Logo Studenta

ortodoncia-enfermedad-del-siglo-xxi

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

ORTODONCIA	JAQUE	MATE	A	LA	PSICOLOGÍA
Primera	edición:	2020
ISBN:	9788417887162
ISBN	e-book:	9788418073960
©	del	texto:
Nelson	Barroso	B.
©	de	las	fotografías	del	interior:
Shutterstock
©	de	los	gráficos	del	interior:
Elaboración	propia
©	de	esta	edición:
CALIGRAMA,	2020
www.caligramaeditorial.com
info@caligramaeditorial.com
Impreso	en	España	–	Printed	in	Spain
Quedan	prohibidos,	dentro	de	los	límites	establecidos	en	la	ley	y	bajo	los
apercibimientos	legalmente	previstos,	la	reproducción	total	o	parcial	de	esta	obra
por	cualquier	medio	o	procedimiento,	ya	sea	electrónico	o	mecánico,	el
tratamiento	informático,	el	alquiler	o	cualquier	otra	forma	de	cesión	de	la	obra
sin	la	autorización	previa	y	por	escrito	de	los	titulares	del	copyright.	Diríjase	a
info@caligramaeditorial.com	si	necesita	fotocopiar	o	escanear	algún	fragmento
de	esta	obra.
Dedicado	a	todas	las	víctimas	arrasadas	por	esta	enfermedad,	a	las	que	la
sufren	diariamente,	a	sus	familias	y	amigos.
Introducción	11
La	sonrisa	15
Los	efectos	secundarios	23
Felicidad	en	nuestro	tiempo	33
Un	problema	perpétuo	39
La	perfección	43
Otra	víctima	más	45
Creando	sonrisas	53
Sintomas	psicológicos	61
Trastornos	psicológicos	69
Sintomatología	de	trastornos	79
Teoria	del	estado	de	equilibrio	mental	89
Un	hombre	llamado	Peter	Pan	97
Los	lobos	huelen	la	carne	fresca	101
El	caso	de	las	manzanas	verdes	109
Homenaje	a	una	víctima,	Amy	Winehouse	117
Se	ve	algo	de	luz	121
A	los	expacientes	123
Bibliografía	127
Introducción
En	este	siglo	XXI	de	felicidad,	gozo	y	pasiones	sería	una	mala	jugada	no	poder
disfrutar	de	esa	felicidad,	gozo	y	pasiones,	sería	algo	así	como	quedarse	fuera	de
la	fiesta.	Así	como	las	personas	son	aceptadas	socialmente	por	grado	de
felicidad,	también	pueden	ser	excluidas	por	infelicidad.	Es	importante	de	qué
lado	estar	porque	la	vida	es	muy	larga	y	la	gratitud	o	el	desgaste	que	se	sufra
condicionará	nuestro	modo	de	vida.	A	todos	nos	gustaría	disfrutar	a	tope	de	la
‹‹fiesta	de	la	vida»,	divirtiéndonos,	disfrutando	y	viviendo	al	fin	y	al	cabo,	por	el
contrario	podemos	quedarnos	por	fuera	mirando,	pasando	frío	y	de	todo,
preguntándonos	que	ocurre,	por	qué	nosotros	no.	¿Qué	es	lo	que	determina	que
una	persona	pueda	entrar	a	la	fiesta	de	la	vida,	salir,	volver	a	entrar	y	disfrutar	de
todas	sus	emociones?	¿Cuál	es	ese	factor?	¿Qué	es?
Haciendo	una	analogía	con	la	vida	de	a	pie,	para	entrar	en	un	local	nocturno
debemos	identificarnos,	a	menudo	visualmente,	y	en	caso	de	duda	mediante	el
DNI.	Por	supuesto	que	si	se	nos	es	requerido	este	documento	y	no	lo	llevamos
nuestra	entrada	en	el	local	se	puede	ver	comprometida.	Pues	en	la	fiesta	de	la
vida	es	igual,	para	entrar	se	requiere	el	«DNI	o	pasaporte»	si	usted	lo	lleva,	lo
dejarán	entrar	y	si	no	quedará	por	fuera	asistiendo	al	goce	de	los	demás.
Pero…	¿cuál	es	ese	documento	que	la	vida	te	exige	para	entrar	en	su	fiesta?
Pensemos	cual	puede	ser,	será	una	gran	fortuna	con	mucho	dinero	es	seguro	que
la	vida	nos	reconocerá	como	triunfadores	y	nos	dejará	pasar.	No	va	a	ser,
supongamos	que	estuviéramos	enfermos,	aunque	tuviéramos	todo	el	dinero	del
mundo	esto	no	nos	garantiza	disfrutar	de	la	fiesta	de	la	vida.	Podríamos	estar
aquí	teorizando	horas	y	horas	a	cerca	de	ello	y	lo	demostraré	a	lo	largo	de	éste
libro	ya	que	es	algo	tan	simple	y	tan	complejo	a	la	vez.	Lo	que	la	vida	exige	para
entrar	a	su	fiesta	es	la	sonrisa.
Qué	cosa	tan	ridícula,	para	nosotros	los	mortales,	sin	embargo	la	vida	sabe	con
nuestra	sonrisa	si	somos	felices,	si	mentimos,	si	le	hemos	mentido	y	si	somos
aptos	o	no.	Así	tu	sonrisa	es	tu	pasaporte,	podemos	viajar	por	el	mundo	y	la	vida
siempre	podrá	comprobar	quiénes	somos	en	cualquier	lugar	del	mundo.	Esto	los
ortodoncistas	lo	saben	bien	y	saben	también	que	esto	se	vende	sólo,	por	ello	las
clínicas	de	estos	tratamientos	se	extienden	como	una	mala	yerba.
Bien,	llegados	a	este	punto	usted	amigo	lector	se	preguntará	si	«mi	sonrisa	es	mi
pasaporte»	yo	tengo	una	sonrisa,	entonces	puedo	entrar	a	la	fiesta	de	la	vida.
Exactamente	y	disfrutar	de	todas	sus	comodidades:	conocer	gente,	empatizar,
divertirse	con	los	amigos…disfrutar.	Sus	padres	le	pasaron	a	usted	su	pasaporte,
así	como	a	ellos	les	fue	pasado	de	los	suyos	y	así	sucesivamente.	Lo	que	es
imprescindible	es	que	sea	el	original,	el	que	la	vida	les	expidió,	nada	de
imitaciones,	falsificaciones	o	modificaciones	realizadas	a	posteriori,	a	la	vida	no
se	le	puede	engañar	ocurre	lo	mismo	que	si	falsificamos	o	modificamos	nuestro
DNI	o	pasaporte	expedido	por	el	gobierno,	que	ya	no	es	válido.
Pero	entonces,	¿cuál	es	la	enfermedad	del	siglo	XXI	y	sus	consecuencias?	Esta
enfermedad	no	es	natural.	Debemos	afrontarla	como	una	enfermedad	creada	por
el	hombre,	como	una	enfermedad	artificial,	no	es	biológica	no	ha	existido	nunca,
es	la	más	fácil	y	la	más	compleja	de	eliminar	a	la	misma	vez.	La	producen	en
masa	los	«creadores	de	sonrisas»,	estas	personas,	los	ortodoncistas	con	su
invento	más	innovador:	La	Ortodoncia.
Querido	lector	usted	puede	pensar,	¿cómo	va	a	ser	esto	cierto?	¿Si	fuera	verdad
el	gobierno	lo	hubiera	prohibido?	Lo	cierto	es	que	es	la	enfermedad	del	siglo
XXI	y	todavía	no	ha	sido	descubierta.	De	la	atrocidad	y	devastación	que	genera
no	hay	nada	escrito,	puede	considerarse	usted	un	privilegiado	al	disponer	de	este
libro	para	no	caer	en	este	asunto	y	si	ha	caído	ya,	al	menos	ser	consciente	de	ello
y	tratar	de	atenuarlo.	Por	ello	quiero	que	estas	letras	sirvan	como	guía	para
aquellos	que	decidan	investigar	sobre	esta	enfermedad	más	en	profundidad	y	con
más	medios,	ya	que	los	míos	son	muy	limitados	y	jamás	abarcarán	la	gran
empresa	que	a	esta	cuestión	le	corresponde.	A	ellos	les	garantizo	que	no
quedarán	decepcionados	sobre	un	tema	de	total	actualidad	y	repercusión	social	a
todos	los	niveles.
¿Cómo	puede	ser	esto	cierto?	Es	absurdo	pensar	que	una	práctica	que	te	alinea
los	dientes	y	te	corrige	las	«imperfecciones»	bucales	sea	nociva	para	la	salud.
Por	muy	absurdo	que	parezca	lo	es,	voy	a	dar	varias	razones:
Primero:	el	cuerpo	humano	es	perfecto	aún	con	sus	imperfecciones.	Cada	órgano
de	él	ha	ido	evolucionando	durante	miles	de	años	para	la	adaptación	a	la
Naturaleza.
Segundo:	Cada	parte	de	nuestro	cuerpo	y	su	forma	obedece	a	una	función	en	la
mejor	manera	posible.
Tercero:	No	hay	nadie	más	sabio	que	la	vida.	Si	hubiera	sido	necesario	un	sexto
dedo	en	vez	de	cinco,	lo	hubiéramos	tenido	y	si	cinco	hubieran	sido	demasiados
contaríamos	sólo	cuatro.
Cuarto:	La	modificación	y	alineamiento	de	los	dientes	además	de	su	efecto
visual,	tiene	también	un	efecto	psicológico	en	el	individuo.	Quiere	decir	esto,
que	cuando	movemos	piezas	bucales	variamos	a	la	misma	vez	las	partes
psicológicas	asociadas	a	esas	piezas.
Esto	no	es	algo	tan	descabellado	como	parece,	la	acupuntura	con	los	puntos	de
presión	sobre	el	cuerpo	es	de	sobra	conocida,	presionando	sobre	puntos
específicos	del	cuerpo	podemos	aliviar	dolencias	de	los	órganos	asociados	a
dichos	puntos.	Si	quiere	saber	más	o	sigue	sin	creerse	demasiado	todo	esto,	le
invito	a	que	continúe	leyendo	y	así	pueda	sacar	usted	sus	propias	conclusiones
más	adelante.	Quizá	en	su	familia,	sus	hijos	hayan	iniciado	un	tratamiento	de
ortodoncia	y	no	comprende	«lo	que	les	pasa».	Por	el	contrario	si	ya	has	iniciado
un	tratamiento	de	ortodoncia	te	invito	a	que	lo	paralices	lo	antes	posible	e	intenta
no	finalizarlo	con	la	esperanza	de	reducir	al	mínimo	sus	fatales	consecuencias.
Si	ya	lo	has	finalizado,	siento	comunicarte	que	no	puedes	hacer	nada	para
deshacerlo	ni	«volver	atrás».	Daré	unos	consejos	más	adelante	para	sobrellevarlo
lo	mejor	posible,	pero	ten	esto	en	cuenta	los	problemas	han	comenzado.
La	sonrisa
¿Qué	piensa	una	persona	cuando	decide	comenzar	un	tratamiento	de	ortodoncia?
Supongo	que	lo	que	busca	es	corregir	esas	imperfecciones	dentales	para	que	su
sonrisa	sea	más	grata,	más	amable	y	en	general	ganar	en	aceptación	social.	Tener
más	y	mejores	amigos	y	amigas,	y	¿por	qué	no?	Una	novia	más	guapa	o	según
los	casos	simplemente	una	novia.
Está	claroque	una	sonrisa	bonita,	agradable,	limpia,	es	una	buena	carta	de
presentación	para	cualquier	persona.	Imaginemos	una	persona	que	se	nos	acerca
a	nosotros,	empezamos	a	hablar	con	ella	sea	chico/a	y	de	repente	sonríe	y	tiene
los	dientes	medio	podridos	a	causa	de	la	droga	o	quizá	intenta	no	sonreír	porque
oculta	algo	que	no	quiere	que	veas	en	su	boca,	ese	gesto	de	ocultación	te	hace
desconfiar	porque	intenta	esconder	algo	que	tú	quieres	ver,	su	sonrisa.
¿Por	qué	deseamos	ver	la	sonrisa	de	la	otra	persona?	¿Qué	nos	incita	a	ello?
Debe	de	haber	algo	antropológico	entre	los	seres	humanos	que	determine	que
para	que	haya	una	buena	relación	entre	dos	personas	deben	presentarse	sus
sonrisas.	Algo	así	como	para	los	perros	olerse	el	trasero.
Así	cuando	las	personas	sonríen	comparten	información	entre	ellos,	información
que	necesitan	para	determinar	si	quieren	seguir	adelante	con	la	relación	(no	tiene
por	qué	ser	amorosa).	Esta	información	es	muy	amplia	acerca	de	la	persona,	en
la	sonrisa	podemos	encontrar	información	sobre	gustos	(manchas	de	café	o
tabaco),	hábitos	(limpieza	de	dientes),	familia	(parentesco,	padres),	lugar	de
procedencia	(características	de	un	grupo	en	una	zona),	experiencias	vividas
(diente	roto),	estado	emocional	(sonrisa	triste	o	alegre),	estado	psicológico
(sonrisa	incoherente),	personalidad	(atrevido	o	tranquilo),	etc.	Se	ve	que	no	es
poca	la	información	que	una	sonrisa	puede	aportar.
Supongamos	que	pertenecemos	al	equipo	de	recursos	humanos	de	una	empresa	y
estamos	buscando	una	persona	para	un	puesto	de	trabajo	cara	al	público.
Realizaremos	una	selección	de	personal	para	encontrar	a	la	persona	adecuada:
El	primer	candidato	con	el	que	estamos	intentando	mantener	una	conversación
observamos	que	no	sonríe	cuando	debería,	quizá	por	timidez	no	se	sabe,	nosotros
trataremos	de	animarle	a	que	lo	haga:
—Venga	sonríe	un	poco	no	pasa	nada,	esto	no	es	un	tribunal	de	justicia	si	tienes
los	dientes	manchados	da	igual	es	natural,	a	mucha	gente	le	pasa.
