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ORTODONCIA JAQUE MATE A LA PSICOLOGÍA Primera edición: 2020 ISBN: 9788417887162 ISBN e-book: 9788418073960 © del texto: Nelson Barroso B. © de las fotografías del interior: Shutterstock © de los gráficos del interior: Elaboración propia © de esta edición: CALIGRAMA, 2020 www.caligramaeditorial.com info@caligramaeditorial.com Impreso en España – Printed in Spain Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a info@caligramaeditorial.com si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Dedicado a todas las víctimas arrasadas por esta enfermedad, a las que la sufren diariamente, a sus familias y amigos. Introducción 11 La sonrisa 15 Los efectos secundarios 23 Felicidad en nuestro tiempo 33 Un problema perpétuo 39 La perfección 43 Otra víctima más 45 Creando sonrisas 53 Sintomas psicológicos 61 Trastornos psicológicos 69 Sintomatología de trastornos 79 Teoria del estado de equilibrio mental 89 Un hombre llamado Peter Pan 97 Los lobos huelen la carne fresca 101 El caso de las manzanas verdes 109 Homenaje a una víctima, Amy Winehouse 117 Se ve algo de luz 121 A los expacientes 123 Bibliografía 127 Introducción En este siglo XXI de felicidad, gozo y pasiones sería una mala jugada no poder disfrutar de esa felicidad, gozo y pasiones, sería algo así como quedarse fuera de la fiesta. Así como las personas son aceptadas socialmente por grado de felicidad, también pueden ser excluidas por infelicidad. Es importante de qué lado estar porque la vida es muy larga y la gratitud o el desgaste que se sufra condicionará nuestro modo de vida. A todos nos gustaría disfrutar a tope de la ‹‹fiesta de la vida», divirtiéndonos, disfrutando y viviendo al fin y al cabo, por el contrario podemos quedarnos por fuera mirando, pasando frío y de todo, preguntándonos que ocurre, por qué nosotros no. ¿Qué es lo que determina que una persona pueda entrar a la fiesta de la vida, salir, volver a entrar y disfrutar de todas sus emociones? ¿Cuál es ese factor? ¿Qué es? Haciendo una analogía con la vida de a pie, para entrar en un local nocturno debemos identificarnos, a menudo visualmente, y en caso de duda mediante el DNI. Por supuesto que si se nos es requerido este documento y no lo llevamos nuestra entrada en el local se puede ver comprometida. Pues en la fiesta de la vida es igual, para entrar se requiere el «DNI o pasaporte» si usted lo lleva, lo dejarán entrar y si no quedará por fuera asistiendo al goce de los demás. Pero… ¿cuál es ese documento que la vida te exige para entrar en su fiesta? Pensemos cual puede ser, será una gran fortuna con mucho dinero es seguro que la vida nos reconocerá como triunfadores y nos dejará pasar. No va a ser, supongamos que estuviéramos enfermos, aunque tuviéramos todo el dinero del mundo esto no nos garantiza disfrutar de la fiesta de la vida. Podríamos estar aquí teorizando horas y horas a cerca de ello y lo demostraré a lo largo de éste libro ya que es algo tan simple y tan complejo a la vez. Lo que la vida exige para entrar a su fiesta es la sonrisa. Qué cosa tan ridícula, para nosotros los mortales, sin embargo la vida sabe con nuestra sonrisa si somos felices, si mentimos, si le hemos mentido y si somos aptos o no. Así tu sonrisa es tu pasaporte, podemos viajar por el mundo y la vida siempre podrá comprobar quiénes somos en cualquier lugar del mundo. Esto los ortodoncistas lo saben bien y saben también que esto se vende sólo, por ello las clínicas de estos tratamientos se extienden como una mala yerba. Bien, llegados a este punto usted amigo lector se preguntará si «mi sonrisa es mi pasaporte» yo tengo una sonrisa, entonces puedo entrar a la fiesta de la vida. Exactamente y disfrutar de todas sus comodidades: conocer gente, empatizar, divertirse con los amigos…disfrutar. Sus padres le pasaron a usted su pasaporte, así como a ellos les fue pasado de los suyos y así sucesivamente. Lo que es imprescindible es que sea el original, el que la vida les expidió, nada de imitaciones, falsificaciones o modificaciones realizadas a posteriori, a la vida no se le puede engañar ocurre lo mismo que si falsificamos o modificamos nuestro DNI o pasaporte expedido por el gobierno, que ya no es válido. Pero entonces, ¿cuál es la enfermedad del siglo XXI y sus consecuencias? Esta enfermedad no es natural. Debemos afrontarla como una enfermedad creada por el hombre, como una enfermedad artificial, no es biológica no ha existido nunca, es la más fácil y la más compleja de eliminar a la misma vez. La producen en masa los «creadores de sonrisas», estas personas, los ortodoncistas con su invento más innovador: La Ortodoncia. Querido lector usted puede pensar, ¿cómo va a ser esto cierto? ¿Si fuera verdad el gobierno lo hubiera prohibido? Lo cierto es que es la enfermedad del siglo XXI y todavía no ha sido descubierta. De la atrocidad y devastación que genera no hay nada escrito, puede considerarse usted un privilegiado al disponer de este libro para no caer en este asunto y si ha caído ya, al menos ser consciente de ello y tratar de atenuarlo. Por ello quiero que estas letras sirvan como guía para aquellos que decidan investigar sobre esta enfermedad más en profundidad y con más medios, ya que los míos son muy limitados y jamás abarcarán la gran empresa que a esta cuestión le corresponde. A ellos les garantizo que no quedarán decepcionados sobre un tema de total actualidad y repercusión social a todos los niveles. ¿Cómo puede ser esto cierto? Es absurdo pensar que una práctica que te alinea los dientes y te corrige las «imperfecciones» bucales sea nociva para la salud. Por muy absurdo que parezca lo es, voy a dar varias razones: Primero: el cuerpo humano es perfecto aún con sus imperfecciones. Cada órgano de él ha ido evolucionando durante miles de años para la adaptación a la Naturaleza. Segundo: Cada parte de nuestro cuerpo y su forma obedece a una función en la mejor manera posible. Tercero: No hay nadie más sabio que la vida. Si hubiera sido necesario un sexto dedo en vez de cinco, lo hubiéramos tenido y si cinco hubieran sido demasiados contaríamos sólo cuatro. Cuarto: La modificación y alineamiento de los dientes además de su efecto visual, tiene también un efecto psicológico en el individuo. Quiere decir esto, que cuando movemos piezas bucales variamos a la misma vez las partes psicológicas asociadas a esas piezas. Esto no es algo tan descabellado como parece, la acupuntura con los puntos de presión sobre el cuerpo es de sobra conocida, presionando sobre puntos específicos del cuerpo podemos aliviar dolencias de los órganos asociados a dichos puntos. Si quiere saber más o sigue sin creerse demasiado todo esto, le invito a que continúe leyendo y así pueda sacar usted sus propias conclusiones más adelante. Quizá en su familia, sus hijos hayan iniciado un tratamiento de ortodoncia y no comprende «lo que les pasa». Por el contrario si ya has iniciado un tratamiento de ortodoncia te invito a que lo paralices lo antes posible e intenta no finalizarlo con la esperanza de reducir al mínimo sus fatales consecuencias. Si ya lo has finalizado, siento comunicarte que no puedes hacer nada para deshacerlo ni «volver atrás». Daré unos consejos más adelante para sobrellevarlo lo mejor posible, pero ten esto en cuenta los problemas han comenzado. La sonrisa ¿Qué piensa una persona cuando decide comenzar un tratamiento de ortodoncia? Supongo que lo que busca es corregir esas imperfecciones dentales para que su sonrisa sea más grata, más amable y en general ganar en aceptación social. Tener más y mejores amigos y amigas, y ¿por qué no? Una novia más guapa o según los casos simplemente una novia. Está claroque una sonrisa bonita, agradable, limpia, es una buena carta de presentación para cualquier persona. Imaginemos una persona que se nos acerca a nosotros, empezamos a hablar con ella sea chico/a y de repente sonríe y tiene los dientes medio podridos a causa de la droga o quizá intenta no sonreír porque oculta algo que no quiere que veas en su boca, ese gesto de ocultación te hace desconfiar porque intenta esconder algo que tú quieres ver, su sonrisa. ¿Por qué deseamos ver la sonrisa de la otra persona? ¿Qué nos incita a ello? Debe de haber algo antropológico entre los seres humanos que determine que para que haya una buena relación entre dos personas deben presentarse sus sonrisas. Algo así como para los perros olerse el trasero. Así cuando las personas sonríen comparten información entre ellos, información que necesitan para determinar si quieren seguir adelante con la relación (no tiene por qué ser amorosa). Esta información es muy amplia acerca de la persona, en la sonrisa podemos encontrar información sobre gustos (manchas de café o tabaco), hábitos (limpieza de dientes), familia (parentesco, padres), lugar de procedencia (características de un grupo en una zona), experiencias vividas (diente roto), estado emocional (sonrisa triste o alegre), estado psicológico (sonrisa incoherente), personalidad (atrevido o tranquilo), etc. Se ve que no es poca la información que una sonrisa puede aportar. Supongamos que pertenecemos al equipo de recursos humanos de una empresa y estamos buscando una persona para un puesto de trabajo cara al público. Realizaremos una selección de personal para encontrar a la persona adecuada: El primer candidato con el que estamos intentando mantener una conversación observamos que no sonríe cuando debería, quizá por timidez no se sabe, nosotros trataremos de animarle a que lo haga: —Venga sonríe un poco no pasa nada, esto no es un tribunal de justicia si tienes los dientes manchados da igual es natural, a mucha gente le pasa. —No de verdad, prefiero no hacerlo me da mucha vergüenza. Aquí tenemos ya información sobre la personalidad de nuestro individuo: es reservado, tímido, vergonzoso y posible cobarde. ¿En qué grado? Pues cuanto más rehúse de hacerlo, más lo será. Observamos que no ha sonreído al final y ya podemos crearnos un perfil de