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1 LA SEMIOLOGÍA, LA SEMIÓTICA Y LA GENEALOGÍA DE LOS GESTOS (Y LA KINESIA). JUAN MANUEL ALVAREZ MENDEZ. SEPTIEMBRE 2016 AUTO-EDICCION 2 3 © Juan Manuel Álvarez Méndez 2016 (Inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual de la Comunidad de Madrid (calle Santa Catalina, nº6 Entreplanta Derecha-28014 Madrid) con números de referencia y certificado: Nº Solicitud: M-006079/2016. Nº de Expediente: 09-RTPI-06645.8/2016). 4 LA SEMIOLOGÍA, LA SEMIÓTICA Y LA GENEALOGÍA DE LOS GESTOS (Y LA KINESIA). JUAN MANUEL ALVAREZ MENDEZ. SEPTIEMBRE 2016 (BORRADOR) 5 6 ÍNDICE DE CAPITULOS. PREFACIO Y MIS INTENCIONES DE ESTUDIO. CAPITULO PRIMERO: EL GESTO Y SUS ÁMBITOS DE USO SEMIOLÓGICO. 1. el gesto. 2. los ámbitos de uso mímico o gestual, y códigos y sistemas de gestos aplicados y codificados. 3.1. Los códigos y sistemas de gestos codificados. 3.1.1. El lenguaje de gestos manuales, aplicados en modo de lenguaje intermediario. 3.1.2. El código de gestos o signos dactilológicos en las órdenes monacales 3.1.3. El S.S.I (Sistema de Signos Internacionales) y el Gestuno, también sistemas de género intermediario. 3.2. Los gestos-emblemas. 3.3. Los gestos operadores y gestos funcionales 3.4. Los gestos sagrados, gesto-tabúes, gestos de uso leitmotiv y gestos de uso iniciático. 3.5. Los gestos ilustradores e ideográficos. 3.6. Los gestos replicantes o de acción (la pantomima y el mimo). 3.7. Las señas dentro de los lenguajes y sistemas de signos mímicos. 3.8. Y otras variedades de gestos, gestos ‘no propiamente dichos o hechos’. CAPITULO SEGUNDO: UNA APROXIMACION A LA KINESIA (y A LA COMUNICACIÓN NO VERBAL DE AMBITO GESTUAL). 1. Antecedentes a la kinesia y la comunicación no verbal 1.2. Charles Darwin, Wilhelm Wundt y Georges Dumas. 1.3. Y una mención personal (de mi parte) a David Efrón. 2. la `kinesia´, el origen y los enfoques variados de estudio. 7 2.1. La `kinesia´, en su primera intención disciplinaria. 2.2. La kinesia y la llamada comunicación no verbal 2.3. Las distintas tendencias de estudio kinésico. 3. las propuestas de distinción y clasificación e implicaciones teóricas, desde la 'comunicación no verbal de ámbito gestual (y no mucho, desde la kinesia). 3.1. La tesis de Georges Dumas, la tipología de gestos, según el enfoque de manifestación gestual: intención, comunicación y comunión. 3.2.1. El esquema de Ekman y friesen, criterios y facetas o dimensiones de señal gestual. 3.2.2. Las 5 categorías o grupos básicos de gestos, a partir de la tesis de Ekman y Friesen. 3.3. La propuesta de Argely, categorías de gesto según el enfoque de cometido presupuesto, recurrido o aplicado. 3.4. Otras propuestas de clasificación, de criterio de `condición autotrópica o heterotrópica'. 3.5. Y unas consideraciones preliminares sobre la kinesia reciente o actual. CAPITULO TERCERO: MATIZACIONES AUTOCRITICAS A LA KINESIA Y LA CNV DE ÁMBITO GESTUAL O EN GENERAL. 1. Intenciones y motivaciones. Agradecimientos a la Kinesia y la CNV de ámbito gestual. 2. Unas matizaciones autocriticas a la Kinesia y la CNV de ámbito gestual (Y otras consideraciones supuestas sobre el fatal tratamiento o esquema de categorías de señales kinésica-gestuales, dentro del corpus disciplinario de la kinesia y de la CNV.) 2.1. El ‘punto débil’ de la Kinesia, y de la Comunicación No Verbal, el uso ambivalente, o ambiguo hasta acrítico del vocablo ‘gesto’. 2.2. El uso recurrente hasta egocéntrico (por no decir futil) de la lema ‘señal no verbal’ hasta de comunicación no verbal’ como su objeto de estudio disciplinario para la Kinesia. 8 2.3. La tercera matización autocritica seria: todavía no concretar de rigor semiológico y semiótico respecto a la naturaleza del gesto y de la señal no verbal, que viene definiéndose en una y otra tesis de calificación y consideración del epíteto ‘no verbal’. 2.4. El fallo de la kinesia y la CNV, también de origen o base epistemológica: la ‘mezcolanza’ entre categorías de gestos dentro de una misma clasificación gestual, propuesta por unos y otros autores de ámbito kinésico-gestual. 2.5. La ambigüedad de análisis o calificación definitoria aplicada en la kinesia y CNV, frente a las clases de señales kinésicas, de función paralingüística, y de índole extralingüística. 2.6. La falta o ausencia practica de tratamiento de definición y concreción semiótica a nivel de propiedades de desarrollo metacodicial y metalingüístico que corresponden a cada una de las categorías de expresión kinésica-gestual. 3.1. Y la conclusión supuesta: La necesidad de aclarar y definir de rigor – por parte de la misma disciplina de Kinesia y de la CNV el tratamiento de calificación ‘no verbal’, 3.2. O la otra conclusión supuesta o realista: el meollo de la cuestión del `gesto´ . CAPITULO CUARTO: LA KINESIA, EL ESTADO RECIENTE Y ACTUAL (quizá, EL TERCERO PERIODO DE LA KINESIA Y LA CNV). 1. Unas suposiciones personales sobre el estado actual en la Kinesia y de la CNV (a partir de los años 1970). 2. LA Kinesia de ‘periodo tercero’ o los supuestos periodos disciplinarios de la Kinesia. 3. EL concepto original y motivado de interacción en la Kinesia y la CNV. 3.1. El concepto de interacción en la Kinesia (y la CNV), bajo otras y distintas denominaciones. 3.2. La tesis de interacción sistémica y no solo interacción multi-modal y multicanal a nivel de expresiones y señales gestuales, implicaciones para la Kinesia igual que la CNV de ámbito gestual 3.3. A modo de conclusión: dos lecturas sobre el fenómeno de interrelación o interacción sistémica y multimodal o multidemsional. 4. Los cuatros enfoques principales de estudio disciplinario en la kinesia en actualidad. 9 4.1. El planteamiento de comunicación multisistemática: la kinesia, la proxemia, la cronemia y el paralenguaje), aplicado desde la comunicación no verbal. 4.2. La estructura triple básica, de F. Poyatos (en España y desde el año 1984 o mucho antes). 4.3. La cuestión de ‘marcadores’. Implicaciones y explicitaciones. 4.4. Y el planteamiento de interacción entre el verbal y el kinésico-gestual. 4.4.1. La tendencia (y quizá primicia) de planteamiento de interacción entre el verbal y el kinésico-gestual, urgidos por otros grupos de estudiosos o teóricos afines a la kinesia de ámbito gestual desde los años 1940 a 1970). 4.4.2. Y otras aportaciones de planteamiento afín a la kinesia en interacción sistémica y multimodal: la autonomía del sistema gestual’, el ‘continium de gesticulación o gestos ´, y la llamada ‘formula o escala de KENDON&MCNEILL. 5. Los elementos y factores supuestos en procesos de interacción o comunicación multi- modal. 5.1. Los elementos de entidad componente supuestamente intervenidos en procesos de interacción o comunicación multimodal entre las señales de lenguaje y las señales no verbales o kinésicas dentro del acto de habla oral y signada. 6. Y otras consideraciones supuestas. 6.1. El lenguaje de cabecera verbal versus el lenguaje secundario o de complemento. 6.2. La interferencia y la redundancia, aspectos y sucesos o hechos derivados de correlación, interacción o interrelación sistemática y sistémica. 7. La cuasi conclusión: la tesis de interacción multimodal (o multicanal), sistemática amen de sistemática, y en modo de interfaz (en sentido del sistema de lenguaje en común, entre distintos códigos, el código de lenguaje verbal y el kinésico, uno de los objetos finalistas de la disciplina de Kinesia y CNV. CAPITULO QUINTO: LAS TESIS DE RAY BIRDWHISTELL, WILLIAM CONDON, ADAM KENDON, Y DAVID MCNEILL, EXPONENTES SUPUESTOS DE LA KINESIA Y DE LA CNV DE ÁMBITO GESTUAL.http://es.wikipedia.org/wiki/Comunicaci%C3%B3n_no_verbal 10 1. Entre distintos planteamientos de interacción multidimensional y ligada al uso de las expresiones y señales gestuales respecto al lenguaje de cabecera verbal, dentro de la Kinesia y la CNV (de tercer periodo, desde los años 1970). 2. Los exponentes supuestos de la Kinesia y de la CNV de ámbito gestual desde los años 1970. 2.1. Ray Birdwhistell (por su tesis de señales kinésicas, ‘marcadores’) 2.2. William Condon. 2.3. Adam Kendon. 2.4. David McNeil. 2.4.1. La ‘autonomía del código de gestos’ 2.4.2. Otras aportaciones suyas de estudio kinésico-gestual: la definición de gesto co- verbal y La delimitación de 5 tipos de gesto co-verbal. 2.4.3. Y la ‘formula de Kendon’, (una sugerencia propia de McNeill, en realidad) 2.5. Y otras implicaciones supuestas o quizá cuasi concluyentes respecto a las propuestas de Adam Kendon y McNeill (el ‘contínuum de gesticulación’ y a la ‘formula de Kendon o escala de Kendon & McNeill’), en el estado actual de la Kinesia o CNV de ámbito gestual y como no, de la Semiótica Gestual (dejando de lado otra Semiología Social de los gestos). 