Logo Studenta

Tecnologías en los entornos de Infantil y Primaria - Rosalía Romero

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

TECNOLOGÍAS
EN LOS ENTORNOS
DE INFANTIL Y PRIMARIA
2
PROYECTO EDITORIAL:
TECNOLOGÍA EDUCATIVA
Director
Julio Cabero
3
4
TECNOLOGÍAS EN LOS ENTORNOS DE
INFANTIL Y PRIMARIA
Rosalía Romero
Pedro Román
M.ª del Carmen Llorente
5
Consulte nuestra página web: www.sintesis.com En ella encontrará el catálogo
completo y comentado
© Rosalía Romero
Pedro Román
M.ª del Carmen Llorente
© EDITORIAL SÍNTESIS, S. A.
Vallehermoso, 34. 28015 Madrid
Teléfono: 91 593 20 98
http://www.sintesis.com
ISBN: 978-84-995824-8-1
Reservados todos los derechos. Está prohibido, bajo las sanciones penales y el resarcimiento civil previstos en las
leyes, reproducir, registrar o transmitir esta publicación, íntegra o parcialmente, por cualquier sistema de
recuperación y por cualquier medio, sea mecánico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o
cualquier otro, sin la autorización previa por escrito de Editorial Síntesis, S. A.
6
http://www.sintesis.comEn
http://www.sintesis.com
Índice
Prólogo
Parte I
Las tecnologías en Educación Infantil
1. Las tecnologías en el currículo de Educación Infantil
1.1. El desarrollo evolutivo en Infantil
1.2. Las tecnologías en Infantil
2. La unidad didáctica como base para la integración curricular de las
tecnologías
3. La tecnología informática en las aulas de Infantil
3.1. Posibilidades educativas del ordenador en el aula
3.2. Estrategias de utilización del ordenador en el aula
3.2.1. Dimensión metodológica
7
3.2.2. Dimensión organizativa
3.2.3. Dimensión formativa
4. Software educativo. Los multimedia
4.1. Características de los programas infantiles
4.2. Contenidos
4.3. Criterios de selección
4.4. Creación de actividades
4.5. El profesor como creador de actividades informáticas
4.5.1. Plantillas
4.5.2. Secuencia de tareas
4.5.3. Exposiciones apoyadas en tecnologías
4.5.4. Creación de una página web para la unidad
5. Internet puede ser otra opción
5.1. Comenzar a usar el correo electrónico
5.2. Las webquests
5.3. Los edublogs
6. Otras tecnologías: la pizarra digital y el tablePC
7. El profesor de Infantil ante las nuevas tecnologías
Actividades en Educación Infantil
Parte II
Las tecnologías en Educación Primaria
8. Las tecnologías en el currículo de Educación Primaria
8
8.1. La unidad didáctica como base para la integración curricular de las
tecnologías
8.2. La tecnología informática en las aulas de Primaria
8.2.1. Posibilidades educativas
8.2.2. Estrategias de utilización
8.2.3. Software educativo. Los multimedia
8.2.4. Ejemplo de integración curricular de las TIC en los centros
educativos
9. Internet en Educación Primaria
10. Los podcasts
10.1. Características fundamentales
10.2. Cómo poner en funcionamiento los podcasts
10.3. Consejos útiles para diseñar los podcasts
10.4. Ejemplo de podcast
10.5. Formas de evaluar un podcast
11. Los blogs, weblogs o cuadernos de bitácora
11.1. Características fundamentales
11.2. Cómo poner en funcionamiento los blogs o cuadernos de bitácora
11.3. Consejos útiles para diseñar los blogs o cuadernos de bitácora
11.4. Ejemplo de blog o cuaderno de bitácora
11.5. Formas de evaluar los blogs o cuadernos de bitácora
12. Las cazas de tesoros y las webquests
12.1. Características fundamentales
12.2. Cómo poner en funcionamiento las cazas de tesoros y las webquests
12.3. Consejos útiles para diseñar las cazas de tesoros y las webquests
12.4. Ejemplo de una caza de tesoros y una webquest
12.5. Formas de evaluar las cazas de tesoros y las webquests
13. Las wikis
13.1. Características fundamentales
9
13.2. Cómo poner en funcionamiento las wikis
13.3. Consejos útiles para diseñar las wikis
13.4. Formas de evaluar las wikis
Actividades en Educación Primaria
Bibliografía
10
Prólogo
Estoy convencida de que los docentes ya no nos conformamos con herramientas que nos
faciliten la transmisión de contenidos, buscamos algo más. Son las nuevas tecnologías un
medio idóneo para cubrir esta necesidad, esencialmente por la multitud de experiencias y
espacios que son capaces de generar en nuestras aulas. Tecnologías que inundarán ese
mundo de “cuatro paredes” para convertirlo en otro lleno de una riqueza que aún nos
resulta difícil de valorar con parámetros conocidos. Este libro ofrece la posibilidad de
abrir una ventana a ese mundo de las tecnologías, en el que como aliadas nos pueden
ayudar a mejorar el trabajo diario con los estudiantes.
La Educación Infantil es la etapa más olvidada al hablar de TIC, sin embargo sobran
justificaciones para decir que es el período más idóneo para introducir estas herramientas
de trabajo y aprendizaje en el mundo escolar de los más pequeños. Están en sus vidas,
en sus hogares, han nacido con ellas formando parte de sus espacios. El debate acerca de
la inclusión de las tecnologías en Infantil es algo que se debe de obviar, están más que
razonadas sus ventajas y es el primer paso hacia una deseada invisibilidad de las TIC. La
parte dedicada a Infantil anima a todos los docentes a que poco a poco vayan creyendo
en la posibilidad de trabajar con ellas. Se ha justificado la necesidad de introducirlas así
como la forma de hacerlo, se ha ilustrado con aportaciones que ponen en situación a los
docentes de esta etapa y se exponen casos y aplicaciones prácticas para dar ideas a los
que ya están trabajando y a los que comienzan. Felicito a estos docentes que creyeron en
las TIC, las incorporaron a sus aulas y hoy representan un ejemplo, sus aportaciones nos
han dado pistas y nos han hecho reflexionar sobre cómo debemos hacerlo día a día.
En Educación Primaria nos encontramos con experiencias e iniciativas más
consolidadas, claras, precisas y estructuradas que expresan la madurez de la utilización
de estas herramientas en este nivel, no quita ello la obligación de seguir investigando y
trabajando en este tema para encontrar nuevas aplicaciones, pues aún no podemos dar
por finalizadas sus posibilidades y aportaciones. Igual que en Infantil, sin las aportaciones
de los docentes difícilmente podríamos seguir avanzando. Sabemos que las ofertas que
nos hacen las TIC son incalculables, de algunas ya tenemos suficientes pruebas para
11
saber cuáles son las destrezas puestas en juego para asegurar su mejor aprovechamiento.
Sin embargo, de otras nos encontramos en su momento de inicio y, por tanto, de
descubrimiento, nos queda mucho camino por recorrer. Es necesario seguir trabajando de
forma colectiva, ensayar con ellas (conocer cuál es la mejor manera de usarlas para
sacarles el máximo partido). Llegar entre todos a conocer qué hay en ellas, imaginar lo
inimaginable. Calcular y recalcular continuamente su valor con viejas y nuevas estrategias
que mejoren el progreso y la madurez de nuestros estudiantes.
Advertir al lector de dos ideas fundamentales que encontrará en este libro, base de
nuestra filosofía de trabajo con las TIC, lograr la invisibilidad y la integración curricular
de las tecnologías. Ideas que se subrayan una y otra vez en sus páginas, es para nosotros
una línea de trabajo indispensable para llegar a la utilización de las mismas desde un
enfoque didáctico. El medio no adquiere valor sin el docente. Estar convencidos de que
toda tecnología ha de estar guiada por un planteamiento curricular que se verá reflejado
en la forma y estructura que ha enfocado ambas partes (Infantil y Primaria) variables,
pautas, criterios, etc. indispensables y que nos ayuden a incorporarlas como elementos
curriculares que entran en juego. La contextualización realizada de las diferentes
tecnologías en cada etapa posibilita al lector la visión sobre el enfoque de trabajo que se
debe y se puede hacer con cada una de ellas. La exposición de casos y la ejemplificación
de herramientas que aparecen en este libro aportan un bagaje de elementos que añade
una visión global de las actuales tecnologías.
Rosalía Romero
Universidad de Sevilla
12
Parte I
Las tecnologías
en Educación Infantil
13
1
Las tecnologías en el currículo de
Educación Infantil
Para nadie es ya cuestionable que la EducaciónInfantil constituye una etapa educativa
con identidad propia. En esta etapa, como recoge el Real Decreto por el que se
establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de la Educación Infantil (Ley
Orgánica 2/2006 de 3 de mayo), más que en cualquier otra, el desarrollo y el aprendizaje
son procesos dinámicos que tienen lugar como consecuencia de la interacción con el
entorno. Es por ello que el currículo ha de hacer un gran esfuerzo en lograr no sólo un
desarrollo integral y armónico del niño en los planos físico, motórico, emocional,
afectivo, social y cognitivo, sino que ha de procurar aprendizajes que contribuyan y lo
hagan posible.
Con este principio y partiendo de la premisa de que, entre las muchas posibilidades
que ofrecen las tecnologías y especialmente la informática se encuentra la de educar, nos
encontramos con unas aliadas excepcionales para apoyar, complementar, ampliar, etc. las
tareas que proporcionaran esas experiencias que antes se mencionaban. Las tecnologías a
las que se hará referencia en el libro se han convertido en el mejor profesor del mundo
(en ciertos momentos) y en las mejores herramientas de aprendizaje práctico y divertido
(según cómo se planifique).
