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Estructuralismo vs Funcionalismo Las Primeras Corrientes Psicológicas Con la creación del laboratorio de psicología de Wilhelm Wundt, surgieron las primeras corrientes psicológicas: el estructuralismo y el funcionalismo. Estas dos escuelas de pensamiento representaron diferentes enfoques para el estudio de la mente y el comportamiento humano. El estructuralismo, liderado por Edward Titchener, se centró en el análisis de la estructura de la mente. Los estructuralistas buscaban descomponer la experiencia mental en sus elementos más simples, utilizando la introspección como método principal. Creían que al comprender la estructura de la mente, podrían comprender la mente en su totalidad. Sin embargo, la introspección demostró ser un método poco confiable y subjetivo, lo que llevó al declive del estructuralismo en favor de enfoques más objetivos. A pesar de sus limitaciones, el estructuralismo contribuyó al desarrollo temprano de la psicología al enfocarse en el análisis de la experiencia consciente y en la búsqueda de patrones y regularidades en la percepción y el pensamiento. El funcionalismo, en contraste, fue promovido por figuras como William James. Esta perspectiva se centraba en la función de la mente y el comportamiento en la adaptación al entorno. Los funcionalistas se interesaban en cómo la mente ayudaba a las personas a adaptarse a su entorno y cómo los procesos mentales permitían a los individuos sobrevivir y prosperar. Esta perspectiva condujo al estudio de la psicología aplicada y al desarrollo de áreas como la psicología clínica y educativa. El funcionalismo contribuyó a la expansión de la psicología al reconocer que el estudio de la mente y el comportamiento humano no se limitaba a la introspección, sino que también involucraba la comprensión de cómo las personas se adaptan y funcionan en su entorno. Además, influyó en la evolución de la psicología hacia un enfoque más aplicado, que abordaba problemas prácticos y cuestiones cotidianas.
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