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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/49683063 Effectiveness of neuropsychological rehabilitation in acquired brain injury (II): Executive functions, behavioural modification and psychotherapy, and the use of the new technologi... Article in Revista de Neurología · December 2010 Source: PubMed CITATIONS 12 READS 16,393 6 authors, including: Ignacio sanchez-cubillo Aita Menni Hospital 19 PUBLICATIONS 1,446 CITATIONS SEE PROFILE Alberto García-Molina Institut Guttmann 171 PUBLICATIONS 1,412 CITATIONS SEE PROFILE Javier Tirapu 79 PUBLICATIONS 2,112 CITATIONS SEE PROFILE Igor Bombin Reintegra: Centro de Rehabilitación Neurológica 60 PUBLICATIONS 1,586 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Igor Bombin on 10 June 2014. The user has requested enhancement of the downloaded file. https://www.researchgate.net/publication/49683063_Effectiveness_of_neuropsychological_rehabilitation_in_acquired_brain_injury_II_Executive_functions_behavioural_modification_and_psychotherapy_and_the_use_of_the_new_technologies?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_2&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/publication/49683063_Effectiveness_of_neuropsychological_rehabilitation_in_acquired_brain_injury_II_Executive_functions_behavioural_modification_and_psychotherapy_and_the_use_of_the_new_technologies?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_3&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_1&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Ignacio-Sanchez-Cubillo?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Ignacio-Sanchez-Cubillo?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Ignacio-Sanchez-Cubillo?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Alberto-Garcia-Molina?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Alberto-Garcia-Molina?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/institution/Institut_Guttmann?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_6&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Alberto-Garcia-Molina?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Javier-Tirapu-2?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Javier-Tirapu-2?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Javier-Tirapu-2?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Igor-Bombin?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Igor-Bombin?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Igor-Bombin?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Igor-Bombin?enrichId=rgreq-815ccca7c45280f40abdee65a4deba3b-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ5NjgzMDYzO0FTOjEwNjUwODMwMTg5NzcyOUAxNDAyNDA0OTY2MDc2&el=1_x_10&_esc=publicationCoverPdf 733www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (12): 733-744 rEVISIÓN Introducción El daño cerebral adquirido tiene graves consecuen cias sobre el funcionamiento cognitivo, las habili dades comunicativas y la capacidad para regular la conducta y las emociones [1]. La rehabilitación neu ropsicológica proporciona una serie de herramien tas terapéuticas que tienen como objetivo tanto la recuperación de dichas funciones como la adapta ción funcional del sujeto a su entorno. Un número cada vez más creciente de estudios de revisión y metaanálisis se centra en analizar cuáles son las técnicas neuropsicológicas más eficaces y proponer guías de actuación terapéutica equivalentes a las que ya existen para otras patologías. En la primera parte del artículo, revisamos las evidencias actuales sobre la efectividad de la reha bilitación de los procesos atencionales, la memoria y el lenguaje [2]. En esta segunda parte, nos centra remos en la rehabilitación de las funciones ejecuti vas para exponer, a continuación, los estudios de revisión más significativos relacionados con la apli cación de técnicas provenientes de la modificación de conducta y la psicoterapia. El uso de las nuevas tecnologías en el ámbito de la rehabilitación neuro psicológica será el siguiente punto, que finalizará con unas conclusiones generales acerca del tema principal del artículo. Efectividad de la rehabilitación de las funciones ejecutivas El término ‘funciones ejecutivas’ hace referencia a procesos cognitivos integradores que determinan la conducta intencional y orientada a metas. Entre es tas funciones se encuentran la capacidad para for mular objetivos, iniciar un comportamiento, antici par las consecuencias de las diferentes acciones, planificar y organizar las respuestas, y supervisar y modificar la conducta para adaptarla a las circuns tancias cambiantes del entorno [3]. Los pacientes con problemas ejecutivos muestran grandes dificul tades para implementar de forma autónoma las téc nicas y compensaciones entrenadas por el personal rehabilitador [4], no generalizan su uso y tienen di Efectividad de la rehabilitación neuropsicológica en el daño cerebral adquirido (II): funciones ejecutivas, modificación de conducta y psicoterapia, y uso de nuevas tecnologías David de Noreña, Ignacio Sánchez-Cubillo, Alberto García-Molina, Javier Tirapu-Ustárroz, Igor Bombín-González, Marcos Ríos-Lago Introducción. Las consecuencias del daño cerebral adquirido incluyen alteraciones en el funcionamiento cognitivo, emo- cional y conductual de las personas afectadas. La neuropsicología proporciona técnicas que permiten tratar dichas altera- ciones; de ahí la importancia de establecer cuáles, de entre todas las herramientas disponibles, son las más eficaces para este objetivo. Desarrollo. El presente artículo revisa los estudios existentes sobre efectividad de la rehabilitación neuropsicológica, cen- trándose en aquellas áreas y procesos cognitivosalterados con más frecuencia. El fin último del artículo es servir de guía y orientar la rehabilitación neuropsicológica de estos pacientes a partir de las evidencias más sólidas existentes en la biblio- grafía. En esta segunda parte, nos centraremos en la rehabilitación de las funciones ejecutivas, la modificación de conduc- ta y la psicoterapia aplicadas en este ámbito, así como el uso de nuevas tecnologías. Conclusión. Existen evidencias suficientes para recomendar la rehabilitación neuropsicológica de las funciones ejecutivas, así como el uso de las técnicas antes mencionadas en población con daño cerebral adquirido. Palabras clave. Daño cerebral adquirido. Efectividad. Funciones ejecutivas. Modificación de conducta. Psicoterapia. Reha- bilitación neuropsicológica. Tecnologías. Red Menni de Servicios de Atención al Daño Cerebral; Hospital Beata María Ana; Madrid (D. de Noreña, M. Ríos-Lago). Departamento de Psicología Básica II; UNED; Madrid (M. Ríos-Lago). Unidad de Investigación Proyecto Alzheimer; Fundación CIEN-Fundación Reina Sofía; Madrid (M. Ríos-Lago). Reintegra: Centro de Rehabilitación Neurológica; Oviedo (I. Bombín- González). Fundación Reintegra; Oviedo (I. Bombín-González). Universidad de Oviedo; Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental, CIBERSAM (I. Bombín-González). Red Menni de Servicios de Atención al Daño Cerebral; Hospital Aita Menni; Bilbao (I. Sánchez-Cubillo). Institut Universitari de Neurorehabilitació Guttmann-UAB; Badalona, Barcelona (A. García-Molina). Clínica Ubarmin; Pamplona, Navarra (J. Tirapu-Ustárroz). Correspondencia: Dr. David de Noreña Martínez. Unidad de Daño Cerebral. Hospital Beata María Ana. Vaquerías, 7. E-28007 Madrid. Fax: +34 915 743 575. E-mail: danomart78@gmail.com Aceptado tras revisión externa: 03.09.10. Cómo citar este artículo: De Noreña D, Sánchez-Cubillo I, García-Molina A, Tirapu-Ustárroz J, Bombín-González I, Ríos-Lago M. Efectividad de la rehabilitación neuropsicológica en el daño cerebral adquirido (II): funciones ejecutivas, modificación de conducta y psicoterapia, y uso de nuevas tecnologías. Rev Neurol 2010; 51: 733-44. © 2010 revista de Neurología 734 www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (12): 733-744 D. de Noreña, et al ficultades para adaptarse a situaciones novedosas [5]. Además, los problemas ejecutivos van general mente acompañados de dificultades para autorre gular las emociones y la conducta, así como de falta de conciencia de los déficit [6], constituyendo un desafío adicional para la adquisición de la autono mía y funcionalidad. Debido tanto a la naturaleza supramodal de es tos procesos como a la complejidad que entraña operativizar los déficit asociados, los abordajes son muy heterogéneos, desde los puramente cognitivos a los que se basan en la modificación de conducta, pasando por enfoques mixtos cognitivoconductua les. No obstante, buena parte de los estudios revisa dos tiene como objetivo último que los pacientes adquieran, bien estrategias de control internas, bien una estructura externa que disminuya el impacto de estas alteraciones en la vida cotidiana [6]. Evans [7] sugiere tres orientaciones generales en la reha bilitación de los problemas ejecutivos, de las cuales sólo serán descritas las dos primeras, al ser propia mente neuropsicológicas. En primer lugar, el reen trenamiento de la función, que comprende el uso de estrategias metacognitivas, como el entrena miento en solución de problemas o las técnicas de autorregulación, y que tienen como fin mejorar el funcionamiento ejecutivo general (restauración). En segundo lugar, el uso de compensaciones y ayu das externas para reducir el impacto de los déficit y optimizar el funcionamiento ejecutivo residual. Por último, el uso de psicofármacos que mejoren los procesos implicados. La rehabilitación de los pro blemas conductuales y emocionales, asociados con frecuencia al síndrome disejecutivo, se describirá más adelante. Reentrenamiento de la función El entrenamiento en estrategias formales de solución de problemas se asienta en gran medida sobre el concepto y técnica acuñados por D’Zurrilla y Gold fried en 1971 [8]. Este abordaje consiste en propor cionar a los pacientes estrategias que les permitan reducir la complejidad de un problema descompo niéndolo en porciones más manejables [9]. De este modo, la conducta generalmente impulsiva y desor ganizada que exhiben estos pacientes es reemplaza da por un procesamiento más lento, controlado y paso por paso. La mayoría de técnicas se basa en la práctica de ejercicios en los que es necesario poner en funcionamiento diferentes componentes del pro ceso de solución de problemas (por ejemplo, identi ficación del problema, selección de información re levante, procesos de razonamiento, generación de alternativas y toma de decisiones, implementación de estrategias, etc.) [10]. Tres estudios de tipo I [9, 11,12] y varios de tipo II [13,14] y III [15] avalan la efectividad de dichas técnicas. En el primero de los estudios de tipo I, de von Cramon et al [9], una am plia muestra de pacientes con traumatismo craneo encefálico y accidente cerebrovascular recibió el en trenamiento en solución de problemas, orientado a situaciones sociales. Los pacientes de este grupo ex perimentaron mejorías significativas en pruebas neuropsicológicas y en escalas funcionales con res pecto al grupo control (que había recibido un entre namiento en memoria). En el segundo estudio de tipo I, Levine et al [11] aplicaron un procedimiento llamado ‘entrenamiento en consecución de objeti vos’ (goal management training), que combina estra tegias de solución de problemas con el uso de auto instrucciones. Los participantes mostraron, en tan sólo una sesión de entrenamiento, menos errores que el grupo control en tareas de papel y lápiz que simulaban actividades de la vida diaria. No obstante, la reducida duración del tratamiento y el pequeño número de participantes limitan los resultados del estudio. En el último de los estudios de tipo I, Rath et al [12] evaluaron la efectividad de un tratamiento grupal en pacientes de larga evolución con un alto nivel de funcionalidad, pero con dificultades persis tentes en aspectos sociales y vocacionales. La inter vención incorporó estrategias de autorregulación emocional, entrenamiento en solución de problemas y el uso de role-play con ejemplos de la vida cotidia na de los pacientes. Los participantes experimenta ron beneficios significativos tanto en medidas de fun cionamiento ejecutivo como en la resolución de pro blemas interpersonales en su vida cotidiana. En definitiva, la evidencia parece indicar que los pacientes que han recibido este tipo de entrena miento mejoran no sólo en las pruebas de funciones ejecutivas, sino también en el funcionamiento psi cosocial y en situaciones de su vida cotidiana [15]. No obstante, la evidencia es todavía limitada: los pa cientes que participan en estos estudios son, gene ralmente, los menos graves. Además, a día de hoy no existen pruebas suficientes acerca del mantenimien to de estas estrategias meses después del entrena miento. Además, el entrenamiento en solución de pro blemas no es un procedimiento sencillo de aplicar y sus resultados pueden depender en buena parte de la experiencia que tenga el terapeuta en su uso [9]. El entrenamiento en técnicas de autorregulación conductual comprende distintos métodos, orienta dos a que los pacientes adquieran una mayor capa cidad para supervisar y anticipar las consecuencias de su conducta y sean capaces de regular el compor 735www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (12): 733-744 Efectividad de la rehabilitación neuropsicológica en el daño cerebral adquirido tamiento y las emociones de modo que se adapten más a las demandas ambientales. En la mayoría de los casos, el objetivo de la rehabilitación no es tanto la modificación de conductas problemáticas específicas como la internalización de estrategias cogniti vas que favorezcan la autorregulación [16]. La efec tividad de la mediación verbal de la conducta cuenta con algunos apoyos en la bibliografía, como se refie re más adelante en el texto. En un estudio temprano, Cicerone y Wood [17] utilizaron un procedimiento de entrenamiento en autoinstrucciones en un pa ciente con daño cerebral frontal como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico. Tras varias se manas de tratamiento, disminuyeron drásticamente los errores durante la ejecución de diferentes tareas. En una segunda fase del estudio, se promovió el uso de las autoinstrucciones en diferentes situaciones de la vida cotidiana, consiguiéndose, de este modo, la generalización del entrenamiento. Un estudio pos terior de clase II [14] replicó estos hallazgos en un grupo de pacientes con problemas ejecutivos. Uso de compensaciones y ayudas externas El uso de ayudas externas y la modificación del en torno en pacientes con problemas ejecutivos han sido estudiados en menor medida que las anteriores técnicas, si bien son una práctica ampliamente ex tendida en la clínica. Algunos autores han descrito el uso efectivo de estrategias compensatorias exter nas, como listas con los pasos para realizar diferen tes actividades cotidianas [18]. Otras ayudas externas comprenden el uso de calendarios, relojes, alarmas y agendas. En un estudio de caso único, Sohlberg et al [19] utilizaron claves externas (como colocar fren te al sujeto una instrucción escrita instándole a que iniciara una conversación) para incrementar la ini ciativa verbal y la frecuencia de respuestas a pregun tas en un paciente con problemas graves de apatía y aplanamiento afectivo. Por otra parte, Manly et al [20] valoraron el efecto de una alarma sonora perió dica en la ejecución de una tarea compleja con múl tiples elementos. La mitad de los participantes eran instruidos para que interrumpieran momentánea mente su actividad cada vez que sonara la alarma y comprobaran mentalmente el objetivo global de la tarea. Su rendimiento mejoró significativamente, lo que sugiere que las claves externas pueden facilitar la regulación conductual durante la ejecución de una actividad compleja. Otro estudio evaluó la efi cacia de un dispositivo electrónico de tipo busca, junto con guías por escrito, en la rehabilitación de un paciente con graves problemas mnésicos y difi cultades para iniciar cualquier actividad [21]. El uso de este dispositivo facilitó que comenzara y comple tara más actividades de la vida cotidiana. Otra for ma de abordar los problemas ejecutivos es el entre namiento en actividades rutinarias específicas, como habilidades de autocuidado, actividades de ocio o uso de transporte público. El objetivo de este plan teamiento es que el paciente automatice habilidades útiles para su vida cotidiana, de modo no tenga que poner en marcha las funciones ejecutivas deteriora das. Autores como Martelli [22] recomiendan con este fin el uso del aprendizaje sin errores, el refuerzo social y la práctica suficiente de cada uno de los pa sos en los que se descompone la actividad. Apenas existen estudios que valoren su efectividad, si bien algunos autores sugieren que no sólo mejoran las habilidades entrenadas, sino que puede existir cier to grado de generalización [18]. Recomendaciones para la rehabilitación neuropsicológica de las funciones ejecutivas Existe un alto grado de acuerdo entre los diferentes estudios de revisión [4,6,23] en cuanto a que, en la actualidad, ninguna de las técnicas revisadas cuen ta con evidencias suficientes para poder establecer una recomendación de grado A. El entrenamiento en estrategias formales de solución de problemas es probablemente efectivo (grado B) para mejorar el estilo de afrontamiento ante situaciones complejas (menos impulsivo y más organizado), así como el funcionamiento psicosocial, especialmente cuando se entrena sobre situaciones cotidianas del pacien te. No obstante, como ya se ha señalado, los pacien tes más graves pueden no beneficiarse de estos pro cedimientos. Por otra parte, las intervenciones orien tadas a promover estrategias internas de autorregu lación, como el uso de autoinstrucciones y feedback, la autoevaluación y la supervisión de la conducta, son posiblemente efectivos (grado C) para mejorar el funcionamiento ejecutivo en situaciones de la vida cotidiana. Como se señala más adelante, existe evidencia [20,24,25] de que favorecen la reducción de conductas inadecuadas e incrementan la capaci dad para autorregular las emociones, especialmen te cuando se combinan con procedimientos de mo dificación de conducta. Aunque existen evidencias significativas a favor del entrenamiento en solución de problemas o de técnicas para autorregular la conducta, un impor tante número de pacientes queda fuera del alcance de estas intervenciones, bien por padecer múltiples problemas cognitivos o por presentar alteraciones graves en su funcionamiento ejecutivo. Algunos de estos pacientes pueden, no obstante, beneficiarse 736 www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (12): 733-744 D. de Noreña, et al de la estructuración del entorno y del uso consis tente de ayudas externas para mejorar de forma leve en algunas habilidades o conductas. Varios es tudios [18,21,26,27] apoyan este punto, y sugieren que las ayudas externas y la modificación del entor no constituyen un panorama prometedor para los pacientes más graves. Modificación de conducta y psicoterapia En el proceso de rehabilitación neuropsicológica existen técnicas propias de la psicología clínica que se emplean de un modo extendido en los servicios asistenciales, y cuya efectividad también debe con siderarse en un trabajo de esta índole. En concreto, pueden considerarse tres grandes grupos de proce dimientos: los englobados bajo la terapia de con ducta, o modificación conductual, los de tipo cog nitivoconductual y la psicoterapia. Bajo las técnicas de modificación de conducta se incluyen el condicionamiento clásico, el condicio namiento operante y el aprendizaje vicario. Todos ellos tienen en común el análisis y manipulación de la asociación entre los estímulos y las respuestas de los sujetos, incluyendo las consecuencias de éstas en forma de estímulos reforzantes o aversivos, con el objetivo de aumentar las conductas deseables y eliminar las no deseadas. La modificación de conducta se aplica en neuro psicología fundamentalmente para la intervención en alteraciones del comportamiento: irritabilidad agresividad, desinhibición y otras conductas no de seables. Sin embargo, la efectividad de este enfoque no ha sido un objeto central de estudio en la biblio grafía sobre alteraciones neuropsicológicas [28], por lo que no resulta sencillo encontrar datos que res palden su uso en estas poblaciones. Por lo general, la evidencia se limita a estudios de caso único en en tornos clínicos, con las limitaciones que ello conlle va [2931], aunque también existen trabajos grupa les no controlados [32,33]. Alderman et al [24] utili zaron con éxito un procedimiento que incluía el uso de instrucciones y refuerzos para mejorar la capaci dad de supervisión de los pacientes y de este modo reducir los comportamientos inadecuados. En ge neral, se emplea una combinación de refuerzo de conductas deseadas (por ejemplo, con una econo mía de fichas) y extinción de las no deseadas (por ejemplo, mediante tiempo fuera). En todos los casos se señala una alta participación del personal que tie ne contacto con el paciente (enfermeras, monitores, familiares, etc.), así como una consistencia en la aplicación del programa de conducta. En el grupo de procedimientos cognitivoconduc tuales existen tres principales escuelas: la terapia ra cional emotiva de Ellis [34], la terapia cognitiva de Beck [35] y el entrenamiento en autoinstrucciones de Meichenbaum [36]. En este enfoque, las cogni ciones se definencomo ‘eventos verbales o gráficos en la corriente de conciencia’ [37], con lo que se constriñe a lo que el sujeto se encuentra pensando en ese momento, sea en forma de imágenes o de es tructuras lingüísticas. Debe, por lo tanto, distinguir se del concepto de cognición de las ciencias cogniti vas, más general [6]. La idea fundamental es que la conducta y las emociones vienen determinadas por cómo el individuo percibe e interpreta las diferentes experiencias. Por lo tanto, la reestructuración cog nitiva trata de modificar esas cogniciones, de modo que resulte en un cambio del comportamiento y de las emociones del sujeto. Existen indicaciones de su utilidad en la mejora de la actitud de los pacientes hacia la rehabilitación, aumentando la motivación y reduciendo la hostilidad y la ansiedad [38], así como en la reducción del insomnio [39,40]. Sin embargo, se recomienda su uso sólo en aquellos pacientes cu yos déficit no les impidan participar adecuadamen te en este tipo de terapia. En un estudio de clase I, Medd y Tate [20] comprobaron la efectividad de un programa cognitivoconductual para controlar la agre sividad, consistente en un procedimiento de inocu lación de estrés. Tras la aplicación, los pacientes mostraron una disminución en la expresión de la agresividad, si bien no experimentaron cambios en la conciencia de dichos problemas [6]. El entrenamiento en autoinstrucciones de Mei chenbaum [36], que tiene un antecedente en Low [41], se ha empleado como técnica para abordar di versas alteraciones. La eficacia descrita en la biblio grafía considera grado C su uso en el tratamiento de déficit ejecutivos, alteraciones en la autorregu lación emocional y como parte del trabajo en me moria, atención y negligencia. Wood y Worthing ton [42], desde un criterio clínico, se refieren a este procedimiento como la forma más efectiva de regu lar la conducta, siempre que el lenguaje se encuen tre conservado. Por último, bajo el paraguas de la psicoterapia se incluyen intervenciones interpersonales enfocadas a los aspectos psicológicos reactivos a la lesión ce rebral, a alteraciones emocionales y de la personali dad, o a alteraciones en la autoconciencia. En gene ral, su uso se incluye dentro de los tratamientos in tegrados e individualizados, y no se analizan técni cas específicas, sino el tratamiento holístico. Dentro de esta generalidad, se considera su uso una reco mendación de grado C para mejorar el funciona 737www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (12): 733-744 Efectividad de la rehabilitación neuropsicológica en el daño cerebral adquirido miento general en el contexto de un programa de rehabilitación neuropsicológica. Además, se señala que puede facilitar la efectividad de intervenciones específicas [23]. En cualquier caso, la alta indivi dualización de la psicoterapia hace difícil su estudio bajo el método científico tradicional [43]. Uno de los aspectos de la psicoterapia que debe considerarse es la alianza terapéutica con el pacien te y, en menor medida, con su familia. Aunque sin haber sido considerado dentro de las recomenda ciones clínicas, conviene analizar el papel de una buena alianza para lograr el éxito en el tratamiento. Esta idea, clínicamente intuitiva, ha sido respalda en un estudio descriptivo con 69 pacientes con trau matismo craneoencefálico [44], aunque no se han encontrado estudios con un nivel de evidencia de clase I o II. Otra área de interés es el trabajo sobre el afron tamiento de los pacientes ante la experiencia de sus dificultades, en la medida en que su autoconciencia les permite conocer sus déficit e implicaciones. En los casos más graves, en los que la falta de concien cia de los déficit (anosognosia) va acompañada ge neralmente de problemas conductuales y ejecuti vos, diversos estudios sugieren el uso de técnicas cognitivas o cognitivoconductuales. Ownsworth et al [15] evaluaron la efectividad de una intervención grupal que incorporaba elementos de solución de problemas y role-play. Los pacientes tratados mejo raron clínicamente tanto en el uso y conocimiento de estas técnicas como en la valoración subjetiva que hicieron sobre los efectos beneficiosos de éstas en su vida cotidiana. Otros estudios de clase III se valieron de estrategias específicas de autorregula ción para mejorar la conciencia y el control de los problemas conductuales y emocionales. Algunos de ellos emplearon técnicas de monitorización de la conducta [45], y otros, retroalimentación por parte de observadores externos y autoevaluación [46,47]. Dos estudios sugieren que, permitiendo a los pa cientes predecir su rendimiento en la actividad y proporcionándoles un feedback adecuado, reducen las discrepancias entre el resultado previsto y el conseguido finalmente [48,49]. En definitiva, mien tras que algunos estudios, como el de Ownsworth et al [15], sugieren que la mejoría en estrategias de autorregulación se asocia con un incremento en la conciencia de los déficit y en una mayor capacidad para anticipar las situaciones problemáticas, otros [20,50,51] indican que puede haber mejorías con ductuales que no se traduzcan necesariamente en una mayor conciencia de las limitaciones. Por otra parte, según Prigatano [43], los pacien tes con anosognosia parcial muestran resistencia a las consecuencias de la lesión cerebral y debe pro cederse, en un contexto holístico de intervención, analizando el tipo de afrontamiento que realiza el paciente. Prigatano describe dos formas de afronta miento: defensivo y no defensivo. El método no de fensivo consiste en que el paciente emplea formas premórbidas de pensamiento y conducta, de modo que no incluye la experiencia actual de las dificulta des que pueda presentar. En estos casos, la reco mendación de este autor es la construcción de la relación terapéutica con el objetivo de hacer sentir al paciente seguro y cómodo. El método defensivo se observa en pacientes que niegan la existencia de déficit y responsabilizan a otros de sus problemas. El uso de mecanismos de defensa, como la nega ción, debe ser discriminado de la propia anosogno sia grave, y su abordaje debe ser lento e indirecto, siguiendo los procedimientos generales de psiquia tría y psicología en este tema [43]. En líneas generales, el reducido número de estu dios, así como la heterogeneidad de los métodos empleados, no permiten por el momento establecer de forma sólida recomendaciones concretas en la rehabilitación de la anosognosia. A pesar de la im portancia que se atribuye a la conciencia de los dé ficit como mediador de los resultados de la rehabi litación [23] y el uso en la práctica diaria de inter venciones encaminadas a aumentarla, siguen sien do pocos los estudios que abordan su efectividad. Tecnologías aplicadas a la rehabilitación neuropsicológica El uso de soluciones informáticas en rehabilitación neuropsicológica no es una innovación en sí mis ma. Los primeros estudios se remontan a la década de los setenta, siendo pioneros en este campo el NYU Medical Center, el Santa Clara Valley Medical Center, el Rancho Los Amigos, el Hawai State Hos pital y el VA Medical Center Palo Alto [52]. No obs tante, en los últimos años, el auge del ordenador como herramienta cotidiana en los centros de reha bilitación ha impulsado la aplicación de tecnologías innovadoras en el tratamiento neuropsicológico, como los programas de rehabilitación informatiza dos, las aplicaciones de realidad virtual o las plata formas de telerrehabilitación. Las tres últimas décadas han sido testigo de un importante aumento del uso de programas infor máticos en el tratamiento de personas con déficit cognitivos secundarios a patologías neurológicas o psiquiátricas [53]. Pero mientras que el número de artículos publicados ha aumentado año tras año, el 738 www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (12): 733-744 D. de Noreña, et al estudio de la eficacia de los programas informáticos empleadosen ellos es complejo, siendo difícil ex traer resultados concluyentes al respecto. Los estu dios revisados muestran resultados contradictorios, no tanto en cuanto a la mejora en el rendimiento de las funciones ejercitadas, sino a la generalización de estos efectos y, concretamente, a la repercusión sobre las actividades de la vida diaria. La mayor parte de los estudios se centra en el tratamiento de funciones cognitivas concretas mediante un redu cido número de tareas, y sin variabilidad en sus ni veles de dificultad. Otros problemas son la falta de consistencia de las medidas empleadas para valorar los resultados o limitaciones metodológicas, como la ausencia de grupo control o la pobre caracteriza ción de los sujetos. Así, Middleton et al [54] valoran, en una muestra heterogénea de pacientes con daño cerebral adquirido, la eficacia de dos programas de rehabilitación informatizados. Los resultados mues tran una mejora significativa en los test neuropsico lógicos administrados al finalizar el tratamiento, in dependientemente del programa informático recibi do. No obstante, la heterogeneidad de la muestra, junto con la ausencia de un grupo control sin trata miento, limita el valor de estos resultados. Hoff mann et al [55] entrenan a individuos con enferme dad de Alzheimer en el uso de un programa infor mático. Si bien estas personas muestran una mejora sustancial en el manejo del programa, no se obser van cambios significativos en su capacidad funcio nal. Tales resultados plantean dudas a los autores respecto a la transferencia y generalización de los logros obtenidos en las actividades de vida diaria. Pese a no disponer de resultados concluyentes respecto a la eficacia de los programas de rehabilita ción neuropsicológica informatizados, autores como Tam y Man [56] o Gontkovsky et al [57] recomien dan su uso. Expertos del Brain Injury Interdiscipli nary Special Interest Group, vinculado al American Congress of Rehabilitation Medicine, publicaron en el año 2000 una revisión exhaustiva sobre rehabilita ción cognitiva en pacientes con daño cerebral adqui rido [5]. Estos autores recomiendan que los trata mientos realizados con programas informáticos se complementen con sesiones terapéuticas, a fin de detectar los puntos fuertes y débiles del paciente, y desarrollar estrategias compensatorias que faciliten la generalización de los aprendizajes realizados; re comendaciones similares son propuestas en la actua lización de esta revisión realizada en 2005 [23]. Por otro lado, Chen et al [58] consideran que la duración e intensidad de los tratamientos son determinantes al juzgar la eficacia de la aplicación de programas in formáticos en rehabilitación neuropsicológica. Los avances tecnológicos en el campo de la in formática gráfica han permitido la aparición de una herramienta innovadora, con un gran potencial y amplias posibilidades en el campo de la rehabilita ción neuropsicológica: la realidad virtual. La reali dad virtual supone un cambio cualitativo en rela ción con otras tecnologías empleadas en rehabilita ción. Permite al usuario sumergirse en entornos tridimensionales interactivos que reproducen am bientes y situaciones reales [59], posibilitando así enfoques terapéuticos que inciden directamente sobre las limitaciones funcionales ocasionadas por los déficit neuropsicológicos. Por sus característi cas, la realidad virtual permite recrear entornos de rehabilitación que sería difícil, si no imposible, plan tear utilizando los métodos empleados tradicional mente por la neuropsicología. El individuo puede sumergirse en entornos terapéuticos seguros que minimizan posibles riesgos inherentes a los entor nos reales. Esta última particularidad abre la posi bilidad de enfrentar al individuo a situaciones que, de otra forma, resultarían complicadas y costosas. No son pocos los estudios que cuestionan la va lidez ecológica de la rehabilitación neuropsicológi ca, entendiendo como tal el grado de relevancia y similitud que un tratamiento proporciona en rela ción con el mundo real y su valor para mejorar el comportamiento en actividades de la vida cotidia na. Frente a esta problemática, la realidad virtual ofrece la posibilidad de diseñar entornos virtuales que simulan situaciones parecidas a las que pode mos encontrarnos en nuestro día a día, aumentan do así la validez ecológica de los tratamientos reha bilitadores. Si bien los escenarios varían en su nivel de realismo gráfico, según Rizzo et al [60], este fac tor es secundario en relación con las actividades que el paciente realiza en ellos. En líneas generales, consideramos que, si el escenario refleja el mundo real y, además, implica procesos cognitivos simila res a aquéllos utilizados en situaciones de la vida cotidiana, su validez ecológica está garantizada. Uno de los mayores obstáculos en el desarrollo de aplicaciones de realidad virtual orientadas a la re habilitación neuropsicológica es la falta de metodo logías y herramientas de desarrollo de contenidos o sistemas. Construir, probar y mantener una aplica ción de rehabilitación basada en tecnologías de rea lidad virtual es un proceso complejo; se deben inte grar cuerpos de conocimientos muy heterogéneos, tanto en ingeniería como en rehabilitación (interac ción con dispositivos hardware, computación gráfi ca, simulación, factores humanos, neuropsicología, neurociencia cognitiva, etc.). Por otra parte, el uso de las aplicaciones de realidad virtual ha sido, hasta 739www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (12): 733-744 Efectividad de la rehabilitación neuropsicológica en el daño cerebral adquirido el momento, patrimonio prácticamente exclusivo del campo de la investigación, siendo escasas las expe riencias desarrolladas en la práctica clínica. Una re visión reciente al respecto puede encontrarse en PeñascoMartín et al [61]. Es necesario, pues, dar este paso, y trasladar el trabajo desarrollado en el la boratorio al entorno asistencial. Pese al largo cami no que aún queda por recorrer, las potenciales ven tajas que esta tecnología puede tener en el trata miento de pacientes con alteraciones cognitivas es un aliciente para trabajar en esta dirección. Los progresos experimentados en el campo de las tecnologías de la información y comunicación han posibilitado la utilización de nuevas herramien tas en rehabilitación neuropsicológica, entre las que cabe destacar especialmente la telerrehabilitación. La telerrehabilitación hace referencia a la prestación de servicios de rehabilitación por medio de sistemas electrónicos, basados en las tecnologías de la socie dad de la información y la comunicación [62]. La telerrehabilitación ha evolucionado a la par de los avances en las telecomunicaciones, aunque la generalización de su uso ha seguido un ritmo dife rente. Hasta hace poco, la implantación de servicios de telerrehabilitación ha tenido un carácter explora torio, guiada por las posibilidades tecnológicas o en el contexto de proyectos de I+D [63]. La inclusión de la telerrehabilitación en la práctica clínica diaria puede ofrecer grandes beneficios, especialmente en relación con la facilidad de comunicación y el acce so a servicios sanitarios (abre nuevas posibilidades en rehabilitación neuropsicológica, más allá del ám bito hospitalario). Las mejoras en comunicación permiten compartir e intercambiar información en tre los profesionales de la salud, pacientes, familias y cuidadores [64]. Además, favorece la eliminación de barreras, facilitando el acceso a asistencia especiali zada a pacientes que viven en zonas alejadas de cen tros hospitalarios que dispongan de servicios de re habilitación neuropsicológica [65,66]. Por otra par te, permite el seguimiento continuado de los pacien tes, detectar alteraciones o incidencias en el curso evolutivo y monitorizar situaciones de riesgo. La te lerrehabilitación persigue potenciar la relación neu ropsicólogopaciente,en tanto en cuanto el neuro psicólogo dispone de más recursos para adecuar el tratamiento a las necesidades del paciente. Existen estudios piloto en casos aislados, o pe queños grupos, que sugieren la viabilidad de la re habilitación neuropsicológica mediante plataformas de telerrehabilitación [67]. Entre ellos destaca el realizado en el Brooke Army Medical Center [68] en una muestra de 32 pacientes con afectación neu ropsicológica. Los autores del proyecto concluyen que la telerrehabilitación es una excelente herra mienta cuando existen grandes distancias entre pa ciente y profesional, que dificultan el acceso a servi cios terapéuticos especializados. Sin embargo, al igual que sucede con las aplicaciones de realidad virtual, los sistemas o plataformas de telerrehabili tación integrados en la práctica asistencial son, a día de hoy, escasos. Conclusiones Esta segunda parte de la revisión realizada sobre la eficacia de la rehabilitación neuropsicológica se ha centrado en los programas de intervención para las funciones ejecutivas, las terapias psicológicas y la aplicación de las nuevas tecnologías en la rehabili tación neuropsicológica. En cuanto a las funciones ejecutivas, cabe desta car que las distintas revisiones realizadas sobre programas de intervención no arrojan muchas no vedades e insisten en los programas de von Cramon et al, Sohlberg y Mateer, Levine et al o D’Zurrilla y Goldfried [811]. Sin embargo, en los últimos se ha ido avanzando en modelos explicativos que tratan de operativizar, delimitar y ‘diseccionar’ este para guas conceptual que denominamos funciones eje cutivas o control ejecutivo. En este sentido, resulta ría interesante plantear las implicaciones que pue den tener los distintos modelos en los programas de rehabilitación. Por ejemplo, en estudios basados en análisis factoriales se ha descubierto que en el funcionamiento ejecutivo se implican e imbrican distintos componentes, como la memoria de trabajo, el control de la interferencia, la flexibilidad cogniti va, la planificación, la fluidez verbal o acceso se mántico, la toma de decisiones e incluso la cogni ción social [69]. Desde esta perspectiva, sería inte resante conocer el ‘peso’ de cada uno de estos com ponentes en el funcionamiento ejecutivo de nuestros pacientes para poder así seleccionar más adecuada mente programas de rehabilitación adecuados para cada caso en particular. En cuanto a las técnicas de modificación de con ducta, los datos más relevantes indican que la mo dificación de conducta basada en el ‘conductismo radical’ resulta más efectiva para los trastornos con ductuales que las técnicas cognitivas. Dentro de es tas técnicas conductuales destacan el sistema de fi chas, la extinción y, sobre todo, el coste de respues ta, que parece particularmente eficaz en sujetos con afectación ejecutiva. Por otro lado, como en otras áreas de intervención en psicología, los programas de reestructuración cognitiva obtienen cuando me 740 www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (12): 733-744 D. de Noreña, et al nos unos resultados discutibles. Los modelos de Ellis o Beck parecen útiles para preparar al paciente para una intervención conductual, pero lo más probable es que sea la conducta la que modifique el compor tamiento y no la intervención cognitiva. En este sentido, otro aspecto interesante sería la aplicación en pacientes con daño cerebral de las denominadas terapias cognitivas de tercera generación (como la terapia de activación conductual, la terapia de acep tación y compromiso o la terapia analiticofuncio nal, por citar algunas). Desde nuestra experiencia clínica, hemos de señalar que un reto importante para las técnicas de modificación de conducta apli cadas en el daño cerebral es la intervención en pro blemas de apatía. Las técnicas de modificación de conducta parecen más efectivas cuando se trata de eliminar o disminuir conductas disruptivas que aparecen ‘por exceso’ que cuando su objetivo es im plementar el repertorio conductual de los pacientes y que mejore su conducta autoiniciada. Aunque las intervenciones psicológicas en general (modifica ción de conducta y psicoterapias de índole psicodi námico) están demostrando su eficacia en el trata miento de problemas específicos en población con daño cerebral adquirido, se hace necesaria su inte gración en modelos de funcionamiento cerebral. En cuanto a la realidad virtual, el camino está iniciándose y es prometedor tanto en el terreno de la evaluación como en la intervención. La telerre habilitación acerca al paciente a los centros y a los profesionales para ganar en eficacia. En la actuali dad, resulta de particular interés la aplicación de la realidad virtual en la evaluación y en la interven ción con pacientes afectados por daño cerebral. Sin embargo, existen algunos interrogantes y retos en la aplicación de la realidad virtual relacionados con aspectos como la representatividad (que implica re producir modelos del mundo real), la sensibilidad a detección de déficit (pueden cometer errores pa cientes que rinden normalmente en otras tareas neu ropsicológicas), su solidez y fortaleza psicométrica, y la posibilidad de su generalización (deben ser ca paces de predecir el rendimiento del paciente en la vida cotidiana). Existe un cuerpo sustancial de evidencias que demuestra que los pacientes con daño cerebral ad quirido se benefician de la rehabilitación neuropsi cológica [16]. El reciente metaanálisis de Rohling et al [70] proporciona apoyo estadístico a esta premi sa, si bien sugiere que la evidencia es todavía mo desta. Siguiendo las recomendaciones presentes en los trabajos de Cicerone et al [6,16], en la tabla se presenta una guía con las diferentes intervenciones y los niveles de evidencia. En el metaanálisis de Rohling et al [70], se seña lan cuatro variables moderadoras del resultado de la rehabilitación neuropsicológica: el dominio del tra tamiento (el proceso cognitivo abordado), la etiolo gía de la lesión, el tiempo de evolución y la edad de los participantes. Según los autores, dichas variables interaccionan y se confunden con frecuencia entre sí, de modo que las conclusiones acerca de la efecti vidad de la rehabilitación neuropsicológica deben matizarse. En el metaanálisis se observa un efecto modesto de la rehabilitación de la atención en pa cientes con traumatismo craneoencefálico, más jó venes por término medio que los pacientes con ac cidente cerebrovascular, y con un tiempo de evolu ción desde la lesión inferior a un año. Por otra parte, existe una sólida evidencia de que la rehabilitación visuoespacial y, en menor medida, el tratamiento del lenguaje son efectivos en pacientes con acciden te cerebrovascular, de mayor edad promedio que los pacientes con traumatismo craneoencefálico, y con tiempos de evolución superiores al año. Según los autores, las evidencias a favor de la rehabilitación de la memoria o de los tratamientos más holísitcos no son, a día de hoy, concluyentes. La revisión de la eficacia de la rehabilitación neu ropsicológica es una cuestión extremadamente com pleja, ya que sería necesario recopilar evidencia de la eficacia en los tres niveles superiores de funcio namiento del ser humano: déficit (cognitivo, en este caso), actividad y participación. Además, cada nivel de análisis requiere de una metodología propia: mientras que las pruebas y baterías neuropsicológi cas han demostrado ser eficaces para recoger infor mación a nivel del déficit, el análisis de la actividad y participación resulta más complejo, ya que es pre ciso desarrollar cuestionarios específicos para po blación con daño cerebral adquirido, con buenas características psicométricas, y contar, además, con la colaboración de un informante cercano y fiable. Si bien se ha avanzado notablemente en este aspec to [71], aún no se dispone de herramientas que go cen del suficiente consenso y, por lo tanto, la mayo ría deestudios sobre eficacia, o bien no incluyen estas medidas de actividad y participación, o la amalgama de instrumentos empleados es tan hete rogénea que resulta muy complicado realizar com paraciones interestudios. A diferencia de la mayoría de intervenciones mé dicas cuyo objetivo es revertir la patología, la reha bilitación de las personas con daño cerebral adquiri do se centra principalmente en reducir los niveles de discapacidad [6]. Muchas de las intervenciones valoran la efectividad de la rehabilitación a partir de medidas psicométricas que se supone reflejan un 741www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (12): 733-744 Efectividad de la rehabilitación neuropsicológica en el daño cerebral adquirido Tabla. Guía de rehabilitación neuropsicológica (adaptado de Cicerone et al [6]). Intervención recomendaciones recomendaciones de tipo A: normas estándar Rehabilitación visuoespacial integral (rastreo visual y aspectos visuoespaciomotores) Recomendado para pacientes con problemas visuoperceptivos y heminegligencia tras accidente cerebrovascular derecho Intervenciones cognitivas para el lenguaje Recomendado en fase aguda y postaguda en personas con accidente cerebrovascular izquierdo. La intervención temprana y la intensidad del tratamiento son elementos clave. Entrenamiento en estrategias compensatorias para la memoria Recomendado en pacientes con problemas leves de memoria. Ayudas compensatorias internas, como uso de imágenes Entrenamiento en atención (incluyendo técnicas basadas en la restauración y en la compensación) Recomendado en rehabilitación postaguda. No existen evidencias suficientes para diferenciar la recuperación espontánea del entrenamiento en atención en la fase aguda recomendaciones de tipo B: guía práctica Entrenamiento en rastreo visual (lectura, copia y descripción de dibujos, etc.) Recomendado como elemento crítico en la rehabilitación de pacientes con graves alteraciones visuoperceptivas que incluyan heminegligencia Estimulación multisensorial y uso de videofeedback Recomendado en pacientes con heminegligencia. Los efectos de la estimulación multisensorial son habitualmente transitorios Uso de dispositivos electrónicos con aplicación directa en actividades funcionales Recomendado en pacientes con problemas de memoria graves Técnicas para la adquisición de conocimientos o habilidades específicas (por ejemplo, aprendizaje sin errores) Recomendado en pacientes con problemas de memoria graves Entrenamiento en estrategias de solución de problemas y aplicación a situaciones de la vida cotidiana Recomendado en fase postaguda y en pacientes leves-moderados Uso de programas de ordenador específicos para trabajar los problemas de hemiatención izquierda No recomendado. No parece ser efectivo recomendaciones de tipo C: opciones prácticas Uso de ayudas externas para la memoria (agendas, diarios) Recomendado en pacientes moderados y graves. Orientado a actividades funcionales