Logo Studenta

Victoria sobre el rechazo- Frank D Hammond

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

VICTORIAVICTORIA
SOBRE ELSOBRE EL
RECHAZORECHAZO
FRANK D. HAMMONDFRANK D. HAMMOND
CONTENIDOCONTENIDO
IntroducciónIntroducción
I. I. Rechazo: Rechazo: Un Un problema problema de de raícesraíces
II. Razones para el rechazoII. Razones para el rechazo
III. III. Reacciones Reacciones al al rechazorechazo
IV. IV. Adaptaciones Adaptaciones al al rechazorechazo
V. V. Repercusiones Repercusiones de de las las reaccionesreacciones equivocadasequivocadas
VI. VI. Solución Solución para para el el rechazorechazo
IIIINNNNTTTTR R R R OOOODDDDUUUUCCCCCCCCIIIIÓÓÓÓNNNN
Es importante que las heridas interiores sean sanadas, así como lo es que lasEs importante que las heridas interiores sean sanadas, así como lo es que las
heridas físicas se sanen. Si una persona se corta la mano, esta lista a limpiar yheridas físicas se sanen. Si una persona se corta la mano, esta lista a limpiar y
 proteger la herida. ¿Por qué?  proteger la herida. ¿Por qué? Sabe que esa herida tiene Sabe que esa herida tiene la capacidad de infectarsela capacidad de infectarse
y esto complicaría la lesión. La posibilidad de complicaciones también se aplicay esto complicaría la lesión. La posibilidad de complicaciones también se aplica
a las heridas interiores. Cuando se sufre una herida interior, se debe limpiara las heridas interiores. Cuando se sufre una herida interior, se debe limpiar
inmediatamente por medio del perdón. El perdón es un antiséptico espiritual.inmediatamente por medio del perdón. El perdón es un antiséptico espiritual.
Cuando se es herido por el rechazo, se debe perdonar con toda rapidez a la parteCuando se es herido por el rechazo, se debe perdonar con toda rapidez a la parte
ofensora. De otra manera, un espíritu inmundo (un germen espiritual) puedeofensora. De otra manera, un espíritu inmundo (un germen espiritual) puede
ganar entrada a esa herida y causar una infección espiritual que recibe el nombreganar entrada a esa herida y causar una infección espiritual que recibe el nombre
de "de "demonización”demonización”
Supongamos que una herida interior no se haya limpiado con el perdón ySupongamos que una herida interior no se haya limpiado con el perdón y
ahora venga a infectarse con resentimiento, odio, ira. ¿Qué se puede hacer? Laahora venga a infectarse con resentimiento, odio, ira. ¿Qué se puede hacer? La
respuesta está en la cruz de Cristo. La muerte sustitutiva del Señor Jesúsrespuesta está en la cruz de Cristo. La muerte sustitutiva del Señor Jesús
suministra perdón de los pecados y liberación de los espíritus inmundos.suministra perdón de los pecados y liberación de los espíritus inmundos. ElEl
Señor Jesús es el Gran Médico. Su sangre expiatoria ha hecho provisión paraSeñor Jesús es el Gran Médico. Su sangre expiatoria ha hecho provisión para
toda clase de sanidades: del espíritu, del alma y del cuerpo. El propiotoda clase de sanidades: del espíritu, del alma y del cuerpo. El propio SeñorSeñor
Jesús fueJesús fue "...herido por nuestras rebeliones...""...herido por nuestras rebeliones..." (Isaías 53:5), y además,(Isaías 53:5), y además, "Despreciado y"Despreciado y
desechado entre los hombres..."desechado entre los hombres..." (Isaías 53:3).(Isaías 53:3).
¿Cómo reaccionó El cuando fue herido y rechazado por los hombres? Mientras¿Cómo reaccionó El cuando fue herido y rechazado por los hombres? Mientras
moría a causa de las heridas de la crucifixión, Jesús oró:moría a causa de las heridas de la crucifixión, Jesús oró: "...Padre, perdónalos...""...Padre, perdónalos..."
(Lucas 23:34). El vivió una vida sin pecado. Aunque le(Lucas 23:34). El vivió una vida sin pecado. Aunque le rechazaron y lerechazaron y le
crucificaron, no respondió pecaminosamente. Por tanto, Jesús calificó paracrucificaron, no respondió pecaminosamente. Por tanto, Jesús calificó para
ser nuestro Sanador y Salvador.ser nuestro Sanador y Salvador. "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no
 pueda  pueda compadecerse compadecerse de de nuestras nuestras debilidades, debilidades, sino sino uno uno que que fue fue tentado tentado en en todo todo segúnsegún
nuestra semejanza, pero sin pecado"nuestra semejanza, pero sin pecado" (Hebreos 4:15).(Hebreos 4:15).
Mientras Jesús enseñaba un día en la sinagoga, afirmó que su ministerio habíaMientras Jesús enseñaba un día en la sinagoga, afirmó que su ministerio había
sido profetizado por Isaías:sido profetizado por Isaías: "...me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;"...me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
a pregonar libertad a los cautivos...a poner en libertad a los oprimidos"a pregonar libertad a los cautivos...a poner en libertad a los oprimidos" (Lucas 4:18).(Lucas 4:18).
El quebrantamiento en el corazón resulta de las heridas interiores. QuienesEl quebrantamiento en el corazón resulta de las heridas interiores. Quienes
han estado oprimidos, necesitan liberación y Jesús vino a poner en libertad a loshan estado oprimidos, necesitan liberación y Jesús vino a poner en libertad a los
que sufren opresiones.que sufren opresiones. La liberación es un ministerio de sanidad. El resultadoLa liberación es un ministerio de sanidad. El resultado
final de la liberación de espíritus malignos, es la sanidad. La verdad de lasfinal de la liberación de espíritus malignos, es la sanidad. La verdad de las
sanidades por medio de la liberación, se establece en varios pasajes del Nuevosanidades por medio de la liberación, se establece en varios pasajes del Nuevo
Testamento.Testamento.
"...Jesús de Nazaret...anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos"...Jesús de Nazaret...anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos
 por el  por el diablo..."diablo..." (Hechos(Hechos 10:38). Cuando el demonio que atormentaba gravemente a10:38). Cuando el demonio que atormentaba gravemente a
la hija de la mujer cananea salió de ella,la hija de la mujer cananea salió de ella, "...fue sanada...""...fue sanada..." (Mateo 15:28). En cada(Mateo 15:28). En cada
uno de estos pasajes aparece la misma palabra griegauno de estos pasajes aparece la misma palabra griega "iaomai""iaomai" que significa: "sanar,que significa: "sanar,
curar, hacer completo, liberar de pecados, decurar, hacer completo, liberar de pecados, de errores, de demonios y deerrores, de demonios y de
enfermedades". Así, en ambos contextos, los endemoniados fueron "sanos"enfermedades". Así, en ambos contextos, los endemoniados fueron "sanos"
 por medio de  por medio de la liberacla liberación.ión.
En Mateo 4:24 trajeron a Jesús tanto los endemoniados como los queEn Mateo 4:24 trajeron a Jesús tanto los endemoniados como los que
sufrían enfermedades físicassufrían enfermedades físicas "...y los sanó"."...y los sanó". En Lucas 8:2-3 se menciona aEn Lucas 8:2-3 se menciona a
"...algunas mujeres que habían sido"...algunas mujeres que habían sido  sa sananaddaass de espíritus malos y dede espíritus malos y de
enfermedades...".enfermedades...". En estos pasajesEn estos pasajes se identifican dos aplicaciones separadas dese identifican dos aplicaciones separadas de
la sanidad. Se hace una distinción entre la sanidad de los efectos de losla sanidad. Se hace una distinción entre la sanidad de los efectos de los
demonios y la sanidad física. Por tanto, debemos preguntar: "En una persona,demonios y la sanidad física. Por tanto, debemos preguntar: "En una persona,
fuera del cuerpo físico, ¿qué otra parte necesita sanidad?" La respuesta esfuera del cuerpo físico, ¿qué otra parte necesita sanidad?" La respuesta es
obvia: el hombre interior. El alma necesita sanidad (Salmo 41:4). El hombreobvia: el hombre interior. El alma necesita sanidad (Salmo 41:4). El hombre
interior es la personalidad. Así, cuando salieron siete demonios de Maríainterior es la personalidad. Así, cuando salieron siete demonios de María
Magdalena, su personalidad fue Magdalena, su personalidad fue "sanada"."sanada".
El término griego para "sanar" en Mateo 4:24 y Lucas 8:2 esEl término griego para "sanar" en Mateo 4:24 y Lucas 8:2es "therapeuo""therapeuo"
que implica "la atención y el cuidado necesarios para restaurar a una persona aque implica "la atención y el cuidado necesarios para restaurar a una persona a
su integridad total y completa". Notemos que la definición desu integridad total y completa". Notemos que la definición de "therapeuo""therapeuo"
indica un proceso de liberación. Aquellas mujeres se sometieron a Jesús "paraindica un proceso de liberación. Aquellas mujeres se sometieron a Jesús "para
la atención y el cuidado necesarios" a fin de ser restauradas a su plenitud ela atención y el cuidado necesarios" a fin de ser restauradas a su plenitud e
integridad. Tenían voluntad de hacer todo lo que El requería, sin interesarintegridad. Tenían voluntad de hacer todo lo que El requería, sin interesar
cuánto tiempo se invirtiera. Se pusieron bajo el cuidado del Gran Médico, de lacuánto tiempo se invirtiera. Se pusieron bajo el cuidado del Gran Médico, de la
misma manera como cuando nos ponemos en las manos de un médico demisma manera como cuando nos ponemos en las manos de un médico de
nuestra confianza. Así, esas mujeres permanecieron bajo su cuidado, aceptaronnuestra confianza. Así, esas mujeres permanecieron bajo su cuidado, aceptaron
sus diagnósticos, su terapia y su seguimiento, hasta quedar libres del poder desus diagnósticos, su terapia y su seguimiento, hasta quedar libres del poder de
los espíritus malignos que las oprimían.los espíritus malignos que las oprimían.
