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Homilética y Oratoria William Paredes 2 PROEMIO La situación que está viviendo la iglesia cristiana es apremiante. Estamos en las postrimerías del suceso más trascendente que experimentarán no sólo los que la integran, sino todo el mundo: El levantamiento del Cuerpo de Cristo. La novia por ser la que se va, y la gente que forman el concierto de naciones porque se asombrarán ante el desaparecimiento masivo de personas de todas las etnias. Razón suficiente para acelerar la preparación de predicadores de la Palabra de Dios, a efecto de que, por su medio, muchas personas conozcan a Cristo, y así, una vez injertadas en su Cuerpo, participen en ese arrebatamiento glorioso. Ese es el propósito de este sencillo volumen, aunque queremos dejar claro que no pretendemos con este modesto estudio haber inventado el agua azucarada. Hay suficiente literatura cristiana y secular que abordan el tema, nosotros mismos hemos consultado algunas obras en la preparación de este trabajo. Pero, creemos que no está demás externar nuestras propias experiencias, queriendo con ello aportar un granito de arena. Por lo que para dicha tarea hemos preparado, lo más didácticamente posible, y con las técnicas básicas, este trabajo de Homilética y Oratoria intitulado “Abordando el Púlpito”, que esperamos sea útil, tanto para maestros, como para estudiantes de Escuelas Bíblicas. Estamos conscientes de que el predicador no nace, se hace, pero para formarse, se requiere ser visionario y fijarse metas. Visionario en cuanto a anhelar llevar las buenas nuevas sobre los montes (Nahum 1.15). Fijarse metas implica, no ser conformista, sino pagar el precio esforzándose, con el fin de adquirir la formación necesaria para hacerlo de la mejor Homilética y Oratoria William Paredes 3 manera: procurar ser aprobado ante Dios y trazar bien la Palabra (2 Timoteo 2.15). En este trabajo, tratamos lo concerniente a las cualidades que debe tener el predicador para tener éxito en su cometido, es decir, lo relacionado con su preparación en las seis áreas de la vida: Espiritual, Familiar, Física, Intelectual, Social y Mental. Tocamos también lo concerniente al Sermón en cuanto a las clases más importantes, así como las partes invariables de que está integrado. Instruimos básicamente acerca de como debe actuar, antes, en el desarrollo del sermón, y al bajar del púlpito. Contamos con que usted, como estudiante aplicado, lea y ponga en práctica las instrucciones contenidas en este tratado. Reconocemos, sin embargo, que cualquier libro o manual por muy excelente que sea, no le dará más que el diez por ciento de lo requerido para predicar, ya que el noventa por ciento restantes se lo dará la Unción del Espíritu Santo, la cual debe buscar en oración, ayuno y meditación. Esperamos que usted se esfuerce por darle a quienes les escucharán el cien por ciento. Homilética y Oratoria William Paredes 4 INSTRUCCIONES EN CUANTO A COMO IMPARTIR HOMILÉTICA Y ORATORIA CON EL PRESENTE VOLUMEN Se deben asignar tres trimestres de 30 horas cada uno, de la siguiente manera: 1- En la primera fase (Homilética), el maestro debe de impartir totalmente el libro al estudiante, dándole las explicaciones pertinentes en cada lección. 2- Luego, en la segunda fase (Oratoria I), debe de estudiarse de nuevo a partir de la lección número 8. El maestro irá explicando y aplicando, detalladamente, cada una de las partes invariables del mensaje, tales como, introducción, presentación, aplicación, y conclusión. Para, en seguida, hacer que cada alumno, sin excepción, vaya abordando el púlpito practicando cada parte, y no pasar a la siguiente, hasta que se dominen todas las que se están aplicando. Lo cual ha de llevarse a cabo de acuerdo a los siguientes pasos: a) El maestro, por sorteo, le asignará al alumno un pasaje de la Biblia. b) El educando debe de elaborar por lo menos quince temas sobre los versículos asignados y a continuación en el margen izquierdo le pondrá número en el orden de su preferencia y luego presentará dicha tarea a su maestro. Una vez seleccionado el tema preferido, deberá utilizarlo como parte del sermón que preparará y expondrá cuando llegue a la tercera etapa. Cada uno de los estudiantes que integran la clase y después el maestro hará ver los errores en que haya incurrido el alumno, no con el fin de zaherirlo, sino con el ánimo de depurar su oratoria. 3- En la tercera etapa (Oratoria II), se enseñará al estudiante como elaborar un bosquejo, siguiendo los lineamientos del que se Homilética y Oratoria William Paredes 5 encuentra en las páginas 49 y 58, y luego continuar con el siguiente proceso: Una vez el alumno haya hecho su bosquejo sobre el tema que eligió, y haya sido aprobado por el maestro, según el inciso de la fase anterior, expondrá su prédica en un lapso mínimo de 15 minutos y máximo de 20, dependiendo de la cantidad de alumnos, si son más de 25 se reduciría a 8 y 10 minutos. El maestro le hará saber cuando llegue al tiempo mínimo y que sólo cuenta con cinco más para concluir su mensaje. En seguida el alumno disertante hará tres llamamientos: Para aceptar al Señor. Para reconciliarse, y Para sanidad divina. Sus compañeros deberán colaborar acudiendo hacia adelante, uno por cada llamamiento, y el predicador-alumno debe de hacer las siguientes oraciones: Por el que acepta: la oración del penitente. Este la repite. Por el que se reconcilia: Hacerle saber que Dios le recibe de nuevo y en seguida orar por él. Por el enfermo: Preguntarle que dolor le aflige y luego orar por él, poniéndole las manos sobre la cabeza. Por último, cuando ya se esté en la tercera parte de la materia, el maestro hablará con pastores amigos para que les den oportunidad a los alumnos, con el fin de que prediquen en sus iglesias, pidiéndole al pastor que observe y califique la predicación y luego le reporte su apreciación. Es aconsejable que por lo menos a una de las iglesias a las que irá el predicador a servir su sermón, el maestro vaya a oírlo, como práctica supervisada. Homilética y Oratoria William Paredes 6 PREFACIO Consideramos que la Homilética y la Oratoria están estrechamente relacionadas. La primera es teórica, porque tiene que ver con la correcta preparación y presentación del sermón, es decir, que consiste en el proceso de arreglar un sermón, que comienza con la selección de una porción de la Biblia, o perícopa, la cual será el área o territorio bíblico dentro del que se moverá el predicador, y la segunda es práctica, porque, como parte de la retórica, es el arte de la elocuencia, y que tiene como fin persuadir o convencer por medio de la Palabra. Por lo que conceptuamos a estas disciplinas como: "La preparación y el adiestramiento adecuado del mensajero antes de predicar, y la manera de exponer los sermones al abordar el púlpito". Por tal razón en este curso fusionamos ambas artes. En la Biblia se destacan por la fuerza y penetración de susdiscursos hombres como Aarón, Moisés, Josué y muchos otros, sobresaliendo como el mejor exponente de este arte en el Antiguo Testamento el profeta Amós. Este profeta fue el primero en dirigirse a las masas al estilo de los oradores actuales. En el Nuevo Testamento nos impresionan por su elocuencia y lucidez los discursos expuestos por Esteban, Pedro, y ante todo Pablo, quien haciendo acopio de conocimiento humano, pero en mayor nivel de sabiduría dada por el Espíritu Santo, supo llegar hasta lo más profundo de la mente de sus oyentes, a tal grado, que el rey Herodes Agripa, uno de los tiranos de la época, exclama: "Pablo, por poco me persuades a ser cristiano" Hechos 26.28. En la cuna de la civilización y cultura antigua (Grecia), a Pablo, como a ningún otro de los apóstoles, se le permite el acceso al "nido" de juristas, famosos por su sapiencia, oratoria e imparcialidad en la ventilación de juicios, como lo era el Areópago, tribunal superior ubicado en la ciudad de Atenas, y allí le vemos exponer ante tan egregios y elocuentes hombres, la existencia del Dios que para ellos era desconocido, siendo su mensaje tan agudo y convincente que la Sagrada Escritura asienta lo que sucedió con estos estudiosos Homilética y Oratoria William Paredes 7 jurisconsultos: "Mas algunos creyeron, juntándose con él, entre los cuales estaba Dionisio, el areopagita, una mujer llamada Damaris y otros con ellos" Hechos. 