—No	de	verdad,	prefiero	no	hacerlo	me	da	mucha	vergüenza.
Aquí	tenemos	ya	información	sobre	la	personalidad	de	nuestro	individuo:	es
reservado,	tímido,	vergonzoso	y	posible	cobarde.	¿En	qué	grado?	Pues	cuanto
más	rehúse	de	hacerlo,	más	lo	será.	Observamos	que	no	ha	sonreído	al	final	y	ya
podemos	crearnos	un	perfil	de	esa	persona.	Perfil	que	no	servirá	para	el	puesto
de	trabajo	en	el	que	se	solicitamos	una	persona	cara	al	público	y	que	este
individuo	no	reúne	los	requisitos	para	desenvolverse	bien	en	el	puesto	de	trabajo.
Aunque	esta	persona	necesitara	el	trabajo,	por	sus	condiciones	personales	no	es
apto	para	ese	puesto	en	cuestión.	Lo	más	adecuado	sería	recomendarle	que
busque	un	trabajo	acorde	a	sus	capacidades	tales	en	este	caso,	como	ayudante	en
segundo	plano	o	en	algún	lugar	donde	no	tenga	trato	directo	con	el	cliente.
Por	supuesto	que	ésta	persona	podría	ser	tan	válida	como	cualquier	otra,	pero	no
le	es	natural,	si	quiere	llegar	a	ese	puesto	tiene	que	trabajar	técnicas	de	venta,	de
psicología,	etc.,	y	aun	así	al	cabo	de	los	años	puede	que	se	sienta	vacía,	que	no
esté	a	gusto	con	el	trabajo	que	desempeña	y	quisiera	escapar	del	capitalismo	que
consume	su	vida	y	no	le	permite	desarrollar	todo	su	potencial	porque	él/ella	es
una	persona	muy	válida	y	merece	ser	libre.	No	hacía	falta	pelearse	con	el	mundo,
lo	único	que	tenía	que	hacer	era	cambiar	de	trabajo.
Hay	también	otro	caso	para	el	mismo	tipo	de	trabajo,	pero	esta	vez	es	una	chica
vestida	a	la	moda	con	tatuajes,	piercings	y	bastante	desenvuelta:
—Que	tal,	¿crees	que	estás	capacitada	para	el	puesto	de	trabajo?
—Desde	luego	que	si	tal,	yo	he	trabajado	cara	al	público	durante	diez	años	y
podría	venderle	una	nevera	a	un	esquimal.	—	Después	de	decir	esto	se	ríe/sonríe
de	forma	incoherente	masticando	chicle.
Sin	atender	a	qué	apariencia	tenga	su	sonrisa,	en	este	caso	podemos	diagnosticar
sin	miedo	a	equivocarnos	que	esta	chica	tiene	algún	problema	psicológico.	Con
esa	risa/sonrisa	final	incoherente	intenta	caer	simpática	y	ser	agradable	pero	lo
que	deja	entrever	es	que	no	sabe	actuar	normalmente,	es	nerviosa,	posible
adicción	a	las	drogas,	inestabilidad	emocional...Parece	que	como	candidata	al
puesto	de	trabajo	no	va	a	ser	posible.	Quiero	aclarar	que	nuestro	puesto	de
trabajo	puede	ser	un	comercial	tipo	estándar	de	productos	de	consumo	tales
como	móviles,	perfumes,	electrodomésticos,	etc.	Quizá	esta	chica	pueda	ser	una
buena	comercial	de	otro	tipo	de	productos	underground	tales	como	piercings,
tatuajes,	productos	de	rock	y	todo	lo	relacionado.
Veamos	otro	caso,	el	tercer	candidato:	Chica	también,	vestida	normal,	simpática
en	principio,	agradable	y	con	buena	disposición.
—Que	tal	buenos	días,	¿te	sientes	capacitada	para	este	trabajo?
—Creo	que	sí,	lo	que	tengo	que	hacer	es	mostrar	el	producto,	hablar	de	sus
características	y	ser	agradable.	Sonríe	también	al	final.
Ahora	nuestro	entrevistador	se	fija	en	su	sonrisa	en	busca	de	más	información
acerca	de	ella,	sus	dientes	están	blancos,	tiene	unas	pequeñas	imperfecciones	en
ellos,	lo	que	denota	que	no	ha	llevado	corrector	y	su	sonrisa	es	agradable.	Parece
que	hemos	encontrado	una	candidata	para	nuestro	puesto	de	comercial.	Por	su
apariencia	podemos	advertir	que	lleva	ropa	limpia,	se	cuida,	es	agradable,
educada	e	inteligente.	Por	su	sonrisa	parece	que	todo	le	va	bien,	parece	no	tener
problemas	psicológicos,	parece	no	tener	problemas	con	las	drogas,	se	siente	feliz
y	tiene	buena	disposición	para	el	trabajo.
Como	se	puede	apreciar	proyectamos	información	sobre	nosotros	a	cada	paso
que	damos,	eso	no	quiere	decir	que	sea	buena	ni	mala,	sólo	proyectamos
información.	Cuando	nos	gusta	y	queremos	conocer	más	acerca	de	una	persona
entonces	interactuamos	con	ella	y	la	sonrisa	es	esa	segunda	fuente	de
información,	también	puede	ser	la	primera	según	los	casos.	Anteriormente	en	el
primer	candidato	esa	segunda	información	no	la	quiso	mostrar,	descartándolo	en
el	acto.	El	segundo	candidato;	la	chica	tatuada,	al	ser	poco	educada,	con	un
lenguaje	ordinario	y	expresiones	de	mal	gusto,	la	información	de	su	sonrisa	sólo
vendría	a	confirmar	sus	malos	gustos	y	faltas.	La	tercera	candidata	habla
normalmente	y	muestra	esa	información	al	entrevistador	demostrando	que	no
tiene	miedo	a	mostrar	su	sonrisa	y	sobre	todo	que	se	siente	orgullosa	de	hacerlo,
dando	impresión	de	que	se	siente	feliz	y	todo	ello	empieza	con	su	sonrisa	y	se
extiende	al	resto	de	su	cara	aportando	una	sensación	de	calidez	y	buena	salud.
Una	persona	sin	sonrisa	en	la	cara	es	una	persona	triste,	sin	pasiones,	adolecida	o
quizá	enferma.	Es	todo	lo	malo,	lo	que	nadie	quisiera	para	sí.	Debemos	evitar
este	tipo	de	emociones	porque	se	extenderán	por	nuestro	cuerpo	como	una	mala
yerba	llegando	incluso	a	hacernos	enfermar.	Tampoco	vamos	a	estar	todo	el	día
con	una	sonrisa	en	la	cara	como	si	viviéramos	en	el	«país	de	la	piruleta»,	pero
esa	chispa	de	vida	siempre	debe	permanecer,	esa	ilusión.	Este	libro	trata	de	eso,
de	que	nadie	apague	nuestra	chispa	de	vida.	Aunque	existen	muchos	tipos	de
sonrisas	documentadas	veremos	las	más	características:
1.Sonrisa	natural	o	Duchenne.	Causada	por	una	vida	normal	de	una	persona	con
una	familia	estable,	sin	problemas	emocionales/psicológicos,	gozando	de	buena
salud	y	con	buenas	relaciones	sociales.	Se	estima	verdadera,	auténtica,	ideal,	de
buenos	sentimientos	e	intenciones.	Se	puede	identificar	porque	es	una	sonrisa
amplia	que	ilumina	la	cara	y	la	hace	resplandecer,	en	seguida	cualquiera	se	da
cuenta	de	que	disfruta	de	buena	salud	y	de	la	vida,	es	una	sonrisa	constante
difícil	de	borrar,	envidiable.	Aunque	los	dientes	no	estén	alineados	o	haya
deformaciones,	evoca	una	sensación	agradable,	es	más,	refuerza	la	idea	de
persona	auténtica	que	acepta	sus	imperfecciones	con	optimismo	y	crea	un
vínculo	de	confianza	con	sus	interlocutores,	transmite	fuerza.
2.Sonrisa	falsa	o	forzada.	Este	tipo	de	sonrisas	la	utilizan	mucho	las	personas	de
las	altas	esferas	(políticos,	banqueros,	abogados,	médicos,	etc.)	que	sólo	esperan
sacar	un	beneficio	económico	de	usted.	Tambiénla	utiliza	la	gente	corriente	con
puestos	de	trabajo	cara	al	público	(comerciantes,	representantes,	etc.).	Se	puede
identificar	porque	es	una	sonrisa	que	decae,	no	se	mantiene	en	el	tiempo	y	lo
hace	de	forma	brusca.	A	parte	no	se	corresponde	con	el	diálogo	que	se	lleve,	a
veces	muestra	los	dientes	inferiores,	ojos	abiertos,	tensión	labial	exagerada.
Denota	inseguridad,	complacencia,	falsa	amistad,	empatía	transitoria,	intereses
ocultos,	desconfianza.	Este	tipo	de	sonrisas	intenta	emular	a	la	sonrisa	natural
que	por	motivos	personales	o	por	falta	de	confianza	no	se	puede	materializar.	Es
frecuente	en	ordenamientos	bucales	bien	alineados	artificialmente	como	prótesis,
implantes	dentales	u	ortodoncias,	transmite	debilidad.
3.Sonrisa	miserable.	Es	una	sonrisa	a	media	asta	que	indica	aceptación	o
benevolencia.	A	menudo	relacionada	con	malas	noticias	o	situaciones	que	no
queda	más	remedio	que	aceptar.	La	usan	usualmente	los	trabajadores	y	personas
que	pertenecen	a	una	jerarquía	de	mando,	indica	sumisión.	Es	una	sonrisa	de
resignación,	de	dolor,	de	disfrutar	poco,	usada	más	a	menudo	por	personas
adultas.	Puede	ser	sincera	o	falsa,	según	el	interlocutor	caiga	mejor	o	peor,
transmite	sumisión.
4.Sonrisa	neutra.	(Observada	por	mi)	Se	puede	relacionar	con	la	sonrisa	de
soledad	(cuando	estamos	solos	con	nuestros	problemas,	miedos	y
preocupaciones).	Este	tipo	de	sonrisas	es	el	resultado	de	sufrir	un	tratamiento	de
ortodoncia.	Es	la	sonrisa	de	la	seriedad	absoluta	(sin	sentimientos)	como	de
haber	perdido	algo	valioso,	de	desilusión,	hay	una	falta	de	empatía,	los	músculos
faciales	han	quedado	sin	vida	y	permanecen	inertes.	La	vida	de	la	persona	se	ha
evaporado	y	el	reflejo	en	su	cara	es	más	que	evidente.	La	tristeza	se	adueña	de	la
cara	y	las	relaciones	sociales	huyen	despavoridas.	Se	relaciona	con	la	muerte,
pérdidas	de	personas	muy	allegadas,	malos	augurios,	fatalidad,	desastre,
pérdidas	de	todo	tipo…	Puede	aparecer	el	trastorno	depresivo	y	de	ansiedad,	a
este	estado	se	le	conoce	como	estar	estancado,	transmite	inestabilidad
psicológica.
Los	efectos	secundarios
¿Cómo	de	importantes	son	los	efectos	secundarios	de	cualquier	producto?
En	realidad,	lo	son	más	que	el	propio	producto,	debido	a	que	si	tiene	efectos
secundarios	adversos	no	se	comercializará	o	provocará	su	retirada	del	mercado.
Tomemos	como	ejemplo	el	caso	de	los	medicamentos.	¿Quién	tomaría	un
medicamento	con	efectos	secundarios	que	causaran	disfunciones	orgánicas	o	la
muerte?	Nadie	supongo,	en	su	sano	juicio.	La	Agencia	Estatal	de	Medicamentos
(AEMPS)	analiza	y	vigila	los	medicamentos	con	el	fin	de	encontrar	efectos
secundarios	adversos	o	nocivos	para	la	salud.	Así	pues,	a	la	hora	de	sacar	un
nuevo	producto	al	mercado	este	debe	de	haber	sido	probado	con	resultados
satisfactorios.
En	el	caso	que	nos	atañe,	¿Puede	un	tratamiento	de	ortodoncia	tener	efectos
secundarios?	Piénselo	detenidamente.	Es	posible	que	nos	produzca	hipertensión,
nerviosismo,	nos	aparezca	algún	tipo	de	fobia,	hinchazón,	ansiedad…
¿Usted	se	sometería	a	algún	tratamiento	de	ortodoncia	que	le	dejara	como
efectos	secundarios,	trastornos	psicológicos	que	le	imposibilitaran	disfrutar	de
una	vida	normal?	La	respuesta	es	obvia,	por	supuesto	que	no.
A	priori	no	está	tan	clara	la	respuesta,	pues	¿Conoce	usted	la	existencia	de	estos
efectos	secundarios?	En	cualquier	caso,	si	usted	se	presenta	en	una	clínica	dental
y	pregunta	por	ellos	le	dirán	obviamente	que	no.	El	ortodoncista	le	diría:	«el
tratamiento	de	ortodoncia	es	totalmente	inocuo	para	la	salud	del	paciente.	Quizá
pueda	sentir	molestias	al	principio,	pero	es	totalmente	normal».