esa persona. Perfil que no servirá para el puesto de trabajo en el que se solicitamos una persona cara al público y que este individuo no reúne los requisitos para desenvolverse bien en el puesto de trabajo. Aunque esta persona necesitara el trabajo, por sus condiciones personales no es apto para ese puesto en cuestión. Lo más adecuado sería recomendarle que busque un trabajo acorde a sus capacidades tales en este caso, como ayudante en segundo plano o en algún lugar donde no tenga trato directo con el cliente. Por supuesto que ésta persona podría ser tan válida como cualquier otra, pero no le es natural, si quiere llegar a ese puesto tiene que trabajar técnicas de venta, de psicología, etc., y aun así al cabo de los años puede que se sienta vacía, que no esté a gusto con el trabajo que desempeña y quisiera escapar del capitalismo que consume su vida y no le permite desarrollar todo su potencial porque él/ella es una persona muy válida y merece ser libre. No hacía falta pelearse con el mundo, lo único que tenía que hacer era cambiar de trabajo. Hay también otro caso para el mismo tipo de trabajo, pero esta vez es una chica vestida a la moda con tatuajes, piercings y bastante desenvuelta: —Que tal, ¿crees que estás capacitada para el puesto de trabajo? —Desde luego que si tal, yo he trabajado cara al público durante diez años y podría venderle una nevera a un esquimal. — Después de decir esto se ríe/sonríe de forma incoherente masticando chicle. Sin atender a qué apariencia tenga su sonrisa, en este caso podemos diagnosticar sin miedo a equivocarnos que esta chica tiene algún problema psicológico. Con esa risa/sonrisa final incoherente intenta caer simpática y ser agradable pero lo que deja entrever es que no sabe actuar normalmente, es nerviosa, posible adicción a las drogas, inestabilidad emocional...Parece que como candidata al puesto de trabajo no va a ser posible. Quiero aclarar que nuestro puesto de trabajo puede ser un comercial tipo estándar de productos de consumo tales como móviles, perfumes, electrodomésticos, etc. Quizá esta chica pueda ser una buena comercial de otro tipo de productos underground tales como piercings, tatuajes, productos de rock y todo lo relacionado. Veamos otro caso, el tercer candidato: Chica también, vestida normal, simpática en principio, agradable y con buena disposición. —Que tal buenos días, ¿te sientes capacitada para este trabajo? —Creo que sí, lo que tengo que hacer es mostrar el producto, hablar de sus características y ser agradable. Sonríe también al final. Ahora nuestro entrevistador se fija en su sonrisa en busca de más información acerca de ella, sus dientes están blancos, tiene unas pequeñas imperfecciones en ellos, lo que denota que no ha llevado corrector y su sonrisa es agradable. Parece que hemos encontrado una candidata para nuestro puesto de comercial. Por su apariencia podemos advertir que lleva ropa limpia, se cuida, es agradable, educada e inteligente. Por su sonrisa parece que todo le va bien, parece no tener problemas psicológicos, parece no tener problemas con las drogas, se siente feliz y tiene buena disposición para el trabajo. Como se puede apreciar proyectamos información sobre nosotros a cada paso que damos, eso no quiere decir que sea buena ni mala, sólo proyectamos información. Cuando nos gusta y queremos conocer más acerca de una persona entonces interactuamos con ella y la sonrisa es esa segunda fuente de información, también puede ser la primera según los casos. Anteriormente en el primer candidato esa segunda información no la quiso mostrar, descartándolo en el acto. El segundo candidato; la chica tatuada, al ser poco educada, con un lenguaje ordinario y expresiones de mal gusto, la información de su sonrisa sólo vendría a confirmar sus malos gustos y faltas. La tercera candidata habla normalmente y muestra esa información al entrevistador demostrando que no tiene miedo a mostrar su sonrisa y sobre todo que se siente orgullosa de hacerlo, dando impresión de que se siente feliz y todo ello empieza con su sonrisa y se extiende al resto de su cara aportando una sensación de calidez y buena salud. Una persona sin sonrisa en la cara es una persona triste, sin pasiones, adolecida o quizá enferma. Es todo lo malo, lo que nadie quisiera para sí. Debemos evitar este tipo de emociones porque se extenderán por nuestro cuerpo como una mala yerba llegando incluso a hacernos enfermar. Tampoco vamos a estar todo el día con una sonrisa en la cara como si viviéramos en el «país de la piruleta», pero esa chispa de vida siempre debe permanecer, esa ilusión. Este libro trata de eso, de que nadie apague nuestra chispa de vida. Aunque existen muchos tipos de sonrisas documentadas veremos las más características: 1.Sonrisa natural o Duchenne. Causada por una vida normal de una persona con una familia estable, sin problemas emocionales/psicológicos, gozando de buena salud y con buenas relaciones sociales. Se estima verdadera, auténtica, ideal, de buenos sentimientos e intenciones. Se puede identificar porque es una sonrisa amplia que ilumina la cara y la hace resplandecer, en seguida cualquiera se da cuenta de que disfruta de buena salud y de la vida, es una sonrisa constante difícil de borrar, envidiable. Aunque los dientes no estén alineados o haya deformaciones, evoca una sensación agradable, es más, refuerza la idea de persona auténtica que acepta sus imperfecciones con optimismo y crea un vínculo de confianza con sus interlocutores, transmite fuerza. 2.Sonrisa falsa o forzada. Este tipo de sonrisas la utilizan mucho las personas de las altas esferas (políticos, banqueros, abogados, médicos, etc.) que sólo esperan sacar un beneficio económico de usted. Tambiénla utiliza la gente corriente con puestos de trabajo cara al público (comerciantes, representantes, etc.). Se puede identificar porque es una sonrisa que decae, no se mantiene en el tiempo y lo hace de forma brusca. A parte no se corresponde con el diálogo que se lleve, a veces muestra los dientes inferiores, ojos abiertos, tensión labial exagerada. Denota inseguridad, complacencia, falsa amistad, empatía transitoria, intereses ocultos, desconfianza. Este tipo de sonrisas intenta emular a la sonrisa natural que por motivos personales o por falta de confianza no se puede materializar. Es frecuente en ordenamientos bucales bien alineados artificialmente como prótesis, implantes dentales u ortodoncias, transmite debilidad. 3.Sonrisa miserable. Es una sonrisa a media asta que indica aceptación o benevolencia. A menudo relacionada con malas noticias o situaciones que no queda más remedio que aceptar. La usan usualmente los trabajadores y personas que pertenecen a una jerarquía de mando, indica sumisión. Es una sonrisa de resignación, de dolor, de disfrutar poco, usada más a menudo por personas adultas. Puede ser sincera o falsa, según el interlocutor caiga mejor o peor, transmite sumisión. 4.Sonrisa neutra. (Observada por mi) Se puede relacionar con la sonrisa de soledad (cuando estamos solos con nuestros problemas, miedos y preocupaciones). Este tipo de sonrisas es el resultado de sufrir un tratamiento de ortodoncia. Es la sonrisa de la seriedad absoluta (sin sentimientos) como de haber perdido algo valioso, de desilusión, hay una falta de empatía, los músculos faciales han quedado sin vida y permanecen inertes. La vida de la persona se ha evaporado y el reflejo en su cara es más que evidente. La tristeza se adueña de la cara y las relaciones sociales huyen despavoridas. Se relaciona con la muerte, pérdidas de personas muy allegadas, malos augurios, fatalidad, desastre, pérdidas de todo tipo… Puede aparecer el trastorno depresivo y de ansiedad, a este estado se le conoce como estar estancado, transmite inestabilidad psicológica. Los efectos secundarios ¿Cómo de importantes son los efectos secundarios de cualquier producto? En realidad, lo son más que el propio producto, debido a que si tiene efectos secundarios adversos no se comercializará o provocará su retirada del mercado. Tomemos como ejemplo el caso de los medicamentos. ¿Quién tomaría un medicamento con efectos secundarios que causaran disfunciones orgánicas o la muerte? Nadie supongo, en su sano juicio. La Agencia Estatal de Medicamentos (AEMPS) analiza y vigila los medicamentos con el fin de encontrar efectos secundarios adversos o nocivos para la salud. Así pues, a la hora de sacar un nuevo producto al mercado este debe de haber sido probado con resultados satisfactorios. En el caso que nos atañe, ¿Puede un tratamiento de ortodoncia tener efectos secundarios? Piénselo detenidamente. Es posible que nos produzca hipertensión, nerviosismo, nos aparezca algún tipo de fobia, hinchazón, ansiedad… ¿Usted se sometería a algún tratamiento de ortodoncia que le dejara como efectos secundarios, trastornos psicológicos que le imposibilitaran disfrutar de una vida normal? La respuesta es obvia, por supuesto que no. A priori no está tan clara la respuesta, pues ¿Conoce usted la existencia de estos efectos secundarios? En cualquier caso, si usted se presenta en una clínica dental y pregunta por ellos le dirán obviamente que no. El ortodoncista le diría: «el tratamiento de ortodoncia es totalmente inocuo para la salud del paciente. Quizá pueda sentir molestias al principio, pero es totalmente normal». Pero y la salud psicológica, ¿Afectará de algún modo tener todos los dientes alineados artificialmente a mi salud psicológica? Sin estudios e investigaciones previos es imposible de saber. De hecho, no hay. Los estudios que existen son a nivel anatómico-estructural, es decir, las interacciones del hueso con las raíces de los dientes, movimientos entre ellos, técnicas de desplazamiento, técnicas para el apiñamiento, uso de herramientas y métodos. Como no sabemos si existe un factor psicológico, les voy a proponer algo. Vamos a llegar por nosotros mismos a una conclusión atendiendo cómo otros factores influyen en la psicología humana. Tomemos por ejemplo los