Logo Studenta

_Anatomia con Orientacion Clinica (259)

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

parte superior de la médula espinal. La circulación a gran parte de la médula espinal
depende de las arterias medulares segmentarias y radiculares que discurren a lo largo
de las raíces de los nervios espinales. Las arterias medulares segmentarias anterior
y posterior derivan de las ramas espinales de las arterias cervicales ascendentes,
cervicales profundas, vertebrales, intercostales posteriores y lumbares. Las arterias
medulares segmentarias se observan principalmente en asociación con las
intumescencias cervical y lumbosacra, donde es mayor la necesidad de un buen
aporte sanguíneo. Penetran en el conducto vertebral a través de los forámenes
intervertebrales.
La gran arteria medular segmentaria (de Adamkiewicz), situada en el lado
izquierdo en cerca del 65% de los individuos, refuerza la circulación en dos tercios de
la médula espinal, incluida la intumescencia lumbosacra (v. figs. 2-39 y 2-47 A). La
gran arteria, mucho mayor que el resto de las arterias medulares segmentarias, se
origina habitualmente a partir de la rama espinal de una arteria intercostal inferior o
lumbar superior, y penetra en el conducto vertebral a través del foramen intervertebral
a nivel torácico inferior o lumbar superior.
Las raíces anterior y posterior de los nervios espinales y sus cubiertas reciben
irrigación de las arterias radiculares posterior y anterior, que discurren a lo largo
de dichas raíces (figs. 2-47 y 2-48). Las arterias radiculares no llegan a las arterias
espinales, anterior o posteriores. Las arterias medulares segmentarias reemplazan a
las arterias radiculares en los niveles irregulares en que están presentes. La mayoría
de las arterias radiculares son pequeñas y sólo irrigan las raíces nerviosas; sin
embargo, algunas pueden contribuir a la irrigación de partes superficiales de la
sustancia gris en los cuernos posterior y anterior de la médula espinal.
VENAS DE LA MÉDULA ESPINAL
En general, las venas de la médula espinal presentan una distribución similar a la de
las arterias espinales. Suele haber tres venas espinales anteriores y tres posteriores
(fig. 2-48 A). Las venas espinales están dispuestas longitudinalmente, comunican
libremente entre sí y drenan en hasta 12 venas medulares anteriores y posteriores y
venas radiculares. Las venas de la médula espinal se unen a los plexos venosos
vertebrales internos (epidurales) en el espacio epidural (v. fig. 2-27). Los plexos
venosos vertebrales internos pasan superiormente a través del foramen magno para
comunicarse con los senos durales y las venas vertebrales en el cráneo. Los plexos
vertebrales internos comunican asimismo con los plexos venosos vertebrales externos
sobre la superficie externa de las vértebras.
302
https://booksmedicos.org
https://booksmedicos.org
	booksmedicos.org
	Push Button0:

Continuar navegando