Pero	y	la	salud	psicológica,	¿Afectará	de	algún	modo	tener	todos	los	dientes
alineados	artificialmente	a	mi	salud	psicológica?	Sin	estudios	e	investigaciones
previos	es	imposible	de	saber.	De	hecho,	no	hay.	Los	estudios	que	existen	son	a
nivel	anatómico-estructural,	es	decir,	las	interacciones	del	hueso	con	las	raíces
de	los	dientes,	movimientos	entre	ellos,	técnicas	de	desplazamiento,	técnicas
para	el	apiñamiento,	uso	de	herramientas	y	métodos.	Como	no	sabemos	si	existe
un	factor	psicológico,	les	voy	a	proponer	algo.	Vamos	a	llegar	por	nosotros
mismos	a	una	conclusión	atendiendo	cómo	otros	factores	influyen	en	la
psicología	humana.
Tomemos	por	ejemplo	los	colores.	La	cromatología	es	la	ciencia	que	estudia	el
color.	El	color	tiene	sobre	nosotros	la	capacidad	de	generar	sensaciones	y
sentimientos	de	manera	subliminal.	Así	ante	el	mismo	estímulo	del	color
podemos	reaccionar	de	modo	diferente.	Se	conoce	como	psicología	del	color	y
nos	afecta	a	todos	los	seres	humanos	por	igual,	excepto	a	los	daltónicos,	ellos
van	al	revés.
Los	colores	más	comunes	y	sus	efectos	psicológicos	son:
•Azul:	El	color	de	la	simpatía,	la	armonía	y	la	fidelidad,	pese	a	ser	frío	y
distante,	inspira	sentimientos	de	amistad,	confianza,	concentración,	descanso…
•Rojo:	El	color	de	todas	las	pasiones,	del	amor	al	odio.	Se	relaciona	este	color
con	el	amor,	el	odio,	el	calor,	la	pasión,	el	peligro…
•Amarillo:	Es	el	color	más	contradictorio,	el	optimismo	y	los	celos.	Se	relaciona
con	la	diversión,	el	buen	humor,	la	energía,	la	traición…
•Verde:	El	color	de	la	fertilidad,	la	esperanza	y	la	Naturaleza.	Es	un	color
intermedio.	Se	relaciona	con	lo	natural,	lo	sano,	la	tranquilidad,	confianza…
•Negro:	Color	del	poder,	de	la	violencia	y	de	la	muerte.	Es	el	color	de	la
negación	y	de	la	elegancia.	Transmite	duelo,	muerte,	maldad,	misterio…
•Blanco:	El	color	de	la	inocencia.	Es	el	color	del	bien,	refleja	la	pureza,	la
verdad,	el	blanco	es	vacío,	ligero,	siempre	está	arriba…
•Naranja:	El	color	de	la	diversión	y	del	budismo.	Exótico	y	llamativo.	Se
relaciona	con	el	gusto,	lo	original,	lo	aromático,	el	sabor...
•Violeta:	El	color	púrpura	del	poder	al	color	de	la	teología,	la	magia,	el
feminismo	y	el	movimiento	gay.	Se	relaciona	con	la	devoción,	magia,	moda,	lo
artificial…
•Rosa:	Dulce	y	delicado,	escandaloso	y	cursi.	Despierta	sensaciones	de
romanticismo,	ilusión,	feminismo,	erotismo,	desnudez…
•Oro:	Color	que	representa	el	dinero,	la	felicidad	y	el	lujo.	Se	relaciona	con	la
felicidad,	el	orgullo,	la	solemnidad,	la	belleza,	la	fama…
•Plata:	El	color	de	la	velocidad,	del	dinero	y	de	la	Luna.	Se	asocia	con	lo
moderno,	la	elegancia,	el	dinamismo,	personal,	claro,	intelectual...
•Marrón:	Color	de	lo	acogedor,	de	lo	corriente	y	la	necedad.	Color	de	pobres.
Transmite	fealdad,	apatía,	anticuado,	pereza,	antipático…
•Gris:	Color	del	aburrimiento,	sin	carácter,	sentimientos	sombríos,	de	lo
desapacible	y	la	crueldad.	Se	relaciona	a	la	soledad,	lo	reflexivo,	la	honradez…
Los	colores	inciden	sobre	nosotros	subliminalmente	en	nuestro	estado	de	ánimo
reforzándolo	o	debilitándolo.	Así	si	usted	es	una	persona	dinámica	y	divertida,	y
la	decoración	de	su	oficina	de	trabajo	es	marrón	y	gris,	esos	sentimientos	de
pesadez,	apatía,	soledad,	que	desprende	la	decoración	irán	poco	a	poco	formando
parte	de	usted.	Puede	llegar	el	punto	en	que	le	resultara	agobiante	ir	a	su	trabajo
o	decidiera	dejarlo.
Esto	es	totalmente	cierto,	muchos	autores	han	estudiado	los	colores	y	su	relación
con	el	ser	humano.	Los	más	conocidos	son	Goethe	en	la	«Teoría	del	color»,	Eva
Heller	en	su	«psicología	del	color».	Esto	tiene	muchas	aplicaciones	en	la	vida
real	como	por	ejemplo	en	los	quirófanos,	que	los	cirujanos	vayan	de	color	verde
no	es	una	casualidad	ya	que	el	verde	transmite	un	sentimiento	de	tranquilidad	y
confianza.	Si	usted	estuviera	como	paciente	en	un	quirófano	y	los	cirujanos
vistieran	de	color	rojo	pasión,	¿se	dejaría	usted	operar	tranquilamente?
De	aquí	se	deduce	que	los	colores	producen	sentimientos	y	reacciones	sobre	las
personas,	aun	siendo	una	fuente	de	estímulos	externa	a	nuestro	cuerpo.	En	una
operación	invasiva	en	nosotros,	como	es	un	tratamiento	de	ortodoncia,	donde	se
producen	movimientos	de	dientes,	alineamientos	y	cambio	de	mordida,	deben	de
producirse	sentimientos	y	reacciones	asociados.	Pues	es	más	inherente	a
nosotros	que	la	percepción	de	los	colores.	Pensando	de	manera	lógica:	Si	algoajeno	a	nuestro	propio	cuerpo	puede	inducirnos	estados	psicológicos,	algo	que
actúa	dentro	de	nuestro	propio	cuerpo	también	lo	hará.
Creo	que	ha	quedado	bastante	claro	que	alguna	reacción	producirá	en	nosotros	a
priori.	Veamos	otro	ejemplo	en	que	un	estímulo	puede	cambiar	nuestra	forma	de
pensar	y	alterar	nuestra	conducta.	Esta	vez	el	estímulo	estará	implícito	en
nosotros	como	puede	ser	un	dolor	de	muelas.
Un	señor	tiene	una	hija	que	no	quiere	que	vaya	a	una	fiesta	organizada	por
jóvenes	mucho	mayores	que	ella.	Esa	hija	lleva	toda	la	semana	insistiendo	en	ir	a
la	fiesta	y	este	señor	está	totalmente	opuesto	a	que	vaya.	Entonces	un	dolor	de
muelas	intenso	se	le	presenta	al	señor.	Pasa	toda	la	noche	con	latidos	y	apenas
duerme.	Amanece	con	la	cara	inflamada,	sin	poder	comer	ni	masticar.	La	hija
vuelve	a	insistir	en	su	afán	por	ir	a	esa	celebración.	El	señor	agobiado	por	la
situación,	cede	y	permite	que	su	hija	vaya	donde	quiera	ir.	Puede	que	el	señor	se
sienta	molesto	y	alterado	por	la	situación	y	responda	algo	así:	—	«¿Quieres	ir?
Pues	vete,	y	déjame	en	paz»
En	este	ejemplo	se	observa:	1.	Al	señor	le	da	igual	que	su	hija	ahora	vaya	a	la
fiesta	hay	un	«cambio	de	pensamiento»,	2.	Por	las	circunstancias	el	señor	está
irascible,	hay	un	«cambio	de	actitud»	y	3.	Permite	que	su	hija	vaya	a	la	fiesta,
hay	«un	cambio	de	conducta.»	Un	estímulo	interno	en	el	propio	cuerpo	del
individuo,	ha	cambiado	su	forma	de	pensar,	comportarse	y	actuar	aunque	sea	de
manera	transitoria.	El	señor	no	quería	hacer	algo,	pero	las	circunstancias	le	han
obligado	a	hacerlo,	y	ha	actuado	de	manera	que	no	hubiera	hecho	en	condiciones
normales.	De	aquí	se	desprende	otro	razonamiento:	4.	El	cambio	producido	en	el
individuo	se	mantendrá	mientras	duren	las	causas	que	lo	provocaron.	Éste	último
razonamiento	es	de	vital	importancia,	da	idea	de	continuidad	en	el	tiempo.
Podemos	admitir	entonces	que	estímulos	internos	en	un	individuo,	pueden
cambiar	su	modo	de	pensar,	ahora	bien,	¿podemos	decir	que	la	manipulación,
desplazamiento	y	cambio	de	estructura	dental	puede	producir	estímulos	en
nosotros	que	alteren	nuestro	pensamiento,	actitud	y	conducta?
Atento	querido	lector	que	estamos	entrando	en	arenas	movedizas,	ya	no	es	una
cuestión	estética	de	una	sonrisa	alineada	y	«aceptada	socialmente».	Ahora
empiezan	a	haber	connotaciones	psicológicas	graves,	de	averiguar	si	el	cambio
en	nuestra	estructura	dental	puede	provocarnos	cambio	en	nuestra	psicología	y
en	nuestro	modo	de	ser	y	de	actuar.	Recordemos	que	estos	cambios	se
mantendrán	mientras	dure	la	causa	original	que	lo	provocó.	Quiere	decir,	que
cambios	permanentes	en	la	estructura	dental	producirán	cambios	psicológicos	de
manera	continua	para	toda	la	vida.
Realizaremos	ahora	un	ejercicio	con	el	fin	de	captar	sensaciones	desde	un	punto
de	vista	práctico:
Supongamos	mentalmente	que	deseamos	conocer	a	una	chica/o	que	nos	gusta.
Nos	acercamos	hacia	él/ella,	y	se	nos	dibuja	una	sonrisa	en	nuestra	cara.	¿Qué
quiere	decir	eso?	¿Qué	nos	viene	a	la	mente	en	ese	momento?	Significa	que
realmente	nos	gusta	y	sería	normal	que	nos	apetezca	preguntarle	cómo	está,	su
nombre,	en	qué	trabaja…	En	definitiva,	nos	vienen	a	la	mente	sentimientos
positivos	en	relación	con	esa	persona.
Ahora	vamos	a	cambiar	el	ejercicio.	Nos	vamos	a	acercar	a	la	misma	chica/o,
pero	con	la	mandíbula	inferior	por	delante	de	la	superior.	Nos	ponemos	en
situación	y	lo	hacemos.	Intentemos	preguntarle	a	la	chica/o	por	su	nombre.	¿Qué
sensación	nos	produce?	¿Qué	impresión	se	puede	llevar	él/ella	de	nosotros?
Personalmente	me	produce	sensaciones	de	analfabetismo,	como	si	la	chica
tuviera	en	frente	a	un	analfabeto	como	primera	impresión.	Seguimos
preguntando:	¿Cuántos	años	tienes?	Ahora	tengo	sensaciones	un	poco	peores,
como	de	tener	algún	trastorno	mental	o	que	algo	no	va	bien.	Seguimos	hablando,
¿Tiene	un	tabaco?	Las	sensaciones	producidas	ahora	me	dan	la	impresión	de	que
le	quiero	hacer	daño.
Es	un	simple	ejercicio	que	pone	en	evidencia	que	un	individuo	con	una
estructura	dental	marcadamente	anormal	puede	llevar	asociado	algún	trastorno
mental.	Los	ejemplos	más	notables	de	este	ejercicio	son	las	personas	con
Síndrome	de	Down,	en	los	casos	más	graves	de	la	enfermedad,	las
deformaciones	en	la	estructura	dental	son	más	serias.	El	Dr.	Musich	ha	escrito
artículos	acerca	de	esto	y	en	uno	de	ellos	dice	que	el	65%	de	los	niños	con
síndrome	de	Down	presenta	mordida	de	Clase	lll	donde	la	mandíbula	sobresale
de	los	dientes	superiores	hacía	adelante.	Otra	característica	habitual	son	los
dientes	más	pequeños	de	lo	normal	y	la	longitud	de	las	raíces	más	cortas.
También	es	frecuente	la	falta	de	aparición	de	piezas	dentales.
Después	de	este	análisis,	podemos	deducir	que	una	buena	estructura	dental	está
asociada	a	una	buena	salud	mental	y	viceversa.	A	mayor	deformidad	en	la
estructura	dental	mayor	probabilidad	de	tener	alteraciones	mentales.
Podemos	afirmar	entonces	tras	esta	deducción	lógico-analítico,	que	la	salud
mental	está	relacionada	con	la	estructura	dental	y,	por	consiguiente,	movimientos
de	las	piezas	o	cambios	que	en	ella	se	produzcan,	pueden	afectar	a	la	psicología
del	paciente.
Esto	es	lo	que	no	te	dice	el	ortodoncista	porque	nada	le	importas	tú	ni	lo	que	te
pase,	lo	único	que	le	interesa	es	que	mensualmente	le	abones	una	cierta	cantidad
de	dinero	y	tener	así,	a	cuantas	más	personas	posibles.	Ya	le	anticipo	querido
lector	que	los	problemas	que	éstos»	cambios	psicológicos»	generan	no	son
ninguna	broma.
Los	cambios	de	pensamiento	que	generan	van	a	ser	a	peor,	en	ningún	momento
piense	que	un	individuo	va	ser	más	inteligente,	o	le	van	a	solucionar	la	vida.	Lo
que	ocurrirá	es	que	perderá	claridad	mental	y	cada	vez	le	va	a	ser	más	difícil
sacar	sus	propias	conclusiones	y	toma	de	decisiones.	El	estado	natural	del
individuo	va	a	quedar	alterado	y	va	a	pasar	a	un	estado	alienado.	Algo	así	como
vivir	en	tu	cuerpo	pero	no	formar	parte	de	él.	Se	crea	una	dualidad	entre	cuerpo
y	mente	en	que	cada	cual	toma	caminos	diferentes,	el	cuerpo	no	obedece	ahora	a
la	mente,	la	mente	se	somete	al	cuerpo.