Contar con la combinación de textos, voces, sonidos, vídeos, animaciones, dibujos,
fotografías… y la posibilidad de abrir las aulas al exterior con tan sólo hacer un clic no
sólo facilita el aprendizaje de cualquier concepto sino que ha abierto la posibilidad de
exponer y compartir esas experiencias dentro y fuera de aula.
Las capacidades multimedia de estas tecnologías las convierten en herramientas
camaleónicas para la educación.
Si a la capacidad de estas tecnologías para adaptarse a las tareas más diversas se le
unen las posibilidades curriculares tan creativas que el profesorado puede diseñar en el
aula, lo que se logra es una mayor flexibilidad para poder desarrollar el currículo de
forma más dinámica, enriqueciéndolo con experiencias que respetan el ritmo y el estilo
madurativo de cada niño y niña. Todo ello, considerando los aspectos que condicionan la
práctica educativa de esta etapa como la afectividad, las características personales del
alumnado, sus necesidades, intereses y estilo cognitivo, fundamentales para el buen uso
de las mismas.
A lo señalado se añade la gran revolución que se ha producido en el software, sobre
14
todo en el interface de usuario, sin ir más lejos y prueba de ello es el haber reducido la
edad mínima necesaria para poder utilizar un programa posibilitando la accesibilidad y
usabilidad a niños y niñas de muy corta edad (hay software recomendado incluso para 18
meses).
Apuntar a estas primeras líneas, que hay datos que muestran que cada vez son más
los niños escolarizados que disponen de un ordenador en el ámbito familiar, sin embargo,
aún se tiene la tímida sensación de querer protegerlos de estas atrayentes tecnologías,
olvidando que quizá la tarea de un educador no sea tanto la de aislarlos de ellas sino más
bien la de educarlos en y con ellas. Se sabe que los niños de estas edades están
preparados para manejar y comprender el funcionamiento de las tecnologías. Las
incorporan a su repertorio de herramientas de aprendizaje sin ningún tipo de problema
(Romero, 2006, p. 9).
En todo el mundo los niños han iniciado un largo y apasionado romance con los ordenadores.
Con los ordenadores llevan a cabo todo tipo de actividades, aunque la mayor parte del tiempo lo
dedican a jugar. Utilizan los ordenadores para escribir, dibujar, comunicarse y obtener información
(Papert, 1995).
A lo largo del desarrollo de este capítulo se describirán dos grandes ideas que nos
darán una primera aproximación al mundo de la tecnología en infantil. La primera de
ellas acerca al lector de forma escueta a las características evolutivas de los niños de
estas edades, de tal forma que nos sitúa para posteriormente dar paso a la segunda, que
matiza estos aspectos con referencias curriculares explícitas en las leyes actuales.
1.1. El desarrollo evolutivo en Infantil
Son numerosos los que trabajan para conocer el desarrollo evolutivo del niño durante su
infancia (0-6 años), y todos coinciden en que en este período hay varios aspectos básicos
que se deben considerar:
– El desarrollo del lenguaje está íntegramente ligado al proceso de socialización
del niño, entre otras cosas, porque el grupo de juego se amplía y sirve de
estímulo al deseo de comunicación. La calidad del lenguaje dependerá, en
mucho, de la estimulación familiar así como del entorno inmediato que le
envuelve.
– El desarrollo cognitivo se centra en actividades relacionadas con el aspecto
intelectual, para lo cual es necesario fomentar actividades sensomotoras,
egocéntricas y operativas. Para las primeras (sensomotoras) se pueden diseñar
aquellas con las que el niño puede mover libremente, seguir con la vista
objetos móviles, distinguir la procedencia de los mismos, tocar materiales,
hacer descubrimientos, etc. Para las segundas, el juego se convierte en la
15
estrategia básica por excelencia, así que las representaciones de la vida familiar,
juegos de mimos, dramatizaciones, memorizar y resolver adivinanzas, seriar
objetos, cantidades y tamaños, comparar, etc., estas y otras serán actividades
que ayudan al desarrollo de las mismas.
– El desarrollo socioafectivo se incrementa al integrarse el niño en la escuela
infantil, al mismo tiempo que toma conciencia de su individualidad y de la
existencia de otros. Fuera de su familia adquiere comportamientos sociales al
imitar a otros niños y al identificarse con el maestro o maestra, esto determina
su necesidad de atención y aprobación de los demás. Desde el punto de vista
educativo, lleva implícita la madurez para el trabajo, que corresponde a hábitos
adquiridos a través del proceso de normalización, lo que supone un desarrollo
de conocimiento y adaptación a su medio, junto al de hábitos socializadores.
Considerando que es a la edad de tres años cuando la mayoría de los niños tienen su
primer contacto con un centro escolar, y a diferencia de épocas anteriores, en las cuales
no se otorgaba gran importancia a esta etapa (Educación Infantil, de 3 a 6 años), en la
actualidad se ha de considerar relevante este período escolar por las siguientes razones:
• Se sientan las bases de futuros aprendizajes.
• Se adquieren hábitos de conducta.
• Se adquieren hábitos de convivencia.
• Se suceden grandes cambios de crecimiento intelectual.
• Se produce una intensa evolución de sus órganos sensoriales.
• Se adquiere plasticidad y predisposición al cambio.
• Se adquiere gran capacidad para el aprendizaje (Contijoch, Ferré y Gisbert,
2001).
Estas y otras razones se consideran básicas para conseguir el desarrollo de todos los
niños y niñas, es por ello, que se insiste en que la pieza clave es trabajar la acción
educativa. En este período es fundamental y básico para sentar las bases para el
desarrollo de competencias y la adquisición de destrezas para realizar actividades
habituales y, por supuesto, para el posterior proceso evolutivo del alumno.
El Programa de Educación Preescolar 2004 (PEP 2004) define las competencias
como un conjunto de capacidades que incluye conocimientos, actitudes, habilidades y
destrezas que una persona logra mediante procesos de aprendizaje y que se manifiestan
en su desempeño en situaciones y contextos diversos.
Es decir, por medio de los procesos de aprendizaje se enriquecen las experiencias de
los alumnos, se fortalecen y desarrollan competencias que les permiten transferir a
cualquier situación los conocimientos.
Las competencias no son habilidades que se desarrollan con una actividad, es
necesario replantear las actividades desde la diversidad de juegos o tareas que se pueden
inventar, crear o reproducir, y observar qué aspectos se van consolidando en el pequeño.
16
Para lograr que este esfuerzo e intencionalidad curricular cumpla este objetivo hay
que tener en cuenta los aspectos que caracterizan el aprendizaje motivador en los niños:
– La rutina ayuda a adquirir formasde comportamiento que permiten la
adaptación al medio familiar, escolar y social.
– Todo proceso de repetición ha de estar lo suficientemente motivado para que el
niño dé sentido al mismo.
– Para que se llegue a una fijación, relativa en el niño de Educación Infantil, los
procesos de generalización y transferencia son procesos clave en la adquisición
de hábitos.
Todo ello sin perder de vista que los niños y niñas de estas edades tienen como
fuente básica de actividad el juego. Los juegos son una base importante para su
motivación y autoestima.
Los niños operan en el juego con un significado al margen del significado real de las
cosas. En el juego, éste se mueve por sus apetencias, también se somete a las reglas que
le impone el nuevo significado que él da a las cosas y a las situaciones.
El niño, en el juego, experimenta con personas y cosas, almacena información en su
memoria, estudia causas y efectos, resuelve problemas, construye un vocabulario útil,
aprende a controlar las reacciones e impulsos emocionales centrados sobre sí mismo,
adapta su conducta a los hábitos culturales de su grupo social, interpreta acontecimientos
nuevos, incrementa las ideas positivas relativas a su autoconcepto, desarrolla destrezas
motrices finas y gruesas, etc. (García-Valcárcel, 2000: 43).
El juego consiste en la participación activa en actividades físicas o mentales placenteras con
el fin de conseguir una satisfacción emocional (ibíd.: 44).
Algunas conclusiones de este apartado con relación al aprendizaje en infantil son las
siguientes:
– Es de construcción interna.
– Depende del nivel de desarrollo de cada alumno.
– Este desarrollo se manifiesta en capacidades.
– Se interioriza a través de la observación-manipulación, hasta llegar a la
adquisición de hábitos y valores.
1.2. Las tecnologías en Infantil
En líneas anteriores se aseguró la valiosa aportación que las nuevas tecnologías, sean
cuales sean, harían para enriquecer las experiencias de los niños y niñas a fin de saciar
17
ese interés desorbitado que tienen por conocer, descubrir y conquistar todo aquello que
les rodea.
También se ha señalado el papel que la acción educativa tiene en todo ello, pero
ahora llega el momento de analizar, desde planteamientos curriculares, qué decisiones se
han de tomar a nivel de planificación. Está claro que para un buen desarrollo de las
capacidades es necesario planificar de forma sensata y ordenada, es la única forma de
ayudar a que el aprendizaje obtenga su doble finalidad:
1. Aprovechar al máximo la capacidad de desarrollo del niño, potenciándola a
través de la acción educativa.
2. Dotar a los niños de competencia, destreza y hábitos que faciliten su adaptación
posterior a los niveles del sistema educativo (Educación Infantil-MEC, 1989:
80-81).
La Ley Orgánica de 2/2006, de 3 de mayo, hace hincapié en que dentro de la
capacidad comunicativa que se ha de trabajar en el currículo, intervienen otros tipos de
lenguajes como el corporal, artístico (tanto plástico como musical), el audiovisual y el
matemático, que en su conjunto son básicos para enriquecer las posibilidades de
expresión y contribuyen al desarrollo de la competencia comunicativa (p. 6).
En el Art. 5 punto 3 se subraya la necesidad de fomentar “…experiencias de
iniciación temprana en habilidades básicas, en las tecnologías de la información y de la
comunicación así como en la expresión visual y musical” (p. 3).
