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Microbiologia Medica (263)

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CAPÍTULO 18 Haemophilus, Bordetella, Brucella y Francisella 265
Las pruebas para conocer las necesidades de factor X (hem) 
y V (dinucleótido de nicotinamida y adenina) pueden realizarse 
de diversas maneras. Las bacterias del género Haemophilus que 
necesitan factor V proliferan alrededor de tiras de papel o discos 
que contienen factor V colocado en la superfi cie de agar que se 
han procesado en autoclave antes de añadir la sangre (el factor V 
es termolábil). También se puede colocar una tira que contenga 
factor X en paralelo con otra que contenga factor V en agar defi -
ciente en estos nutrimentos. La proliferación de Haemophilus 
en la zona de respuesta entre las tiras indica la necesidad de los 
dos factores. Una mejor prueba para conocer la necesidad de 
factor V se basa en la imposibilidad de H. infl uenzae (y algu-
nas otras especies del género Haemophilus) de sintetizar hem 
a partir del ácido δ-aminolevulínico. El inóculo se incuba con 
ácido δ-aminolevulínico. Los microorganismos del género Hae-
mophilus que no necesitan factor X sintetizan porfobilinógeno, 
porfi rinas, protoporfi rina IX y hemo. La presencia de fl uores-
cencia roja bajo la luz ultravioleta (aproximadamente 360 nm) 
indica que hay porfi rinas y es una prueba positiva. Las bacte-
rias del género Haemophilus que sintetizan porfi rinas (y, por lo 
tanto, hem) no son H. infl uenzae (cuadro 18-1).
Inmunidad
Los lactantes menores de tres meses pueden tener anticuerpos 
séricos transmitidos por la madre. Durante este periodo es poco 
frecuente la infección por H. infl uenzae, pero después se pier-
den los anticuerpos. Los niños a menudo adquieren infecciones 
por H. infl uenzae, que suelen ser asintomáticas pero que pueden 
adoptar la forma de enfermedades respiratorias o meningitis. 
H. infl uenzae era la causa más frecuente de meningitis bacteriana 
en niños de cinco meses a cinco años de vida hasta el comienzo de 
la década de 1990, en que se pudo contar con las vacunas a base 
de conjugados (véanse los comentarios siguientes). Entre los tres 
y cinco años de edad, muchos niños no inmunizados adquieren de 
forma natural anticuerpos contra PRP que favorecen la destruc-
ción bactericida dependiente de complemento y la fagocitosis. La 
inmunización de los niños con vacuna conjugada de H. infl uen-
zae tipo b induce a la formación de los mismos anticuerpos.
Existe una correlación entre los anticuerpos bactericidas 
presentes y la resistencia a las infecciones importantes por H. 
infl uenzae tipo b. Sin embargo, no se sabe si estos anticuerpos en 
sí contribuyen a la inmunidad. Los adultos con estos anticuer-
pos pueden presentar neumonía o artritis por H. infl uenzae.
Tratamiento
La tasa de mortalidad de la meningitis por H. infl uenzae no tra-
tada puede ascender a 90%. Muchas cepas de H. infl uenzae tipo 
b son susceptibles a la ampicilina, pero hasta 25% produce lac-
tamasa β bajo control de un plásmido transmisible y son resis-
tentes. En esencia todas las cepas son susceptibles a las cefalos-
porinas de tercera generación y carbapenems. La cefotaxima 
administrada por vía intravenosa produce resultados excelentes. 
El diagnóstico inmediato y el tratamiento antimicrobiano son 
esenciales para disminuir la alteración neurológica e intelectual 
tardía. Entre las complicaciones tardías de la meningitis por 
H. infl uenzae tipo b destacan la aparición de una acumulación 
subdural circunscrita de líquido que exige drenaje quirúrgico. 
Se ha calculado que en Estados Unidos hasta 27% de NTHi tam-
bién produce β lactamasas.