Esta	afirmación	puede	llevar	a	muchos	a	confusión,	es	cierto	que	el	cuerpo	tiene
necesidades	biológicas	en	las	que	la	mente	tiene	que	obedecer	y	se	subyuga	a
satisfacer	estas	necesidades.	De	cualquier	modo,	la	mente	tiene	el	control	y
decide	cuándo	y	cómo	satisfacer	esas	necesidades.	Lo	que	se	plantea	es	que	la
mente	pierde	ese	control	y	lo	toma	el	cuerpo,	entonces	se	crea	una	lucha	de
pertenencia	de	poder,	una	disyuntiva	interna.	Es	la	necesidad	insuperable	de
hacer	algo	superior	a	tus	fuerzas,	no	se	es	capaz	de	dominar	esos	impulsos	que
tienen	una	fuerza	que	provoca	que	el	cuerpo	«se	mueva	solo»,	atraído	por	esa
fuerza	de	atracción.	También	puede	darse	el	caso	contrario,	que	la	fuerza	sea	de
repulsión	(fobias),	siendo	real	o	no	el	estímulo.
Hay	muchas	variantes	en	juego,	el	impulso	de	la	necesidad	a	satisfacer	puede	ser
aceptada	socialmente	o	no,	tendencias	positivas	(hacer	el	bien)	o	tendencias
negativas.	Ante	las	tendencias	positivas	es	innegable	que	a	nadie	le	va	sentar	mal
que	le	ayuden	excepto	que	sea	de	manera	patológica.	Pero	¿Qué	ocurre	si	las
tendencias	son	de	tipo	negativo	como	por	ejemplo,	robar	pertenencias	a	los
demás	o	satisfacer	deseos	sexuales	por	la	vía	de	la	fuerza?	En	este	último	caso
puede	haber	otra	bifurcación:	que	el	individuo	sea	consciente	de	su	conducta	o
que	sea	totalmente	inconsciente.	Para	la	persona	consciente	de	sus	actos,	la	lucha
interna	por	no	obedecer	esos	apetitos	negativos	le	produce	una	degradación	de	su
psicología,	hasta	el	punto	que	destroza	sus	relaciones	sociales,	familiares	y	su
propia	integridad.	Por	si	fuera	poco,	se	crea	un	precedente	de	respuesta	para
futuros	estímulos	de	idéntica	forma,	como	puede	ser	nerviosismo,	sudoración,
irritabilidad,	rechazo,	sentimientos	de	huida…	El	nerviosismo	y	los
comportamientos	excéntricos	formarán	parte	de	su	vida	diaria	y	el	simple	acto	de
tomar	el	autobús	puede	llegar	a	ser	una	barrera	insuperable.	Si	la	persona	no	es
consciente	de	sus	actos,	tenemos	ante	nosotrosa	un	maníaco	peligroso	donde
cualquier	estímulo	podría	hacerle	explotar.	Es	una	persona	en	la	que	las
necesidades	del	cuerpo	han	vencido	a	la	mente	o	debido	a	su	fuerza	la	mente
sólo	se	ha	rendido	y	ha	aceptado	estos	impulsos	como	naturales	de	su
personalidad.
Pero	que	ocurre	con	las	necesidades	psicológicas	como	el	amor,	el	afecto,	el
cariño,	la	rabia,	la	envidia,	la	ira,	ahora	que	el	cuerpo	ha	tomado	el	control	y	ante
el	lenguaje	no	verbal	detecta	situaciones	incómodas	o	agresivas	contra	él	(lo	que
podría	ser	una	conversación	normal	entre	dos	personas	en	una	avenida).	Es	tal	la
cantidad	de	información	y	la	incapacidad	de	procesarla	(discriminar	la
información	innecesaria)	que	la	persona	pudiera	enloquecer	de	manera
transitoria	en	un	pico	de	información	o	quedar	trastornada	indefinidamente
adquiriendo	en	ese	instante	otro	trastorno	psicológico.	(Demencia	por	ejemplo)
Para	los	casos	menos	agresivos,	en	los	que	en	la	incesante	lucha	interna	gana	la
razón,	se	crea	algo	muy	conocido	y	estudiado	por	muchos	filósofos,	que
permanecerá	como	una	constante	en	la	mente	del	individuo,	hablamos	de	la
duda,	la	duda	permanente	instalada	en	su	cabeza.
Esta	socava	los	principios	más	elementales	de	la	persona,	llegando	a	hacerla
dudar	de	su	propia	existencia	y	de	sus	principios	más	elementales.	El	trabajo
continuado	de	esta	duda	derriba	los	pilares	de	su	psicología	y	cuestiones	que	el
individuo	tenía	automatizadas,	de	repente	ya	no	lo	están	tanto.	Comienza	la
etapa	de	pensarse	las	cosas	muchas	veces	o	lo	que	se	conoce	como	pensárselo
demasiado.	La	duda	comienza	a	ocupar	todas	las	áreas	de	su	vida	y	hace	que
empiece	a	cuestionarse	partes	de	su	vida	que	antes	daba	por	sentado.	Cuestiones
en	las	que	el	individuo	tenía	sus	principios	bien	sujetos	como	sexualidad,
drogadicción,	responsabilidades	morales…,	de	repente	comienzan	a	desdibujarse
todos	esos	límites	y	el	individuo	comienza	a	cometer	«locuras,»	incapaz	de
sujetar	sus	propias	emociones.
Felicidad	en	nuestro	tiempo
Son	pocas	las	personas	que	tienen	felicidad	en	su	vida,	también	puede	pasar	que
aun	teniendo	la	felicidad	delante,	seamos	incapaces	de	verla	y	pasemos	toda	la
vida	como	personas	desdichadas.	El	mundo	moderno	nos	publicita	una	felicidad
«idealizada»:	debemos	ser	felices	con	nuestra	mujer	y	dos	hijos	(niño	y	niña),
nuestra	casa	con	jardín,	nuestro	coche	y	la	caravana	para	los	fines	de	semana.	Es
una	especie	de	perfección	a	la	que	queremos	llegar	para	poder	ser	felices,	por
supuesto	esta	idea	nos	llega	directamente	de	la	televisión	en	una	multitud	de
películas	y	anuncios	constante	de	mansiones	y	lugares	paradisíacos	en	los	que
quisiéramos	estar.
En	busca	de	esta	falsa	felicidad	hacemos	lo	que	haga	falta	para	conseguir	nuestro
fin	idealizado.	Muchos	al	mirarse	en	el	espejo	ven	esa	imperfección	todos	los
días	en	su	cara,	esos	dientes	medio	bien	medio	mal,	o	un	poco	montados	o
apiñados	que	no	les	acaban	de	gustar.	A	menudo	se	ven	anuncios	de	correctores
dentales	por	autovías,	televisión	y	radio…Ofertas	en	las	que	se	publicita	que	por
una	ridícula	cantidad	de	dinero	al	mes	podemos	ofrecerle	la	calidad	de	vida	que
siempre	había	deseado.	Una	luz	parece	iluminar	la	cara	de	la	gente	cuando	ven	al
fin,	el	fin	de	todos	sus	problemas.	Una	sonrisa	perfecta	y	piensan:	«ahora	sí	que
me	empezará	a	ir	todo	bien	y	llegaré	a	la	cúspide».	La	cúspide	es	ese	sitio	al	que
queremos	llegar	cada	uno	en	su	realización	personal	y	que	anhelamos.	Esto	no	es
nuevo,	ya	en	su	tiempo	fue	estudiado	por	el	psicólogo	Abraham	Maslow	pionero
de	la	psicología	humanista	y	conocido	por	la	Pirámide	de	Maslow	de	la	jerarquía
de	las	necesidades	humanas.
Abraham	Maslow	en	su	obra	«Una	teoría	sobre	la	motivación	humana»,	formula
una	teoría	en	la	que	explica	que	según	se	van	satisfaciendo	necesidades	humanas
aparecen	otras	nuevas	que	la	persona	debe	realizar	para	pasar	al	siguiente	nivel	y
así	hasta	llegar	a	la	cúspide,	donde	se	halla	la	autorrealización	humana.	Este
escalón	es	la	máxima	expresión	de	las	personas	y	se	supone	que	han	llegado	a
este	nivel	todas	las	personas	ilustres	de	la	historia.
Pirámide	de	Maslow
1.Necesidades	básicas.	Se	encuentran	en	este	nivel	las	necesidades	fisiológicas
tales	como,	alimentarse,	vestirse,	descansar	y	todo	lo	que	tiene	que	ver	con	la
salud	de	la	persona.
2.Necesidades	de	seguridad	y	protección.	En	este	nivel	se	encuentran	la
necesidad	de	vivienda,	el	trabajo	estable,	automóvil	y	demás	comodidades
básicas.
3.Necesidades	sociales.	Son	las	relacionadas	con	nuestra	naturaleza	social,
funciones	de	relación	(amigos,	pareja)	aceptación	social,	amor…
4.Necesidades	de	estima.	Aquí	se	diferencia	entre	dos	estimas	de	la	persona.	La
alta	estima	que	concierne	a	necesidades	de	hacia	sí	mismo	como	confianza,
independencia,	competencia,	logros,	éxito…Y	la	baja	estima	que	se	refiere	al
respeto	de	las	demás	personas	hacia	nosotros.
5.Autorrealización.	Es	el	nivel	superior	de	la	pirámide,	donde	se	encuentra	un
sentido	a	la	vida	y	un	fin.	Sólo	se	puede	llegar	a	la	autorrealización	habiendo
completado	los	niveles	anteriores.
Cuando	una	persona	decide	empezar	en	un	tratamiento	de	ortodoncia	se
encuentra	entre	el	tercer	y	cuarto	nivel,	satisfaciendo	sus	necesidades	sociales	y
de	estima	(respeto	propio	y	social).	Antes	se	mencionaba	«llegar	a	la	cúspide,
esto	se	refiere	a	el	nivel	más	alto,	el	de	autorrealización.	La	persona	desea
autorrealizarse,	lo	necesita,	cada	cual	en	su	grado,	porque	es	una	característica
inherente	en	las	personas	y	cree	erróneamente	que	el	camino	a	la
autorrealización	y	perfección	definitiva	es	mediante	un	tratamiento	de
ortodoncia.
Totalmente	equivocado,	porque	el	camino	a	la	autorrealización	no	se	encuentra
en	la	individualidad,	se	encuentra	en	la	pluralidad	de	la	vida	en	sociedad.
Querido	lector	«no	es	el	alcalde	el	que	elige	al	vecino,	sino	el	vecino	el	que	elige
al	alcalde».	La	persona	se	autorrealiza	a	través	de	sus	parejas,	amigos	y	familia
tal	como	indica	la	Pirámide	de	Maslow	en	sus	necesidades	sociales.	Todo	aquel
que	pretenda	autorrealizarse	el	sólo	siento	comunicarle	que	no	es	posible.
De	aquí	se	desprende	que	cualquier	individuo	que	se	encuentre	entre	el	tercer	y
cuarto	nivel	(o	inferiores)	de	la	Pirámide,	si	pretende	llegar	el	sólo	a	la
autorrealización	mediante	la	práctica	de	un	tratamiento	de	ortodoncia,	totalmente
equivocado	como	acabamos	de	ver.
¿Por	qué	llamar	a	la	ortodoncia,	enfermedad	del	siglo	XXI?	Porque	es	ese
sentimiento	que	nos	falta	por	alcanzar	y	queremos	a	toda	costa,	y	justo	cuando
va	a	empezar	a	suceder	(porque	toma	su	tiempo	la	autorrealización)	se	introduce
la	idea	del	tratamiento	de	ortodoncia	y	da	al	traste	con	todos	los	esfuerzos
anteriores.	Hablamos	siempre	en	el	caso	de	adultos,	para	los	casos	infantiles	en
los	que	el	tratamiento	ha	sido	impuesto	por	sus	padres,	no	se	da	el	concepto	de
Maslow.
Como	se	dice	en	el	capítulo	anterior	la	ortodoncia	produce	un	cambio	de
pensamiento	teniendo	como	herramienta	principal	la	duda	que	hace	poner	en	tela
de	juicio	los	principios	e	ideales	de	la	persona,	llevándola	en	busca	de	satisfacer
nuevos	apetitos.	Durante	este	proceso	se	sufre	el	cambio	o	pérdida	de	pareja,
amigos	y	familia	respectivamente,	haciendo	que	la	persona	baje	en	la	pirámide
de	Maslow.	¿Cuánto	bajaría?	Esto	va	a	depender	del	grado	de	cambio	de
pensamiento	que	se	haya	producido.	Por	ejemplo,	si	el	cambio	de	pensamiento
llega	a	un	trastorno	de	personalidad	esquizoide	aderezado	con	una	adicción	a	la
drogadicción	es	muy	posible	que	el	individuo	descienda	hasta	el	primer	nivel	de
la	pirámide	(necesidades	básicas).	Es	importante	recordar	que	estos	cambios	de
pensamiento	son	para	el	resto	de	su	vida.
Hay	un	cuento	popular	en	que	una	mujer	fea	intenta	fastidiar	a	un	borracho
increpándolo	por	su	circunstancia	llamándolo	borracho,	y	el	hombre	para
defenderse	le	contesta:	—	¡Si,	pero	a	mí	se	me	quita	mañana!	El	tratamiento	de
ortodoncia	como	sus	consecuencias	tiene	un	carácter	permanente,	no	es
reversible,	por	lo	tanto,	los	cambios	de	pensamiento	que	se	produzcan	también	lo
serán.