3. Y unas matizaciones auto-críticas a la kinesia actual, en relación con la cuestión de cuestión de los marcadores. 3.1. Una necesaria autocritica a la ambivalencia de planteamiento y tratamiento respecto a la naturaleza semiótica de los marcadores dentro de la Kinesia y la CNV. 3.2. El llamado ‘paralenguaje’, un quid de la cuestión de señales de entidad co-verbal, paralingüística y pragmática. ¿Y por qué los marcadores si unidades de nivel suprasegmental y no unidades de expresión? 4. Unas observaciones respecto a la cuestión de interacción y sincronización regular entre señales de lenguaje verbal y las señales supuestas de índole kinésica-gestual dentro de la habla en lenguaje signado o/y desde la perspectiva de la habla en lenguaje signado. 4.1.1. La evidencia total de la interacción dentro del desarrollo del habla signada. 4.1.2. La interacción total esta consustancia al sistema de los LLSS versión natura 4.1.3. Los llamados ‘clasificadores’, una prueba de interacción inherente al sistema de los LLSS versión natural. 11 4. 2. Y Un símil de la estructura profunda vs la estructura superficial, a extrapolar al mensaje signado en una condición de habla multimodal-multisistémica. CAPITULO SEXTO: HACIA UNA SEMIOTICA GESTUAL, BAJO OTRAS PREMISAS DE REPARTO INTERDISCIPLINARIO. 0. Intenciones. 1. ¿existe realmente la Semiótica del Gesto o de los Gestos? 1.1. Las premisas previas de orden epistemológico o/y disciplinario (entre la Kinesia, la Semiología y la Semiótica). 1.2. A propósito de la desavenencia a la hora de atribuir tal competencia de estudio disciplinario a la Semiología o a la Semiótica desde sus orígenes disciplinarios (dejando de lado a la Kinesia). 1.3. La Kinesia no podría llegarse a lo que sería la Semiótica Gestual. 1.4. La falta de definición unánime o en común del mismo término ‘gesto’, también debida a la falta de perspectiva disciplinaria (y multi-disciplinaria), en respecto a la entidad semiótica del ‘gesto´. 2. La necesidad de crear un marco de protocolos de análisis semiótico dentro de una Semiótica Gestual. 2.1. Unos criterios y pre-requisitos de protocolo analítico respecto a la cuestión teórica, analítica, definitoria y clasificatoria de los gestos en general dentro de la práctica y objeto de disciplina que sería la Semiótica del Gesto o los Gestos. (i) El primer punto y pre-requisito de protocolo: igual tratamiento de definición semiótica a aplicarse al gesto, que ya se está aplicando al signo en general dentro de la semiótica y semiología. (Seria el meollo o quid de la cuestión del Gesto) (ii) El segundo punto y pre-requisito de protocolo: evitar la 'mezcolanza' de las categorías de gestos dentro de una misma clasificación de implicación axiomática. (iii) Y el tercero criterio y pre-requisito protocolario es: cada variedad de gesto a relegar a su propio código, a su propio sistema de código. 2.2. A modo de conclusiones o consideraciones supuestamente concluyentes. 12 CAPITULO SEPTIMO: UNA ACOTACION EN CLAVE SEMIOTICA (I): LAS PAUTAS SUPUESTAS DE ACOTACION PREVIA SOBRE LAS VARIEDADES Y CÓDIGOS DE GESTOS PROPIAMENTE DICHOS’ DE GESTOS. 0. A propósito de una acotación en clave semiótica. 1. Unas dos pre-menciones obligadas a propósito de la ‘desventaja de partida estructural’, atribuible a las variedades de gesto en general: la condición de expresion acomodaticia y la ambivalencia a nivel de adscripción de componente o cometido semiótico-sémico-semántico, entre otras consideraciones a tenerse en cuenta dentro de las pautas supuestas de categorización previa entre categorías y códigos de gestos propiamente dichos’. 1.1. La condición de expresión acomodaticia, atribuible a casi todas las variedades de gesto en general. 1.2. La ambivalencia a nivel de generación y adscripción de componente o cometido semiótico-sémico-semántico, respecto al ‘uso de gesto que lo lleva disponible, por supuesto, dentro de sus pautas de desarrollo sémico y metacodical. 1.3. Una consideración cuasi concluyente o pertinente para nuestro rigor de análisis semiótico: las categorías de gesto, a partir de las pautas de desarrollo metacodical- semiosico y al par, acorde con el uso puntual o contextual de cometido semiótico- sémico-semántico- con que se haga servir el gesto en cuestión. 2.1. LAS PAUTAS SUPUESTAS DE CATEGORIZACION PREVIA ENTRE CATEGORÍAS Y CÓDIGOS DE GESTOS PROPIAMENTE DICHOS’. 2.2. La consideración final sobre esa via triple o cuádruple de definición y caracterización gestual. 3. Y UNA PROPUESTA DE ACOTACION PREVIA ENTRE LAS CLASES DE GESTO: EL MAPA DE DE CLASIFICACIÓN DE ‘MOVIMIENTOS DE BRAZOS Y DE LA MANO’, DE VLADIMIR PAVLOVIC. (UNA SUGERENCIA MIA). 3. 1. El mapa de de clasificación de ‘movimientos de brazos y de la mano’, de Vladimir Pavlovic, una base ‘teórica y epistemológica’ de la semiótica aplicada del gesto. (Una sugerencia mía). 13 3. 2. Mi tesis o interpretación (deductiva e intuitiva respecto a las clases de movimientos de los brazos y de la mano (actos mímicos y gestos), DE VLADIMIR PAVLOVIC. 3. 3. Una consideración de primicia (o bien primacía) de implicación teórica y analítica para el esquema de clasificación en movimientos y actos gestuales de V. Pavlovic. CAPITULO OCTAVO: OTRA CARACTERIZACION Y CATEGORIZACION ORIENTATIVA Y EN CLAVE SEMIOTICA (A NIVEL DE PROPIEDADES O CARACTERSTICAS DE DESARROLLO METACODICAL) ENTRE CATEGORIAS DE GESTO PROPIAMENTE DICHO’. 1. Entre CUATRO categorías puntuales de gesto propiamente dicho’. 1.1. ‘GESTOS EMBLEMÁTICOS Y SIMBÓLICOS’. 1.2. Las propiedades supuestas de desarrollo metacodical, las variedades de gesto simbólico. 2. ‘GESTOS FUNCIONALES’, (prestados o utilizados de mensaje o de contenido holofrastico o comando enunciativo o verbal. 2.1. A propósito preventivo de la definición o caracterización de los Gestos funcionales’ tanto que gestos de mensaje holofrastico (hasta en igual sentido de verbal, frente a otros gestos supuestos de relevo verbal como es el caso de los gestos de contenido simbólico o referencial. 2.2. La tipología ‘orientativa’ de ‘gestos de mensaje funcional, de contenido holofrastico y de comando enunciativo o verbal. 2.2.1. GESTOS OPERADORES Y REGULADORES, categoría mas ilustrativa de gesto comando o funcional de mensaje holofrastico. 2.2.2. Gestos bucle, gestos reguladores tipo fatico o protocolo; caso de los gestos comando, tipo fatico o mero de cometido señalizador o regulador. 2.2.3. Y Gestos apelativos, gestos de apelación y emergencia apelativa. 2.3. Los procedimientos y características de desarrollo codical a nivel constituyentede expresión grafica y de adscripción de contenido sémico o/y semántico respecto a las variedades de gesto funcional. 14 2.3.1. Matizaciones previas y supuestas de criterio semiótico amen de analítico respecto a las modalidades constituyentes de expresión parametral-grafica y de adscripción de contenido sémico o/y semántico, entre los gestos funcionales y los gestos emblemáticos y simbólicos. 2.3.2. Y otras matizaciones relativas a las diferencias supuestas o de facto, a nivel de características o parámetros de desarrollo constituyentes de expresión grafica- significante (y de adscripción de contenido sémico), semántico amen de verbal, entre las variantes de gesto funcional con talante de mensaje holofrastico, informativo o comunicativo. 2.4.1. Supuestas diferencias de criterio a nivel de características, parametrales y graduales, de desarrollo parametral de expresión gestual, entre las las variantes de gesto funcional con talante de mensaje holofrastico, la de gesto operador, la de gesto de apelación o emergencia comunicativa, y la de gesto funcional, bucle y comando, todas ellas dentro de la familia o categoría supuesta de gesto funcional. 2.4.2. Supuestas diferencias de criterio a nivel de características o procedimientos de adscripción de contenido sémico o/y semántico amen de holofrastico, entre las las variantes de gesto funcional con talante de mensaje holofrastico, la de gesto operador, la de gesto de apelación o emergencia comunicativa, y la de gesto funcional, bucle y comando. 2.4.3. Y otra matización y diferencia de criterio semiótico-semiosico: distinto grado de consistencia en expresión grafica y de contenido holofrastico, a observarse entre las variedades de gesto funcional o holofrastico, el gesto operador y regulador, el gesto bucle o comando y el gesto de apelación o emergencia holofrasica. 3. GESTOS IDEOGRÁFICOS E ILUSTRATIVOS. 