Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
CAPÍTULO 18 Haemophilus, Bordetella, Brucella y Francisella 271 4. ELISA. Se pueden detectar anticuerpos IgG, IgA e IgM con una prueba de enzimoinmunoanálisis de adsorción (ELISA, enzyme–linked immunosorbent assay) la cual hace uso de las proteínas citoplásmicas como antígenos. Estos análisis tienden a ser más sensibles y específi cos que la prueba de aglutinación. Inmunidad Una respuesta de anticuerpos ocurre con la infección y es proba- ble que se produzca cierta resistencia a los ataques subsiguientes. Las fracciones inmunógenas de paredes celulares de Brucella tienen un alto contenido de fosfolípido; la lisina predomina entre los ocho aminoácidos; no hay heptosa (lo que distingue, por lo tanto, entre las fracciones y la endotoxina). Tratamiento Las brucelas pueden ser susceptibles a la acción de tetraciclinas, rifampicina, trimetoprim-sulfametoxazol, aminoglucósidos y algunas quinolonas. El alivio sintomático puede presentarse a los pocos días después de iniciar el tratamiento con estos fárma- cos. Sin embargo, por su ubicación intracelular, los microorga- nismos no se erradican con facilidad del hospedador totalmente. Para mejores resultados, se debe prolongar el tratamiento. Se recomienda el tratamiento combinado con una tetraciclina (como la doxiciclina) y estreptomicina o gentamicina durante dos a tres semanas o rifampicina durante seis a ocho semanas. En pacientes con endocarditis o indicios de enfermedad neuro- lógica, se sugiere el tratamiento triple con doxiciclina, rifampi- cina y un aminoglucósido. Epidemiología, prevención y control Las brucelas son microorganismos patógenos en los animales y son transmitidos al ser humano por el contacto accidental con heces, orina, leche y tejidos de animales infectados. Las fuentes frecuentes de infección para el ser humano son leche no pasteu- rizada, productos lácteos y queso, y el contacto laboral (p. ej., granjeros, veterinarios y personas que trabajan en los rastros) con animales infectados. Los quesos elaborados con leche de cabra no pasteurizada son un vehículo muy frecuente de transmisión de la brucelo- sis. En ocasiones es importante la vía aérea. Debido al contacto laboral, la infección por Brucella es mucho más frecuente en los varones. La mayor parte de las infecciones se mantiene asinto- mática (latente). Las tasas de infección varían bastante con los diferentes animales y con cada país. Fuera de Estados Unidos, la infección tiene una mayor prevalencia. La erradicación de la brucelosis en el ganado bovino puede intentarse mediante prueba y sacrifi cio, inmunización activa de novillas con la cepa 19 viva no virulenta, o combinando pruebas, segregación e inmunización. Se exa- mina el ganado vacuno por medio de pruebas de aglutinación. La inmunización activa del ser humano contra la infección por Brucella se encuentra en fase experimental. El control con- siste en limitar la diseminación y en la posible erradicación de la infección de animales, la pasteurización de la leche y los produc- tos lácteos, así como la reducción de los riesgos laborales cuando es posible. Verifi cación de conceptos • Las especies de Brucella son patógenos intracelulares obli- gados que aparecen en animales; la enfermedad en seres humanos, llamada brucelosis, se conoce por una variedad de sinónimos, como fi ebre de Malta y fi ebre ondulante, entre otros más; se origina más bien por contacto con ani- males o sus productos, en particular leche o quesos no pasteurizados. • El periodo de incubación varía de una a cuatro semanas; el cuadro infeccioso puede comenzar de manera repentina con fi ebre, escalofríos, sudoración y malestar general, y evolucionar hasta afectar múltiples órganos y sistemas con esplenomegalia, linfadenopatía y osteomielitis; la infección crónica puede persistir por años. • El diagnóstico puede ser difícil y en muchos casos depende del estudio serológico porque es muy difícil cultivar tal microorganismo incluso en medios selectivos y con incu- bación duradera. • El tratamiento comprende antimicrobianos por tiempo prolongado que sean efi caces contra patógenos intracelula- res, como rifampicina, trimetropim-sulfametoxazol, fl uo- roquinolonas, aminoglucósidos y tetraciclinas. FRANCISELLA TULARENSIS Y TULAREMIA Las bacterias del género Francisella tienen una amplia distri- bución en reservorios animales y medios acuáticos. La taxono- mía de este género ha experimentado múltiples cambios a través de los años. Hay siete especies en el género, de las cuales la de mayor importancia es Francisella tularensis. Hay tres subespe- cies reconocidas de F. tularensis: tularensis (tipo A), holarctica (tipo B) y mediasiatica. La subespecie tularensis (tipo A) es la más virulenta de este grupo y la más patógena en el ser humano. Se relaciona con conejos silvestres, garrapatas y moscas tábano. Las cepas de la subespecie holarctica producen infección más leve y se relacionan con liebres, garrapatas, mosquitos y moscas tábano. F. tularensis es transmitida al ser humano por artró- podos y moscas que pican, por el contacto directo con el tejido animal infectado, la inhalación de aerosoles o la ingestión de ali- mento o agua contaminados. El cuadro clínico inicial depende de la vía de infección; se han descrito seis síndromes importan- tes (véase Patogenia y Manifestaciones clínicas). Otras dos especies de Francisella, Francisella philomiragia y Francisella novicida, se han asociado a enfermedad en seres humanos. F. philomiragia usualmente se ha encontrado en situaciones de cuasi-ahogamiento. No se abordarán aquí estos microorganismos. Morfología e identifi cación A. Microorganismos típicos F. tularensis es un cocobacilo gramnegativo pequeño. Pocas veces se detecta en frotis de tejido (fi gura 18-2). B. Muestras Se obtiene sangre de las pruebas serológicas. Se puede aislar el microorganismo en el cultivo de aspirados de ganglios linfáticos, médula ósea, sangre periférica, tejidos profundos y biopsias de úlceras. 18 Chapter 18_Carroll_4R.indd 27118 Chapter 18_Carroll_4R.indd 271 14/04/16 18:1314/04/16 18:13 MICROBIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN III BACTERIOLOGÍA CAPÍTULO 18. HAEMOPHILUS, BORDETELLA, BRUCELLA (...) FRANCISELLA TULARENSIS Y TULAREMIA
Compartir