Un	problema	perpétuoEn	este	apartado	veremos	cómo	trabaja	esta	enfermedad	que	hemos	diseñado
nosotros	mismos	(los	humanos).	En	nuestro	sujeto	poco	a	poco	y	a	lo	largo	en	el
tiempo	empieza	a	haber	un	cambio	de	pensamiento.	Desde	el	día	que	le	pusieron
los	brackets	por	primera	vez	el	cambio	comenzó	y	se	desarrollará	durante	toda
su	vida.	En	el	cambio	de	pensamiento	podemos	identificar	dos	fases:
1.Instalación.	Se	produce	durante	el	período	que	dure	el	tratamiento	de
ortodoncia,	aproximadamente	dos	años.	Aquí	en	esta	etapa	se	producen	los
cambios	más	importantes	en	el	cambio	de	pensamiento.	Para	hacernos	una	idea
sería	como	la	instalación	de	un	virus	en	un	ordenador.	Este	virus	tiene	dos
objetivos	principales,	por	un	lado	destruye	la	configuración	original	de	nuestra
mente	y	por	otro	lado	instala	una	configuración	predeterminada	con	la	que
comenzaremos	a	funcionar	a	partir	de	ahora	y	entra	en	conflicto	con	nuestra
psicología.
2.Desarrollo.	Esta	fase	se	inicia	con	el	fin	del	tratamiento	de	ortodoncia.	La
configuración	instalada	anteriormente	se	desarrolla	y	origina	los	primeros
trastornos	psicológicos.	Estos	trastornos	se	cronifican	en	el	tiempo	y	generan	a
su	vez	nuevos	trastornos.
Los	cambios	de	pensamiento	pueden	ser	positivos	o	negativos	según	incidan	en
nuestro	equilibrio	emocional,	un	cambio	de	pensamiento	puede	desequilibrar
nuestra	psicología	hacia	un	extremo	u	otro.	Los	cambios	de	pensamiento	pueden
llegar	a	ser	altamente	negativos	o	positivos,	quiero	decir	que	no	son	superficiales
o	moderados	sino	que	irán	de	un	extremo	a	otro	con	toda	su	fuerza.	Imaginemos
una	balanza	en	equilibrio,	ese	sería	un	individuo	en	su	estado	psicológico
original.	Supongamos	que	los	cambios	de	pensamiento	producen	gotas	de	agua
que	se	acumulan	en	la	balanza	emocional	de	nuestro	individuo	en	el	extremo
positivo	o	negativo.	Día	tras	día	y	al	cabo	del	tiempo	esa	gota	llenará	un	vaso
que	hace	que	la	balanza	se	desequilibre	un	poco.	Al	cabo	de	los	meses	serán
litros,	y	la	balanza	irá	inclinándose	paulatinamente.	Después	de	varios	años	se
desequilibrará	por	completo	y	quedará	fijada	en	una	posición,	altamente	positivo
o	altamente	negativo.
Así	trabaja	la	ortodoncia	en	nosotros,	el	tratamiento	inicia	la	actividad	cambiante
y	luego	después	ella	sigue	trabajando	por	si	sola	durante	toda	la	vida	del
individuo.	Como	enfermedad	no	hay	nada	más	ingenioso,	es	invisible,	incoloro,
inodoro,	imperceptible,	indescifrable	y	sutil.	Nadie	sabe	que	está	ahí,	ni	que
produjo	el	trastorno,	no	se	puede	ver,	está	enmascarada	bajo	las	enfermedades
que	provoca.
No	despreciemos	el	trabajo	continuo	de	una	gota	de	agua	diariamente	a	lo	largo
del	tiempo.	Al	principio	puede	resultar	una	simple	gota	de	agua,	con	el	tiempo
humedece	la	superficie	donde	cae,	la	gota	sigue	cayendo	y	la	superficie	se
ablanda.	Pasado	un	tiempo	la	gota	de	agua	perforará	la	superficie.	Ahora
cambiemos	el	contexto,	la	gota	de	agua	será	una	frustración	diaria.	Al	menos
una,	pueden	darse	varias,	contemos	cada	día	una	nueva	frustración.	En	varios
meses	afectará	a	sus	sentimientos	dada	la	cantidad	de	frustraciones	y	esto	dará
paso	a	la	tristeza.	Las	frustraciones	seguirán	llegando	y	esa	tristeza	se	tornará	en
depresión.	Una	depresión	mantenida	en	el	tiempo	es	una	enfermedad	psicológica
llamada	trastorno	psicológico	(trastorno	depresivo).	Las	frustraciones	siguen
llegando,	nuestro	sujeto	ya	no	piensa	con	claridad	tiene	una	enfermedad
psicológica	y	en	cualquier	momento	puede	explotar.	Dependerá	de	la	capacidad
de	resistencia	del	individuo	así	como	del	recuerdo	de	su	personalidad	original	y
sus	características	personales	(ser	extrovertido,	introvertido,	sociable,	tímido,
agresivo,	pacífico…)	el	desenlace	final.
La	frustración	diaria	puede	llegar	a	ser	cualquier	cosa	en	la	vida	diaria	del	sujeto.
Ejemplo:	el	compañero	abusón	de	su	clase	que	lo	humilla	diariamente	y	la
incapacidad	psicológica	de	defensa,	de	camino	a	casa	un	coche	que	lo	empapa	de
agua	al	pisar	un	charco,	la	pérdida	de	su	cartera,	llaves,	unos	padres
maltratadores	física	o	psicológicamente…	Puede	darse	varias	veces	en	el	mismo
día.	La	incapacidad	y	la	impotencia	de	resolver	esas	pequeñas	cuestiones
diariamente,	mediante	la	duda,	el	conflicto	de	pensamiento	y	nuevas
inclinaciones	harán	que	la	frustración	sea	de	carácter	permanente.	Con	el	tiempo
evolucionará	a	otros	niveles.
Todos	estos	acontecimientos	negativos	pasan	desapercibidos	para	la	gente	de	su
alrededor	y	se	asumen	como	propios	del	individuo,	mala	suerte,	el	karma,
despiste,	debilidad,	inadaptación,	baja	autoestima…Sus	padres	desesperados
acuden	a	un	especialista	que	le	diagnostica	depresión.	Le	aconseja	un	cambio	de
instituto	y	tomar	diariamente	ciertas	pastillas.	Pero	los	avances	no	llegan,	el
chico	sigue	igual	por	no	decir	peor,	ahora	con	las	pastillas	ha	perdido	la	poca
concentración	que	le	quedaba	y	anda	todo	el	día	como	un	zombi.
Nos	hemos	centrado	en	los	aspectos	negativos,	pero	podría	suceder	que	fuera
todo	lo	contrario.	En	la	vida	del	sujeto	empiezan	a	darse	acontecimientos
excesivamente	positivos,	como	demasiada	autoestima	o	un	crecimiento	excesivo
o	desproporcionado	de	la	personalidad	llevando	al	individuo	a	hacer	«locuras»
con	mayor	regularidad	y	de	mayor	gravedad.	Hasta	que	la	realidad	o	las	leyes	de
la	Física	hagan	su	trabajo	y	dejen	a	nuestro	sujeto	en	una	situación
comprometida.
Valga	como	ejemplo	un	chico	normal	de	su	barrio	que	decide	estudiar
enfermería.	Al	cabo	de	unos	meses	deja	de	estudiar	porque	quiere	irse	de
voluntario	a	África	con	la	Cruz	Roja.	Por	no	tomar	precauciones	regresa	con	el
VIH	y	luego	comienza	a	tomar	drogas	por	considerar	que	su	vida	no	tiene
sentido.	En	este	caso,	el	ascenso	de	nuestro	chico	es	tan	vertical	en	aspectos
positivos	que	poca	duración	tiene	en	el	tiempo	y	cae	por	su	propio	peso.	De
nuevo	queda	enmascarada	la	causa	original	que	provocó	el	problema	y	las
críticas	señalan	al	individuo	como	principal	culpable	de	sus	desgracias,	el	mismo
se	culpa	por	su	propia	conducta.
Ninguno	de	nuestros	ejemplos	ha	sido	consciente	en	ningún	momento	de	que
tiene	un	problema.	Un	problema	que	es	generador	de	problemas	y	enmascara	el
verdadero	problema	en	realidad.	De	cualquier	modo,	ya	no	hay	vuelta	atrás,	en	el
viaje	del	tratamiento	de	ortodoncia	no	hay	camino	de	vuelta.	Sólo	hay	billete	de
ida,	nuestro	sujeto	nunca	volverá	a	ser	quién	fue	o	quién	pudiera	llegar	a	ser.	Por
más	que	se	entrene,	que	se	cuide,	aun	siendo	consciente	de	su	problema,	será	la
versión	mala	de	sí	mismo,	aunque	se	esfuerce	todos	los	días	de	su	vida.	Verá	a	su
alrededor	que	los	demás	con	apenas	esfuerzo	progresan,	la	vida	les	brinda	todo
lo	que	a	él	le	niega	y	eso	es	muy	frustrante.	La	idea	de	que	será	así	para	el	resto
de	su	vida	es	una	condena	perpetua	sin	barrotes,	de	humillación	y	mala	fortuna,
en	el	mejor	de	los	casos.
La	perfección
La	perfección	no	es	real,	es	una	idea.	Para	el	ser	humano	la	perfección	se	le
escapa	entre	los	dedos.	Es	como	ese	conejo	al	que	nos	acercamos	pero	nunca
terminamos	de	coger.	Cuando	realizamos	cualquier	acto	u	objeto	de	la	manera
más	perfecta	posible,	al	mirarlo	más	adelante,	se	aprecia	que	siempre	se	puede
mejorar	un	poco	más	y	luego	otro	poco	y	así	sucesivamente.
Lo	único	perfecto	en	este	mundo	es	la	propia	Naturaleza	y	la	naturaleza	de	las
cosas.	La	Naturaleza	es	perfecta	aún	con	sus	imperfecciones.	Muchos	podrán
decir	que	no	están	de	acuerdo	con	esto	que	en	la	Naturaleza	ocurren	cosas
horribles,	terremotos	y	catástrofes.	Todo	ello	es	cierto,	la	Naturaleza	trabaja	con
el	ciclo	de	la	vida	que	es	así	brutal	y	delicado	a	la	vez,	y	lleva	miles	de	años
perfeccionándose.	Debido	a	ello	podemos	decir	que	está	muy	muy	próxima	a	la
perfección.	Si	suceden	desastres	y	catástrofes	es	porque	la	perfección	necesita	de
las	imperfecciones	para	formar	un	todo.	En	su	conjunto	la	perfección	y	la
imperfección	forman	un	nivel	de	perfección	superior.	La	perfección	necesita	de
la	imperfección	para	trascender	a	un	nivel	superior	de	perfección.
Si	observamos	la	Naturaleza,	esta	tiene	muchas	cosas	perfectas:	el	horizonte,	el
mar,	el	cielo,	lasestrellas,	los	seres	vivos...Pensemos	en	un	cielo	estrellado
donde	todas	las	estrellas	estuvieran	ordenadas	perfectamente	igual	a	la	misma
distancia,	de	manera	que	el	cielo	fuera	como	una	red	de	estrellas.	En	principio
pudiera	parecer	bello,	¡qué	bonito	todo	ordenado	y	equidistante!	Pero	con	el
tiempo	se	volvería	rápidamente	monótono	y	aburrido.	No	tendría	sentido	su
estudio	y	mirar	el	cielo	estrellado	sería	desesperante	y	vacío.	Por	eso	debemos
sentirnos	dichosos	del	lugar	donde	vivimos,	nuestro	planeta	porque	está	lleno	de
bellas	imperfecciones	que	en	su	conjunto	logran	la	perfección.	No	intentemos
buscar	la	perfección	en	nuestras	vidas	eliminando	imperfecciones	porque	no	la
encontraremos.	Sólo	conseguiremos	adentrarnos	en	el	mundo	de	la	monotonía	y
el	aburrimiento	de	las	cosas.
Cuando	alguien	se	mira	en	el	espejo	y	ve	esas	imperfecciones	en	sus	dientes	por
ejemplo,	y	siente	la	necesidad	de	corregirlos,	no	está	viendo	desde	el	punto	de
vista	de	un	todo.	En	su	conjunto	esas	imperfecciones	hacen	al	individuo
atractivo,	y	permite	que	los	demás	individuos	deseen	descubrir	y	observar	esas
imperfecciones	que	los	hace	únicos,	los	más	afortunados	decidan	tal	vez
estudiarlas	también.	Que	tremendo	error	sería	para	cualquier	persona	colocarse
un	corrector	dental	y	al	cabo	de	dos	años	aparecer	con	una	alineación	dental
monótona	y	aburrida.	Interesante	para	nadie,	igual	a	la	de	los	demás	que	han
cometido	su	mismo	error.	Cuanto	talento	desperdiciado,	cuanta	información
destruida,	cuanto	trabajo	en	balde,	y	ahora	que	esa	persona	no	es	interesante	para
nadie	¿qué	será	de	ella?	¿a	quién	acudirá?	¿quién	se	interesará	por	ella?
Otra	víctima	más
En	este	capítulo	voy	a	contar	mi	historia	de	cómo	la	experiencia	de	la	ortodoncia
cambió	mi	vida	para	siempre.	Quiero	que	el	lector	sepa	que	escribo	este	libro
desde	la	experiencia	y	no	se	trata	de	una	teoría	de	un	estudiante.	(Si	algún
estudiante	quiere	hacer	un	estudio	sobre	esto,	le	adelanto	que	no	quedará
decepcionado).
