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Resumen Summary Situación actual de la hepatitis E en el ganado porcino: una enfermedad emergente de interés en salud pública La hepatitis E (HE) es una enfermedad que afecta anualmente a más de 20 millones de personas en el mundo. En países industrializados, la HE está considerada como una enfermedad emergente cuyo origen es eminente- mente zoonótico. Los suidos (cerdo doméstico, jabalí y sus cruces) son los principales reservorios del virus de la HE (VHE) y el consumo de productos crudos o poco cocinados procedente de estas especies es la principal vía de transmisión zoonótica en Europa. Los estudios realizados hasta la fecha indican que el VHE está ampliamente distribuido en las explotaciones de cerdo en España. Además, investigaciones previas realizadas en nuestro país, han detectado VHE en diferentes productos porcinos destinados al consumo humano y, aunque determinados tratamientos térmicos inactivan al virus, se han confirmado casos de HE en personas asociados al consumo de estos productos. El objetivo de este artículo es proporcionar al lector una visión, desde una perspectiva de “una sola salud” (One Health), sobre la si- tuación actual de la HE en Europa y, en particular, en España, abordando los principales aspectos conocidos y desconocidos de este virus emergente. Palabras clave: Hepatitis E, zoonosis, porcino, enfermedad emergente, One Health Javier Caballero-Gómez1,2, Antonio Rivero-Juárez1, María de los Ángeles Risalde3, Mario Frías1, Saúl Jiménez-Ruiz2,4, Pedro López-López1, Antonio Rivero1 e Ignacio García-Bocanegra2 1Unidad de Enfermedades Infecciosas, Grupo de Virología Clínica y Zoonosis, Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), Hospital Reina Sofía, Universidad de Córdoba (UCO), 14004 Córdoba, España 2Departamento de Sanidad Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba (UCO), 14014 Córdoba, España 3Departamento de Anatomía y Anatomía Patológica Comparadas y Toxicología. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba (UCO), 14014 Córdoba, España 4Grupo de Sanidad y Biotecnología (SaBio). Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos IREC (UCLM-CSIC-JCCM). Universidad de Castilla-la Mancha (UCLM), 13071 Ciudad Real, España Contacto con el autor: Ignacio García-Bocanegra. Departamento de Sanidad Animal. Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba (UCO); Av. de Medina Azahara, 5, 14071 Córdoba. Email: v62garbo@uco.es Current situation of hepatitis E in pigs: an emerging disease of public health interest Hepatitis E (HE) is a disease that annually affects more than 20 million of people worldwide. In industrialized countries, HE is considered an emerging zoonotic disease of public health concern. Swine species (domestic pig, wild boar and their crossbreed) are the main reservoirs of HE virus (HEV) and the consumption of raw or undercooked products from these species is consid- ered the main zoonotic transmission route in Europe. Previous survey studies have evidenced a widespread distribution of HEV in pig farms in Spain. In ad- dition, HEV has been detected in different pork products for human consump- tion and, even though heat treatment inactivates the virus, human cases of HE by consumption of food products derived from swine have been confirmed in our country. The aim of the present article is to assess the current situation of HE in Europe and, particularly, in Spain, addressing the main known and unknown aspects of this emerging virus from a One Health approach. Keywords: Hepatitis E, zoonoses, swine, emerging disease, One Health 16 ■ SUIS Nº ARTÍCULOS ETIOLOGÍA La hepatitis E (HE) es una enfermedad emergente que afecta anualmente a más de 20 millones de personas, lo que la con- vierte en la hepatitis aguda más frecuente en todo el mundo (OMS, 2017). El agente etiológico de esta enfermedad es el virus de la HE (VHE; familia Hepeviridae; gé- nero Orthohepevirus), un virus ARN que puede ocasionar elevada