Epidemiología, prevención y control
H. infl uenzae tipo b encapsulado se transmite entre perso-
nas por vía respiratoria. La infección por H. infl uenzae tipo b 
puede prevenirse con la administración de la vacuna conjugada 
de Haemophilus b aplicada a los niños. En la actualidad, hay 
tres vacunas conjugadas monovalentes de proteína con polisa-
cárido PRP (polisacárido vinculado al complejo de proteína de 
membrana externa) en el mercado estadounidense. PRP-OMP 
(PedvaxHIB, Merck and Co., Inc), PRP-T (ActHIB, Sanofi Pas-
teur, Inc.) y PRP-T (Hiberix, GlaxoSmithKline). En PRP-OMP, 
el complejo de proteína de membrana externa del serogrupo B 
de Neisseria meningitidis es el conjugado de proteína, en tanto 
que el PRP-T es el toxoide tetánico. Hay también tres vacunas 
de combinación que contienen vacuna conjugada tipo b de 
H. infl uenzae. Son éstas: PRP-OMP-Hep B (Merck and Co., 
Inc.), DTaP-IPV/PRP-T (dift eria, tosferina acelular y virus de 
poliomielitis inactivado se agregan a PRP-T; Sanofi Pasteur) y 
MenCY/PRP-T (vacuna C y Y meningocócica agregada a PRP-
T; GlaxoSmithKline). El lector puede consultar una exposición 
más completa sobre estas vacunas en la referencia de Briere. Es 
necesario administrar algunas de las vacunas de conjugados a 
todos los niños a partir de los dos meses de vida. De acuerdo 
con la vacuna escogida, la serie comprenderá tres dosis a los 
dos, cuatro y seis meses de vida o dos dosis aplicadas a los dos y 
cuatro meses de edad. Se aplica una dosis de refuerzo entre los 
12 y los 18 meses de edad. Las vacunas monovalentes se pue-
den administrar en el momento de aplicar otras vacunas, como 
DTaP (dift eria, tétanos y tos ferina acelular). El empleo generali-
zado de la vacuna a base de H. infl uenzae tipo b ha disminuido la 
incidencia de meningitis por dicho microorganismo en más del 
95% en los niños. La vacuna también disminuye las frecuencias 
de portador por el mismo germen.
El contacto con sujetos con infección clínica por H. infl uen-
zae tipo b conlleva escaso riesgo para los adultos, pero consti-
tuye un peligro evidente para los hermanos no inmunes y otros 
niños en igual condición menores de cuatro años que manten-
gan contacto muy cercano. A estos niños se recomienda la pro-
fi laxia con rifampicina.
HAEMOPHILUS AEGYPTIUS
El microorganismo conocido antes como bacilo de Koch-Weeks 
ocasionaba una forma de conjuntivitis muy contagiosa en niños. 
H. aegyptius es muy similar a H. infl uenzae tipo III, que es el 
microorganismo causal de la fi ebre purpúrica del Brasil; esta 
última es una enfermedad de niños que se caracteriza por fi e-
bre, púrpura, choque y muerte. En épocas pasadas se atribuían 
equivocadamente estas infecciones a H. aegyptius.
AGGREGATIBACTER APHROPHILUS
Los microorganismos de las especies H. aphrophilus y H. para-
phrophilus se han combinado en la misma especie con el nuevo 
nombre de Aggregatibacter aphrophilus. Al género Aggregatibac-
ter se han sumado otros como H. segnis y Actinobacillus acti-
nomycetemcomitans. A menudo se detectan cepas de A. aphro-
philus como causas de endocarditis infecciosa y neumonía. Estos 
microorganismos aparecen en la cavidad bucal como parte de la 
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	MICROBIOLOGÍA MÉDICA
	SECCIÓN III BACTERIOLOGÍA
	CAPÍTULO 18. HAEMOPHILUS, BORDETELLA, BRUCELLA (...)
	HAEMOPHILUS AEGYPTIUS
	AGGREGATIBACTER APHROPHILUS

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