta, pues bien sabía que aquel Dios no exigía sacrificios humanos como él si lo hacía, siendo por esta razón que puso a disposición de Cortez a todo el imperio azteca. Siendo esto lo que provocaría la muerte de cientos de Aborígenes, la destrucción de las culturas originarias y la eliminación casi por completo de la religión y creencias de México prehispánico. Y por último el cambio más radical en ella fue, en el momento en que comienza a reflexionar sobre todo lo que había destruido con su voz, con sus palabras, para poder obtener la libertad que tanto anhelaba, pues su abuela alguna vez le había mencionado que en la vida existían dos posibilidades de cómo accionar, las cuales se unificaban para formar una tercera, tras su reflexión descubrió que la lengua era esa otra posibilidad, esta era todo lo que unía y desunía a todas las cosas. “-La vida siempre nos ofrece dos posibilidades: el día y la noche, el águila o la serpiente, la construcción o la destrucción, el castigo o el perdón, pero siempre hay una tercera posibilidad oculta que unifica a las dos: descúbrela-.”(Malinche, Laura E. Cap.3, pág. 26 pdf) No obstante, toda aquella destrucción que su lengua provocó, le ayudó también a conocer su identidad y sobre todo a conocer lo que realmente le interesaba a Cortez, el oro, pero esto lo descubrió después de que este hombre ambicioso la casase con Jaramillo, quien era su hombre de confianza dentro de su vasto ejercito, si bien a Malinallino le pareció bien esta idea, fue con Jaramillo con quien encontró la felicidad, pues era un hombre que la respetaba, a pesar de haber tenido un hijo con Hernán Cortez. Aquel hijo llamado Martín, el cual fue rechazado por su padre ya que este niño era producto de la unión de un europeo y una aborigen, lo cual en la casta española era muy mal visto. Este niño en la actualidad es considerado uno de los primeros mestizos. El mestizaje es propio de nuestra identidad latinoamericana, ¿pero que es la identidad? “La pregunta por la identidad no emerge normalmente en situaciones de relativo aislamiento, prosperidad y estabilidad. Para que la identidad llegue a ser una pregunta importante, parece requerirse un período de crisis e inestabilidad, una amenaza al modo de vida tradicional, especialmente si esto sucede en presencia de otras formas culturales.” (Jorge Larraín, La identidad latinoamericana, teoría e historia. Pág. 33 doc.), tal como sucedió en el periodo de conquista en el que la cultura http://es.wikipedia.org/wiki/Mestizos aborigen de México, se vio amenazada por los colonos españoles, como por ejemplo España instauró el castellano y eliminó o dejó en segundo plano las lenguas originarias, pero de la misma manera ocurrió en toda Latinoamérica, , con este proceso del mestizaje, hubo una inestabilidad de la identidad, ya que ambas culturas españolas y aborígenes se mezclaron, si bien la identidad no solo consiste en saber quiénes fueron nuestros antepasados, sino que también consiste en lo que somos y lo que seremos en un futuro, al unir estos tres elementos podemos tener una idea de quienes somos, pero además falta un cuarto elemento, que en este caso es un otro, otro en el cual yo también me puedo conocer, es decir, -observando las cualidades del otro, puedo crear las mías-. Ahora bien la identidad latinoamericana, es una identidad grupo-social y colectiva, a partir de ella se crea la identidad individual, ya que le entrega un marco de referencia al sujeto, además de influencias propias del contexto y de la tradición. En este caso la representación simbólica de las tradiciones y del la identidad colectiva de México contemporáneo, es la figura de la Malinche. El legado de la Malinche es un mito mezclado con leyenda que toma en cuenta las opiniones opuestas de los mexicanos acerca de la legendaria mujer. Muchos la ven como la figura fundadora de la nación mexicana. Sin embargo, muchos otros prefieren las leyendas antes que la historia, viendo a esta mujer como una traidora. En el siglo XX, empezaron las intervenciones feministas hacia la figura de la Malinche. La obra de Rosario Castellanos fue particularmente significativa y, en su posterior poema, La Malinche, la describió no como traidora, sino como víctima. En general, las feministas mexicanas defendieron a La Malinche viéndola como una mujer atrapada entre dos culturas, forzada a tomar decisiones complejas, y que, en última instancia sirvió como madre de una nueva raza. Pero la respuesta de esto, si fue Malinalli traidora o no, queda solo en la memoria de cada lector.
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