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DOLOR DENTAL 
 
Concepto 
El dolor de origen dental u odontalgia constituye una de las manifestaciones más molestas y el 
principal motivo de vista a las clínicas de odontoestomatología. En realidad, bajo el término de 
dolor dental o incluso del más popular de “dolor de muelas” se agrupa a un conjunto de sensa-
ciones desgradables cuyo origen puede ser tan diverso como su relevancia clínica. 
El denominado dolor dentinario es un tipo 
de dolor intenso que dura muy poco – apenas 
unos pocos segundos – y que se produce de-
bido a una amplia diversidad de estímulos 
externos, relacionados con cambios bruscos 
de temperatura, entornos químicos determi-
nados (alimentos o benidas ácidas o muy azu-
caradas, etc.). 
El dolor dentinario no siempre implica la exis-
tencia de un problema patológico, ya que si 
alguno de los estímulos mencionados en lo 
suficientemente intensos, pueden desacande-
narlo sin que implica ninguna alteración de la 
dentina. 
En general, el dolor dentinario no está bien localizado; la mayoría de las personas que lo experi-
mentan en un momento dado son incapaces de señalar la pieza dental “responsable” del dolor, 
sino tan solo un área difusa. 
A diferencia del dolor dentinario, el dolor pulpar puede tener un origen interno (infecciones, 
necrosis, etc.) y no estar directamente relacionado con estímulos externos, aunque con frecuencia 
también lo está. En cualquier caso, la respuesta de la pulpa a un estímulo externo depende de la 
intensidad del estímulo externo y, en mayor medida, del estado de ésta. Esta forma de dolor, 
puede variar mucho en intesidad, yendo desde una simple molestia hasta un dolor insoportable 
por el paciente, y pueden tener un carácter intermitente o continuo. Es, por definición, un dolor 
muy variable que puede aparecer de manera espontánea, como un pinchazo breve e intenso, o 
ante diversos estímulos, con respuestas variables: a veces al frío calma el dolor producido por un 
líquido muy caliente o, en ocasiones, lo aumenta aún más. Todo depende del estado de la pulpa 
del diente en cuestión. 
Cuando el dolor pulpar es continuo, suele aumentar al acostarse dado que aumenta la presión 
sanguínea del cráneo. Al igual que en el dolor dentinario, es difícil localizar el diente que sufre el 
dolor, especialmente cuando se trata de dolores pulpares que no son muy intensos. 
El dolor pulpar agudo puede volverse crónico si se mantiene el deterioro de la pulpa y la inflama-
ción de ésta. 
En ocasiones, el dolor pulpar se combina con otras formas de dolor bucal. Por ejemplo, en cua-
dros de periodontitis provocados por la afectación del periodonto provocada por la inflamación 
aguda de la pulpa con afectación del periápice (la parte final de la raíz del diente), o cuando la 
pulpa se afecta de manera secundaria (de manera ascendente) desde un proceso patológico que 
ocurre inicialmente en el periodonto. 
Junto con los dolores propiamente dentales – dentinario y pulpar – existen otras formas de dolor 
que afectan a la cavidad bucal, el dolor de la mucosa (dolor mucoso) y el dolor periodontal. 
Son numerosos los factores susceptibles potencialmente de irritar o lesionar a la capa mucosa de 
la cavidad oral – alcohol, tabaco, ciertos medicamentos, alteraciones de la dentina, prótesis mal 
ajustadas o diseñadas, etc. –, además de las patologías propias de ésta – mucositis – asociadas a 
múltiples causas locales o sistémicas. 
En general el dolor de la mucosa solo aparece cuando existe un estímulo, siendo la localización 
del dolor la misma donde se produce el estímulo. 
También el dolor periodontal es de más fácil localización que el dental y el dolor bastante pro-
porcionado a la intensidad del estímulo. Al ser un proceso patológico que puede proceder o bien 
de una inflamación pulpar que afecta con el tiempo al periodonto, o de una afectación desde el 
exterior al periodonto – como una gingivitis o periodontitis – sus características varían en función 
de la causa. Si evoluciona a una inflamación periodontal crónica, el dolor suele cesar, aunque 
puede reaparecer en periodos sucesivos. 
Por último, la erupción de los dientes primarios (dentición de leche) puede también ocasionar 
en los niños molestias de intensidad muy variable, incluyendo dolor y fiebre. 
 