colores. La cromatología es la ciencia que estudia el color. El color tiene sobre nosotros la capacidad de generar sensaciones y sentimientos de manera subliminal. Así ante el mismo estímulo del color podemos reaccionar de modo diferente. Se conoce como psicología del color y nos afecta a todos los seres humanos por igual, excepto a los daltónicos, ellos van al revés. Los colores más comunes y sus efectos psicológicos son: •Azul: El color de la simpatía, la armonía y la fidelidad, pese a ser frío y distante, inspira sentimientos de amistad, confianza, concentración, descanso… •Rojo: El color de todas las pasiones, del amor al odio. Se relaciona este color con el amor, el odio, el calor, la pasión, el peligro… •Amarillo: Es el color más contradictorio, el optimismo y los celos. Se relaciona con la diversión, el buen humor, la energía, la traición… •Verde: El color de la fertilidad, la esperanza y la Naturaleza. Es un color intermedio. Se relaciona con lo natural, lo sano, la tranquilidad, confianza… •Negro: Color del poder, de la violencia y de la muerte. Es el color de la negación y de la elegancia. Transmite duelo, muerte, maldad, misterio… •Blanco: El color de la inocencia. Es el color del bien, refleja la pureza, la verdad, el blanco es vacío, ligero, siempre está arriba… •Naranja: El color de la diversión y del budismo. Exótico y llamativo. Se relaciona con el gusto, lo original, lo aromático, el sabor... •Violeta: El color púrpura del poder al color de la teología, la magia, el feminismo y el movimiento gay. Se relaciona con la devoción, magia, moda, lo artificial… •Rosa: Dulce y delicado, escandaloso y cursi. Despierta sensaciones de romanticismo, ilusión, feminismo, erotismo, desnudez… •Oro: Color que representa el dinero, la felicidad y el lujo. Se relaciona con la felicidad, el orgullo, la solemnidad, la belleza, la fama… •Plata: El color de la velocidad, del dinero y de la Luna. Se asocia con lo moderno, la elegancia, el dinamismo, personal, claro, intelectual... •Marrón: Color de lo acogedor, de lo corriente y la necedad. Color de pobres. Transmite fealdad, apatía, anticuado, pereza, antipático… •Gris: Color del aburrimiento, sin carácter, sentimientos sombríos, de lo desapacible y la crueldad. Se relaciona a la soledad, lo reflexivo, la honradez… Los colores inciden sobre nosotros subliminalmente en nuestro estado de ánimo reforzándolo o debilitándolo. Así si usted es una persona dinámica y divertida, y la decoración de su oficina de trabajo es marrón y gris, esos sentimientos de pesadez, apatía, soledad, que desprende la decoración irán poco a poco formando parte de usted. Puede llegar el punto en que le resultara agobiante ir a su trabajo o decidiera dejarlo. Esto es totalmente cierto, muchos autores han estudiado los colores y su relación con el ser humano. Los más conocidos son Goethe en la «Teoría del color», Eva Heller en su «psicología del color». Esto tiene muchas aplicaciones en la vida real como por ejemplo en los quirófanos, que los cirujanos vayan de color verde no es una casualidad ya que el verde transmite un sentimiento de tranquilidad y confianza. Si usted estuviera como paciente en un quirófano y los cirujanos vistieran de color rojo pasión, ¿se dejaría usted operar tranquilamente? De aquí se deduce que los colores producen sentimientos y reacciones sobre las personas, aun siendo una fuente de estímulos externa a nuestro cuerpo. En una operación invasiva en nosotros, como es un tratamiento de ortodoncia, donde se producen movimientos de dientes, alineamientos y cambio de mordida, deben de producirse sentimientos y reacciones asociados. Pues es más inherente a nosotros que la percepción de los colores. Pensando de manera lógica: Si algoajeno a nuestro propio cuerpo puede inducirnos estados psicológicos, algo que actúa dentro de nuestro propio cuerpo también lo hará. Creo que ha quedado bastante claro que alguna reacción producirá en nosotros a priori. Veamos otro ejemplo en que un estímulo puede cambiar nuestra forma de pensar y alterar nuestra conducta. Esta vez el estímulo estará implícito en nosotros como puede ser un dolor de muelas. Un señor tiene una hija que no quiere que vaya a una fiesta organizada por jóvenes mucho mayores que ella. Esa hija lleva toda la semana insistiendo en ir a la fiesta y este señor está totalmente opuesto a que vaya. Entonces un dolor de muelas intenso se le presenta al señor. Pasa toda la noche con latidos y apenas duerme. Amanece con la cara inflamada, sin poder comer ni masticar. La hija vuelve a insistir en su afán por ir a esa celebración. El señor agobiado por la situación, cede y permite que su hija vaya donde quiera ir. Puede que el señor se sienta molesto y alterado por la situación y responda algo así: — «¿Quieres ir? Pues vete, y déjame en paz» En este ejemplo se observa: 1. Al señor le da igual que su hija ahora vaya a la fiesta hay un «cambio de pensamiento», 2. Por las circunstancias el señor está irascible, hay un «cambio de actitud» y 3. Permite que su hija vaya a la fiesta, hay «un cambio de conducta.» Un estímulo interno en el propio cuerpo del individuo, ha cambiado su forma de pensar, comportarse y actuar aunque sea de manera transitoria. El señor no quería hacer algo, pero las circunstancias le han obligado a hacerlo, y ha actuado de manera que no hubiera hecho en condiciones normales. De aquí se desprende otro razonamiento: 4. El cambio producido en el individuo se mantendrá mientras duren las causas que lo provocaron. Éste último razonamiento es de vital importancia, da idea de continuidad en el tiempo. Podemos admitir entonces que estímulos internos en un individuo, pueden cambiar su modo de pensar, ahora bien, ¿podemos decir que la manipulación, desplazamiento y cambio de estructura dental puede producir estímulos en nosotros que alteren nuestro pensamiento, actitud y conducta? Atento querido lector que estamos entrando en arenas movedizas, ya no es una cuestión estética de una sonrisa alineada y «aceptada socialmente». Ahora empiezan a haber connotaciones psicológicas graves, de averiguar si el cambio en nuestra estructura dental puede provocarnos cambio en nuestra psicología y en nuestro modo de ser y de actuar. Recordemos que estos cambios se mantendrán mientras dure la causa original que lo provocó. Quiere decir, que cambios permanentes en la estructura dental producirán cambios psicológicos de manera continua para toda la vida. Realizaremos ahora un ejercicio con el fin de captar sensaciones desde un punto de vista práctico: Supongamos mentalmente que deseamos conocer a una chica/o que nos gusta. Nos acercamos hacia él/ella, y se nos dibuja una sonrisa en nuestra cara. ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué nos viene a la mente en ese momento? Significa que realmente nos gusta y sería normal que nos apetezca preguntarle cómo está, su nombre, en qué trabaja… En definitiva, nos vienen a la mente sentimientos positivos en relación con esa persona. Ahora vamos a cambiar el ejercicio. Nos vamos a acercar a la misma chica/o, pero con la mandíbula inferior por delante de la superior. Nos ponemos en situación y lo hacemos. Intentemos preguntarle a la chica/o por su nombre. ¿Qué sensación nos produce? ¿Qué impresión se puede llevar él/ella de nosotros? Personalmente me produce sensaciones de analfabetismo, como si la chica tuviera en frente a un analfabeto como primera impresión. Seguimos preguntando: ¿Cuántos años tienes? Ahora tengo sensaciones un poco peores, como de tener algún trastorno mental o que algo no va bien. Seguimos hablando, ¿Tiene un tabaco? Las sensaciones producidas ahora me dan la impresión de que le quiero hacer daño. Es un simple ejercicio que pone en evidencia que un individuo con una estructura dental marcadamente anormal puede llevar asociado algún trastorno mental. Los ejemplos más notables de este ejercicio son las personas con Síndrome de Down, en los casos más graves de la enfermedad, las deformaciones en la estructura dental son más serias. El Dr. Musich ha escrito artículos acerca de esto y en uno de ellos dice que el 65% de los niños con síndrome de Down presenta mordida de Clase lll donde la mandíbula sobresale de los dientes superiores hacía adelante. Otra característica habitual son los dientes más pequeños de lo normal y la longitud de las raíces más cortas. También es frecuente la falta de aparición de piezas dentales. Después de este análisis, podemos deducir que una buena estructura dental está asociada a una buena salud mental y viceversa. A mayor deformidad en la estructura dental mayor probabilidad de tener alteraciones mentales. Podemos afirmar entonces tras esta deducción lógico-analítico, que la salud mental está relacionada con la estructura dental y, por consiguiente, movimientos de las piezas o cambios que en ella se produzcan, pueden afectar a la psicología del paciente. Esto es lo que no te dice el ortodoncista porque nada le importas tú ni lo que te pase, lo único que le interesa es que mensualmente le abones una cierta cantidad de dinero y tener así, a cuantas más personas posibles. Ya le anticipo querido lector que los problemas que éstos» cambios psicológicos» generan no son ninguna broma. Los cambios de pensamiento que generan van a ser a peor, en ningún momento piense que un individuo va ser más inteligente, o le van a solucionar la vida. Lo que ocurrirá es que perderá claridad mental y cada vez le va a ser más difícil sacar sus propias conclusiones y toma de decisiones. El estado natural del individuo va a quedar alterado y va a pasar a un estado alienado. Algo así como vivir en tu cuerpo pero no formar parte de él. Se crea una dualidad entre cuerpo y mente en que cada cual toma caminos diferentes, el cuerpo no obedece ahora a la mente, la mente se somete al cuerpo. Esta afirmación puede llevar a muchos a confusión, es cierto que el cuerpo tiene necesidades biológicas en las que la mente tiene que obedecer y se subyuga a satisfacer estas necesidades. De