Por medio de nuestro Gran Médico hay tanto diagnóstico como curación.Por medio de nuestro Gran Médico hay tanto diagnóstico como curación.
Podemos someterle nuestros casos con toda confianza. Hay sanidad: sanidadPodemos someterle nuestros casos con toda confianza. Hay sanidad: sanidad
interiorinterior y muchas veces sanidad física, para quienes sufren las heridas del rechazo yy muchas veces sanidad física, para quienes sufren las heridas del rechazo y
sus complicaciones infecciosas.sus complicaciones infecciosas. "Bendice, alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de"Bendice, alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de
 sus  sus beneficios.beneficios. 33 El  El es es quien quien perdona perdona todas todas tus tus iniquidades, iniquidades, el el que que sana sana todas todas tustus
dolencias"dolencias" (Salmo 103:2-3)(Salmo 103:2-3)
IIII R  R R R EEEECCCCHHHHAAAAZZZZOOOO:::: UUUUNNNN P PPPR R R R OOOOBBBBLLLLEEEEMMMMAAAA DDDDEEEE R  R R R AAAAIIIICCCCEEEESSSS
Heridas del RechazoHeridas del Rechazo
Entre las heridas interiores, el rechazo es una de las peores heridas, de las másEntre las heridas interiores, el rechazo es una de las peores heridas, de las más
comunes y de las más descuidadas. De las muchísimas personas a quienes hemoscomunes y de las más descuidadas. De las muchísimas personas a quienes hemos
ofrecido consejería, sólo muy pocas han dejado de identificar en forma inmediata lasofrecido consejería, sólo muy pocas han dejado de identificar en forma inmediata las
lesiones del rechazo.lesiones del rechazo.
El rechazo resulta de la negación de amor. Cuando uno es amado, recibeEl rechazo resulta de la negación de amor. Cuando uno es amado, recibe
aprobación y aceptación. Pero, si es rechazado se le desaprueba y se le rehúsa elaprobación y aceptación. Pero, si es rechazado se le desaprueba y se le rehúsa el
amor. Las heridas de rechazo son como sinónimos y se identifican con los términosamor. Las heridas de rechazo son como sinónimos y se identifican con los términos
negar, repeler, rehusar, desairar, rehuir, empequeñecer, despreciar, ignorar,negar, repeler, rehusar, desairar, rehuir, empequeñecer, despreciar, ignorar,
descuidar, evitar, aborrecer y desaprobar.descuidar, evitar, aborrecer y desaprobar.
Todo Necesita AmorTodo Necesita Amor
Todos nosotros necesitamos amor. El amor es indispensable para que se levanteTodos nosotros necesitamos amor. El amor es indispensable para que se levante
una vida del yo sana y saludable. El amor es para nosotros como la luz del sol y eluna vida del yo sana y saludable. El amor es para nosotros como la luz del sol y el
agua son para una planta que está en crecimiento. Todo el que cree que no necesitaagua son para una planta que está en crecimiento. Todo el que cree que no necesita
el amor de los demás, está auto-engañado. El hecho que todo requiere amor, seel amor de los demás, está auto-engañado. El hecho que todo requiere amor, se
demuestra claramente por los múltiples ejemplos de lo que sucede a quienes no sondemuestra claramente por los múltiples ejemplos de lo que sucede a quienes no son
amados, pues se producenamados, pues se producen enfermedades de una clase u otra. Hasta los animalesenfermedades de una clase u otra. Hasta los animales
 precisan  precisan de de un un toque toque amoroso. amoroso. Con Con frecuencia frecuencia los los perros perros dejan dejan de de comer, comer, sese
enferman y a veces mueren por la falta de amor. Se sabe de sociedades y culturasenferman y a veces mueren por la falta de amor. Se sabe de sociedades y culturas
donde se emplea a personas para que acaricien a los animales a fin dedonde se emplea a personas para que acaricien a los animales a fin de
mantenerlos sanos. Y así como acontece a los perros, también sucede lo mismo amantenerlos sanos. Y así como acontece a los perros, también sucede lo mismo a
los seres humanos: cada uno de nosotros requiere amor y sin amor desarrollamoslos seres humanos: cada uno de nosotros requiere amor y sin amor desarrollamos
 problemas. problemas.
El rechazo causa heridas al yo. Cuando el yo se hiere, se pueden originarEl rechazo causa heridas al yo. Cuando el yo se hiere, se pueden originar
muchas anormalidades en la personalidad y habitualmente así es. Lamuchas anormalidades en la personalidad y habitualmente así es. La
 personalidad  personalidad herida está herida está más que más que dispuesta dispuesta y lista y lista a volverse a volverse peculiar e peculiar e inestableinestable
en su comportamiento, actitudes y opiniones. Además, frecuentemente resultanen su comportamiento, actitudes y opiniones. Además, frecuentemente resultan
enfermedades físicas, como consecuencia del estrés emocional producido por elenfermedades físicas, como consecuencia del estrés emocional producido por el
rechazo.rechazo.
Dios es AmorDios es Amor
"...Dios es amor..." (1"...Dios es amor..." (1 Juan 4:16), y su reino es un reino de amor. La Juan 4:16), y su reino es un reino de amor. La Biblia afirmaBiblia afirma
de Dios quede Dios que "...él nos amó primero""...él nos amó primero" (1 Juan 4:19). Cuando Dios alcanzó al hombre en(1 Juan 4:19). Cuando Dios alcanzó al hombre en
la redención, llegó en amor: "...la redención, llegó en amor: "... de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a sude tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
 Hijo unigénit Hijo unigénito..."o..." (Juan 3:16). Y además:(Juan 3:16). Y además: "...Dios muestra su amor para con nosotros,"...Dios muestra su amor para con nosotros,
en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros"en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8).(Romanos 5:8).
Satanás Odia el AmorSatanás Odia el Amor
Satanás odia el amor y se opone a Dios, que es amor. El quiere destruir elSatanás odia el amor y se opone a Dios, que es amor. El quiere destruir el
amor, porque no puede obrar en medio del amor. Un pez no puede sobreviviramor, porque no puede obrar en medio del amor. Un pez no puede sobrevivir
fuera del agua; morirá pronto. De manera semejante, el demonio no puedefuera del agua; morirá pronto. De manera semejante, el demonio no puede
trabajar en un ambiente que es hostil a su naturaleza. No puede obrar en unatrabajar en un ambiente que es hostil a su naturaleza. No puede obrar en una
atmósfera de alabanza, porque la alabanza le ata (Salmo 149:6-9). Tampocoatmósfera de alabanza, porque la alabanza le ata (Salmo 149:6-9). Tampoco
 puede actuar en  puede actuar en una atmóuna atmósfera de amor, sfera de amor, pues el pues el amor es contrario a su naturalezaamor escontrario a su naturaleza
(Juan 8:42-44). El amor impide a Satanás descargar sus estragos en nuestras(Juan 8:42-44). El amor impide a Satanás descargar sus estragos en nuestras
relaciones. De ahí porqué la Palabra de Dios exhorta a los esposos a amar a susrelaciones. De ahí porqué la Palabra de Dios exhorta a los esposos a amar a sus
esposas, a las esposas a amar a sus esposas, a las esposas a amar a sus maridos, a los padres a amar a sus hijos y maridos, a los padres a amar a sus hijos y a losa los
cristianos a amarse unos a otros. El amor derrota al demonio, cristianos a amarse unos a otros. El amor derrota al demonio, pero el rechazo abrepero el rechazo abre
una puerta de oportunidad para que el una puerta de oportunidad para que el diablo haga todas sus obras diablo haga todas sus obras malignas.malignas.
Satanás construye su reino con base en el rechazo. El amor no existe dentro
del reino satánico. Satanás no ama a los demonios que ejecutan sus órdenes y
ellos no aman a su amo. Aunque el reino de Satanás no está dividido, la unidad de
ese reino no se fundamenta en el amor, sino en el temor, en el control y en una
tendencia común hacia el mal.
DOS RAÍCES COMPAÑERAS
Temor al Rechazo
Una vez que la herida del rechazo se introduce en la vida de una persona,
comienzan a surgir dos problemas paralelos: temor al rechazo y auto-rechazo.
Este par de problemas paralelos son reacciones erradas a las heridas que causa el
rechazo.
Cuando alguien ha sufrido una herida, procura prevenir heridas futuras. El temor
a lesiones adicionales le hace crear falsos mecanismos de defensa. ¿En quién
 puede confiar? ¿Le herirán de nuevo quienes ya le hicieron sufrir? ¿Otras
 personas también le causarán más heridas? A fin de evitar heridas posteriores,
comienza a sospechar de las intenciones de los demás y desarrolla desconfianza
en sus motivos. En otras palabras, se forma lo que los psicólogos llaman
"paranoia". A medida que crece el patrón de desconfianza y sospecha, el
individuo paranoide al final abrigará el temor que los otros conspiran contra él y se
convence en su interior que los demás le han elegido como blanco para perseguirlo.
La raíz detrás de la paranoia siempre es "temor al rechazo." La persona paranoide
está muy atormentada, de manera que el demonio ha obtenido uno de sus objetivos
 principales.
Auto-rechazo
Además, cuando alguien ha sufrido las heridas del rechazo, por lo general
comienza a rechazarse a sí mismo. Se puede preguntar: "¿Qué pasa conmigo
que todos me aborrecen?" Comienza a pensar que si fuera distinto o inclusive
otra persona, los demás lo amarían y lo aceptarían. Después de concluir que
la clave para ganar aceptación es ser diferente de su yo actual, el individuo
auto-rechazado busca cambiar su personalidad. Puede hacer un esquema de
su nuevo yo según las fantasías de su mente o según alguien de quien ha
leído en un libro o a quien ha visto en televisión o alguien de quien observa
que es amado por otros.