letalidad en mu- jeres embarazadas, así como hepatopatías crónicas en pacientes inmunodeprimidos (Nimgaonkar et al., 2017). Entre las diferentes especies del VHE (Or- thohepevirus A-D), Orthohepevirus A es la que presenta mayor importancia desde un punto de vista de salud pública. Esta especie incluye ocho genotipos diferen- tes (VHE-1 a VHE-8) cuyos miembros se han detectado en una amplia variedad de especies animales (figura 1) (Doceul et al., 2016). Los genotipos VHE-1 y VHE- 2 están asociados con brotes humanos en países en vías de desarrollo, mientras que los VHE-3 y VHE-4 están implicados en casos de HE en todo el mundo y su origen es de tipo zoonótico (Meng, 2010). Los genotipos VHE-5 a VHE-8 se han descri- to en jabalíes y camélidos en Asia, si bien solo se han detectado casos zoonóticos asociados a VHE-7 (figuras 1 y 2) (Nim- gaonkar et al., 2017). IMPORTANCIA DE LA HE EN SALUD PÚBLICA El VHE se detectó por primera vez en humanos en Cachemira (India) en 1978- 1979 (Khuroo, 1980). Posteriormente, se confirmaron brotes epidémicos en dife- rentes países de África y Asia (Purcell y Emerson, 2008). Actualmente, la HE es endémica en estos continentes, con los VHE-1 y VHE-2 como los más prevalen- tes y el consumo de agua contaminada como la principal fuente de infección en personas (Nimgaonkar et al., 2017). Sin embargo, la HE está considerada como una enfermedad emergente con gran rele- vancia en salud pública en Europa, donde se detectan más de 5.000 casos anuales. El VHE-3 es el genotipo más prevalente en el continente europeo (figura 2) y se ha incrementado exponencialmente el núme- ro de casos autóctonos durante los últi- mos años (figura 3) (Aspinall et al., 2017). En personas, la infección por VHE-3 suele cursar de forma subclínica, aunque tam- bién puede producir una hepatitis auto- limitante clínicamente indistinguible de la hepatitis A, así como manifestaciones extrahepáticas de tipo nervioso y renal, entre otras (Sooryanarain y Meng, 2020). En pacientes inmunodeprimidos, la infec- ción por el VHE-3 puede ocasionar una hepatitis crónica que puede evolucionar a cirrosis y llegar causar incluso a la muer- te (Mateos-Lindemann y Pérez-Gracia, 2017; Sooryanarain y Meng, 2020). Entre las posibles fuentes de infección del VHE-3 se incluyen: el contacto con animales o humanos infectados, el consumo de agua o productos animales o vegetales conta- minados, las transfusiones sanguíneas y los trasplantes de órganos procedentes de donantes infectados (EFSA, 2017). Entre ellas, el consumo de productos crudos o poco cocinados de origen porcino es, sin duda, la principal vía de transmisión del VHE-3 en países europeos (figura 1). Diversos estudios han confirmado la pre- sencia de VHE en hígado, así como en productos cárnicos como lomo, solomi- llo y jamón de cerdos (Bouwknegt et al., 2009; Salines et al., 2019a). Asimismo, diferentes investigaciones realizadas en Europa señalan que entre el 0 y el 58 % de los productos derivados de esta espe- cie, principalmente carne, hígados y em- butidos, están contaminados con el virus (Pavio et al., 2017). Durante los últimos años, se han confirmado diversos casos de HE relacionados con el consumo de car- ne de cerdo en diferentes países europeos (Sooryanarain y Meng, 2020). España es el cuarto país en todo el mundo y el segundo en Europa con mayor pro- ducción porcina. El número de cerdos sacrificados anualmente para consumo es de 44,5 millones (MAPA, 2018). Si se tiene en cuenta que los estudios epidemio- lógicos señalan una prevalencia de infec- ción en animales en matadero de en torno al 42 % (Di Bartolo et al., 2012; Garcia et al., 2020), aproximadamente 18,5 millo- nes de cerdos sacrificados cada año en Es- paña podrían estar infectados por VHE. En nuestro país, Riveiro-Barciela et al. (2015) describieron un caso de hepatitis aguda en un paciente tras el consumo de carne de cerdo. La detección de la misma cepa de virus tanto en el paciente como enel alimento confirmó la transmisión