También recoge que la “imagen que niños y niñas construyen de sí mismos es en
gran parte una interiorización de la que les muestran quienes les rodean y de la confianza
que en ellos depositan” (p. 7).
En todas estas referencias y en las que a continuación se presentan, las tecnologías
nos pueden ofrecer fórmulas para ayudar a enriquecer dichas experiencias:
• Formarse una imagen más ajustada y positiva de sí mismo a través de la
interacción con los otros y de la identificación gradual de las propias
características, posibilidades y limitaciones, desarrollando sentimientos de
autoestima y autonomía personal.
• Identificar los propios sentimientos, emociones, necesidades o preferencias, y
ser capaces de denominarlos, expresarlos y comunicarlos a los demás,
identificando y respetando, también, los de los otros.
• Realizar, de manera cada vez más autónoma, actividades habituales y tareas
sencillas para resolver problemas de la vida cotidiana, aumentando el
sentimiento de autoconfianza y la capacidad de iniciativa, y desarrollando
estrategias para satisfacer las necesidades básicas (Objetivos Infantil-Ley
Orgánica 2/2006 de 3 de mayo, de Educación).
18
Las tecnologías, en general, son para estos niños un compañero incansable como el
ordenador, que nunca se cansará de repetir, mostrar, cantar, señalar, dibujar, borrar, etc.
Y con software diseñado como la base del juego, pero siempre para que el niño
aprenda. Por lo que no se trata de perder el tiempo jugando, hay que aprender algo
durante el juego. Centrar al niño en propuestas de realización de una serie de actividades,
que suelen ser laberintos, juegos de emparejamiento y de dibujo y actividades de
reconocimiento de letras, colores, números, formas y notas musicales, pero todas ellas
con una intencionalidad de generar aprendizajes y desarrollar habilidades.
Planificar este proceso educativo en el que se insertan estas experiencias es, por
tanto, una tarea importantísima dentro del quehacer diario de un docente, ya que no
basta con incluir estas herramientas; requiere un proceso en el que hay que tomar
múltiples y diferentes decisiones sobre qué, cómo y cuándo. El solo hecho de tener en su
entorno un nuevo compañero puede despistarles, y para ello es necesario, al principio,
crear un ambiente agradable que predisponga a la seguridad y al aprendizaje con las
nuevas herramientas. De ahí que secuenciar y estructurar las actividades dentro del
currículo facilite la consecución de los objetivos trazados.
Cualquier medio tiene peligros y es conveniente el control de los adultos sobre el uso que los
niños hacen de ellos (García-Valcárcel, 2000: 51).
En la práctica esto supone que el profesorado ha de crear, diseñar y preparar
concienzudamente las actividades que promuevan la motivación de lo planificado. Partir
del proyecto curricular de aula es una buena idea, de esta forma se tendrá una
panorámica global de todo lo que se va hacer para luego concretarlo en cada unidad. Esto
ayuda a delimitar el material necesario, permite adecuar los espacios para que sean
suficientes, dejar momentos para que aprendan por sí mismos, fomentar diferentes tipos
de trabajo tanto individual como grupal (proyectos grupo-clase) y temporalizar las
actividades de acuerdo con los intereses de los alumnos y con los objetivos propuestos.
A lo que se unen supuestos que ya se han señalado como que el objetivo pueda ser
libremente asumido o elegido por el profesor, que la situación ofertada de juego sea
placentera, que exista un grado de libertad elevado en la toma de decisiones por parte de
alumno y que el proceso se puede abandonar cuando se quiera. La actividad ha de
suponer un reto interesante en el que merece la pena esforzarse.
Por ejemplo, hacer un dibujo que nos sirva de tarjeta para invitar a nuestros amigos.
• Realizar seriaciones teniendo en cuenta uno o varios criterios como una
colección de estampas, pegatinas, personajes animados, etc.
• Escribir un cuento eligiendo personajes, acciones, etc.
• Identificar elementos de un entorno.
• Situarlos especialmente según indicaciones.
• Etc.
19
No se ha de olvidar y por ello es importante recalcar que el diseño de una acción
educativa que pretenda la integración curricular de la tecnología en el aula como un
recurso más para el aprendizaje ha de estar planteado para:
• Estimular la creatividad.
• Que el niño experimente y manipule.
• Respetar el ritmo de aprendizaje de los alumnos.
• Trabajar en grupo favoreciendo la socialización.
• Fomentar la curiosidad y el espíritu de investigación.
20
2
La unidad didáctica como base para la
integracióncurricular de las tecnologías
Desde que apareció la Ley General de Educación (1970) se han trabajado bajo diseños
curriculares elaborados por el Ministerio de Educación, hasta que con la Ley de
Ordenación General del Sistema Educativo de 1990 (LOGSE), se modifica esta situación
produciéndose un cambio hacia una filosofía de descentralización y diversificación. Se
establece que cada centro es diferente, tanto por las personas que lo componen como por
el entorno social en que se sitúa.
Esta modificación plantea un problema que hasta ese momento era desconocido, que
el profesorado no domina las tareas de diseño curricular; entre otras cosas, porque no se
ha tenido que dedicar a ellas.
El diseño curricular del que se habla no es más que la tarea de elaborar una
propuesta de acción para llevar a la práctica en el aula, que ha de responder a
interrogantes del tipo qué, quién, cómo, cuándo, dónde y para qué enseñar y evaluar.
Con ella se pretende concretar unos objetivos, seleccionar y secuenciar unos contenidos,
diseñar una estrategia de metodología adecuada, tener la necesidad y disponibilidad de
unos recursos y/ o materiales para poder llevarla a cabo, y hacerla real por medio de
actividades que han de organizarse en el espacio-tiempo, y todo ello impregnado por la
evaluación o comprobación de la eficacia de cada una.
La complejidad de estos elementos obliga a plantear el currículo en tres niveles, de
menor a mayor concreción, a fin de partir de un marco más general y común que
garantice unos mínimos en cuanto a competencias estatales y territoriales (1.° nivel de
concreción), para perfilar esas líneas directrices hacia un diseño curricular más cercano
en el que intervienen las características y particularidades de cada centro aceptado y
elaborado por un colectivo de profesores (2.° nivel de concreción) y llegar al más básico
y práctico, el que está directamente relacionado con el trabajo diario del profesor y en el
que quedan reflejadas las actividades que se realizan en el aula a través de las unidades
didácticas (3.er nivel de concreción).
Estas unidades didácticas están consensuadas por un equipo de profesores que
trabajan en un mismo curso o ciclo. Implican un modelo didáctico con el que se han de
identificar, por lo que reflejarán el pensamiento y la forma de hacer de un grupo de
profesores. Se enseña como uno piensa.
21
Planificar la enseñanza es asumir que se está llevando a cabo un proceso de
reflexión-previsión-propuesta de una acción formativa, diseñada y elaborada por un
grupo de compañeros a los que identifica. Se asume que dicho proyecto no está
terminado, pues como se ha señalado no sólo se encuentra sometido a cambios
continuos, sino a adaptaciones que cada miembro considere oportunas y necesarias para
su cumplimiento.
Además ha de reunir los principios de aprendizaje que se sintetizan a continuación:
– Para que se produzca aprendizaje la persona debe tomar un papel activo, los
contenidos que se presenten han de ser significativos para el alumno. A esto
ayuda que sean presentados desde una perspectiva que ponga de manifiesto su
aplicación funcional, esto lo facilita mucho si se utilizan enfoques
globalizadores o multidisciplinares.
– Es necesario fomentar un papel activo por parte del aprendiz, cada vez es
menos necesario que el profesor ocupe su tiempo tratando de transmitir
conocimientos, y en su lugar, puede pasar a desempeñar tareas como
orientador y mediador en los procesos de aprendizaje.
– Lo fundamental y esencial que es el aprendizaje social y el papel del trabajo
grupal de tipo cooperativo en el desarrollo de habilidades de construcción de
conocimientos y de expresión, comunicación e intercambio.
Por ello, la elaboración de la unidad didáctica requiere una reflexión no sólo del
modelo de enseñanza sino de los principios de aprendizaje. De ahí que, una vez superada
la primera fase en la que se realiza un acercamiento a la tecnología de forma aislada y
circunstancial o añadida al currículo, se cambie para tratar de evitar estas formas de
semi-incorporación hacia una integración curricular donde exista una invisibilidad de
las TIC. Hay que evitar que los centros se acomoden superficialmente a las nuevas
herramientas sin realizar una verdadera transformación.
Por tanto, hay que empezar reconociendo que están ahí y que hay que
aprovecharlas, no a tontas y a locas, sino de forma consciente, viendo y comprobando
sus posibilidades. Esto impulsará a los educadores hacia la necesidad de revisar algunos
de los planteamientos comunicativos que hasta hace poco eran los “reyes de la casa” y
que ahora empiezan a ser destronados, no por su desuso sino porque tienen otros
competidores mucho más atractivos.
La postura abierta a reconocer esas posibilidades que nos ofrecen las tecnologías es
lo que impulsa ese cambio de planteamiento así como de apertura a la utilización de otros
recursos no tan convencionales (ordenador, pizarras digitales, blogs, webquests, etc.).
Significa esto una filosofía de educación ligada al convencimiento de que las tecnologías
aportan experiencias enriquecedoras a los pequeños; que la rutina, el proceso de
repetición y las actividades basadas en el juego son fuentes básicas para su aprendizaje y,
precisamente, contamos con algunos aliados incansables como lo es el ordenador.