Mi	vida	transcurría	todo	lo	apacible	que	puede	llevarse	en	el	seno	familiar	a	la
edad	de	dieciocho	años.	Había	terminado	el	instituto,	iba	y	venía	por	doquier	y
después	de	una	«noche	de	marcha»	podía	llegar	a	casa	a	la	mañana	del	día
siguiente.	De	hecho,	era	la	mejor	hora	de	llegar	a	casa	porque	mi	madre	estaba
ya	levantada	haciendo	el	desayuno	y	de	paso	desayunábamos.	Digo	esto	para	los
que	han	salido	de	noche	y	llegan	de	madrugada,	por	circunstancias	de	la	edad,	la
llegada	a	casa	resulta	engorrosa,	la	oscuridad,	los	ruidos,	comer	algo	en	la
cocina,	tus	padres	oyen	algo	y	se	despiertan,	en	fin…Disfrutaba	de	la	vida	en
todo	su	esplendor,	todo	lo	que	puede	disfrutar	un	chico	a	su	edad.
Tenía	un	trabajo	de	repartidor	de	pizzas	a	domicilio	a	tiempo	completo,	vivía	en
casa	con	las	comodidades	de	la	familia,	tenía	una	novia	bien	parecida	que	me
gustaba	mucho	(saludos	a	Lydia)	y	una	peña	de	amigos	digna	de	mención	de
esas	que	da	envidia,	de	las	que	marcan	una	época.	Habitualmente	me	reunía	con
ellos	los	fines	de	semana	para	hacer	vida	social	nocturna.	Hacíamos	botellón	y
podía	darse	el	caso	que	estuviera	mejor	quedarse	allí	conversando	que	ir	a	la
zona	de	fiesta	(calles	anexas	a	los	bares	típicos).	A	veces	en	la	zona	de	fiesta	se
juntaban	varios	botellones	por	fuera	y	aquello	parecía	toda	una	convención	de
los	derechos	humanos.	Todo	el	mundo	hablando,	riendo,	saludándose,
conversando…,	en	fin,	disfrutando	y	haciendo	vida	social	nocturna.
Los	días	entre	semana	salía	con	Lydia	y	los	fines	de	semana	nos	reuníamos	los
afiliados	a	las	«convenciones	nocturnas».	Por	el	día	a	trabajar	y	colaborar	en	la
casa	lo	que	se	pudiera.	Tenía	dos	hermanos,	el	mayor	Ovidio	Fco.	de	23	años	y
mi	hermana	Desiré	de	19	años,	que	como	fuimos	al	mismo	instituto,	teníamos
amigos	comunes	en	el	grupo	y	en	definitiva	salíamos	juntos.	Mi	hermano	el
mayor	iba	más	a	lo	suyo,	mi	hermana	y	yo	éramos	hermanos-amigos	porque
habíamos	salido	tanto	juntos,	que	para	volver	a	casa	cada	uno	venía	por	su	lado.
No	siempre	pero	sí	a	menudo.
Mi	estatura	era	de	1.86	m,	delgado,	con	gafas	y	pelo	corto	negro.	Piel	morena	y
ojos	marrón	medio	claro,	por	lo	general	los	que	me	conocían	decían	de	mí	que
era	guapo,	sobre	todo	en	reuniones	familiares	entre	mis	tías,	que	me	agarraban
de	los	cachetes	y	decían	lo	guapo	que	era.	Yo	no	me	lo	creía	demasiado	porque
de	la	familia	ya	se	sabe	que	lo	de	ellos	es	siempre	lo	mejor.	Iba	a	la	playa	en
verano	casi	todos	los	días,	a	la	playa	local	que	me	pertenecía,	con	los	colegas	a
coger	olas.	Los	veranos	eran	fantásticos.	Por	entonces	estaban	de	moda	los
aparatos	dentales	de	«brakets»,	daba	la	sensación	de	ser	‹‹moderno»	el	llevarlos,
era	algo	que	verlos	en	la	gente	parecía	que	molaba.	Mi	hermana	los	tuvo,	mi
hermano	el	mayor	también	los	llevó	y	como	no,	un	día	a	mí	también	se	me
apeteció	llevarlos.	Digo	se	me	apeteció	llevarlos	porque	realmente	no	me	hacían
falta.	Gozaba	de	una	dentadura	casi	perfecta,	lo	único	era	en	la	parte	superior
tenía	como	defecto	un	colmillo	algo	«montado»	y	un	incisivo	lateral	algo	girado.
La	parte	inferior	perfecta.	Además,	comía	lo	que	me	daba	la	gana,	carne,	turrón
del	duro,	frutos	secos,	frutas...	y	mi	novia	me	encontraba	atractivo,	que	no	es
poca	cosa.
Así	pues,	con	la	inmadurez	de	mi	edad	decidí	comenzar	un	tratamiento	de
ortodoncia	con	un	«distinguido»	doctor	de	«muy	buena	reputación».	En	la
primera	cita	me	observó	y	yo	le	comenté	que	sólo	necesitaba	corrección	en	la
parte	superior,	él	insistió	e	insistió	en	que	tenía	que	ponérmelos	en	ambas	partes.
También	me	indicó	que	tenía	que	extraerme	los	dos	colmillos	superiores	para
«hacer	hueco»	a	los	demás	dientes,	imagínense	la	locura,	extraer	los	dos
colmillos	superiores,	gracias	a	Dios	me	negué	y	le	di	un	«NO»	rotundo.	A	lo	que
respondió	que	no	importaba	que	podía	hacerlo	de	otra	forma	también.	No	sé	que
alcance	hubiera	tenido	para	mi	psicología	perder	los	dos	colmillos	superiores
pero	seguro	que	nada	bueno,	cuando	los	colmillos	son	las	piezas	dentales	más
resistentes	y	con	la	raíz	mayor	y	más	profunda,	a	modo	teórico	puede	que	sean
los	pilares	de	la	psicología	de	la	persona.	Sirva	como	ejemplo	los	ancianos,	que
cuando	por	avanzada	edad	han	perdido	la	mayoría	de	sus	dientes,	los	únicos	que
les	quedan	son	los	colmillos.	Pues	este	señor	pretendía	arrancármelos	de	raíz.
Como	por	aquella	época	no	tenía	ningún	conocimiento	dental	decidí	continuar	y
empezar	mi	tratamiento	ignorando	aquellas	señales	de	peligro	tan	evidentes.	La
suma	del	coste	total	del	tratamiento	ascendía	a	2.500	euros	que	podían	ser
abonados	mensualmente	en	cómodos	plazos	durante	dos	años.	Así	comenzó	el
tratamiento.	Por	aquel	entonces	había	dejado	de	repartir	pizzas	y	había
comenzado	como	peón	de	construcción	abriendo	ranuras	porque	se	ganaba
mucho	más	dinero	(hacer	ranuras	es	abrir	vías	en	la	pared	por	donde	irán	las
instalaciones	de	agua	y	luz).	Después	de	varios	meses	trabajando	me	pusieron
los	brackets	en	la	parte	superior	y	ese	mismo	mes	tuve	un	despiste	y	la	máquina
de	abrir	ranuras	me	cogió	la	mano	a	la	altura	de	la	muñeca	y	casi	me	amputa	la
mano.	Tuve	suerte	que	la	máquina	se	detuvo	sola	por	un	fallo	de	corriente
cuando	me	había	cortado	la	mitad	de	la	muñeca.	Ese	fue	el	pistoletazo	de	salida
de	todos	mis	problemas,	a	partir	de	aquí	los	problemas	surgieron	como	la
«marabunta».
Pasé	dos	meses	en	el	hospital,	mucha	gente	fue	a	verme	y	estuvieron	conmigo
durante	aquel	tiempo.	Se	celebraron	los	primeros	Carnavales	diurnos	y	los	podía
escuchar	desde	la	ventana	del	hospital.	Mis	amigos	fueron	el	día	anterior	y	me
dijeron	que	se	beberían	una	copa	a	mi	salud	en	los	Carnavales,	que	lo	sentían	por
mí	pero	tenían	que	ir,	todo	un	preludio	de	acontecimientos.	Para	mí	era	algo
insólito,	los	primeros	Carnavales	diurnos	y	yo	me	los	iba	a	perder,	celebrados	en
Santa	Cruz	de	Tenerife.	Estuve	a	punto	de	perder	el	dedo	pulgar	por	falta	de
riego	sanguíneo,	que	el	cirujano	me	advirtió,	me	recomendó	moverlo	mucho
para	que	no	se	me	gangrenara.
Me	recuperé	de	la	mano	y	me	dieron	de	alta.	Seguí	de	baja	durante	tres	meses	de
rehabilitación.En	aquellos	tres	meses	mi	novia	y	yo	lo	dejamos.	Empecé	a
sentirme	tentado	por	la	droga	hasta	que	un	día	de	fin	de	semana	la	probé.	Tuve
buena	y	mala	suerte	en	esto,	buena	suerte	que	no	me	llegó	a	«enganchar»	y	mala
suerte	en	que	se	enteraron	mis	padres.	Para	mi	familia	probar	las	drogas	era	algo
inaceptable	por	encima	de	todo,	yo	lo	sabía	y	jamás	me	había	atrevido	a	saltarme
aquella	norma,	pero	algo	había	cambiado	en	mí	y	en	ese	momento	me	sentía	en
un	mar	de	dudas	y	decidí	probarlo.	Aquello	desencadenó	la	caja	de	los	truenos
en	mi	casa	y	yo	antes	de	perder	mi	«libertad	nocturna»	ganada	durante	años,	me
fui	de	casa	y	comencé	a	vivir	en	un	piso	compartido	de	estudiantes	en	Las
Palmas	de	G.	C.
Hacía	años	que	había	decidido	estudiar	Arquitectura	en	Las	Palmas,	así	que
aquello	no	fue	más	que	un	empujón	para	dar	el	paso	e	irme.	Aquella	situación
sentó	muy	mal	en	mi	familia,	no	sólo	haber	estado	consumiendo	drogas,	sino
haber	dejado	prematuramente	el	hogar	familiar.	Llamaba	habitualmente	a	mi
familia	por	teléfono	para	decirles	que	todo	iba	bien	y	en	Navidad	fui	a	la	cena,
pero	ya	nada	fue	igual.	Había	perdido	la	confianza	de	mis	padres	y	ahora	me
trataban	con	un	cierto	desprecio.
Por	la	Facultad	las	cosas	tampoco	iban	demasiado	bien,	no	entendía	muchas
cosas,	tenía	un	apreciable	desinterés	en	general	y	no	llegué	a	aprobar	nada	el
primer	año.	Durante	este	tiempo	suspendí	el	tratamiento	de	ortodoncia,	comencé
a	fumar	marihuana	habitualmente,	lo	que	desembocó	en	dejar	la	Universidad	el
segundo	año.	Sin	nada	que	hacer	comencé	a	ir	de	un	lado	para	otro	sin	rumbo
fijo,	de	trotamundos	vagabundeando	por	las	calles.	En	mi	grupo	de	amigos	todos
decían	que	había	cambiado	mucho,	les	empecé	a	caer	mal	y	me	fueron	dando
esquinazo,	a	mí	tampoco	me	apetecía	estar	con	ellos	y	en	pocos	meses	nos
alejamos	por	completo.
Voy	a	hacer	un	inciso	aquí	para	hacer	un	recordatorio	de	lo	ocurrido	hasta	ahora
en	los	dos	últimos	años.	Nótese	el	cambio	de	tendencia	descendente	en	la
sucesión	de	acontecimientos:
1.Pérdida	de	mi	propia	razón,	empiezo	a	dudar	de	mis	principios	e	ideales.	Entro
en	el	mundo	de	las	drogas	donde	jamás	hubiese	entrado.
2.Pérdida	del	entorno	familiar.	Pérdida	de	confianza,	abandono	del	hogar.
3.Cambio	brusco	de	residencia.
4.Pérdida	de	amigos.	Los	lazos	de	amistad	se	debilitan	por	ambas	partes.
5.Pérdida	de	rumbo	de	la	vida.	Vagabundeando	sin	rumbo	fijo	ni	Norte	en	la
vida.
6.Pérdida	de	la	noción	del	tiempo	y	de	la	realidad.
Se	puede	ver	a	simple	vista	que	en	estos	dos	años	he	sufrido	pérdidas
considerables.	Lo	peor	fue	que	no	era	consciente	de	ello	y	cuando	no	eres
consciente	de	que	estas	cayendo	en	picado	lo	más	probable	es	que	te	estrelles	y
así	fue,	quedé	en	la	calle	sin	dinero,	ni	trabajo,	ni	comida.
Como	vimos	en	la	Pirámide	de	Maslow	la	persona	va	cubriendo	sus	necesidades
y	va	avanzando	en	su	vida.	No	es	normal	ir	hacia	atrás	perdiendo	necesidades	y
empezar	a	descender	en	la	pirámide.	Después	de	mis	veinte	años	de	existencia
volvía	a	estar	en	el	primer	escalón,	en	el	de	las	necesidades	básicas.	Como	es
apreciable	hay	una	clara	diferencia	de	estar	en	el	último	escalón	a	punto	de
autorrealizarse	a	pasar,	en	el	período	de	dos	años,	al	primer	escalón	de
necesidades	básicas.	Cuanto	menos	es	sospechoso	ese	brutal	cambio
descendente.
Volví	a	mi	hogar	con	la	intención	de	que	me	ayudaran,	lo	único	que	recibí	fueron
dos	patadas	en	el	culo,	una	de	mi	padre	y	otra	de	mi	madre.	A	partir	de	aquí	las
relaciones	familiares	empeoraron	aún	más.	Decidí	atrincherarme	en	un	cuarto	en
el	sótano	de	la	casa,	debido	a	que	no	tenía	donde	ir.	Intenté	comenzar	de	nuevo,
me	busqué	un	trabajo	de	repartidor	de	pizzas	otra	vez	y	reanudé	mi	tratamiento
de	ortodoncia	con	el	fin	de	terminar	con	aquellos	hierros	en	mi	boca.	Comencé
las	clases	en	un	ciclo	de	Automoción,	así	que	iba	al	ciclo	por	las	tardes,
trabajaba	de	repartidor	por	la	noche	y	hacía	la	vida	social	que	podía	(poca).