cualquier modo, la mente tiene el control y decide cuándo y cómo satisfacer esas necesidades. Lo que se plantea es que la mente pierde ese control y lo toma el cuerpo, entonces se crea una lucha de pertenencia de poder, una disyuntiva interna. Es la necesidad insuperable de hacer algo superior a tus fuerzas, no se es capaz de dominar esos impulsos que tienen una fuerza que provoca que el cuerpo «se mueva solo», atraído por esa fuerza de atracción. También puede darse el caso contrario, que la fuerza sea de repulsión (fobias), siendo real o no el estímulo. Hay muchas variantes en juego, el impulso de la necesidad a satisfacer puede ser aceptada socialmente o no, tendencias positivas (hacer el bien) o tendencias negativas. Ante las tendencias positivas es innegable que a nadie le va sentar mal que le ayuden excepto que sea de manera patológica. Pero ¿Qué ocurre si las tendencias son de tipo negativo como por ejemplo, robar pertenencias a los demás o satisfacer deseos sexuales por la vía de la fuerza? En este último caso puede haber otra bifurcación: que el individuo sea consciente de su conducta o que sea totalmente inconsciente. Para la persona consciente de sus actos, la lucha interna por no obedecer esos apetitos negativos le produce una degradación de su psicología, hasta el punto que destroza sus relaciones sociales, familiares y su propia integridad. Por si fuera poco, se crea un precedente de respuesta para futuros estímulos de idéntica forma, como puede ser nerviosismo, sudoración, irritabilidad, rechazo, sentimientos de huida… El nerviosismo y los comportamientos excéntricos formarán parte de su vida diaria y el simple acto de tomar el autobús puede llegar a ser una barrera insuperable. Si la persona no es consciente de sus actos, tenemos ante nosotrosa un maníaco peligroso donde cualquier estímulo podría hacerle explotar. Es una persona en la que las necesidades del cuerpo han vencido a la mente o debido a su fuerza la mente sólo se ha rendido y ha aceptado estos impulsos como naturales de su personalidad. Pero que ocurre con las necesidades psicológicas como el amor, el afecto, el cariño, la rabia, la envidia, la ira, ahora que el cuerpo ha tomado el control y ante el lenguaje no verbal detecta situaciones incómodas o agresivas contra él (lo que podría ser una conversación normal entre dos personas en una avenida). Es tal la cantidad de información y la incapacidad de procesarla (discriminar la información innecesaria) que la persona pudiera enloquecer de manera transitoria en un pico de información o quedar trastornada indefinidamente adquiriendo en ese instante otro trastorno psicológico. (Demencia por ejemplo) Para los casos menos agresivos, en los que en la incesante lucha interna gana la razón, se crea algo muy conocido y estudiado por muchos filósofos, que permanecerá como una constante en la mente del individuo, hablamos de la duda, la duda permanente instalada en su cabeza. Esta socava los principios más elementales de la persona, llegando a hacerla dudar de su propia existencia y de sus principios más elementales. El trabajo continuado de esta duda derriba los pilares de su psicología y cuestiones que el individuo tenía automatizadas, de repente ya no lo están tanto. Comienza la etapa de pensarse las cosas muchas veces o lo que se conoce como pensárselo demasiado. La duda comienza a ocupar todas las áreas de su vida y hace que empiece a cuestionarse partes de su vida que antes daba por sentado. Cuestiones en las que el individuo tenía sus principios bien sujetos como sexualidad, drogadicción, responsabilidades morales…, de repente comienzan a desdibujarse todos esos límites y el individuo comienza a cometer «locuras,» incapaz de sujetar sus propias emociones. Felicidad en nuestro tiempo Son pocas las personas que tienen felicidad en su vida, también puede pasar que aun teniendo la felicidad delante, seamos incapaces de verla y pasemos toda la vida como personas desdichadas. El mundo moderno nos publicita una felicidad «idealizada»: debemos ser felices con nuestra mujer y dos hijos (niño y niña), nuestra casa con jardín, nuestro coche y la caravana para los fines de semana. Es una especie de perfección a la que queremos llegar para poder ser felices, por supuesto esta idea nos llega directamente de la televisión en una multitud de películas y anuncios constante de mansiones y lugares paradisíacos en los que quisiéramos estar. En busca de esta falsa felicidad hacemos lo que haga falta para conseguir nuestro fin idealizado. Muchos al mirarse en el espejo ven esa imperfección todos los días en su cara, esos dientes medio bien medio mal, o un poco montados o apiñados que no les acaban de gustar. A menudo se ven anuncios de correctores dentales por autovías, televisión y radio…Ofertas en las que se publicita que por una ridícula cantidad de dinero al mes podemos ofrecerle la calidad de vida que siempre había deseado. Una luz parece iluminar la cara de la gente cuando ven al fin, el fin de todos sus problemas. Una sonrisa perfecta y piensan: «ahora sí que me empezará a ir todo bien y llegaré a la cúspide». La cúspide es ese sitio al que queremos llegar cada uno en su realización personal y que anhelamos. Esto no es nuevo, ya en su tiempo fue estudiado por el psicólogo Abraham Maslow pionero de la psicología humanista y conocido por la Pirámide de Maslow de la jerarquía de las necesidades humanas. Abraham Maslow en su obra «Una teoría sobre la motivación humana», formula una teoría en la que explica que según se van satisfaciendo necesidades humanas aparecen otras nuevas que la persona debe realizar para pasar al siguiente nivel y así hasta llegar a la cúspide, donde se halla la autorrealización humana. Este escalón es la máxima expresión de las personas y se supone que han llegado a este nivel todas las personas ilustres de la historia. Pirámide de Maslow 1.Necesidades básicas. Se encuentran en este nivel las necesidades fisiológicas tales como, alimentarse, vestirse, descansar y todo lo que tiene que ver con la salud de la persona. 2.Necesidades de seguridad y protección. En este nivel se encuentran la necesidad de vivienda, el trabajo estable, automóvil y demás comodidades básicas. 3.Necesidades sociales. Son las relacionadas con nuestra naturaleza social, funciones de relación (amigos, pareja) aceptación social, amor… 4.Necesidades de estima. Aquí se diferencia entre dos estimas de la persona. La alta estima que concierne a necesidades de hacia sí mismo como confianza, independencia, competencia, logros, éxito…Y la baja estima que se refiere al respeto de las demás personas hacia nosotros. 5.Autorrealización. Es el nivel superior de la pirámide, donde se encuentra un sentido a la vida y un fin. Sólo se puede llegar a la autorrealización habiendo completado los niveles anteriores. Cuando una persona decide empezar en un tratamiento de ortodoncia se encuentra entre el tercer y cuarto nivel, satisfaciendo sus necesidades sociales y de estima (respeto propio y social). Antes se mencionaba «llegar a la cúspide, esto se refiere a el nivel más alto, el de autorrealización. La persona desea autorrealizarse, lo necesita, cada cual en su grado, porque es una característica inherente en las personas y cree erróneamente que el camino a la autorrealización y perfección definitiva es mediante un tratamiento de ortodoncia. Totalmente equivocado, porque el camino a la autorrealización no se encuentra en la individualidad, se encuentra en la pluralidad de la vida en sociedad. Querido lector «no es el alcalde el que elige al vecino, sino el vecino el que elige al alcalde». La persona se autorrealiza a través de sus parejas, amigos y familia tal como indica la Pirámide de Maslow en sus necesidades sociales. Todo aquel que pretenda autorrealizarse el sólo siento comunicarle que no es posible. De aquí se desprende que cualquier individuo que se encuentre entre el tercer y cuarto nivel (o inferiores) de la Pirámide, si pretende llegar el sólo a la autorrealización mediante la práctica de un tratamiento de ortodoncia, totalmente equivocado como acabamos de ver. ¿Por qué llamar a la ortodoncia, enfermedad del siglo XXI? Porque es ese sentimiento que nos falta por alcanzar y queremos a toda costa, y justo cuando va a empezar a suceder (porque toma su tiempo la autorrealización) se introduce la idea del tratamiento de ortodoncia y da al traste con todos los esfuerzos anteriores. Hablamos siempre en el caso de adultos, para los casos infantiles en los que el tratamiento ha sido impuesto por sus padres, no se da el concepto de Maslow. Como se dice en el capítulo anterior la ortodoncia produce un cambio de pensamiento teniendo como herramienta principal la duda que hace poner en tela de juicio los principios e ideales de la persona, llevándola en busca de satisfacer nuevos apetitos. Durante este proceso se sufre el cambio o pérdida de pareja, amigos y familia respectivamente, haciendo que la persona baje en la pirámide de Maslow. ¿Cuánto bajaría? Esto va a depender del grado de cambio de pensamiento que se haya producido. Por ejemplo, si el cambio de pensamiento llega a un trastorno de personalidad esquizoide aderezado con una adicción a la drogadicción es muy posible que el individuo descienda hasta el primer nivel de la pirámide (necesidades básicas). Es importante recordar que estos cambios de pensamiento son para el resto de su vida. Hay un cuento popular en que una mujer fea intenta fastidiar a un borracho increpándolo por su circunstancia llamándolo borracho, y el hombre para defenderse le contesta: — ¡Si, pero a mí se me quita mañana! El tratamiento de ortodoncia como sus consecuencias tiene un carácter permanente, no es reversible, por lo tanto, los cambios de pensamiento que se produzcan también lo serán. Un problema perpétuoEn este apartado veremos cómo trabaja esta enfermedad que hemos diseñado nosotros mismos (los humanos). En nuestro sujeto poco a poco y a lo largo en el tiempo empieza a haber un cambio de pensamiento. Desde el día que le pusieron los brackets por primera vez el cambio comenzó y se desarrollará durante toda su vida. En el cambio de pensamiento podemos identificar dos fases: 1.Instalación. Se produce durante el período que dure el tratamiento de ortodoncia, aproximadamente dos años. Aquí en esta etapa se producen los cambios más importantes en el cambio de pensamiento. Para hacernos una idea sería como la instalación de un virus en un ordenador. Este virus tiene dos objetivos principales, por un lado destruye la configuración original de nuestra mente y por otro lado instala una configuración predeterminada con la que comenzaremos a funcionar a partir de ahora y entra en conflicto con nuestra psicología. 2.Desarrollo. Esta fase se inicia con el fin del tratamiento de ortodoncia. La configuración instalada anteriormente se desarrolla y origina los primeros trastornos psicológicos. Estos trastornos se cronifican en el tiempo y generan a su vez nuevos trastornos. Los cambios de pensamiento pueden ser positivos o negativos según incidan en nuestro equilibrio emocional, un cambio de pensamiento puede desequilibrar nuestra psicología hacia un extremo u otro. Los cambios de pensamiento pueden llegar a ser altamente negativos o positivos, quiero decir que no son superficiales o moderados sino que irán de un extremo a otro con toda su fuerza. Imaginemos una balanza en equilibrio, ese sería un individuo en su estado psicológico original. Supongamos que los cambios de pensamiento producen gotas de agua que se acumulan en la balanza emocional de nuestro individuo en el extremo positivo o negativo. Día tras día y al cabo del tiempo esa gota llenará un vaso que hace que la balanza se desequilibre un poco. Al cabo de los meses serán litros, y la balanza irá inclinándose paulatinamente. Después de varios años se desequilibrará por completo y quedará fijada en una posición, altamente positivo o altamente negativo. Así trabaja la ortodoncia en nosotros, el tratamiento inicia la actividad cambiante y luego después ella sigue trabajando por si sola durante toda la vida del individuo. Como enfermedad no hay nada más ingenioso, es invisible, incoloro, inodoro, imperceptible, indescifrable y sutil. Nadie sabe que está ahí, ni que produjo el trastorno, no se puede ver, está enmascarada bajo las enfermedades que provoca. No despreciemos el trabajo continuo de una gota de agua diariamente a lo largo del tiempo. Al principio puede resultar una simple gota de agua, con el tiempo humedece la superficie donde cae, la gota sigue cayendo y la superficie se ablanda. Pasado un tiempo la gota de agua perforará la superficie. Ahora cambiemos el contexto, la gota de agua será una frustración diaria. Al menos una, pueden darse varias, contemos cada día una nueva frustración. En varios meses afectará a sus sentimientos dada la cantidad de frustraciones y esto dará paso a la tristeza. Las frustraciones seguirán llegando y esa tristeza se tornará en depresión. Una depresión mantenida en el tiempo es una enfermedad psicológica llamada trastorno psicológico (trastorno depresivo). Las frustraciones siguen llegando, nuestro sujeto ya no piensa con claridad tiene una enfermedad psicológica y en cualquier momento puede explotar. Dependerá de la capacidad de resistencia del individuo así como del recuerdo de su personalidad original y sus características personales (ser extrovertido, introvertido, sociable, tímido, agresivo, pacífico…) el desenlace final. La frustración diaria puede llegar a ser cualquier cosa en la vida diaria del sujeto. Ejemplo: el compañero abusón de su clase que lo humilla diariamente y la incapacidad psicológica de defensa, de camino a casa un coche que lo empapa de agua al pisar un charco, la pérdida de su cartera, llaves, unos padres maltratadores física o psicológicamente… Puede darse varias veces en el mismo día. La incapacidad y la impotencia de resolver esas pequeñas cuestiones diariamente, mediante la duda, el conflicto de pensamiento y nuevas inclinaciones harán que la frustración sea de carácter permanente. Con el tiempo evolucionará a otros niveles. Todos estos acontecimientos negativos pasan desapercibidos para la gente de su alrededor y se asumen como propios del individuo, mala suerte, el karma, despiste, debilidad, inadaptación, baja autoestima…Sus padres desesperados acuden a un especialista que le diagnostica depresión. Le aconseja un cambio de instituto y tomar diariamente ciertas pastillas. Pero los avances no llegan, el chico sigue igual por no decir peor, ahora con las pastillas ha perdido la poca concentración que le quedaba y anda todo el día como un zombi. Nos hemos centrado en los aspectos negativos, pero podría suceder que fuera todo lo contrario. En la vida del sujeto empiezan a darse acontecimientos excesivamente positivos, como demasiada autoestima o un crecimiento excesivo o desproporcionado de la personalidad llevando al individuo a hacer «locuras» con mayor regularidad y de mayor gravedad. Hasta que la realidad o las leyes de la Física hagan su trabajo y dejen a nuestro sujeto en una situación comprometida. Valga como ejemplo un chico normal de su barrio que decide estudiar enfermería. Al cabo de unos meses deja de estudiar porque quiere irse de voluntario a África con la Cruz Roja. Por no tomar precauciones regresa con el VIH y luego comienza a tomar drogas por considerar que su vida no tiene sentido. En este caso, el ascenso de nuestro chico es tan vertical en aspectos positivos que poca duración tiene en el tiempo y cae por su propio peso. De nuevo queda enmascarada la causa original que provocó el problema y las críticas señalan al individuo como principal culpable de sus desgracias, el mismo se culpa por su propia conducta. Ninguno de nuestros ejemplos ha sido consciente en ningún momento de que tiene un problema. Un problema que es generador de problemas y enmascara el verdadero problema en realidad. De cualquier modo, ya no hay vuelta atrás, en el viaje del tratamiento de ortodoncia no hay camino de vuelta. Sólo hay billete de ida, nuestro sujeto nunca volverá a ser quién fue o quién pudiera llegar a ser. Por más que se entrene, que se cuide, aun siendo consciente de su problema, será la versión mala de sí mismo, aunque se esfuerce todos los días de su vida. Verá a su alrededor que los demás con apenas esfuerzo progresan, la vida les brinda todo lo que a él le niega y eso es muy frustrante. La idea de que será así para el resto de su vida es una condena perpetua sin barrotes, de humillación y mala fortuna, en el mejor de los casos. La perfección La perfección no es real, es una idea. Para el ser humano la perfección se le escapa entre los dedos. Es como ese conejo al que nos acercamos pero nunca terminamos de coger. Cuando realizamos cualquier acto u objeto de la manera más perfecta posible, al mirarlo más adelante, se aprecia que siempre se puede mejorar un poco más y luego otro poco y así sucesivamente. Lo único perfecto en este mundo es la propia Naturaleza y la naturaleza de las cosas. La Naturaleza es perfecta aún con sus imperfecciones. Muchos podrán decir que no están de acuerdo con esto que en la Naturaleza ocurren cosas horribles, terremotos y catástrofes. Todo ello es cierto, la Naturaleza trabaja con el ciclo de la vida que es así brutal y delicado a la vez, y lleva miles de años perfeccionándose. Debido a ello podemos decir que está muy muy próxima a la perfección. Si suceden desastres y catástrofes es porque la perfección necesita de las imperfecciones para formar un todo. En su conjunto la perfección y la imperfección forman un nivel de perfección superior. La perfección necesita de la imperfección para trascender a un nivel superior de perfección. Si observamos la Naturaleza, esta tiene muchas cosas perfectas: el horizonte, el mar, el cielo, lasestrellas, los seres vivos...Pensemos en un cielo estrellado donde todas las estrellas estuvieran ordenadas perfectamente igual a la misma distancia, de manera que el cielo fuera como una red de estrellas. En principio pudiera parecer bello, ¡qué bonito todo ordenado y equidistante! Pero con el tiempo se volvería rápidamente monótono y aburrido. No tendría sentido su estudio y mirar el cielo estrellado sería desesperante y vacío. Por eso debemos sentirnos dichosos del lugar donde vivimos, nuestro planeta porque está lleno de bellas imperfecciones que en su conjunto logran la perfección. No intentemos buscar la perfección en nuestras vidas eliminando imperfecciones porque no la encontraremos. Sólo conseguiremos adentrarnos en el mundo de la monotonía y el aburrimiento de las cosas. Cuando alguien se mira en el espejo y ve esas imperfecciones en sus dientes por ejemplo, y siente la necesidad de corregirlos, no está viendo desde el punto de vista de un todo. En su conjunto esas imperfecciones hacen al individuo atractivo, y permite que los demás individuos deseen descubrir y observar esas imperfecciones que los hace únicos, los más afortunados decidan tal vez estudiarlas también. Que tremendo error sería para cualquier persona colocarse un corrector dental y al cabo de dos años aparecer con una alineación dental monótona y aburrida. Interesante para nadie, igual a la de los demás que han cometido su mismo error. Cuanto talento desperdiciado, cuanta información destruida, cuanto trabajo en balde, y ahora que esa persona no es interesante para nadie ¿qué será de ella? ¿a quién acudirá? ¿quién se interesará por ella? Otra víctima más En este capítulo voy a contar mi historia de cómo la experiencia de la ortodoncia cambió mi vida para siempre. Quiero que el lector sepa que escribo este libro desde la experiencia y no se trata de una teoría de un estudiante. (Si algún estudiante quiere hacer un estudio sobre esto, le adelanto que no quedará decepcionado). Mi vida transcurría todo lo apacible que puede llevarse en el seno familiar a la edad de dieciocho años. Había terminado el instituto, iba y venía por doquier y después de una «noche de marcha» podía llegar a casa a la mañana del día siguiente. De hecho, era la mejor hora de llegar a casa porque mi madre estaba ya levantada haciendo el desayuno y de paso desayunábamos. Digo esto para los que han salido de noche y llegan de madrugada, por circunstancias de la edad, la llegada a casa resulta engorrosa, la oscuridad, los ruidos, comer algo en la cocina, tus padres oyen algo y se despiertan, en fin…Disfrutaba de la vida en todo su esplendor, todo lo que puede disfrutar un chico a su edad. Tenía un trabajo de repartidor de pizzas a domicilio a tiempo completo, vivía en casa con las comodidades de la familia, tenía una novia bien parecida que me gustaba mucho (saludos a Lydia) y una peña de amigos digna de mención de esas que da envidia, de las que marcan una época. Habitualmente me reunía con ellos los fines de semana para hacer vida social nocturna. Hacíamos botellón y podía darse el caso que estuviera mejor quedarse allí conversando que ir a la zona de fiesta (calles anexas a los bares típicos). A veces en la zona de fiesta se juntaban varios botellones por fuera y aquello parecía toda una convención de los derechos humanos. Todo el mundo hablando, riendo, saludándose, conversando…, en fin, disfrutando y haciendo vida social nocturna. Los días entre semana salía con Lydia y los fines de semana nos reuníamos los afiliados a las «convenciones nocturnas». Por el día a trabajar y colaborar en la casa lo que se pudiera. Tenía dos hermanos, el mayor Ovidio Fco. de 23 años y mi hermana Desiré de 19 años, que como fuimos al mismo instituto, teníamos amigos comunes en el grupo y en definitiva salíamos juntos. Mi hermano el mayor iba más a lo suyo, mi hermana y yo éramos hermanos-amigos porque habíamos salido tanto juntos, que para volver a casa cada uno venía por su lado. No siempre pero sí a menudo. Mi estatura era de 1.86 m, delgado, con gafas y pelo corto negro. Piel morena y ojos marrón medio claro, por lo general los que me conocían decían de mí que era guapo, sobre todo en reuniones familiares entre mis tías, que me agarraban de los cachetes y decían lo guapo que era. Yo no me lo creía demasiado porque de la familia ya se sabe que lo de ellos es siempre lo mejor. Iba a la playa en verano casi todos los días, a la playa local que me pertenecía, con los colegas a coger olas. Los veranos eran fantásticos. Por entonces estaban de moda los aparatos dentales de «brakets», daba la sensación de ser ‹‹moderno» el llevarlos, era algo que verlos en la gente parecía que molaba. Mi hermana los tuvo, mi hermano el mayor también los llevó y como no, un día a mí también se me apeteció llevarlos. Digo se me apeteció llevarlos porque realmente no me hacían falta. Gozaba de una dentadura casi perfecta, lo único era en la parte superior tenía como defecto un colmillo algo «montado» y un incisivo lateral algo girado. La parte inferior perfecta. Además, comía lo que me daba la gana, carne, turrón del duro, frutos secos, frutas... y mi novia me encontraba atractivo, que no es poca cosa. Así pues, con la inmadurez de mi edad decidí comenzar un tratamiento de ortodoncia con un «distinguido» doctor de «muy buena reputación». En la primera cita me observó y yo le comenté que sólo necesitaba corrección en la parte superior, él insistió e insistió en que tenía que ponérmelos en ambas partes. También me indicó que tenía que extraerme los dos colmillos superiores para «hacer hueco» a los demás dientes, imagínense la locura, extraer los dos colmillos superiores, gracias a Dios me negué y le di un «NO» rotundo. A lo que respondió que no importaba que podía hacerlo de otra forma también. No sé que alcance hubiera tenido para mi psicología perder los dos colmillos superiores pero seguro que nada bueno, cuando los colmillos son las piezas dentales más resistentes y con la raíz mayor y más profunda, a modo teórico puede que sean los pilares de la psicología de la persona. Sirva como ejemplo los ancianos, que cuando por avanzada edad han perdido la mayoría de sus dientes, los únicos que les quedan son los colmillos. Pues este señor pretendía arrancármelos de raíz. Como por aquella época no tenía ningún conocimiento dental decidí continuar y empezar mi tratamiento ignorando aquellas señales de peligro tan evidentes. La suma del coste total del tratamiento ascendía a 2.500 euros que podían ser abonados mensualmente en cómodos plazos durante dos años. Así comenzó el tratamiento. Por aquel entonces había dejado de repartir pizzas y había comenzado como peón de construcción abriendo ranuras porque se ganaba mucho más dinero (hacer ranuras es abrir vías en la pared por donde irán las instalaciones de agua y luz). Después de varios meses trabajando me pusieron los brackets en la parte superior y ese mismo mes tuve un despiste y la máquina de abrir ranuras me cogió la mano a la altura de la muñeca y casi me amputa la mano. Tuve suerte que la máquina se detuvo sola por un fallo de corriente cuando me había cortado la mitad de la muñeca. Ese fue el pistoletazo de salida de todos mis problemas, a partir de aquí los problemas surgieron como la «marabunta». Pasé dos meses en el hospital, mucha gente fue a verme y estuvieron conmigo durante aquel tiempo. Se celebraron los primeros Carnavales diurnos y los podía escuchar desde la ventana del hospital. Mis amigos fueron el día anterior y me dijeron que se beberían una copa a mi salud en los Carnavales, que lo sentían por mí pero tenían que ir, todo un preludio de acontecimientos. Para mí era algo insólito, los primeros Carnavales diurnos y yo me los iba a perder, celebrados en Santa Cruz de Tenerife. Estuve a punto de perder el dedo pulgar por falta de riego sanguíneo, que el cirujano me advirtió, me recomendó moverlo mucho para que no se me gangrenara. Me recuperé de la mano y me dieron de alta. Seguí de baja durante tres meses de rehabilitación.En aquellos tres meses mi novia y yo lo dejamos. Empecé a sentirme tentado por la droga hasta que un día de fin de semana la probé. Tuve buena y mala suerte en esto, buena suerte que no me llegó a «enganchar» y mala suerte en que se enteraron mis padres. Para mi familia probar las drogas era algo inaceptable por encima de todo, yo lo sabía y jamás me había atrevido a saltarme aquella norma, pero algo había cambiado en mí y en ese momento me sentía en un mar de dudas y decidí probarlo. Aquello desencadenó la caja de los truenos en mi casa y yo antes de perder mi «libertad nocturna» ganada durante años, me fui de casa y comencé a vivir en un piso compartido de estudiantes en Las Palmas de G. C. Hacía años que había decidido estudiar Arquitectura en Las Palmas, así que aquello no fue más que un empujón para dar el paso e irme. Aquella situación sentó muy mal en mi familia, no sólo haber estado consumiendo drogas, sino haber dejado prematuramente el hogar familiar. Llamaba habitualmente a mi familia por teléfono para decirles que todo iba bien y en Navidad fui a la cena, pero ya nada fue igual. Había perdido la confianza de mis padres y ahora me trataban con un cierto desprecio. Por la Facultad las cosas tampoco iban demasiado bien, no entendía muchas cosas, tenía un apreciable desinterés en general y no llegué a aprobar nada el primer año. Durante este tiempo suspendí el tratamiento de ortodoncia, comencé a fumar marihuana habitualmente, lo que desembocó en dejar la Universidad el segundo año. Sin nada que hacer comencé a ir de un lado para otro sin rumbo fijo, de trotamundos vagabundeando por las calles. En mi grupo de amigos todos decían que había cambiado mucho, les empecé a caer mal y me fueron dando esquinazo, a mí tampoco me apetecía estar con ellos y en pocos meses nos alejamos por completo. Voy a hacer un inciso aquí para hacer un recordatorio de lo ocurrido hasta ahora en los dos últimos años. Nótese el cambio de tendencia descendente en la sucesión de acontecimientos: 1.Pérdida de mi propia razón, empiezo a dudar de mis principios e ideales. Entro en el mundo de las drogas donde jamás hubiese entrado. 2.Pérdida del entorno familiar. Pérdida de confianza, abandono del hogar. 3.Cambio brusco de residencia. 4.Pérdida de amigos. Los lazos de amistad se debilitan por ambas partes. 5.Pérdida de rumbo de la vida. Vagabundeando sin rumbo fijo ni Norte en la vida. 6.Pérdida de la noción del tiempo y de la realidad. Se puede ver a simple vista que en estos dos años he sufrido pérdidas considerables. Lo peor fue que no era consciente de ello y cuando no eres consciente de que estas cayendo en picado lo más probable es que te estrelles y así fue, quedé en la calle sin dinero, ni trabajo, ni comida. Como vimos en la Pirámide de Maslow la persona va cubriendo sus necesidades y va avanzando en su vida. No es normal ir hacia atrás perdiendo necesidades y empezar a descender en la pirámide. Después de mis veinte años de existencia volvía a estar en el primer escalón, en el de las necesidades básicas. Como es apreciable hay una clara diferencia de estar en el último escalón a punto de autorrealizarse a pasar, en el período de dos años, al primer escalón de necesidades básicas. Cuanto menos es sospechoso ese brutal cambio descendente. Volví a mi hogar con la intención de que me ayudaran, lo único que recibí fueron dos patadas en el culo, una de mi padre y otra de mi madre. A partir de aquí las relaciones familiares empeoraron aún más. Decidí atrincherarme en un cuarto en el sótano de la casa, debido a que no tenía donde ir. Intenté comenzar de nuevo, me busqué un trabajo de repartidor de pizzas otra vez y reanudé mi tratamiento de ortodoncia con el fin de terminar con aquellos hierros en mi boca. Comencé las clases en un ciclo de Automoción, así que iba al ciclo por las tardes, trabajaba de repartidor por la noche y hacía la vida social que podía (poca). Pasado un tiempo, cuando concluí el tratamiento de ortodoncia me di cuenta de que había tocado fondo. No sabía muy bien lo que me estaba pasando, pero sentí como si me hubieran