En esta línea y generalizando el análisis de diferentes situaciones de utilización de
tecnologías, existen diferentes niveles de uso:
22
– Uno en el que prima realizar actividades puntuales con objetivos no muy claros,
esto ocurre sobre todo cuando se está tanteando el uso o no de un medio
(comprobar su utilidad didáctica). Se suele utilizar en tiempos libres del
alumno y las actividades están enfocadas a trabajos de carácter creativo. Se
convierte en un elemento motivador (recompensa para alumnos que finalizan
sus tareas de clase).
– Otro consiste en plantear el uso de la tecnología introduciéndolo en ciertos
momentos del día una vez diseñadas las unidades de trabajo. En este caso lo
que se suele hacer es ver qué posibilidades hay de cambiar, modificar,
completar algunas actividades ya fijadas con unos medios o recursos y
sustituirlas por unas tecnologías (reemplazar para mejorar). En este caso se ha
de justificar la aportación que va a hacer esa nueva herramienta en sustitución
de la anterior. Hay una cierta incorporación curricular de la tecnología, un
ejemplo puede ser el rincón del ordenador, en el que se establece un horario de
trabajo y unos objetivos que complementan a los que se trabajan en otro
rincón.
– Y un tercero, incorporado en pocos casos, es aquel que se plantea la
incorporación curricular de la tecnología. En esta situación, desde el primer
momento se pensará en las posibilidades del medio tecnológico así como en la
estrategia didáctica más idónea para introducirlo; esto hará que la unidad en la
que se ha integrado la tecnología sea más coherente (es más fácil detectar el
hilo conductor de la unidad en la que se incluye la tecnología como un
elemento más del planteamiento desde el principio) y en consecuencia más
fácil de aplicar. No hay momentos establecidos para su uso, no se piensa en la
tecnología como un elemento añadido. La tecnología en sí misma forma parte
del desarrollo curricular.
El nivel de uso influye en la efectividad del medio tecnológico, pero esta efectividad
depende directamente de la capacidad que el profesor tenga para plantear y diseñar las
estrategias didácticas más acordes para desarrollar las capacidades de estos pequeños.
El profesorado será el encargado de sacarle partido al medio, y la mejor forma de
hacerlo es incorporarlo en las unidades de trabajo como un elemento más. Se desecha,
por tanto, el pensamiento de usar el ordenador de forma puntual y se trabaja en la línea
de considerarlo un elemento curricular, de modo que se llegue a la invisibilidad del medio.
Se exponen a este respecto algunas características recogidas de diferentes estudios
sobre el perfil del profesorado de Educación Infantil:
• El profesorado de Infantilmuestra un alto grado de participación en actividades
formativas, principalmente relacionadas con metodología basada en el enfoque
constructivista del aprendizaje, activa y participativa.
• Alto porcentaje de grupos de trabajo ante la necesidad y el interés de coordinarse
23
y llevar a cabo un trabajo en equipo de tipo colaborativo, para búsqueda y
elaboración de recursos para el aula.
• Carácter innovador.
Iniciar el planteamiento del uso de las tecnologías concretando la postura que se
tendrá ante ellos es lo primero, pero además tener claros los conocimientos que se van a
promover en los alumnos, las habilidades que se van a poner en juego o a desarrollar, y
las actitudes y valores que se van a propiciar y a practicar. Teniendo respuesta a estos
interrogantes es más fácil ver las distintas posibilidades de cómo incluir la tecnología en la
unidad de trabajo. Al considerar previamente las posibilidades que nos ofrece, o que
nosotros hemos elegido que nos ofrezca, se tendrá más idea sobre lo que se espera de
ella.
Los medios deben tratarse con cuidado, llenarlos de contenido, de aprendizaje, de
procedimientos, de significado. Cuando Moscovici, escribía que… “toda cognición, toda
motivación, y todo comportamiento existen y crean un impacto únicamente cuando realmente
significan algo”, nos acercaba a la idea de que todo hacer y todo saber hacer, toda herramienta en
el aula, toda acción de un maestro y de un alumno deben estar cargadas de significado para poder
producir aprendizaje. La importancia del uso de los nuevos medios en Educación Infantil, y en
cualquier etapa educativa y de formación, recae en el uso que hagamos de estos medios, pero no
en los medios en sí mismos. Tener un ordenador en el aula no nos convierten en buenos
educadores ni en alumnos aventajados; utilizar con sentido el ordenador para promover el
aprendizaje, sí” (Grané i Oro, 1997).
Se ha comentado que para desarrollar competencias es necesario trabajar a largo
plazo, pues no es posible observar resultados de un día para otro, es un proceso gradual
y complejo con varios niveles de desempeño y que los alumnos, mediante las actividades
cotidianas, accederán a ellas.
Es en el desempeño donde el docente observa y propicia las habilidades del pequeño
para lograr que adquiera las competencias necesarias en su vida escolar y social.
En la planificación es donde el docente se enfrenta a interrogantes como para qué,
qué, con qué, cómo y cuándo. La respuesta a cada uno implica un importante proceso de
reflexión que caracterizará el proceso de enseñanzaaprendizaje que vivirá el niño en el
aula. En todos los procesos de diseño didáctico los interrogantes se repiten, pero en el
que el objetivo principal es la incorporación de las tecnologías adquieren mayor
importancia las decisiones relativas al medio o recurso (con qué) que se va a utilizar en
cada momento, así como las relacionadas con las estrategias didácticas más adecuadas
para llevarlo a cabo (cómo) y el mejor momento para incluirlas (cuándo).
En definitiva, debe quedar clara la intención del trabajo (objetivos que persigue), la
tarea que deberá hacer el pequeño, qué distribución se va a establecer (tipo de
agrupamiento) el tiempo que se dedicará a la realización de la actividad. Es necesario
evitar la improvisación, entre otras cosas para no generar ansiedad en los niños al no
saber cuándo les toca, qué es lo que han de hacer en la actividad y para qué les va a
servir. En la medida en que ellos tengan claras estas cuestiones pondrán concentrarse
24
mejor en la resolución de la actividad planteada (Rolandi, 2005).
La figura 2.1 puede ayudar a conocer y simplificar los momentos curriculares en los
que han de introducirse las decisiones sobre la tecnología que se va a incorporar y dejar
constancia de ello.
Figura 2.1. Momentos curriculares en los que hay que incluir decisiones sobre la tecnología.
Se es consciente de que no todo el profesorado puede, ni debe, ir al mismo ritmo en
este tema, cada uno necesita su tiempo y ritmo. El hecho de estar a un nivel u otro de
integración de la tecnología en el aula, entre otras cosas, es un proceso individual en el
que intervienen múltiples factores y aspectos. No sólo es cuestión de querer o no querer
sino del valor añadido que lleva la tecnología (conocimiento técnico y didáctico), además
de las diferentes concepciones de enseñanza que pueden llegar a dificultar o no la
incorporación de las mismas.
Respetar el ritmo de cada uno es fundamental para evolucionar de forma segura y
coherente sin angustias ni miedos. Lo importante será caminar con pasos firmes (tener
claro qué es lo que quiero hacer y por qué), aunque sean pequeños.
Los profesores que no han tenido nunca la oportunidad de trabajar con una tecnología les
cuesta verla como una herramienta más, y además lo ven como algo que han de añadir a las
muchas cosas que ya hacen. Pero lo curioso es que los profesores que sí conocen cómo
funcionan las tecnologías tienen en realidad la misma sensación pero saben que lo que están
haciendo beneficia a sus alumnos y eso, en principio, les basta (Cabanillas, 2006).
25
26
3
La tecnología informática en las aulas de
Infantil
La posibilidad didáctica de la informática está primeramente condicionada, no tanto por
el medio en sí y sus capacidades, como por la concepción de integración curricular que
se tenga, la calidad de la formación del profesorado que la utilice en clase y los soportes
organizativos que la lleven a los centros (Domingo, 2000: 113).
¿Qué pasa con la informática en Educación Infantil?… La importancia del apoyo institucional
a los centros escolares debe centrarse cada vez más en el apoyo a maestros y alumnos. Más allá
de la dotación de recursos, existen, por un lado, necesidades de formación del profesorado que
deben ser resueltas, y, por otro, cuestiones relativas al diseño y la producción de materiales válidos
para los procesos de enseñanza y aprendizaje. Y es que la cuestión clave del uso de los medios
informáticos y audiovisuales en educación recae directamente sobre los usos concretos y no sobre
los medios en sí mismos (Grané i Oro, 1997).
Las instituciones educativas en general recogen cinco formas diferentes de integrar
las nuevas tecnologías en el proceso educativo:
1. Como recurso didáctico, entendiendo al profesor como usuario de medios a
través de los cuales enseña e investiga.
2. Como contenido curricular, introduciendo las Nuevas Tecnologías de la
Información y la Comunicación (NTIC) en áreas y materias existentes pero
adaptándolas a los diferentes niveles educativos.
3. Como instrumentos para el aprendizaje, convirtiéndose los alumnos en
usuarios activos de los diferentes medios para la expresión y creación personal.
4. Como recurso para la organización escolar, como instrumento para facilitar y
mejorar el proceso de evaluación.
5. Y, por último, como recurso de desarrollo comunitario, ya que el uso de estos
medios por toda la comunidad educativa posibilitaría el desarrollo cultural,
social y educativo de la misma.
En líneas generales y simplificando, si nos acercamos a la manera en que las
instituciones oficiales contemplan la incorporación de la informática en el aula, podemos
27
observar que los medios tecnológicos son considerados como fin u objeto de estudio,
como medio o instrumento didáctico y en la mayoría de los casos como una
combinación de ambos. Un instrumento didáctico que puede ser útil tanto para el
profesor como para los alumnos.
A) La informática como fin
El objetivo es ofrecer a los alumnos conocimientos y destrezas básicas sobre la
informática, para que adquieran las bases de una educación tecnológica que les servirá
para una adaptación a una sociedad en la que las nuevas tecnologías tienen cada día un
papel más relevante.
