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TECNOLOGÍAS EN LOS ENTORNOS DE INFANTIL Y PRIMARIA 2 PROYECTO EDITORIAL: TECNOLOGÍA EDUCATIVA Director Julio Cabero 3 4 TECNOLOGÍAS EN LOS ENTORNOS DE INFANTIL Y PRIMARIA Rosalía Romero Pedro Román M.ª del Carmen Llorente 5 Consulte nuestra página web: www.sintesis.com En ella encontrará el catálogo completo y comentado © Rosalía Romero Pedro Román M.ª del Carmen Llorente © EDITORIAL SÍNTESIS, S. A. Vallehermoso, 34. 28015 Madrid Teléfono: 91 593 20 98 http://www.sintesis.com ISBN: 978-84-995824-8-1 Reservados todos los derechos. Está prohibido, bajo las sanciones penales y el resarcimiento civil previstos en las leyes, reproducir, registrar o transmitir esta publicación, íntegra o parcialmente, por cualquier sistema de recuperación y por cualquier medio, sea mecánico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin la autorización previa por escrito de Editorial Síntesis, S. A. 6 http://www.sintesis.comEn http://www.sintesis.com Índice Prólogo Parte I Las tecnologías en Educación Infantil 1. Las tecnologías en el currículo de Educación Infantil 1.1. El desarrollo evolutivo en Infantil 1.2. Las tecnologías en Infantil 2. La unidad didáctica como base para la integración curricular de las tecnologías 3. La tecnología informática en las aulas de Infantil 3.1. Posibilidades educativas del ordenador en el aula 3.2. Estrategias de utilización del ordenador en el aula 3.2.1. Dimensión metodológica 7 3.2.2. Dimensión organizativa 3.2.3. Dimensión formativa 4. Software educativo. Los multimedia 4.1. Características de los programas infantiles 4.2. Contenidos 4.3. Criterios de selección 4.4. Creación de actividades 4.5. El profesor como creador de actividades informáticas 4.5.1. Plantillas 4.5.2. Secuencia de tareas 4.5.3. Exposiciones apoyadas en tecnologías 4.5.4. Creación de una página web para la unidad 5. Internet puede ser otra opción 5.1. Comenzar a usar el correo electrónico 5.2. Las webquests 5.3. Los edublogs 6. Otras tecnologías: la pizarra digital y el tablePC 7. El profesor de Infantil ante las nuevas tecnologías Actividades en Educación Infantil Parte II Las tecnologías en Educación Primaria 8. Las tecnologías en el currículo de Educación Primaria 8 8.1. La unidad didáctica como base para la integración curricular de las tecnologías 8.2. La tecnología informática en las aulas de Primaria 8.2.1. Posibilidades educativas 8.2.2. Estrategias de utilización 8.2.3. Software educativo. Los multimedia 8.2.4. Ejemplo de integración curricular de las TIC en los centros educativos 9. Internet en Educación Primaria 10. Los podcasts 10.1. Características fundamentales 10.2. Cómo poner en funcionamiento los podcasts 10.3. Consejos útiles para diseñar los podcasts 10.4. Ejemplo de podcast 10.5. Formas de evaluar un podcast 11. Los blogs, weblogs o cuadernos de bitácora 11.1. Características fundamentales 11.2. Cómo poner en funcionamiento los blogs o cuadernos de bitácora 11.3. Consejos útiles para diseñar los blogs o cuadernos de bitácora 11.4. Ejemplo de blog o cuaderno de bitácora 11.5. Formas de evaluar los blogs o cuadernos de bitácora 12. Las cazas de tesoros y las webquests 12.1. Características fundamentales 12.2. Cómo poner en funcionamiento las cazas de tesoros y las webquests 12.3. Consejos útiles para diseñar las cazas de tesoros y las webquests 12.4. Ejemplo de una caza de tesoros y una webquest 12.5. Formas de evaluar las cazas de tesoros y las webquests 13. Las wikis 13.1. Características fundamentales 9 13.2. Cómo poner en funcionamiento las wikis 13.3. Consejos útiles para diseñar las wikis 13.4. Formas de evaluar las wikis Actividades en Educación Primaria Bibliografía 10 Prólogo Estoy convencida de que los docentes ya no nos conformamos con herramientas que nos faciliten la transmisión de contenidos, buscamos algo más. Son las nuevas tecnologías un medio idóneo para cubrir esta necesidad, esencialmente por la multitud de experiencias y espacios que son capaces de generar en nuestras aulas. Tecnologías que inundarán ese mundo de “cuatro paredes” para convertirlo en otro lleno de una riqueza que aún nos resulta difícil de valorar con parámetros conocidos. Este libro ofrece la posibilidad de abrir una ventana a ese mundo de las tecnologías, en el que como aliadas nos pueden ayudar a mejorar el trabajo diario con los estudiantes. La Educación Infantil es la etapa más olvidada al hablar de TIC, sin embargo sobran justificaciones para decir que es el período más idóneo para introducir estas herramientas de trabajo y aprendizaje en el mundo escolar de los más pequeños. Están en sus vidas, en sus hogares, han nacido con ellas formando parte de sus espacios. El debate acerca de la inclusión de las tecnologías en Infantil es algo que se debe de obviar, están más que razonadas sus ventajas y es el primer paso hacia una deseada invisibilidad de las TIC. La parte dedicada a Infantil anima a todos los docentes a que poco a poco vayan creyendo en la posibilidad de trabajar con ellas. Se ha justificado la necesidad de introducirlas así como la forma de hacerlo, se ha ilustrado con aportaciones que ponen en situación a los docentes de esta etapa y se exponen casos y aplicaciones prácticas para dar ideas a los que ya están trabajando y a los que comienzan. Felicito a estos docentes que creyeron en las TIC, las incorporaron a sus aulas y hoy representan un ejemplo, sus aportaciones nos han dado pistas y nos han hecho reflexionar sobre cómo debemos hacerlo día a día. En Educación Primaria nos encontramos con experiencias e iniciativas más consolidadas, claras, precisas y estructuradas que expresan la madurez de la utilización de estas herramientas en este nivel, no quita ello la obligación de seguir investigando y trabajando en este tema para encontrar nuevas aplicaciones, pues aún no podemos dar por finalizadas sus posibilidades y aportaciones. Igual que en Infantil, sin las aportaciones de los docentes difícilmente podríamos seguir avanzando. Sabemos que las ofertas que nos hacen las TIC son incalculables, de algunas ya tenemos suficientes pruebas para 11 saber cuáles son las destrezas puestas en juego para asegurar su mejor aprovechamiento. Sin embargo, de otras nos encontramos en su momento de inicio y, por tanto, de descubrimiento, nos queda mucho camino por recorrer. Es necesario seguir trabajando de forma colectiva, ensayar con ellas (conocer cuál es la mejor manera de usarlas para sacarles el máximo partido). Llegar entre todos a conocer qué hay en ellas, imaginar lo inimaginable. Calcular y recalcular continuamente su valor con viejas y nuevas estrategias que mejoren el progreso y la madurez de nuestros estudiantes. Advertir al lector de dos ideas fundamentales que encontrará en este libro, base de nuestra filosofía de trabajo con las TIC, lograr la invisibilidad y la integración curricular de las tecnologías. Ideas que se subrayan una y otra vez en sus páginas, es para nosotros una línea de trabajo indispensable para llegar a la utilización de las mismas desde un enfoque didáctico. El medio no adquiere valor sin el docente. Estar convencidos de que toda tecnología ha de estar guiada por un planteamiento curricular que se verá reflejado en la forma y estructura que ha enfocado ambas partes (Infantil y Primaria) variables, pautas, criterios, etc. indispensables y que nos ayuden a incorporarlas como elementos curriculares que entran en juego. La contextualización realizada de las diferentes tecnologías en cada etapa posibilita al lector la visión sobre el enfoque de trabajo que se debe y se puede hacer con cada una de ellas. La exposición de casos y la ejemplificación de herramientas que aparecen en este libro aportan un bagaje de elementos que añade una visión global de las actuales tecnologías. Rosalía Romero Universidad de Sevilla 12 Parte I Las tecnologías en Educación Infantil 13 1 Las tecnologías en el currículo de Educación Infantil Para nadie es ya cuestionable que la EducaciónInfantil constituye una etapa educativa con identidad propia. En esta etapa, como recoge el Real Decreto por el que se establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de la Educación Infantil (Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo), más que en cualquier otra, el desarrollo y el aprendizaje son procesos dinámicos que tienen lugar como consecuencia de la interacción con el entorno. Es por ello que el currículo ha de hacer un gran esfuerzo en lograr no sólo un desarrollo integral y armónico del niño en los planos físico, motórico, emocional, afectivo, social y cognitivo, sino que ha de procurar aprendizajes que contribuyan y lo hagan posible. Con este principio y partiendo de la premisa de que, entre las muchas posibilidades que ofrecen las tecnologías y especialmente la informática se encuentra la de educar, nos encontramos con unas aliadas excepcionales para apoyar, complementar, ampliar, etc. las tareas que proporcionaran esas experiencias que antes se mencionaban. Las tecnologías a las que se hará referencia en el libro se han convertido en el mejor profesor del mundo (en ciertos momentos) y en las mejores herramientas de aprendizaje práctico y divertido (según cómo se planifique). Contar con la combinación de textos, voces, sonidos, vídeos, animaciones, dibujos, fotografías… y la posibilidad de abrir las aulas al exterior con tan sólo hacer un clic no sólo facilita el aprendizaje de cualquier concepto sino que ha abierto la posibilidad de exponer y compartir esas experiencias dentro y fuera de aula. Las capacidades multimedia de estas tecnologías las convierten en herramientas camaleónicas para la educación. Si a la capacidad de estas tecnologías para adaptarse a las tareas más diversas se le unen las posibilidades curriculares tan creativas que el profesorado puede diseñar en el aula, lo que se logra es una mayor flexibilidad para poder desarrollar el currículo de forma más dinámica, enriqueciéndolo con experiencias que respetan el ritmo y el estilo madurativo de