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Resumen Summary
Situación actual de la hepatitis E 
en el ganado porcino: 
una enfermedad emergente 
de interés en salud pública
La hepatitis E (HE) es una enfermedad que afecta anualmente a más de 
20 millones de personas en el mundo. En países industrializados, la HE está 
considerada como una enfermedad emergente cuyo origen es eminente-
mente zoonótico. Los suidos (cerdo doméstico, jabalí y sus cruces) son los 
principales reservorios del virus de la HE (VHE) y el consumo de productos 
crudos o poco cocinados procedente de estas especies es la principal vía 
de transmisión zoonótica en Europa. Los estudios realizados hasta la fecha 
indican que el VHE está ampliamente distribuido en las explotaciones de 
cerdo en España. Además, investigaciones previas realizadas en nuestro 
país, han detectado VHE en diferentes productos porcinos destinados al 
consumo humano y, aunque determinados tratamientos térmicos inactivan 
al virus, se han confirmado casos de HE en personas asociados al consumo 
de estos productos. El objetivo de este artículo es proporcionar al lector una 
visión, desde una perspectiva de “una sola salud” (One Health), sobre la si-
tuación actual de la HE en Europa y, en particular, en España, abordando los 
principales aspectos conocidos y desconocidos de este virus emergente.
Palabras clave: Hepatitis E, zoonosis, porcino, enfermedad 
emergente, One Health
 Javier Caballero-Gómez1,2, Antonio Rivero-Juárez1, María de los Ángeles Risalde3, Mario 
Frías1, Saúl Jiménez-Ruiz2,4, Pedro López-López1, Antonio Rivero1 e Ignacio García-Bocanegra2
1Unidad de Enfermedades Infecciosas, Grupo de Virología Clínica y Zoonosis, Instituto 
Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), Hospital Reina Sofía, 
Universidad de Córdoba (UCO), 14004 Córdoba, España
2Departamento de Sanidad Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba (UCO), 
14014 Córdoba, España
3Departamento de Anatomía y Anatomía Patológica Comparadas y Toxicología. Facultad de 
Veterinaria. Universidad de Córdoba (UCO), 14014 Córdoba, España
4Grupo de Sanidad y Biotecnología (SaBio). Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos 
IREC (UCLM-CSIC-JCCM). Universidad de Castilla-la Mancha (UCLM), 13071 Ciudad Real, 
España
Contacto con el autor: Ignacio García-Bocanegra. Departamento de Sanidad Animal. Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba 
(UCO); Av. de Medina Azahara, 5, 14071 Córdoba. Email: v62garbo@uco.es
Current situation of hepatitis E in pigs: 
an emerging disease of public health interest
Hepatitis E (HE) is a disease that annually affects more than 20 million of 
people worldwide. In industrialized countries, HE is considered an emerging 
zoonotic disease of public health concern. Swine species (domestic pig, wild 
boar and their crossbreed) are the main reservoirs of HE virus (HEV) and the 
consumption of raw or undercooked products from these species is consid-
ered the main zoonotic transmission route in Europe. Previous survey studies 
have evidenced a widespread distribution of HEV in pig farms in Spain. In ad-
dition, HEV has been detected in different pork products for human consump-
tion and, even though heat treatment inactivates the virus, human cases of HE 
by consumption of food products derived from swine have been confirmed 
in our country. The aim of the present article is to assess the current situation 
of HE in Europe and, particularly, in Spain, addressing the main known and 
unknown aspects of this emerging virus from a One Health approach.
Keywords: Hepatitis E, zoonoses, swine, emerging disease, One 
Health
16 ■ SUIS Nº 
ARTÍCULOS
ETIOLOGÍA
La hepatitis E (HE) es una enfermedad 
emergente que afecta anualmente a más 
de 20 millones de personas, lo que la con-
vierte en la hepatitis aguda más frecuente 
en todo el mundo (OMS, 2017). El agente 
etiológico de esta enfermedad es el virus 
de la HE (VHE; familia Hepeviridae; gé-
nero Orthohepevirus), un virus ARN que 
puede ocasionar elevada letalidad en mu-
jeres embarazadas, así como hepatopatías 
crónicas en pacientes inmunodeprimidos 
(Nimgaonkar et al., 2017).
