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Microbiologia Medica (327)

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CAPÍTULO 24 Espiroquetas y otros microorganismos espirilares 329
rifampicina, fosfomicina (fosfonomicina) y anfotericina B, para 
disminuir el índice de contaminación del cultivo por otras bac-
terias y hongos. B. burgdorferi se aísla con mucha facilidad de 
las lesiones cutáneas de eritema migratorio, y es difícil detec-
tarlo en otros sitios; también se le puede obtener en cultivo 
a partir de garrapatas. Debido a que el cultivo es un método 
complejo y especializado con un índice bajo de confi rmación 
diagnóstica se le utiliza poco.
Estructura y variación antigénica
B. burgdorferi tiene un aspecto similar al de otras espiroque-
tas. Se ha logrado conocer la secuencia de todo el genoma de 
dicho microorganismo y ello ha permitido anticipar sus innu-
merables estructuras antigénicas. Posee un cromosoma lineal 
poco común de unas 950 kb y múltiples plásmidos circulares y 
lineales. También hay un gran número de secuencias de lipo-
proteínas que incluyen las proteínas OspA-F en la superfi cie 
externa. Según expertos, la expresión diferencial de dichas 
proteínas permite a B. burgdorferi vivir en hospedadores muy 
diferentes como garrapatas y mamíferos. OspA y OspB, junto 
con la lipoproteína 6.6 son expresados de manera predomi-
nante en la garrapata. Hay aumento en el número de proteí-
nas de la superfi cie externa durante la fase de alimentación, en 
que los microorganismos migran del intestino medio a la glán-
dula salival de la garrapata; ello pudiera explicar el hecho de 
que la garrapata debe alimentarse 24 a 48 h antes de transmitir 
B. burgdorferi.
Patogenia y manifestaciones clínicas
La transmisión de B. burgdorferi a seres humanos ocurre por la 
inyección del microorganismo a través de la saliva de la garra-
pata o por regurgitación del contenido del intestino medio de 
ésta. El microorganismo se adhiere a los proteoglucanos en las 
células del hospedador, situación mediada por un receptor de 
glucosaminoglucano que poseen las borrelias. Una vez que la 
garrapata deposita el microorganismo, éste migra del sitio y 
produce la característica lesión cutánea. La diseminación se 
hace por los linfáticos o la sangre a otros sitios de la piel y el 
sistema musculoesquelético y otros órganos más.
La enfermedad de Lyme, a semejanza de otras espiroque-
tosis, aparece en fases y tiene manifestaciones iniciales y tar-
días. Tres días a cuatro semanas después de la picadura de la 
garrapata, la lesión cutánea peculiar defi ne la etapa 1; la lesión, 
llamada eritema migratorio, comienza como un área plana y 
enrojecida cerca de la picadura y poco a poco se expande, aun-
que su centro se decolora. Con la lesión cutánea coexiste un 
cuadro similar al de un resfriado, con fi ebre, escalofríos, mial-
gias y cefalea. La segunda etapa aparece semanas o meses des-
pués e incluye artralgia y artritis; manifestaciones neurológicas 
como meningitis, parálisis del nervio facial y radiculopatía 
dolorosa, y trastornos del corazón con defectos de la conduc-
ción y miopericarditis. La tercera etapa comienza meses o años 
después, con ataque crónico de la piel, del sistema nervioso 
o de las articulaciones. Se han aislado espiroquetas de todos 
los sitios mencionados y es posible que algunas de las mani-
festaciones tardías sean causadas por el depósito de inmuno-
complejos.
Pruebas diagnósticas de laboratorio
En algunos enfermos sintomáticos, el diagnóstico de la fase 
inicial de la enfermedad de Lyme se puede corroborar sobre 
bases clínicas al detectar la lesión cutánea peculiar; si ésta no 
se observa o se encuentra en una etapa ulterior de la enferme-
dad, en que debe ser diferenciada de muchas otras, deben prac-
ticarse pruebas diagnósticas de laboratorio. Sin embargo, no 
existe método alguno que sea sensible y específi co.
A. Muestras
Se obtiene sangre para estudios serológicos y también se puede 
obtener líquido cefalorraquídeo o sinovial, pero no se reco-
mienda cultivarlos. Las muestras mencionadas y otras pueden 
utilizarse para detectar DNA de B. burgdorferi por PCR.
B. Frotis
Se ha identifi cado a B. burgdorferi en cortes de muestras de biop-
sia, pero el examen de frotis teñidos constituye un método que 
no es sensible para el diagnóstico de la enfermedad de Lyme. En 
ocasiones se identifi ca B. burgdorferi por medio de anticuerpos 
y métodos inmunohistoquímicos.
C. Cultivo
Por lo común no se practica el cultivo, porque se necesita el 
transcurso de seis a ocho semanas para completarlo y no posee 
sensibilidad.
D. Métodos de amplifi cación de ácido nucleico
La PCR se aplica para la detección del DNA del B. burgdorferi 
en muchos líquidos corporales. En una técnica rápida, sensi-
ble y específi ca, pero no permite diferenciar entre el DNA del 
microorganismo vivo en la etapa activa de la enfermedad, y 
el DNA del microorganismo muerto, en la enfermedad tra-
tada o inactiva. Posee una sensibilidad cercana a 85% cuando 
se aplica a muestras del líquido sinovial, sensibilidad que es 
mucho menor si se utilizan muestras de CSF en individuos con 
neuroborreliosis.
E. Serología
Los métodos de este tipo han sido el elemento fundamental 
para el diagnóstico de la enfermedad de Lyme, pero en 3 a 
5% de personas sanas, y en las que tienen otras enfermedades 
(p. ej., artritis reumatoide y muchas enfermedades infeccio-
sas) pueden ser seropositivos en EIA inicial o en métodos de 
anticuerpos fl uorescentes indirectos (IFA, indirect fl uorescent 
antibody assay). Si la prevalencia de la enfermedad de Lyme 
es baja, como ocurre en muchas zonas geográfi cas, existe una 
posibilidad mucho mayor de que surja una reacción positiva en 
una persona que no tiene la enfermedad, en comparación con la 
persona que la tiene (valor predictivo positivo menor de 10%). 
Por tal razón, es importante realizar el estudio serológico en 
busca de enfermedad de Lyme sólo si las manifestaciones clíni-
cas son fuertemente sugerentes. El diagnóstico no debe basarse 
en la positividad de pruebas EIA e IFA, en ausencia de datos 
clínicos sugerentes. Se recomienda una estrategia bipartita en 
el serodiagnóstico, es decir, practicar EIA o IFA seguido de 
un método de inmunotransferencia para medir la reactividad 
con antígenos específi cos de B. burgdorferi.
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