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parasimpáticas posganglionares puede causar la despolarización y dar lugar a la contracción de las fibras musculares lisas. La acetilcolina, no obstante, es inútil si es administrada por el médico, porque es rápidamente destruida por las colinesterasas. Igualmente, sus acciones son tan generalizadas que no puede ser utilizada de modo selectivo. Al cambiar ligeramente la estructura, como en el caso del cloruro de metacolina o carbacol, los fármacos son menos susceptibles a la destrucción por las colinesterasas, pero poseen aún la capacidad de reaccionar con los receptores. La atropina y la escopolamina son fármacos que compiten con la acetilcolina por los mismos receptores. Estos fármacos son antagonistas competitivos de la acetilcolina en los sitios receptores del músculo liso, músculo cardíaco y diversas células secretoras. La noradrenalina es liberada de las fibras simpáticas posganglionares, y puede causar la despolarización del músculo liso en las paredes de las arterias, por ejemplo, dando lugar a su contracción. En otros sitios, como en los bronquios, produce la relajación del músculo liso. Se han clasificado los receptores simpáticos en α y α. Las funciones de los receptores α son vasoconstricción, midriasis (dilatación pupilar) y relajación del músculo liso del intestino. Los receptores α se asocian con vasodilatación, cardioaceleración, relajación bronquial y relajación intestinal. Se ha observado que la fenoxibenzamina bloquea los receptores α, mientras que el propranolol bloquea los receptores α. No se conoce la estructura de estos receptores. Trastornos en la percepción sensitiva Se debe investigar si hay trastornos en la percepción sensitiva en cara, tronco y extremidades. Deben identificarse las áreas con una menor sensibilidad al dolor (hipoalgesia) o a la sensibilidad táctil (hipoestesia) o una mayor sensibilidad (hiperestesia). Un paciente puede experimentar una sensibilidad anómala (parestesia), como hormigueo, con una lesión localizada en cualquier lugar del curso de la vía sensitiva desde el nervio periférico hasta la corteza cerebral. Se deben definir y registrar de modo preciso las áreas de alteración sensitiva, y se anotará por separado cada modalidad. La exploración de la función sensitiva requiere práctica y experiencia. Muchos pacientes tienen dificultades para responder a la exploración del sistema sensitivo realizada por el médico. Algunas personas intentan ayudar al explorador anticipando de modo erróneo la respuesta correcta. Se puede solucionar el problema en gran medida explorando la sensibilidad cutánea teniendo el paciente los ojos cerrados. De este modo, el paciente no puede ver qué áreas de la piel están siendo exploradas. Otros pacientes encuentran difícil comprender exactamente qué información se les pide. Algunos pacientes responden a las diferencias en intensidad del estímulo con más de una simple respuesta de «sí» o «no» a la pregunta «¿siente usted algo?». El médico ha de ser consciente siempre de la posibilidad de histeria, que es cuando un paciente manifiesta pérdida de la sensibilidad que no tiene una explicación neuroanatómica. Por ejemplo, en el caso de una pérdida total de la sensibilidad de la piel en un lado de la cara, incluido el ángulo de la mandíbula, el médico inferirá que el paciente tiene una 218 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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