Epidemiología 
El dolor dental es la causa más común de consulta odontológica y un síntoma que prácticamente 
ha experimentado toda la población. Afecta a todas las edades, aunque son especialmente comu-
nes los cuadros de odontalgia durante la infancia (erupción de los dientes primarios) y adolescen-
cia (ajustes definitivos de la dentición). 
 
Etiología 
Al margen de los fenómenos más o menos fisiológicos ligados al crecimiento y desarrollo orgáni-
co (dentición primaria, ajustes de la dentadura durante la adolescencia, etc.), la causa más común 
del dolor dental es, en primer lugar, la existencia de caries en una o más piezas dentales. Sin em-
bargo, también puede estar causado por un absceso dental, dolor referido desde el oído, lesiones 
en la mandíbula, en las encías o el mucosa bucal, sinusitis e incluso ataques cardiacos (que pueden 
presentarse con dolor mandibular, dolor cervical e incluso odontalgia). 
La sensación de dolor dentario se origina en los receptores situados en la pulpa (que está dotada 
de fibras nerviosas) o la dentina; por el contrario, el cemento y el esmalte, son insensibles. Casi 
siempre, la causa del dolor dentinario es la caries. Una restauración en mal estado, la pérdida de 
un empaste, abrasiones del esmalte, etc., son situaciones que pueden hacer que el diente esté más 
sensible al dolor. 
 
