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Microbiologia Medica (303)

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CAPÍTULO 22 Legionelas, Bartonelas y bacterias patógenas poco comunes 305
de células que revisten los vasos sanguíneos; la infl amación 
endotelial puede llevar a oclusión vascular y trombosis. La 
mortalidad de la fi ebre de Oroya no tratada se acerca a 85%. El 
diagnóstico se obtiene al examinar frotis de sangre teñidos y 
cultivos del mismo material en un medio semisólido.
Después de la infección aguda, en semanas a meses aparece 
una segunda etapa de la infección llamada verruga peruana, 
que se caracteriza por lesiones cutáneas nodulares vasculares 
en recolecciones sucesivas. Esta infección dura alrededor de un 
año y produce poca reacción sistémica; no es letal. Se han des-
crito lesiones de la mucosa e internas. Bartonellae puede verse 
en los granulomas; los resultados en hemocultivos a menudo 
son positivos, pero no hay anemia.
B. bacilliformis produce una proteína extracelular llamada 
deformina que favorece la deformación (indentación) de las 
membranas eritrocíticas y los fl agelos proveen a los microor-
ganismos de la fuerza mecánica para invadir a los eritrocitos. 
La duplicación del microorganismo tiene lugar dentro de una 
vacuola endocítica facilitada por proteínas de la membrana 
externa y fragmentos de la membrana eritrocítica creados en el 
momento de la unión y la deformación de la membrana. B. baci-
lliformis también invade células endoteliales y otros tipos de 
células humanas in vitro.
La bartonelosis se limita a las zonas montañosas de los 
Andes en la zona tropical de Perú, Colombia y Ecuador y la 
transmiten las moscas de arena del género Lutzomyia.
B. bacilliformis prolifera en agar nutritivo semisólido que 
contenga 10% de suero de conejo y 0.5% de hemoglobina. Des-
pués de 10 días o más de incubación a 28 °C, el medio se entur-
bia y en los frotis teñidos con método de Giemsa, se identifi can 
los microorganismos cilíndricos y granulosos.
Es importante administrar ciprofl oxacina, doxiciclina, 
ampicilina y sulfametoxazol-trimetroprim al menos durante 
10 días para tratar a los pacientes de manera exitosa. Cabe 
utilizar un plan terapéutico parenteral si la persona no puede 
absorber los medicamentos por vía oral. El cloranfenicol por 14 
días se ha utilizado para tratar de forma efi caz las infecciones 
por B. bacilliformis, en particular en Sudamérica. En combina-
ción con las transfusiones de sangre, cuando estén indicadas, 
los antibióticos disminuyen en gran medida la mortalidad. El 
control de la enfermedad depende de eliminar las moscas de 
arena vectoras; son útiles insecticidas, repelentes de insectos y 
la eliminación de las zonas de cría de las moscas de arena. La 
prevención con antibióticos a veces es efi caz.
Bartonella henselae y Bartonella quintana
A. Linforreticulosis benigna
Suele ser un trastorno benigno, que se autolimita; se manifi esta 
por fi ebre y linfadenopatía que aparece una a tres semanas des-
pués de estar en contacto con un gato (por lo común después 
de un arañazo, lamedura, mordedura o tal vez picadura de una 
pulga). En ese sitio, surge una lesión primaria en la piel (pápula 
o pústula). El estado de la persona puede parecer adecuado, 
pero por lo regular hay febrícula y a veces cefalea, malestar 
general y faringitis. Se advierte linfadenomegalia regional 
(más a menudo ganglios axilares, epitrocleares o cervicales) y 
a veces los ganglios son dolorosos al tacto, cuadro clínico que 
tal vez persista por semanas o incluso meses, y pueden llegar a 
supurar. Los casos típicos (5 a 10%) se caracterizan por linfade-
nopatía preauricular y conjuntivitis (síndrome oculoglandular 
de Parinaud). Se han descrito manifestaciones sistémicas más 
graves, por ejemplo meningitis, encefalopatía, lesiones óseas y 
retinitis. En Estados Unidos, según expertos, cada año surgen 
más de 22 000 casos.
El diagnóstico de linforreticulosis benigna se basa en: 1) da-
tos sugerentes de la anamnesis y la exploración física; 2) aspi-
ración de pus de ganglios linfáticos que no contienen bacterias 
detectables por cultivos corrientes, y 3) signos histopatológi-
cos característicos con lesiones granulomatosas, que pueden 
incluir bacterias que se identifi can en tinciones con impregna-
ción argéntica. También se ha incluido como criterio una cuti-
rreacción positiva, pero este dato posee sólo interés histórico. 
Una dilución de 1:64 o mayor en un suero único en la prueba 
de anticuerpo fl uorescente indirecto (IFA, indirect fl uorescent 
antibody) apoya con fuerza el diagnóstico, pero la obtención 
de una concentración diagnóstica puede ser tardía o quizá no 
surja en inmunodeprimidos. Se dispone de enzimoinmuno-
análisis pero pueden ser menos sensibles que la prueba de IFA.
La linforreticulosis benigna es causada por B. henselae, 
una bacteria gramnegativa pleomórfi ca pequeña que aparece 
principalmente en las paredes de los capilares cerca de zonas de 
hiperplasia folicular o dentro de microabscesos. Los microor-
ganismos se identifi can mejor en cortes de tejidos teñidos con 
el método de impregnación argéntica de Warthin-Starry; tam-
bién se les detecta mediante tinciones inmunofl uorescentes. 
En esta enfermedad relativamente benigna, casi nunca se reco-
mienda llevar a cabo cultivos de B. henselae.
El reservorio de B. henselae es el gato doméstico y la tercera 
parte de los gatos o más (y tal vez sus pulgas) puede estar infec-
tada. Según expertos, el contacto con gatos infectados a través 
de lesiones cutáneas es la forma en que se transmite la infección.
La linforreticulosis benigna suele aparecer en personas 
inmunocompetentes y suele involucionar por sí sola. El trata-
miento es sobre todo de sostén al brindar tranquilidad, aplicar 
compresas húmedas y calientes, y suministrar analgésicos. Los 
síntomas pueden mejorar con la aspiración de pus o la extrac-
ción quirúrgica de un ganglio linfático muy grande. En tanto 
informes anecdóticos demuestran que puede ser de utilidad el 
tratamiento con tetraciclina, azitromicina, trimetoprim-sulfa-
metoxazol, rifampicina, gentamicina o fl uoroquinolona, estu-
dios más recientes no apoyan el uso de antibioticoterapia.
B. Angiomatosis bacilar
La angiomatosis bacilar es una enfermedad que predomina en 
inmunodeprimidos, sobre todo en aquéllos con sida; en perso-
nas sin inmunodepresiones, surge en raras ocasiones. En los 
estudios histopatológicos, la angiomatosis bacilar se caracte-
riza por la presencia de lesiones circunscritas con proliferación 
capilar lobular y vasos abiertos y redondos con células de endo-
telio cúbico que sobresalen al interior del vaso. Un signo notable 
son los histiocitos epitelioides rodeados por una matriz fi bro-
mixoide laxa. Los bacilos pleomorfos se identifi can también 
en el tejido subendotelial después de teñirlo con el método de 
impregnación argéntica de Warthin-Starry. A veces se observa 
infi ltración de las lesiones, por parte de polimorfonucleares.
La angiomatosis bacilar, en su forma común, comienza con 
una pápula roja cada vez mayor (similar a una frambuesa), que 
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