Lo que se pretende no es que el alumno tenga una preparación técnica especializada,
sino que se sensibilice sobre las nuevas tecnologías, y poco a poco, según lo que pueda
asimilar en cada edad, adquiera una formación que le pueda ser útil parasu futura
inserción social y laboral.
De esta forma podemos considerar tres propuestas a la hora de integrar una
alfabetización informática:
– Crear una nueva área en el currículo, la Informática.
– Introducir los contenidos curriculares relativos a la Informática en áreas
próximas, como Matemáticas o Tecnología.
– Introducir contenidos curriculares en cada área.
Cuando la Ley de la Reforma Educativa propone abordar algunos contenidos
curriculares relativos a la Informática, opta claramente por la tercera opción, es decir, se
plantean los contenidos curriculares ligados a la Informática de manera transversal, que
se trabaje desde el interior de cada área para introducirla en un contexto significativo, tal
y como la tecnología informática se ha ido incorporando en las diferentes prácticas de la
sociedad.
La aparición de los contenidos de la Informática en cada área exige que el profesor
adquiera también una cultura informática, requisito indispensable para que pueda utilizar
esta herramienta como instrumento didáctico. Por tanto, no sólo el profesor tiene que
tener los conocimientos y las destrezas suficientes en el ámbito de la Informática, sino
que tanto los alumnos como el profesor deberían poder acceder con facilidad a los
ordenadores para basar el aprendizaje en la práctica. Para llegar a esta idea, alumno y
profesores han de haber pasado por planteamientos más sencillos, ya que sólo se llega a
éste cuando se ha trabajado con supuestos más simples.
Y más cuando las líneas de trabajo futuras con el profesorado están dando un giro
para orientarlas más hacia el concepto de Web 2.0, en la que se hace fundamental para el
profesorado hacerle partícipe de las posibilidades que ofrece la web para su actualización
profesional, para la realización de su labor docente y lo que es más importante, formar
28
parte de manera activa de una red de profesionales con intereses comunes. Es importante
integrar al profesorado de Educación Infantil en la sociedad del conocimiento y en las
nuevas tecnologías para que le permitan conocer, utilizar, investigar, innovar su práctica
educativa minimizando dificultades y rentabilizando recursos.
Cuando nos referimos al término web 2.0 nos referimos a una serie de aplicaciones y páginas
de internet que utilizan la inteligencia colectiva para proporcionar servicios interactivos en red
dando al usuario el control de sus datos (O’Reilly, 2005).
B) La informática como medio
Esta alternativa es totalmente compatible con la primera. Está orientada a sacar todo
el provecho de las potencialidades del medio para convertirlo en instrumento de
aprendizaje y en una gran ayuda.
1. Desde el punto de vista del profesor, las nuevas tecnologías constituyen un
instrumento con dos tipos de utilidad:
– Le ayudan en sus tareas administrativas, en la preparación de sus clases o en la
evaluación.
– Le ayudan en sus tareas de enseñanza. Esto requiere el diseño, adaptación y
elección de materiales informáticos (simulaciones, bases de datos, programas
educativos con objetivos concretos, procesadores de textos, hojas de cálculo,
Internet, blogs, etc.) adecuados a determinados contenidos curriculares de la
materia que se esté impartiendo.
2. Desde el punto de vista del alumno, la informática puede ser también un
instrumento de aprendizaje. El objetivo aquí ya no sería, como en el caso
anterior, aprender Informática, sino aprender conocimiento sobre sí mismo y
autonomía personal; conocimiento del entorno; lenguajes: comunicación y
representación utilizando las tecnologías que tenemos a nuestro alcance. Aquí
podemos hablar de:
– Aprender del ordenador, mediante la utilización de programas didácticos
cerrados previamente diseñados con unos objetivos didácticos precisos.
– Aprender con el ordenador, aprendizaje en el que el ordenador es tan sólo una
herramienta para determinadas tareas escolares (escribir, calcular, buscar
información). En este caso el objetivo didáctico no está contenido en el
software, sino en utilizar el ordenador como una herramienta más para plantear
actividades de meditación y refuerzo, como un medio de exploración que
potencia los procesos de aprendizaje de contenidos curriculares.
29
Es fundamental para esta opción, basada en que la tecnología se utilice como
instrumento didáctico en los procesos enseñanza-aprendizaje, que el ordenador
esté integrado en el aula (como recurso del aula). También es posible plantearlo
teniendo un aula de Informática, en este caso la elaboración y diseño de las tareas
habrían de estar coordinados con las realizadas en el aula ordinaria para que los
niños y niñas tengan sensación de continuidad en lo que están haciendo.
Ante lo expuesto, y con lo que ya se ha señalado, no se puede olvidar que es
realmente la actitud del profesorado hacia la tecnología lo que influye más en la
evolución y en la forma de introducir ésta en el aula. Los profesores son conscientes de
los beneficios que trae la implantación de las nuevas tecnologías, pero siempre que la
administración o los organismos competentes procuren una formación, dotación, ayuda
de especialistas, etc. Una mera dotación de recursos no es suficiente para que el
profesorado vea y comprenda la necesidad de incorporar las tecnologías al aula.
Haciendo una breve referencia al tema de la formación del profesorado –tanto en
formación inicial como en formación permanente–conviene señalar que hay numerosas
propuestas sobre cómo debe plantearse para que adquieran las competencias necesarias
para utilizar las tecnologías (Blázquez, 1994; Cabero, 1994; De Benito, Pérez y Salinas;
1994; Gallego, 1994; Camacho, 1995; Cebrián, 1996; Gutiérrez, 1997; Martínez, 1997;
Iglesias y Raposo, 1998). Estas propuestas giran en torno a tres aspectos:
1. Formación en medios. Esto significa, además de una alfabetización audiovisual e
informática, el manejo de conceptos específicos y la adquisición de cierta
cultura tecnológica. Podríamos hablar de una formación de carácter
conceptual: los hechos, conceptos y principios que un docente ha de poseer
sobre los medios para poder manejarlos sin dificultad.
2. Formación con medios. Los medios además deben estar presentes en las
distintas actividades formativas que realiza el docente. Que el docente los
utilice, desarrolle destrezas y habilidades que le permitan desempeñar un papel
como usuario de medios. Sería una formación de carácter procedimental: lo
que el docente ha de saber hacer con los medios.
3. Formación para los medios. Una formación para el uso de medios desde un
punto de vista didáctico, centrada en las distintas posibilidades metodológicas
de los medios en situaciones de enseñanza-aprendizaje, en el conocimiento de
los efectos del medio sobre el aprendizaje de los alumnos. Esta formación exige
de la valoración y análisis crítico de los medios. Es, por tanto, una formación
encaminada al ámbito actitudinal con respecto al uso de los medios (Raposo,
2000: 19-20).
Sirvan estas líneas para dejar constancia de uno de los aspectos más importantes que
se deben considerar en la incorporación de las tecnologías al aula. Se profundizará más
30
concretamente en el papel del profesor en el capítulo 7.
3.1. Posibilidades educativas del ordenador en el aula
Ya que en el presente capítulo los métodos y técnicas de enseñanza están siendo
expuestos y se hacen propuestas de cambios en ellos de cara a una integración curricular
de las TIC de forma sensata y coherente, nos dedicaremos en este apartado a justificar
algunas de las cualidades que la herramienta ordenador –la versatilidad y flexibilidad– nos
ofrece en el aula.
Los datos más recientes muestran que ha habido un enorme incremento en el
número de ordenadores adquiridos por las instituciones educativas en la última década,
pero los investigadores afirman que hay muchos más millones de ordenadores en los
hogares, y que el estudiante individualmente pasa pocas horas frente al ordenador en la
clase (por semana).
El contexto que nos define es el siguiente: la dotación de equipos en cada escuela es
unfactor de dificultad a la hora de integrar el ordenador, los equipamientos son
insuficientes y por tanto entorpecen las posibilidades de uso, sus características no son
adecuadas para el uso escolar y se quedan obsoletas (dotaciones cerradas), sin olvidar el
número de alumnos que suele haber por ordenador.
Partiendo de este panorama, la utilización de ordenadores en la enseñanza ha sido
motivo de investigaciones y existen estudios relacionados sobre cuándo, cómo y dónde
usar esta tecnología en el medio educativo. A partir de todos ellos y de la reflexión sobre
la utilización de ordenadores en el proceso de enseñanza-aprendizaje se han abierto
varias posibilidades de debate a ese respecto.
Uno de los puntos de este debate es que muchos educadores piensan que el uso de
ordenadores en las escuelas cambiará totalmente su manera de actuar, generando algunas
inquietudes que a continuación se recogen:
– El ordenador puede sustituir a los profesores, transformando la escuela con la
que estamos acostumbrados a convivir. Otros piensan que el ordenador vendrá
a contribuir mucho a la escuela y al proceso de enseñanza-aprendizaje, y no
descartan la participación del profesor.
– Tal vez el profesor y la propia escuela tengan actuaciones diferentes de las que
se tengan hoy, pero deben coexistir. La contribución que traen los ordenadores
a la educación no pasa de innovaciones conservadoras, donde el ordenador
realiza lo que ya se realizaba por otros medios o recursos auxiliares del
profesor.
– En este caso el ordenador estaría apenas simulando el uso de otros recursos,
tales como retroproyectores, proyectores de películas, slides, etc. Para estos
educadores el ordenador traería contribuciones sustanciales en términos
31
didácticos y pedagógicos, pero no epistemológicos.
– Dependiendo de la interpretación de lo que sea paradigma educativo y del
enfoque dado al desarrollo del raciocinio a este respecto, muchos artículos
hablan de una nueva escuela con el uso de ordenadores, donde el énfasis
estaría centrado en nuevos paradigmas, pero utilizando el mismo modelo
instructivo. El uso del ordenador se estaría dando como una nueva herramienta
educativa, pero el modelo instructivo continuaría siendo el mismo (Medeiros y
Pimentel, 1999).
Esta visión sobre lo que la tecnología informática puede o no estar generando en el
pensamiento del profesorado no deja de lado la claridad con que se han detectado en
numerosos estudios las ventajas e inconvenientes que supone para la enseñanza la
incorporación o utilización del ordenador en el aula. Se exponen a continuación:
• Ventajas:
– Se desarrollan capacidades de lógica y razonamiento con mayor facilidad.
– Mejora el rendimiento escolar.
– Los niños aprenden a trabajar en grupo y a comunicarse, se hacen más
sociables.
– Se fomenta la curiosidad, la imaginación y la creatividad, la reflexión y la
superación personal.
– El aprendizaje es más activo ya que se participa y se interactúa con el
ordenador.
– Las tecnologías avanzan a velocidad vertiginosa, y es aconsejable aprenderlas lo
antes posible para incorporarlas a nuestro fondo vital.
• Inconvenientes:
– Los ordenadores son muy caros y los programas de software educativo también.
– Los colegios no están preparados, no se pueden permitir esta inversión, que
además sólo será útil a corto plazo, ya que teniendo en cuenta el avance de la
tecnología hay que estar renovando y actualizando tanto el hardware como el
software constantemente.
– Los profesores no están formados para impartir este nuevo tipo de enseñanza.
– Aún hoy se ve la informática como una amenaza para el futuro papel del
profesor.
– La informática y las nuevas tecnologías son desconocidas aún para la gran
mayoría, y lo desconocido suele dar miedo y producir rechazo.
– Las nuevas tecnologías pueden llegar a ser perjudiciales si no se utilizan de
manera adecuada.
32
Siguiendo con la contextualización, el paisaje que describe lo que hay en la
Educación Infantil se puede obtener de las conclusiones obtenidas de un estudio realizado
para sondear la opinión de los profesionales de la educación sobre la introducción de las
nuevas tecnologías en esta etapa. En este estudio (Vega, 1997) se observa que:
• Las escuelas que no trabajan con los ordenadores tienen como principal motivo la
imposibilidad de tener máquinas en las clases, pues las consideran condición
indispensable. Existe una falta de formación del profesorado en Informática
educativa y el desconocimiento de las posibilidades de trabajar con los
ordenadores en Educación Infantil. Destacan que no tienen acceso a los
ordenadores, ya sea porque el horario del aula está ocupado por los grupos de
Primaria o porque está en otro edificio, pero en ningún caso los maestros
piensan que no hace falta trabajar con los ordenadores en Educación Infantil.
• Las escuelas que sí trabajan con los ordenadores afirman hacerlo en el aula que
hay en el centro. La mayoría trabaja en el aula de Informática con una parte
del grupo y el resto se queda en la clase con otro maestro (los que tienen
problemas con los desdoblamientos van con todo el grupo). Es de destacar que
todos, o casi todos, trabajan con dos alumnos por ordenador. Opinan que los
alumnos asumen los medios informáticos como un recurso más para el trabajo
cotidiano, que permite más autonomía de organización y de horarios y que
posibilita integrar los trabajos que se hacen con los ordenadores al resto de
actividades y al ritmo de la clase. El ordenador es un rincón más de actividad
montado para la clase. Con respecto al software echan de menos tener
disponibles aplicaciones para trabajar la lectoescritura, la lógica y la
enumeración.
Las conclusiones generales son, en primer lugar, que el profesorado de Infantil de las
escuelas públicas participantes en la encuesta está interesado en las posibilidades
didácticas de los recursos informáticos; en segundo lugar, que estos recursos se utilizan
en la medida de las posibilidades de cada centro y, finalmente, que se ha hecho el
esfuerzo de optimizar los recursos disponibles para utilizarlos.
En cuanto a las reacciones observadas por Jiménez y Gracé (2001) en las aulas de
Infantil (niños de 3 a 6 años) en las que se ha integrado el ordenador en el aula, se
destaca que:
– Los alumnos realizan un proceso de autoaprendizaje cada vez más autónomo.
– Aprenden a autocorregirse sus errores.
– Aumentan su control y responsabilidad en la toma de decisiones sobre las tareas
que van a realizar.
– Adquieren destrezas y habilidades relacionadas con la psicomotricidad fina.
– Adquieren una alta comprensión del lenguaje iconográfico y visual (conocen los
botones empezar, salir, carpetas, etc.).
33
– Las tareas creativas de tipo gráfico que realizan con el ordenador son muy
buenas, colaborando en aumentar la seguridad en sí mismos.
– Como trabajan con uno o varios compañeros, aumenta la colaboración, la ayuda
y se enseñan unos a otros, pronto aprenden que entre varios es más fácil
realizar una actividad.
Teniendo en cuenta lo expuesto se puede afirmar que la clave está en la correcta
selección del material según el tema central de la actividad que se va a desarrollar. Que el
ordenador es sólo una herramienta más en el desarrollo de la actividad, como puede serlo
un proyector, un juego de bloques lógicos, etc. La importancia de una integración
curricular desde la unidad didáctica de aprendizaje. Reconocer que el software es un
recurso necesario que se va a usar en un momento determinado que hace lo que
necesitamos que haga y es fácil de usar. Y por supuesto asumir que no hay software
perfecto, y elegirlo según las necesidades y posibilidades de la situación específica de
enseñanza en un momento dado.
Por último y para finalizar este apartado, se presentarán algunas de las posibilidades
que ofrece el ordenador en el desarrollo de algunos de los aspectos importantes para
trabajar en la Educación Infantil:
• Para el desarrollo psicomotor. A través del manejo del ratón conseguimos:
– Estimular la percepción óculo-manual:presionar y soltar los botones.
– Desarrollar la motricidad fina: movimientos precisos.
– Reforzar la orientación espacial.
– Trabajos manuales complementarios.
– Recortar, doblar y pegar, etc.
• Habilidades cognitivas:
– Trabajar la memoria visual.
– Relacionar medio y fin.
– Desarrollar la memoria auditiva.
• Identidad y autonomía personal:
– Identificación de las características individuales: talla, físico, rasgos…
– Identificar los sentimientos en función de los gestos y ademanes.
– Fomentar la autoconfianza y la autoestima a través de las actividades.
• Uso y perfeccionamiento del lenguaje y la comunicación:
34
– Narrativa de cuentos expresando ideas (aprendizaje del inicio, nudo y desenlace
de toda historia).
– Escuchar y trabajar con cuentos interactivos.
– Crear tarjetas de felicitación donde reflejen sus sentimientos.
– Dibujar libremente sobre experiencias vividas.
– Expresar y resaltar sus vivencias, ideas, experiencias y deseos.
• Pautas elementales de convivencia y relación social:
– Hábitos de buen comportamiento en clase.
– Trabajo en grupo, valorando y respetando las actividades de sus compañeros.
– Relacionarse con el entorno social que le rodea creando vínculos afectivos.
– Espíritu de ayuda y colaboración.
– Aportar y defender sus propios criterios y puntos de vista.
• Descubrimiento del entorno inmediato:
– Representar escenas familiares a través de programas de diseño gráfico.
– Crear juegos cuyas imágenes reflejen su vida cotidiana (familia, mascotas…).
– Trabajar con software que les permita crear y construir escenas de su entorno
(su casa, el parque, barrio, etc.).
– Empezar a familiarizarse con las letras, los números, las horas del reloj, etc.
(Romero, 2006: 19-28).
Son ejemplos de cómo aprovechar el ordenador para sacarle partido como
herramienta didáctica integrada en el aula.
3.2. Estrategias de utilización del ordenador en el aula
La idea sobre la que se ha ido trabajando a lo largo de los apartados anteriores señala una
postura o posición ante variables que se deben considerar en la integración curricular de
la tecnología-ordenador en el aula. Es necesaria una incorporación curricular de las TIC
consensuada y reflexionada para poder llegar a buen puerto.
La relación entre currículo, docente y alumno es la base para un planteamiento
inteligente de estas herramientas. El currículo es el mapa de ruta para nuestra enseñanza
al que dirigirse para guiarnos sobre qué debe ser enseñado y aprendido en cada etapa, y
en cada momento, de ahí que la tecnología deba estar integrada en ese marco curricular.
La tecnología no debe ser el currículo, pero puede ser usada para abordar piezas del mismo
(Wirsig, 2002).
35
En este punto es obligado echar un vistazo a las variables que influyen en el
currículo y, por tanto, son ésas las que tendremos que considerar a la hora de tomar
decisiones. Entre unas y otras existen relaciones muy estrechas y de cierta dependencia
pues el cambio o la alteración en una puede repercutir en las demás.
En la figura 3.1 aparecen todos los elementos curriculares que se ponen en
funcionamiento en el acto didáctico, todos están interrelacionados entre sí, y si
observamos la variable “medio”, ésta mantiene una relación de dependencia dentro del
contexto curricular con todos y cada uno de ellos, de tal forma que las decisiones que
tomemos sobre él influirán en el diseño inicial de los objetivos que se planteen, así como
en las decisiones que se tomen sobre el espacio, tiempo, rol del profesor, contenidos, el
alumno (distribución del grupo, estilo de aprendizaje…).
Figura 3.1. Interacción de los medios con el resto de componentes del currículo.
Es recomendable, por tanto, antes de ponerse a diseñar una unidad de trabajo hacer
un análisis de la situación, de nuestro contexto (qué se desea hacer con la tecnología,
qué medio es el mas idóneo, qué distribución de alumnos es la más adecuada para
trabajar esa tarea, con qué tecnología se cuenta, qué concepto es el más adecuado para
trabajar con este medio y por qué). A partir de ahí, empezar a diseñar sobre una base
realista qué se puede y qué no se puede hacer (diseño de actividades).