3.1. Tipologías dentro de la categoría de gesto ideográfico e ilustrativo (antítesis de expresión de contenido o repertorio simbólico-referencial). 3.2. Las características de desarrollo metacodical, principales y supuestamente inherentes a la categoría de gesto ilustrativo e ideográfico: el uso del isomorfismo y de ideo-analogía, la polivalencia de cometido o índole semántica-sémica y el uso de sistema de expectativas y significaciones de índole social-cultural-antropológica. 3.2.1. El uso del isomorfismo y de ideo-analogía. 3.2.2. La polivalencia de cometido sémico y semántico que se nos lo dispone el gesto ilustrativo e ideográfico en general. 15 3.2.3. El uso de sistema de expectativas y significaciones de índole social-cultural- antropológica, junto al uso debido del contexto comunicativo, en el desarrollo de los gestos ilustrativos e ideográficos. 3.3. Las propiedades y procedimientos de índole metacodical, a nivel de desarrollo parametral de expresión grafica y de adscripción de contenido sémico y semántico, correspondientes a los gestos ilustrativos e ideográficos: la ideografía y la semasiología (frente a los gesto de contenido o uso simbólico que tendrían entidad de expresión logogramica o logográfica y onomasiológica). 3.4. Otras consideraciones de remate, relativas a los gestos ilustrativos como clase de expresión ideográfica o ideográfica y semasiológica frente a la entidad de expresión logotipica o logogramica y onomasiológica, caso de los gestos simbólicos y emblemáticos. 3.5. Y otras consideraciones iguales de remate analítico relativas a la cuestión bastante peliaguda (aun con entrecomillas) del isomorfismo grafico y a la doble intervención del sistema de expectativas o significaciones de índole semiológica y de uso pragmático amen de paralingüístico en base al uso tácito o extrapolacional de lo que haya de gramática universal o parda, en el desarrollo significativo de los gestos de señal ilustrativa e ideográfica. 4. GESTOS INFERENCIALES Y ABDUCTIVOS. (LOS GESTOS DE ACCIÓN Y GESTOS INDEXALES O INDICARIOS ENTRE OTROS ‘GESTOS (DE IMPRONTA) SEMICOS, dentro de mi tesis de tipología o categoría de gestos) 4.1. A propósito definitorio de unos gestos supuestos de impronta sémica’, unos gestos inferenciales y abductivos, (y frente a los gestos-síntoma o gesto-índice). 4.2. Algunas diferencias de proceder semiótico y semiológico entre unos gestos supuestos de impronta sémica’, unos gestos inferenciales y abductivos, (y los gestos- síntoma o gesto-índice). 4.3. Otras y supuestas características y procedimientos de expresión codical, atribuibles a los casos de gestos abductivos–inferenciales, gestos supuestos de impronta sémica’. 5. A modo de cierre. 16 CAPITULO NOVENO: EXPRESIÓN, CONTENIDO Y ARTICULACION EN LOS GESTOS. (I). 1. las referencias hechas por la Lingüística y la Semiología (hasta la misma kinesia) a la naturaleza de expresión idiomográfica, al talante o proceder de significancia en base al uso de los rasgos o aspectos de adscripción icónica o iconográfica o a la ausencia de concreción de límites de expresión significante y de contenido referencial en los gestos en general. 2. Los criterios (y facultades supuestas) de desarrollo parametral para todo gesto propiamente dicho: la doble cara, la discreción sistemática y la doble articulación. 2.1. La doble cara o la disposición estructurada de doble cara 2.2. La convencionalidad, una muestra de la doble cara 2.3. Y la discreción sistemática. 3. LA DOBLE ARTICULACIÓN EN LOS GESTOS PROPIAMENTE DICHOS. 3.1. La articulación primera, entre los gestos propiamente dichos. 3.1.1 La intervención de facto del nivel de articulación primera, entre los gestos propiamente dichos. 3.1.2. La convencionalidad o uso de convención, un hecho hasta muestra empírica del nivel de articulación primera, entre los gestos propiamente dichos. 3.1.3. La diferencia de graduación a nivel del nivel articulación primera, entre los gestos propiamente dichos, debida a la naturaleza de componente o contenido semántico y sémico. 4. EL PLANO (Y ASPECTO) DE CONTENIDO EN LAS VARIEDADES DE GESTO MAS O MENOS CODIFICADO 4.1. El plano (y aspecto) de contenido y modalidades de significado o proceder de adscripción de contenido y cometido semántico, entre las variedades de gesto propiamente dicho o codificado. 4.1.1. El plano de contenido semántico y sémico. 4.1.2. Las modalidades de generación y adscripción de contenido semántico, según las variedades de expresión gestual. 4.1.2.1. Determinadas y previas particularidades a nivel de desarrollo de plano de expresión gestual en relación con el desarrollo de adscripción de contenido semántico y sémico entre las variedades de gesto en general. 17 4.1.2.2. La caracterización del aspecto de contenido o cometido semántico, atribuible a cada variedad de gesto: el par de contenido semántico y el efecto recurrente de contenido o cometido semántico y sémico (incluido quizá el efecto de acto dual). 4.1.2.3. Y otro esquema de definición o calificación a partir de las tipologías de Ignace J. Gelb, en respecto a las modalidades de generación y adscripción semántica. CAPITULO 10: LA CUESTION DE ARTICULACIÓN SEGUNDA EN LOS GESTOS PROPIAMENTE DICHOS. (II) 1. LAS UNIDADES MINIMAS Y FUNITIVAS DE FORMACIÓN A NIVEL DEL PLANO O EXPRESION SIGNIFICANTE ENTRE LOS GESTOS PROPIAMENTE DICHOS. 1.1. Algunas alusiones en clave histórica y multidisciplinario a las materias, sustancias o formas de expresión viso-gestual amen de viso-grafica. 1.2. DISTINTOS PLANTEAMIENTOS RESPECTO AL SENTIDO O NIVEL DE ARTICULACIÓN SEGUNDA ENTRE LA LINGÜÍSTICA GENERAL, LA CINESIA Y LA QUEROLOGIA APLICADA A LOS LLSS. 2. LA ARTICULACIÓN SEGUNDA ENTRE LOS GESTOS DE CONTENIDO SIMBOLICO INCLUIDOS LOS SIGNOS MIMICOS O SEÑAS. 3. ¿LA ARTICULACIÓN SEGUNDA ENTRE LOS GESTOS DE CLASE ILUSTRATIVA E IDEOGRAFICA, ENTREOTROS GESTOS NO DE CORTE SIMBOLICO? 3.1. Una pre-mención respecto a la ambigüedad –casi de carácter estructural- de articulación primera entre los gestos de clase ilustrativa e ideográfica, entre otros gestos no de corte simbólico. 3.2. Una pregunta obligada: ¿la articulación segunda entre los gestos de clase ilustrativa e ideográfica, entre otros gestos no de corte simbólico?. 4. A MODO DE ANEXO: LA QUEROLOGÍA, PARAMETROS DE FORMACION QUEROLOGICA. 4.1. PARA LA ‘QUEROLOGÍA’, PARAMETROS DE FORMACION CINEMÁTICA Y ‘QUEREMAS’. 4.2. La propuesta de Ray Birdwhistell, con su sistema de cines, cinemas, y cineformas. 18 4.3. La ‘Querología’, parámetros de formación cinemática y ‘queremas’, dentro de los LLSS. 4.4. El sistema (y la clasificación) de parámetros de formación querológica o queremica al uso. 4.5. La evidencia también de `niveles de desarrollo querologico, niveles de queremas´, referencia a las distintas `marcas o aspectos de aprehensión o adscripción de cometido queremico. 4.6. La importancia de la Querología. CAPITULO UNODECIMO: LOS FORMATOS DE EXPRESION SIGNIFICANTE Y ADSCRIPCIÓN DE CONTENIDO EN LOS GESTOS PROPIAMENTE DICHOS. (Y III) 1.1. Una propuesta o tesis mía en respecto a las modalidades de expresión grafico- semiótica (‘logotipo’, ‘arquetipo’ y ‘acto sémico’ (en sentido más o menos de dual), a aplicarse a las modalidades o categorías puntuales de gesto o expresión gestual. 1.2. Otros apuntes míos respecto a las ‘semas, signos (datos) sémicos y acto sémico’. 2. Los formatos de expresión semiótica-grafica y de adscripción de contenido semántico (y sémico). 2.1. El esquema de los formatos de expresión semiótica (definidos o definibles grosso modo, a partir de las características de desarrollo a nivel de expresión de componente querológico y de adscripción de índole semántica, inherentes a cada una de las (cuatro) modalidades de expresión gestual dentro del ámbito de intercambio comunicativo en base al uso de los gestos propiamente dichos. 2.1. El formato de expresión logotipica-logográfica-logogramica. 2.2. El formato de expresión ideográfica-ideogramica. 2.2.1. El subtipo o sub-variedad de expresión ideográfica-arquetípica, la variedad de ideograma arquetípica. 2.2.2. El subtipo o sub-variedad de expresión ideográfica a costa del acto dual- replicante 2.2.3. Y el subtipo o sub-variedad de expresión ideográfica de proceder indexal o indicativo, sin hacer uso de ideografismo o aspecto de señal ilustrativa o arquetípica ni siquiera uso de aspecto de expresión dual. 19 3. Formatos (y modos) de generación, atribución o adscripción de índole semántica, según los formatos de código o expresión semiótica. 3. 1. El formato de generación, atribución o adscripción onomasiológica. 3. 2. El formato de expresión semasiológica. 3.2.1 El formato de semasiología, la definición y características. 