17.34. En los últimos tiempos el Evangelio ha tenido grandes exponentes, entre los que podemos mencionar a Moody, Spurgeon, Juan Wesley, Luís Palau. Admitimos de nuevo, que la preparación homilética del predicador puede ser muy "académica" y su palabra muy florida, pero, el ingrediente principal es la Unción del Espíritu Santo, en otras palabras, el mensajero podrá elaborar mil buenos bosquejos, pero si a su prédica le falta tal ingrediente, su discurso sólo hará el ruido de una sonaja. Actualmente sentimos que es de suma necesidad preparar predicadores que siembren la semilla del Evangelio con denuedo por ser el tiempo del fin: "Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque están blancos para la siega" Juan. 4.35. Homilética y Oratoria William Paredes 8 LECCIÓN 1 LA CAPACIDAD ORATORIA El instrumento por excelencia para la comunicación oral entre seres humanos es la palabra, vehículo con el cual expresamos nuestros pensamientos. Cuando tenemos pláticas informales con otras personas no hay problema, cualquiera lo puede hacer. Pero no basta con poder hablar para expresar las ideas con debida propiedad cuando nos dirigimos, en nuestro caso, a un conglomerado que se reúne en un templo, porque para eso es necesario que adquiramos la capacidad oratoria para enseñar, deleitar y conmover al mismo tiempo. Para lograr ese objetivo necesitamos educar las cualidades de las que Dios nos ha dotado, y “no hablar, sólo porque tenemos boca” como dice el aforismo popular. El físico y astrónomo italiano Galileo Galilei decía que cualquiera habla con poca claridad, pero que son muy pocos los que hablan claramente. Aquellos que anhelamos ser disertantes eclesiásticos, es importante que tomemos conciencia plena de que nuestro verdadero valor no estriba únicamente en lo que conozcamos de la Palabra de Dios, sino en que vivamos al tenor de lo que ésta nos ordena, recordemos que: “hablan más fuerte nuestros hechos que nuestros dichos”. Con lo que queremos decir, que tampoco, es cuestión sólo de lograr elocuencia y estilo para exponer los sermones, sino de una vida consagrada al Señor. La capacidad en este arte es una condición y una técnica que podemos adquirir cuando nos propongamos escudriñar y vivir a conciencia la Biblia. Acordémonos que a diferencia del poeta, el orador no nace, se hace, pero es necesario hacerlo, por lo que debemos de forjar las siguientes cualidades en el yunque del estudio: Conocimiento sobre Teología y Ética. Conocimiento sobre cultura general. Homilética y Oratoria William Paredes 9 Poseer sensibilidad para exaltar y conmover al auditorio. Imaginación, la cual debe de ser muy rica, para que comprendamos con colorido, los pasajes que serán empleados en nuestro sermón. Memoria motriz, auditiva y visual: Para retener y reproducir los aspectos más importantes. Humildad, y sobre todo, práctica, mucha practica. A pesar de las dificultades que conlleva llegar a ser un expositor de la Palabra de Dios, no cejemos en nuestro empeño. Podemos alistarnos en el ejército de las personas que luchan hasta lograr sus metas, cueste lo que cueste. Digámonos así mismos: --Si otros han podido, por qué no voy a poder yo. Recordemos que, “el que no hace planes para triunfar, automáticamente hace planes para fracasar.” CLASES DE ORATORIA Este arte de la oratoria se clasifica en: Sagrada, política, forense y académica. El enfoque de nuestro estudio estará en la oratoria sagrada, la que tiene por objeto manifestar la doctrina de la salvación y la moral del cristianismo. EL PREDICADOR El predicador es la persona que proclama, y anuncia las buenas nuevas de salvación. También se le llama orador, mensajero, heraldo, conferenciante, disertador, rétor, ponente o proclamador. Homilética y Oratoria William Paredes 10 RAZONES QUE LO IMPULSAN A PREDICAR EL EVANGELIO 1- Porque Cristo lo mandó: “...id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Marcos. 16.15. Fijémonos bien que en el verso anterior, no se nos da una opción, sino un imperativo categórico, en otras palabras, no es una cuestión de si queremos ir, sino que debemos ir. Esta es, ante todo, la voluntad del Altísimo: que salvemos las almas del infierno: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Marcos 16.16. Por supuesto que esta orden es para todo aquel que ha nacido de nuevo, pero en nuestro caso, no nos referimos al hecho de evangelizar de persona a persona, sino de llevarlo a cabo abordando un púlpito para predicar a grupos pequeños o numerosos. 2- Porque estamos convencidos que la gente sin Cristo está perdida. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” Hechos 4.1. Como cristianos estamos conscientes, como ya expusimos, de que la humanidad va al infierno. Esa cantidad de gente que vemos transitar en cualquier calle, la mayoría va a ese lugar, a menos que nosotros les demos el mensaje para que cambien de ruta: del averno, al cielo. 3- Porque reconocemos la necesidad que tiene la persona de ser animada y edificada en todas las áreas de su vida. “Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros…” 1ª. Tesalonicenses 5.11. 4- Porque sabemos cuánta necesidad tienen las personas de recibir salud interna y física y no ignoramos que el Señor Jesucristo nos ha conferido la autoridad suficiente para hacer maravillas: Marcos 16.17-18: 17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa Homiléticay Oratoria William Paredes 11 mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. De ahí que el dominio que nos ha delegado es sobre: -El reino de Satanás: “echarán fuera demonios.” Verso 17. -El Reino Espiritual: “hablarán nuevas lenguas.” Verso 17. -El reino animal: “tomarán serpientes con las manos y no les harán daño.” Verso 18. -El reino vegetal y mineral, que es la materia prima de donde se procesan los tóxicos: “beberán cosa mortífera y no les dañará.” Verso 18. -El reino espiritual y viral: “sobre los enfermos pondrán las manos sanarán.” Verso 18. CLASES DE PREDICADORES Arriba anotamos las clases de oratoria, pero ahora nos referiremos a la personalidad del orador, es decir que no al arte, sino al artista. Al respecto, muchos expertos en retórica clasifican a los oradores en flemáticos y tribunos, desde el punto de vista de su carácter. Sin embargo, si usted es novato en estas lides, le recomendamos que aún no se catalogue dentro de los primeros, por la particularidad de esta clase de expositor, porque puede ser que con el fogueo, se de cuenta que esta equivocado. FLEMÁTICO o ACADÉMICO Es aquel que es introvertido o tímido, delicado, tardo y pausado en accionar. Los temas los aborda hablando con voz baja, suave, pausada, y claramente. Piensa primero lo que va a decir, dando la impresión de que una palabra le pide permiso a la otra para exteriorizarla. No es una desventaja porque eso le favorece para tener claridad, orden, nitidez y exactitud en sus sermones, tratando de ser muy florido o Homilética y Oratoria William Paredes 12 exquisito en el lenguaje. Casi no hace uso de ademanes y de humor en su exposición, no apela a la emoción, o sea que, adopta una actitud rígida o de "estatua" tras el púlpito. Escuché a uno, que reconociendo su peculiaridad, dijo al empezar su sermón: “En esto de predicar, yo le gano a Pablo… porque él durmió a uno, y yo los duerno a todos.” Sin embargo, su sermón tuvo mucha enseñanza, las personas que lo escuchamos con atención fuimos edificados en la Palabra. Esta clase de expositores no se atreven a predicar si no se ha preparado previamente, porque no son partidarios de las improvisaciones. Si en algún culto le invitan a predicar por ausencia del asignado, se niega a hacerlo, argumentando que a él hay que avisarle por lo menos con ocho días de anticipación. No es partidario de ser “suplefaltas” TRIBUNO o FORENSE Es extrovertido, dinámico, habla con voz fuerte, es resuelto en sus ademanes, muy expresivo, se mueve en torno a la plataforma, se baja y