Entre las diferentes especies del VHE (Or-
thohepevirus A-D), Orthohepevirus A es 
la que presenta mayor importancia desde 
un punto de vista de salud pública. Esta 
especie incluye ocho genotipos diferen-
tes (VHE-1 a VHE-8) cuyos miembros 
se han detectado en una amplia variedad 
de especies animales (figura 1) (Doceul et 
al., 2016). Los genotipos VHE-1 y VHE-
2 están asociados con brotes humanos en 
países en vías de desarrollo, mientras que 
los VHE-3 y VHE-4 están implicados en 
casos de HE en todo el mundo y su origen 
es de tipo zoonótico (Meng, 2010). Los 
genotipos VHE-5 a VHE-8 se han descri-
to en jabalíes y camélidos en Asia, si bien 
solo se han detectado casos zoonóticos 
asociados a VHE-7 (figuras 1 y 2) (Nim-
gaonkar et al., 2017).
IMPORTANCIA DE LA 
HE EN SALUD PÚBLICA
El VHE se detectó por primera vez en 
humanos en Cachemira (India) en 1978-
1979 (Khuroo, 1980). Posteriormente, se 
confirmaron brotes epidémicos en dife-
rentes países de África y Asia (Purcell y 
Emerson, 2008). Actualmente, la HE es 
endémica en estos continentes, con los 
VHE-1 y VHE-2 como los más prevalen-
tes y el consumo de agua contaminada 
como la principal fuente de infección en 
personas (Nimgaonkar et al., 2017). Sin 
embargo, la HE está considerada como 
una enfermedad emergente con gran rele-
vancia en salud pública en Europa, donde 
se detectan más de 5.000 casos anuales. 
El VHE-3 es el genotipo más prevalente 
en el continente europeo (figura 2) y se ha 
incrementado exponencialmente el núme-
ro de casos autóctonos durante los últi-
mos años (figura 3) (Aspinall et al., 2017).
En personas, la infección por VHE-3 suele 
cursar de forma subclínica, aunque tam-
bién puede producir una hepatitis auto-
limitante clínicamente indistinguible de 
la hepatitis A, así como manifestaciones 
extrahepáticas de tipo nervioso y renal, 
entre otras (Sooryanarain y Meng, 2020). 
En pacientes inmunodeprimidos, la infec-
ción por el VHE-3 puede ocasionar una 
hepatitis crónica que puede evolucionar a 
cirrosis y llegar causar incluso a la muer-
te (Mateos-Lindemann y Pérez-Gracia, 
2017; Sooryanarain y Meng, 2020). Entre 
las posibles fuentes de infección del VHE-3 
se incluyen: el contacto con animales o 
humanos infectados, el consumo de agua 
o productos animales o vegetales conta-
minados, las transfusiones sanguíneas y 
los trasplantes de órganos procedentes de 
donantes infectados (EFSA, 2017). Entre 
ellas, el consumo de productos crudos 
o poco cocinados de origen porcino es, 
sin duda, la principal vía de transmisión 
del VHE-3 en países europeos (figura 1). 
Diversos estudios han confirmado la pre-
sencia de VHE en hígado, así como en 
productos cárnicos como lomo, solomi-
llo y jamón de cerdos (Bouwknegt et al., 
2009; Salines et al., 2019a). Asimismo, 
diferentes investigaciones realizadas en 
Europa señalan que entre el 0 y el 58 % 
de los productos derivados de esta espe-
cie, principalmente carne, hígados y em-
butidos, están contaminados con el virus 
(Pavio et al., 2017). Durante los últimos 
años, se han confirmado diversos casos de 
HE relacionados con el consumo de car-
ne de cerdo en diferentes países europeos 
(Sooryanarain y Meng, 2020).
España es el cuarto país en todo el mundo 
y el segundo en Europa con mayor pro-
ducción porcina. El número de cerdos 
sacrificados anualmente para consumo 
es de 44,5 millones (MAPA, 2018). Si se 
tiene en cuenta que los estudios epidemio-
lógicos señalan una prevalencia de infec-
ción en animales en matadero de en torno 
al 42 % (Di Bartolo et al., 2012; Garcia et 
al., 2020), aproximadamente 18,5 millo-
nes de cerdos sacrificados cada año en Es-
paña podrían estar infectados por VHE. 
En nuestro país, Riveiro-Barciela et al. 
(2015) describieron un caso de hepatitis 
aguda en un paciente tras el consumo de 
carne de cerdo. La detección de la misma 
cepa de virus tanto en el paciente como 
enel alimento confirmó la transmisión 
zoonótica. Asimismo, se detectó que el 
Figura 1. Genotipos de la especie Orthohepevirus A, sus principales reservorios y el mecanismo de transmisión a humanos 
más frecuente.
