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FIGURA 2-1. Columna vertebral y sus cinco regiones. Las vértebras de (A y B) son típicas de cada una de las tres regiones móviles. La columna continua formada por los cuerpos vertebrales y los discos intervertebrales, que soporta el peso, aumenta de tamaño a medida que se desciende. En la visión posterior (C) se incluyen los extremos vertebrales de las costillas, que representan el componente óseo del dorso. En (D), la sección de la columna vertebral, con las costillas, el cráneo y la pelvis, pone de manifiesto el conducto vertebral. Los forámenes (orificios) intervertebrales, que también se muestran en (B), son forámenes en la pared lateral del conducto vertebral, a través de los cuales salen los nervios espinales. El cuerpo vertebral es la parte anterior, más grande y aproximadamente cilíndrica, del hueso, que aporta fortaleza a la columna vertebral y soporta el peso del cuerpo. El tamaño de los cuerpos vertebrales va aumentando a medida que se desciende por la columna, sobre todo desde T4 hacia abajo, ya que cada uno soporta una cantidad progresivamente mayor del peso corporal. El cuerpo vertebral se compone de hueso vascular trabecular (esponjoso, reticulado), rodeado por una delgada capa externa de hueso compacto (fig. 2-3). El hueso trabecular es una trama de trabéculas principalmente altas y verticales, entremezcladas con otras cortas y horizontales. Los espacios intertrabeculares están ocupados por médula ósea roja, que es uno de los tejidos hematopoyéticos (formadores de sangre) más activos del individuo maduro. Uno o más orificios grandes situados en la superficie posterior del cuerpo vertebral están ocupados por las venas basivertebrales, que drenan la médula ósea (v. fig. 2-26). En el sujeto vivo, la mayor parte de las caras superior e inferior del cuerpo vertebral están revestidas por discos de cartílago hialino («cartílagos de crecimiento» 195 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0: