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capítulO 39 | tratamiento nutricional médico en el estrés metabólico: sepsis, traumatismos, quemaduras y cirugía 897 activadores de la inmunidad se relaciona con una disminución de las complicaciones de las heridas en pacientes sometidos a cirugía GI (Mizock, 2010). Si no es posible la alimentación oral o se prevé un período extenso en DA, debe insertarse una sonda de alimentación enteral durante la cirugía. Las sondas combinadas de gastrostomía y yeyunostomía ofrecen ventajas significativas sobre las gastrostomías habituales, porque permiten el drenaje gástrico a través de la sonda de gastrostomía al mismo tiempo que la alimentación enteral por la sonda yeyunal. Se están reali- zando estudios para evaluar el efecto del aceite de pescado con el tratamiento nutricional sobre los resultados quirúrgicos en personas mayores tras cirugías importantes; los hallazgos preliminares parecen prometedores respecto a reducir la in- flamación sistémica, la pérdida de masa muscular y el descenso del peso (Miller et al., 2010). El momento de la introducción de alimentos sólidos tras la cirugía depende del nivel de conciencia del paciente y del estado del tubo GI. Una práctica habitual ha sido avanzar a lo largo de varias comidas desde líquidos transparentes hasta líquidos completos, y por último alimentos sólidos. Sin embargo, no existen motivos fi- siológicos para no introducir los alimentos sólidos en cuanto el tubo GI está funcionando y se toleren unos pocos líquidos (Lewis et al., 2009). Los pacientes quirúrgicos pueden tomar una dieta habitual con alimentos sólidos, en vez de solo líquidos transparentes. Caso clínico evolutivo con respuestas casO clíNicO valoración inicial Un varón de 57 años de edad fue ingresado en el hospital por pan- creatitis de causa desconocida. Siguió un tratamiento conservador, en dieta absoluta (DA) durante 9 días sin tratamiento nutricional enteral ni parenteral. En el 9.° día de ingreso, se descubrió que tenía seudoquistes y fue trasladado a un hospital de tercer nivel para continuar el tratamiento. Datos de la valoración Talla = 1,80 m Peso = 68 kg Índice de masa corporal = 21 kg/m2 Variación del peso en los 6 meses previos al ingreso: sí Peso perdido = 11 kg Reducción de la ingesta en las 2 semanas anteriores: sí Síntomas gastrointestinales de más de 2 semanas de duración: sí Exploración física: hundimiento de las sienes Radiografía de abdomen: asas de intestino delgado moderadamente dilatadas, compatibles con íleo paralítico Temperatura corporal máxima (Tmáx) en las últimas 24 h = 37 °C En tratamiento actualmente con suero salino al 0,45% + 30 mEq de KCl/l, 125 ml/h Aporte/pérdidas: 4.000/3.800 ml Valores de laboratorio Sodio: 130 mmol/dl Potasio: 3,4 mmol/dl Cloruro: 100 mmol/dl Dióxido de carbono: 20 mmol/dl Nitrógeno ureico sanguíneo: 23 mg/dl Creatinina: 0,8 mg/dl Calcio: 8 mg/dl Magnesio: 1,9 mg/dl Fósforo: 2,2 mg/dl Albúmina: 3 g/dl 1. Escriba los diagnósticos nutricionales pertinentes para este paciente en orden de prioridad, con el formato PES (problema, etiología y signos o síntomas). Malnutrición relacionada con ingesta inadecuada de alimentos orales y bebidas durante un período de tiempo prolongado, puesta de manifiesto por la pérdida de peso del 14% en 6 meses y por ausencia de ingesta. Alteración de los valores de laboratorio nutricionales relacionada con la respuesta metabólica al estrés y a la ausencia de electrólitos en la dieta y los líquidos intravenosos, puesta de manifiesto por descenso del sodio, potasio y fósforo séricos. 2. ¿Debería iniciarse la nutrición parenteral (NP)? Explíquelo. De acuerdo con la información presentada en el caso, debería haberse iniciado la NP porque el paciente está malnutrido, ha permanecido en DA durante 9 días y no parece que sea posible la alimentación enteral en breve (por el íleo). Será importante comentar con sus médicos la alimentación enteral a través de un acceso yeyunal una vez resuelto el íleo. 3. Calcule sus necesidades nutricionales. Se deben calcular sus necesidades calóricas mediante la ecuación de Mifflin-St. Jeor, aunque esta ecuación no incluye el hipermetabolismo en ninguno de sus grados, y no hay estudios que dirijan la selección del «factor de estrés». Debe usarse la ecuación de Mifflin-St. Jeor, porque es la más precisa de todas las ecuaciones usadas para pacientes sanos, obesos o no. El paciente no está en una situación que justifique el uso de las ecuaciones de cuidados intensivos. Hay que utilizar el peso corporal real. El resultado de la ecuación de Mifflin-St. Jeor para este paciente es de 1.525 kcal/día. Las necesidades proteicas se pueden fijar en 1,5 g/kg de peso corporal o 102 g/día. primer cambio de estado y reevaluación En el 4.° día de ingreso en el segundo hospital (13.° día en total), la temperatura corporal del paciente sube a 39 °C y se descubre que los seudoquistes están infectados. Se somete a cirugía de drenaje de los seudoquistes, y lavado y desbridamiento del páncreas. Después ingresa en la unidad de cuidados intensivos sedado y con ventilación mecánica. El estado actual es como sigue: Tmáx = 39,3 °C VE = 15,6 l/min (volumen respiratorio por minuto) (Continúa) © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o.
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