sube de la misma, exagera los gestos, dosifica de humor su prédica, no tiene problemas para despertar el interés y la atención de la congregación, su voz es fuerte y emotiva porque pone en juego las profundas y delicadas fibras del corazón, aunque su prédica tiene una dosis muy pequeña de enseñanza. Si tiene que improvisar no le importa, se impone a la situación. Él sí es “suplefaltas”. Si tal caso se le presenta domina la situación con la frase siguiente: --“Lamentablemente el predicador de esta noche no pudo estar con nosotros, pero con mi poco conocimiento sobre el tema previamente programado, haré todo lo posible por estar a su altura.” La ventaja del orador "tribuno" es que, cuando es necesario, puede ser "flemático", por ejemplo, cuando imparte Homilética y Oratoria William Paredes 13 un seminario o enseñanza. A diferencia del flemático, que no puede ser tribuno. Sin embargo, debemos de dejar claro que ya sea el predicador académico o forense, no debe de dejar de estudiar, ademanes, poses y actitudes a emplear cuando esté en acción, las cuales, veremos más adelante. Homilética y Oratoria William Paredes 14 LECCIÓN 2 CUALIDADES NECESARIAS DEL PREDICADOR Cada hombre o mujer que desee predicar a congregaciones grandes o pequeñas, necesita perseverar para obtener las cualidades siguientes: ORIGINALIDAD El predicador debe ser original, no imitador. Tiene que crear su propio estilo. No necesita copiar a otro, ni en la voz, ni en la mímica, porque si lo hace se despersonaliza, perdiendo su individualidad y su propia manera de ser. Recuerde que Dios le llamó a usted, quiere usarlo como usted es, con su propia manera de ser, por lo tanto sea original, no sea una copia, no imite a nadie. VERDAD Está obligado a anunciar siempre la verdad, éste es su fin principal. La Biblia es la verdad absoluta: Proverbios 12.17: “Porque mi boca hablará verdad…” Proverbios 8.7: “El que habla verdad declara justicia…” 2ª. Timoteo 2.15: “…que traza bien la palabra de verdad.” Verdad que debe exponer con elegancia y elocuencia, no con groserías o palabras altisonantes. La verdad hay que “vestirla” con la unción del Espíritu Santo, no lanzarla desnuda con el pretexto de que somos muy francos para hablar. Ningún leñador sería tan ingenuo de querer cortar un árbol con el lomo del hacha, y menos aún, tomar ésta de la hoja y darle con el maneral o mango, porque sólo lograría herirse las manos y magullar el árbol, pero no talarlo. Empero, si afila cuidadosamente el hacha, derribará la planta en pocos minutos. Lo mismo hace el predicador que se jacta de “sincero”, únicamente herirá al que lo escucha y no obtendrá resultados. Sin embargo, si su sermón va ungido del Espíritu y dice la verdad con suavidad y sabiduría, logrará convencer, Homilética y Oratoria William Paredes 15 redargüir y consolar, dejando a la gente con deseos de volver a oírlo. Leamos, a continuación, las metáforas que la Biblia aplica acerca del que dice las cosas con “el hacha afilada”, Génesis 49.21: “Neftalí, cierva suelta, que pronunciará dichos hermosos.” Proverbios 25.11: “Manzanas de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene.” SINCERIDAD Este vocablo tomó su nombre de los términos “sin cera”. Si recordamos, los actores de la Grecia antigua para lograr bien sus caracterizaciones en el teatro usaban máscaras confeccionadas de cera, con dos propósitos: el primero para hacerse oír a través de la acústica que se alcanzaba al usarlas, y en segundo, para representar al personaje que les asignaban. De ahí que, cuando se tenía duda acerca de la actitud de una persona, se le preguntaba: ¿Eres una persona sincera?, en otras palabras: “¿Dices la verdad o estás fingiendo?” Es evidente, que no se le tiene confianza a un predicador que por mucho que tenga los atributos de elocuencia, entonación en la voz y claridad de pensamiento, carece de sinceridad. Un sermón expresado por un orador falso, que no viva lo que predica, jamás podrá convencer a quien le oye. No es cuestión de: “hagan lo que yo digo… no lo que yo hago." Desde que el estudiante se prepara en homilética y oratoria, debe ser sincero y vivir al tenor de la Palabra de Dios, es decir dentro de la verdad y la justicia. Su sinceridad logrará que su expresión sea brillante y atractiva. Otra cosa importante es queno debe de envolverse en sociedades secretas, ya que las actividades cristianas son diáfanas, cristalinas, sin misterios. El escritor británico William Shakespeare decía: “Por encima de todo, sé sincero consigo mismo.” Homilética y Oratoria William Paredes 16 Las Sagradas escrituras, apuntan al respeto, Job 33.3: “Mis razones declaran la rectitud de mi corazón y lo que saben mis labios, lo hablarán con sinceridad.” 2ª. Corintios 2.17: “Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo” HONRADEZ El predicador debe de tener un alto concepto de las cualidades morales, debe ser íntegro en el fondo, decente y honrado, no debe tener actitudes o intereses mezquinos: “Procurando hacer las cosas honradamente, no solamente delante del Señor sino también delante de los hombres” 2ª. Corintios 8.21. MORAL Debe tener sumo cuidado en el trato con el sexo opuesto. Tiene que ser atento y cortés con las damas, pero, guardando la distancia. Si es casado, debe de tener un alto concepto del matrimonio, y mantener a sus hijos en sujeción. Ser un buen sacerdote, tanto en la iglesia grande como en la pequeña. Cuando necesite hacer visitas irá acompañado de su esposa. Si es soltero, visitará con otro hermano. Refiriéndonos al ministro o predicador soltero, diremos que debe tener sumo cuidado en la elección de su pareja, ya que no sólo será su compañera en el hogar sino también de su ministerio. No debe contraer matrimonio antes de tiempo y debe de pedirle al Señor la dirección divina en la elección de su pareja: “No os unáis en yugo desigual con los infieles; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O que parte el creyente con el incrédulo?” 2ª. Corintios 6.14, 15. Homilética y Oratoria William Paredes 17 Sustentamos que tres son las decisiones transcendentales en la vida del ser humano: 1- Aceptar a Cristo cono Salvador, 2- Obtener una profesión u oficio, y 3- Contraer matrimonio. ESTUDIO El predicador tiene que ser estudioso. Sus prédicas deben ser fruto de una preparación intelectual cuidadosa. Si no predica bien, es porque no estudia esmeradamente, y pronto llegará al fracaso por predicar naderías. Dale Carnegie, dice: “Para hacer un buen discurso hay que tener acumulado mucho más material del que se necesita.” El siervo de Dios que se cree un "sabelotodo" y no se prepara se engaña así mismo. Lo mismo es con aquel que cree que ya estando en el púlpito el Espíritu Santo le inspirará no sólo el sermón, sino el mensaje. Esto sería similar al alumno de cualquier nivel que no estudie diariamente y piense que, por ser cristiano, el Espíritu Santo en el preciso momento de los exámenes le “soplará” las respuestas. El Espíritu de Dios jamás se prestaría para ese juego porque caería en el papel de deshonesto. Igual es con el mensaje, si no nos preparamos Él no nos “soplará”. En una ocasión, uno de tales “predicadores”, llegó al templo a donde había sido invitado a exponer la Palabra de Dios y dándole vueltas a la Biblia puso el dedo en cualquier parte de ésta, porque esa era la manera, según decía, como Dios le mostraba su voluntad. El dedo cayó en Mateo 27.5: “Judas fue y se ahorcó.” Luego, no le satisfizo la cita por lo que volvió a hacer la misma operación, darle vueltas a la Biblia, y ahora su dedo se deslizó a Lucas 10.37: “Ve y haz tu lo mismo”, Se Homilética y Oratoria William Paredes 18 sorprendió y dijo para sí: --de plano que hoy, no estoy a tono con el Señor. En seguida, cerró la Biblia y también los ojos, para darle vueltas con más ahínco y de nuevo la abrió cayéndole el dedo en Juan 13.27: “Lo que haz de hacer, hazlo pronto”. Aprendió la lección, y como corolario, nunca más volvió a hacer tal maniobra. Después de la narración anterior, en la que creemos que nunca se había hecho más patente la voluntad de Dios, continuaremos con la importancia del estudio, de ahí