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HISTORIA ECONÓMICA Clase 3 DIAMOND - Armas, gérmenes y acero En el mapa del mundo de la figura 10.1, comparemos las formas y orientaciones de los continentes. Llama la atención una discrepancia evidente. América abarca una distancia mucho mayor de norte a sur (unos 15 000 km) que de este a oeste: sólo 5000 km en su parte más amplia, que se estrechan a tan sólo unos 65 km en el istmo de Panamá. Es decir, el eje más largo de América es el que va de norte a sur. Lo mismo sucede, aunque en un grado menos extremo, con África. En cambio, el eje mayor de Eurasia va de este a oeste. ¿Qué efectos han podido tener estas diferencias de orientación de los ejes continentales en la historia humana? La orientación de los ejes influyó en los ritmos de difusión de los cultivos y la cría de animales, y también puede ser que en los de inventos como la escritura, la rueda y otros. Dicha característica básica de la geografía contribuyó así poderosamente a las experiencias, muy diversas, de los pueblos autóctonos americanos, africanos y eurasiáticos en los últimos 500 años. Entre tales difusiones de la producción de alimentos, las más importantes tuvieron lugar desde el suroeste de Asia hasta Europa, Egipto y el norte de África, Etiopía, Asia central y valle del Indo; del Sahel y África occidental a África oriental y meridional; de China a los trópicos del sureste de Asia, Filipinas, Indonesia, Corea y Japón, y de Mesoamérica a América del Norte. Además, la producción de alimentos se enriqueció, incluso en sus zonas de origen, por la adición de cultivos, ganados y técnicas de otras zonas de origen. Incluso en todas las zonas en donde la producción de alimentos tuvo efectivamente difusión en la era prehistórica, los ritmos y épocas de esa difusión experimentaron variaciones muy considerables. En uno de los extremos se dio una rápida propagación a lo largo de los ejes este-oeste. En el extremo opuesto tuvo lugar la lenta difusión a lo largo de los ejes norte-sur. Hubo asimismo grandes diferencias en cuanto a lo completo de la difusión de determinados grupos de cultivos y animales, lo que de nuevo supone barreras más fuertes o débiles a su difusión. Por ejemplo, mientras que cultivos y animales oriundos de Asia suroccidental lograron propagarse hacia el oeste a Europa y hacia el este al valle del Indo, ninguno de los mamíferos domésticos andinos (la llama/alpaca y el cobaya) lograron alcanzar Mesoamérica en los tiempos precolombinos. Éste fallo asombroso exige una explicación. Al fin y al cabo, en Mesoamérica se desarrollaron densas poblaciones de agricultores y sociedades muy complejas, de manera que no cabe duda alguna de que los animales domésticos andinos (si los hubiesen tenido a su disposición) les habrían sido útiles para la alimentación, el transporte y la obtención de lana. ¿Qué significa el que un mismo cultivo se haya aclimatado reiterada y separadamente en varias partes de su zona silvestre y no sólo una vez en una zona única? Hemos visto ya que la aclimatación de las plantas supone la modificación de especies silvestres de forma que alcancen mayor utilidad para el hombre gracias a semillas de mayor tamaño, sabores menos amargos u otras cualidades. La evidencia de una sola de estas aclimataciones hace pensar que, una vez que determinada planta silvestre había sido aclimatada, su cultivo se difundía con rapidez a otras áreas por toda la zona autóctona de dicha planta, con prioridad sobre las necesidades de otras aclimataciones por separado de la misma especie. La evidencia del predominio de aclimataciones únicas en Asia suroccidental, y, por el contrario, la frecuencia de aclimataciones múltiples en América, podrían así constituir un testimonio más claro de que los cultivos se difundieron con mayor facilidad desde Asia suroccidental que en América. La rápida difusión de un cultivo puede hacer prioritaria su aclimatación en otras zonas no sólo ante la misma especie silvestre antecesora, sino asimismo ante especies silvestres emparentadas. Todos los cultivos primitivos de Asia suroccidental alcanzaron prioridad sobre la aclimatación de cualquiera de sus parientes cercanos por toda la extensión de Eurasia occidental. Vemos así que muchos fenómenos diferentes coinciden en llegar a la misma conclusión: la producción de alimentos se difundió con mayor facilidad a partir de Asia suroccidental que en América, y también probablemente que en el África subsahariana. Estos fenómenos consisten en: la falta completa de logro de la producción alimentaria en algunas áreas ecológicamente idóneas; las diferencias en su ritmo y selectividad de difusión, y las discrepancias en cuanto a si los cultivos aclimatados antes alcanzaron o no prioridad sobre readaptaciones de la misma especie o aclimataciones de parientes cercanos. ¿Qué fue lo que hizo en América y en África la difusión de la producción de alimentos más difícil que en Eurasia? El argumento en etapas: 1. Si la población crece, intentará expandirse a nuevos territorios. 2. Para esto necesitará llevar consigo animales y semillas. – 3. Las cuestiones climáticas son fundamentales: en el Creciente Fértil (tras su estudio genético), las plantas tuvieron un solo proceso de adaptación. En este sentido, es más fácil para cualquier población asentarse. 4. En Mesoamérica, América del Sur y el este de Estados Unidos la difusión de plantas y animales fue mucho más lento, requiriendo varias mutaciones (tres o cuatro) para adaptarse ante los nuevos climas cuando la población se expandía. 5. Esto tiene que ver con las variaciones climáticas. Ir del este hacia el oeste (clima más homogéneo) versus ir norte-sur (clima heterogéneo). En EEUU, aunque el clima sea parecido, hay dificultades con respecto a la existencia de grandes desiertos y montañas
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