3.2.2 El formato de semasiología y las tres sub-categorías o sub-variedades de expresión semasiológica: la semasiológica de contenido ideográfico-arquetípico, la semasiológica de proceder de acto sémico-dual-replicante y la semasiológica de proceder o cometido indexal o indicativo. () A propósito del binomio metodológico entre la semasiología ideográfica-arquetípica y la semasiología dual-replicante 3.2.3. La semasiología derivada del uso o efecto indexal o indicativo de cometido sémico (hasta semántico). 4. Una realidad empírica y a modo y propósito de autocrítica a la calificación de los gestos como una clase de signo global hasta libre de concreción de la doble cara incluso de la articulación primera. CAPITULO DUODECIMO: LA SENDA DE EVOLUCION GESTUAL, LA GENEALOGÍA DE LOS GESTOS. 1.1. Los criterios de caracterización (metodológica y analítica) respecto a la senda o genealogía gestual. 1.2. Las ‘categorías genealógicas’ de gestos y las fases-escalones de genealogía gestual 2. los `comienzos o prolegómenos de la gesticulación o mímica, los ‘gestos convulsos’, los atávicos y los miméticos. 2.1. El gesto convulso (grado 0) y sus características de aspecto gestual. 2.2. El gesto atávico y el gesto mimético, primeros casos de acceso gestual frente al gesto convulso hasta lejos de ser un falso gesto o un gesto hueco. 2.3. El gesto mimético, un conato de gestos apelativos (grado2). 2.4. Entre el gesto atávico (grado 1) y el gesto mimético (grado 2). 2.4.1. Entre el gesto atávico y el gesto mimético, diferencias de proceder semiosico: la anticipación diferenciada además de apelación aun rudimentaria versus la reacción genérica, entre el talante de gesto de acceso mimético y el gesto de corte atávico. 20 2.4.1.1. Los `gestos atávicos´, unos gestos supuestos o solo de reacción o respuesta conductual. 2.4.1.2. Los gestos de acceso mimético, bastante lejos de ser reactivo, repetidor o atávico. 2.4.2. Entre el gesto atávico (grado 1) y el gesto mimético (grado 2), las características o diferencias particulares de proceder metacodical a nivel de expresión grafica-gestual, además de generación o adscripción de cometido semiótico. 2.3. Y otras implicaciones de componente sicológico y cognitivo más allá del componente semiótico, a nivel de esfuerzo o alcance de procesamiento cognitivo, un componente de desarrollo sicológico mas junto al proceso de significación semiótica o semiosica. 3. LOS ‘GESTOS APELATIVOS O GESTOS DE CONTENIDO APELATIVO (grado 3). (i) los gestos apelativos y emergentes, un caso de gesto primigenio pero proviso o dotado debidamente del ‘conocimiento de la causa’, lo mismo que del criterio dispuesto de elaboración metacodical, a cumplimentarse por parte de los interlocutores. (ii) los gestos apelativos y emergentes, un primer paso previo de bifurcación dentro de la tema de ‘senda o genealogía evolutiva’ de los gestos en general apartir del uso de señales gestuales de apelación, dentro del entorno oyente y dentro del entorno de signantes. 4. LOS ‘GESTOS IDEOGRÁFICOS E ILUSTRATIVOS’ (grado 4). 4.1. Unas consideraciones motivadas de calificación de grado cuarto en consistencia de elaboración metacodical para la categoría de gesto ideográfico e ilustrativo. 4.2. A propósito de los gestos de acción, así de replicantes o pantomímicos, frente a la categoría de gesto ilustrativo e ideográfico. 4.3. Dos situaciones distintas de desarrollo genealógico con el caso de los gestos ideográficos. 5. GESTOS SIMBOLICOS (grado quinto) Y GESTOS AUTONOMOS, CASO DE SEÑAS DENTRO DE LOS LLSS (grado sexto). 5.1. Unas reseñas previas, aclaratorias y puntuales sobre la diferencia de derrotero de senda genealógica entre las clases de gesto simbólico. 21 5.2. Otros parámetros supuestos u observables de evolución genealógica dentro del caso de los gestos de contenido simbólico: la obliteración y la naturalización con entidad de expresión simbólica o con propiedad de campo simbólico. 5.3. Los gestos de corte simbólico (grado quinto) y las señas, signos de repertorio léxico (grado sexto) frente a los gestos de señal ilustrativa e ideográfica (grado cuarto). Unas consideraciones supuestas de rigor a nivel de desarrollo semiótico. 5. 4. Y otros porqués de la diferencia de grado sexto versus grado quinto: la propiedad de campo simbólico y la disponibilidad de generar distintas clases de referencia léxica y no solo semántica amen de adscribirse de contenido referencial con otros campos semánticos. 6. LAS SEÑAS FRÍAS Y SEÑAS BIMODALES (GRADO 7, GRADO MAXIMO) 6.1. Las señas frías, la importancia y el porqué del grado séptimo dentro de la senda genealógica entre los sistemas de gestos codificados, frente a las señas netas al uso o de acuñación caliente (grado sexto). 6.2. LAS SEÑAS BIMODALES, TAMBIEN SIGNOS GESTUALES DE GRADO SÉPTIMO. 22 PREFACIO Y MIS INTENCIONES DE ESTUDIO. Antes de nada, quiero decirque no había pensado en editar, ni siquiera en escribir, este libro, pero mientras escribía mi anterior obra (ya publicada) ‘Lenguajes de señas. Una aproximación semiótica y lingüística’, de la cual llevaba redactados (desde el año 2000) los tres primeros capítulos y el último, que versaban sobre la temática de los gestos vistos desde una amplia perspectiva además de que forman parte del lenguaje signado, decidí retirar los capítulos del libro. Esto se debía a un problema básico, ya que me percaté de que si continuaba centrado en el tema gestual, agrandaría en demasía esta cuestión y robaría espacio a otras importantes como el lenguaje de signos, verdadero tema central de aquella obra. Así nació este libro, para tratar de manera específica los gestos desde cuatro enfoques de estudio disciplinario, en vez de relegar capítulos descartados –pero interesantes- a los cajones de trabajos abandonados. Así, tras diversas tribulaciones, decidí publicar ambas obras por separado y, sobre todo, con intención de no liar innecesariamente la cuestión semiótica de los gestos y los lenguajes de signos, aun sabiendo que la cuestión de los gestos sigue conservando su importancia crucial en el estudio de los LLSS versión natural, en cuyo sistema de lenguaje signado también se desarrollan recurrente o/y paralelamente los gestos de toda clase, y no solo las señas, signos de vocabulario. Obviamente, no puede negarse que los LLSS, considerados en su versión natural y estándar, en tanto que se proveen de todas las modalidades de gesto, forman parte de la misma familia de gestos. Por tanto, los gestos en general y los LLSS deberían de ser uno de los objetivos debidos de las disciplinas de la Semiología y la Semiótica, presuntamente dedicadas al estudio de los códigos y sistemas de signos en general, amén de la Lingüística (que también debería ocuparse, si, si y si, del lenguaje de signos como tal sistema de lenguaje hablado), puesto que hay determinadas modalidades de gesto o expresión signada como las mismas señas, que se prestan efectivamente a las funciones de enunciación hablada y al uso de contenido léxico-semántico, como el sistema de las palabras. No obstante, en esta obra trato de suscribir –a propósito- que la cuestión gestual y la del lenguaje de signos no tienen que ser vistas siempre como materias equivalentes o comunes de estudio semiótico, aunque procedan ambas (en cierta medida) de la misma matriz, de la misma ‘familia de gestos’. Hay muchas 23 motivaciones que profieren a ambas cuestiones la urgencia de ser tratadas por separado, aunque tengan aspectos de desarrollo semiótico compartidos. Por ejemplo, cuando hablamos de lenguaje de signos, debemos hablar en clave de sistema de lenguaje hablado, mientras que cuando tratamos el aspecto gestual, disertamos sobre casos, códigos y sistemas de gestos. Por este motivo, me desligo temporalmente del estudio de los LLSS para adentrarme en los campos de estudio específico de los gestos desde las que yo considero las cuatro perspectivas clave (semiológica, semiótica, genealógica y Kinesia), tratando de explicar con rigor cada campo por separado, y no de manera multidisciplinaria, para poder discernir correctamente el estudio de los gestos teniendo en cuenta siempre las finalidades de cada disciplina o campo de estudio disciplinario. Por todo ello, podría considerarse que este libro es un compendio de cuatro campos específicos de estudio gestual, de igual manera que podría decirse que este libro es una suma de cuatro libros editados en conjunto pero tratados por separado, ya que, en mi opinión, solo así se dota de rigor a la temática gestual en cada ámbito de estudio. Con esta premisa básica comencé a redactar