que, tiene que hacer de los libros sus amigos, los cuales deben de cuidar con esmero. Al presente traigo a colación lo que leía en un viejo manual de taquigrafía, impreso en 1955, el cual a continuación traduzco: LO QUE DICE EL LIBRO AL LECTOR No me abras sólo para ver mi contenido. Ni me humedezcas con la yema de los dedos para mover mis hojas; no tosas sobre mí; y no me tientes sino con las manos limpias. Me sentiría si sucio me presta a otro para leer. No me cojas por las tapas y cuando me leas no te apoyes sobre mí, ni con los codos, ni con los brazos, me harías mal. No me dejes besar con las hojas la mesa o el sofá. No pongas nunca entre mis hojas un cabo de pluma o lápiz u otra cosa que sea más grueso que una hoja de papel, cansarías mi lomo. Si cuando acabes de leer, quieres acordarte donde quedaste no pliegues la hoja, emplea una cinta o una tira de papel, son mis mejores Homilética y Oratoria William Paredes 19 amigos. Entonces ciérrame y déjame sobre la mesa hasta que quieras leerme otra vez. Acuérdate que sólo debo de esta contigo cuando me leas, pues talvez sea buscado para otro a quien quieras complacer. Cuídame mucho, pues quizá algún día llegue a tus manos otra vez y no te gustaría verme viejo, sucio y manchado. Tenme siempre limpio y bien cuidado. En cambio yo te ayudaré a ser feliz y te daré más ánimo para librar tu futuro. Es necesario que posea una biblioteca, en la que por supuesto, su Biblia debe ocupar el primer lugar. Pablo nos da un ejemplo de su interés por la lectura: “Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.” 2ª. Timoteo 4.13. Tenga siempre presente que el cerebro es un músculo, el cual como cualquier otro, si no se ejercita se atrofia. Tenemos que romper el estereotipo de que el latino no lee, no se prepara, al grado que dicen que el cerebro de un gringo vale dos centavos, el de un oriental 3, pero el de un latino un millón de dólares, porque esta nuevo. ORACIÓN El intérprete de la Palabra de Dios debe orar mucho más que el cristiano común, porque este es el secreto de su éxito. Lutero decía: “mientras más ocupado estoy, más tengo que orar”. Requiere comunicarse constantemente con Dios, porque necesita poder sobrenatural para hacer la obra de Él (por favor, no se trata de darle vueltas a la Biblia). El mensaje que dará lo recibirá en la presencia del Homilética y Oratoria William Paredes 20 Señor. Esto significa que en cualquier lugar debe de estar en contacto con Él: en la casa, en la calle, en el carro, en el trabajo: “… ora a tu Padre que está en secreto y tu Padre que te ve en lo secreto te recompensará en público.” Mateo 6.6. No se puede desligar la oración del estudio de la Sagrada Escritura: “Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra” Hechos 6.4. FINANZAS El mensajero debe de ser un buen administradorde su dinero, jamás gastar más de lo que gana, menos ser comprador impulsivo. Debe separar el diezmo del Señor de cada ingreso: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa, y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendiciones hasta que sobreabunde.” Malaquías 3.10. EN CUANTO A LAS OFRENDAS QUE LE COMPARTEN Nunca deje de recibir las ofrendas que le dan por muy pequeñas que sean, es suprimir la bendición al dador, porque lo que él está haciendo es sembrar. Recuerdo lo que un predicador me comentaba: que en un templo muy sencillo de un país centroamericano, una hermana se le acercó junto a tres de sus niñitos, quienes iban con sus caritas sucias, ropas raídas y los pies desnudos. La hermana estirando la mano le estaba ofrendando cincuenta centavos. Al ver el siervo de Dios la situación de aquella familia, se negó a recibir la ofrenda, pensando que podía servirle para algún alimento de sus hijos, y aquella mujer sencilla, muy triste, le reprochó su gesto diciéndole: --“Hermano, el mensaje que usted nos trajo bendijo mucho mi vida y quise bendecirlo con mi ofrendita. Estoy segura que porque es muy poquito no me la recibe, pero la verdad es que es todo lo que traigo”. Homilética y Oratoria William Paredes 21 EL PREDICADOR A TIEMPO COMPLETO Otra cosa importante es que cuando el mensajero se dedique a tiempo completo al Evangelio, no debe involucrarse en negocios seculares. El predicador no es comerciante. El que quiera dedicarse de lleno a predicar y hacer negocios va a fallar en el trabajo espiritual. El deseo de hacer negocios con el fin de enriquecerse ha matado la vocación de más de un siervo de Dios. Si vive del púlpito, tampoco evalúe económicamente sus prédicas, en otras palabras no les ponga tarifa. Los sermones se externan con el propósito ya enunciado anteriormente. Además de que si en una iglesia no le bendicen con una ofrenda, no se altere, porque el Señor se lo proveerá multiplicadamente en otra. Dios es un excelente patrón. LEALTAD El predicador debe estar sujeto a un Pastor. No concebimos mensajero independiente. Es más, sostenemos que los pastores no deberían de cederle el púlpito a un evangelista sin cobertura pastoral, por más que este recomendado. Todo expositor de la Palabra de Dios debe de ser responsable no sólo ante el que le concede el privilegio, sino también frente el pastor cuya iglesia representa. Tiene que estar sometido a un pastor y ser íntegro: “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no es provechoso.” Hebreos 13.17. Por lo tanto ha de portar una identificación vigente extendida por la iglesia en la cual es miembro. PUNTUALIDAD Sea puntual en todos sus compromisos. Llegue cinco minutos antes a sus citas, es preferible esperar y no que lo esperen. Además de ser falta de seriedad y formalidad. Homilética y Oratoria William Paredes 22 Esta cualidad la encontrará con más detenimiento en la lección 14, con el subtítulo “La importancia de la agenda”. Homilética y Oratoria William Paredes 23 LECCIÓN 3 LA PREPARACIÓN DEL PREDICADOR Veremos a continuación de que manera usted, como estudiante de homilética y oratoria debe prepararse. No olvide que se adiestra para exponer, no sus propias opiniones, sino transmitir fielmente por medio de su sermón, el mensaje que el Señor le dará en cada ocasión que le otorguen el privilegio de abordar un púlpito, porque desde ese preciso momento se convierte en un intérprete de la Palabra y en el enlace entre Dios y quienes lo escuchan. El Señor es el que dará su Mensaje por medio de usted, que también es un profeta, llamando al pecador a considerar sus caminos: “Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos.” Hageo 1.5. RAZONES POR LAS QUE DEBE PREPARARSE Son muchas las razones que requieren que un predicador se instruya con esmero, pero mencionaremos las que consideramos son más significativas: 1. Conminar al arrepentimiento a los perdidos, con el objeto de que salven su alma: Isaías 55.6-8: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que esta cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.” 2. Se reconcilien los cristianos que se han apartado del redil: Isaías 1.18: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Homilética y Oratoria William Paredes 24 3. Sanen los enfermos: Marcos 16.18: “…sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” 4. Dar aliento al rebaño que está perseverando: Eclesiastés 12.l0-11: “Procuró el predicador hallar palabras agradables, y escribir rectamente palabras de verdad. Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor.” Estas son razones suficientes para que su preparación sea llevar un Evangelio Aplicado, es decir teórico-práctico. Teórico: en cuanto a la doctrina asentada en la Palabra. Práctico: las señales y milagros. Dicho adiestramiento conlleva, en primer lugar, que se someta enteramente al Señor, es decir, que abandone en sus brazos: cuerpo, alma y espíritu, ya que debe de vivir acorde con lo que predica. Debe de aprender a depender de quien lo llamó para este menester. --“¿Cómo saber si en verdad Dios me llamó?” quizá se pregunte usted en este momento. Bueno, estamos seguros que desde el momento en que sintió en su corazón el deseo de inscribirse en el establecimiento donde estudia, percibió el llamado de Dios, para predicar su Palabra, no importando la educación o méritos que posea, además, no olvide que fue escogido desde antes de la fundación del mundo para esta labor: “ 9 Dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.” “ 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor.” Efesios 1.9-10; 3.10-11. Homilética y Oratoria William Paredes 25 El predicador, es pues, el enlace o intérprete entre el Dios viviente y los que lo escuchan, por lo que debe de proponerse a servir en ese gran propósito. LAS ACTITUDES Nosreferiremos a continuación a las diferentes actitudes o disposiciones que deben de ser propias del servidor del Señor. Por encontrarse el púlpito a la vista de todos, tenga mucho cuidado también con sus actitudes. Todo el mundo tiene la vista puesta en usted, por lo que sea respetuoso y humilde, teniendo siempre en mente que, aún cuando usted es la figura principal (pero no la estrella) de la congregación, es sólo un instrumento en las manos del Señor. Permítame contarle una anécdota al respecto: Un famoso violinista estaba ejecutando su instrumento en un concierto como solista de la orquesta sinfónica y lo hacía tan magistralmente que el auditorio exclamaba: --“qué violín, qué caja de resonancia. Ha de ser un Stradivarius”. Al oír el violinista estos elogios al instrumento, dijo a otro músico: --“Por favor, préstame tu violín” Y lo ejecutó con la misma maestría que el primero, lo que hizo gritar al público: -- “¡Qué violinista!" Moraleja: La alabanza debe de ser para quien toca el violín y no para el instrumento. Homilética y Oratoria William Paredes 26 ACTITUD MENTAL En primer lugar tiene que estar consciente que cualquier cristiano con deseos, aspiraciones, visión y decisión, puede llegar a servir al Señor en el área de la predicación, ya que este arte Dios lo ha puesto al alcance de todos, por ser la razón de la existencia de la iglesia en este mundo. Es un servicio que el siervo rinde a la causa de Cristo, teniendo asimismo, el carácter de alabanza y gratitud: “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.” 1ª. Corintios 4.1. La actitud mental del predicador ha de ser lo más serena posible, para poder despertar emoción no sólo en la palabra, sino también con el timbre, el volumen de su voz, los gestos y ademanes. Poniendo todo esto en juego. Su estado de salud también tiene que ver con la actitud mental, por lo que debe de cuidar mucho de su área física. Otros aspectos importantes son las emociones y los sentimientos, ya que incidirán en el mensaje. Un sentimiento de paz, de alegría, o uno negativo de preocupación, de dolencia física o de cansancio tiene mucho que ver. Por lo que el predicador debe de tratar de aprender a dominarse, a autocontrolarse, en otras palabras, a ser dueño de sí, tanto en las situaciones favorables como en las adversas. Si lo asalta la preocupación le recomendamos hacer lo siguiente para buscar la solución. Medite sobre: 1. Cual es el motivo que provoca la inquietud y preocupación, 2. Averiguar el grado de importancia que pueden tener en relación a sus ocupaciones y aspiraciones comunes, y 3. Procurar una solución inmediata a las mismas. Alguien decía: --“Los cristianos debemos de matar a una vieja. Vieja desdentada y horrible que no nos abandona ni a sol ni a sombra. Si estamos durmiendo ahí esta con nosotros al lado de la Homilética y Oratoria William Paredes 27 cama causándonos insomnio. Si estamos en el culto, ahí a nuestro lado se sienta. Si estamos orando, no nos deja tranquilos, sino que a cada momento nos codea. Va con nosotros en el bus, en el auto, en fin, no nos abandona. Por tal razón, debemos de “matarla” y hacerla añicos, y luego enterrarla profundamente para que no pueda salirse. Esa vieja horrible, narizona, desdentada e impertinente es la vieja preocupación. Por favor, hermanos, démosle muerte, y cuando quiera resucitar, rechácela en el nombre de Jesús, y devuélvala a la tumba que es donde debe estar.” Cuando nos preocupamos dejamos de depender de Dios, lo cual es un pecado. Pablo, a pesar de sufrir por el evangelio los más pesados vejámenes, jamás confesó estar preocupado: “ 8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos.” 2ª. Corintios 4: 8-9. LA SERENIDAD Consiste en el equilibrio, el dominio interior que nos dan las técnicas que nos permiten hablar en público. Se clasifican en: Espiritual, psicológica, y fisiológica. SERENIDAD ESPIRITUAL Para obtener serenidad espiritual es necesario mantener una buena relación con el Señor. Estar en paz con la conciencia, estar en sujeción y obediencia a Él. No tener nada que reprocharse. Esta serenidad hará que días antes del sermón, en sus oraciones, tenga momentos de revelación en la que Dios le dictará la necesidad del pueblo para que el mensaje que Él quiera dar a través de su sermón, aliente, consuele, y redarguya los corazones de quienes lo escuchen. Recuerde: con desasosiego espiritual no podrá lograr un buen mensaje, “Porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12.34). Homilética y Oratoria William Paredes 28 SERENIDAD PSICOLÓGICA Esta es absolutamente necesaria para todo el que quiera ser un buen predicador, ya que le ayudará a no perder el equilibrio en el momento en que alguien surja oponiéndose a sus argumentos. Por ejemplo, puede ser que, en el momento en que usted da la prédica, surja un adversario que quiera interrumpirlo burlándose o contradiciendo sus puntos de vista. La mejor manera de estar psicológicamente sereno es manteniendo desde el principio, un estado de quietud, tranquilidad espiritual, mental y física. La meditación previa prepara por una parte a la mente, la que se mantendrá alerta y pronta a responder cualquier ataque verbal del adversario. Si se produjera este ataque no deberá de responder en seguida a las preguntas capciosas que le hagan, menos a tontas y a locas, sino que debe escuchar con la mayor tranquilidad posible sin interrumpir al interlocutor hasta que termine. Mientras tanto, si no tiene en mente aún la respuesta, pídale que le vuelva a repetir la pregunta, en tanto él la reitera, lo cual se le hará más difícil y lo pondrá nervioso, usted aproveche para pensar tranquilamente en la respuesta. Esta clase de controversias se dan muy poco cuando se predica, pero, cuando se enseña en la escuela dominical o seminarios suelen ser muy frecuentes. Queremos dejar claro que, cuando nos referimos a la meditación, no hablamos de la práctica de métodos de meditación trascendental o pasiva, que deja la mente en blanco, ya que ésta es puerta para el enemigo. Más bien nos referimos a la meditación activa, la que nos mantiene en contacto con el Señor a través de la oración y la abstracción en su grandeza, plasmada en la revelación especial: su Palabra. Homilética y Oratoria William Paredes 29 SERENIDAD FISIOLÓGICA Puede suceder que predicando en algún lugar se den casos de violencia, como ataques a mano armada, golpes o insultos; la pregunta sería: ¿Cómo reaccionar ante situaciones? Pues, sólo la serenidad más extrema puede salvar al predicador. Nada, ni el dolor, ni la vista de su propia sangre deben impedirle continuar haciendo uso de la palabra con la mayor tranquilidad, altura en la expresión, y mesura en el tono. Si le acusan alborotadores, en lugar de ponerse nervioso, míreles, haga una pausa y conserve el equilibrio. Cuanto mayor sea el alboroto y la confusión creada por las interrupciones, más importante debe de ser para usted mostrar a la congregaciónque no perderá la serenidad. Luego, continúe con su exposición. LA SEGURIDAD EN SÍ MISMO Para alcanzar la seguridad o confianza en uno mismo hay que prepararse lo suficiente y practicar, entre más disciplina tengamos en practicar producirá mejores resultados. Además el predicador debe estar seguro de que los fundamentos del sermón que expresará provienen de la Palabra de Dios. La preparación le hará tener la seguridad de conocer bien lo que está exponiendo, para ello, con anticipación, debe de leer y releer el pasaje o pasajes de la Escritura que serán objeto de su disertación. No tener conocimiento de lo que dice es lo peor que le pueda pasar, tenga siempre en cuenta que a nadie le gustará oír a alguien