Si se agrupan estas variables para tenerlas en cuenta en el planteamiento curricular y
que resulten más sencillas de analizar, se pueden establecer tres grandes dimensiones:
metodológica, organizativa y formativa. Las tres son fundamentales para que la
36
integración del medio se pueda realizar con la mayor coherencia posible y con el menor
grado de improvisación. En los siguientes subapartados se hará una descripción de cada
una de ellas.
3.2.1. Dimensión metodológica
En esta dimensión se van a exponer las variables o aspectos que intervendrán en las
decisiones adoptadas al cómo utilizar el medio. El docente debe buscar aquellas
condiciones en las que la tecnología pueda potenciar la comprensión en los alumnos. Éste
debe ser su objetivo.
Hay que ser conscientes de que, si se integra el medio utilizando metodologías
tradicionales, la comprensión del alumno de los temas que trabajemos no superará los
niveles obtenidos en experiencias donde la tecnología estaba ausente. En cambio, si se
utiliza con un enfoque constructivista en el que la tecnología es empleada para trabajar
un aspecto determinado del currículo, los niveles superan a los habituales.
Está claro que el método de enseñanza que enfatiza la resolución de problemas, el
desarrollo de conceptos y el pensamiento crítico es el más adecuado para utilizar la
tecnología frente al que sólo esté basado en la simple adquisición de conocimiento.
Ya que el medio informático en sí mismo puede constituir un lugar donde los
alumnos puedan recolectar información de diferentes formatos para entonces poder
organizarla, visualizarla, relacionarla y descubrir conexiones entre diferentes hechos,
ideas, situaciones, etc., el valor de la herramienta está en la posibilidad de estimular a los
alumnos a crear y producir conocimiento (Jonassen, 2000).
Es indispensable en Educación Infantil que el alumno vea la conexión entre los
contenidos que se tratan en el aula y la vida diaria, no solamente para mantenerlos
interesados en el currículo, sino para prepararlos como ciudadanos, adultos pensantes,
respetuosos y responsables. Jonassen (2000) piensa que la tecnología puede nutrir a los
alumnos facilitando la exploración y el acceso a determinada información comparando
perspectivas, creencias y diferentes concepciones del mundo. Y también que uno de los
mayores retos de un docente es proveer a sus alumnos de oportunidades de aprendizajes
significativos que satisfagan a la diversidad de niños y niñas que hay en las aulas.
Para esa tarea tenemos en el medio informático a un aliado (algunos alumnos no
comprenden el concepto sin antes haber hecho algo con él), y más concretamente, por
ejemplo, en un software de simulación diseñado para aportar un espacio de múltiples
ensayos de forma que satisfaga las inquietudes de los alumnos y contribuya a la
comprensión del concepto. Resumiendo, un principio que se ha de asumir con toda
responsabilidad es el de usar siempre la tecnología para “aprender haciendo” y
reflexionando.
Algunas de las posibles estrategias metodológicas que se pueden utilizar en
Educación Infantil pueden ser las siguientes:
37
A) Extracurricular
Cuando se dice que algo es extracurricular no se refiere tanto a que se realice fuera
del horario sino que el planteamiento se lleva a cabo a nivel más general por ciclos,
cursos, edades, etc. No se trabajan conceptos de una unidad de trabajo sino objetivos
generales. No se suelen trabajar en el espacio del aula ordinaria. La idea de trabajar para
incorporar la tecnología va más en la línea de conseguir unos objetivos generales dirigidos
a la realización de proyectos concretos por ciclos o cursos pero que no forman parte del
currículo del aula.
Los talleres son un tipo de estructura educativa en la que el sujeto desarrolla una
actividad con un fin eminentemente práctico. El taller responde al concepto de juego-trabajo-proyecto. Se fundamenta en los intereses del niño fomentando la curiosidad; por
tanto, las justificaciones para estos talleres son:
– La necesidad de manipulación por parte del niño.
– La función globalizadora que desarrolla.
– La iniciación en la investigación.
– Permite desarrollar la creatividad.
Se fundamenta en los intereses del niño fomentando la curiosidad; por tanto, un
ejemplo de utilización del ordenador en Infantil es el Taller de Cuentos, que les permite
crear sus propias historias de forma sencilla, incorporándoles música, personajes,
objetos, etc. (Storybook). Ver y oír posteriormente sus creaciones les resulta
especialmente atractivo, y permite construir un ambiente alrededor del cuento que
contribuye a la ampliación del placer por la lectura.
Para hacerse una idea se pondrá un ejemplo de cómo se ha introducido un Taller de
Informática externo al aula en los cursos de 3, 4 y 5 años. Ésta es una experiencia
extraída del Taller de Informática-Infantil del Colegio Hispania de Cartagena, en Murcia
(disponible en http://fantastic.infantil.googlepages.com/taller). El taller se impartió dentro
del horario escolar como complemento a las áreas curriculares y el objetivo es enseñar el
manejo del ordenador como instrumento de apoyo a los contenidos trabajados en el aula.
El taller se llevó a cabo en el aula de Informática trabajando en dos grupos: Grupo A,
niños de 5, 6 y 7 años y Grupo B, niños de 3 y 4 años junto a niños de 5. El horario es
de 12:30 a 13:30 y los grupos se alternan a lo largo de la semana: lunes Grupo A, martes
Grupo B, miércoles Grupo A y jueves Grupo B, alternando el trabajo en equipo o parejas
con el individual. El trabajo individual les permite aprender de forma autónoma y de esta
manera detectar sus dificultades. El trabajo por turnos, en grupos de 2 o 3, les ayuda a
desarrollar el autocontrol, tan necesario en las primeras edades. Aunque la profesora está
pendiente de las dudas es más importante la tutorización que reciben de sus iguales, sus
compañeros, esto no sólo les estimula sino que les ayuda a mejorar su autoestima.
38
http://fantastic.infantil.googlepages.com/taller
B) Centros de interés
Freinet hablaba de la necesidad de que la escuela estuviera a tono con la vida. Con
ello quería decir que la escuela no podía mantenerse aislada o encerrada en prácticas
educativas obsoletas mientras el mundo cambiaba y con él los niños y niñas que se han
de educar.
Por ello, no es suficiente usar las tecnologías con entusiasmo, ya que cada
tecnología requiere de nuevas competencias y habilidades. No se trata sólo de usarlas,
sino de comprender los cambios e implicaciones que introducen en la cultura y por
supuesto, en la escuela.
En este caso estamos hablando de otra forma de incluir la tecnología informática,
pero teniendo en cuenta un planteamiento con una fuerte carga curricular. Como ya se ha
referido en numerosas ocasiones, es a través de las unidades didácticas elaboradas por
los profesores como se puede llevar a cabo una integración curricular del medio
informático; es la forma más adecuada para que los niños y niñas de estas edades utilicen
las tecnologías como una herramienta más de su aprendizaje.
Hay que partir de un centro de interés que surge de las propias experiencias del niño,
de sus motivaciones e intereses y, por supuesto, reales y cotidianas. Estas unidades,
aunque se elaboren en grupos de profesores, han de adaptarse a las características del
grupo-clase y deben servir de respuesta a interrogantes, por lo que no han de ser ficticias,
sino naturales. Las unidades o centros de interés serán globalizadoras (su casa, sus
amigos, la calle y el entorno, sus juegos, los animales, las plantas, etc.), lo que permite
expresar esas vivencias en todos los lenguajes posibles.
Estos llamados centros de interés son importantes para la maduración de estos niños
y niñas de Infantil porque centra su ilusión en algo usual, cercano y palpable para él, de
ahí que a la hora de plantearse su elaboración se tenga en cuenta:
– Que las unidades experienciales deben surgir de las propias experiencias del niño
y de sus motivaciones e intereses y han de ser de tipo real.
– Que se han de adaptar a las características del grupo.
– Que aparezcan como respuesta a interrogantes.
– Que la temática no ha de ser ficticia, sino natural y en función de todo el grupo.
– Que se determinen los fines específicos de cada centro.
– Que las unidades o centros de interés sean globalizadoras, lo que permite
expresar esas vivencias en todos los lenguajes posibles.
– Que las unidades experienciales sigan el desarrollo vivencial del propio niño (su
casa, sus amigos, la calle y el entorno, sus juegos, los animales, las plantas,
etc.).
Dentro de esta posibilidad, los rincones pueden ser una opción metodológica idónea
para trabajar en Educación Infantil. Sigue un centro de interés común, pero los niños no
39
realizan trabajos dirigidos, sino más bien propuestas que hace el profesor para que elijan
la mejor forma de resolverlas.
Laguia y Vidal (2001) afirman que hasta los 6 años el juego es el medio idóneo de
todo proceso educativo, el juego es más que placer, es una necesidad vital, es el primer
instrumento de aprendizaje del que dispone el niño para conocerse a sí mismo y al
mundo que le rodea. Por ello estas autoras se decantan por organizar la clase en
rincones, pues piensan que es una buena manera de “jugar y aprender espontáneamente”
(p. 5).
Los rincones son espacios delimitados, en los que se desarrollan actividades lúdicas,
con un fin en sí mismas; es decir, cada rincón tiene un objetivo claro y concreto. Son una
propuesta metodológica que engloba tanto juegos libres como trabajos manipulativos,
interpretativos de desarrollo social y afectivo. La organización por rincones hace posible
la participación activa de los niños en la construcción de sus propios conocimientos.
El debate sobre los rincones en Infantil ha llevado a grupos de profesores a cambiar
el término rincón de juegos por rincones de actividades, entre otras cosas porque
entienden que cada uno de ellos tiene un contenido, un tiempo, un espacio y unos
materiales que le confieren una categoría tan importante como cualquier otra actividad
escolar.