Inicialmente Dios nos hizo como somos. Cuando rechazarnos el "yo" que
Dios creó en nosotros, nos abrimos la formación de una o más personalidades
alternas, las cuales serán falsas e inspiradas por el demonio. Así, el auto-
rechazo es la puerta que permite la entrada a las personalidades múltiples
características de la esquizofrenia. Tales pseudopersonalidades son sistemas
compuestos por espíritus malignos que representan el desarrollo organizativo
del reino demoníaco dentro de si mismo.
Cuando me hice pastor, me sentía muy inseguro. Prácticamente no me
tenía confianza. Al compararme con otros ministros, siempre me juzgaba
menos calificado y menos capaz que ellos. En un esfuerzo por mejorar mi
desdicha, imitaba a los ministros a quienes admiraba y copiaba con mi mejor
capacidad sus maneras y sus personalidades. Un día, Ida Mae, mi
observadora esposa me preguntó: "¿Por qué siempre imitas al último
 predicador que has oído?" Esto me iluminó y entonces me di cuenta que me
había convertido en un imitador de otros y que ese no era mi yo verdadero.
En mi adolescencia era muy alto y muy delgado. Medía seis pies y dos
 pulgadas (1.86 m.) y escasamente pesaba ciento veinte libras (54.5 kg.). Mis
orejas, muy grandes, me colgaban de la cabeza como las velas de un barco.
Los zapatos número doce (45), parecían pontones para mis pies. Tenía la cara
con cicatrices horribles de los barros y espinillas. ¿Quién podría amar a
alguien con esa apariencia tan espantosa? Yo mismo me aborrecía. Me
despreciaba al mirarme en el espejo. Los compañeros de clase me
atormentaban por mi figura y me ponían apodos como "Langaruto", "Patas de
Araña", "Estratosfera", "Osamenta". Por fuera reía pero, lloraba en mi
interior. Las experiencias personales con estas heridas del rechazo, me han
hecho comprender y tener simpatía hacia quienes deben luchar y batallar con
el auto-rechazo.
IIII R R AAZZOONNEESS PPAAR R AA EELL R R EECCHHAAZZOO
Los espíritus inmundos son incapaces de entrar en una persona por
voluntad propia. Deben tener "puertas abiertas". El rechazo causa una herida,
una abertura, una puerta por cuyo medio los espíritus malignos pueden entrar.
Después de muchos años de observar las diversas cosas de las que el
individuo promedio necesita ser libre, creo que Satanás tiene una estrategia
 para capturar la vida de toda persona desde el momento mismo de la
concepción. Satanás no tiene capacidad para realizar todo lo que le gustaría
hacer, pues está limitado a sus "derechos legales". Sólo puede aprovechar las
condiciones negativas en la vida de uno. Por ejemplo, puede haber
maldiciones que se heredaron por los pecados de los antecesores (Éxodo 20:4-
5; Deuteronomio 30:19) El diablo perpetuará esas maldiciones a las
generaciones sucesivas, a menos que la obra redentora de Cristo se aprop ie por
medio de la fe y de la liberación (Gálatas 3:13). Además, Satanás puede
conseguir una abertura por medio de cosas como las actitudes negativas de los
 padres y de los hábitos de las adicciones. También se verá cómo el demonio
siempre está alerta para aprovechar las oportunidades que le llegan, cuando
tienen lugar las heridas del rechazo.
Concepción Indeseada
Es común descubrir que los demonios entraron en un individuo mientras
aún estaba en el vientre de la madre. El "rechazo" es un espíritu maligno que
con mucha frecuencia obtiene entrada prenatal. Un demonio de rechazo
encuentra un terreno listo cuando los padres rechazan la misma concepción del
niño. ¿Por qué podría un bebé ser rechazado desde el momento de la
concepción? Por varios motivos. Por ejemplo, un niño se puede concebir en
lujuria y no en amor. El hombre y la mujer que conciben un hijo gracias a la
fornicación o al adulterio, buscan dar rienda suelta y gratificar sus apetitos
sexuales, más que engendrar un niño. Un embarazo que no se quiere es el
resultado de este desenfreno en la concupiscencia. Muy pocos bebés
concebidos ilegítimamente son deseados y amados. De esta manera, al niño se
le rechaza desde el comienzo mismo de su vida.
Además de la herida del rechazo, la ilegitimidad también origina una
maldición sobre todo hijo "bastardo". Según la ley del Antiguo Testamento, a
las personas ilegítimas y a sus descendientes hasta la décima generación, se les
 prohibía entrar al templo (Deuteronomio 23:2). Hay familias y razas enteras de
 pueblos bajo la potestad de las maldiciones de ilegitimidad debido a los niños
que se concibieron fuera del matrimonio.
Los bebés se deben engendrar en amor. Durante los meses de embarazo
una mujer puede ministrar espiritualmente a su niño por nacer. Puede cantarle,
orar por él, y comunicarle su amor. Juan el Bautista fue lleno del Espíritu
Santo desde el vientre de la madre. Un bebé en el vientre materno es capaz de
 percibir las influencias espirituales tanto positivas como negativas. Inclusive,
algunos obstetras creen que un niño sabe si lo aman o no, pocas semanas
después de su formación en la madre. Y por medio de la experiencia en el
ministerio de liberación, sé que esto es verdad.
Otros Rechazos PrenatalesAlgunos niños son rechazados mientras están aún en el vientre de sus
madres por razones como las siguientes:
1. Concepción muy temprana después del matrimonio. Los recién
casados, por lo general, planean no tener hijos inmediatamente después de la
 boda. Así, en los planes de los padres un bebé se convierte en un intruso y se
le rechaza. Otro ejemplo de las razones para el rechazo prenatal es el de la
 joven virtuosa que resulta embarazada mientras se halla todavía en la luna de
miel. La novia comienza a preocuparse: "Si el niño nace prematuramente, ¿qué
 pasará? ¿Quién va a creer que no estaba ya en embarazo antes de casarme? Mi
virtud será puesta en tela de juicio". De esta manera, la preocupación de la
mujer por una posible acusación de haber tenido relaciones sexuales antes del
matrimonio, hace que rechace al bebé.
2. Concepción demasiado cercana al nacimiento del hijo anterior. La
futura madre sufre al darse cuenta que va a tener que cuidar dos niños en
 pañales al mismo tiempo. Había planeado espaciar el nacimiento de sus hijos
con algo de distancia. Por tanto, rechaza este bebé debido a que su llegada está
muy próxima a la del hermanito anterior.
3. Preocupaciones financieras en la familia. El niño viene como un
"accidente" y se le culpa por causar tensiones y preocupación en el ya
restringido presupuesto familiar. Con los precios de los servicios hospitalarios
en el día de hoy, el nacimiento de los hijos es bastante costoso. Algunas
 parejas sienten que no pueden darse el lujo de "encargar" un bebé o que
todavía no lo pueden tener.
4. Temores. La futura madre comienza a temer el dolor que acompañará al
nacimiento o a tener miedo por las complicaciones del embarazo o a sentir
temor por posibles deformidades en su bebé. Tales temores pueden hacerla
desear que nunca hubiera quedado embarazada, lo que aumenta el rechazo al
niño.
5. Conflictos entre los padres. El matrimonio puede estar en un momento
de crisis emocional, por ejemplo, al borde del divorcio y no es el momento
apropiado para tener un hijo.
6. Los futuros padres tienen ya los hijos que habían planeado. Por
ejemplo, si una pareja decidió que tres hijos es su límite y se enfrenta ahora a
un cuarto niño en camino, es seguro el rechazo a ese nuevo ser.
7. Aborto como posibilidad o como intento. ¿Qué sucede a un hijo
cuando su rechazo es tan pronunciado que los padres consideran asesinarlo por
medio del aborto? Hay pruebas crecientes que el niño tiene conciencia del
 peligro que sufrió su vida.
Aunque el aborto no se efectúe en realidad o no tenga éxito, el deseo de
matarle se registra en la conciencia del niño. A medida que ese niño crece y
madura, no es raro que manifieste un fuerte temor a haber sido objeto de
maltratos y amenazas por parte de su propia madre.
El intento de aborto representa un rechazo temporal del bebé. Después de
tocar ese tema y luego de orar, finalmente se aceptará y se amará al niño. Sin
embargo, ya tuvo lugar la herida inicial y los espíritus malignos aprovecharán
la puerta que se les abrió.
Rechazo del Niño por su Sexo
Un niño puede ser muy deseado hasta cuando nace. Como a menudo es el
caso, los padres anhelan un hombre y tienen una niña, o desean una niña y
reciben un varoncito. La preferencia sobre el sexo del niño es un tema muy
serio para algunos padres. Sin embargo, no interesa cuan fuerte sea la
 preferencia personal, es una tontería rechazar un bebé por algo que Dios
decidió y de lo cual el niño no tiene poder alguno para cambiar.
En ciertos casos uno o ambos padres están seguros que el Señor les reveló
 por adelantado que el bebé será varón o mujer. Dios puede revelar el sexo de
un niño antes del nacimiento, según se ve en algunos Precedentes escritúrales.
Tanto Elisabet, la madre de Juan el Bautista, como María, la madre de Jesús,
supieron que concebirían y darían a luz hijos varones (Lucas 1:13,35). Sin
embargo, se debe admitir que estos casos fueron excepcionales y que no es
algo común que Dios revele el sexo de un niño antes de nacer.
Un evangelista y su esposa esperaban el primer hijo. Como viajaban de un
lugar a otro, en varias profecías se les dijo que el bebé era un varón y que al
crecer sería un siervo poderoso del Señor. Algunas de estas profecías vinieron
de ministros muy afamados. Pero nació una niña. El padre quedó tan herido y
en tanta confusión que la rechazó seriamente. La madre cayó en un profundo
sentimiento de culpa y se condenaba y rechazaba a sí misma por haberle
fallado al esposo. La niña, al percibir el rechazo, lloraba sin cesar y sobre todo
mucho más cuando el padre la tenía en los brazos. Junto con Ida Mae, mi
esposa, aconsejamos a esta pareja y después de haber ministrado liberación a
los tres miembros de la familia, inclusive a esa preciosa niñita, hubo un
cambio instantáneo y milagroso. La niña se aquietó en sus emociones y aceptó
a su padre. A medida que llegaban a diversos sitios, el evangelista llamó varias
veces para dar informes actualizados sobre lo bien que marchaba todo y para
agradecer la ministración que se le dio a su hijita.