cada niño y niña. Todo ello, considerando los aspectos que condicionan la práctica educativa de esta etapa como la afectividad, las características personales del alumnado, sus necesidades, intereses y estilo cognitivo, fundamentales para el buen uso de las mismas. A lo señalado se añade la gran revolución que se ha producido en el software, sobre 14 todo en el interface de usuario, sin ir más lejos y prueba de ello es el haber reducido la edad mínima necesaria para poder utilizar un programa posibilitando la accesibilidad y usabilidad a niños y niñas de muy corta edad (hay software recomendado incluso para 18 meses). Apuntar a estas primeras líneas, que hay datos que muestran que cada vez son más los niños escolarizados que disponen de un ordenador en el ámbito familiar, sin embargo, aún se tiene la tímida sensación de querer protegerlos de estas atrayentes tecnologías, olvidando que quizá la tarea de un educador no sea tanto la de aislarlos de ellas sino más bien la de educarlos en y con ellas. Se sabe que los niños de estas edades están preparados para manejar y comprender el funcionamiento de las tecnologías. Las incorporan a su repertorio de herramientas de aprendizaje sin ningún tipo de problema (Romero, 2006, p. 9). En todo el mundo los niños han iniciado un largo y apasionado romance con los ordenadores. Con los ordenadores llevan a cabo todo tipo de actividades, aunque la mayor parte del tiempo lo dedican a jugar. Utilizan los ordenadores para escribir, dibujar, comunicarse y obtener información (Papert, 1995). A lo largo del desarrollo de este capítulo se describirán dos grandes ideas que nos darán una primera aproximación al mundo de la tecnología en infantil. La primera de ellas acerca al lector de forma escueta a las características evolutivas de los niños de estas edades, de tal forma que nos sitúa para posteriormente dar paso a la segunda, que matiza estos aspectos con referencias curriculares explícitas en las leyes actuales. 1.1. El desarrollo evolutivo en Infantil Son numerosos los que trabajan para conocer el desarrollo evolutivo del niño durante su infancia (0-6 años), y todos coinciden en que en este período hay varios aspectos básicos que se deben considerar: – El desarrollo del lenguaje está íntegramente ligado al proceso de socialización del niño, entre otras cosas, porque el grupo de juego se amplía y sirve de estímulo al deseo de comunicación. La calidad del lenguaje dependerá, en mucho, de la estimulación familiar así como del entorno inmediato que le envuelve. – El desarrollo cognitivo se centra en actividades relacionadas con el aspecto intelectual, para lo cual es necesario fomentar actividades sensomotoras, egocéntricas y operativas. Para las primeras (sensomotoras) se pueden diseñar aquellas con las que el niño puede mover libremente, seguir con la vista objetos móviles, distinguir la procedencia de los mismos, tocar materiales, hacer descubrimientos, etc. Para las segundas, el juego se convierte en la 15 estrategia básica por excelencia, así que las representaciones de la vida familiar, juegos de mimos, dramatizaciones, memorizar y resolver adivinanzas, seriar objetos, cantidades y tamaños, comparar, etc., estas y otras serán actividades que ayudan al desarrollo de las mismas. – El desarrollo socioafectivo se incrementa al integrarse el niño en la escuela infantil, al mismo tiempo que toma conciencia de su individualidad y de la existencia de otros. Fuera de su familia adquiere comportamientos sociales al imitar a otros niños y al identificarse con el maestro o maestra, esto determina su necesidad de atención y aprobación de los demás. Desde el punto de vista educativo, lleva implícita la madurez para el trabajo, que corresponde a hábitos adquiridos a través del proceso de normalización, lo que supone un desarrollo de conocimiento y adaptación a su medio, junto al de hábitos socializadores. Considerando que es a la edad de tres años cuando la mayoría de los niños tienen su primer contacto con un centro escolar, y a diferencia de épocas anteriores, en las cuales no se otorgaba gran importancia a esta etapa (Educación Infantil, de 3 a 6 años), en la actualidad se ha de considerar relevante este período escolar por las siguientes razones: • Se sientan las bases de futuros aprendizajes. • Se adquieren hábitos de conducta. • Se adquieren hábitos de convivencia. • Se suceden grandes cambios de crecimiento intelectual. • Se produce una intensa evolución de sus órganos sensoriales. • Se adquiere plasticidad y predisposición al cambio. • Se adquiere gran capacidad para el aprendizaje (Contijoch, Ferré y Gisbert, 2001). Estas y otras razones se consideran básicas para conseguir el desarrollo de todos los niños y niñas, es por ello, que se insiste en que la pieza clave es trabajar la acción educativa. En este período es fundamental y básico para sentar las bases para el desarrollo de competencias y la adquisición de destrezas para realizar actividades habituales y, por supuesto, para el posterior proceso evolutivo del alumno. El Programa de Educación Preescolar 2004 (PEP 2004) define las competencias como un conjunto de capacidades que incluye conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas que una persona logra mediante procesos de aprendizaje y que se manifiestan en su desempeño en situaciones y contextos diversos. Es decir, por medio de los procesos de aprendizaje se enriquecen las experiencias de los alumnos, se fortalecen y desarrollan competencias que les permiten transferir a cualquier situación los conocimientos. Las competencias no son habilidades que se desarrollan con una actividad, es necesario replantear las actividades desde la diversidad de juegos o tareas que se pueden inventar, crear o reproducir, y observar qué aspectos se van consolidando en el pequeño. 16 Para lograr que este esfuerzo e intencionalidad curricular cumpla este objetivo hay que tener en cuenta los aspectos que caracterizan el aprendizaje motivador en los niños: – La rutina ayuda a adquirir formasde comportamiento que permiten la adaptación al medio familiar, escolar y social. – Todo proceso de repetición ha de estar lo suficientemente motivado para que el niño dé sentido al mismo. – Para que se llegue a una fijación, relativa en el niño de Educación Infantil, los procesos de generalización y transferencia son procesos clave en la adquisición de hábitos. Todo ello sin perder de vista que los niños y niñas de estas edades tienen como fuente básica de actividad el juego. Los juegos son una base importante para su motivación y autoestima. Los niños operan en el juego con un significado al margen del significado real de las cosas. En el juego, éste se mueve por sus apetencias, también se somete a las reglas que le impone el nuevo significado que él da a las cosas y a las situaciones. El niño, en el juego, experimenta con personas y cosas, almacena información en su memoria, estudia causas y efectos, resuelve problemas, construye un vocabulario útil, aprende a controlar las reacciones e impulsos emocionales centrados sobre sí mismo, adapta su conducta a los hábitos culturales de su grupo social, interpreta acontecimientos nuevos, incrementa las ideas positivas relativas a su autoconcepto, desarrolla destrezas motrices finas y gruesas, etc. (García-Valcárcel, 2000: 43). El juego consiste en la participación activa en actividades físicas o mentales placenteras con el fin de conseguir una satisfacción emocional (ibíd.: 44). Algunas conclusiones de este apartado con relación al aprendizaje en infantil son las siguientes: – Es de construcción interna. – Depende del nivel de desarrollo de cada alumno. – Este desarrollo se manifiesta en capacidades. – Se interioriza a través de la observación-manipulación, hasta llegar a la adquisición de hábitos y valores. 1.2. Las tecnologías en Infantil En líneas anteriores se aseguró la valiosa aportación que las nuevas tecnologías, sean cuales sean, harían para enriquecer las experiencias de los niños y niñas a fin de saciar 17 ese interés desorbitado que tienen por conocer, descubrir y conquistar todo aquello que les rodea. También se ha señalado el papel que la acción educativa tiene en todo ello, pero ahora llega el momento de analizar, desde planteamientos curriculares, qué decisiones se han de tomar a nivel de planificación. Está claro que para un buen desarrollo de las capacidades es necesario planificar de forma sensata y ordenada, es la única forma de ayudar a que el aprendizaje obtenga su doble finalidad: 1. Aprovechar al máximo la capacidad de desarrollo del niño, potenciándola a través de la acción educativa. 2. Dotar a los niños de competencia, destreza y hábitos que faciliten su adaptación posterior a los niveles del sistema educativo (Educación Infantil-MEC, 1989: 80-81). La Ley Orgánica de 2/2006, de 3 de mayo, hace hincapié en que dentro de la capacidad comunicativa que se ha de trabajar en el currículo, intervienen otros tipos de lenguajes como el corporal, artístico (tanto plástico como musical), el audiovisual y el matemático, que en su conjunto son básicos para enriquecer las posibilidades de expresión y contribuyen al desarrollo de la competencia comunicativa (p. 6). En el Art. 5 punto 3 se subraya la necesidad de fomentar “…experiencias de iniciación temprana en habilidades básicas, en las tecnologías de la información y de la comunicación así como en la expresión visual y musical” (p. 3). También recoge que la “imagen que niños y niñas construyen de sí mismos es en gran parte una interiorización de la que les muestran quienes les rodean y de la confianza que en ellos depositan” (p. 7). En todas estas referencias y en las que a continuación se presentan, las tecnologías nos pueden ofrecer fórmulas para ayudar a enriquecer dichas experiencias: • Formarse una imagen más ajustada y positiva de sí mismo a través de la interacción con los otros y de la identificación gradual de las propias características, posibilidades y limitaciones, desarrollando sentimientos de autoestima y autonomía personal. • Identificar los propios sentimientos, emociones, necesidades o preferencias, y ser capaces de denominarlos, expresarlos y comunicarlos a los demás, identificando y respetando, también, los de los otros. • Realizar, de manera cada vez más autónoma, actividades habituales y tareas sencillas para resolver problemas de la vida cotidiana, aumentando el sentimiento de autoconfianza y la capacidad de iniciativa, y desarrollando estrategias para satisfacer las necesidades básicas (Objetivos Infantil-Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo, de Educación). 