zoonótica. Asimismo, se detectó que el Figura 1. Genotipos de la especie Orthohepevirus A, sus principales reservorios y el mecanismo de transmisión a humanos más frecuente. Las especies en rojo son aquellas en las se ha confirmado la transmisión zoonótica del VHE por estudios moleculares. *Un único caso zoonótico descrito a partir del genotipo 7. SUIS Nº ■ 17 ARTÍCULOS 3 % de los hígados y el 7 % de los embu- tidos de origen porcino estaban contami- nados con VHE (Di Bartolo et al., 2012). Aunque hasta la fecha en España no se han confirmado casos de HE a partir del consumo de embutidos, en Francia se ha evidenciado la transmisión zoonótica del VHE-3 a partir del consumo de produc- tos transformados, como el figatellu, un fiambre típico de la cocina corsa elabora- do a partir de hígado de cerdo (Colson et al., 2010; Renou et al., 2014). En nuestro país, nuestro grupo de inves- tigación también describió un brote de HE en diferentes miembros de una mis- ma familia, cuyo origen fue el consumo de lomo y carrillera procedente de jabalí (Rivero-Juárez et al., 2017). El incremen- to exponencial (hasta un 300 % en la última década) de las densidades de jaba- líes durante los últimos años en España, puede implicar un aumento en el riesgo de transmisión de agentes patógenos zoonóticos, incluido el VHE (Gortázar et al., 2010). Si se tiene en cuenta que anual- mente se cazan alrededor de 315.000 ja- balíes en nuestro país (MAPA, 2017) y que la prevalencia media de infección en esta especie, según estudios previos, es del 14 % (de Deus et al., 2008; Kukielka et al., 2015; Risalde et al., 2017; Rivero- Juarez et al., 2018; Caballero-Gómez et al., 2019), podemos estimar que anual- mente se destinan a consumo más de 42.000 jabalíes que podrían estar infec- tados por VHE. No obstante, la detección del genoma del VHE no implica necesariamente la presencia de virus infeccioso en los pro- ductos alimenticios derivados de estas especies. Se ha comprobado que el tra- tamiento térmico es un método eficiente para inactivar el virus (EFSA, 2017). Así, temperaturas superiores a 71 °C durante 20 minutos (Barnaud et al., 2012), entre otras combinaciones de tiempo y tem- peratura, son eficaces para eliminar la viabilidad del virus en los tejidos (EFSA, 2017). En nuestro país, el consumo de productos no cocinados derivados del porcino, como lomos, chorizos, salchi- chones, paletas y jamones, cuenta con una extensa tradición. De hecho, estos alimentos se consumen incluso con ma- yor frecuencia que la carne fresca pro- cedente de esta especie (MAPA, 2018). Aproximadamente 540.000 toneladas de carne de cerdo transformada son consumidas por los españoles cada año. Sin embargo, actualmente se descono- ce si procedimientos de conservación como curación, ahumado, desecación o fermentación son eficaces para evitar la persistencia del VHE-3. Este hecho señala la necesidad de realizar estudios adicionales para conocer la persistencia y viabilidad del VHE en estos productos y evaluar el riesgo de transmisión zoonó- tica a partir de su consumo. El contacto con cerdos infectados o sus tejidos es otra posible vía de infección del VHE-3 para las personas (Colson et al., 2007; Pérez-Gracia et al., 2007; Renou et al., 2007) y, actualmente, la HE es con- siderada como una zoonosis profesional. En España, en 2007 se confirmó un caso de HE en un trabajador de un matadero Figura 2. Distribución geográfica más frecuente a nivel mundial de los ocho genotipos de Orthohepevirus A. Fu en te: m od ifi ca do d e K am ar et al . ( 20 17 ) y F or ni e t a l. (2 01 8) . VHE 1-2 VHE 3 VHE 4 VHE 7-8 VHE 5-6 VHE 7-8 18 ■ SUIS Nº ARTÍCULOS de cerdos asociado a la manipulación de animales o productos derivados (Pérez- Gracia et al., 2007). Asimismo, se ha ob- servado que los trabajadores del sector porcino de nuestro país, como ganaderos o veterinarios, presentan cinco veces más probabilidad de estar expuestos a este vi- rus que el resto de la población (Galiana et al., 2008). IMPORTANCIA DEL GANADO