arrojado al fondo del mar atado a un ancla. Han pasado dieciocho años desde entonces y sigo allí atado en las profundidades, he trabajado, he intentado salir adelante con todas mis fuerzas y es imposible. Este será el mensaje en la botella arrojado desde el mar pidiendo ayuda. Me han llovido mares de problemas desde entonces y hace tiempo que hubiera dejado esta vida si no me hubiera dado cuenta de cuál fue el problema original que lo creó. Eso me ha dado fuerzas para seguir adelante, espero que te sirva de algo y que alguien pueda sacar algo provechoso de todo esto. También he pensado que quizá fuera un caso aislado y que en realidad tuve mala suerte con mi ortodoncista y abusó de mí. Por ello empecé a visitar clínicas dentales para proponer alguna solución alternativa o que me dieran otro diagnóstico. ¿Saben cuál fue el resultado? Cero, todas las clínicas que visité me hicieron el mismo examen previo y me dijeron lo mismo: que no se podía hacer nada más, la ortodoncia se había realizado correctamente. Entonces me di cuenta de que esto no era un caso aislado sino un problema global. Visité alrededor de cuatro o cinco clínicas dentales luego desistí. He observado desde entonces a mucha gente con ortodoncia, cuando los veo si puedo aprovecho la oportunidad para hablar con ellos. Me veo a mi mismo en aquel entonces y veo lo que les queda que pasar por delante, con esa misma cara de idiota y un montón de hierros en la boca. Esperando a no se sabe qué, con el miedo y la incertidumbre creciendo cada vez más a su alrededor y deseando que lo que sea pase pronto y volver a la normalidad. Una normalidad que nunca llegará, mientras tanto sus vidas han empezado a desacelerar y creen ignorantes que cuando les quiten la ortodoncia todo va a cambiar y volverán a ser felices. Actualmente tengo 38 años, me encuentro estancado en el segundo escalón de la pirámide de Maslow, las calamidades no paran de llegar, aunque he aprendido a esquivar cierto porcentaje en detrimento de mi vida social. Sobrevivir se ha vuelto una tarea difícil, nada se sabe de los amigos. Diría que existen porque una vez los tuve porque si no diría que la amistad fuera sólo una utopía. Me alegra la idea de ser consciente de mi vida y de mis acontecimientos, no cambiaría mi vida por nada del mundo, me siento orgulloso de haber contribuido en ésta gran empresa y sólo me queda agradecer a todas las personas que me han ayudado durante ésta difícil travesía a llevar la nave de la existencia hacia puerto seguro. Creando sonrisas Cuántos anuncios he leído en las páginas webs de las clínicas dentales que ofrecen los tratamientos de ortodoncia como si nos estuvieran ofreciendo la vida eterna. Por ejemplo: «En Dental X tenemos motivos para que vuelvas a sonreír con nuestros tratamientos de ortodoncia, conseguirás la sonrisa que siempre has deseado y haremos un presupuesto a medida de tu bolsillo. Nuestros especialistas cualificados te ofrecerán su mejor servicio para que tengas muchas razones para sonreír.» Voy a hacer aquí una traducción con criterio para el oyente profano: «En Dental X te vamos a borrar esa sonrisa de la cara para siempre, con nuestros tratamientos de ortodoncia tendrás permanentemente una sonrisa forzada y haremos todo lo posible para vaciarte los bolsillos. Nuestros especialistas cualificados no tienen ni idea de lo que hacen y al final del tratamiento tendrás que inventarte tú las razones para sonreír.» He intentado ser lo más fiel a la traducción posible, sin emplear palabras malsonantes dignas de una buena traducción. En usted querido lector está ahora la decisión de creer o no. Piénselo detenidamente, que tiene más probabilidades: que unos señores, a los que usted no conoce, le ofrezcan la sonrisa eterna y una vida llena de posibilidades a su alcance fantástica, llena de triunfos, esplendor y placeres, o que unos señores titulados violen su intimidad, sus derechos y su dignidad, inconscientementeclaro, y descienda a una categoría social tan ridícula que cada día sea motivo de burla y mofa por parte de sus compañeros y la vida se convierta en una eterna broma cruel. Piénselo detenidamente, en este mundo de competitividad feroz, en el que cada uno quiere sobresalir por encima del otro, si puede pisándole la cabeza. Que un señor desconocido te suba a los cielos con falsas promesas y luego te haga bajar al fondo de los infiernos es lo más probable. Desde mi punto de vista el único que te puede acercar a los cielos es el cura o tu novia/o dependiendo del caso. A continuación, detallaré los pasos a seguir en un tratamiento de ortodoncia estándar sin graves complicaciones. No soy titulado en la materia, pero por lo que he visto y leído tengo una idea aproximada de cómo funciona, quizá haya detalles que se me escapan, por eso no profundizaré demasiado y lo haré de modo esquemático para que se comprenda la idea. Cuando una persona se somete a un tratamiento de ortodoncia los pasos a seguir son: 1.Colocación de los brackets. Los brackets son pequeños cuadrados metálicos acanalados que soportarán las fuerzas necesarias para mover las piezas dentales. Irán fijados a los dientes mediante un pegamento especial de alta resistencia llamado cemento. Este pegamento es endurecido mediante luz ultravioleta durante treinta segundos aproximadamente. Los brackets son distintos para cada diente en forma y tamaño, pero conservan la forma acanalada común. 2.Colocación del arco. El arco es un hilo de acero indeformable de varios espesores. Esto quiere decir que los dientes se adecúan a la forma del arco. Según el ortodoncista puede colocarlos en la misma sesión o primero arriba y dentro de un mes abajo, con el fin de ir adaptándose a las nuevas sensaciones. El arco se fijará a los brackets mediante un nudo metálico hecho con alambre más delgado para resistir las fuertes tensiones. Durante este primer y segundo mes los dolores en los dientes son insoportables no pudiendo masticar nada, comiendo a base de sopas y cremas y sólo cosas blandas. 3.Cambio de arcos. Cada mes o cada dos meses se sustituirá el arco por uno que se vaya aproximando más a la posición definitiva. Se comenzará por la parte superior ampliándola y trayéndola hacia adelante, más tarde se procederá igual con la parte inferior. En la imagen superior puede apreciarse la distancia entre ambas arcadas superior e inferior. La parte superior se ha movido entre 1 y 2 cms. aprox. hacia adelante. Lo que en el colegio se llamaba «el paletudo» o el «bocacaballo» de toda la vida. Este proceso se da en el primer año de tratamiento, mediante este método de «adelantado» de los dientes se producen giros inadecuados para conseguir la «curvatura idónea» y el «alineamiento perfecto». Sobre todo en los colmillos, premolares e incisivos. Estos giros y movimientos provocan en el individuo el cambio de psicología. 4.Recolocación parte inferior. Se produce durante el segundo año de tratamiento y emplea los mismos procedimientos que en la parte superior exceptuando la colocación de unas bandas elásticas llamadas gomas. Estas se colocan entre los caninos superiores y los últimos molares de la parte inferior en ambas partes de la boca. De esta manera se producirán un par de fuerzas que traerán la parte inferior hacia adelante en su conjunto, después de doce meses la arcada inferior se habrá aproximado a la superior. 5.Colocación del arco de retención. (sin imagen) Al finalizar el tratamiento se coloca un arco de acero, llamado arco de retención, en la parte interior de los incisivos inferiores para el resto de su vida. La unión se realiza mediante cemento y entre canino y canino inferior, dependiendo del doctor puede ponerse arriba y abajo. Para la colocación de este arco de retención se rellenan las oquedades naturales de los dientes importantes para la fonética y el equilibrio mental. También obstruye la lengua para hablar haciendo que el habla parezca algo deficiente. La modificación de la forma de los dientes de cóncavo a convexa no es algo para tomar a la ligera, ya que cada especie animal tiene una forma de diente específica que lo caracteriza. Nuestra forma de diente de los incisivos inferiores presenta una depresión en su parte interior como se muestra en la figura. Durante la colocación del arco de retención se rellena esa oquedad para dejarlo plano como se indica en la línea de puntos. Esa pérdida de oquedad entre los caninos inferiores provoca un desequilibrio psicológico en el paciente que lo anula totalmente como ser humano (sonrisa neutra). Habíamos dicho en capítulos anteriores que la forma de nuestro cuerpo y sus componentes ha sido optimizada durante miles de años para realizar la mejor función posible. Esta depresión en los incisivos inferiores no es casual, evolutivamente se ha formado así por motivos de equilibrio mental y fonética, y de un plumazo, los ortodoncistas, en la colocación de su arco de retención dan al traste con miles de años de evolución. Yo personalmente lo llamo «echar el ancla» porque después de este proceso la persona deja de avanzar definitivamente y queda estancada. La gente tiene una idea equivocada del resultado final del tratamiento de ortodoncia, piensan que el resultado final va a dejar sus dientes rectos conservando su «forma bucal original» cosa que no es cierta. El resultado final es alineado y hacia adelante para «facilitar la masticación y la oclusión de las mandíbulas» en unos grados específicos de modo tal que así: Esto es lo que no te cuenta tu ortodoncista, porque de lo contrario no aceptarías ponerte los brackets ni a punta de pistola. ¿Qué va a ocurrir con el paso del tiempo? Que las piezas incisivas superiores con el constante golpeteo de la masticación se van a ir más adelante todavía y con el paso de los años tendrás problemas de función con esas piezas, función de corte por ejemplo comer turrón duro, cortar hilo, cinta adhesiva…serán una misión imposible. Otras funciones como besar a tu pareja, caer bien a la gente o ser aceptado en tu familia pueden