18 Las tecnologías, en general, son para estos niños un compañero incansable como el ordenador, que nunca se cansará de repetir, mostrar, cantar, señalar, dibujar, borrar, etc. Y con software diseñado como la base del juego, pero siempre para que el niño aprenda. Por lo que no se trata de perder el tiempo jugando, hay que aprender algo durante el juego. Centrar al niño en propuestas de realización de una serie de actividades, que suelen ser laberintos, juegos de emparejamiento y de dibujo y actividades de reconocimiento de letras, colores, números, formas y notas musicales, pero todas ellas con una intencionalidad de generar aprendizajes y desarrollar habilidades. Planificar este proceso educativo en el que se insertan estas experiencias es, por tanto, una tarea importantísima dentro del quehacer diario de un docente, ya que no basta con incluir estas herramientas; requiere un proceso en el que hay que tomar múltiples y diferentes decisiones sobre qué, cómo y cuándo. El solo hecho de tener en su entorno un nuevo compañero puede despistarles, y para ello es necesario, al principio, crear un ambiente agradable que predisponga a la seguridad y al aprendizaje con las nuevas herramientas. De ahí que secuenciar y estructurar las actividades dentro del currículo facilite la consecución de los objetivos trazados. Cualquier medio tiene peligros y es conveniente el control de los adultos sobre el uso que los niños hacen de ellos (García-Valcárcel, 2000: 51). En la práctica esto supone que el profesorado ha de crear, diseñar y preparar concienzudamente las actividades que promuevan la motivación de lo planificado. Partir del proyecto curricular de aula es una buena idea, de esta forma se tendrá una panorámica global de todo lo que se va hacer para luego concretarlo en cada unidad. Esto ayuda a delimitar el material necesario, permite adecuar los espacios para que sean suficientes, dejar momentos para que aprendan por sí mismos, fomentar diferentes tipos de trabajo tanto individual como grupal (proyectos grupo-clase) y temporalizar las actividades de acuerdo con los intereses de los alumnos y con los objetivos propuestos. A lo que se unen supuestos que ya se han señalado como que el objetivo pueda ser libremente asumido o elegido por el profesor, que la situación ofertada de juego sea placentera, que exista un grado de libertad elevado en la toma de decisiones por parte de alumno y que el proceso se puede abandonar cuando se quiera. La actividad ha de suponer un reto interesante en el que merece la pena esforzarse. Por ejemplo, hacer un dibujo que nos sirva de tarjeta para invitar a nuestros amigos. • Realizar seriaciones teniendo en cuenta uno o varios criterios como una colección de estampas, pegatinas, personajes animados, etc. • Escribir un cuento eligiendo personajes, acciones, etc. • Identificar elementos de un entorno. • Situarlos especialmente según indicaciones. • Etc. 19 No se ha de olvidar y por ello es importante recalcar que el diseño de una acción educativa que pretenda la integración curricular de la tecnología en el aula como un recurso más para el aprendizaje ha de estar planteado para: • Estimular la creatividad. • Que el niño experimente y manipule. • Respetar el ritmo de aprendizaje de los alumnos. • Trabajar en grupo favoreciendo la socialización. • Fomentar la curiosidad y el espíritu de investigación. 20 2 La unidad didáctica como base para la integracióncurricular de las tecnologías Desde que apareció la Ley General de Educación (1970) se han trabajado bajo diseños curriculares elaborados por el Ministerio de Educación, hasta que con la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990 (LOGSE), se modifica esta situación produciéndose un cambio hacia una filosofía de descentralización y diversificación. Se establece que cada centro es diferente, tanto por las personas que lo componen como por el entorno social en que se sitúa. Esta modificación plantea un problema que hasta ese momento era desconocido, que el profesorado no domina las tareas de diseño curricular; entre otras cosas, porque no se ha tenido que dedicar a ellas. El diseño curricular del que se habla no es más que la tarea de elaborar una propuesta de acción para llevar a la práctica en el aula, que ha de responder a interrogantes del tipo qué, quién, cómo, cuándo, dónde y para qué enseñar y evaluar. Con ella se pretende concretar unos objetivos, seleccionar y secuenciar unos contenidos, diseñar una estrategia de metodología adecuada, tener la necesidad y disponibilidad de unos recursos y/ o materiales para poder llevarla a cabo, y hacerla real por medio de actividades que han de organizarse en el espacio-tiempo, y todo ello impregnado por la evaluación o comprobación de la eficacia de cada una. La complejidad de estos elementos obliga a plantear el currículo en tres niveles, de menor a mayor concreción, a fin de partir de un marco más general y común que garantice unos mínimos en cuanto a competencias estatales y territoriales (1.° nivel de concreción), para perfilar esas líneas directrices hacia un diseño curricular más cercano en el que intervienen las características y particularidades de cada centro aceptado y elaborado por un colectivo de profesores (2.° nivel de concreción) y llegar al más básico y práctico, el que está directamente relacionado con el trabajo diario del profesor y en el que quedan reflejadas las actividades que se realizan en el aula a través de las unidades didácticas (3.er nivel de concreción). Estas unidades didácticas están consensuadas por un equipo de profesores que trabajan en un mismo curso o ciclo. Implican un modelo didáctico con el que se han de identificar, por lo que reflejarán el pensamiento y la forma de hacer de un grupo de profesores. Se enseña como uno piensa. 21 Planificar la enseñanza es asumir que se está llevando a cabo un proceso de reflexión-previsión-propuesta de una acción formativa, diseñada y elaborada por un grupo de compañeros a los que identifica. Se asume que dicho proyecto no está terminado, pues como se ha señalado no sólo se encuentra sometido a cambios continuos, sino a adaptaciones que cada miembro considere oportunas y necesarias para su cumplimiento. Además ha de reunir los principios de aprendizaje que se sintetizan a continuación: – Para que se produzca aprendizaje la persona debe tomar un papel activo, los contenidos que se presenten han de ser significativos para el alumno. A esto ayuda que sean presentados desde una perspectiva que ponga de manifiesto su aplicación funcional, esto lo facilita mucho si se utilizan enfoques globalizadores o multidisciplinares. – Es necesario fomentar un papel activo por parte del aprendiz, cada vez es menos necesario que el profesor ocupe su tiempo tratando de transmitir conocimientos, y en su lugar, puede pasar a desempeñar tareas como orientador y mediador en los procesos de aprendizaje. – Lo fundamental y esencial que es el aprendizaje social y el papel del trabajo grupal de tipo cooperativo en el desarrollo de habilidades de construcción de conocimientos y de expresión, comunicación e intercambio. Por ello, la elaboración de la unidad didáctica requiere una reflexión no sólo del modelo de enseñanza sino de los principios de aprendizaje. De ahí que, una vez superada la primera fase en la que se realiza un acercamiento a la tecnología de forma aislada y circunstancial o añadida al currículo, se cambie para tratar de evitar estas formas de semi-incorporación hacia una integración curricular donde exista una invisibilidad de las TIC. Hay que evitar que los centros se acomoden superficialmente a las nuevas herramientas sin realizar una verdadera transformación. Por tanto, hay que empezar reconociendo que están ahí y que hay que aprovecharlas, no a tontas y a locas, sino de forma consciente, viendo y comprobando sus posibilidades. Esto impulsará a los educadores hacia la necesidad de revisar algunos de los planteamientos comunicativos que hasta hace poco eran los “reyes de la casa” y que ahora empiezan a ser destronados, no por su desuso sino porque tienen otros competidores mucho más atractivos. La postura abierta a reconocer esas posibilidades que nos ofrecen las tecnologías es lo que impulsa ese cambio de planteamiento así como de apertura a la utilización de otros recursos no tan convencionales (ordenador, pizarras digitales, blogs, webquests, etc.). Significa esto una filosofía de educación ligada al convencimiento de que las tecnologías aportan experiencias enriquecedoras a los pequeños; que la rutina, el proceso de repetición y las actividades basadas en el juego son fuentes básicas para su aprendizaje y, precisamente, contamos con algunos aliados incansables como lo es el ordenador. En esta línea y generalizando el análisis de diferentes situaciones de utilización de tecnologías, existen diferentes niveles de uso: 22 – Uno en el que prima realizar actividades puntuales con objetivos no muy claros, esto ocurre sobre todo cuando se está tanteando el uso o no de un medio (comprobar su utilidad didáctica). Se suele utilizar en tiempos libres del alumno y las actividades están enfocadas a trabajos de carácter creativo. Se convierte en un elemento motivador (recompensa para alumnos que finalizan sus tareas de clase). – Otro consiste en plantear el uso de la tecnología introduciéndolo en ciertos momentos del día una vez diseñadas las unidades de trabajo. En este caso