PORCINO EN LA EPIDEMIOLOGÍA DEL VHE La primera descripción del VHE en una especie animal fue en ganado porcino en 1997 en Estados Unidos, donde se confirmó la infección por VHE-3 en la mayoría de los cerdos analizados ma- yores a tres meses de edad (Meng et al., 1997). Desde entonces, el VHE-3 se ha detectado en una amplia variedad de especies animales (figura 1), de entre las cuales destacan los suidos (cerdo domés- tico, jabalí y sus cruces) como principales reservorios del virus. Las vías de trans- misión más frecuentes en el cerdo son el contacto directo con animales infectados o el consumo de alimento o agua conta- minados con restos de heces procedente de animales infectados (Bouwknegt et al., 2008). La infección se suele produ- cir principalmente durante el periodo de transición, coincidiendo con la pérdida de inmunidad maternal (de Deus et al., 2008), si bien los animales son suscep- tibles a infectarse a cualquier edad (Fer- nández-Barredo et al., 2007). PATOGENIA DEL VHE EN EL GANADO PORCINO El VHE se puede detectar en sangre des- de una hasta varias semanas posinfec- ción (Salines et al., 2017). En heces, el virus se excreta a partir del séptimo día posinfección y persiste durante periodos que oscilan entre tres y siete semanas (Bouwknegt et al., 2009; Salines et al., 2015). Un estudio reciente realizado por nuestro grupo de investigación señala que el análisis de heces podría ser una buena herramienta de diagnóstico no invasiva para detectar la circulación de VHE en las explotaciones porcinas po- sitivas (Risalde et al., 2020). Asimismo, también se ha detectado eliminación del VHE a través de la orina y saliva de cer- dos infectados (Bouwknegt et al., 2009; Thiry et al., 2017). El desarrollo de anticuerpos específicos frente al VHE se suele producir entre las dos y ocho semanas posinfección (Bou- wknegt et al., 2009; Salines et al., 2017), si bien actualmente no existen estudios longitudinales que evalúen la persistencia de estos anticuerpos en el cerdo. Estudios experimentales previos han demostrado la protección de los anticuerpos frente a futuras infecciones, aunque en determina- das explotaciones donde el virus circula de forma endémica también se han detec- tado reinfecciones en animales seropositi- vos (Krain et al., 2014). El hígado es el órgano diana del VHE-3 (Halbur et al., 2001; Pavio et al., 2017; Ri- salde et al., 2017). El virus se puede detec- tar en este órgano desde el tercer día posin- fección y puede persistir incluso tres meses después de haberse identificado en heces (Meng, 2003; Casas et al., 2011). Por esta razón, la existencia de cerdos crónicamen- te infectados con presencia de virus en hí- gado durante un largo periodo en ausencia de viremia puede suponer un problema a la hora del diagnóstico, con las consecuen- tes implicaciones que esto supone para la salud pública (Risalde et al., 2017). En hí- gados de cerdos infectados por VHE-3 se han descrito lesiones microscópicas, como hepatitis linfoplasmocitaria o linfohistiocí- tica y necrosis hepatocelular (Halbur et al., 2001; De Deus et al., 2007; Martin et al., 2007). Además, se ha detectado presencia de este virus en otros órganos, como intes- tinos grueso y delgado, ganglios linfáticos mesentéricos y gastrohepáticos, tonsilas, riñón, pulmón, bazo y glándulas salivales (Pavio et al., 2010, 2017). Sin embargo, la infección por VHE en cerdo cursa de for- ma asintomática y no se detectan lesiones macroscópicas en ningún órgano. 