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Salud en Tabasco
ISSN: 1405-2091
revista@saludtab.gob.mx
Secretaría de Salud del Estado de Tabasco
México
León Ramírez, Sergio
Resistencia bacteriana a los antimicrobianos
Salud en Tabasco, vol. 16, núm. 1, enero-abril, 2010, pp. 859-860
Secretaría de Salud del Estado de Tabasco
Villahermosa, México
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M. en C. Argeo Romero Vázquez
Dr. Gustavo A. Rodríguez León
Comité Técnico
L.I. Claudia Alvarez Vidal
Lic. Edison MateosPayró Oropeza
L.E.F. Adalberto Vázquez Gómez
 
l
Cuando los antibióticos fueron introducidos por primera vez, se les consideró
como compuestos milagrosos. Su descubrimiento, la cura milagrosa que
permitiría salvar vidas previamente condenadas a un desenlace mortal casi
sin excepción, llevó incluso a suponer que la era de las enfermedades
infecciosas estaba superada. Lamentablemente, esto no se cumplió.
Los agentes antimicrobianos cambiaron el mundo contemporáneo.
Enfermedades que antes causaban morbilidad y mortalidad en gran escala,
fueron puestas bajo control y varias generaciones han crecido sin el temor de
una muerte cercana causada por infecciones comunes. Sin embargo, el lustre
de la era antimicrobiana pronto comenzó a empañarse en la medida en que las
bacterias comenzaron a desarrollar resistencia a los antibióticos.
RESISTENCIA BACTERIANA A LOS ANTIMICROBIANOS
"... Nos equivocamos, debemos reconocerlo y disculparnos.
Los médicos tuvimos en las manos el maravilloso don de los
antimicrobianos, pero lo estamos destruyendo a través de su
uso inadecuado..."
Norman Simmons
Conferencia Europea sobre
Resistencia Bacteriana (1988).
La guerra contra las enfermedades infecciosas ha sido ganada.
Es tiempo de cerrar el libro sobre enfermedades infecciosas."
 Dr. William H. Stewart
 Cirujano General USA.
 Diciembre de 1967.
La resistencia a uno o más antibióticos es cada vez más frecuente. Especies
que hace años eran sensibles, como Streptococcus pneumoniae in vitro, son
actualmente resistentes a antibióticos a los cuales previamente sucumbían,
hasta las del género Staphylococcus que cuando son resistentes a la
vancomicina dejan muy pocas opciones en el arsenal terapéutico para su
manejo eficaz.
La resistencia a los antibióticos puede ser natural, cuando es una propiedad
específica de algunas bacterias o adquirida, cuando se produce una mutación
cromosómica o la bacteria adquiere un plásmido de resistencia, es decir, un
fragmento extracromosómico de DNA portador de genes que modifican la
resistencia al antibiótico. Esto puede darse entre bacterias de la misma o de
diferentes especies.
Las enfermedades infecciosas constituyen la segunda causa de muerte y la
primera de años perdidos de vida saludable por discapacidad en el mundo.
Aunque importantes en todo el mundo, son más frecuentes donde prevalece
la pobreza y factores afines como malnutrición, carencia de agua corriente y
letrinas, analfabetismo y hacinamiento. Aunque la mayor morbilidad y
mortalidad afecta a los estratos sociales más carentes, nadie está exento, más
ahora que los viajes y el comercio de productos de consumo permiten el
contacto estrecho entre hospederos y agentes etiológicos desconocidos.
SALUD EN TABASCO Vol. 16, No. 1, Enero-Abril 2010
Bacterial resistance to antimicrobials
860
Editorial
La resistencia a los antimicrobianos, es uno de los problemas de salud pública más graves del mundo. Muchos de los
microorganismos que causan enfermedades infecciosas han dejado de responder a los antibióticos de uso común. Esto está
teniendo un impacto negativo en la lucha contra la tuberculosis, malaria, cólera, otras diarreas y neumonías, enfermedades
que juntas constituyen la causa de muerte de más de 10 millones de personas anualmente en el mundo.
El problema de la resistencia a los antibióticos es global, complejo e incluye un gran número de especies bacterianas de
importancia médica y es difícil de controlar por su multicausalidad.
La aparición de la resistencia es un fenómeno natural; surge como resultado de la utilización de los antimicrobianos, pero
tiene un ritmo acelerado debido al uso inapropiado de tales medicamentos. Las estimaciones indican que posiblemente la
mitad del consumo total de los antibióticos es innecesario. En muchos países, se compran directamente, sin prescripción ni
consejo por parte de un profesional médico capacitado. Por otro lado, el uso de otros productos acentúa la problemática. Tal
sería el caso de los jabones antibacterianos, que a pesar de su popularidad, existen pocas evidencias que demuestren su
eficacia, por el contrario, hay estudios que sugieren que su utilización puede relacionarse con el desarrollo de resistencia
bacteriana a los antibióticos.
Los jabones contra las bacterias no son más efectivos que el jabón común y podrían ser uno de los factores que incrementan
la resistencia de esos microorganismos a los antibióticos.
Es recomendable el uso de estos antibacteriales en lugares donde sean realmente necesarios, como hospitales, residencias
con enfermos de alto riesgo a infecciones y evitar su uso de rutina en los hogares.
La resistencia bacteriana ha sido estimulada por el uso inapropiado de los antibióticos en la práctica médica; si bien el uso
indiscriminado de los antimicrobianos por parte de la industria y de la agricultura han jugado un rol fundamental. La falta de
cooperación del cuerpo médico para aceptar medidas que restrinjan y controlen la prescripción indiscriminada y la dosificación
inapropiada debe analizarse muy seriamente.
La diseminación inexorable de la resistencia, podría llegar a tornarse en un problema de dimensiones incalculables,
particularmentecuando la línea de producción de nuevos agentes es bastante limitada.
No debe perderse de vista que, desde el hallazgo de un nuevo medicamento hasta su llegada al mercado transcurren, en
promedio, diez años y se gastan entre 200 y 300 millones de dólares. Las bacterias producen variedades resistentes a un
nuevo antibacteriano en períodos que, en general, son muchos más cortos.
La resistencia bacteriana es un problema de salud pública, no es un problema médico. El enfoque para solucionarlo tiene que
ser el de la salud pública, pues la solución médica sólo resolvería parcialmente el problema; debe abordarse con múltiples
medidas, como el combate a la pobreza, incrementar la accesibilidad de los servicios médicos, así como el cumplimiento de las
pautas terapéuticas.
La guerra aún no está pérdida, pero sólo se obtendrán resultados favorables con una política de salud pública bien definida,
con la concientización de los profesionales del área y con la colaboración de la comunidad, que para ello debe de estar bien
informada.
Se hace necesario emprender la vigilancia del uso de los antimicrobianos y de la resistencia a tales medicamentos y, de
acuerdo a los datos obtenidos, formular, llevar a la práctica y evaluar las estrategias de contención de la resistencia microbiana.
Quím. Sergio León Ramírez
Director de Calidad y Educación en Salud
SALUD EN TABASCO Vol. 16, No. 1, Enero-Abril 2010

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