Pasado	un	tiempo,	cuando	concluí	el	tratamiento	de	ortodoncia	me	di	cuenta	de
que	había	tocado	fondo.	No	sabía	muy	bien	lo	que	me	estaba	pasando,	pero	sentí
como	si	me	hubieran	arrojado	al	fondo	del	mar	atado	a	un	ancla.	Han	pasado
dieciocho	años	desde	entonces	y	sigo	allí	atado	en	las	profundidades,	he
trabajado,	he	intentado	salir	adelante	con	todas	mis	fuerzas	y	es	imposible.	Este
será	el	mensaje	en	la	botella	arrojado	desde	el	mar	pidiendo	ayuda.	Me	han
llovido	mares	de	problemas	desde	entonces	y	hace	tiempo	que	hubiera	dejado
esta	vida	si	no	me	hubiera	dado	cuenta	de	cuál	fue	el	problema	original	que	lo
creó.	Eso	me	ha	dado	fuerzas	para	seguir	adelante,	espero	que	te	sirva	de	algo	y
que	alguien	pueda	sacar	algo	provechoso	de	todo	esto.
También	he	pensado	que	quizá	fuera	un	caso	aislado	y	que	en	realidad	tuve	mala
suerte	con	mi	ortodoncista	y	abusó	de	mí.	Por	ello	empecé	a	visitar	clínicas
dentales	para	proponer	alguna	solución	alternativa	o	que	me	dieran	otro
diagnóstico.	¿Saben	cuál	fue	el	resultado?	Cero,	todas	las	clínicas	que	visité	me
hicieron	el	mismo	examen	previo	y	me	dijeron	lo	mismo:	que	no	se	podía	hacer
nada	más,	la	ortodoncia	se	había	realizado	correctamente.	Entonces	me	di	cuenta
de	que	esto	no	era	un	caso	aislado	sino	un	problema	global.	Visité	alrededor	de
cuatro	o	cinco	clínicas	dentales	luego	desistí.
He	observado	desde	entonces	a	mucha	gente	con	ortodoncia,	cuando	los	veo	si
puedo	aprovecho	la	oportunidad	para	hablar	con	ellos.	Me	veo	a	mi	mismo	en
aquel	entonces	y	veo	lo	que	les	queda	que	pasar	por	delante,	con	esa	misma	cara
de	idiota	y	un	montón	de	hierros	en	la	boca.	Esperando	a	no	se	sabe	qué,	con	el
miedo	y	la	incertidumbre	creciendo	cada	vez	más	a	su	alrededor	y	deseando	que
lo	que	sea	pase	pronto	y	volver	a	la	normalidad.	Una	normalidad	que	nunca
llegará,	mientras	tanto	sus	vidas	han	empezado	a	desacelerar	y	creen	ignorantes
que	cuando	les	quiten	la	ortodoncia	todo	va	a	cambiar	y	volverán	a	ser	felices.
Actualmente	tengo	38	años,	me	encuentro	estancado	en	el	segundo	escalón	de	la
pirámide	de	Maslow,	las	calamidades	no	paran	de	llegar,	aunque	he	aprendido	a
esquivar	cierto	porcentaje	en	detrimento	de	mi	vida	social.	Sobrevivir	se	ha
vuelto	una	tarea	difícil,	nada	se	sabe	de	los	amigos.	Diría	que	existen	porque	una
vez	los	tuve	porque	si	no	diría	que	la	amistad	fuera	sólo	una	utopía.
Me	alegra	la	idea	de	ser	consciente	de	mi	vida	y	de	mis	acontecimientos,	no
cambiaría	mi	vida	por	nada	del	mundo,	me	siento	orgulloso	de	haber	contribuido
en	ésta	gran	empresa	y	sólo	me	queda	agradecer	a	todas	las	personas	que	me	han
ayudado	durante	ésta	difícil	travesía	a	llevar	la	nave	de	la	existencia	hacia	puerto
seguro.
Creando	sonrisas
Cuántos	anuncios	he	leído	en	las	páginas	webs	de	las	clínicas	dentales	que
ofrecen	los	tratamientos	de	ortodoncia	como	si	nos	estuvieran	ofreciendo	la	vida
eterna.	Por	ejemplo:	«En	Dental	X	tenemos	motivos	para	que	vuelvas	a	sonreír
con	nuestros	tratamientos	de	ortodoncia,	conseguirás	la	sonrisa	que	siempre	has
deseado	y	haremos	un	presupuesto	a	medida	de	tu	bolsillo.	Nuestros
especialistas	cualificados	te	ofrecerán	su	mejor	servicio	para	que	tengas	muchas
razones	para	sonreír.»
Voy	a	hacer	aquí	una	traducción	con	criterio	para	el	oyente	profano:	«En	Dental
X	te	vamos	a	borrar	esa	sonrisa	de	la	cara	para	siempre,	con	nuestros
tratamientos	de	ortodoncia	tendrás	permanentemente	una	sonrisa	forzada	y
haremos	todo	lo	posible	para	vaciarte	los	bolsillos.	Nuestros	especialistas
cualificados	no	tienen	ni	idea	de	lo	que	hacen	y	al	final	del	tratamiento	tendrás
que	inventarte	tú	las	razones	para	sonreír.»
He	intentado	ser	lo	más	fiel	a	la	traducción	posible,	sin	emplear	palabras
malsonantes	dignas	de	una	buena	traducción.	En	usted	querido	lector	está	ahora
la	decisión	de	creer	o	no.	Piénselo	detenidamente,	que	tiene	más	probabilidades:
que	unos	señores,	a	los	que	usted	no	conoce,	le	ofrezcan	la	sonrisa	eterna	y	una
vida	llena	de	posibilidades	a	su	alcance	fantástica,	llena	de	triunfos,	esplendor	y
placeres,	o	que	unos	señores	titulados	violen	su	intimidad,	sus	derechos	y	su
dignidad,	inconscientementeclaro,	y	descienda	a	una	categoría	social	tan
ridícula	que	cada	día	sea	motivo	de	burla	y	mofa	por	parte	de	sus	compañeros	y
la	vida	se	convierta	en	una	eterna	broma	cruel.	Piénselo	detenidamente,	en	este
mundo	de	competitividad	feroz,	en	el	que	cada	uno	quiere	sobresalir	por	encima
del	otro,	si	puede	pisándole	la	cabeza.	Que	un	señor	desconocido	te	suba	a	los
cielos	con	falsas	promesas	y	luego	te	haga	bajar	al	fondo	de	los	infiernos	es	lo
más	probable.
Desde	mi	punto	de	vista	el	único	que	te	puede	acercar	a	los	cielos	es	el	cura	o	tu
novia/o	dependiendo	del	caso.	A	continuación,	detallaré	los	pasos	a	seguir	en	un
tratamiento	de	ortodoncia	estándar	sin	graves	complicaciones.	No	soy	titulado	en
la	materia,	pero	por	lo	que	he	visto	y	leído	tengo	una	idea	aproximada	de	cómo
funciona,	quizá	haya	detalles	que	se	me	escapan,	por	eso	no	profundizaré
demasiado	y	lo	haré	de	modo	esquemático	para	que	se	comprenda	la	idea.
Cuando	una	persona	se	somete	a	un	tratamiento	de	ortodoncia	los	pasos	a	seguir
son:
1.Colocación	de	los	brackets.	Los	brackets	son	pequeños	cuadrados	metálicos
acanalados	que	soportarán	las	fuerzas	necesarias	para	mover	las	piezas	dentales.
Irán	fijados	a	los	dientes	mediante	un	pegamento	especial	de	alta	resistencia
llamado	cemento.	Este	pegamento	es	endurecido	mediante	luz	ultravioleta
durante	treinta	segundos	aproximadamente.	Los	brackets	son	distintos	para	cada
diente	en	forma	y	tamaño,	pero	conservan	la	forma	acanalada	común.
2.Colocación	del	arco.	El	arco	es	un	hilo	de	acero	indeformable	de	varios
espesores.	Esto	quiere	decir	que	los	dientes	se	adecúan	a	la	forma	del	arco.
Según	el	ortodoncista	puede	colocarlos	en	la	misma	sesión	o	primero	arriba	y
dentro	de	un	mes	abajo,	con	el	fin	de	ir	adaptándose	a	las	nuevas	sensaciones.	El
arco	se	fijará	a	los	brackets	mediante	un	nudo	metálico	hecho	con	alambre	más
delgado	para	resistir	las	fuertes	tensiones.	Durante	este	primer	y	segundo	mes	los
dolores	en	los	dientes	son	insoportables	no	pudiendo	masticar	nada,	comiendo	a
base	de	sopas	y	cremas	y	sólo	cosas	blandas.
3.Cambio	de	arcos.	Cada	mes	o	cada	dos	meses	se	sustituirá	el	arco	por	uno	que
se	vaya	aproximando	más	a	la	posición	definitiva.	Se	comenzará	por	la	parte
superior	ampliándola	y	trayéndola	hacia	adelante,	más	tarde	se	procederá	igual
con	la	parte	inferior.
En	la	imagen	superior	puede	apreciarse	la	distancia	entre	ambas	arcadas	superior
e	inferior.	La	parte	superior	se	ha	movido	entre	1	y	2	cms.	aprox.	hacia	adelante.
Lo	que	en	el	colegio	se	llamaba	«el	paletudo»	o	el	«bocacaballo»	de	toda	la	vida.
Este	proceso	se	da	en	el	primer	año	de	tratamiento,	mediante	este	método	de
«adelantado»	de	los	dientes	se	producen	giros	inadecuados	para	conseguir	la
«curvatura	idónea»	y	el	«alineamiento	perfecto».	Sobre	todo	en	los	colmillos,
premolares	e	incisivos.	Estos	giros	y	movimientos	provocan	en	el	individuo	el
cambio	de	psicología.
4.Recolocación	parte	inferior.	Se	produce	durante	el	segundo	año	de	tratamiento
y	emplea	los	mismos	procedimientos	que	en	la	parte	superior	exceptuando	la
colocación	de	unas	bandas	elásticas	llamadas	gomas.	Estas	se	colocan	entre	los
caninos	superiores	y	los	últimos	molares	de	la	parte	inferior	en	ambas	partes	de
la	boca.	De	esta	manera	se	producirán	un	par	de	fuerzas	que	traerán	la	parte
inferior	hacia	adelante	en	su	conjunto,	después	de	doce	meses	la	arcada	inferior
se	habrá	aproximado	a	la	superior.
5.Colocación	del	arco	de	retención.	(sin	imagen)	Al	finalizar	el	tratamiento	se
coloca	un	arco	de	acero,	llamado	arco	de	retención,	en	la	parte	interior	de	los
incisivos	inferiores	para	el	resto	de	su	vida.	La	unión	se	realiza	mediante
cemento	y	entre	canino	y	canino	inferior,	dependiendo	del	doctor	puede	ponerse
arriba	y	abajo.	Para	la	colocación	de	este	arco	de	retención	se	rellenan	las
oquedades	naturales	de	los	dientes	importantes	para	la	fonética	y	el	equilibrio
mental.	También	obstruye	la	lengua	para	hablar	haciendo	que	el	habla	parezca
algo	deficiente.	La	modificación	de	la	forma	de	los	dientes	de	cóncavo	a
convexa	no	es	algo	para	tomar	a	la	ligera,	ya	que	cada	especie	animal	tiene	una
forma	de	diente	específica	que	lo	caracteriza.
Nuestra	forma	de	diente	de	los	incisivos	inferiores	presenta	una	depresión	en	su
parte	interior	como	se	muestra	en	la	figura.	Durante	la	colocación	del	arco	de
retención	se	rellena	esa	oquedad	para	dejarlo	plano	como	se	indica	en	la	línea	de
puntos.	Esa	pérdida	de	oquedad	entre	los	caninos	inferiores	provoca	un
desequilibrio	psicológico	en	el	paciente	que	lo	anula	totalmente	como	ser
humano	(sonrisa	neutra).	Habíamos	dicho	en	capítulos	anteriores	que	la	forma	de
nuestro	cuerpo	y	sus	componentes	ha	sido	optimizada	durante	miles	de	años	para
realizar	la	mejor	función	posible.	Esta	depresión	en	los	incisivos	inferiores	no	es
casual,	evolutivamente	se	ha	formado	así	por	motivos	de	equilibrio	mental	y
fonética,	y	de	un	plumazo,	los	ortodoncistas,	en	la	colocación	de	su	arco	de
retención	dan	al	traste	con	miles	de	años	de	evolución.	Yo	personalmente	lo
llamo	«echar	el	ancla»	porque	después	de	este	proceso	la	persona	deja	de
avanzar	definitivamente	y	queda	estancada.
La	gente	tiene	una	idea	equivocada	del	resultado	final	del	tratamiento	de
ortodoncia,	piensan	que	el	resultado	final	va	a	dejar	sus	dientes	rectos
conservando	su	«forma	bucal	original»	cosa	que	no	es	cierta.	El	resultado	final
es	alineado	y	hacia	adelante	para	«facilitar	la	masticación	y	la	oclusión	de	las
mandíbulas»	en	unos	grados	específicos	de	modo	tal	que	así:
Esto	es	lo	que	no	te	cuenta	tu	ortodoncista,	porque	de	lo	contrario	no	aceptarías
ponerte	los	brackets	ni	a	punta	de	pistola.	¿Qué	va	a	ocurrir	con	el	paso	del
tiempo?	Que	las	piezas	incisivas	superiores	con	el	constante	golpeteo	de	la
masticación	se	van	a	ir	más	adelante	todavía	y	con	el	paso	de	los	años	tendrás
problemas	de	función	con	esas	piezas,	función	de	corte	por	ejemplo	comer
turrón	duro,	cortar	hilo,	cinta	adhesiva…serán	una	misión	imposible.	Otras
funciones	como	besar	a	tu	pareja,	caer	bien	a	la	gente	o	ser	aceptado	en	tu
familia	pueden	verse	comprometidas.