Tratamiento 
Los analgésicos convencionales como ácido acetilsalicílico, paracetamol e ibuprofeno poseen 
una eficacia y una seguridad ampliamente acreditadas en los dolores dentales (odontalgias). En 
contraste con su actividad sistémica, no existe base científica alguna para el uso local de estos 
productos en la mucosa oral. De hecho, se han descrito lesiones de la mucosa oral por el uso 
tópico injustificado de productos como el ácido acetilsalicílico (tableta colocada sobre la encía de 
la muela cariada buscando una acción analgésica local) que puede incluso producir necrosis de la 
mucosa oral. 
La terapéutica local (“tópica”) de la odontalgia y otras molestias dolorosas comunes del área 
estomatológica puede abordarse mediante la utilización tópica de anestésicos locales. Los más 
utilizados son la benzocaína y la lidocaína. 
El inicio de la acción de la benzocaína es rápido (30-60 seg) y tiene hasta 15-20 min de duración. 
Se utiliza en el alivio sintomático de las molestias de la mucosa oral producidas por roce de próte-
sis, extracciones dentales, y fases primarias de la dentición (solución y gel al 20%), y en el alivio 
sintomático de los dolores de muelas, dientes y encías (solución al 5%) mediante aplicación local 
en la zona afectada hasta cuatro veces al día. Los efectos adversos son en general leves y transito-
rios (sensación de quemazón bucal) pero en algunos casos pueden ser importantes, como la posi-
ble reacción anafilactoide y excepcionalmente (<0,1%) puede aparecer metahemoglobinemia. Por 
ello, en Estados Unidos la FDA ha recomendado1 evitar el uso de benzocaína en niños menores 
de 2 años, salvo estricto control del médico. 
Por su parte, la lidocaína inicia su acción a los 2-5 min y dura 1-4 h, con indicaciones similares a 
las mencionadas para benzocaína, y también parecidas reacciones adversas. Advertir al paciente 
que la falta de sensibilidad puede ocasionarle mordeduras de lengua o mucosa yugal, e incluso 
riesgo de aspiración si come descuidadamente bajo los efectos del anestésico. Otras sustancias 
con actividad anestésica estomatológica como mentol, clorobutanol, polidocanol, tienen una acti-
vidad limitada. 
Existen analgésicos estomatológicos para uso tópico como la bencidamina, el eugenol, y el 
ácido salicílico que son aplicados en forma de solución o mediante aerosol sobre la zona dolorida. 
Asimismo, existen especialidades farmacéuticasque contienen diversas combinaciones de algunos 
de estos productos y otros como procaína, tetracaína, creosota, alcanfor, azafrán, esencia de cla-
vo, hidrato de cloral, cresol, eugenol, oxiquinol, esencia de niaoulí, y tanino. 
En algunos casos se recomienda la instilación de gotas de la solución tópica en la oquedad o ca-
vidad del diente cariado que ocasiona el dolor. Es evidente que aunque puedan proporcionar 
algún alivio momentáneo, si el dolor es intenso no será controlado con estos procedimientos que 
requerirán para su resolución definitiva un tratamiento farmacológico sistémico con analgési-
cos/antiinflamatorios y antibióticos, y la actuación profesional del odontólogo sobre el diente 
afectado (curetaje y relleno de la cavidad, endodoncia, etc.). 
En los cuadros de hipersensibilidad dentinaria, el tratamiento debe establecerse tras el corres-
pondiente diagnóstico por parte del odontólogo. Sin embargo, en casos leves puede recomendar-
se la utilización de dentífricos con actividad en hipersensibilidad dentinaria, los cuales pueden 
contener nitrato de potasio (5%), cloruro de estroncio (10%), citrato sódico (1,5%), monofluoro-
fosfato de sodio o fluoruro sódico, los cuales han demostrado su actividad en ensayos clínicos. 
En los dolores y molestias asociados a la erupción dental se puede aplicarse un anestésico 
local en la mucosa que recubre el diente que erupciona con un aplicador de algodón en la punta. 
Existen disponibles varias especialidades farmacéuticas para aplicación tópica como calmantes de 
molestias de la dentición que contienen diversos productos como tinturas de azafrán, tamarindo, 
mirra, almizcle, Anemona pulsatila, y sustancias como glicerol, guayazuleno, mentol, bromuro sódi-
co, biborato sódico, y glicol. La evidencia farmacológica sobre la actividad de algunos de estos 
productos es muy limitada. No es recomendable el uso de anestésicos locales en niño pequeños. 
 
Valoración por el farmacéutico 
Como norma general, es recomendable remitir al paciente a la consulta del odontólogo si se trata 
de dolores dentales intensos que persisten durante más de uno o dos días, así como en aquellos 
casos que el dolor esté acompañado de fiebre, dolor de oído (otalgia) o dolor mandibular (mani-
festado al abrir la boca). 
Se deben distinguir las lesiones dolorosas de la mucosa oral (por ejemplo, la estomatitis aftosa) 
del dolor dental propiamente dicho, con su distinción entre dolor dentinario, dolor pulpar (pulpi-
tis), dolor periodontal, dolor sinusal (senos paranasales), dolor glandular (sialoadenitis, parotidi-
tis), el de origen óseo, los dolores vasculares orofaciales, el dolor masticatorio, y las neuralgias 
orofaciales (por ejemplo, la neuralgia del trigémino). Algunos de estos dolores pueden revestir 
una especial gravedad al ser indicativos de una infección o absceso dental que puede ocasionar 
una septicemia. 
En consecuencia, dada la complejidad de los procesos y de la potencial gravedad de algunos de 
ellos, la consulta facultativa, a veces urgente, siempre es necesaria para establecer el diagnóstico. 
Hay casos, sin embargo, en que la patología es obviamente autolimitada (como, por ejemplo, las 
 