6.000 5.500 5.000 4.500 4.000 3.500 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 0N úm er o de ca so s Año 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 Figura 3. Número de casos anuales de HE reportados en diferentes países europeos entre 2005 y 2015. Fuente: modificado de Aspinall et al. (2017).m iq ue lit o/ sh ut ter sto ck.co m SUIS Nº ■ 19 ARTÍCULOS DISTRIBUCIÓN DEL VHE EN EL GANADO PORCINO EN EUROPA Los trabajos realizados en el ganado por- cino hasta la fecha indican una elevada exposición al VHE en diferentes países eu- ropeos, con niveles de prevalencia de anti- cuerpos que oscilan entre el 20 y el 93 % (Jiménez de Oya et al., 2011; Grierson et al., 2015). Del mismo modo, los niveles de infección activa (detección de ARN del vi- rus) también son muy variables, con fluc- tuaciones de entre el 1 y el 50 % (Breum et al., 2010; Thiry et al., 2014). En España se ha evidenciado circula- ción del VHE en ganado porcino desde, al menos, 1985 (Casas et al., 2009). Los estudios epidemiológicos realizados con- firman una amplia distribución de este virus en las granjas porcinas en nuestro país, entre las que se incluyen granjas tanto de ciclo abierto como cerrado (Ji- ménez de Oya et al., 2011), así como ex- plotaciones de cría extensiva e intensiva (López-López et al., 2018). Los resulta- dos obtenidos arrojan valores de preva- lencia de explotación que oscilan entre el 81 y el 98 % (Casas et al., 2009; Jimé- nez de Oya et al., 2011). Así mismo, se han detectado prevalencias de anticuer- pos frente a este virus de entre el 20 y el 59 % de los cerdos analizados (figura 4) (Casas et al., 2009; Jiménez de Oya et al., 2011). Las prevalencias individuales de infección activa varían desde el 0 hasta el 27 % según los estudios y las regiones geográficas muestreadas (figura 4) (Pina et al., 2000; Seminati et al., 2008; Kukie- lka et al., 2015). Todos estos resultados indican que el VHE presenta una amplia distribución en las explotaciones porci- nas en nuestro país. PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS AL VHE EN GRANJAS PORCINAS Hasta la fecha, el número de estudios epi- demiológicos para determinar los facto- res de riesgo asociados a la infección por VHE en el cerdo sigue siendo muy limi- tado. Entre los factores identificados, se incluyen los descritos a continuación. Número de animales en la explotación Granjas con un elevado número de cer- dos presentan un mayor riesgo de circu- lación de VHE (Salines et al., 2017). En un estudio realizado en Italia se observó que las explotaciones con un censo su- perior a 1.000 cerdos tienen 5 veces más probabilidad de estar expuestos al VHE que otras con menor censo (Di Bartolo et al., 2008). Coinfecciones Estudios previos han demostrado que las coinfecciones entre el VHE con otros agen- tes víricos inmunodepresores, como el cir- covirus porcino tipo 2 (PCV-2) o el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino (vPRRS), incrementan el riesgo de infección por VHE en edades de sacrificio (Salines et al., 2015, 2019b). Asimismo, la infección por vPRRS en cerdos aumenta el periodo de excreción en heces del VHE y, por tanto, el riesgo de circulación en la explotación (Salines et al., 2015). Sistema de cría Un estudio llevado a cabo en el sur de Es- paña demostró que la prevalencia de los cerdos criados en sistemas de producción extensivo (24 %) fue significativamente superior a la de animales manejados en sistemas intensivos (13 %) (López-López et al., 2018). Esto podría estar relaciona- do con el hecho de que en los ecosistemas mediterráneos del centro y sur de Espa- ña (CSE), el cerdo Ibérico y sus cruces se crían habitualmente en extensivo, parti- cularmente durante el periodo de mon- tanera, donde es frecuente el contacto, directo o indirecto, con otras especies do- mésticas y silvestres también susceptibles a la infección por el VHE (figura 1). Figura 4. Estudios epidemiológicos sobre VHE realizados en el ganado porcino en diferentes comunidades autónomas de España. Seroprevalencia (ELISA) Detección de VHE (RT-PCR) Sin información 3 % 24 % 5-48 % 0-27 % 44 % 0 % 23 % 20 % 17 % Da vid D elg ad o Fe rn an de z/s hu tte rs to ck .co m 20 ■ SUIS Nº ARTÍCULOS Contacto con especies silvestres En España se ha detectado una amplia distribución de este virus en las poblacio- nes de jabalíes, con seroprevalencias que oscilan entre el 10 y el 58 % y tasas de in- fección que varían del 1 al 23 % (Boade- lla et al., 2010; Rivero-Juarez et al., 2018; Caballero-Gómez et al., 