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Con la ayuda de un endoscopio (mediastinoscopio), los cirujanos pueden observar gran parte del mediastino y realizar intervenciones quirúrgicas menores. Para ello, introducen el endoscopio a través de una pequeña incisión en la raíz del cuello, justo por encima del manubrio del esternón y cerca de la incisura yugular, en el espacio potencial situado anterior a la tráquea. Durante la mediastinoscopia, los cirujanos pueden observar los nódulos linfáticos mediastínicos o realizar una biopsia para determinar, por ejemplo, si células cancerosas procedentes de un carcinoma broncógeno los han metastatizado. El mediastino también se puede explorar y biopsiar mediante una toracotomía anterior (extirpando una porción de un cartílago costal; v. cuadro clínico «Toracotomía, incisiones en el espacio intercostal y extirpación de una costilla»). Ensanchamiento del mediastino Los radiólogos y los médicos de urgencias observan en ocasiones un ensanchamiento del mediastino al examinar radiografías de tórax. Cualquier estructura del mediastino puede contribuir al ensanchamiento patológico. A menudo se observa tras un traumatismo producido por un choque frontal, por ejemplo, que produce una hemorragia en el mediastino procedente de desgarros en los grandes vasos como la aorta o la VCS. Con frecuencia, un linfoma maligno (cáncer del tejido linfático) produce un agrandamiento masivo de los nódulos linfáticos mediastínicos y un ensanchamiento del mediastino. La hipertrofia (agrandamiento) del corazón (a menudo debida a una insuficiencia cardíaca congestiva, en la cual la sangre vuelve al corazón a un ritmo más rápido del que se expulsa) es una causa frecuente de ensanchamiento del mediastino inferior. Significación quirúrgica del seno transverso del pericardio El seno transverso del pericardio es especialmente importante para los cirujanos cardíacos. Después de que el pericardio haya sido abierto anteriormente, puede introducirse un dedo a través del seno transverso del pericardio, posterior a la aorta ascendente y al tronco pulmonar (fig. C4-20). Tras la colocación de una pinza arterial o de una ligadura alrededor de estos vasos, mediante la inserción de los tubos de una máquina de circulación extracorpórea, se aprieta la ligadura y, así, los cirujanos pueden parar o desviar la circulación sanguínea en estas grandes arterias mientras realizan intervenciones cardíacas, como una derivación aortocoronaria. 677 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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