lo que se suele hacer es ver qué posibilidades hay de cambiar, modificar, completar algunas actividades ya fijadas con unos medios o recursos y sustituirlas por unas tecnologías (reemplazar para mejorar). En este caso se ha de justificar la aportación que va a hacer esa nueva herramienta en sustitución de la anterior. Hay una cierta incorporación curricular de la tecnología, un ejemplo puede ser el rincón del ordenador, en el que se establece un horario de trabajo y unos objetivos que complementan a los que se trabajan en otro rincón. – Y un tercero, incorporado en pocos casos, es aquel que se plantea la incorporación curricular de la tecnología. En esta situación, desde el primer momento se pensará en las posibilidades del medio tecnológico así como en la estrategia didáctica más idónea para introducirlo; esto hará que la unidad en la que se ha integrado la tecnología sea más coherente (es más fácil detectar el hilo conductor de la unidad en la que se incluye la tecnología como un elemento más del planteamiento desde el principio) y en consecuencia más fácil de aplicar. No hay momentos establecidos para su uso, no se piensa en la tecnología como un elemento añadido. La tecnología en sí misma forma parte del desarrollo curricular. El nivel de uso influye en la efectividad del medio tecnológico, pero esta efectividad depende directamente de la capacidad que el profesor tenga para plantear y diseñar las estrategias didácticas más acordes para desarrollar las capacidades de estos pequeños. El profesorado será el encargado de sacarle partido al medio, y la mejor forma de hacerlo es incorporarlo en las unidades de trabajo como un elemento más. Se desecha, por tanto, el pensamiento de usar el ordenador de forma puntual y se trabaja en la línea de considerarlo un elemento curricular, de modo que se llegue a la invisibilidad del medio. Se exponen a este respecto algunas características recogidas de diferentes estudios sobre el perfil del profesorado de Educación Infantil: • El profesorado de Infantilmuestra un alto grado de participación en actividades formativas, principalmente relacionadas con metodología basada en el enfoque constructivista del aprendizaje, activa y participativa. • Alto porcentaje de grupos de trabajo ante la necesidad y el interés de coordinarse 23 y llevar a cabo un trabajo en equipo de tipo colaborativo, para búsqueda y elaboración de recursos para el aula. • Carácter innovador. Iniciar el planteamiento del uso de las tecnologías concretando la postura que se tendrá ante ellos es lo primero, pero además tener claros los conocimientos que se van a promover en los alumnos, las habilidades que se van a poner en juego o a desarrollar, y las actitudes y valores que se van a propiciar y a practicar. Teniendo respuesta a estos interrogantes es más fácil ver las distintas posibilidades de cómo incluir la tecnología en la unidad de trabajo. Al considerar previamente las posibilidades que nos ofrece, o que nosotros hemos elegido que nos ofrezca, se tendrá más idea sobre lo que se espera de ella. Los medios deben tratarse con cuidado, llenarlos de contenido, de aprendizaje, de procedimientos, de significado. Cuando Moscovici, escribía que… “toda cognición, toda motivación, y todo comportamiento existen y crean un impacto únicamente cuando realmente significan algo”, nos acercaba a la idea de que todo hacer y todo saber hacer, toda herramienta en el aula, toda acción de un maestro y de un alumno deben estar cargadas de significado para poder producir aprendizaje. La importancia del uso de los nuevos medios en Educación Infantil, y en cualquier etapa educativa y de formación, recae en el uso que hagamos de estos medios, pero no en los medios en sí mismos. Tener un ordenador en el aula no nos convierten en buenos educadores ni en alumnos aventajados; utilizar con sentido el ordenador para promover el aprendizaje, sí” (Grané i Oro, 1997). Se ha comentado que para desarrollar competencias es necesario trabajar a largo plazo, pues no es posible observar resultados de un día para otro, es un proceso gradual y complejo con varios niveles de desempeño y que los alumnos, mediante las actividades cotidianas, accederán a ellas. Es en el desempeño donde el docente observa y propicia las habilidades del pequeño para lograr que adquiera las competencias necesarias en su vida escolar y social. En la planificación es donde el docente se enfrenta a interrogantes como para qué, qué, con qué, cómo y cuándo. La respuesta a cada uno implica un importante proceso de reflexión que caracterizará el proceso de enseñanzaaprendizaje que vivirá el niño en el aula. En todos los procesos de diseño didáctico los interrogantes se repiten, pero en el que el objetivo principal es la incorporación de las tecnologías adquieren mayor importancia las decisiones relativas al medio o recurso (con qué) que se va a utilizar en cada momento, así como las relacionadas con las estrategias didácticas más adecuadas para llevarlo a cabo (cómo) y el mejor momento para incluirlas (cuándo). En definitiva, debe quedar clara la intención del trabajo (objetivos que persigue), la tarea que deberá hacer el pequeño, qué distribución se va a establecer (tipo de agrupamiento) el tiempo que se dedicará a la realización de la actividad. Es necesario evitar la improvisación, entre otras cosas para no generar ansiedad en los niños al no saber cuándo les toca, qué es lo que han de hacer en la actividad y para qué les va a servir. En la medida en que ellos tengan claras estas cuestiones pondrán concentrarse 24 mejor en la resolución de la actividad planteada (Rolandi, 2005). La figura 2.1 puede ayudar a conocer y simplificar los momentos curriculares en los que han de introducirse las decisiones sobre la tecnología que se va a incorporar y dejar constancia de ello. Figura 2.1. Momentos curriculares en los que hay que incluir decisiones sobre la tecnología. Se es consciente de que no todo el profesorado puede, ni debe, ir al mismo ritmo en este tema, cada uno necesita su tiempo y ritmo. El hecho de estar a un nivel u otro de integración de la tecnología en el aula, entre otras cosas, es un proceso individual en el que intervienen múltiples factores y aspectos. No sólo es cuestión de querer o no querer sino del valor añadido que lleva la tecnología (conocimiento técnico y didáctico), además de las diferentes concepciones de enseñanza que pueden llegar a dificultar o no la incorporación de las mismas. Respetar el ritmo de cada uno es fundamental para evolucionar de forma segura y coherente sin angustias ni miedos. Lo importante será caminar con pasos firmes (tener claro qué es lo que quiero hacer y por qué), aunque sean pequeños. Los profesores que no han tenido nunca la oportunidad de trabajar con una tecnología les cuesta verla como una herramienta más, y además lo ven como algo que han de añadir a las muchas cosas que ya hacen. Pero lo curioso es que los profesores que sí conocen cómo funcionan las tecnologías tienen en realidad la misma sensación pero saben que lo que están haciendo beneficia a sus alumnos y eso, en principio, les basta (Cabanillas, 2006). 25 26 3 La tecnología informática en las aulas de Infantil La posibilidad didáctica de la informática está primeramente condicionada, no tanto por el medio en sí y sus capacidades, como por la concepción de integración curricular que se tenga, la calidad de la formación del profesorado que la utilice en clase y los soportes organizativos que la lleven a los centros (Domingo, 2000: 113). ¿Qué pasa con la informática en Educación Infantil?… La importancia del apoyo institucional a los centros escolares debe centrarse cada vez más en el apoyo a maestros y alumnos. Más allá de la dotación de recursos, existen, por un lado, necesidades de formación del profesorado que deben ser resueltas, y, por otro, cuestiones relativas al diseño y la producción de materiales válidos para los procesos de enseñanza y aprendizaje. Y es que la cuestión clave del uso de los medios informáticos y audiovisuales en educación recae directamente sobre los usos concretos y no sobre los medios en sí mismos (Grané i Oro, 1997). Las instituciones educativas en general recogen cinco formas diferentes de integrar las nuevas tecnologías en el proceso educativo: 1. Como recurso didáctico, entendiendo al profesor como usuario de medios a través de los cuales enseña e investiga. 2. Como contenido curricular, introduciendo las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) en áreas y materias existentes pero adaptándolas a los diferentes niveles educativos. 3. Como instrumentos para el aprendizaje, convirtiéndose los alumnos en usuarios activos de los diferentes medios para la expresión y creación personal. 4. Como recurso para la organización escolar, como instrumento para facilitar y mejorar el proceso de evaluación. 5. Y, por último, como recurso de desarrollo comunitario, ya que el uso de estos medios por toda la comunidad educativa posibilitaría el desarrollo cultural, social y educativo de la misma. En líneas generales y simplificando, si nos acercamos a la manera en que las instituciones oficiales contemplan la incorporación de la informática en el aula, podemos 27 observar que los medios tecnológicos son considerados como fin u objeto de estudio, como medio o instrumento didáctico y en la mayoría de los casos como una combinación de ambos. Un instrumento didáctico que puede ser útil tanto para el profesor como para los alumnos. A) La informática como fin El objetivo es ofrecer a los alumnos conocimientos y destrezas básicas sobre la informática, para que adquieran las bases de una educación tecnológica que les servirá para una adaptación a una sociedad en la que las nuevas tecnologías tienen cada día un papel más relevante. Lo que se pretende no es que el alumno tenga una preparación técnica especializada, sino que se sensibilice sobre las nuevas tecnologías, y poco a poco, según lo que pueda asimilar en cada edad, adquiera una formación que le pueda ser útil parasu futura inserción social y laboral. De esta forma podemos considerar tres propuestas a la hora de integrar una alfabetización informática: – Crear una nueva área en el currículo, la Informática. – Introducir los contenidos curriculares relativos a la Informática en áreas próximas, como Matemáticas o Tecnología. – Introducir contenidos curriculares en cada área. Cuando la Ley de la Reforma Educativa propone abordar algunos contenidos curriculares relativos a la Informática, opta claramente por la tercera opción, es decir, se plantean los contenidos curriculares ligados a la Informática de manera transversal, que se trabaje desde el interior de cada área para introducirla en un contexto significativo, tal y como la tecnología informática se ha ido incorporando en las diferentes prácticas de la sociedad. La aparición de los contenidos de la Informática en cada área exige que el profesor adquiera también una cultura informática, requisito indispensable para que pueda utilizar esta herramienta como instrumento didáctico. Por tanto, no sólo el profesor tiene que tener los conocimientos y las destrezas suficientes en el ámbito de la Informática, sino que tanto los alumnos como el profesor deberían poder acceder con facilidad a los ordenadores para basar el aprendizaje en la práctica. Para llegar a esta idea, alumno y profesores han de haber pasado por planteamientos más sencillos, ya que sólo se llega a éste cuando se ha trabajado con supuestos más simples. Y más cuando las líneas de trabajo futuras con el profesorado están dando un giro para orientarlas más hacia el concepto de Web 2.0, en la que se hace fundamental para el profesorado hacerle partícipe de las posibilidades que ofrece la web para su actualización profesional, para la realización de su labor docente y lo que es más importante, formar 28 parte de manera activa de una red de profesionales con intereses comunes. Es importante integrar al profesorado de Educación Infantil en la sociedad del conocimiento y en las nuevas tecnologías para que le permitan conocer, utilizar, investigar, innovar su práctica educativa minimizando dificultades y rentabilizando recursos. Cuando nos referimos al término web 2.0 nos referimos a una serie de aplicaciones y páginas de internet que utilizan la inteligencia colectiva para proporcionar servicios interactivos en red dando al usuario el control de sus datos (O’Reilly, 2005). B) La informática como medio Esta alternativa es totalmente compatible con la primera. Está orientada a sacar todo el provecho de las potencialidades del medio para convertirlo en instrumento de aprendizaje y en una gran ayuda. 1. Desde el punto de vista del profesor, las nuevas tecnologías constituyen un instrumento con dos tipos de utilidad: – Le ayudan en sus tareas administrativas, en la preparación de sus clases o en la evaluación. – Le ayudan en sus tareas de enseñanza. Esto requiere el diseño, adaptación y elección de materiales informáticos (simulaciones, bases de datos, programas educativos con objetivos concretos, procesadores de textos, hojas de cálculo, Internet, blogs, etc.) adecuados a determinados contenidos curriculares de la materia que se esté impartiendo. 2. Desde el punto de vista del alumno, la informática puede ser también un instrumento de aprendizaje. El objetivo aquí ya no sería, como en el caso anterior, aprender Informática, sino aprender conocimiento sobre sí mismo y autonomía personal; conocimiento del entorno; lenguajes: comunicación y representación utilizando las tecnologías que tenemos a nuestro alcance. Aquí podemos hablar de: – Aprender del ordenador, mediante la utilización de programas didácticos cerrados previamente diseñados con unos objetivos didácticos precisos. – Aprender con el ordenador, aprendizaje en el que el ordenador es tan sólo una herramienta para determinadas tareas escolares (escribir, calcular, buscar información). En este caso el objetivo didáctico no está contenido en el software, sino en utilizar el ordenador como una herramienta más para plantear actividades de meditación y refuerzo, como un medio de exploración que potencia los procesos de aprendizaje de contenidos curriculares. 29 Es fundamental para esta opción, basada en que la tecnología se utilice como instrumento didáctico en los procesos enseñanza-aprendizaje, que el ordenador esté integrado en el aula (como recurso del aula). También es posible plantearlo teniendo un aula de Informática, en este caso la elaboración y diseño de las tareas habrían de estar coordinados con las realizadas en el aula ordinaria para que los niños y niñas tengan sensación de continuidad en lo que están haciendo. Ante lo expuesto, y con lo que ya se ha señalado, no se puede olvidar que es realmente la actitud del profesorado hacia la tecnología lo que influye más en la evolución y en la forma de introducir ésta en el aula. Los profesores son conscientes de los beneficios que trae la implantación de las nuevas tecnologías, pero siempre que la administración o los organismos competentes procuren una formación, dotación, ayuda de especialistas, etc. Una mera dotación de recursos no es suficiente para que el profesorado vea y comprenda la necesidad de incorporar las tecnologías al aula. Haciendo una breve referencia al tema de la formación del profesorado –tanto en formación inicial como en formación permanente–conviene señalar que hay numerosas propuestas sobre cómo debe plantearse para que adquieran las competencias necesarias para utilizar las tecnologías (Blázquez, 1994; Cabero, 1994; De Benito, Pérez y Salinas; 1994; Gallego, 1994; Camacho, 1995; Cebrián, 1996; Gutiérrez, 1997; Martínez, 1997; Iglesias y Raposo, 1998). Estas propuestas giran en torno a tres aspectos: 1. Formación en medios. Esto significa, además de una alfabetización audiovisual e informática, el manejo de conceptos específicos y la adquisición de cierta cultura tecnológica. Podríamos hablar de una formación de carácter conceptual: los hechos, conceptos y principios que un docente ha de poseer sobre los medios para poder manejarlos sin dificultad. 2. Formación con medios. Los medios además deben estar presentes en las distintas actividades formativas que realiza el docente. Que el docente los utilice, desarrolle destrezas y habilidades que le permitan desempeñar un papel como usuario de medios. Sería una formación de carácter procedimental: lo que el docente ha de saber hacer con los medios. 3. Formación para los medios. Una formación para el uso de medios desde un punto de vista didáctico, centrada en las distintas posibilidades metodológicas de los medios en situaciones de enseñanza-aprendizaje, en el conocimiento de los efectos del medio sobre el aprendizaje de los alumnos. Esta formación exige de la valoración y análisis crítico de los medios. Es, por tanto, una formación encaminada al ámbito actitudinal con respecto al uso de los medios (Raposo, 2000: 19-20). Sirvan estas líneas para dejar constancia de uno de los aspectos más importantes que se deben considerar en la incorporación de las tecnologías al aula. Se profundizará más 30 concretamente en el papel del profesor en el capítulo 7. 3.1. Posibilidades educativas del ordenador en el aula Ya que en el presente capítulo los métodos y técnicas de enseñanza están siendo expuestos y se hacen propuestas de cambios en ellos de cara a una integración curricular de las TIC de forma sensata y coherente, nos dedicaremos en este apartado a justificar algunas de las cualidades que la herramienta ordenador –la versatilidad y flexibilidad– nos ofrece en el aula. Los datos más recientes muestran que ha habido un enorme incremento en el número de ordenadores adquiridos por las instituciones educativas en la última década, pero los investigadores afirman que hay muchos más millones de ordenadores en los hogares, y que el estudiante individualmente pasa pocas horas frente al ordenador en la clase (por semana). El contexto que nos define es el siguiente: la dotación de equipos en cada escuela es unfactor de dificultad a la hora de integrar el ordenador, los equipamientos son insuficientes y por tanto entorpecen las posibilidades de uso, sus características no son adecuadas para el uso escolar y se quedan obsoletas (dotaciones cerradas), sin olvidar el número de alumnos que suele haber por ordenador. Partiendo de este panorama, la utilización de ordenadores en la enseñanza ha sido motivo de investigaciones y existen estudios relacionados sobre cuándo, cómo y dónde usar esta tecnología en el medio educativo. A partir de todos ellos y de la reflexión sobre la utilización de ordenadores en el proceso de enseñanza-aprendizaje se han abierto varias posibilidades de debate a ese respecto. Uno de los puntos de este debate es que muchos educadores piensan que el uso de ordenadores en las escuelas cambiará totalmente su manera de actuar, generando algunas inquietudes que a continuación se recogen: – El ordenador puede sustituir a los profesores, transformando la escuela con la que estamos acostumbrados a convivir. Otros piensan que el ordenador vendrá a contribuir mucho a la escuela y al proceso de enseñanza-aprendizaje, y no descartan la participación del profesor. – Tal vez el profesor y la propia escuela tengan actuaciones diferentes de las que se tengan hoy, pero deben coexistir. La contribución que traen los ordenadores a la educación no pasa de innovaciones conservadoras, donde el ordenador realiza lo que ya se realizaba por otros medios o recursos auxiliares del profesor. – En este caso el ordenador estaría apenas simulando el uso de otros recursos, tales como retroproyectores, proyectores de películas, slides, etc. Para estos educadores el ordenador traería contribuciones sustanciales en términos 31 didácticos y pedagógicos, pero no epistemológicos. – Dependiendo de la interpretación de lo que sea paradigma educativo y del enfoque dado al desarrollo del raciocinio a este respecto, muchos artículos hablan de una nueva escuela con el uso de ordenadores, donde el énfasis