que no sepa de lo que habla. No nos involucremos en temas que no dominemos. Reconozcamos nuestras limitaciones. El estudio de su sermón debe de ir acompañado de oración y meditación, como ya anotamos, para obtener revelación. Cuando oramos manifestamos nuestra total dependencia del Espíritu Santo. Pero, es necesario expresar que jamás nos debemos sentir tan seguros, al grado que creamos que “ya nos Homilética y Oratoria William Paredes 30 las podemos todas”, porque esta es una manifestación de un espíritu vanidoso que nos perjudica en gran manera. Me viene a la memoria una situación bochornosa en la que me vi envueltos en cierta ocasión. Fui invitado a dar una serie de sermones en cierta iglesia aprovechando los tres días de asueto de la Semana Santa, que son jueves, viernes y sábado. Mi compromiso era dos sermones por día. El jueves y el viernes los mensajes del Señor fluyeron en los sermones de una manera tan especial que hubo fruto. Pero el sábado, momentos antes de abordar el púlpito perdí la serenidad fisiológica y psicológica, la adrenalina fluía a torrentes porque las manos me sudaban, la cara la sentía roja del rubor y la mente me quedó completamente en blanco, a pesar de que había preparado lo suficiente el sermón, del cual leía y releía el bosquejo, pero el mensaje no fluía. El encargado de las alabanzas estaba dirigiendo el último coro previo a que el pastor ocupara el púlpito para los anuncios correspondientes y luego entregarme el micrófono. Aproveché ese momento para decirle muy vacilante y angustiado, al siervo de Dios –Pastor, no se lo que me esta pasando, estoy totalmente en blanco, no se ni por donde voy a empezar el sermón” --“¡Aja!, me dijo sonriendo, -como crees que ‘tienes colmillo’ estás confiando tanto en tu talento que ya sientes que las puedes. Oye, -Agregó, muy circunspecto. Cuando me den el púlpito voy a entonar otros dos coros, mientras te arrodillas y le pides perdón a Dios por ese espíritu vanidoso que hizo presa de ti”. Me puse de rodillas y le pedí perdón al Señor, sintiendo casi de inmediato la unción del Espíritu Santo. Narro esta dolorosa experiencia con el fin de que a pesar de que debemos de tener seguridad en nosotros mismos no debe de ser al grado que dejemos de depender del que nos dará su mensaje. Homilética y Oratoria William Paredes 31 LOS ESTADOS DE ÁNIMO El predicador, debe momentos antes del sermón, encontrarse en un estado de ánimo optimista, entusiasta, (el vocablo entusiasmo se deriva de las voces griegas: en, que significa: “entre” y Theos: “Dios”, lo que quiere decir: "con Dios" o "en Dios", o sea, “entusiasmado”: Dios en mí), por lo que debe tenerse la confianza plena que será un intérprete de la Palabra de Dios, es decir, seguro que Dios le asistirá en el momento preciso de externar el mensaje. Luego, contagie su entusiasmo a quienes lo escuchan. No olvide que, nadie puede entusiasmar sino esta entusiasmado. Dicho de otra manera, si quiere provocar entusiasmo en sus oyentes, tiene que transmitirlo con sus palabras y manifestarlo con su sonrisa, la cual produce fruto hacia fuera, su público se sentirá contento, y hacia adentro, la sonrisa transmitirá confianza. Por lo que debe de despojarse de toda preocupación que pueda menoscabar la exposición. La serenidad de mente y de espíritu es condición indispensable en el desarrollo del sermón, de otra manera, si esta preocupado y lleno de pesares resultará un fracaso. Si va camino hacia la iglesia a donde predicará y va junto a su esposa, amablemente, pídale que durante el trayecto no le refiera ningún problema, para que no interfiera con lo que será el sermón, porque lo influenciará negativamente. Si es pastor y le corresponde predicar, eduque a sus líderes para que no le expongan ninguna dificultad antes del mensaje, sino hasta una vez concluido el culto. Pero, no solamente los estados de ánimo pueden perjudicar al emisario de la Palabra de Dios, también hay estados de naturaleza física que puede experimentar, como alteración nerviosa, dolor de cabeza, dolor muscular, agotamiento y otros malestares, los cuales debe de aprender a vencer. Homilética y Oratoria William Paredes 32 La alteración nerviosa puede provocar que se inhiba o bien exagere los gestos, ademanes y voz. Esta alteración en la mayoría de los casos se debe al temor de hacer el ridículo o a equivocarse. Cuando eso suceda, respire profundo, y ore dándole gracias a Dios por la oportunidad que le otorga de ser usted portavoz de su Palabra y tenga la seguridad que Él estará allí para usarle. Dígale al Señor: --“Gracias Jesús, por permitir que sea yo el vaso que vas a usar para externar tu Palabra a este pueblo. Gracias, porque estoy seguro que éste va a ser el mejor de los mensajes”. Ore de esa manera y deseche el temor, y por supuesto, la preocupación. Homilética y Oratoria William Paredes 33 LECCIÓN 4 LA VOZ Esta es una de sus grandes cualidades, como acotamos ya en otra parte, es su herramienta. Es el instrumento musical que tiene a su disposición y que puede emplear de muchas maneras, pero es necesario educarla para darle esplendor a las palabras. Le recomendamos leer varios párrafos de un libro en voz alta, al mismo tiempo que grava lo que lee, ¡por favor... no se asuste! usted puede mejorar esa voz que escuchó. El sonido, la inflexión, la modulación y la resonancia de su voz son las llaves por medio de las que se logra atraer el interés y la atención de quienes lo escuchan, motivo por el cual importa educarla para poder hablar como niño o como anciano, cuando haya necesidad de impostar o fijar la voz en la cuerdas vocales, para emitir el sonido con más plenitud, sin variación ni temblor. La verdad es que la voz nos da a conocer el carácter y la personalidad de cualquier individuo, por lo que el predicador debe de darle fuerza y entonación, ya que si lo hace sin pasión y en tono grave o tan aprisa que atropella las palabras, por muy bueno que pueda ser el mensaje no logrará despertar el interés del auditorio, menos aún si es estruendosa o chillona. Por tal razón, cuando predique hable como si estuviera dirigiéndose sólo a las personas que están sentadas en los últimos asientos y hasta haga de caso que están medio sordas. Por lo que es recomendable, reiteramos, que trate de seguir todos los cursos de vocalización posible. La voz es el instrumento más delicado del que nos ha dotado el Señor, yque bueno es saber que se puede cultivar. Podemos lograr darle la inflexión, el acento y la entonación conveniente. Cuando este predicando modúlela con altibajos Homilética y Oratoria William Paredes 34 para que no sea monótona. Alzándola cuando sea necesario, pero sin gritar de balde. Al respecto Dale Carnegie solía decir: “Nadie es dueño del público, sino cuando es dueño de sí mismo, sino cuando es dueño de su voz.” Tenga siempre presente que sus pulmones son los "globos" que surten de aire a sus cuerdas vocales a través de la traquearteria, que consiste en el tubo que forma la faringe, la boca, y las fosas nasales, son los medios que modifican los sonidos. La traquearteria entra en comunicación con la boca por una abertura llamada glotis. A cada lado de esta abertura y siguiendo la dirección de adelante hacia atrás, se hallan unas membranas compuestas de tejido fibroso con algunas filamentos elásticos que son las cuerdas vocales. Estas cuerdas son cuatro: dos superiores conocidas como falsas cuerdas o bandas ventriculares, las que ejercen poca influencia en la producción de la voz y están cubiertas por una membrana mucosa muy delgada y adherida con fuerza al tejido subyacente, y dos inferiores, las que son las verdaderas cuerdas vocales, que se encuentran situadas precisamente debajo de las superiores, son más largas que éstas y la acción de ciertos músculos modifica su tensión y permite que la glotis pueda abrirse o cerrarse. Están cubiertas por una membrana bastante delgada y provistas de gran número de fibras elásticas. Sin embargo, las directamente relacionadas con la producción de la voz son las cuerdas vocales inferiores. Homilética y Oratoria William Paredes 35 CUERDAS VOCALES En estado de fonación vibran. En