De nuevo, esta es una ilustración tomada de mi propia vida. Mi madre
esperaba una niña, cosa que le parecía muy lógica. Tenía ya un varón y estaba
lista para una niña. Además, mi madre venía de una familia donde hubo
solamente cuatro mujeres. Sentía que se podía relacionar mejor con las niñas
que con los varones y personalmente quería una hija como compañera. Antes
que naciera, mi madre me había elegido un nombre femenino, pero no pensó
en nombre masculino, como alternativa. Tan pronto como me vio, supo que
 jamás me podría decir Nelly Catalina. Pasaron diez días después de mi
nacimiento, antes que me dieran nombre. A medida que crecía, con frecuencia
mi madre me recordaba que la había desilusionado. Su frustración por  no haber
sido mujer, hizo que sintiera el peso del rechazo. No ayudaba nada haber
nacido varón, pues nunca podría cambiar mi sexo.
En defensa de mi madre debo decir que, de haberlo sabido, jamás me
hubiera causado ningún daño. Era una buena cristiana que caminaba según la
luz que tenía. De la misma forma, hay muchos padres profundamente
desilusionados por el sexo de los hijos que han tenido. El rechazo de esos
niños no se hace en una forma voluntaria y maliciosa, sino por no conocer e
ignorar las consecuencias. Sin embargo, se producen las heridas del rechazo y
el demonio sí las aprovecha.
El rechazo de los padres debido a la preferencia por el sexo no deseado, a
veces hace que los varones se vuelvan afeminados y que las niñas sean
marimachos. Un niño a quien se rechaza porque es del sexo "equivocado"
sentirá, desde muy temprana edad, que puede ganar la aceptación de sus
 padres si se conduce como si fuera del sexo opuesto. En consecuencia, como
se le rechaza por tener el sexo "errado", puede llegar a odiarse y rechazarse a sí mismo.
Finalmente, el rechazo de la sexualidad propia del individuo, puede llevarlo a
convertirse en homosexual.
Problemas Físicos
Se puede rechazar a un bebé desde su nacimiento porque tiene alguna
infortunada deformidad o determinadas características físicas, por ej.,
mongolismo. Algunos niños nacen con labio leporino o con paladar hendido o con
diversas marcas congénitas o desfigurados en grados variables. No todos los niños con
deformidades sufren el rechazo; sin embargo, a algunos ' se les rechaza, aunque sus
defectos sean leves.
Víctima de las Circunstancias
El instante del nacimiento es un tiempo particularmente sensible. El niño
sale del medio tibio y abrigado cuerpo de la madre. El vientre ha sido un
hogar  seguro durante nueve meses. Ahora viene un cambio abrupto y
completo, a medida que comienza la vida fuera de la matriz.
A veces a la mamá no le permiten ver a su bebé durante horas después de
nacido. Lo llevan a la sección pediátrica del hospital y allí lo cuidan otras
 personas. Al padre sólo se lo dejan ver a través del vidrio de la ventana de
esa sección. Afortunadamente, en el curso de los últimos años, han surgido
muchos cambios para mejorar esos procedimientos.A los futuros padres se
les anima a asistir a clases especiales que les preparan para estar preseras
durante el  parto y servir de ayuda cuando sus hijos van a nacer. Es de
máxima importancia, tanto para el padre como para la madre, sostener al
recién nacido, masajear el vernix que cubre su piel y acariciar al niño. Se ha
demostrado que los bebés que reciben un contacto y un toque amoroso, desde
el momento mismo del nacimiento, desarrollan una personalidad más estable
que quienes son separados de sus padres en este instante crucial de la vida.
Las heridas del rechazo pueden aparecer si, por algún motivo, al bebé se
le priva de una relación estrecha con sus padres. Por ejemplo, el rechazo
 puede venir si se deja al niño con otras personas, mientras la mamá trabaja
fuera del hogar. Ella recoge su hijo en la casa donde se lo cuidan, justo a
tiempo para acostarlo y lo vuelve a llevar allá, en la mañana siguiente, antes
que esté despierto del todo. Además, el padre puede trabajar por largas horas
lejos del hogar y quizá no le pueda dar tiempo a su hijo. En otras palabras, si
los padres no dedican tiempo suficiente a su niño, éste, por regla general,
sentirá cierto rechazo tanto de parte del padre como de la madre. La
 paternidad y la maternidad correctas y adecuadas, son trabajos de tiempo
completo.
Por otra parte, algunos bebés son dados en adopción. Este abandono de
los padres, produce una herida muy grave. Aunque casi siempre los padres
adoptivos aman a estos niños, muchos son incapaces de recibir amor o de
devolverlo apropiadamente, porque ya tuvieron lugar las heridas del rechazo.
La muerte de uno o de ambos padres, produce también lesiones muy
severas en la personalidad del niño. Los huérfanos no pueden comprender
qué le(s) ha pasado a su(s) padre(s) y relacionan e identifican esta
desaparición con el abandono.
El divorcio es otra fuerza destructiva en la vida de un niño. La herida
 puede profundizarse si el pequeño, en el hogar, se ha visto sometido a una
atmósfera de peleas y conflictos, antes de la separación de los padres. Los
infantes y los niños carecen de la capacidad mental para comprender estos
disturbios familiares, pero sí son capaces de percibir el peligro que les acecha
a ellos mismos, a través del ambiente emocional creado por las contiendas y
los disgustos en la familia.
Un niño un poco mayor, en una familia en crecimiento, a menudo se ve
obligado a competir por la atención de sus padres con el hermanito o la
hermanita que le siguen. Los nuevos rivales se consideran con celos. Otro en
los brazos o en la falda de la mamá, se puede convertir en la mente del niño
en "mamá quiere más al bebé y ya no me ama a mí."
Víctima del Maltrato
Es un hecho bien conocido que un elevado porcentaje de los reclusos en
las cárceles norteamericanas corresponde a individuos que en su niñez fueron
maltratados. Una encuesta en una de esas prisiones federales demostró que
ciento por ciento de los prisioneros habían recibido maltrato cuando niños.
Esta cifra revela las aterradoras consecuencias del abuso durante los años
formativos en la vida de una persona. Siendo esto así, debemos aprender a
tratar con las causas más que con los efectos.
1. Maltrato verbal Algunos niños rara vez oyen una palabra amable o
alentadora. Siempre se les regaña, se les ridiculiza, se les maldice y se les
atormenta. Lo único que muchos recuerdan de sus padres son frases como:
"Quisiera que nunca hubieras nacido. Todo lo haces mal. Jamás serás alguien
de provecho. Eres un estúpido, imbécil y bruto. Ojalá estuvieras muerto."
Algunos niños luchan aun cuando reciben toda clase de estímulos. ¿Alguien
 puede medir las heridas que se le forman a quienes se les maltrata
continuamente con palabras mordaces y crueles?
2. Maltrato físico Claro está que existe el maltrato a los niños y
ninguna forma de abuso infantil verdadero se debe defender en ningún
terreno. Sin embargo, hay una tendencia a considerar que ciertos aspectos de
la disciplina son "maltrato al menor", cuando en realidad no es así. Por
ejemplo, varias oficinas del gobierno (juzgados de menores), pueden
considerar que el castigo corporal es "maltrato infantil". Por el contrario, una
 buena azotaina administrada adecuadamente, es bíblica y produce frutos de
 provecho. No es maltrato. Es una manifestación de amor (Proverbios 13:24;
29:15; Hebreos 12:5-11).
Hace algún tiempo, con mi esposa llevamos a nuestro hogar, corno hijo
adoptivo, a un muchacho de dieciocho años. Las autoridades lo retiraron de
su casa, cinco años antes debido al maltrato físico exagerado de que era
víctima. Las repercusiones emocionales fueron tan graves que para el
tratamiento hubo necesidad de internarlo en una institución psiquiátrica. Allí
lo encontramos. Las autoridades nos mostraron los recortes de prensa que
informaban los abusos que había sufrido. Según esos datos, tenía varias
fracturas en el cráneo, pues le habían golpeado con una varilla metálica, uno
de los ojos se le salió de la órbita y quedó colgando en la mejilla, las manos
tenían cicatrices de las quemaduras que recibió porque se las habían puesto
sobre la llama de gas de la estufa, y en los brazos mostraba costras porque se
los quemaron con cigarrillo. Por eso podemos dar testimonio sobre las
consecuencias que el maltrato físico causa en la personalidad, pero también
hemos visto los resultados maravillosos que se originan en la liberación y en
el amor.
3. Maltrato sexual Una de cada cuatro mujeres y uno de cada ocho
hombres, han sido víctimas de maltratos sexuales. Este término se refiere a
sodomía, incesto, caricias pervertidas y violación. El abuso sexual crea
inestabilidades extremas en la personalidad de las víctimas. Por lo general,
quienes sufren heridas de este tipo, las ocultan en lo más íntimo de su ser, a
veces inclusive en el subconsciente, mediante profundos mecanismos
represivos. La razón es clara: en muchos casos el maltrato y abuso sexuales
los hacen familiares o amigos muy cercanos de la familia. Afín de evitar la
vergüenza y el escarnio que podrían venir sobre la familia, el tema se
esconde y con frecuencia, al niño de quien se abusó se le silencia con
amenazas de represalias si denuncia al ofensor. Sin embargo, los efectos
saldrán a la superficie de una u otra forma.
El diablo trabaja horas extras para causar más y más daño a los niños. En
la actualidad hay naciones como Suecia, donde el incesto es legal; además se
sabe que en otros países, hay movimientos muy fuertes para legalizarlo.