estaría centrado en nuevos paradigmas, pero utilizando el mismo modelo instructivo. El uso del ordenador se estaría dando como una nueva herramienta educativa, pero el modelo instructivo continuaría siendo el mismo (Medeiros y Pimentel, 1999). Esta visión sobre lo que la tecnología informática puede o no estar generando en el pensamiento del profesorado no deja de lado la claridad con que se han detectado en numerosos estudios las ventajas e inconvenientes que supone para la enseñanza la incorporación o utilización del ordenador en el aula. Se exponen a continuación: • Ventajas: – Se desarrollan capacidades de lógica y razonamiento con mayor facilidad. – Mejora el rendimiento escolar. – Los niños aprenden a trabajar en grupo y a comunicarse, se hacen más sociables. – Se fomenta la curiosidad, la imaginación y la creatividad, la reflexión y la superación personal. – El aprendizaje es más activo ya que se participa y se interactúa con el ordenador. – Las tecnologías avanzan a velocidad vertiginosa, y es aconsejable aprenderlas lo antes posible para incorporarlas a nuestro fondo vital. • Inconvenientes: – Los ordenadores son muy caros y los programas de software educativo también. – Los colegios no están preparados, no se pueden permitir esta inversión, que además sólo será útil a corto plazo, ya que teniendo en cuenta el avance de la tecnología hay que estar renovando y actualizando tanto el hardware como el software constantemente. – Los profesores no están formados para impartir este nuevo tipo de enseñanza. – Aún hoy se ve la informática como una amenaza para el futuro papel del profesor. – La informática y las nuevas tecnologías son desconocidas aún para la gran mayoría, y lo desconocido suele dar miedo y producir rechazo. – Las nuevas tecnologías pueden llegar a ser perjudiciales si no se utilizan de manera adecuada. 32 Siguiendo con la contextualización, el paisaje que describe lo que hay en la Educación Infantil se puede obtener de las conclusiones obtenidas de un estudio realizado para sondear la opinión de los profesionales de la educación sobre la introducción de las nuevas tecnologías en esta etapa. En este estudio (Vega, 1997) se observa que: • Las escuelas que no trabajan con los ordenadores tienen como principal motivo la imposibilidad de tener máquinas en las clases, pues las consideran condición indispensable. Existe una falta de formación del profesorado en Informática educativa y el desconocimiento de las posibilidades de trabajar con los ordenadores en Educación Infantil. Destacan que no tienen acceso a los ordenadores, ya sea porque el horario del aula está ocupado por los grupos de Primaria o porque está en otro edificio, pero en ningún caso los maestros piensan que no hace falta trabajar con los ordenadores en Educación Infantil. • Las escuelas que sí trabajan con los ordenadores afirman hacerlo en el aula que hay en el centro. La mayoría trabaja en el aula de Informática con una parte del grupo y el resto se queda en la clase con otro maestro (los que tienen problemas con los desdoblamientos van con todo el grupo). Es de destacar que todos, o casi todos, trabajan con dos alumnos por ordenador. Opinan que los alumnos asumen los medios informáticos como un recurso más para el trabajo cotidiano, que permite más autonomía de organización y de horarios y que posibilita integrar los trabajos que se hacen con los ordenadores al resto de actividades y al ritmo de la clase. El ordenador es un rincón más de actividad montado para la clase. Con respecto al software echan de menos tener disponibles aplicaciones para trabajar la lectoescritura, la lógica y la enumeración. Las conclusiones generales son, en primer lugar, que el profesorado de Infantil de las escuelas públicas participantes en la encuesta está interesado en las posibilidades didácticas de los recursos informáticos; en segundo lugar, que estos recursos se utilizan en la medida de las posibilidades de cada centro y, finalmente, que se ha hecho el esfuerzo de optimizar los recursos disponibles para utilizarlos. En cuanto a las reacciones observadas por Jiménez y Gracé (2001) en las aulas de Infantil (niños de 3 a 6 años) en las que se ha integrado el ordenador en el aula, se destaca que: – Los alumnos realizan un proceso de autoaprendizaje cada vez más autónomo. – Aprenden a autocorregirse sus errores. – Aumentan su control y responsabilidad en la toma de decisiones sobre las tareas que van a realizar. – Adquieren destrezas y habilidades relacionadas con la psicomotricidad fina. – Adquieren una alta comprensión del lenguaje iconográfico y visual (conocen los botones empezar, salir, carpetas, etc.). 33 – Las tareas creativas de tipo gráfico que realizan con el ordenador son muy buenas, colaborando en aumentar la seguridad en sí mismos. – Como trabajan con uno o varios compañeros, aumenta la colaboración, la ayuda y se enseñan unos a otros, pronto aprenden que entre varios es más fácil realizar una actividad. Teniendo en cuenta lo expuesto se puede afirmar que la clave está en la correcta selección del material según el tema central de la actividad que se va a desarrollar. Que el ordenador es sólo una herramienta más en el desarrollo de la actividad, como puede serlo un proyector, un juego de bloques lógicos, etc. La importancia de una integración curricular desde la unidad didáctica de aprendizaje. Reconocer que el software es un recurso necesario que se va a usar en un momento determinado que hace lo que necesitamos que haga y es fácil de usar. Y por supuesto asumir que no hay software perfecto, y elegirlo según las necesidades y posibilidades de la situación específica de enseñanza en un momento dado. Por último y para finalizar este apartado, se presentarán algunas de las posibilidades que ofrece el ordenador en el desarrollo de algunos de los aspectos importantes para trabajar en la Educación Infantil: • Para el desarrollo psicomotor. A través del manejo del ratón conseguimos: – Estimular la percepción óculo-manual:presionar y soltar los botones. – Desarrollar la motricidad fina: movimientos precisos. – Reforzar la orientación espacial. – Trabajos manuales complementarios. – Recortar, doblar y pegar, etc. • Habilidades cognitivas: – Trabajar la memoria visual. – Relacionar medio y fin. – Desarrollar la memoria auditiva. • Identidad y autonomía personal: – Identificación de las características individuales: talla, físico, rasgos… – Identificar los sentimientos en función de los gestos y ademanes. – Fomentar la autoconfianza y la autoestima a través de las actividades. • Uso y perfeccionamiento del lenguaje y la comunicación: 34 – Narrativa de cuentos expresando ideas (aprendizaje del inicio, nudo y desenlace de toda historia). – Escuchar y trabajar con cuentos interactivos. – Crear tarjetas de felicitación donde reflejen sus sentimientos. – Dibujar libremente sobre experiencias vividas. – Expresar y resaltar sus vivencias, ideas, experiencias y deseos. • Pautas elementales de convivencia y relación social: – Hábitos de buen comportamiento en clase. – Trabajo en grupo, valorando y respetando las actividades de sus compañeros. – Relacionarse con el entorno social que le rodea creando vínculos afectivos. – Espíritu de ayuda y colaboración. – Aportar y defender sus propios criterios y puntos de vista. • Descubrimiento del entorno inmediato: – Representar escenas familiares a través de programas de diseño gráfico. – Crear juegos cuyas imágenes reflejen su vida cotidiana (familia, mascotas…). – Trabajar con software que les permita crear y construir escenas de su entorno (su casa, el parque, barrio, etc.). – Empezar a familiarizarse con las letras, los números, las horas del reloj, etc. (Romero, 2006: 19-28). Son ejemplos de cómo aprovechar el ordenador para sacarle partido como herramienta didáctica integrada en el aula. 3.2. Estrategias de utilización del ordenador en el aula La idea sobre la que se ha ido trabajando a lo largo de los apartados anteriores señala una postura o posición ante variables que se deben considerar en la integración curricular de la tecnología-ordenador en el aula. Es necesaria una incorporación curricular de las TIC consensuada y reflexionada para poder llegar a buen puerto. La relación entre currículo, docente y alumno es la base para un planteamiento inteligente de estas herramientas. El currículo es el mapa de ruta para nuestra enseñanza al que dirigirse para guiarnos sobre qué debe ser enseñado y aprendido en cada etapa, y en cada momento, de ahí que la tecnología deba estar integrada en ese marco curricular. La tecnología no debe ser el currículo, pero puede ser usada para abordar piezas del mismo (Wirsig, 2002). 35 En este punto es obligado echar un vistazo a las variables que influyen en el currículo y, por tanto, son ésas las que tendremos que considerar a la hora de tomar decisiones. Entre unas y otras existen relaciones muy estrechas y de cierta dependencia pues el cambio o la alteración en una puede repercutir en las demás. En la figura 3.1 aparecen todos los elementos curriculares que se ponen en funcionamiento en el acto didáctico, todos están interrelacionados entre sí, y si observamos la variable “medio”, ésta mantiene una relación de dependencia dentro del contexto curricular con todos y cada uno de ellos, de tal forma que las decisiones que tomemos sobre él influirán en el diseño inicial de los objetivos que se planteen, así como en las decisiones que se tomen sobre el espacio, tiempo, rol del profesor, contenidos, el alumno (distribución del grupo, estilo de aprendizaje…). Figura 3.1. Interacción de los medios con el resto de componentes del currículo. Es recomendable, por tanto, antes de ponerse a diseñar una unidad de trabajo hacer un análisis de la situación, de nuestro contexto (qué se desea hacer con la tecnología, qué medio es el mas idóneo, qué distribución de alumnos es la más adecuada para trabajar esa tarea, con qué tecnología se cuenta, qué concepto es el más adecuado para trabajar con este medio y por qué). A partir de ahí, empezar a diseñar sobre una base realista qué se puede y qué no se puede hacer (diseño de actividades). Si se agrupan estas variables para tenerlas en cuenta en el planteamiento curricular y que resulten más sencillas de analizar, se pueden establecer tres grandes dimensiones: metodológica, organizativa y formativa. Las tres son fundamentales para que la 36 integración del medio se pueda realizar con la mayor coherencia posible y con el menor grado de improvisación. En los siguientes subapartados se hará una descripción de cada una de ellas. 