estado de reposo se cierran. La voz puede sufrir diversas alteraciones, ya sea, por causas de salud o por el uso de tabaco y el licor, además, la práctica de estos vicios es sucia, resta dignidad, prestancia, fuerza intelectual y nerviosa al siervo de Dios. Los estados de ánimo, como la timidez, pueden también causar modificaciones en la voz. Otros factores que pueden dañar su voz son: beber líquidos muy fríos que le pueden producir afonía. Le sugerimos abstenerse de tomar líquidos con hielo, es preferirle tomarlos al tiempo, no importando que haya calor. Por lo que más quiera, después de predicar evite bebidas frías, sus cuerdas con el uso se han puesto al rojo vivo y si ingiere refrescos con hielo se templarán y por lo tanto se atrofiarán, sucede lo mismo que calentar al rojo vivo una varilla de hierro y después introducirla en agua fría, se cristaliza y se quiebra, el mismo fenómeno pasará con sus cuerdas vocales. Durante su sermón no acepte agua helada, sino a la temperatura ambiente, y mejor si es templada y con un poquito de miel de abeja. Cuando concluya su prédica cúbrase bien la garganta. Es su herramienta más útil. Homilética y Oratoria William Paredes 36 Veamos las siguientes gráficas de los órganos de fonación: Homilética y Oratoria William Paredes 37 En seguida estudiaremos algunos ejercicios que le ayudarán a desarrollar una mejor función de los pulmones, las cuerdas vocales, la laringe, los labios, la lengua, y los demás órganos de fonación. EJERCICIOS DE DICCIÓN Cantar o declamar los siguientes versos del poeta español Gustavo Adolfo Becker. Debe de abrir bien la boca para pronunciar cada palabra: "Volverán, volverán, volverán, las oscuras golondrinas volverán, pero aquellas que escribieron nuestros nombres, partirán, partirán, partirán." Repetir el ejercicio cambiando todas las vocales por la “a”, después por la “e”, por la “i”, por la “o” y por la “u”, pronunciándolas correctamente. EJERCICIOS DE VOCALIZACIÓN Si deseamos ser buenos oradores necesitamos adquirir la capacidad de vocalizar, lo que se logra practicando los vocablos que se nos hacen más difíciles. A continuación encontrará una serie de ejercicios básicos, los cuales aprendimos cuando dábamos clases de Cultura General, en la Escuela de Comunicación “Roma”, en Hollywood, California, y que son muy útiles para obtener una buena emisión de la voz. Tales ejercicios le ayudarán a desarrollar una buena voz. Deben practicarse hasta lograr decirlos en los segundos que aparecen al margen izquierdo. Es importante la flexión de los labios para la correcta articulación de vocales entre consonantes, en otra palabras, debe de abrir bien la boca al pronunciarlas. Homilética y Oratoria William Paredes 38 PRONUNCIACIÓN DE LA A 6” Cansadas, cargadas, rapadas, marchaban las pavas; calladas, calmadas, manadas de ratas las gatas cazaban; las ranas cantaban y al saltar sanaban de su mal astral. 8” En la mañana, la mamá de Ana Zavala va a la plaza a cambiar cáscaras de naranja por manzanas, bananas, patatas y calabazas, para lavarlas, aplastarlas, amarrarlas, empacarlas, cargarlas y mandarlas a Canadá. PRONUNCIACIÓN DE LA E 5” Que el bebé cese de beber leche frente a la tele, que bese al pelele, que me dé ese eje que le dejé, y que no se entere de lo que pensé. PRONUNCIACIÓN DE LA I 5" Mimí y Lilí quisieron vivir en el Mississipi sin límite vil, militar ni civil, sin mini bikinis ni cínicos hippies, sin bilis visibles ni tinte viril. PRONUNCIACIÓN DE LA U 7” El muy tumultuoso Frufrú del cucurucho de Uruchurtu, un gutural zulú del sur, sucumbió ante el muy usual susurro de las burbujas de púrpura del tul de Lulú. PRONUNCIACIÓN DE LA M 6” Memo Medina mimaba melosamente al minino de su mamá Manuela, mientras Modesto, muchacho moreno, remontaba las cumbres a lomo de mula, comiendo y mascando. 6” Melesio Moreno mandaba monedas. Manolo Morales mataba mosquitos y Amparo Mendoza comía empanadas con Mari y su hermana en el Mesquital. Homilética y Oratoria William Paredes 39 PRONUNCIACIÓN DE LA N 6” Nació normal la nena de Nina, anunció notoriamente la nana en un instante angustioso, aunque nunca necesitara ni ponderar ansiosamente tan interesante nueva. 7” Nadie nota nunca que no necesariamente se entiende la noción de nación, aunque continuamente se tengan tendencias a enderezar endechas naturales a la nación de su nacimiento. 5” German el Matón, yendo en su camión camino a Belén, se le dio un cerrón sin tener buen fin el panzón don Juan, según relación de Joaquín Cancún. PRONUNCIACIÓN DE LA L 6” Con olorosas lociones se logró calmar las maldades locas de Lucha y Lucía, que lucían los velos y las largas colas de lóbregas telas luengas y luctuosas. 7” Ese Lolo es un lelo, le dijo la Lola a don Lalo, pero don Lalo le dijo a Lola: No, Lola, ese Lolo no es lelo, es un lila. ¿Es un lila, don Lalo, ese Lolo, en vez de ser lelo? Si, Lola, es un lila y no un lelo ese Lolo, le dijo don Lalo a la Lola. 4” La pieldel jovial Manuel, siempre fiel a la ley local, luce tal, cual la miel de un panal singular. PRONUNCIACIÓN DE LA R Esta letra tanto en su forma simple “ere”, como en la compuesta “erre”, es para los latinos, la más difícil de pronunciar, por lo que hay que practicarla para evitar el siseo. 5” Erre con erre cigarro, erre con erre barril; rápido corren y ruedan las rápidas ruedas de los carros cargados de azúcar del ferrocarril. 8” Un ruin relato retorcidamente redactado replica rebatiendo rotundamente el retorno retrógrado del rebelde Ramiro Ramírez Ramos, ratificando la reforma revolucionaria de su rutilante ruta republicana. Homilética y Oratoria William Paredes 40 8” Recia la rajada rueda, rueda rugiendo rudamente rauda; rauda rueda rugiendo rudamente la rajada rueda. Rueda rauda, recia rueda, rauda reciamente rueda. Rueda recia, rauda rueda, rugiente, rajada rueda. 5” ¡Señor, qué calor, sin par, rendidor, que por dar sabor de color local, provoca un hedor de puro sudor! ¡Señor, qué calor! Homilética y Oratoria William Paredes 41 LECCIÓN 5 RESPIRACIÓN En esta lección veremos ejercicios de respiración correcta, de respiración purificadora, y de oxigenación que debe practicar constantemente para lograr resultados. Estos ejercicios también le beneficiarán a su aparato circulatorio. La respiración es el principal alimento del cuerpo, se puede vivir dos días sin beber aguar y varios sin ingerir alimento, pero sin respirar apenas muy pocos segundos. Su práctica mejora nuestro rendimiento físico, mental y espiritual. La respiración da la pauta de cómo nos encontramos anímicamente, Goraksashatakam, dice: “Cuando la respiración es inestable, todo es inestable, pero cuando esta tranquila, todo esta tranquilo. Por eso debemos de controlarla cuidadosamente” EJERCICIOS RESPIRACIÓN CORRECTA Calma los nervios, dando consigo seguridad. Respiremos siempre por la nariz para evitar que se introduzcan microbios a nuestro cuerpo que nos provoquen enfermedades respiratorias. La nariz posee bellos y mucosidad que impide la penetración de estos microorganismos al cuerpo. Cuando estos se acumulan en las fosas nasales, automáticamente, el cuerpo reacciona estornudando para expelerlos. Si respiramos por la boca no filtramos los microbios. Ubíquese en un lugar espacioso y aireado, puede ser en el patio de la casa o en cualquier ambiente de su apartamento, siempre y cuando tenga las ventanas abiertas. Fíjese de que estén Homilética y Oratoria William Paredes 42 bien cerradas las válvulas de la estufa o cualquier otro aparato o recipiente que contenga substancias volátiles contaminantes, como thinner, gas, gasolina, alcohol, pintura, laca u otros. Cierre bien la boca y trate de dilatar las ventanas de la nariz y aspire lentamente mientras cuenta 1…2…3…4…5, levantando las manos (No haga pausas mientras cuenta mentalmente, sino hágalo sin interrupción). Contenga el aliento contando hasta 3 (mientras contiene el aliento, hágalo de manera natural, no haciendo un "nudo" o "tapón" en la garganta). Exhale lentamente el aire contando hasta 5 mientras baja las manos. Este ejercicio también lo puede practicar mientras camina por la calle, cada paso hasta 5 aspire... hasta 