¿Qué repercusiones se pueden esperar en quienes se ha abusado
sexualmente? Con Ida Mae ha sido posible ministrar liberación a muchas
mujeres con heridas en esta área y en ellas se ha visto que aborrecen a los
hombres, les temen y les manifiestan una gran desconfianza. En las mujeres
casadas se encontró incapacidad para gozar de sus esposos, no porque éstos
les hicieran daño sino a causa de una carga muy grande de actitudes y
sentimientos negativos hacia los hombres en general, resultantes de maltratos
sexuales en la niñez. Además, se vio que muchos espíritus de impureza
sexual (por ej., erotismo, lujuria, provocatividad, prostitución, frigidez,
masturbación) tuvieron entrada merced al abuso y maltrato que hicieron los
 padres, abuelos, tíos y hermanos. En casi todas las prostitutas se encontró que
fueron víctimas de ofensas sexuales en edades muy tempranas.
Prácticamente, en todos los casos de personas que han sufrido abuso
sexual hay sentimientos muy hondos de culpa, suciedad y contaminación. El
 peso de estas vergüenzas y temores, puede ser aplastante y llevar a
depresiones muy profundas que inclusive, cuando no se superan, hacen que
se piense en la muerte, como solución definitiva al problema.
El Espíritu Santo con frecuencia da palabras sobrenaturales de
conocimiento que llevan luz a las raíces escondidas del maltrato sexual. En
otras ocasiones, quienes reciben la consejería, comparten sucesos de su vida
que no se atreverían a comunicar a ninguna otra persona. A todos se les
 proclaman las Buenas Nuevas quehay liberación para los que han sido
víctimas en su personalidad y cuerpo de las ofensas y del maltrato sexuales.
Rechazo entre Iguales
Casi todos hacemos el mismo esfuerzo especial para crear una buena
impresión entre los miembros de nuestro grupo. Queremos ser aceptados y
que no nos rechacen. Pero conviene recordar que podemos convertirnos en la
 parte que ofende. Podemos herir a otros si los rechazamos. Si a alguien de
nuestro grupo se le rechaza, debemos sostenerle y no estar con quienes le
hieren.
Una vez hice parte de un grupo ministerial. En nuestras reuniones había
un hermano que era el objeto continuo de las bromas de todos. Pronto me
encontré al lado de ellos. Hacíamos de nuestro hermano en el Señor el tema
de toda broma y burla. Podíamos pensar que era una buena diversión, pero
me di cuenta que a ese hermano pastor se le hería con nuestra actitud. Le pedí
 perdón y después me hice el propósito de tratarle como quería que me
trataran.
El rechazo entre iguales puede aparecer en cualquier momento de la vida.
La niñez es una época muy vulnerable. Los niños pueden ser muy crueles
entre sí. Hay hondos y fuertes recuerdos de rechazo que retroceden hasta la
época escolar. Se puede excluir a un niño de toda actividad y hacerlo tema de
 burlas por la raza, la forma como habla, el modo de vestir, la apariencia
exterior, el estado social de la familia, cualquier incapacidad física o mental,
e inclusive por lo que lleva al colegio para comer. Los niños sufren heridas
de rechazo cuando los miembros del grupo no los aceptan.
Rechazo en el Matrimonio
El divorcio y la separación siempre causan heridas de rechazo. Aquellos a
quienes Dios unió, no se pueden separar sin que algo se desgarre. Algunos de
los peores traumas del rechazo vienen por las lesiones que se asocian con el
divorcio. La infidelidad de un cónyuge, significa que ha rechazado a su
compañero(a) por otra persona. Si el pacto matrimonial se rompe por la
infidelidad, la herida es una traición al amor. Si uno de los cónyuges deja el
hogar, se constituye el abandono del amor.
También hay cónyuges que viven en rechazo perpetuo dentro del
matrimonio. No hay comunicación ni amistad ni mucho menos amor. Un tipo
común de rechazo en el matrimonio es el rechazo sexual. El hombre o la
mujer rehusan los derechos conyugales a la esposa o al esposo.
<<3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la
mujer con el marido. 4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo,
 sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo,
 sino la mujer. 5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de
mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved
a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia" (1 Corintios 7:3-5).
Los niños son las víctimas inocentes del divorcio de los padres. También
ellos pueden sufrir profundas heridas de rechazo, al perder una relación
estrecha con uno de los padres. No es raro para los hijos de padres
divorciados culparse por el divorcio o creer que hubieran podido haber hecho
algo para evitarlo. Si es así, necesitan liberación de esa falsa culpa.
Rechazo en Relación con la Iglesia
Si dos personas o grupos de personas se deben amar entre sí, son los
hermanos en Cristo.
"En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo
aquel que no hace justicia y no ama a su hermano, no es de Dios" (Juan3:10)
Sin embargo, los pastores hieren y rechazan a muchos cristianos y éstos, a
su vez, han herido y rechazado a los pastores. Con frecuencia los miembros
de las iglesias se muerden y devoran unos a otros (Gálatas 5:15).
"...Hermanos míos, esto no debe ser así"  (Santiago 3:10).
Cristo nos dejó el mandamiento del amor mutuo, en la misma forma como
El nos ha amado (Juan 15:12). Es un reto para nuestra obediencia a Dios, el
amarnos unos a otros. Aquellos a quienes encontramos más difíciles de amar,
son los que necesitan al máximo nuestro amor. La causa para que muchos
 parezcan ser indignos de ser amados, se debe usualmente a que se les ha
ofendido mucho y esa es la forma de responder a tales lesiones. En su
 personalidad sufren las heridas del rechazo. Necesitan que los demás les
amen con una clase de amor como el de Dios. Cada rechazo adicional, va a
intensificar las heridas de los rechazos previos.
IIIIII R R EEAACCCCIIOONNEESS AALL R R EECCHHAAZZOO
Cuando se produce el rechazo, se origina también alguna especie de reacción
o respuesta. Para Dios la única aceptable, según las Escrituras, es el perdón hacia
la parte ofensora. Dios nos mandó perdonar a los otros sus ofensas.
"Y cuando estéis orando, perdonad si tenéis algo contra alguno, para que
también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas" 
(Marcos 11:25).
El perdón es una manifestación de amor. El perdón de Dios para nuestras
iniquidades se basa en su amor y no en nuestros méritos (Romanos 5:8). Dios no
tiene leyes contra el perdón y cuando expresamos el perdón, se Je cierra de golpe
toda oportunidad al diablo.
Aunque las ofensas contra nosotros sean graves, repetidas y sin justificación
alguna, el perdón es la única respuesta que Dios acepta. Si se retiene el perdón o
inclusive si se le pospone, se abre una puerta para que entren los demonios.
“ Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al
diablo...Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y
toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo" (Efesios 4:26,
27, 31,32).
Todo aquel que ejercita el perdón del amor, es hijo de Dios.
"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero
 yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien
a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;  para que
 seáis hijos de vuestro Padre queestá en los cielos..."  (Mateo 5:43-45a).
Todos los que no muestran amor, inclusive el perdón del amor, son hijos del
diablo. "En esto se manifiestan los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel
que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios" (Juan3:10).
Pero podemos preguntar: "¿Qué pasa con los niños? ¿Qué puede hacer un
infante o un bebé para mantener fuera los demonios del rechazo? Los niños son
 particularmente vulnerables a las heridas del rechazo. ¿Se puede esperar que los
 pequeñitos perdonen a quienes les ofenden?"
Obviamente, los niños en su etapa embrionaria son incapaces de perdonar a los
 padres o a quienes les rechazan. Como los infantes y los pequeños no se pueden
 proteger por sí mismos de los ataques demoníacos, Dios asignó a los padres como
guardianes. Casi todos los padres son cuidadosos en proteger a sus hijos de los
riesgos físicos. Los objetos peligrosos y las sustancias nocivas se mantienen fuera
de su alcance y a los más chicos no se les permite jugar en la calle. Pero, al mismo
tiempo, los padres que con tanto celo velan por sus hijos en lo físico, pueden fallar
en proveer la protección espiritual. Los padres que están fuera de Cristo y de su
verdad, carecen de los recursos espirituales de autoridad y de sabiduría divina para
 proteger a sus hijos espiritualmente. Satanás está siempre listo para capitalizar
todos los descuidos de los padres y todas las demás fallas, que dejan vulnerables a
los niños.
Satanás aprovechará toda reacción pecaminosa a las heridas del rechazo y los
espíritus malignos entrarán en esa persona. Los demonios se unirán entre sí para
 formar una cadena demoníaca de opresión. Y a medida que más y más espíritus se
agreguen y se junten en la vida de un individuo, mayor será su grado de esclavitud
y servidumbre.
Como las reacciones equivocadas al rechazo abren las puertas a los demonios,
es importante aprender a identificar esas puertas a fin de mantenerlas cerradas.
Algunas de las reacciones erradas al rechazo hacen que azotemos aotros en
confrontaciones de ira, amargura y rebeldía. Otras de nuestras reacciones como
autocompasión, inseguridad, temores y desánimo se entierran en lo profundo del
interior. La siguiente lista de reacciones equivocadas a las heridas de rechazo, nos
debe ser de ayuda para identificar nuestras reacciones erradas a las heridas
sufridas.
Rebeldía
Durante la cumbre del movimiento hippie, al finalizar la década de los años
sesenta y al comenzar la década del setenta, Ida Mae y yo aprendimos el ministerio
de liberación. El Señor nos abrió una puerta especial para presentar el evangelio a
los hippies. De hecho, teníamos tantos hippies que entraban y salían de nuestra
casa que la gente del pueblo me llamaban "El Predicador de los Hippies". Estos
muchachos se caracterizaban por su rebeldía. Se oponían a toda autoridad válida. A
medida que traspasábamos la capa de rebeldía de los hippies, fue muy interesante
descubrir que bajo esa capa de odio a la autoridad se encontraba el rechazo.