1 Food and Drug Administration, FDA Drug Safety Communication: Reports of a rare, but serious and potentially fatal adverse 
effect with the use of over-the-counter (OTC) benzocaine gels and liquids applied to the gums or mouth, US FDA, 7 April 2011. 
Disponible en la página web de la FDA: http://www.fda.gov/Drugs/DrugSafety/ucm250024.htm (consultado 5 septiembre 
2011). 
molestias por el roce de prótesis no bien ajustadas) y, por tanto, susceptible de un tratamiento 
paliativo para aliviar la situación inmediata del paciente hasta que acuda al odontoestomatólogo 
para que éste realice los ajustes oportunos. 
En los cuadros de hipersensibilidad dentinaria, lo correcto es indagar la causa de dicha hiper-
sensibilidad por parte del profesional odontológico, que instaurará el tratamiento apropiado. En 
casos leves, puede recomendarse la utilización de dentífricos específicos con actividad en hiper-
sensibilidad dentinaria. 
En los dolores y molestias asociados a la erupción dental, además de poder aplicarse un 
anestésico local en la mucosa que recubre el diente que erupciona con un aplicador de algodón en 
la punta, es importante no olvidar advertir sobre el posible riesgo derivado de la absorción sisté-
mica del anestésico desde el sitio de aplicación a través de la mucosa, o por deglución del mismo, 
lo cual puede ocasionar efectos adversos en determinadas circunstancias. 
Aunque los medicamentos directamente recomendables por el farmacéutico (sin requerimiento 
de prescripción médica) son bastante seguros en cuanto a su uso, conviene tener en cuenta algu-
nas cuestiones. Por ejemplo, es importante indicar al paciente que no utilice dosis mayores o más 
frecuentemente de las aconsejadas. En el caso de los anestésicos locales, los efectos adversos sue-
len ser leves y transitorios (sensación de quemazón bucal), pero excepcionalmente pueden ser 
importantes, existiendo un riesgo de posible reacción anafilactoide y metahemoglobinemia. Es 
importante advertir al paciente que la falta de sensibilidad puede ocasionarle mordeduras de len-
gua o mucosa oral, e incluso riesgo de aspiración de saliva o de alimentos si come descuidada-
mente bajo los efectos del anestésico. 
En general, no se aconseja usar preparados con benzocaína en niños menores de 2 años de edad, 
excepto bajo la recomendación y supervisión de un profesional de la salud. Si se usan preparados 
que contienen benzocaína, estos deben usarse esporádicamente y solo cuando se requiera, pero 
no más de 4 veces al día. Debe recordarse a los padres y cuidadores de niños pequeños que deben 
almacenar estos preparados con benzocaína fuera del alcance de los niños. 
Es preciso tener presente que la metahemoglobinemia es un efecto infrecuente pero grave, en el 
que la cantidad de oxígeno que se transporta en la sangre disminuye considerablemente, con un 
cuadro tipo de ‘cianosis’. Los signos y síntomas de la metahemoglobinemia pueden incluir: 
? Coloración pálida, grisácea o azulada en la piel, labios y uñas, 
? Dificultad para respirar, 
? Fatiga, 
? Confusión, 
? Mareos, 
? Dolor de cabeza, 
? Aceleración del ritmo cardiaco. 
Dichos síntomas normalmente aparecen a los pocos minutos o en 1-2 horas después de haber 
usado el gel o el líquido con benzocaína, o después de usar el producto con benzocaína varias 
veces. 
 
Medicamentos que no requieren receta médica indicados en odontolgia 
Especialidad Forma Anestésico Analgésico Antiséptico Otros principios 
Co Bucal Solución Procaína 0,1% Timol Menta, laurel cerezo 
Dentispray Solución Benzocaína 5% 
Dentomicine Jarabe Tamarindo, azafrán 
Hurricaine Gel/Aerosol Benzocaína 20% 
Nani Predental Solución Benzocaína 5% 
Pyralvex Solución Acido salicílico Antraquinonas 
Aerosol Bencidamina 0,25 
mg/pulsación 
 
Colutorio Bencidamina 0,15% Tantum verde 
Pastilas Bencidamina 3 mg

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