verse comprometidas. ¿Qué ocurre si no te gusta el resultado final? En este sentido este señor es el doctor y usted es sólo un paciente más, lo primero que le van a decir es: «Ese es el resultado de una ortodoncia normalizada con desapiñamiento maxilar en la zona superior e inferior y mala oclusión periodontal de la arcada inferior para prevenir el desgaste prematuro de las piezas dentales y la adecuada mordida que no dañe la articulación mandibular. Use la funda bucal para dormir por las noches a fin de que no se le muevan las piezas dentales». Lo voy a traducir: «Yo soy el doctor y tú no tienes ni idea, el alcance de todo lo que te he hecho en la boca no lo sé y tampoco me importa, ya me pagaste el dinero ahora búscate la vida que tengo más pacientes que atender, lo siento no puedo hacer nada por ti. Si se te han movido los dientes es porque no has usado la funda de noche». La funda de noche se usa como garantía contra inconvenientes, debido a que con el paso del tiempo el paciente se olvida de ponérsela o le molesta y decide no usarla. Con todo ello, para protegerse aún más de futuras deformaciones te previenen diciendo que la dentadura tiene «memoria propia» y que durante toda la vida continúa moviéndose. Cosa que puede ser cierta, pero ahora esa memoria y continuo movimiento juega en tu contra, a mí en una ocasión me llegaron a decir que no podían hacer nada porque «La Ortodoncia no es una ciencia exacta». Acto seguido se levantó y me indicó donde estaba la salida. En este capítulo hemos hablado de la ortodoncia, de sus métodos y resultados a nivel anatómico-estructural, a partir de ahora hablaremos de su funcionamiento y resultados a nivel psicológico. Que después de un tratamiento de ortodoncia seas rechazado por tus amigos, hablar con apariencia de deficiencia mental (recordar el arco de retención detrás de los dientes inferiores con unos buenos emplastes de cemento impidiendo la movilidad de la lengua al hablar), tufamilia no te reconozca del todo, provoques repulsión al expresarte y que tu novia se esfume para siempre sin querer saber nada más de ti son el menor de tus problemas. Lo bueno viene ahora, con una descodificación mental, habiendo perdido el norte (rumbo personal y humano), nuevos apetitos florecientes de tendencias más que dudosas y un desequilibrio psicológico creciente díganme ustedes a donde van a ir. ¡Ah! Se me olvidaba, y sin tener ni idea de dónde ha venido todo esto, que lo sabes porque lo estoy contando aquí, porque si no andarías por ahí como un pelele. Sintomas psicológicos Debe de quedar claro que los trastornos psicológicos que genera un tratamiento de ortodoncia son efectos secundarios no deseados, pero que están íntimamente relacionado con el movimiento y transformación de las piezas dentales. De modo general podría decirse que comienza con un cambio de pensamiento en el cual el sujeto no es dueño de sus impulsos e inclinaciones. Es algo así como una llamada natural de nuestro cuerpo hacia nuevos estímulos que se confunde con la naturalidad de la vida. Estas nuevas necesidades se dan como algo natural, como algo que necesitamos, no como algo que queramos mentalmente como pueda ser un viaje a Egipto, que lo deseas pero no es una necesidad del cuerpo. Está relacionado con las necesidades biológicas como por ejemplo beber agua, el sujeto no piensa en beber agua sino que es un acto reflejo del cuerpo humano. De esta manera el cuerpo se siente atraído hacia nuevos estímulos que antes no tenía o que si los tenía estaban latentes. Con el movimiento de las piezas dentales todos estos sentimientos comienzan a despertar entre ellos podemos citar: 1.Miedo insuperable 2.Agresividad social 3.Realidad paralela 4.Homosexualidad 5.Hiperactividad 6.Masturbación compulsiva 7.Comportamiento infantil 8.Rigidez moral excesiva 9.Delirios 10.Otros Sólo he citado los sentimientos más comunes que he podido observar y contrastar desde la experiencia y a simple vista en individuos que han sufrido un tratamiento de ortodoncia. Para profundizar más habría que hacer un estudio detallado de los síntomas del individuo, pero de momento tómese esto como guía inicial. Por supuesto, muchos de estos sentimientos al no poder ser satisfechos porque no se ajustan al mundo real sino a una realidad paralela, pronto se convertirán en trastornos psicológicos. De modo que cada sentimiento dará al menos inicio a un trastorno: 1.Miedo insuperable Fobias 2.Agresividad social Personalidad 3.Realidad paralela Psicótico 4.Homosexualidad Sexual 5.Hiperactividad Esquizofrenia 6.Masturbación compulsiva Ansiedad 7.Comportamiento infantil Bipolar, Personalidad 8.Rigidez moral excesiva Estado de ánimo, Personalidad 9.Delirios Paranoia 10.Otros Otros Todos estos trastornos se pueden dar simultáneamente, produciéndose por la duración en el tiempo de un sentimiento/estimulo negativo. Voy a enumerar una serie de síntomas psicológicos característicos de trastornos mentales: •Apatía. Estado depresivo •Pensamiento catastrófico. Personas pesimistas como consecuencia estrés- ansiedad o depresión. •Culpar a los demás y a la situación. Baja autoconfianza-autoestima. •Problemas de concentración. Pensamientos recurrentes. •Rencor excesivo. No es capaz de aceptar situaciones dolorosas. •Sensación de vacío. (Trastorno del estado del ánimo) •Culparse a uno mismo. Baja autoestima, no enfrentarse a sus problemas. •Agotamiento mental. (Estrés o ansiedad) agotamiento psicológico, mental o emocional. •Sensación de fracaso. Episodios de confianza o autoestima baja. (intensa y dolorosa) •Preocupación constante. (Trastorno de ansiedad) •Inquietud. (ansiedad) Pérdida de objetividad y capacidad de pensar de manera lúdica. •Distanciamiento afectivo. (Trastorno del estado de ánimo y trastorno esquizoide) afecta notablemente a las relaciones interpersonales. •Sentimiento de amenaza. (Trastornos Psicóticos) Ejemplo de trastorno paranoide en el que todo el mundo está en su contra y quiere hacerle daño. •Sentimiento de inferioridad. Pensamiento de baja autoestima, una persona que es y se siente menos que los demás de manera permanente. •Sentimiento de estar fuera de control. Pérdida del equilibrio emocional permanentemente o transitorio. Sentimientos de su vida fuera de control. •Tristeza. (Trastorno depresivo) no es síntoma suficiente, pero si cuando se cronifica e impide el correcto funcionamiento de la vida de la persona. Sentimiento actual, sentirse mal. •Melancolía. Suceso triste en el que se relaciona momentos mejores en el pasado y nos hacen sentir mal en el presente. •Baja tolerancia la a frustración. Forma de pensar totalmente desadaptativa. Baja autoconfianza. Tiene que ver con que no nos enfrentemos a las distintas situaciones que se nos presentan en nuestra vida con éxito. •Desorientación. Confusión en cuanto al tiempo y lugar. Delirium Tremens. •Labilidad emocional. Es la inadecuada expresión afectiva, ejemplo risas desproporcionadas, llantos inapropiados. •Somnolencia. Sentimiento de cansancio, pesadez y sueño que suele aparecer cuando la persona tiene un bajo estado anímico. Puede ser un efecto secundario de psicofármacos del tratamiento de un trastorno o patología. •Insomnio. (Ansiedad, preocupación, estrés o problemas en su vida) Incapacidad de dormir. Además, los problemas derivados de la experimentación del trastorno pueden producir más estrés al tener más preocupaciones. •Irritabilidad. Respuesta exagerada a los estímulos. Puede manifestar cambios de humor. Estado de ánimo con predisposición a los enfados que generan estrés. •Miedo irracional. (Fobia) se relaciona con las fobias. Es un miedo aprendido, que no es real con un fin anticipatorio. Lo crea un pensamiento imaginario, distorsionado y catastrofista. •Sentirse como la víctima. Autoestima poco resistente. La persona se hace la victima de forma habitual como manera de gestionar la ira y el enojo. Respuesta esquiva a corto plazo, a la larga tiene problemas interpersonales. •Sentirse sólo. Soledad es un estado mental negativo vinculado a los sentimientos de incomprensión, tristeza e inseguridad. La persona percibe que los demás no le comprenden (comparten valores y gustos). Esta incomprensión percibida por los demás hace que aparezca una sensación subjetiva de aislamiento. Puede llegar a tener problemas de salud e higiene y de alimentación. También tiene consecuencias psicológicas. •Querer hacer daño a otros. La rabia y la frustración pueden crear un estado mental de venganza o querer hacer daño a los demás. •Despersonalización. Estado psíquico caracterizado porque se siente extraño a sí mismo, a su cuerpo o al ambiente que le rodea. •Falta de esperanza respecto al futuro. Por falta de motivación o de objetivos vitales una persona no pueda visualizar su futuro de forma positiva. Esto le generará serios problemas. •Bloqueos psicológicos. El bloqueo mental es una barrera que puede ponerse una persona y puede dificultar su propio avance. •Otros Para identificar un trastorno se deben de dar al menos cinco síntomas relacionados con el trastorno en cuestión. También es frecuente que existan dos trastornos o más a la vez, con lo que los síntomas estarán enmascarados unos con otros. Dada la naturaleza de los trastornos que abordamos aquí éstos no pueden combatirse como enfermedades mentales sino como un trastorno orgánico que fue la causa original generadora de los demás trastornos. De nada sirve atiborrar de pastillas a los pacientes derivados de un tratamiento de ortodoncia, cuando la causa generadora de los trastornos viene provocada por un problema anatómico-estructural, con ello sólo conseguiremos anular su mente sin solucionar el problema del paciente. Si de verdad queremos recuperar al paciente o acercarlo lo más posible a la mejoría se deberá revertir el proceso de la ortodoncia ajustándolo lo mejor posible a su estructura dental original. Se debe de tener muy en cuenta la relación causa-efecto entre los tratamientos dentales
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