Siempre se vio que el rechazo era la raíz de la rebeldía. A estos jóvenes,
hombres y mujeres, nadie les amaba. A casi todos los habían rechazado
gravemente sus propios padres o sus familiares más cercanos. Algunos de los
hippies que conocimos se quejaban de que sus padres no les amaron lo suficiente
como para disciplinarlos. No les corrigieren sus malos comportamientos infantiles.
Por tanto, la actitud hippie hacia toda autoridad se convirtió en: "Si no nos aman,
¿por qué debemos respetarlos?"
El amor hacia quienes están en autoridad sobre nosotros se manifiesta por
medio de la sumisión a esa autoridad. Jesús dijo a sus seguidores: "Si me amáis,
 guardad mis mandamientos"  (Juan 14:15).
Cuando los que tienen una posición de liderazgo, abusan de su autoridad o
fallan en sus funciones, es fácil perder el respeto y volverse desobediente. La
rebeldía nunca tiene excusa, pues detrás de ella está el espíritu del anticristo.
La rebeldía, con sus raíces en el rechazo, producirá un árbol demoníaco entre
cuyas ramas principales estarán la obstinación, la independencia, la
inenseñabilidad, el desafío, la terquedad, orgullo y la voluntariedad.
La rebeldía se manifiesta al exterior de muchas maneras. Los hippies
expresaban en parte esa rebeldía al dejarse crecer el cabello y al rechazar el baño y
el aseo. También la expresaban con el uso de drogas (especialmente la marihuana),
el abuso del alcohol y con acciones desvergonzadas de fornicación. Los muchachos
y muchachas hippies negaban la santidad del matrimonio con el libertinaje de su
comportamiento sexual.
La cultura hippie es un claro ejemplo de rebeldía, pero la rebeldía no se limita
únicamente a los hippies. Se encuentra por todas partes, en los corazones de todos
los hombres, desde las categorías más altas hasta los más bajos niveles. Debemos
entender que la rebeldía es un pecado horrible a la vista de Dios. El profeta Samuel
dijo al desobediente rey Saúl: "...como pecado de adivinación es la rebelión, y
como ídolos e idolatría la obstinación..."  (I Samuel 15:23).
La rebeldía es un pecado que tiene una asociación directa con el demonio, pues
la "rebelión la inició Lucifer cuando quiso usurpar el trono de Dios (Isaías 14:12-
15)
Amargura
"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad
bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna
raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados"   (Hebreos
12:14-15).
La amargura es un fruto del mal, producido por la  falta de voluntad para
 perdonar a otro sus ofensas. Jesús dijo a sus discípulos que debían perdonar todo a
los demás. La falta de perdón no tiene disculpa delante de Dios. Es sin excusa.
Además, la falta de perdón trae maldiciones .El Señor enseñó que todo el que
recibe su perdón por una deuda incalculable de pecado, pero luego se niega a
 perdonar a otro en lo más mínimo, será entregado a "los verdugos" (Mateo 18:21-
35). Los verdugos son espíritus malignos y estar bajo el poder de esos espíritus
demoníacos es una maldición. La única forma de escapar a las maldiciones que
vienen por la falta de perdón, es el arrepentimiento hacia Dios y perdonar a todos
los que necesitan ser perdonados.
La amargura y la falta de voluntad para perdonar, castigan tanto al individuo
que no perdona como al que espera tener el perdón y no lo recibe. "A quienes
remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son
retenidos" (Juan 20:23).
Cuando persiste la falta de perdón, dos seres quedan atados en servidumbre y
esclavitud perversas. A la persona no perdonada se la mantiene involuntariamente
en una relación rota, mientras quien retiene el perdón es víctima de toda clase de
tormentos y suplicios en lo más íntimo de su conciencia.
A medida que la raíz de amargura crece más fuerte, gracias a los rechazos
repetidos y al consiguiente alimentarse de las heridas, se produce cólera, odio,
venganza, rabia, violencia, ira y deseos de matar. Un espíritu de "recuerdos
recurrentes", compañero de la amargura, mantiene abiertas las heridas dolorosas
del pasado, pues revive de manera continua en la memoria, las veces y ocasiones
de tales sucesos.
Hay una variedad de maleza que invade los jardines y se llama "Descuidada".
Cuando aparece por primera vez, es la más débil de las malezas y se puede arrancar
con los dedos. Pero crece muy rápidamente y en el curso de pocos días es más alta
que una mata de maíz. La cabeza principal de sus raíces puede tener entonces un
diámetro de una pulgada o más y se internará con mucha profundidad en la tierra.
Las diminutas semillas de esa yerba forman multitudes. Todo jardinero sabe que el
mejor momento para combatirla es cuando da las primeras señales de su aparición.
Cada uno de nosotros es un jardinero espiritual. Nuestro propósito, según la
Biblia, es producir el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
 bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gálatas 5:22-23; 6:8-9), La amargura es la
maleza que pretende invadir nuestros jardines. Entre más pronto tratemos con la
amargura, más fácil será destruirla. Por tanto, seamos diligentes y cuidadosos para
que de nosotros no brote ninguna raíz de amargura que nos vaya a estorbar y hacer
que muchos sean contaminados (Hebreos 12:15).
Autocompasión
La autocompasión es una reacción interior hacia el rechazo. Es una forma de
autoaflicción por la cual uno se permite ser indulgente con los pensamientos de
injusticia, hasta llegar a sentirse completamente miserable. Es una práctica
garantizada para destruir el gozo y la paz, dos de los más preciosos componentes
del fruto del Espíritu Santo.
Escapismo
David, el salmista, expresó el deseo de escapar de sus opresores con estas
 palabras: "... ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo y descansaría”
(Salmo 55:6).
Casi todos conocemos muy bien el sentimiento de "simplemente escapar de
todo". Cuando las circunstancias de la vida se hacen amargas, es una tentación
huir. A menudo, las personas heridas se vuelven artistas del escape y diseñan
medios muy astutos y hábiles para alejarse de las cosas desagradables que tiene la
existencia.
Una forma común de escapismo es la ensoñación diurna. Aquí el individuo
crea su propio mundo placentero donde vive por medio de la imaginación. Cierra la
mente a la realidad de las circunstancias estresantes y se refugia en la irrealidad. Le
 pueden ayudar en este escape las películas de cine, las novelas y dramas
televisados o los libros de ficción.
Otra vía de escape es el sueño. Mientras se está en la cama, bien oculto bajo las
frazadas, no es necesario enfrentar las responsabilidades ni las cosas desagradables.
Por tanto, el sueño se puede convertir en una adicción, una obsesión, un intento
inútil para evadir los problemas diarios de la vida.
Las drogas y el alcohol se pueden utilizar para '"bombardear la mente", de
manera que allí no haya pensamientos desagradables. Los tranquilizantes y la
terapia de electrochoques son métodos médicos para llevar escape a los enfermosmentales. Estas técnicas curan muy pocas de estas enfermedades y con alguna
frecuencia pueden originar problemas mayores. Dios tiene algo mucho mejor.
Culpa
La culpa es la carga más innecesaria que alguien puede llevar. El propósito
total de la obra redentora de Dios en Jesucristo se diseñó para librarnos del pecado
y sus consecuencias. La culpa es una de las principales consecuencias del pecado.
Bajo la ley no había solución ni remedio para la culpa (Hebreos 9:9-10). En
cambio, bajo el nuevo pacto, dice la Biblia: "Ahora, pues, ninguna condenación
hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu39 (Romanos 8:1).
Se puede decir que en este pasaje "carne" significa "las obras de la ley".
Cuando uno peca, hay remedio. Si se experimenta el arrepentimiento hacia el
 pecado y hay fe en la obra de Jesús, por medio de la sangre de Cristo no sólo se
 borra el pecado, sino toda su correspondiente condenación. “ Porque si la sangre de
los toros y de los machos cabríos y las cenizas de la becerra rociadas a los
inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de
Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a
 Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios
vivo?" (Hebreos 9:13-14).
Algunos se sienten culpables aunque no hayan pecado. Estas pobres almas no
 perciben el astuto plan de Satanás para atormentar a los hombres con culpas
infundadas e innecesariamente se culpan a sí mismas por el mal que muchos les
hacen. Su razonamiento es algo así: "Merezco la forma como me tratan. Todo es
 por mi culpa. Mi condición es como un castigo de Dios". En casi todos los casos
esas actitudes negativas hacia el yo, son el resultado final de haber sido objeto de
desprecios y de recibir la condenación de otros, casi siempre miembros de la propia
familia. ¡Qué carga tan infernal pensar que se merecen todas las heridas y que no
hay ningún remedio!
Es muy común echar nuestras culpas a los demás. Cuando Dios confrontó a
Adán con su pecado, recibió esta explicación: "...La mujer que me diste por
compañera, me dio del árbol y yo comí" (Génesis 3:12).
De esta manera Adán echó su culpa sobre Dios y sobre su mujer. Por su parte
Eva le contestó a Dios: "...La serpiente me engañó y comí"  (Génesis 3:13).
También Eva rehusó aceptar la responsabilidad por su pecado y alegó que el
diablo hizo que lo cometiera. Pero Dios dice en la Santa Biblia que cada uno de
nosotros es responsable por sus hechos y acciones: "Cuando alguno es tentado, no
diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el
mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia
concupiscencia es atraído y seducido" (Santiago 1:13-14).
¡Claro que la culpa es una carga muy pesada e innecesaria! Si la culpa se debe
a la propia insensatez, que el pecador se sumerja bajo la marea carmesí que fluye
de las venas de Emanuel, para que sea blanco como la nieve. Si alguien ha tomado
la culpa de otros, permítasele arrojar esa carga. Dios puede hacerle llevar la carga
de la intercesión, pero no la de la culpa. Si equivocadamente alguien se ha culpado
 por los pecados de otro, que descanse en la justicia de Dios: "De manera que cada
uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí... 4 Para su propio señor está en pie, o
cae..." (Romanos 14:12,4).
Inferioridad
La inferioridad se relaciona estrechamente con el rechazo. Cuando alguien es
rechazado y es puesto bajo los demás, casi que está listo para ponerse también en
situación de inferioridad. Al compararse con otros, se considera inferior. Al hacer
un inventario de sus capacidades, se juzga completamente inadecuado.