Las especies en rojo son aquellas en las se ha confirmado la transmisión zoonótica del VHE por estudios moleculares.
*Un único caso zoonótico descrito a partir del genotipo 7.
SUIS Nº ■ 17
ARTÍCULOS
3 % de los hígados y el 7 % de los embu-
tidos de origen porcino estaban contami-
nados con VHE (Di Bartolo et al., 2012). 
Aunque hasta la fecha en España no se 
han confirmado casos de HE a partir del 
consumo de embutidos, en Francia se ha 
evidenciado la transmisión zoonótica del 
VHE-3 a partir del consumo de produc-
tos transformados, como el figatellu, un 
fiambre típico de la cocina corsa elabora-
do a partir de hígado de cerdo (Colson et 
al., 2010; Renou et al., 2014).
En nuestro país, nuestro grupo de inves-
tigación también describió un brote de 
HE en diferentes miembros de una mis-
ma familia, cuyo origen fue el consumo 
de lomo y carrillera procedente de jabalí 
(Rivero-Juárez et al., 2017). El incremen-
to exponencial (hasta un 300  % en la 
última década) de las densidades de jaba-
líes durante los últimos años en España, 
puede implicar un aumento en el riesgo 
de transmisión de agentes patógenos 
zoonóticos, incluido el VHE (Gortázar et 
al., 2010). Si se tiene en cuenta que anual-
mente se cazan alrededor de 315.000 ja-
balíes en nuestro país (MAPA, 2017) y 
que la prevalencia media de infección en 
esta especie, según estudios previos, es 
del 14 % (de Deus et al., 2008; Kukielka 
et al., 2015; Risalde et al., 2017; Rivero-
Juarez et al., 2018; Caballero-Gómez et 
al., 2019), podemos estimar que anual-
mente se destinan a consumo más de 
42.000 jabalíes que podrían estar infec-
tados por VHE.
No obstante, la detección del genoma 
del VHE no implica necesariamente la 
presencia de virus infeccioso en los pro-
ductos alimenticios derivados de estas 
especies. Se ha comprobado que el tra-
tamiento térmico es un método eficiente 
para inactivar el virus (EFSA, 2017). Así, 
temperaturas superiores a 71 °C durante 
20 minutos (Barnaud et al., 2012), entre 
otras combinaciones de tiempo y tem-
peratura, son eficaces para eliminar la 
viabilidad del virus en los tejidos (EFSA, 
2017). En nuestro país, el consumo de 
productos no cocinados derivados del 
porcino, como lomos, chorizos, salchi-
chones, paletas y jamones, cuenta con 
una extensa tradición. De hecho, estos 
alimentos se consumen incluso con ma-
yor frecuencia que la carne fresca pro-
cedente de esta especie (MAPA, 2018). 
Aproximadamente 540.000  toneladas 
de carne de cerdo transformada son 
consumidas por los españoles cada año. 
Sin embargo, actualmente se descono-
ce si procedimientos de conservación 
como curación, ahumado, desecación 
o fermentación son eficaces para evitar 
la persistencia del VHE-3. Este hecho 
señala la necesidad de realizar estudios 
adicionales para conocer la persistencia 
y viabilidad del VHE en estos productos 
y evaluar el riesgo de transmisión zoonó-
tica a partir de su consumo.
El contacto con cerdos infectados o sus 
tejidos es otra posible vía de infección del 
VHE-3 para las personas (Colson et al., 
2007; Pérez-Gracia et al., 2007; Renou et 
al., 2007) y, actualmente, la HE es con-
siderada como una zoonosis profesional. 
En España, en 2007 se confirmó un caso 
de HE en un trabajador de un matadero 
Figura 2. Distribución geográfica más frecuente a nivel mundial de los ocho genotipos de Orthohepevirus A.
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VHE 1-2
VHE 3
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VHE 7-8
VHE 5-6
VHE 7-8
18 ■ SUIS Nº 
ARTÍCULOS
de cerdos asociado a la manipulación de 
animales o productos derivados (Pérez-
Gracia et al., 2007). Asimismo, se ha ob-
servado que los trabajadores del sector 
porcino de nuestro país, como ganaderos 
o veterinarios, presentan cinco veces más 
probabilidad de estar expuestos a este vi-
rus que el resto de la población (Galiana 
et al., 2008).