3.2.1. Dimensión metodológica En esta dimensión se van a exponer las variables o aspectos que intervendrán en las decisiones adoptadas al cómo utilizar el medio. El docente debe buscar aquellas condiciones en las que la tecnología pueda potenciar la comprensión en los alumnos. Éste debe ser su objetivo. Hay que ser conscientes de que, si se integra el medio utilizando metodologías tradicionales, la comprensión del alumno de los temas que trabajemos no superará los niveles obtenidos en experiencias donde la tecnología estaba ausente. En cambio, si se utiliza con un enfoque constructivista en el que la tecnología es empleada para trabajar un aspecto determinado del currículo, los niveles superan a los habituales. Está claro que el método de enseñanza que enfatiza la resolución de problemas, el desarrollo de conceptos y el pensamiento crítico es el más adecuado para utilizar la tecnología frente al que sólo esté basado en la simple adquisición de conocimiento. Ya que el medio informático en sí mismo puede constituir un lugar donde los alumnos puedan recolectar información de diferentes formatos para entonces poder organizarla, visualizarla, relacionarla y descubrir conexiones entre diferentes hechos, ideas, situaciones, etc., el valor de la herramienta está en la posibilidad de estimular a los alumnos a crear y producir conocimiento (Jonassen, 2000). Es indispensable en Educación Infantil que el alumno vea la conexión entre los contenidos que se tratan en el aula y la vida diaria, no solamente para mantenerlos interesados en el currículo, sino para prepararlos como ciudadanos, adultos pensantes, respetuosos y responsables. Jonassen (2000) piensa que la tecnología puede nutrir a los alumnos facilitando la exploración y el acceso a determinada información comparando perspectivas, creencias y diferentes concepciones del mundo. Y también que uno de los mayores retos de un docente es proveer a sus alumnos de oportunidades de aprendizajes significativos que satisfagan a la diversidad de niños y niñas que hay en las aulas. Para esa tarea tenemos en el medio informático a un aliado (algunos alumnos no comprenden el concepto sin antes haber hecho algo con él), y más concretamente, por ejemplo, en un software de simulación diseñado para aportar un espacio de múltiples ensayos de forma que satisfaga las inquietudes de los alumnos y contribuya a la comprensión del concepto. Resumiendo, un principio que se ha de asumir con toda responsabilidad es el de usar siempre la tecnología para “aprender haciendo” y reflexionando. Algunas de las posibles estrategias metodológicas que se pueden utilizar en Educación Infantil pueden ser las siguientes: 37 A) Extracurricular Cuando se dice que algo es extracurricular no se refiere tanto a que se realice fuera del horario sino que el planteamiento se lleva a cabo a nivel más general por ciclos, cursos, edades, etc. No se trabajan conceptos de una unidad de trabajo sino objetivos generales. No se suelen trabajar en el espacio del aula ordinaria. La idea de trabajar para incorporar la tecnología va más en la línea de conseguir unos objetivos generales dirigidos a la realización de proyectos concretos por ciclos o cursos pero que no forman parte del currículo del aula. Los talleres son un tipo de estructura educativa en la que el sujeto desarrolla una actividad con un fin eminentemente práctico. El taller responde al concepto de juego-trabajo-proyecto. Se fundamenta en los intereses del niño fomentando la curiosidad; por tanto, las justificaciones para estos talleres son: – La necesidad de manipulación por parte del niño. – La función globalizadora que desarrolla. – La iniciación en la investigación. – Permite desarrollar la creatividad. Se fundamenta en los intereses del niño fomentando la curiosidad; por tanto, un ejemplo de utilización del ordenador en Infantil es el Taller de Cuentos, que les permite crear sus propias historias de forma sencilla, incorporándoles música, personajes, objetos, etc. (Storybook). Ver y oír posteriormente sus creaciones les resulta especialmente atractivo, y permite construir un ambiente alrededor del cuento que contribuye a la ampliación del placer por la lectura. Para hacerse una idea se pondrá un ejemplo de cómo se ha introducido un Taller de Informática externo al aula en los cursos de 3, 4 y 5 años. Ésta es una experiencia extraída del Taller de Informática-Infantil del Colegio Hispania de Cartagena, en Murcia (disponible en http://fantastic.infantil.googlepages.com/taller). El taller se impartió dentro del horario escolar como complemento a las áreas curriculares y el objetivo es enseñar el manejo del ordenador como instrumento de apoyo a los contenidos trabajados en el aula. El taller se llevó a cabo en el aula de Informática trabajando en dos grupos: Grupo A, niños de 5, 6 y 7 años y Grupo B, niños de 3 y 4 años junto a niños de 5. El horario es de 12:30 a 13:30 y los grupos se alternan a lo largo de la semana: lunes Grupo A, martes Grupo B, miércoles Grupo A y jueves Grupo B, alternando el trabajo en equipo o parejas con el individual. El trabajo individual les permite aprender de forma autónoma y de esta manera detectar sus dificultades. El trabajo por turnos, en grupos de 2 o 3, les ayuda a desarrollar el autocontrol, tan necesario en las primeras edades. Aunque la profesora está pendiente de las dudas es más importante la tutorización que reciben de sus iguales, sus compañeros, esto no sólo les estimula sino que les ayuda a mejorar su autoestima. 38 http://fantastic.infantil.googlepages.com/taller B) Centros de interés Freinet hablaba de la necesidad de que la escuela estuviera a tono con la vida. Con ello quería decir que la escuela no podía mantenerse aislada o encerrada en prácticas educativas obsoletas mientras el mundo cambiaba y con él los niños y niñas que se han de educar. Por ello, no es suficiente usar las tecnologías con entusiasmo, ya que cada tecnología requiere de nuevas competencias y habilidades. No se trata sólo de usarlas, sino de comprender los cambios e implicaciones que introducen en la cultura y por supuesto, en la escuela. En este caso estamos hablando de otra forma de incluir la tecnología informática, pero teniendo en cuenta un planteamiento con una fuerte carga curricular. Como ya se ha referido en numerosas ocasiones, es a través de las unidades didácticas elaboradas por los profesores como se puede llevar a cabo una integración curricular del medio informático; es la forma más adecuada para que los niños y niñas de estas edades utilicen las tecnologías como una herramienta más de su aprendizaje. Hay que partir de un centro de interés que surge de las propias experiencias del niño, de sus motivaciones e intereses y, por supuesto, reales y cotidianas. Estas unidades, aunque se elaboren en grupos de profesores, han de adaptarse a las características del grupo-clase y deben servir de respuesta a interrogantes, por lo que no han de ser ficticias, sino naturales. Las unidades o centros de interés serán globalizadoras (su casa, sus amigos, la calle y el entorno, sus juegos, los animales, las plantas, etc.), lo que permite expresar esas vivencias en todos los lenguajes posibles. Estos llamados centros de interés son importantes para la maduración de estos niños y niñas de Infantil porque centra su ilusión en algo usual, cercano y palpable para él, de ahí que a la hora de plantearse su elaboración se tenga en cuenta: – Que las unidades experienciales deben surgir de las propias experiencias del niño y de sus motivaciones e intereses y han de ser de tipo real. – Que se han de adaptar a las características del grupo. – Que aparezcan como respuesta a interrogantes. – Que la temática no ha de ser ficticia, sino natural y en función de todo el grupo. – Que se determinen los fines específicos de cada centro. – Que las unidades o centros de interés sean globalizadoras, lo que permite expresar esas vivencias en todos los lenguajes posibles. – Que las unidades experienciales sigan el desarrollo vivencial del propio niño (su casa, sus amigos, la calle y el entorno, sus juegos, los animales, las plantas, etc.). Dentro de esta posibilidad, los rincones pueden ser una opción metodológica idónea para trabajar en Educación Infantil. Sigue un centro de interés común, pero los niños no 39 realizan trabajos dirigidos, sino más bien propuestas que hace el profesor para que elijan la mejor forma de resolverlas. Laguia y Vidal (2001) afirman que hasta los 6 años el juego es el medio idóneo de todo proceso educativo, el juego es más que placer, es una necesidad vital, es el primer instrumento de aprendizaje del que dispone el niño para conocerse a sí mismo y al mundo que le rodea. Por ello estas autoras se decantan por organizar la clase en rincones, pues piensan que es una buena manera de “jugar y aprender espontáneamente” (p. 5). Los rincones son espacios delimitados, en los que se desarrollan actividades lúdicas, con un fin en sí mismas; es decir, cada rincón tiene un objetivo claro y concreto. Son una propuesta metodológica que engloba tanto juegos libres como trabajos manipulativos, interpretativos de desarrollo social y afectivo. La organización por rincones hace posible la participación activa de los niños en la construcción de sus propios conocimientos. El debate sobre los rincones en Infantil ha llevado a grupos de profesores a cambiar el término rincón de juegos por rincones de actividades, entre otras cosas porque entienden que cada uno de ellos tiene un contenido, un tiempo, un espacio y unos materiales que le confieren una categoría tan importante como cualquier otra actividad escolar. Figura 3.2. Rincón del ordenador en un aula. Quintero (2005) señala que los rincones en Educación Infantil responden a una serie de necesidades del alumno, tanto físicas como psicológicas, que se podrían desglosar en: – Necesidades físicas. – Necesidades afectivas. – Necesidad de activismo físico y mental. – Necesidad de movimiento. 