Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
CAPÍTULO 38 Enfermedades virales transmitidas por artrópodos y roedores 553 días. Los ganglios linfáticos a menudo están aumentados de tamaño. La fi ebre por el dengue característica es una enferme- dad que cede espontáneamente. La convalecencia puede tardar semanas, aunque las complicaciones y el deceso son infrecuen- tes. Sobre todo en los niños pequeños, el dengue puede ser una enfermedad febril leve que persista por un leve periodo. Puede presentarse un síndrome grave (fi ebre hemorrágica por dengue y síndrome de choque por dengue) en personas (por lo general niños) con anticuerpo adquirido pasivamente (como anticuerpo materno) o anticuerpo de dengue heterólogo no neutralizante preexistente debido a la infección previa por un serotipo diferente de virus. Aunque los síntomas iniciales se parecen al dengue normal, se agrava el estado del paciente. La característica anatomopatológica clave de la fi ebre hemorrágica por el dengue es un aumento de la permeabilidad vascular con fi ltración de plasma hacia los espacios intersticiales asociada a un incremento de las concentraciones de citocina vasoactivas. Esto puede desencadenar choque letal en algunos pacientes. Diagnóstico de laboratorio Se dispone de métodos basados en la reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR, reverse-trans- cription polymerase chain reaction) para la identifi cación rápida y la serotipifi cación del virus del dengue en suero de fase aguda, aproximadamente durante el periodo de fi ebre. Es difícil aislar el virus. El método favorecido en la actualidad es una inoculación de un linaje celular de mosquito con suero del paciente, aunado a análisis de ácido nucleico para identifi - car un virus aislado. El diagnóstico serológico es complicado por la reactividad cruzada de anticuerpos IgG a antígenos de fl avivirus heteró- logos. Se dispone de diversos métodos; los utilizados con más frecuencia son ELISA de IgM o IgG para la captura específi ca de proteína viral E/M y la prueba de HI. Se presentan anticuer- pos IgM a pocos días de la enfermedad. Los anticuerpos neu- tralizantes e inhibidores de la hemaglutinación se presentan en el lapso de una semana después de comenzar la fi ebre por el dengue. El análisis de sueros de fase aguda y convaleciente pareados para demostrar un incremento notable del valor cuantitativo de anticuerpo es la prueba más fi able de una infec- ción por el dengue activa. Inmunidad Existen cuatro serotipos del virus que pueden distinguirse mediante los análisis moleculares y las pruebas de neutraliza- ción. La infección confi ere protección de por vida contra ese serotipo, pero la protección cruzada entre los serotipos tiene una corta duración. La reinfección con un virus de un serotipo diferente después del ataque primario tiene más posibilidades de producir enfermedad grave (fi ebre hemorrágica del dengue). La patogenia del síndrome grave comprende anticuerpos preexistentes contra el dengue. Se cree que los complejos de virus-anticuerpo se forman pocos días a partir de la segunda infección por dengue y que los anticuerpos no neutralizan- tes incrementan la infección de cifras más elevadas de células mononucleares seguidas por la liberación de citocinas, media- dores citoactivos y procoagulantes, que llevan a la coagula- ción intravascular diseminada vista en el síndrome de fi ebre hemorrágica. También pueden estar involucradas las respuestas inmunitarias celulares de reacción cruzada al virus del dengue. Epidemiología Los virus del dengue tienen una distribución mundial en las regiones tropicales (fi gura 38-2). Casi todas las regiones sub- tropicales y tropicales en todo el mundo donde existen los vec- tores Aedes son zonas endémicas. En los últimos 20 años, el dengue epidémico ha surgido como un problema en América. En 1995, en Centroamérica y Sudamérica ocurrieron más de 200 000 casos de dengue y más de 5 500 casos de fi ebre hemo- rrágica del dengue. Los patrones cambiantes de la enfermedad probablemente tienen relación con el crecimiento rápido de la población urbana, el hacinamiento y las medidas laxas para controlar el mosquito. El dengue en 2008 fue la enfermedad viral transmitida por el mosquito que afecta al ser humano de mayor importancia. Se calcula que en todo el mundo cada año se presentan unos 50 millones o más de casos de dengue y 400 000 casos de fi ebre hemorrágica por el dengue. Esta última es la causa principal de muerte infantil en varios países asiáticos. El riesgo del síndrome de fi ebre hemorrágica es de casi 0.2% durante la primera infección por el dengue pero de por lo menos 10 tantos más elevada durante la infección con un segundo serotipo del virus del dengue. La tasa de mortalidad por la fi ebre hemorrágica del dengue puede alcanzar 15% pero se puede reducir a menos de 1% con el tratamiento apropiado. El cociente de infecciones asintomáticas a manifi estas es variable pero puede ser de 15:1 para las infecciones primarias; es más bajo en las infecciones secundarias. En las poblaciones urbanas, las epidemias del dengue son explosivas y afectan a porciones considerables de la población. A menudo comienzan durante las estaciones lluviosas cuando abunda el mosquito vector A. aegypti (fi gura 38-7). El mosquito se reproduce en climas tropicales o semitropicales en recep- tácu los de agua estancada o en plantas cercanas a los hábitats humanos. A. aegypti es el principal mosquito vector del dengue en el hemisferio occidental. La hembra adquiere el virus al ali- mentarse de un humano virémico. Tras un periodo de ocho a 14 días, los mosquitos son infecciosos y probablemente se mantienen así de por vida (uno a tres meses). En el trópico, la reproducción del mosquito durante todo el año mantiene la enfermedad. La Segunda Guerra Mundial fue la causa de la disemina- ción del dengue desde el sureste de Asia por toda la región del Pacífi co. En América por muchos años sólo existió el dengue de tipo 2. Luego, en 1977 se detectó un virus del dengue de tipo 1. Esta fue la primera vez que se había aislado el virus de tipo 1 en el hemisferio occidental. En 1981, el dengue de tipo 4 se reco- noció inicialmente en el hemisferio occidental y después en 1994 el dengue de tipo 3. Los virus en la actualidad se propagan por toda Centroamérica y Sudamérica y la fi ebre hemorrágica del dengue es endémica en muchos países. El dengue endémico en el Caribe y en México es una amenaza constante para Estados Unidos, donde prevalecen los mosquitos A. aegypti en los meses de verano. Junto con el aumento de la actividad epidémica del dengue en los trópicos, 38 Chapter 38_Carroll_4R.indd 55338 Chapter 38_Carroll_4R.indd 553 15/04/16 12:1815/04/16 12:18
Compartir