IMPORTANCIA DEL 
GANADO PORCINO EN 
LA EPIDEMIOLOGÍA DEL VHE
La primera descripción del VHE en una 
especie animal fue en ganado porcino 
en 1997 en Estados Unidos, donde se 
confirmó la infección por VHE-3 en la 
mayoría de los cerdos analizados ma-
yores a tres meses de edad (Meng et al., 
1997). Desde entonces, el VHE-3 se ha 
detectado en una amplia variedad de 
especies animales (figura 1), de entre las 
cuales destacan los suidos (cerdo domés-
tico, jabalí y sus cruces) como principales 
reservorios del virus. Las vías de trans-
misión más frecuentes en el cerdo son el 
contacto directo con animales infectados 
o el consumo de alimento o agua conta-
minados con restos de heces procedente 
de animales infectados (Bouwknegt et 
al., 2008). La infección se suele produ-
cir principalmente durante el periodo de 
transición, coincidiendo con la pérdida 
de inmunidad maternal (de Deus et al., 
2008), si bien los animales son suscep-
tibles a infectarse a cualquier edad (Fer-
nández-Barredo et al., 2007).
PATOGENIA DEL VHE 
EN EL GANADO PORCINO
El VHE se puede detectar en sangre des-
de una hasta varias semanas posinfec-
ción (Salines et al., 2017). En heces, el 
virus se excreta a partir del séptimo día 
posinfección y persiste durante periodos 
que oscilan entre tres y siete semanas 
(Bouwknegt et al., 2009; Salines et al., 
2015). Un estudio reciente realizado por 
nuestro grupo de investigación señala 
que el análisis de heces podría ser una 
buena herramienta de diagnóstico no 
invasiva para detectar la circulación de 
VHE en las explotaciones porcinas po-
sitivas (Risalde et al., 2020). Asimismo, 
también se ha detectado eliminación del 
VHE a través de la orina y saliva de cer-
dos infectados (Bouwknegt et al., 2009; 
Thiry et al., 2017).
El desarrollo de anticuerpos específicos 
frente al VHE se suele producir entre las 
dos y ocho semanas posinfección (Bou-
wknegt et al., 2009; Salines et al., 2017), 
si bien actualmente no existen estudios 
longitudinales que evalúen la persistencia 
de estos anticuerpos en el cerdo. Estudios 
experimentales previos han demostrado 
la protección de los anticuerpos frente a 
futuras infecciones, aunque en determina-
das explotaciones donde el virus circula 
de forma endémica también se han detec-
tado reinfecciones en animales seropositi-
vos (Krain et al., 2014).
El hígado es el órgano diana del VHE-3 
(Halbur et al., 2001; Pavio et al., 2017; Ri-
salde et al., 2017). El virus se puede detec-
tar en este órgano desde el tercer día posin-
fección y puede persistir incluso tres meses 
después de haberse identificado en heces 
(Meng, 2003; Casas et al., 2011). Por esta 
razón, la existencia de cerdos crónicamen-
te infectados con presencia de virus en hí-
gado durante un largo periodo en ausencia 
de viremia puede suponer un problema a 
la hora del diagnóstico, con las consecuen-
tes implicaciones que esto supone para la 
salud pública (Risalde et al., 2017). En hí-
gados de cerdos infectados por VHE-3 se 
han descrito lesiones microscópicas, como 
hepatitis linfoplasmocitaria o linfohistiocí-
tica y necrosis hepatocelular (Halbur et al., 
2001; De Deus et al., 2007; Martin et al., 
2007). Además, se ha detectado presencia 
de este virus en otros órganos, como intes-
tinos grueso y delgado, ganglios linfáticos 
mesentéricos y gastrohepáticos, tonsilas, 
riñón, pulmón, bazo y glándulas salivales 
(Pavio et al., 2010, 2017). Sin embargo, la 
infección por VHE en cerdo cursa de for-
ma asintomática y no se detectan lesiones 
macroscópicas en ningún órgano.
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Año
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Figura 3. Número de casos anuales de HE reportados 
en diferentes países europeos entre 2005 y 2015.