específicas Intervenciones que promueven la internalización de estrategias de autorregulación conductual: autoinstrucciones, supervisión de la conducta, etc. Recomendado en pacientes con problemas ejecutivos, incluyendo problemas de regulación emocional, y como componente en la rehabilitación de la atención, la heminegligencia y la memoria Uso de gafas con prismas, movimiento de los miembros superiores y dispositivos electrónicos para mejorar el rastreo visual Recomendado en pacientes con problemas de heminegligencia Entrenamiento en componentes de la atención (alerta, atención sostenida) para mejorar los problemas visuoespaciales Recomendado en pacientes con problemas de heminegligencia Tratamiento integrador e individualizado mediante terapias cognitivas e interpersonales Recomendado para mejorar el funcionamiento general en el marco de un programa de rehabilitación neuropsicológica Práctica de ejercicios por ordenador sin ningún tipo de intervención por parte del terapeuta No recomendado 742 www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (12): 733-744 D. de Noreña, et al cambio en las alteraciones neurocognitivas. Incluso en los casos en que la mejoría en estas medidas pu diera atribuirse al tratamiento, la relación entre di chos cambios y las mejorías funcionales pueden no estar del todo claras o ser poco generalizables a si tuaciones de la vida cotidiana. Por otra parte, en al gunos casos, el objetivos de la intervención es entre nar a los sujetos en el uso de estrategias compensa torias adaptativas que minimicen el impacto de los déficit cognitivos. En dichos casos, los beneficios del tratamiento pueden no ser aparentes en situaciones de valoración que no proporcionan la oportunidad de usar dichas compensaciones. La rehabilitación neuropsicológica debería ir siempre encaminada a mejorar el funcionamiento en la vida diaria, y toda intervención debería promover la generalización o incorporar, como parte de la rehabilitación, la apli cación directa de las estrategias compensatorias en contextos funcionales. Otra cuestión que dificulta enormemente la re visión de la eficacia de la rehabilitación neuropsico lógica es el concepto de ‘recuperación espontánea’, bajo el cual se engloban los cambios neurofisiológi cos que se producen espontáneamente tras una le sión cerebral, y que determinan una recuperación funcional de todas las áreas en los primeros meses tras el daño cerebral adquirido. Los mecanismos fi siológicos que explican estos cambios son la reab sorción de hematomas, el restablecimiento parcial de la circulación en el área isquémica, el restableci miento del equilibrio electrolítico, la reducción del edema, etc. Estos cambios se producen de forma es pontánea, es decir, sin intervención externa, si bien se ha sugerido que algunos fármacos pueden facili tarlos [72]. Tras ese período inicial, que abarca en tre 36 meses después de la lesión, los cambios fun cionales son más difíciles de producirse, y se han postulado como secundarios a la eficacia de la reha bilitación neuropsicológica. Se ha propuesto, como mecanismos neurofisiológicos que podrían explicar estos cambios en el funcionamiento cognitivo, la flexibilidad morfológica del sistema nervioso, que posibilita algunos fenómenos de regeneración como la sinaptogénesis y el botonamiento axonal y colate ral. En definitiva, se trata de la respuesta del cerebro para adaptarse a la nueva situación y restablecer su equilibrio alterado. Este concepto, ya intuido por Luria, se ha venido a denominar ‘neuroplasticidad’, y existe cierto consenso en considerar que la re habilitación neuropsicológica facilitaría el aprove chamiento del máximo potencial de esta respuesta adaptativa del cerebro. Así, la rehabilitación neu ropsicológica pretende crear situaciones de deman da de recursos cognitivos, a la vez que procura las ayudas mínimas necesarias, con la intención de fa cilitar el máximo grado posible de neuroplasticidad. En la práctica clínica, este trabajo se desarrolla me diante la incorporación a la rehabilitación neurop sicológica de conceptos del neurodesarrollo como la ‘zona de desarrollo próximo’ de Vygotsky, que describe cómo, en este caso, a través de la interac ción pacienteterapeuta, el paciente va adquiriendo e interiorizando habilidades de forma progresiva, mientras que el terapeuta va paulatinamente reti rando su ayuda y/o incrementando la complejidad de las actividades [73]. En definitiva, la mayor parte de la rehabilitación neuropsicológica se fundamenta en intervenciones individualizadas, cuyo objetivo es proporcionar a cada paciente el mejor tratamiento disponible en un marco clínico determinado. Por este motivo, los estudios de efectividad deberían centrarse en varia bles que reflejaran cambios significativos y funcio nales en la vida diaria del paciente, como el uso de estrategias en las actividades para resolver situacio nes de la vida cotidiana o medidas de bienestar sub jetivo. Parafraseandoa Cicerone et al [23], la inves tigación futura debería pasar de determinar si la intervenciones cognitivas y conductuales son efec tivas en el daño cerebral adquirido a examinar los factores terapéuticos y las características del pacien te que optimicen los resultados clínicos de la rehabi litación neuropsicológica. Bibliografía 1. Rehabilitation of persons with traumatic brain injury. NIH Consens Statement 1998; 16: 141. 2. De Noreña D, RíosLago M, BombínGonzález I, Sánchez Cubillo I, GarcíaMolina A, TirapuUstárroz J. Efectividad de la rehabilitación neuropsicológica en el daño cerebral adquirido (I): atención, velocidad de procesamiento, memoria y lenguaje. 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Neuro- psychology provides techniques for treating these disorders, but it is still important to establish which of all the available tools are most effective for this purpose. Development. This article reviews existing studies on the effectiveness of neuropsychological rehabilitation, focusing on those areas more often affected after acquired brain injury. The purpose of the article is to guide and orient neuro- psychological rehabilitation of these patients based on the strongest evidence available in the literature. In this second part, we will focus on the rehabilitation of executive functions, the behaviour modification, and psychotherapy applied in this area, as well as the application of new technologies. Conclusion. There is enough evidence to recommend the neuropsychological rehabilitation of executive functions, and the application of the above mentioned tools in patients with acquired brain injury. Key words. Acquired brain injury. Behavior modification. Effectiveness. Executive functions. Neuropsychological rehabilitation. Psychotherapy. Technology. View publication stats https://www.researchgate.net/publication/49683063
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