A los ojos de Dios, nadie es inferior. El nos entrega a cada uno de nosotros
capacidades y responsabilidades. La parábola de los talentos nos enseña que ha
dado más responsabilidad a unos que a otros, pero todo lo que El requiere es
fidelidad en aquello que nos confió.
Temores de Inseguridad
En el amor hay seguridad. Cuando nuestro padre terrenal nos ama, eso nos
 permite comprender el amor del Padre celestial y nos es más fácil creer que
también nuestro Padre Dios nos ama. La persona que sabe más allá de toda duda
que Dios le ama, tendrá estabilidad en la vida. Podrá declarar con el apóstol Pablo:
"...Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?" (Romanos 8:31).
Por otra parte, el que no ha recibido el amor de quienes le deberían amar, está
listo para dudar hasta del amor de Dios. La inseguridad resultante produce temor.
¿Qué me sucederá? Como en el temor hay castigo, la persona rechazada tiene el
tormento del temor al castigo (1 Juan 4:18). Se preocupa sobre aspectos de
seguridad que se relacionan absolutamente con todo: desde sus finanzas hasta el
tener favor con Dios.
 Nuestra seguridad descansa en el amor de Dios. Cuando confiamos en que
Dios nos ama, el temor debe salir. "En el amor no hay temor, sino que el perfecto
amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que
teme no ha sido perfeccionado en el amor" (1 Juan 4:18).
Desesperanzas
El individuo que no ve ninguna perspectiva de recibir amor, es como un
hombre atrapado en un enorme desierto sin nada, sino kilómetros de ardiente arena
en todas direcciones. Su lengua se hincha con la terrible sed que le atormenta y cae
al suelo, para aguardar la muerte. Perdió por completo la esperanza.
Quien ha sido herido por el rechazo no tiene frescura alguna. Comienza a
secarse por dentro. La desesperanza conduce a desaliento, desesperación,
melancolía, derrota y depresión. Sin esperanza no hay gozo; sin gozo no hay
deseos de vivir. El estar de acuerdo con la idea de la muerte, es un camino que
lleva a la tristeza y posiblemente incluso al suicidio.
Cuando el desesperado halla amor, encuentra también la esperanza. Las
relaciones en amor son como fuentes de agua viva, especialmente nuestra relación
con Jesús y sus palabras: "...Si alguno tiene sed, venga a mí y beba"  (Juan 7:37).
El que tiene una relación personal con Jesús recibe una fuente de agua viva
dentro de sí, según el mismo Señor explicó a la mujer samaritana: "...el que bebiere
del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será
en él una fuente de agua que salte para vida eterna" (Juan 4:14).
Cuando damos amor a alguien, le damos "un vaso de agua fría" en el nombre
de Jesús. La falta de esperanza se refrescará con nuestro amor. Por otra parte, el
que necesita de ese amor refrescante, no debe sentarse como un holgazán a esperar
que los demás tomen la iniciativa. Los que sienten la desesperanza y desean ser
amados, deben comenzar a derramar de su propio amor con toda abundancia. La
enseñanza de Cristo sobre dar y recibir se aplica tanto al amor como a las cosas
materiales.
"Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en
vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir"
(Lucas 6:38).
Estar a la Defensiva
Si el perro de la casa se lastimó, habrá que tocarlo con precauciones porque
 podría morder. Las personas heridas también pueden "morder" (Gálatas 5:15). Un
individuo herido puede ser sensible, estar a la defensiva y no sólo devolver mal por
mal, sino además mal por bien.
La defensividad se expresa en críticas y juicios. En este último caso se adopta
la siguiente posición: juzga a quienes te han herido y juzga a quienes te han
 juzgado. Aquí se produce una protección falsa, pues en lugar de obtener seguridad,
el juicio invita a las represalias de los demás. “ No juzguéis, para que no seáis
 juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida
con que medís, os será medido" (Mateo 7:1-2).
El juicio ciega nuestros ojos e impide que veamos nuestras propias faltas. Así
nos auto-engañamos y sólo vemos las faltas de los demás. Esto trae a la mente la
enseñanza de Jesús sobre la paja y la viga. Primero debemos retirar la viga de
nuestro propio ojo, antes que podamos ver claramentepara pretender quitarle a
nuestro hermano la paja del suyo.
La gente que juzga también está lista para proyectar sus propias faltas sobre los
demás. En la congregación una persona me acusaba repetidamente de no amar a la
gente de la iglesia. Las acusaciones me hicieron caer en una indebida
introspección, en un esfuerzo para descubrir qué había hecho o dicho que hiciera
 pensar a alguien que me faltaba amor. Por último, me di cuenta que quien me
acusaba no amaba a los demás. En lugar de ver el problema dentro de él mismo,
me lo pasó a mí. Después, con el tiempo, fue posible descubrir que la transferencia
de la culpa es un engaño muy común en quienes sufren las heridas del rechazo.
Cuando alguien nos ha ofendido, no es nuestra responsabilidad levantarnos e
invocar nuestros derechos para justificarnos. En efecto, el Señor dijo: “Oísteis que
 fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es
malo; antes a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la
otra"  (Mateo 5:38-39).
 No necesitamos hacer pedazos a otros en un esfuerzo para surgir y llegar más
alto. Dios es nuestro defensor. Por tanto, recordemos y pongamos en práctica las
sabias palabras que el apóstol Pablo, por la inspiración del propio Espíritu Santo,
nos dejó en la Biblia: "No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal"
(Romanos 12:21).
Desconfianza e Irrespeto
La confianza es como un puente que une a dos personas entre sí. ¿Cómo es
 posible confiar en y respetar a en quienes le han herido con rechazo, traición, aban-
dono e infidelidad? Cuando se destruye la confianza, la relación se destruye. Es
 posible restablecer la confianza, pero eso sólo se puede cumplir con gran esfuerzo
y grandes precauciones. Reconstruir la confianza toma tiempo y necesita paciencia
y perseverancia.
Como ejemplo de confianza destruida, vale la pena considerar la mala
condición de una hija a quien el padre rechaza desde la niñez. El papá no tiene
tiempo para jugar con ella; bebe con mucha frecuencia y la maltrata. Cuando esta
niña llega a la edad adulta, muy probablemente ha de tener una gran desconfianza
y falta de respeto por los hombres, en general. Si el hombre en su vida es el
marido, el pastor u otro cualquiera, sus temores le dirán que todos los hombres
hieren a las mujeres y que no se puede confiar en ninguno. Hay que desarraigar los
tormentos de la desconfianza y el irrespeto y vencerlos con la confianza en Dios. A
medida que uno se afianza en el amor de Dios, podrá soportar las injusticias de los
demás, sin sufrir repercusiones interiores.
 No se pueden justificar ni excusar la desconfianza ni el irrespeto. La Biblia
ordena a la mujer respetar a su marido y a los hijos honrar a padre y madre (Efesios
5:33; 6:1-2). Es natural para quienes están bajo el liderazgo de padres y esposos,
honrar y obedecer a los que son dulces, bondadosos, compasivos, tiernos,
desinteresados, serviciales, amables y generosos. Es más difícil, pero no imposible,
respetar una autoridad simplemente porque Dios lo ordenó así.
El que guarda y mantiene el respeto, aunque reciba maltratos y se abuse de él,
encuentra el favor de Dios. "...Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto
ciertamente es aprobado delante de Dios" (1 Pedro 2:20).
Dureza
Dios creó las tortugas con caparazones protectores pero no creó a las personas
con escudos. Cuando un individuo forma su propio caparazón de protección,
desarrolla una "personalidad de tortuga", dura e impenetrable. Se dice: "No voy a
 permitir más que otras personas corran sobre mí y me hieran. Soy rudo y firme. No
dejaré que nadie más me maltrate." De esta manera forma un escudo fuerte
alrededor de sí y obra como una tortuga que se esconde en su concha.
Cuando los demás procuran hacernos daño podemos olvidar que Dios es
nuestro refugio y fortaleza, nuestra roca y nuestra fuerza. En lugar de eso, podemos
construir una concha dura y retirarnos a nuestro mecanismo defensivo. El problema
con la dureza, estriba en que nos roba la compasión. Así, nosotros mismos nos
encargamos de formar obstáculos para cumplir nuestro ministerio a otros.
“ Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente,
misericordiosos, amigables no devolviendo mal por mal, ni maldición por
maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para
que heredaseis bendición"  (1 Pedro 3:8-9).
R R EESSUUMMEENN
Hemos revisado algunas de las reacciones más comunes al rechazo. Cada una
de estas reacciones representa apartarse del designio de Dios y constituye pecado.
Las puertas del pecado se convierten en invitaciones abiertas para que entren los
demonios. Nuestro enemigo Satanás, se agazapa a la puerta del pecado y solamente
espera una abertura para saltar al interior y devorar todo.
Cuando Caín se enojó porque Dios no quiso aceptar su ofrenda sin sangre, su
corazón se llenó de odio, envidia y celos contra su hermano Abel. Dios
inmediatamente le advirtió: “... ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu
 semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado
está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él" 
(Génesis 4:6-7).
Hay soluciones bíblicas, positivas, para todas nuestras heridas y frustraciones.
Debemos aprender a no reaccionar con pecado y error a las heridas que recibimos.
En cambio, debemos andar en los consejos de la Palabra de Dios.
IIVV AADDAAPPTTAACCIIOONNEESS AALL R R EECCHHAAZZOO
Una vez que han tenido lugar las heridas del rechazo, se deben hacer esfuerzos
 para aliviar esos dolores y para encontrar formas de satisfacer la necesidad de
amor" en la vida. Por lo general, la persona busca acomodarse a las heridas y hallar
maneras de compensar tales sufrimientos. Los siguientes párrafos identifican y
comentan los métodos comunes que casi toda la gente emplea como reajuste a los
sentimientos de rechazo.