páginas y páginas de la que seguramente sea mi última investigación sobre los gestos, ya que pretendo apartar esta materia de mis estudios para dejar descansar mi compromiso bastante excesivo con los gestos durante años (quizá más de 10 años), que ha acabado por mortificar el escaso tiempo libre del que dispongo, además de liarse con mis trabajos de investigación con el Lenguaje de Signos, la Querología amen de las cuestiones de traducción e interpretación en signado, por un lado y por otro lado, que no soy un profesor o profesional de nada de LS , ni un profesor o docente de ámbito universitario, soy solo un investigador de LS, amén de un signante y sordo. Por ello, tras acabar esta obra, prefiero dedicarme en exclusiva al estudio de los lenguajes de signos, verdadera alma máter de mis investigaciones. En cuanto a otras motivaciones que alberga este libro, la primera es una denuncia, ponderada y no airada, de la escasa consideración –incluso nula- que se le ha proferido a la materia gestual, además de la disparidad de criterios y juicios de estudio que le han afectado, y que han acabado dotándola de un tratamiento negativo e impreciso, ninguneando la cuestión semiótica de los gestos en general en el contexto de las ciencias humanas. En mi opinión, tanto la Semiología general, como la Semiótica general y la Lingüística general pueden (y deben) ocuparse, bien por activa, bien por 24 pasiva, del tema de los gestos humanos, y dejar atrás las reticencias y consideraciones de carácter retroactivo incluidos prejuicios con respecto al estatuto de reconocimiento de expresiones codificadas. Y con esto no me refiero solo al caso de los LLSS, sino también a ciertas modalidades de gesto propiamente dicho. El papel de la Semiótica y Semiología generales con respecto al tema de los gestos humanos se ha limitado durante años a dar referencias inconexas y genéricas, algunas notas de vocación divulgativa y otras reseñas de índole multidisciplinaria, sin abordar ni entrar a analizar los gestos en iguales términos de estudio y análisis que los de los estudios dedicados al uso, código y sistema de las voces habladas. Estas disciplinas no solo se han desligado siempre de la cuestión de los gestos en general, sino que también han dejado de lado el tema de los lenguajes de signos. Solo la Kinesia y las disciplinas relacionadas con la comunicación no verbal, junto a los estudios específicos sobre LLSS, han dedicado importantes esfuerzos a tratar el tema de los gestos en todas las vertientes de gesto aplicado, ya sea desde la casuística del gesto recurrente hasta el sistema de código gestual. Según mi parecer, las tres disciplinas deberían ocuparse de los gestos propiamente dichos, abordando con rigurosidad un tema al que se le ha negado su innegable entidad de expresión codificada, sin apelar a las limitaciones o finalidades de uso que éstos tienen. Sus tratados deberían focalizar el análisis en la capacidad metalingüística de los gestos, reconociendo su dignidad como expresión elaborada, así como se los dedican a la voz expresada (o hablada). Es injusto que a otras acciones o comunicaciones como la moda, el cine, el arte o el folklore –por citar algunas- se les otorgue un reconocimiento de expresión semiótica, gratitud o reconocimiento mismo que no venía de percibirse tradicionalmente en relación con los gestos incluso dentro de la Semiología General y en particular en la Lingüística General donde los gestos simbólicos, incluso los señas, o signos utilizados por los sordos no tenían consideración de signos lingüísticos. En realidad, sinceramente, no me sorprende en absoluto esta actitud o reticencia, ya que me atrevo a suscribir que en la actualidad ninguna de estas disciplinas está dispuesta a abordar de manera fundamentada la cuestión gestual. De hecho, llego incluso a pensar que la idea de que no estén suficientemente preparadas para analizar a fondo este tema no es tan descabellada, ya que, hasta ahora, la Semiótica, la Semiología y la Lingüística generales, se han visto afectadas por un importante bloqueo –ya sea por desgana o impotencia- al toparse con cualquier asunto25 relacionado con los gestos o los LLSS. Solo la Kinesia, los estudios específicos de los LLSS y los estudios humanísticos de ámbito psicológico anteriores al siglo XX han sido capaces de mencionar, analizar y estudiar con rigor diversas modalidades de expresión gestual dentro del lenguaje signado. Otra de las motivaciones que asume este libro es la de contar o exponer ciertos esquemas de estudio y análisis, teórico y clasificatorio, entre las variedades de acto y expresión gestual propuestas por diversos grupos de autores, tanto dentro como fuera del campo de la Kinesia. Por otra parte, uno de los objetivos clave de esta obra es hacer mención a una tesis de Vladimir Pavlovic, aunque esta tesis se refería solamente a un esquema grafico de síntesis clasificatorio entre tipos, casos y fenómenos de acto y movimiento gestual, y a la que, amén de asumir por mi cuenta, yo dedico un capítulo entero que desgrana sus hipótesis acerca de la clasificación de clases de movimientos mímicos y gestuales. Creo firmemente que ese mapa grafico de síntesis clasificatorio en tipos de movimientos y actos gestuales que propone Pavlovic no ha sido superado todavía por otras propuestas de clasificación gestual, y lo considero una excelente base teórica y epistemológica para el desarrollo de lo que sería la Semiótica de los gestos, junto a ciertas enseñanzas de Charles S. Peirce susceptibles de ser extrapoladas al sistema de gestos humanos y naturales. También hago uso de mención a la tesis de Ignace Gelb referida por un lado a la tipología de sistemas de expresión gráfica (logografía e ideografía), y por otro lado, a las modalidades de expresión semántica (onomasiología y semasiología), doble tipología que también puede (y debe) ser extrapoladas a las variedades de expresión mímica y gestual. Según mi convicción personal, habría que contar además con otros esquemas de estudio metodológico o teórico dignos de ser aplicados grosso modo al sistema gestual, siempre con rigor, como el de Paul Ekman y Wallace Friesen, en cuanto a la clasificación de señales de índole ilustrativa e ideográfica, que completan la base crucial, junto a los trabajos de V. Pavlovic y Ignace J. Gelb, del estudio sistemático de los gestos aplicados tanto dentro del sistema gestual en general como dentro del sistema de los LLSS en su version natural y estándar. Y otra motivación importante pero libre de vindicación alguna en torno a este libro es que la Semiología y la Semiótica, en cuanto al estudio y análisis de los gestos deben actuarse como disciplinas independientes aunque se puedan complementarse entre si, 26 por lo que yo trato de incluir el doble término de disciplina en el título del libro, Semiología y Semiótica. La decisión de incluir en el título Semiología y Semiótica como doble vocablo puede parecer gratuita hasta confusa o innecesaria por redundante, pero a continuación expongo determinados motivos, que no excusas, para la defensa de esta determinación de reparto disciplinario. Primero, opto razonadamente por usar esta doble disciplina porque parto del planteamiento original de la Semiología según la tesis de Ferdinand de Saussure por un lado, y por otro al sentido intencional de la Semiótica sugerido por Peirce, aunque esta división defendida por muchos autores es – desde los principios del siglo XX- un debate constante para conseguir encontrar la denominación pertinente. Sin embargo, para mí es bastante clarividente que existe una diferencia palpable entre los fines y objetos de la Semiología de Saussure y la Semiótica de Peirce. Esto no da lugar ni ocasión a entrar a diferenciar críticamente entre ambas disciplinas, ya que Saussure dejó bastante claro cuáles eran los cometidos de cada una. La Semiología debe ir enfocada al estudio de los sistemas de signos utilizados en la vida humana, mientras que la Semiótica es una ciencia dedicada a observar, estudiar y discernir todos los sistemas de signos pero en clave de casos, fenómenos, procesos y modalidades de significación, interpretándose en base al proceso activo y dinámico de significación, percibida o generada mediante distintas clases de signo (índice, icono y símbolo), nunca en base al uso de uno u otro código ni por su finalidad de uso social y cultural. Y segundo, por un razonamiento oportuno surgido de la cuestión de los gestos entendidos ampliamente, deben contarse por separado y en concreto, con la Semiología y la Semiótica, centrándose en las tesis de Saussure