2019). Además, un estudio experimental demostró la transmisión del VHE-3 entre el jabalí y el cerdo doméstico (Schlosser et al., 2014), lo que indica un riesgo evidente de trans- misión interespecífica en los ecosistemas mediterráneos en los que ambas especies comparten con frecuencia los mismos re- cursos naturales (figura 5). Otra especie silvestre susceptible a la in- fección por el VHE-3, que también com- parte hábitat con el cerdo criado en ex- tensivo, es el ciervo. Las seroprevalencias detectadas en esta especie en nuestro país oscilan entre el 10 y el 13 %, mientras que entre el 11 y el 14 % de los ciervos anali- zados presentan infección activa (Boade- lla et al., 2010). Además, estudios previos han sugerido que existen ciclos epidemio- lógicos compartidos entre esta especie, el ganado porcino y el jabalí, lo que podría favorecer la transmisión del VHE-3 en es- tos ecosistemas mediterráneos (Kukielka et al., 2015). Contacto con especies domésticas En nuestro país, también se ha observa- do circulación del VHE en cabras, ove- jas, équidos y gatos (Peralta et al., 2009; García-Bocanegra et al., 2019). Un estu- dio realizado por nuestro grupo de in- vestigación en explotaciones porcinas en Andalucía demostró que los cerdos que tenían contacto con otras especies domés- ticas presentaban tasas de infección por el VHE-3 significativamente superiores (López-López et al., 2018). Bioseguridad La aclimatación de cerdas primerizas en la explotación, la presencia de vado sanita- rio, la existencia de un periodo de cuaren- tena y el uso de botas son factores de pro- tección frente a la infección por el VHE-3 (Walachowski et al., 2013; López-López et al., 2018). Por el contrario, la mezcla de lechones de diferentes cerdas, la ingestión de agua procedente de pozos con poca profundidad (<50 m desde la superficie) o el envío a matadero de cerdos del mismo lote en un intervalo superior a 20 días son factores que aumentan las tasas infección por este virus (Walachowski et al., 2013). Asimismo, la duración del vacío sanitario (<4 días) y la densidad de cerdos en las salas de cría (>26 cerdos por corral), la mezcla de lotes de diferentes orígenes y la distancia entre el suelo y la fosa de puri- nes en salas de engorde (<80 cm), también se han asociado a una mayor probabili- dad de exposición al VHE en las granjas porcinas (Walachowski et al., 2013). CONCLUSIONES El incremento de casos autóctonos de HE señalan que esta es una enfermedad emergente en Europa. Las elevadas pre- valencias de infección por VHE obser- vadas en el cerdo en los diferentes países europeos, incluido España, indican una amplia distribución de este virus emer- gente en las explotaciones de ganado porcino, lo que puede tener implica- ciones directas para la salud pública. Actualmente no existen programas de vigilancia para el VHE en las granjas de cerdos en nuestro país, por lo que la in- cidencia de esta enfermedad está proba- blemente subestimada. Los hábitos cu- linarios asociados al consumo de carne o productos de origen porcino crudos o poco cocinados, pueden suponer un ries- go de infección por VHE en las personas. Dado que no existe ningún tratamiento específico para eliminar la infección en el cerdo, la implementación de medidas de bioseguridad e higiene adecuadas en las explotaciones porcinas, representan en la actualidad la principal herramienta de control del VHE en el ganado por- cino. Las implicaciones de este virus en salud pública junto con el limitado conocimiento de aspectos relacionados con la epidemiología, la patogenia y el control de la enfermedad en el ganado porcino, entre otros, ponen de manifies- to la necesidad de llevar a cabo futuros estudios de investigación abordadosdesde una perspectiva de una sola salud (One Health). Bibliografía disponible en www.suis.grupoasis.com/bibliografias/ hepatitis169.docx. Figura 5. Evidencias de contacto directo entre porcino extensivo y jabalí. SUIS Nº ■ 21 ARTÍCULOS
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