Perfeccionismo
"¿Cómo hago para conseguir amor? No puedo obligar a otros a que me amen.
Si sólo pudiera lograr un poquito de aprobación de los demás, quizás parecería
como amor y eso me haría sentir apreciado". Así razona muchas veces una persona
herida.
Quienes se sienten no aceptados y víctimas del desprecio, están listos a
volverse perfeccionistas. Esperan que por lograr algo perfecto, alguien les ha de
decir con señales de aprobación: "Creo que eres maravilloso. ¿Cómo obtuviste
eso? Desearía hacerlo tan bien como te queda a ti".
Debido a mis propias batallas con el rechazo y la inseguridad, me convertí en
 perfeccionista. Como es irreal pretender ser perfecto en todo, hay necesidad de
especializarse. Hice mi especialización en acciones planeadas y precisas. El
 perfeccionismo es un amo de duras tareas que exige una completa dirección en el
cumplimiento de las metas. Es posible perder el sueño y sobrepasarse físicamente,
 pero ningún precio parece ser demasiado alto con tal de alcanzar la aprobación.
A fin de planear mi programa perfecto cada día, me despertaba una hora más
temprano para calcular hasta el último detalle de toda mi jornada. Así determinaba
con toda exactitud lo que haría y lo fijaba dentro del marco del tiempo.
Teóricamente, al finalizar ese período, debería tener un día perfecto. Cuando todo
resultaba según lo pensado, me hinchaba de orgullo y decía de mí mismo: "Puedo
 planear y trabajar en un programa mejor que todos". Para mi mala fortuna, había
muchas interrupciones y contingencias impredecibles que no calculaba en mis
 planes. Cuando éstos se torcían, me frustraba, impacientaba y me enojaba contra
mí mismo o contra cualquiera a quien pudiera culpar del fracaso. La ira estallaba
 por la interrupción más inconsecuente en los planes.
Después de ser pastor, planeaba mis jornadas con todo cuidado. Mi rutina
diaria era detallada, pero, no había lugar para emergencias e imprevistos que
solicitaran mi participación en la comunidad. Por ejemplo, si una persona de la
iglesia tenía que ir al hospital por algo urgente, condenaba esainterrupción injusta
de mi perfecto programa. Esa enfermedad arruinaba mi día. Mantener y guardar un
orden preciso, vino a ser más importante que las vidas de aquellos a cuyo servicio
Dios me había llamado.
El perfeccionismo también pone a otros bajo servidumbre, porque el
 perfeccionista espera de quienes le rodean dedicación y habilidad iguales a las
suyas. Cuando esta demanda de perfección en los demás compromete al cónyuge,
como en mi propio caso, se crea una tremenda tirantez en el matrimonio.
Un ejemplo personificado de esta situación, es el ama de casa perfeccionista.
Inclusive, si se llega a su hogar a las nueve de la mañana, se encontrará limpia la
loza, los pisos aspirados, las camas tendidas. Todo siempre estará brillante y en
orden. Ni siquiera tolerará basura en las papeleras. Cuando se la felicita por sus
acciones, se llenará de orgullo. Pero si las circunstancias se alteran e interfieren
con sus metas de perfección, se frustra y se vuelve irritable.
Claro que es recomendable ser limpio y tener orden, pero el perfeccionismo es
una esclavitud. El perfeccionista se halla físicamente sometido a guardar metas de
cumplimiento irreales e innecesarias. Siente que el desempeño perfecto es la clave
 para la aceptación. Siempre que puede, el diablo pone cargas superpesadas; en
cambio, Jesús afirma que su carga y su yugo son livianos y ligeros (Mateo 11:30).
Compasión y Responsabilidad Falsas
La persona que no se siente amada, se desespera por encontrar relaciones.
"¿No habrá alguien a quien pueda amar?" se pregunta. En la desesperación por
encontrar compañerismo, se puede comprometer en relaciones potencialmente
 peligrosas. Por ejemplo, un hombre cristiano puede ir tras una mujer que haya
caído en promiscuidad sexual. Se convence que Dios le ha llamado a rescatarla y
salvarla. Siente compasión por ayudarla y testificarle de Cristo, pero su compasión
es falsa. En realidad, busca satisfacer sus propias necesidades de amor. La
tentación que encuentra es demasiado grande y cae en pecado sexual.
Muchos matrimonios van de cabeza al desastre desde el comienzo, porque se
fundamentan en compasión y responsabilidad falsas. Por ejemplo, una mujer
cristiana, pura, elige comprometerse con un hombre que está en las profundidades
del pecado. Cree que a menos que ella le ayude, nadie más lo intentará y que Dios
la hará responsable de su condenación. Pero Dios no le exige esta responsabilidad.
Por medio del engaño de la fantasía se ve como el catalizador que ha de convertir a
ese hombre en un ángel. Se casa a fin de librarlo, pero al final en nueve de diez
veces terminará en los caminos de él o entrará en una vida de amarguras y
sufrimientos innumerables.
"...fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir,
 sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis
 soportar" (1 Corintios 10:13).
La "salida" puede ser evitar las relaciones cuyas bases están en la compasión
falsa o en la responsabilidad falsa. Debemos implorar al Espíritu Santo su luz, para
que permita discernir lo verdadero de lo falso.
Otra faceta de la falsa compasión se manifiesta por medio de un afecto
desordenado hacia los animales, pues ellos rara vez rechazan a sus dueños. Un
hombre puede tener un mal día en el trabajo y todos sus amigos haberse vuelto
contra él, pero cuando llega al hogar en la tarde, su perro aún le amará. El perro
ladrará una bienvenida, meneará la cola, saltará sobre el amo, le lamerá la mano y
se echará a rodar por el piso. Toda esta actividad canina se suma para decirle: "Te
quiero; me hace feliz que estés en casa".
 No es malo tener mascotas, pero sí lo es confiar en ellas para buscar
compañerismo y amor. Dios le trajo a Adán todos los animales que había creado
 para que les diera nombre a cada uno, "... mas para Adán no se halló ayuda idónea
 para él" (Génesis 2:20). Ningún animal del mundo pudo llenar la necesidad de
compañía de Adán.
¿Cómo se puede juzgar si en la relación con la mascota hay desequilibrio?
Primero, ¿se está humanizando al animal? ¿Se le trata como si fuera un ser
humano, un miembro de la familia? Algunos dueños de mascotas se refieren a su
animalito como "mi niño", y a menudo pueden firmar con el nombre de la mascota
las tarjetas de Navidad y las cartas personales. Segundo, ¿la persona se
deshumaniza a fin de ponerse a nivel del animal? Algunos dueños han tomado
 personalidades de animales a causa de su deseo de comunicarse con ellos. En el
ministerio de liberación hemos visto demonios que manifiestan características
animales en las personas y a veces hacen que quienes tienen un afecto desordenado
hacia sus mascotas ladren, maúllen o relinchen.
Otra prueba del desequilibrio en el afecto por los animales es medir o pesar la
importancia que se da a la vida del animal frente a la vida humana. Los que son
rechazados por la gente pero, aceptados por los animales, prefieren ver a una
 persona herida o muerta y no que un animal sufra. También he descubierto que
quienes tienen un amor desordenado por los animales, se vuelven muy defensores
de su relación con ellos. Sugerirles que puede ser necesario que cambien sus
 prioridades amorosas, viene a ser una amenaza muy grave para una seguridad cuya
 base está en el amor que reciben de su mascota.
Codicia Material
La ausencia de amor produce un gran vacío en la vida. Ese vacío se llenará
 pronto con una cosa o con otra. Satanás siempre anda alrededor para ofrecer sus
sustitutos en vez de amor. Como Satanás no tiene amor que pueda brindar, se
limita a reemplazarlo con codicia. La codicia puede ser en muchos campos: poder,
dinero, reconocimiento, sexo, fama, etc., que vienen a ser como una especie de
cura para el vacío de amor. El amor satisface, mientras la codicia nunca
 proporciona satisfacción. Siempre deja una herida y un vacío mayores. "Entonces
la concupiscencia (=codicia) después que ha concebido, da a luz el pecado; y el 
 pecado siendo consumado, da a luz la muerte"  (Santiago 1:15).
Parece haber una cierta clase de comodidad que se experimenta al tener casas
de recreo, abrigos de pieles, automóviles exóticos, lo último en equipos deportivos,
vacaciones lujosas y vinos finos, pero, siempre hay un enorme vacío interior.
Codiciar cosas nunca satisface, obténgase lo que se obtenga. El apetito de la
codicia siempre exige más y más cosas.
La codicia es una condición interior del corazón. Además de conseguir cosas,
 puede haber el deseo y la codicia de más cosas. Algunas personas bajo el control
de la concupiscencia en realidad viven en pobreza y aunque tienen muy pocas
cosas terrenales, dentro de ellas hay una guerra constante. "¿De dónde vienen las
 guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales
combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de
envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis,
 porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros
deleites" (Santiago 4:1-3).
Las cosas materiales nunca sustituirán el amor. Ni todo el dinero del mundo ni
todo lo que el dinero puede comprar, jamás llenarán la necesidad de amor en la
vida de alguien. El mundo anuncia su existencia de riquezas con todo entusiasmo y
 pretende hacernos creer que las "cosas" satisfarán. Moisés nos dio un ejemplo
cuando eligió el sendero de Dios, en vez del camino que le ofrecía el mundo. Tuvo
sabiduría para ver que los placeres mundanos son pasajeros y falsos, mientras que
las recompensas por servir a Dios son verdaderas y eternas (Hebreos 11:24-26).
Concupiscencia Sexual
Muy pocas personas parecen haber escapado a la trampa satánica de la
inmoralidad sexual ¿Por qué es el pecado sexual tan común inclusive entre
cristianos a quienes se les han enseñado los patrones morales bíblicos? Por una
razón: el mundo nos bombardea a través de los medios masivos de comunicación
con programas que ilustran la fornicación y las perversiones como costumbres
aceptables para el hombre moderno. Grandes multitudes

Continuar navegando