y Peirce respectivamente. Entendiendo esta doble parcela disciplinaria, se nos muestra la Semiología como una suerte de taxonomía de sistemas de gestos aplicados por los sujetos humanos en diferentes actos de comunicación humana y social-cultural, mientras que la Semiótica, acorde con el espíritu peirciano, nos facilita la acción de definir y delimitar no solo los sistemas de signos, sino también los procesos de significación, pudiendo así descifrar los sistemas de generación, codificación e interpretación abstraídos expresamente por los sujetos humanos. Así, los gestos, como expresión humana, tendrán que intervenir por igual en la Semiología y en la Semiótica, y deben estar sometidos a un doble enfoque de estudio disciplinario (en concreto, a la semiología, afín a la tesis de F. De Sausaurre y sus seguidores por un lado y por otro lado, a la semiótica de tesis 27 peirciana, ligada al estudio y análisis de los fenómenos, procedimientos y sistemas de significación); así que no es necesario confrontar ambos campos de estudio, ya que los gestos comulgan de manera correcta con estas disciplinas, pero la partición de ambas orillas teóricas ayudará a entender los gestos recurrentes en la versión natural de los LLSS. De veras, los ‘gestos en general’, dentro y fuera de los LLSS, como objeto de estudio científico deben alternarse hasta a la fuerza entre las dos disciplinas, la Semiótica y la Semiología (dejando aparte o incluida la Kinesia) según sea el caso de estudio a ejecutar en cada momento, sin que ambas disciplinas tengan que reñir entre sí, y dando la bienvenida a la perspectiva más favorable y adecuada en cada caso, llegando incluso a utilizarlas de manera complementaria cuando el aspecto concreto lo permita. Esto se debe a que ambas disciplinas vienen de caracterizarse no solo por sus finalidades de uso social o cultural, sino también por su manera de proceder en la significación. Esta discusión de motivación bizantina no debe acusar a ningún ámbito de estudio de sectarismo, porque ni siquiera debiera producirse una confrontación tan encendida, exista buena intención o no. Tarde o temprano podremos comprobar que ambas disciplinas (Semiología saussuriana y Semiótica peirciana) son interdependientes, sin lugar a dudas o en casi toda medida. Como se verá más adelante, el capítulo primero tiene por objeto la delimitación de los ámbitos de expresión gestual y mímica, inspirándome en el gusto saussuriano de los gestos. Así, este enfoque semiológico hará hincapié en el acento social y cultural de los gestos (usos, casos y códigos realizados por los sujetos humanos), tal y como proponía Saussure. Igualmente, para tratar de responder a la necesidad de una Semiótica de índole analítica, es decir de tendencia peirciana, enfocada a la temática de los gestos humanos, estoy seguro que puede llegar a buen puerto si es capaz de evidenciar no solo los casos, códigos y sistemas de gestos, sino también las pautas de desarrollo codical que provocan el desarrollo de cada sistema de gestos codificados. Este aspecto será tratado y explicado –de manera amplia y estructurada- en los últimos capítulos del libro. En cuanto al orden y contenido de capítulos, este trabajo de recopilación, análisis e investigación o consideración que lo aporto por mi cuenta, consta de 11 capítulos, distribuidos en cuatro partes que secorresponden con los cuatro ámbitos de estudio monográfico (la Semiología, la Kinesia, la Semiótica y la Genealogía, y por orden 28 oportuno o deliberado de aproximación monográfica), que podrían servir como panorámica general de la situación de los gestos en general y en sus vertientes de actuación y comunicación humana. La primera parte arranca con una aproximación al ámbito de expresión gestual y mímica que pretende precisar y delimitar distintos ámbitos de uso gestual (usos, códigos y sistemas de gestos humanos) y sirve de toma de contacto con el amplio abanico de modalidades expresivas que parten de un soporte gestual y mímico. Considero necesario un acercamiento ligero antes de entrar de lleno en la cuestión netamente semiótica de los usos, casos y códigos de gestos humanos. En cuanto al primer capítulo, no se pretende solo aportar una visión de los ámbitos de uso gestual, sino que quiere ser una suerte de enfoque semiológico puramente saussuriano, con especial interés en la aplicación de pautas sociales y culturales al mundo de los gestos. Allí se versará sobre la variedad de gestos aplicados y codificados (gesto- emblemas, gestos simbólicos, gestos ideográficos e ilustrativos, gestos operadores y reguladores, gestos de cortesía o protocolo e incluso gestos tabú) que pueden percibirse como una muestra semiológica inspirada en las tesis de F. de Saussure, con intención de estudiar las condiciones de codificación y comunicación social, cultural y vital. En otras líneas, con ese capítulo primero lo que se pretenda de hecho es no solo visualizar todos ‘ámbitos de uso gestual, sino servir como una muestra de lo que podría ser una semiología de enfoque sausarriano, es decir, de enfoque social y cultural aplicada a los usos, códigos y sistemas de gestos, utilizados o aplicados entre los sujetos humanos y en diferentes condiciones semióticas’, con arreglo a las directrices derivadas de la tesis de Sausaurre quien urgió la necesidad de una ciencia que se le llamo ‘semiología’ , pues que allí se podría ver realizada de rigor o grosso modo una Semiología de raíz saussuriana , aplicada a los gestos, realizados entre los sujetos humanos, entre distintos ámbitos de uso mímico y gestual, y a partir de las condiciones, vistas o observadas, de actuación, intercambio y comunicación social y cultural. Después, entre los capítulos segundo, tercero, cuarto y quinto, dedicados en exclusiva al ámbito de la Kinesia, nos aproximaremos en clave de prospección a la Kinesia y la comunicación no verbal de ámbito gestual, procurando hacer un acopio de varias clasificaciones o propuestas de delimitación tipológica de los gestos aportadas por teóricos de cabecera o clave dentro de la disciplina de Kinesia respecto a la diversidad de gestos proferidos por los sujetos humanos. En estos capítulos se 29 abordarán orientativa y analíticamente ciertas clasificaciones axiomáticas reconocidas por su análisis de los fenómenos de señal no verbal, como la clasificación de Ekman y Friesen. Enseguida, en el capítulo tercero, bajo la cabecera de matizaciones criticas y autocriticas a la Kinesia, se trata expresamente sobre las incongruencias, ambivalencias o debilidades del planteamiento de análisis y estudio kinésico, con algunos casos y variedades de gesto, y a propósito de criticar también el epíteto de ‘expresión no verbal’ en relación con todo el mundo gestual, algo en lo que sin duda incurren muchos estudios sobre comunicación no verbal y que supone una mala praxis continuada. Y se nos llevaría a la urgente necesidad de crear un marco de protocolos de análisis y estudio, un marco de criterios que se sirvan de unas bases comunes y rigurosas que puedan ser utilizadas en todas las disciplinas afines al estudio general de los gestos o a la cuestión gestual. Luego, en el capítulo cuarto se comentarán diversas referencias sobre el estado reciente o actual de la Kinesia, fruto principalmente de su acercamiento a la interacción comunicativa y multidimensional. Y a lo largo del capítulo quinto, se versara sobre los trabajos de R. Birdwhistell, William Condón, Adam Kendón, y Mc Neill, quienes yo les consideraría como los exponentes clave de la Kinesia y de la CNV de ámbito gestual, a partir de los años 1970-1980 y dentro del planteamiento de la interacción multidimensional y ligada al uso de las expresiones y señales gestuales respecto al lenguaje de cabecera verbal, en sentido de que con la tesis de ‘interrelación en comunicación multimodal y multicanal, así se nos vislumbra otro giro de tendencia en la Kinesia actual o reciente, enfocado mas al discernimiento de los mecanismos y fenómenos de interacción ligada al uso de las expresiones y señales gestuales respecto al lenguaje de cabecera verbal y sobre todo, sin preocuparse de acercarse a la clasificación o cuestión clasificatoria de gestos, que viene aplicándose desde la propuesta clasificatoria de Paul Ekman y Wallace Friesen. La tercera parte, que sería la parcela propia o debida de la Semiótica, comienza con el capítulo sexto, y abarca hasta el capítulo octavo. El sexto capítulo (titulado de ‘hacia una semiótica gestual, bajo otras premisas.’) nos llevará a una prospección de la entidad del gesto a propósito de hallar cuando no