3...contenga el aire... hasta 5 expire y así sucesivamente. Después de una semana, sin esfuerzo, trate de contar aspirando hasta 7, hasta 4 conteniendo el aire y hasta 7 expirando o sacando el aire. Repita este ejercicio hasta llegar a los 7. RESPIRACIÓN PURIFICADORA Este ejercicio combate la fatiga y aclara las ideas, además de dar serenidad. Abra ligeramente los pies y ponga las manos juntas hacia arriba. Ahora respire profundamente y... Vaya bajando las manos, por intervalos, mientras va exhalando por "golpes" el aire, hasta tratar de tocarse con la punta de los dedos de las manos las puntas de los dedos de los pies. Homilética y Oratoria William Paredes 43 DE OXIGENACIÓN Respire profundamente, y con las yemas de los dedos dese golpecitos en el pecho mientras aspira y expira lentamente, contando de la misma manera que el ejercicio de respiración correcta. A esta respiración se le conoce como diafragmática, porque cuando se logra enviar el aire a esa base de los pulmones, el diafragma se mueve necesariamente, por lo tanto, respiremos enviando el aire hacia esa cavidad que esta en la parte baja de los pulmones, como aparece en la grafíca. Puede ser que estos ejercicios al principio le mareen un poco, le den sensación de calor y se le ruboricen las mejillas, lo que se debe a la oxigenación de la sangre. Recomendamos que haga lo posible por asistir a un gimnasio, o en su lugar, caminar diariamente por lo menos media hora, para mantener buena circulación y oxigenación en la sangre. Los ejercicios, antes formulados, le ayudarán a ejercitar el diafragma, que consiste en un músculo, como un filete de un centímetro y medio, ubicado en la cavidad toráxica del abdomen y que sirve para guardar aire. Homilética y Oratoria William Paredes 44 EL DIAFRAGMA Y SU FUNCIÓN Homilética y Oratoria William Paredes 45 LECCIÓN 6 LA MÍMICA LA EXPRESIÓN CORPORAL El predicador de la Palabra de Dios debe de predisponer mentalmente a quienes le escuchan, y luego estar dispuesto a actuar con libertad y variedad de movimientos, usando todo su cuerpo para apoyar lo que expone. LOS GESTOS Y ADEMANES Nuestro cuerpo también debe de tener expresión, porque también hablamos con las manos y brazos, son palabras en movimiento. Si faltan hay ausencia de ánimo. Por tal razón, desde el momento que empieza a elaborar su homilía, piense en la mímica que pueda darle énfasis a cada parte del sermón, y que le serán útiles para reforzarlo. Es recomendable que aprenda poemas y los declame frente al espejo, para de esa forma, ejercitar gestos y ademanes. Memorice el siguiente poema del bardo nicaragüense Rubén Darío, y luego declámelo una, viéndose de cuerpo entero en el espejo, haciendo las gesticulaciones tanto de Francisco de Asís, como del lobo. LOS MOTIVOS DEL LOBO El varón que tiene corazón de lis, alma de querube lengua celestial. El mínimo y dulce Francisco de Asís, está con un rudo y torvo animal; bestia temerosa, de sangre y de robo, las fauces de furia, los ojos de mal: El lobo de Gubia, el terrible lobo. Rabioso ha asolado los alrededores, cruel ha deshecho todos los rebaños; devoró corderos, devoro pastores, y son incontables sus muertes ydaños. Homilética y Oratoria William Paredes 46 Fuertes cazadores armados de hierros fueron destrozados. Los duros colmillos dieron cuenta de los más bravos perros como de cabritos y de corderillos. Francisco salió. Al lobo buscó en su madriguera. Cerca de la cueva encontró a la fiera enorme, que al verle se lanzó feroz contra él. Francisco, con su dulce voz, alzando la mano, al lobo furioso le dijo: “¡Paz, hermano lobo!” El animal contempló al varón de tosco sayal; dejó su aire arisco, cerró las abiertas fauces agresivas, y dijo: - “¡Está bien, hermano Francisco!” - “¡Cómo!, exclamó el santo, “¿Es ley que tu vivas de horror y de muerte? La sangre que vierte tu hocico diabólico, el duelo y espanto que esparces, el llanto de los campesinos, el grito, el dolor de tanta criatura de nuestro Señor, ¿no han de contener tu encono infernal? ¿Vienes del infierno? ¿Te ha infundido acaso su rencor eterno Luzbel o Belial? Y el gran lobo, humilde: -¡Es duro el invierno y es horrible el hambre! En el bosque helado no halle que comer: y busqué el ganado y a veces comí ganado y pastor. ¿La sangre? Yo vi más de un cazador sobre su caballo, llevando el azor al puño; o correr tras el jabalí, el oso o el ciervo; y a más de uno vi mancharse de sangre, herir, torturar, a los animales de Nuestro Señor, Homilética y Oratoria William Paredes 47 y no era por hambre que iban a cazar. Francisco responde: - En el hombre existe mala levadura. cuando nace viene con pecado. Es triste. Mas el alma simple de la bestia es pura. Tú vas a tener desde hoy que comer. Dejarás en paz rebaños y gente de este país. ¡Que Dios melifique tu ser montaraz! - Está bien, hermano Francisco de Asís, - Ante el Señor, que todo ata y desata, en fe de promesa tiéndeme la pata. El lobo tendió la pata al hermano de Asís, quien a su vez le alargó la mano. Fueron a la aldea. La gente veía y lo que miraba casi no creía. Tras el religioso iba el lobo fiero, y baja la testa, quieto le seguía como un can de casa, o como un cordero. Francisco llamó la gente a la plaza y allí predicó, Y dijo – He aquí una amable caza. El hermano lobo se viene conmigo; me juró no ser ya vuestro enemigo y no repetir su ataque sangriento. Vosotros, en cambio, daréis su alimento a la pobre bestia de Dios. - ¡Así sea! Contestó la gente toda de la aldea. Y luego, en señal de contentamiento, movió testa y cola el buen animal y entró con Francisco de Asís al convento. Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo en el santo asilo. Sus vastas orejas los salmos oían y los claros ojos se le humedecían. Aprendió mil gracias y hacía mil juegos cuando a la cocina iba con los legos. Homilética y Oratoria William Paredes 48 Y cuando Francisco su oración hacia, el lobo las pobres sandalias lamía. Salía a la calle, iba por el monte, descendía al valle, entraba a las casas y le daban algo de comer. Mirábanle como a un manso galgo... Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo probo, desapareció. Torno a la montaña y recomenzaron su aullido y su saña. Otra vez sintióse el temor, la alarma entre los vecinos y entre los pastores; colmaba el espanto los alrededores, de nada servían el valor y el arma, pues la bestia fiera no dio tregua a su furor jamás, como si tuviera fuego de Moloch y de Satanás. Cuando volvió al pueblo el divino santo, todos lo buscaron con quejas y llanto, y con mil querellas dieron testimonio de lo que sufrían y perdían tanto por aquel infame lobo del demonio. Francisco de Asís se puso severo. Se fue a la montaña a buscar al falso lobo carnicero. Y junto a su cueva halló a la alimaña. -“En nombre del Padre del sacro Universo, conjurote, dijo, ¡oh lobo perverso! A que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal? Contesta, te escucho. Como en sorda lucha hablo el animal, La boca espumosa y el ojo fatal: -“Hermano Francisco, no te acerques mucho... yo estaba tranquilo allá en el convento; al pueblo salía y si algo me daba estaba contento y manso comía. Homilética y Oratoria William Paredes 49 Mas empecé a ver que en todas las casas estaban la envidia, la saña, la ira, y en todos los rostros ardían las brazas de odio, de lujuria, de infamia y mentira. Hermanos a hermanos hacían la guerra, perdían lo débiles, ganaban los malos, hembra y macho eran como perro y perra, y un buen día todos me dieron de palos. me vieron humilde, lamía las manos y los pies. Seguía tus sagradas leyes, todas las criaturas eran mis hermanos, los hermanos hombres, los hermanos bueyes, hermanas estrellas y hermanos gusanos. Y así, me apalearon y me echaron fuera, y su risa fue como agua hirviente, y entre mis entrañas revivió la fiera, y me sentí lobo malo de repente: Mas siempre mejor que esa mala gente. y recomencé a luchar aquí, a mi defender y a m alimentar, como el oso hace, como el jabalí, que para vivir tiene que matar. Déjame en el monte, déjame en el risco, déjame existir en mi libertad,
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