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Diagnostico y Tratamiento de las Enfermedades Digestivas (468)

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imagen quística menor de 2 cm de diámetro, con áreas sólidas, septos y calcificacio-
nes (vale la pena notar que la calcificación periférica en “cáscara de huevo” señala 
malignidad con alta probabilidad). Puede llegar a desplazar el conducto pancreático. 
No se demuestra comunicación con el conducto pancreático.
Neoplasia papilar intraductal mucinosa (IPMN)
Su caracterización es reciente. Se las ha denominado de varias maneras (ectasia 
mucinosa ductal, tumor hipersecretor de mucina, adenomatosis vellosa mucinosa, 
etc.). Por el hallazgo frecuente de dilatación irregular del conducto principal, con 
o sin dilataciones quísticas de conductos periféricos y atrofia de parénquima pan-
creático, se puede confundir con la pancreatitis crónica del adulto mayor. Existen 
dos subclases de IPMN según su origen: del conducto pancreático principal y de los 
conductos secundarios. Si se encuentra en el conducto pancreático principal, produce 
una acentuada dilatación del conducto de Wirsung, por una parte la lesión quística 
misma y especialmente si se ubica en la cabeza del páncreas, llegando a formar un 
gran tapón de mucina, produciendo una dilatación por obstrucción hacia el cuerpo y 
cola. La probabilidad de malignización de IPMN del conducto principal es alta, más 
aún, en la mayoría de los casos, por lo menos displasia de alto grado está presente en 
la lesión en el momento del diagnóstico. Sin embargo, el pronóstico postquirúrgico 
es incomparablemente mejor que en el adenocarcinoma pancreático. 
Los IPMN de los conductos secundarios en muchos casos son múltiples y asin-
tomáticos. Presentan un aumento de incidencia “epidémico” (ambiental o genético). 
Los síntomas en algunos casos pueden ser semejantes a la pancreatitis crónica (dolor 
crónico), en ausencia de factores predisponentes de pancreatitis crónica (alcohol, 
historia familiar). La edad promedio es aproximadamente 68 años y es más frecuente 
en hombres. La mayoría de ellos son pequeños, sin características imagenológicas 
“preocupantes” (“worrysome features” en literatura inglesa) y la probabilidad de 
crecimiento y malignización consecutiva es relativamente baja, por lo que se puede 
decidir seguimiento de ellos, siendo la colangiorresonancia sin medio de contraste 
un método suficiente.
El compromiso del conducto pancreático principal es un indicador de mayor riesgo 
de malignidad, lo mismo que la presencia de nodulaciones en la pared, engrosamiento 
parietal y diámetro mayor de 3 cm.
Una síntesis de las principales características de las NQP más frecuentes se en-
cuentra en la Tabla 1.
Tratamiento
1. Frente a una NQP estudiada con TAC de abdomen (protocolo de páncreas) y 
RNM con CRNM, la primera pregunta es si existen antecedentes de pancreatitis 
aguda. Si la respuesta es afirmativa, se debe excluir la presencia de un pseudoquiste 
inflamatorio.
GUILLERMO WATKINS S.

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