desvelarnos la auténtica Semiótica de ámbito gestual, en que no se haga una exploración de los gestos en general afín al planteamiento de funcionalidad de oficio semiológico y del planteamiento de uso 30 kinésico; alli se busca otra Semiótica de los gestos que no dé lugar a la tesis de clasificación o criterio de no verbal, un análisis de rigor donde no importa ni el soporte ni el recurso gestual, ni se habla de las finalidades utilitarias y operativas, sino que intenta escrutar la entidad de expresión semiótica amen de describir o descifrarse en términos de análisis pierciano, respecto a cada clase de gesto conocido o codificado entre los casos, códigos y sistemas de gesto utilizados por los sujetos humanos. Así es mi expectativa en base a toda la tesis semiótica de Peirce que ayude a descifrar y entender toda la problemática mediante una exposición explícita del desarrollo semiótico de cada caso, código o sistema de gestos en concreto (gesto-emblemas, código de gesto ilustrativo, gesto de acción, gesto vicario...), y lejos del planteamiento social-cultural afín a la tesis de Saussure. Junto a este planteamiento propio de la semiótica peirciana, yo trato de incluirse lo que yo llamo ‘mapa gestual’ de Vladimir Pavlovic, y lo considero una base ‘teórica y epistemológica’ de la semiótica de los gestos además del séptimo (una acotación en clave semiótica sobre los gestos humanos), unidos al capítulo primero (Semiología aplicada de los gestos en general), podrían servir como ‘manual de estudio semiótico’ para los LLSS en su versión natural, caracterizados precisamente por su talante multiforme, como bien sabemos los sordos, que desarrollamos nuestro lenguaje habitual con muchas clases de gestos y señas. Al tiempo, y según mi intención o expectativa, con los siguientes capítulos séptimo y octavo (bajo la cabecera de titulo ‘acotación previa y en clave semiótica’), se nos sirve como una prospección a modo de acotación relativa a las clases y casos de gesto conocido y utilizado por los humanos, con que poder observar de manera transparente los límites y deslindes que acompañan al término ‘gesto’ por su consideración de palabra polisémica, intentando evitar las ambivalencias que surgen de la permanente indefinición del vocablo, siempre complicado de delimitar y clasificar por la variedad de fenómenos entre los que se mueve. Y esta acotación de gestos, se lo hare exponer a partir de las premisas de estudio y análisis propias de la semiótica acorde con el espíritu peirciano, según yo veo que los trabajos y esquemas explicativosde Peirce se nos facilitan mucho por doble partida, definir y delimitar las variedades de gesto, a partir de distintos procesos de significación y codificación, por un lado y por otro lado, definir también los procesos de generación e interpretación amen de adscripción de contenido semántico, en respecto o alrededor de cada uno de 31 los casos de gestos generados entre los sujetos humanos. Y precisamente después de la acotación previa y en clave semiótica, dentro del capítulo octavo, se abordara sobre la distinta delimitación y categorización en base a los parámetros, propiedades o características de desarrollo metacodical , que marcarían determinante o diferencialmente el estrato de elaboración metacodical entre clases de gesto propiamente dicho’, (que yo reducirían a cuatro categorías diferenciales de gesto: Gestos simbólicos, gestos funcionales, Gestos ideográficos e ilustrativos y gestos inferenciales). Luego, la cuarta parte, con los capítulos, el noveno, el decimo y el unodecimo, se tiene por objeto abordar y delimitar la cuestión -y los aspectos - de expresión, contenido y articulación, materia y sustancia supuesta de expresión significante y generación semántica con que se desarrollan o constituyen los gestos de una y otra clase. Allí no solo se habla de los procedimientos y aspectos de significación, tanto al nivel de expresión significante como a nivel de contenido semántico, sino de la cuestión de si existe o no la articulación primera y segunda entre los casos, códigos y sistemas de gestos elaborados, visto que no todos los casos y códigos de gestos se generan con iguales pautas de desarrollo metacodical, sino que cada uno de los casos, códigos y sistemas de gestos deben germinar según sus propios procedimientos de significación, constituyéndose el significante por un lado y por otro su uso o efecto de cometido semántico. y al final del capítulo noveno, se abordara la cuestión del plano de contenido en los gestos codificados y allí también se tratara sobre las distintas modalidades de generación y adscripción semántica entre los sistemas y códigos de gestos, no solo en términos propios de la Semiótica sino también de la Lingüística amen de la Pragmática. Dentro del capítulo decimo se dedica por entero a la cuestión de si se observa o no el nivel de articulación segunda en los casos, códigos y sistemas de gestos de uso deliberado, elaborados y codificados; luego a modo de anexo, se hablara sobre la disciplina de Querología (una suerte equivalente o análoga a la fonología, centrada en los sistemas de expresión gestual y mímica), y luego, se hará una mención expresa a distintos sistemas de parámetros formativos que ayudan a constituir un gesto. Y luego, a lo largo del capítulo undécimo, se versara sobre lo que yo llamo ‘formatos de expresión parametral-significante’, (una tesis integralmente mía). Se trata de un intento mío de definir y describir distintas modalidades de expresión 32 parametral-significante que corresponde a cada código de gestos, en concreto, a los casos de gesto-emblema, de gesto servido de señal ilustrativa e ideográfica, señas (signos de vocabulario o repertorio léxico) amen de los gestos de réplica o acción, y a partir del esquema de tipología de Gelb (logografía e ideografía). Por otra parte, también se tratan los procedimientos de articulación y generación y adscripción de contenido sémico y semántico (onomasiología y semasiología), acordes con los formatos de expresión significante o según el caso de expresión gestual (señas, gestos ilustrativos…). Y el último capítulo el duodécimo está dedicado expresa y enteramente a explicitar el recorrido evolutivo de los casos, variedades y modalidades de gestos, tocando también los sistemas de señas, signos de vocabulario. Una especie de genealogía como evolución ascendente derivada de los características o propiedades y procedimientos de índole metacodical, (que lo conllevan (y atestiguan en empírico) cada categoría de expresión gestual, desde los gestos atávicos hasta los signos mímicos o señas pasando por los gestos de una y otra clase); y al tiempo se tornará en una caracterología paralela al recorrido evolutivo gestual, también a nivel de implicaciones piscó-cognitivas. En conclusión, repetir una vez más que la intención clave de este libro es aspirar a cubrir la doble laguna disciplinaria en referencia a la Semiótica general y la Semiología general, además de aportar el surgimiento de la Genealogía de los gestos humanos, separando siempre todos los apartados de la disciplina tradicional en el tratamiento de los gestos, la Kinesia, que debería limitarse al estudio de los gestos y movimientos del cuerpo como medios de expresión, como una parte de la teoría de la comunicación. Me temo que la Kinesia no tiene entre sus finalidades de estudio la concreción de los códigos y sistemas de lenguaje gestual (por ejemplo los códigos de gestos operadores o los lenguajes signados de sordos), aun sabiendo que los LLSS son el ejemplo más elaborado de un sistema de gestos humanos y codificados. Por ello, todo lo que se refiera expresamente a los gestos propiamente dichos, debe ser atribuido a la Semiótica y Semiología generales, nunca a la Kinesia aunque la ultima disciplina aporte observaciones y explicaciones valiosas hasta de valor o vigencia teórica o analítica, lo cual no implica que la Kinesia debe de tener la patria potestad para hacerse como una 33 disciplina dedicada al estudio y análisis de los sistemas y códigos de gestos utilizados y codificados entre los sujetos humanos. Madrid, Junio de 2012. 