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409 a un daño hepático crónico (en promedio a los 30-40 años) con grados variables de cirrosis e hipertensión portal, debido a una ductopenia intrahepática progresiva que puede requerir de TH. El 2-3% de los pacientes con déficit de α-1-AT presen- taran un hepatocarcinoma durante su evolución, incluso sin cirrosis subyacente. En globo, sólo 2% de los pacientes con cirrosis hepática, son debidos en parte a déficit de α-1-AT. Alrededor de 5-10% de los pacientes presentarán compromiso pulmonar, que se expresa como enfisema pulmonar en el adulto (> 40 años). Sólo 3% de los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica son explicadas por déficit de α-1-AT. Al examen físico lo único relevante puede ser la hepato-esplenomegalia y, en niños más grandes, signos de hipertensión portal y/o signos de paniculitis recurrente en piel del tronco y extremidades proximales. El consumo de alcohol, drogas hepatotóxicas o coexistencia con otras hepatopatías (esteatohepatitis no alcohólica, hepatitis viral, sobrecarga de fierro, etc.) aumentan la incidencia de cirrosis. Diagnóstico El diagnóstico se inicia con un nivel plasmático bajo de α-1-AT y luego con una determinación de fenotipo/genotipo. Deben descartarse otras causas de daño hepático (viral, drogas, etc.). El diagnóstico se plantea frente a la sospecha clínica y con ayuda de exámenes complementarios de laboratorio que incluyen (Tabla 1): a) Nivel sérico de α-1-AT < 25% del límite normal. Tener en cuenta que estados inflamatorios sistémicos pueden elevar la α-1-AT aún en estos pacientes; b) Electroforesis de proteínas: demuestra una disminución del nivel de α-1-globulina; c) Inmunofijación y análisis de fenotipo (PiZZ) que es el elemento diagnóstico más relevante y d) Biopsia hepática: Útil en homocigotos, observándose gránulos PAS positivos, diastasa resistentes, presentes en el retículo endoplásmico del citoplasma de los hepatocitos con distribución pre- ferente periportal. Esto corresponde al material proteico no secretado. La tinción con inmunoperoxidasa también puede confirmar estos gránulos proteicos. ENFERMEDADES METABÓLICAS HEREDITARIAS DEL HÍGADO Tabla 1. Métodos diagnósticos para deficiencia de alfa-1-antitripsina Método Resultado • Electroforesis de proteínas Disminución de la fracción alfa 1 globulina (la α-1- AT, constituye el 90% de esta fracción) • Niveles séricos de α-1-AT (Mediante inmunodi- fusión radial, ELISA o Nefelometría) • Personas sanas PiMM: 80-180 mg/dL • En fenotipo PiZZ: < 60 mg /dL • Fenotipo sérico de la α-1-AT: Pi (Mediante electrofóresis en gel acrilamida) Fenotipo PiZZ, PiSZ • Genotipo de α-1-AT (Mediante PCR-DNA) Para alelos M, Z, S • Biopsia hepática Gránulos eosinofílícos PAS (+) en citoplasma de hepatocitos
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