Figura 3.2. Rincón del ordenador en un aula.
Quintero (2005) señala que los rincones en Educación Infantil responden a una serie
de necesidades del alumno, tanto físicas como psicológicas, que se podrían desglosar en:
– Necesidades físicas.
– Necesidades afectivas.
– Necesidad de activismo físico y mental.
– Necesidad de movimiento.
40
– Necesidad de autonomía.
– Necesidad de socialización.
– Necesidades lúdicas.
– Necesidades de expresión.
El cuadro 3.1 resume esos aspectos metodológicos que tendremos que pensar de
cara al planteamiento de nuestro desarrollo curricular.
Cuadro 3.1.
Aspectos metodológicos en un planteamiento curricular
Dinámica de aula 1. Talleres
2. Rincones
3. Metodología tradicional
Momento en el que se utilice 1. Horario de clase
2. Horas libres en la escuela
3. Otros momentos
Uso que haga el profesor 1. Uso sistemático de todos los
programas que conoce y considera
útiles para su asignatura
2. Uso accidental o puntual
Según la iniciativa del alumno 1. Uso del programa dirigido por el
profesor
2. Uso del programa semi-libre (el
alumno puede utilizarlo como quiera,
pero siempre para alcanzar un objetivo
propuesto por el profesor)
3. Uso libre del programa
Independientemente de las decisiones u opciones adoptadas por el profesor con
relación a la metodología más adecuada para realizar su integración, es necesario
recordar algunos aspectos fundamentales para sacarle partido al ordenador:
1. El aprendizaje cooperativo en un ordenador significa que dos o más alumnos
trabajan juntos para aprender y practicar sus habilidades, que se ayudan
mutuamente para alcanzar determinados objetivos; sin embargo cada uno de
ellos es responsable de producir su parte del trabajo usando y practicando las
habilidades enseñadas. Aunque trabajan juntos, tienenresponsabilidades
individuales.
2. El profesor necesitará establecer procedimientos para compartir el tiempo de
41
uso del teclado y del ratón, los alumnos necesitan aprender cómo trabajar en
grupos cooperativos, y cómo alternarse ante el ordenador para asegurar que
ambos tengan iguales oportunidades a la hora de completar sus proyectos.
3. Presentar a toda la clase las tareas que se van a realizar y la finalidad de las
mismas antes de comenzar a trabajar con el ordenador, todos van a aprender
junto con las actividades que harán con el ordenador y fuera del ordenador,
antes de que cada grupo empiece su labor (para evitar que se distraigan con el
ordenador y no escuchen las explicaciones).
4. Tener actividades pensadas para los alumnos que terminan antes, para que no se
queden parados esperando a sus compañeros (actividades que los alumnos sean
capaces de hacer por sí mismos sin que el profesor tenga que estar
explicándoselo todo, que refuercen aún más aquello que se está explicando).
5. El profesor debe fomentar que los niños desarrollen su creatividad
aprovechándose del uso de las nuevas tecnologías, ya que introducen en el
aprendizaje una vertiente lúdica muy acusada que lo favorece. El ordenador
posee un gran atractivo como medio de aprendizaje, crea situaciones que
promueven un aprendizaje activo, por descubrimiento y a través de los errores,
fomenta la motivación, la curiosidad, la imaginación y la reflexión. En
definitiva, bien utilizado puede mejorar mucho el rendimiento escolar (Romero,
2001: 44-45).
3.2.2. Dimensión organizativa
En esta dimensión se recogerán aquellos aspectos que inevitablemente ya se han
planteado de forma superficial en la anterior dimensión, ya que es casi imposible hablar
de una metodología concreta y no hacer referencias a elementos organizativos en los que
se incluyen variables espaciales, temporales o de recursos.
Al plantear la utilización del medio informático, el saber si se cuenta o no con el
medio no es suficiente; también va ser importante conocer dónde se encuentran
ubicados, cuántos aparatos se tienen disponibles, etc. Ya se vio que la forma de utilizarlo
es el principio o la base a través de la cual se tomará el resto de las decisiones. Pero es
cierto que puede tenerse muy clara la metodología idónea pero no contar con los
elementos necesarios para poder llevarlo a la práctica, es por ello que los aspectos
organizativos dictarán nuestras posibilidades de aplicación, nos guste o no. Hay que
buscar la mejor forma de aprovecharlas.
Lo que sí está claro es que en Educación Infantil, y partiendo de la realidad de los
centros, la dotación de ordenadores suele ser de menos de diez, que suelen estar
ubicados en el aula de Informática de uso común, con lo que en función de la ratio tiene
que haber dos o más alumnos por ordenador. Son pocos los centros que disponen de uno
o dos ordenadores en el aula. Teniendo en cuenta este contexto:
42
– El trabajo con ordenadores debe hacerse en grupos reducidos, la alternativa más
coherente y usual es dividir a la mitad el grupoclase. La mitad de los alumnos
estarán trabajando con los ordenadores y la otra mitad hará otra actividad (p.
ej., lectura, trabajos en equipo, manualidades, ejercicios individuales). En
ambas situaciones el profesor es un guía que resuelve las posibles dudas.
– Colocar los ordenadores de tal forma que el profesor pueda ver a todos los
alumnos, tanto los que trabajan con ordenadores como los que estén haciendo
otra actividad (la propuesta para que esto se pueda cumplir es la colocación de
los ordenadores alrededor de la clase y aprovechar la zona centro para tener
mesas de trabajo común).
– Además es necesario colocar los ordenadores de tal forma que el profesor pueda
ver las pantallas de los mismos mientras los niños trabajan, pero que no
puedan ser vistas fácilmente por el resto de los compañeros que no estén
trabajando en los ordenadores en esos momentos, ya que los distraerían.
– Los ordenadores tienen que estar colocados de tal forma que los enchufes y
cables estén fuera del alcance de los niños, sobre todo si son muy pequeños.
Colocar sillas, mesas o cualquier tipo de mueble para proteger estos enchufes y
cables.
– Tanto el teclado como el ratón deben estar situados en el centro, al alcance de
los dos miembros del equipo (Romero, 2001: 40-41).
Podemos resumir diciendo que una distribución en forma de “U” eliminando el
factor riesgo con respecto a los cables es la más adecuada, porque el profesor se puede
situar en la parte abierta de la U y de un vistazo puede observar todos los monitores; y
además, puede hacer una explicación colectiva de lo que se va hacer. Las banquetas
giratorias facilitan la movilidad del alumno a la hora de seguir las indicaciones que va
haciendo el profesor y, por último, le añaden la capacidad de utilizar el espacio central de
usos múltiples y así poder trabajar otras actividades complementarias a las que se están
realizando con el ordenador.
Figura 3.3. Aula de ordenadores en forma de “U”.
43
El cuadro 3.2 resume las posibles opciones que se pueden dar.
Cuadro 3.2
Aspectos organizativos importantes
RECURSOS DISPONIBLES
Número de ordenadores disponibles y
ubicación
1. Rincón ordenador (1/2 o 3
ordenadores)
2. Taller de informática (2/5
ordenadores)
3. Aula informática (6/10 ordenadores)
4. Gran aula (+ de 10 ordenadores)
Forma de estar conectados los
ordenadores
1. Individuales
2. Conectados en red local
3. Conectados telemáticamente
A PARTIR DE LA DISTRIBUCIÓN DE LOS ALUMNOS
Agrupamiento de la clase
1. Todos los alumnos a la vez
2. Grupos de clase (divide la clase 1/2 o
1/3)
3. Sólo algunos alumnos
Alumnos que actúan delante de cada
ordenador
1. Uso individual
2. Trabajo por parejas o en trío
3. En grupo
3.2.3. Dimensión formativa
Aquí se exponen algunos hábitos determinantes que se deben desempeñar por parte del
profesorado, sin los cuales se dificultaría el uso de la tecnología. Tres requisitos mínimos
son fundamentales cuando el profesorado se implica en el uso de las tecnologías
informáticas:
1. El profesor debe familiarizarse con el software y las actividades que sus alumnos
van a realizar, de manera que sea capaz de responder preguntas incluso sin ver
la pantalla del ordenador. Los programas que se van a utilizar siempre tienen
44
que ser revisados, y las actividades puestas en práctica para evitar problemas y
ver si cumplen o no los objetivos previstos.
2. El profesor debe acostumbrarse a estar informado sobre las novedades en el
sector informático y a leer sobre tecnología, es conveniente que de vez en
cuando hojee revistas informáticas y esté al tanto de las novedades tanto en
hardware como en software educativo. Sería una buena idea que se habilitase
en el colegio un lugar (en la biblioteca, por ejemplo), donde acumular y poder
consultar libros y revistas sobre este tema.
3. Es conveniente que los profesores exploren los nuevos programas educativos que
van saliendo al mercado para ver qué provecho pueden sacar a cada uno de
ellos. El siguiente paso sería guardar un archivo de fichas para los distintos
programas, con notas sobre las posibles aplicaciones, ejercicios y proyectos que
se pueden plantear con ese software para cada asignatura. El profesor puede
consultar los ficheros realizados por los compañeros cada vez que quiera
impartir una lección de una asignatura y desee utilizar el ordenador como
herramienta didáctica. Puede conocer de qué programas dispone para ayudarlo
en esa unidad, y qué proyectos y ejercicios se pueden plantear con esos
programas para iniciar, desarrollar, reforzar o evaluar los objetivos de la
lección.
Sería conveniente mantener también un registro donde recopilar todos los problemas
tecnológicos más comunes que se puede encontrar un profesor que utilice el ordenador
en el aula, con sus respectivas soluciones. De esta manera el profesor, que no es un
técnico informático, sabría qué hacer ante problemas tan comunes como que un
ordenador “se cuelgue” en medio de una actividad, ya que podría

Continuar navegando