¿Qué	ocurre	si	no	te	gusta	el	resultado	final?	En	este	sentido	este	señor	es	el
doctor	y	usted	es	sólo	un	paciente	más,	lo	primero	que	le	van	a	decir	es:	«Ese	es
el	resultado	de	una	ortodoncia	normalizada	con	desapiñamiento	maxilar	en	la
zona	superior	e	inferior	y	mala	oclusión	periodontal	de	la	arcada	inferior	para
prevenir	el	desgaste	prematuro	de	las	piezas	dentales	y	la	adecuada	mordida	que
no	dañe	la	articulación	mandibular.	Use	la	funda	bucal	para	dormir	por	las
noches	a	fin	de	que	no	se	le	muevan	las	piezas	dentales».	Lo	voy	a	traducir:	«Yo
soy	el	doctor	y	tú	no	tienes	ni	idea,	el	alcance	de	todo	lo	que	te	he	hecho	en	la
boca	no	lo	sé	y	tampoco	me	importa,	ya	me	pagaste	el	dinero	ahora	búscate	la
vida	que	tengo	más	pacientes	que	atender,	lo	siento	no	puedo	hacer	nada	por	ti.
Si	se	te	han	movido	los	dientes	es	porque	no	has	usado	la	funda	de	noche».
La	funda	de	noche	se	usa	como	garantía	contra	inconvenientes,	debido	a	que	con
el	paso	del	tiempo	el	paciente	se	olvida	de	ponérsela	o	le	molesta	y	decide	no
usarla.	Con	todo	ello,	para	protegerse	aún	más	de	futuras	deformaciones	te
previenen	diciendo	que	la	dentadura	tiene	«memoria	propia»	y	que	durante	toda
la	vida	continúa	moviéndose.	Cosa	que	puede	ser	cierta,	pero	ahora	esa	memoria
y	continuo	movimiento	juega	en	tu	contra,	a	mí	en	una	ocasión	me	llegaron	a
decir	que	no	podían	hacer	nada	porque	«La	Ortodoncia	no	es	una	ciencia
exacta».	Acto	seguido	se	levantó	y	me	indicó	donde	estaba	la	salida.
En	este	capítulo	hemos	hablado	de	la	ortodoncia,	de	sus	métodos	y	resultados	a
nivel	anatómico-estructural,	a	partir	de	ahora	hablaremos	de	su	funcionamiento	y
resultados	a	nivel	psicológico.
Que	después	de	un	tratamiento	de	ortodoncia	seas	rechazado	por	tus	amigos,
hablar	con	apariencia	de	deficiencia	mental	(recordar	el	arco	de	retención	detrás
de	los	dientes	inferiores	con	unos	buenos	emplastes	de	cemento	impidiendo	la
movilidad	de	la	lengua	al	hablar),	tufamilia	no	te	reconozca	del	todo,	provoques
repulsión	al	expresarte	y	que	tu	novia	se	esfume	para	siempre	sin	querer	saber
nada	más	de	ti	son	el	menor	de	tus	problemas.	Lo	bueno	viene	ahora,	con	una
descodificación	mental,	habiendo	perdido	el	norte	(rumbo	personal	y	humano),
nuevos	apetitos	florecientes	de	tendencias	más	que	dudosas	y	un	desequilibrio
psicológico	creciente	díganme	ustedes	a	donde	van	a	ir.	¡Ah!	Se	me	olvidaba,	y
sin	tener	ni	idea	de	dónde	ha	venido	todo	esto,	que	lo	sabes	porque	lo	estoy
contando	aquí,	porque	si	no	andarías	por	ahí	como	un	pelele.
Sintomas	psicológicos
Debe	de	quedar	claro	que	los	trastornos	psicológicos	que	genera	un	tratamiento
de	ortodoncia	son	efectos	secundarios	no	deseados,	pero	que	están	íntimamente
relacionado	con	el	movimiento	y	transformación	de	las	piezas	dentales.
De	modo	general	podría	decirse	que	comienza	con	un	cambio	de	pensamiento	en
el	cual	el	sujeto	no	es	dueño	de	sus	impulsos	e	inclinaciones.	Es	algo	así	como
una	llamada	natural	de	nuestro	cuerpo	hacia	nuevos	estímulos	que	se	confunde
con	la	naturalidad	de	la	vida.	Estas	nuevas	necesidades	se	dan	como	algo	natural,
como	algo	que	necesitamos,	no	como	algo	que	queramos	mentalmente	como
pueda	ser	un	viaje	a	Egipto,	que	lo	deseas	pero	no	es	una	necesidad	del	cuerpo.
Está	relacionado	con	las	necesidades	biológicas	como	por	ejemplo	beber	agua,	el
sujeto	no	piensa	en	beber	agua	sino	que	es	un	acto	reflejo	del	cuerpo	humano.
De	esta	manera	el	cuerpo	se	siente	atraído	hacia	nuevos	estímulos	que	antes	no
tenía	o	que	si	los	tenía	estaban	latentes.	Con	el	movimiento	de	las	piezas
dentales	todos	estos	sentimientos	comienzan	a	despertar	entre	ellos	podemos
citar:
1.Miedo	insuperable
2.Agresividad	social
3.Realidad	paralela
4.Homosexualidad
5.Hiperactividad
6.Masturbación	compulsiva
7.Comportamiento	infantil
8.Rigidez	moral	excesiva
9.Delirios
10.Otros
Sólo	he	citado	los	sentimientos	más	comunes	que	he	podido	observar	y
contrastar	desde	la	experiencia	y	a	simple	vista	en	individuos	que	han	sufrido	un
tratamiento	de	ortodoncia.	Para	profundizar	más	habría	que	hacer	un	estudio
detallado	de	los	síntomas	del	individuo,	pero	de	momento	tómese	esto	como
guía	inicial.
Por	supuesto,	muchos	de	estos	sentimientos	al	no	poder	ser	satisfechos	porque
no	se	ajustan	al	mundo	real	sino	a	una	realidad	paralela,	pronto	se	convertirán	en
trastornos	psicológicos.	De	modo	que	cada	sentimiento	dará	al	menos	inicio	a	un
trastorno:
1.Miedo	insuperable	Fobias
2.Agresividad	social	Personalidad
3.Realidad	paralela	Psicótico
4.Homosexualidad	Sexual
5.Hiperactividad	Esquizofrenia
6.Masturbación	compulsiva	Ansiedad
7.Comportamiento	infantil	Bipolar,	Personalidad
8.Rigidez	moral	excesiva	Estado	de	ánimo,	Personalidad
9.Delirios	Paranoia
10.Otros	Otros
Todos	estos	trastornos	se	pueden	dar	simultáneamente,	produciéndose	por	la
duración	en	el	tiempo	de	un	sentimiento/estimulo	negativo.	Voy	a	enumerar	una
serie	de	síntomas	psicológicos	característicos	de	trastornos	mentales:
•Apatía.	Estado	depresivo
•Pensamiento	catastrófico.	Personas	pesimistas	como	consecuencia	estrés-
ansiedad	o	depresión.
•Culpar	a	los	demás	y	a	la	situación.	Baja	autoconfianza-autoestima.
•Problemas	de	concentración.	Pensamientos	recurrentes.
•Rencor	excesivo.	No	es	capaz	de	aceptar	situaciones	dolorosas.
•Sensación	de	vacío.	(Trastorno	del	estado	del	ánimo)
•Culparse	a	uno	mismo.	Baja	autoestima,	no	enfrentarse	a	sus	problemas.
•Agotamiento	mental.	(Estrés	o	ansiedad)	agotamiento	psicológico,	mental	o
emocional.
•Sensación	de	fracaso.	Episodios	de	confianza	o	autoestima	baja.	(intensa	y
dolorosa)
•Preocupación	constante.	(Trastorno	de	ansiedad)
•Inquietud.	(ansiedad)	Pérdida	de	objetividad	y	capacidad	de	pensar	de	manera
lúdica.
•Distanciamiento	afectivo.	(Trastorno	del	estado	de	ánimo	y	trastorno
esquizoide)	afecta	notablemente	a	las	relaciones	interpersonales.
•Sentimiento	de	amenaza.	(Trastornos	Psicóticos)	Ejemplo	de	trastorno
paranoide	en	el	que	todo	el	mundo	está	en	su	contra	y	quiere	hacerle	daño.
•Sentimiento	de	inferioridad.	Pensamiento	de	baja	autoestima,	una	persona	que
es	y	se	siente	menos	que	los	demás	de	manera	permanente.
•Sentimiento	de	estar	fuera	de	control.	Pérdida	del	equilibrio	emocional
permanentemente	o	transitorio.	Sentimientos	de	su	vida	fuera	de	control.
•Tristeza.	(Trastorno	depresivo)	no	es	síntoma	suficiente,	pero	si	cuando	se
cronifica	e	impide	el	correcto	funcionamiento	de	la	vida	de	la	persona.
Sentimiento	actual,	sentirse	mal.
•Melancolía.	Suceso	triste	en	el	que	se	relaciona	momentos	mejores	en	el	pasado
y	nos	hacen	sentir	mal	en	el	presente.
•Baja	tolerancia	la	a	frustración.	Forma	de	pensar	totalmente	desadaptativa.	Baja
autoconfianza.	Tiene	que	ver	con	que	no	nos	enfrentemos	a	las	distintas
situaciones	que	se	nos	presentan	en	nuestra	vida	con	éxito.
•Desorientación.	Confusión	en	cuanto	al	tiempo	y	lugar.	Delirium	Tremens.
•Labilidad	emocional.	Es	la	inadecuada	expresión	afectiva,	ejemplo	risas
desproporcionadas,	llantos	inapropiados.
•Somnolencia.	Sentimiento	de	cansancio,	pesadez	y	sueño	que	suele	aparecer
cuando	la	persona	tiene	un	bajo	estado	anímico.	Puede	ser	un	efecto	secundario
de	psicofármacos	del	tratamiento	de	un	trastorno	o	patología.
•Insomnio.	(Ansiedad,	preocupación,	estrés	o	problemas	en	su	vida)	Incapacidad
de	dormir.	Además,	los	problemas	derivados	de	la	experimentación	del	trastorno
pueden	producir	más	estrés	al	tener	más	preocupaciones.
•Irritabilidad.	Respuesta	exagerada	a	los	estímulos.	Puede	manifestar	cambios	de
humor.	Estado	de	ánimo	con	predisposición	a	los	enfados	que	generan	estrés.
•Miedo	irracional.	(Fobia)	se	relaciona	con	las	fobias.	Es	un	miedo	aprendido,
que	no	es	real	con	un	fin	anticipatorio.	Lo	crea	un	pensamiento	imaginario,
distorsionado	y	catastrofista.
•Sentirse	como	la	víctima.	Autoestima	poco	resistente.	La	persona	se	hace	la
victima	de	forma	habitual	como	manera	de	gestionar	la	ira	y	el	enojo.	Respuesta
esquiva	a	corto	plazo,	a	la	larga	tiene	problemas	interpersonales.
•Sentirse	sólo.	Soledad	es	un	estado	mental	negativo	vinculado	a	los
sentimientos	de	incomprensión,	tristeza	e	inseguridad.	La	persona	percibe	que
los	demás	no	le	comprenden	(comparten	valores	y	gustos).	Esta	incomprensión
percibida	por	los	demás	hace	que	aparezca	una	sensación	subjetiva	de
aislamiento.	Puede	llegar	a	tener	problemas	de	salud	e	higiene	y	de	alimentación.
También	tiene	consecuencias	psicológicas.
•Querer	hacer	daño	a	otros.	La	rabia	y	la	frustración	pueden	crear	un	estado
mental	de	venganza	o	querer	hacer	daño	a	los	demás.
•Despersonalización.	Estado	psíquico	caracterizado	porque	se	siente	extraño	a	sí
mismo,	a	su	cuerpo	o	al	ambiente	que	le	rodea.
•Falta	de	esperanza	respecto	al	futuro.	Por	falta	de	motivación	o	de	objetivos
vitales	una	persona	no	pueda	visualizar	su	futuro	de	forma	positiva.	Esto	le
generará	serios	problemas.
•Bloqueos	psicológicos.	El	bloqueo	mental	es	una	barrera	que	puede	ponerse	una
persona	y	puede	dificultar	su	propio	avance.
•Otros
Para	identificar	un	trastorno	se	deben	de	dar	al	menos	cinco	síntomas
relacionados	con	el	trastorno	en	cuestión.	También	es	frecuente	que	existan	dos
trastornos	o	más	a	la	vez,	con	lo	que	los	síntomas	estarán	enmascarados	unos
con	otros.	Dada	la	naturaleza	de	los	trastornos	que	abordamos	aquí	éstos	no
pueden	combatirse	como	enfermedades	mentales	sino	como	un	trastorno
orgánico	que	fue	la	causa	original	generadora	de	los	demás	trastornos.	De	nada
sirve	atiborrar	de	pastillas	a	los	pacientes	derivados	de	un	tratamiento	de
ortodoncia,	cuando	la	causa	generadora	de	los	trastornos	viene	provocada	por	un
problema	anatómico-estructural,	con	ello	sólo	conseguiremos	anular	su	mente
sin	solucionar	el	problema	del	paciente.	Si	de	verdad	queremos	recuperar	al
paciente	o	acercarlo	lo	más	posible	a	la	mejoría	se	deberá	revertir	el	proceso	de
la	ortodoncia	ajustándolo	lo	mejor	posible	a	su	estructura	dental	original.
Se	debe	de	tener	muy	en	cuenta	la	relación	causa-efecto	entre	los	tratamientos
dentales

Continuar navegando