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112 ParTe 1 | valoración de la nutrición mediante transporte activo ya que la concentración sanguínea de cinc es bastante mayor que la concentración citosólica del ión. El proceso de absorción de cinc se ve en la figura 3-35. La absorción del cinc depende no solo de la cantidad de cinc de la dieta, sino también de la presencia de sustancias que inter- fieren, especialmente los fitatos. Después del consumo de cinc en una comida, la concentración sérica de cinc aumenta y después disminuye en un patrón de dosis-respuesta. Una dieta rica en proteínas favorece la absorción de cinc mediante la formación de quelatos cinc-aminoácido que presentan el cinc en una forma más absorbible. La absorción de cinc es ligeramente mayor durante la gestación y la lactancia. El cinc absorbido es captado de la circulación portal inicialmente por el hígado, pero la mayor parte de cinc se redistribuye posteriormente a otros tejidos. La alteración de la absorción se asocia a diversas enfermedades como enfermedad de Crohn e insuficiencia pancreática. Varios factores dietéticos afectan a la absorción de cinc. Los fitatos reducen la absorción del cinc, pero otros agentes que forman complejos (p. ej., los taninos) no lo hacen. El cobre y el cadmio compiten con la misma proteína transportadora; de esta forma reducen la absorción del cinc. Las ingestas elevadas de calcio o hierro reducen la absorción de cinc y el equilibrio de este ión. El ácido fólico también puede reducir la absorción del cinc cuando la ingesta de cinc es baja. Por otro lado, dosis elevadas de cinc pueden reducir la absorción de hierro a partir del sulfato ferroso, la forma que habitualmente se encuentra en los suplementos de vitaminas y minerales. La fibra dietética también puede interferir con la absorción del cinc, pero no está clara su importancia. La absorción del cinc puede estar favorecida por la glucosa o la lactosa y por las proteínas de la soja, consumidas solas o mezcladas con carne de buey. El vino tinto de mesa también aumenta la absorción del cinc, probablemente debido a los productos secundarios que se forman durante la fermentación del alcohol. Al igual que el hierro, el cinc se absorbe mejor a partir de la leche humana que de la leche de vaca. Transporte en la sangre. La albúmina es el principal transportador plasmático de cinc, por lo que la cantidad de cinc transportado en la sangre depende no solo del cinc, sino también de la disponibilidad de albúmina. Parte del cinc es trans- portado por la transferrina y por la a2-macroglobulina. La mayor parte del cinc de la sangre está localizado en los eritrocitos y los leucocitos. El cinc del plasma es metabólicamente activo y fluctúa en respuesta a la ingesta dietética y a factores fisiológicos, como la lesión y la inflamación. La concentración disminuye un 50% en la fase aguda de una respuesta a una lesión, probablemente debido al secuestro del cinc por el hígado. Excreción intestinal. La excreción de cinc en personas normales se realiza por las heces. Cuando se administra por vía intravenosa, aproximadamente el 10% de la dosis aparece en el intestino en 30 min. Sin embargo, se ha descrito un aumento de la excreción urinaria en personas que sufren inanición y en pacientes con nefrosis, diabetes, alcoholismo, cirrosis hepática y porfiria. Las concentraciones plasmáticas y urinarias de aminoá- cidos que se unen al cinc cisteína e histidina, y otros metabolitos urinarios pueden participar en el aumento de las pérdidas de cinc en estos pacientes. Funciones El cinc desempeña funciones estructurales, catalíticas y regulado- ras en la célula, fundamentalmente como ión intracelular (Tuerk y Fazel, 2009). El cinc lleva a cabo acciones estructurales destaca- das como componente de diversas proteínas. Asimismo, se asocia a más de 300 enzimas diferentes y participa en reacciones de síntesis o degradación de hidratos de carbono, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos. Además, actúa como señal intracelular en las células cerebrales, en las que se almacena en vesículas sinápticas específicas, y resulta clave para el funcionamiento normal del sistema nervioso central (Bitanihirwe y Cunningham, 2009). Por otra parte, interviene en la estabilización de la estructura de proteínas y ácidos nucleicos y el mantenimiento de la integridad de los orgánulos subcelulares, así como en procesos de trans- porte, la función inmunitaria y la expresión de la información genética. La metalotioneína es la proteína no enzimática que contiene cinc más abundante. Esta molécula de bajo peso molecular es rica en cisteína y tiene un contenido anormalmente elevado en FIGura 3-35 Modelo de la absorción del cinc que muestra la relación entre la metalotioneína y las proteínas intestinales ricas en cisteína. ADN, ácido desoxirribonucleico; ARNm, ácido ribonucleico mensajero; ATP, trifosfato de adenosina. Parte 1 - Valoración de la nutrición Capítulo 3 - Ingesta: los nutrientes y su metabolismo Microminerales (oligoelementos) Cinc Absorción, transporte, almacenamiento y excreción Transporte en la sangre Excreción intestinal Funciones
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