40 – Necesidad de autonomía. – Necesidad de socialización. – Necesidades lúdicas. – Necesidades de expresión. El cuadro 3.1 resume esos aspectos metodológicos que tendremos que pensar de cara al planteamiento de nuestro desarrollo curricular. Cuadro 3.1. Aspectos metodológicos en un planteamiento curricular Dinámica de aula 1. Talleres 2. Rincones 3. Metodología tradicional Momento en el que se utilice 1. Horario de clase 2. Horas libres en la escuela 3. Otros momentos Uso que haga el profesor 1. Uso sistemático de todos los programas que conoce y considera útiles para su asignatura 2. Uso accidental o puntual Según la iniciativa del alumno 1. Uso del programa dirigido por el profesor 2. Uso del programa semi-libre (el alumno puede utilizarlo como quiera, pero siempre para alcanzar un objetivo propuesto por el profesor) 3. Uso libre del programa Independientemente de las decisiones u opciones adoptadas por el profesor con relación a la metodología más adecuada para realizar su integración, es necesario recordar algunos aspectos fundamentales para sacarle partido al ordenador: 1. El aprendizaje cooperativo en un ordenador significa que dos o más alumnos trabajan juntos para aprender y practicar sus habilidades, que se ayudan mutuamente para alcanzar determinados objetivos; sin embargo cada uno de ellos es responsable de producir su parte del trabajo usando y practicando las habilidades enseñadas. Aunque trabajan juntos, tienenresponsabilidades individuales. 2. El profesor necesitará establecer procedimientos para compartir el tiempo de 41 uso del teclado y del ratón, los alumnos necesitan aprender cómo trabajar en grupos cooperativos, y cómo alternarse ante el ordenador para asegurar que ambos tengan iguales oportunidades a la hora de completar sus proyectos. 3. Presentar a toda la clase las tareas que se van a realizar y la finalidad de las mismas antes de comenzar a trabajar con el ordenador, todos van a aprender junto con las actividades que harán con el ordenador y fuera del ordenador, antes de que cada grupo empiece su labor (para evitar que se distraigan con el ordenador y no escuchen las explicaciones). 4. Tener actividades pensadas para los alumnos que terminan antes, para que no se queden parados esperando a sus compañeros (actividades que los alumnos sean capaces de hacer por sí mismos sin que el profesor tenga que estar explicándoselo todo, que refuercen aún más aquello que se está explicando). 5. El profesor debe fomentar que los niños desarrollen su creatividad aprovechándose del uso de las nuevas tecnologías, ya que introducen en el aprendizaje una vertiente lúdica muy acusada que lo favorece. El ordenador posee un gran atractivo como medio de aprendizaje, crea situaciones que promueven un aprendizaje activo, por descubrimiento y a través de los errores, fomenta la motivación, la curiosidad, la imaginación y la reflexión. En definitiva, bien utilizado puede mejorar mucho el rendimiento escolar (Romero, 2001: 44-45). 3.2.2. Dimensión organizativa En esta dimensión se recogerán aquellos aspectos que inevitablemente ya se han planteado de forma superficial en la anterior dimensión, ya que es casi imposible hablar de una metodología concreta y no hacer referencias a elementos organizativos en los que se incluyen variables espaciales, temporales o de recursos. Al plantear la utilización del medio informático, el saber si se cuenta o no con el medio no es suficiente; también va ser importante conocer dónde se encuentran ubicados, cuántos aparatos se tienen disponibles, etc. Ya se vio que la forma de utilizarlo es el principio o la base a través de la cual se tomará el resto de las decisiones. Pero es cierto que puede tenerse muy clara la metodología idónea pero no contar con los elementos necesarios para poder llevarlo a la práctica, es por ello que los aspectos organizativos dictarán nuestras posibilidades de aplicación, nos guste o no. Hay que buscar la mejor forma de aprovecharlas. Lo que sí está claro es que en Educación Infantil, y partiendo de la realidad de los centros, la dotación de ordenadores suele ser de menos de diez, que suelen estar ubicados en el aula de Informática de uso común, con lo que en función de la ratio tiene que haber dos o más alumnos por ordenador. Son pocos los centros que disponen de uno o dos ordenadores en el aula. Teniendo en cuenta este contexto: 42 – El trabajo con ordenadores debe hacerse en grupos reducidos, la alternativa más coherente y usual es dividir a la mitad el grupoclase. La mitad de los alumnos estarán trabajando con los ordenadores y la otra mitad hará otra actividad (p. ej., lectura, trabajos en equipo, manualidades, ejercicios individuales). En ambas situaciones el profesor es un guía que resuelve las posibles dudas. – Colocar los ordenadores de tal forma que el profesor pueda ver a todos los alumnos, tanto los que trabajan con ordenadores como los que estén haciendo otra actividad (la propuesta para que esto se pueda cumplir es la colocación de los ordenadores alrededor de la clase y aprovechar la zona centro para tener mesas de trabajo común). – Además es necesario colocar los ordenadores de tal forma que el profesor pueda ver las pantallas de los mismos mientras los niños trabajan, pero que no puedan ser vistas fácilmente por el resto de los compañeros que no estén trabajando en los ordenadores en esos momentos, ya que los distraerían. – Los ordenadores tienen que estar colocados de tal forma que los enchufes y cables estén fuera del alcance de los niños, sobre todo si son muy pequeños. Colocar sillas, mesas o cualquier tipo de mueble para proteger estos enchufes y cables. – Tanto el teclado como el ratón deben estar situados en el centro, al alcance de los dos miembros del equipo (Romero, 2001: 40-41). Podemos resumir diciendo que una distribución en forma de “U” eliminando el factor riesgo con respecto a los cables es la más adecuada, porque el profesor se puede situar en la parte abierta de la U y de un vistazo puede observar todos los monitores; y además, puede hacer una explicación colectiva de lo que se va hacer. Las banquetas giratorias facilitan la movilidad del alumno a la hora de seguir las indicaciones que va haciendo el profesor y, por último, le añaden la capacidad de utilizar el espacio central de usos múltiples y así poder trabajar otras actividades complementarias a las que se están realizando con el ordenador. Figura 3.3. Aula de ordenadores en forma de “U”. 43 El cuadro 3.2 resume las posibles opciones que se pueden dar. Cuadro 3.2 Aspectos organizativos importantes RECURSOS DISPONIBLES Número de ordenadores disponibles y ubicación 1. Rincón ordenador (1/2 o 3 ordenadores) 2. Taller de informática (2/5 ordenadores) 3. Aula informática (6/10 ordenadores) 4. Gran aula (+ de 10 ordenadores) Forma de estar conectados los ordenadores 1. Individuales 2. Conectados en red local 3. Conectados telemáticamente A PARTIR DE LA DISTRIBUCIÓN DE LOS ALUMNOS Agrupamiento de la clase 1. Todos los alumnos a la vez 2. Grupos de clase (divide la clase 1/2 o 1/3) 3. Sólo algunos alumnos Alumnos que actúan delante de cada ordenador 1. Uso individual 2. Trabajo por parejas o en trío 3. En grupo 3.2.3. Dimensión formativa Aquí se exponen algunos hábitos determinantes que se deben desempeñar por parte del profesorado, sin los cuales se dificultaría el uso de la tecnología. Tres requisitos mínimos son fundamentales cuando el profesorado se implica en el uso de las tecnologías informáticas: 1. El profesor debe familiarizarse con el software y las actividades que sus alumnos van a realizar, de manera que sea capaz de responder preguntas incluso sin ver la pantalla del ordenador. Los programas que se van a utilizar siempre tienen 44 que ser revisados, y las actividades puestas en práctica para evitar problemas y ver si cumplen o no los objetivos previstos. 2. El profesor debe acostumbrarse a estar informado sobre las novedades en el sector informático y a leer sobre tecnología, es conveniente que de vez en cuando hojee revistas informáticas y esté al tanto de las novedades tanto en hardware como en software educativo. Sería una buena idea que se habilitase en el colegio un lugar (en la biblioteca, por ejemplo), donde acumular y poder consultar libros y revistas sobre este tema. 3. Es conveniente que los profesores exploren los nuevos programas educativos que van saliendo al mercado para ver qué provecho pueden sacar a cada uno de ellos. El siguiente paso sería guardar un archivo de fichas para los distintos programas, con notas sobre las posibles aplicaciones, ejercicios y proyectos que se pueden plantear con ese software para cada asignatura. El profesor puede consultar los ficheros realizados por los compañeros cada vez que quiera impartir una lección de una asignatura y desee utilizar el ordenador como herramienta didáctica. Puede conocer de qué programas dispone para ayudarlo en esa unidad, y qué proyectos y ejercicios se pueden plantear con esos programas para iniciar, desarrollar, reforzar o evaluar los objetivos de la lección. Sería conveniente mantener también un registro donde recopilar todos los problemas tecnológicos más comunes que se puede encontrar un profesor que utilice el ordenador en el aula, con sus respectivas soluciones. De esta manera el profesor, que no es un técnico informático, sabría qué hacer ante problemas tan comunes como que un ordenador “se cuelgue” en medio de una actividad, ya que podría
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