Fuente: modificado de Aspinall et al. (2017).m
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SUIS Nº ■ 19
ARTÍCULOS
DISTRIBUCIÓN DEL VHE 
EN EL GANADO PORCINO 
EN EUROPA
Los trabajos realizados en el ganado por-
cino hasta la fecha indican una elevada 
exposición al VHE en diferentes países eu-
ropeos, con niveles de prevalencia de anti-
cuerpos que oscilan entre el 20 y el 93 % 
(Jiménez de Oya et al., 2011; Grierson et 
al., 2015). Del mismo modo, los niveles de 
infección activa (detección de ARN del vi-
rus) también son muy variables, con fluc-
tuaciones de entre el 1 y el 50 % (Breum 
et al., 2010; Thiry et al., 2014).
En España se ha evidenciado circula-
ción del VHE en ganado porcino desde, 
al menos, 1985 (Casas et al., 2009). Los 
estudios epidemiológicos realizados con-
firman una amplia distribución de este 
virus en las granjas porcinas en nuestro 
país, entre las que se incluyen granjas 
tanto de ciclo abierto como cerrado (Ji-
ménez de Oya et al., 2011), así como ex-
plotaciones de cría extensiva e intensiva 
(López-López et al., 2018). Los resulta-
dos obtenidos arrojan valores de preva-
lencia de explotación que oscilan entre el 
81 y el 98 % (Casas et al., 2009; Jimé-
nez de Oya et al., 2011). Así mismo, se 
han detectado prevalencias de anticuer-
pos frente a este virus de entre el 20 y el 
59 % de los cerdos analizados (figura 4) 
(Casas et al., 2009; Jiménez de Oya et al., 
2011). Las prevalencias individuales de 
infección activa varían desde el 0 hasta 
el 27 % según los estudios y las regiones 
geográficas muestreadas (figura 4) (Pina 
et al., 2000; Seminati et al., 2008; Kukie-
lka et al., 2015). Todos estos resultados 
indican que el VHE presenta una amplia 
distribución en las explotaciones porci-
nas en nuestro país.
PRINCIPALES FACTORES DE 
RIESGO ASOCIADOS AL VHE 
EN GRANJAS PORCINAS
Hasta la fecha, el número de estudios epi-
demiológicos para determinar los facto-
res de riesgo asociados a la infección por 
VHE en el cerdo sigue siendo muy limi-
tado. Entre los factores identificados, se 
incluyen los descritos a continuación.
Número de animales 
en la explotación
Granjas con un elevado número de cer-
dos presentan un mayor riesgo de circu-
lación de VHE (Salines et al., 2017). En 
un estudio realizado en Italia se observó 
que las explotaciones con un censo su-
perior a 1.000 cerdos tienen 5 veces más 
probabilidad de estar expuestos al VHE 
que otras con menor censo (Di Bartolo 
et al., 2008).
Coinfecciones
Estudios previos han demostrado que las 
coinfecciones entre el VHE con otros agen-
tes víricos inmunodepresores, como el cir-
covirus porcino tipo 2 (PCV-2) o el virus 
del síndrome respiratorio y reproductivo 
porcino (vPRRS), incrementan el riesgo de 
infección por VHE en edades de sacrificio 
(Salines et al., 2015, 2019b). Asimismo, la 
infección por vPRRS en cerdos aumenta 
el periodo de excreción en heces del VHE 
y, por tanto, el riesgo de circulación en la 
explotación (Salines et al., 2015).
Sistema de cría
Un estudio llevado a cabo en el sur de Es-
paña demostró que la prevalencia de los 
cerdos criados en sistemas de producción 
extensivo (24  %) fue significativamente 
superior a la de animales manejados en 
sistemas intensivos (13 %) (López-López 
et al., 2018). Esto podría estar relaciona-
do con el hecho de que en los ecosistemas 
mediterráneos del centro y sur de Espa-
ña (CSE), el cerdo Ibérico y sus cruces se 
crían habitualmente en extensivo, parti-
cularmente durante el periodo de mon-
tanera, donde es frecuente el contacto, 
directo o indirecto, con otras especies do-
mésticas y silvestres también susceptibles 
a la infección por el VHE (figura 1).
Figura 4. Estudios epidemiológicos sobre VHE realizados en el ganado porcino en diferentes comunidades autónomas de 
España.
Seroprevalencia 
(ELISA)
Detección de 
VHE (RT-PCR)
Sin información
3 %
24 %
5-48 %
0-27 %
44 %
0 %
23 %
20 %
17 %
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20 ■ SUIS Nº 
ARTÍCULOS
Contacto con especies silvestres
En España se ha detectado una amplia 
distribución de este virus en las poblacio-
nes de jabalíes, con seroprevalencias que 
oscilan entre el 10 y el 58 % y tasas de in-
fección que varían del 1 al 23 % (Boade-
lla et al., 2010; Rivero-Juarez et al., 2018; 
Caballero-Gómez et al., 2019). Además, 
un estudio experimental demostró la 
transmisión del VHE-3 entre el jabalí y el 
cerdo doméstico (Schlosser et al., 2014), 
lo que indica un riesgo evidente de trans-
misión interespecífica en los ecosistemas 
mediterráneos en los que ambas especies 
comparten con frecuencia los mismos re-
cursos naturales (figura 5).
Otra especie silvestre susceptible a la in-
fección por el VHE-3, que también com-
parte hábitat con el cerdo criado en ex-
tensivo, es el ciervo. Las seroprevalencias 
detectadas en esta especie en nuestro país 
oscilan entre el 10 y el 13 %, mientras que 
entre el 11 y el 14 % de los ciervos anali-
zados presentan infección activa (Boade-
lla et al., 2010). Además, estudios previos 
han sugerido que existen ciclos epidemio-
lógicos compartidos entre esta especie, el 
ganado porcino y el jabalí, lo que podría 
favorecer la transmisión del VHE-3 en es-
tos ecosistemas mediterráneos (Kukielka 
et al., 2015).
Contacto con especies domésticas
En nuestro país, también se ha observa-
do circulación del VHE en cabras, ove-
jas, équidos y gatos (Peralta et al., 2009; 
García-Bocanegra et al., 2019). Un estu-
dio realizado por nuestro grupo de in-
vestigación en explotaciones porcinas en 
Andalucía demostró que los cerdos que 
tenían contacto con otras especies domés-
ticas presentaban tasas de infección por 
el VHE-3 significativamente superiores 
(López-López et al., 2018).
Bioseguridad
La aclimatación de cerdas primerizas en la 
explotación, la presencia de vado sanita-
rio, la existencia de un periodo de cuaren-
tena y el uso de botas son factores de pro-
tección frente a la infección por el VHE-3 
(Walachowski et al., 2013; López-López 
et al., 2018). Por el contrario, la mezcla de 
lechones de diferentes cerdas, la ingestión 
de agua procedente de pozos con poca 
profundidad (<50 m desde la superficie) o 
el envío a matadero de cerdos del mismo 
lote en un intervalo superior a 20 días son 
factores que aumentan las tasas infección 
por este virus (Walachowski et al., 2013). 
Asimismo, la duración del vacío sanitario 
(<4 días) y la densidad de cerdos en las 
salas de cría (>26  cerdos por corral), la 
mezcla de lotes de diferentes orígenes y la 
distancia entre el suelo y la fosa de puri-
nes en salas de engorde (<80 cm), también 
se han asociado a una mayor probabili-
dad de exposición al VHE en las granjas 
porcinas (Walachowski et al., 2013).
CONCLUSIONES
El incremento de casos autóctonos de 
HE señalan que esta es una enfermedad 
emergente en Europa. Las elevadas pre-
valencias de infección por VHE obser-
vadas en el cerdo en los diferentes países 
europeos, incluido España, indican una 
amplia distribución de este virus emer-
gente en las explotaciones de ganado 
porcino, lo que puede tener implica-
ciones directas para la salud pública. 
Actualmente no existen programas de 
vigilancia para el VHE en las granjas de 
cerdos en nuestro país, por lo que la in-
cidencia de esta enfermedad está proba-
blemente subestimada. Los hábitos cu-
linarios asociados al consumo de carne 
o productos de origen porcino crudos o 
poco cocinados, pueden suponer un ries-
go de infección por VHE en las personas. 
Dado que no existe ningún tratamiento 
específico para eliminar la infección en 
el cerdo, la implementación de medidas 
de bioseguridad e higiene adecuadas en 
las explotaciones porcinas, representan 
en la actualidad la principal herramienta 
de control del VHE en el ganado por-
cino. Las implicaciones de este virus 
en salud pública junto con el limitado 
conocimiento de aspectos relacionados 
con la epidemiología, la patogenia y el 
control de la enfermedad en el ganado 
porcino, entre otros, ponen de manifies-
to la necesidad de llevar a cabo futuros 
estudios de investigación abordadosdesde una perspectiva de una sola salud 
(One Health).
Bibliografía disponible en 
www.suis.grupoasis.com/bibliografias/
hepatitis169.docx.
Figura 5. Evidencias de contacto directo entre porcino extensivo y jabalí.
SUIS Nº ■ 21
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