34 CAPÍTULO 1. EL GESTO Y SUS ÁMBITOS DE USO SEMIOLÓGICO 1. EL GESTO. Cuando se pregunta por el sentido del vocablo ‘gesto’, suele referirse a cualquier hecho de expresión mímica o gestual, a un acto de intercambio comunicativo, expresivo e informativo mediante un uso u otro de expresión corporal, no solo con la intención de ser un mensaje informativo o discursivo, sino también un fenómeno de exhibición o acto significativo, desde un comportamiento autístico o emocional hasta un acto de comunión mimética. Así, el pecado original que acompaña al vocablo ‘gesto’ desde su génesis es la dificultad que conlleva su definición, ya que ha adolecido siempre de un escaso rigor terminológico incluso en obras léxico-semánticas de referencia, vive en una anarquía etimológica hasta en los diccionarios especializados o científicos. Su naturaleza de término polisémico –aunque no necesariamente equívoco- le permiten derivarse de manera asequible en diversas acepciones con que poder remitirse tanto a un hecho de comunicación o lenguaje como a un acto de sugerencia o indicación –deliberada o no deliberada-, amén a un perfil de comportamiento psicológico o autístico. Puede entenderse que el vocablo ‘gesto’ acabará por tornarse en un término camaleónico y polifacético cuando no se pierda su motivación etimológica, de igual manera que ocurre con otros vocablos (en concreto el ‘signo’). También en este caso de ambivalencia definitoria o terminológica, muchos de los mismos semiólogos dedicados al estudio de los gestos (no solo a la Kinésica o a la disciplina de la Comunicación No Verbal, sino también a las disciplinas afines al lenguaje humano: la Semiología, la Semiótica y la Lingüística), suelen optar generalizadamente –de modo consciente o inconsciente-, por el uso de acepciones genéricas de cariz globalizador que convierten al término ‘gesto’ en una referencia constante, ya aludamos a gestos simbólicos o gráficos (entre otras modalidades de gesto generado), o a gestos de perfil conductual o autístico. Ahora procedamos a ver qué acepciones o referencias del vocablo ‘gesto’ están siendo insertadas o apuntadas de modo genérico o alusivo en los diccionarios, usuales y específicos, demanera oportuna u oportunista, para visualizar cual es su campo de 35 significados inherentes al uso y sentido, no solo léxico-semántico, sino ideológico, en relación con el vocablo en cuestión. Aquí me limito a una recopilación libre, aun de alguna manera sesgada, de múltiples acepciones referidas al término gesto: • ‘Un gesto es una forma de comunicación no verbal ejecutada con alguna parte del cuerpo, y producida por el movimiento de las articulaciones y músculos de brazos, manos y cabeza’ (Wikipedia). • ‘Movimiento de la cara, las manos u otra parte del cuerpo, con el que se expresa una cosa, especialmente un estado de ánimo’. • ‘Movimiento del cuerpo, sobre todo de los brazos y las manos, que expresa un sentimiento’ (Flammion, 1956, Dictionnaire des synonymes de la langue francaise, R. Bailly). • ‘Designa, de una manera general, cualquier movimiento externo del cuerpo y principalmente de la mano, los brazos o la cabeza, que sirve para expresar nuestros sentimientos, deseos, temores y todas las demás sensaciones que experimentamos’ Larousse Poche,1971.) (Grand Larousse encyclopedique). • ‘Se dice de un simple movimiento de la cabeza, el brazo o la mano que expresa un sentimiento.’ (Larousse, 1960); ‘Ponerse a gesto, tr.ant. Aderezarse y componerse para parecer bien. Manos o la cabeza, que puede tener o no-intención de significar algo/ Manera habitual de mover el cuerpo y los miembros propios’ (Larousse, 1975). • ‘Movimiento exagerado del rostro que se hace por habito o enfermedad; acción que se realiza obedeciendo a un impulso o sentimiento’ (Diccionario español SM). • Expresión del rostro; Semblante, cara, rostro; ‘Expresión de pensamientos, sentimientos o acciones por medio de gestos o ademanes’. (Diccionario Real Academia de Lengua Española). • Movimiento de una parte del cuerpo, especialmente de la cara o de las manos con el que se expresa algo; Expresión del rostro; Acción realizada por un impulso o sentimiento; Acción con la que se muestra la intención de hacer algo que generalmente no se llega a realizar. (Diccionario de la Lengua Española ‘LEMA’, Vox.) Con este acopio aleatorio, y por tanto sesgado, de acepciones y referencias ligadas al término gesto, se comprueba la pérdida de rigor lexicográfico y terminológico que 36 sufre el vocablo, ya que distan bastante de ser definitorias –a priori o a posteriori- siquiera grosso modo, cuando se trata del origen de sentido etimológico o epistemológico. No obstante, no puede negarse que muchas de estas alusiones a la cuestión de gesto concuerdan con la realidad de los gestos expresados o manifiestos entre los sujetos humanos, superponiéndose hasta corroborar todas las facetas de aplicación o uso mímico y gestual. De igual modo, cada acepción de uno y otro caso de gesto explicita como cada caso de faceta gestual parte de varias facetas posibles o aplicadas de la comunicación gestual para englobarse bajo el término genérico de mímica. Además, el término ‘gesto’ comparte con el vocablo ‘signo’ su vocación de palabra polisémica, entendida como polifacética, ya que nos permite remitir y glosar de modo alusivo, hasta eufemísticamente, a todos los casos presuntos de ‘gesto’ y ‘signo’ en general. Podría decirse que esa dificultad del término ‘gesto’ para definirse a priori, no solo se achaca a su polisemia, sino también a la prolijidad de facetas o hechos de expresión que derivan de un acto gestual. En otras palabras, la polisemia que se atribuye al vocablo ‘gesto’ es motivo suficiente para resistirse a definirlo, tanto a priori como a posteriori, ya que sería infructuoso dotar de rigor lexicológico o denotativo al ‘gesto’, así como ocurre con el ‘signo’. A fin de cuentas, lo que sí importa, y mucho, es la realidad de todo lo que conlleva el uso del gesto, desarrollado y generado en nuestro acto de intercambio comunicativo, omnipresente en los humanos, no solo entre nosotros los sordos y signantes. Por todo lo expuesto, se puede concluir que la indefinición del término ‘gesto’ no debería preocuparnos sobremanera ni importarnos en demasía, de momento. 2. LOS ÁMBITOS DE USO MÍMICO O GESTUAL, CÓDIGOS Y SISTEMAS DE GESTOS APLICADOS Y CODIFICADOS. Como se puede observar en la Semiología General o en otros tratados de temática relativa a la comunicación humana, los investigadores de ámbito semiológico, así como antropólogos y kinesiólogos, aluden a la existencia evidente de varios sistemas o códigos de gestos más o menos elaborados y codificados como los ‘códigos de señas dactilográficos’ de las órdenes monacales, los gesto-emblemas o los recursos de gestos de señal ideográfica e ilustrativa, entre otras clases de gesto humano, que merecen 37 entrar en esa semiología y semiótica de los gestos. Por otro lado, la mención expresa a una u otra variedad de gestos realizados entre los sujetos humanos, hasta muchos códigos de gestos codificados u otros lenguajes de sordos, será fruto de la constatación de una realidad, que estos códigos se basan efectivamente en el uso de un soporte viso- kinésico o viso-gestual que permite generar y percibir actos de movimiento o manifestación gestual, incluso el mismo sistema de habla signada o los lenguajes de sordos, cuyos signos se sirven del soporte viso-kinésico como una clase de gesto más. Aquí solo me limito a indicar y delimitar grosso modo los ámbitos semiológicos de uso gestual como una aproximación propia o una ‘toma oportuna de contacto” a propósito del estudio y análisis de rigor presuntamente semiológico con respecto a los usos, casos y códigos de gestos utilizados o recurridos por los sujetos humanos. Además, en otras palabras, intento que esos ámbitos de uso gestual puedan entenderse como una muestra, asequible o motivada, de lo que sería una Semiología de los Gestos, una semiología aplicada al estudio de los gestos humanos en general y tratada desde un enfoque saussuriano, es decir, acorde con las directrices de Saussure, quien entiende la semiología como aquella disciplina que estudia la diversidad de sistemas de expresión humana dentro de su vertiente de comunicación social y cultural. Por ello, para esa supuesta ‘Semiología de los Gestos’, yo no contaré con otras modalidades de gestos, también generados o manifiestos por los sujetos humanos, que no guarden relación con el cometido de ‘expresión deliberada de comunicación, intercambio o habla’. Por ejemplo, no entrarían aquellos casos de gestos con que se nos delata tal comportamiento autístico o tal reacción psicosomática, u otros casos de gestos también regulados, como los gestos de cortesía o protocolo o los llamados ‘gestos fáticos o reguladores’, como gustan de definir con ahínco los kinésicos dedicados al ámbito gestual. Estos gestos que no son usados como ‘expresión deliberada de comunicación, intercambio o habla’ deben ser apartados de esta ‘Semiología de los Gestos’ como unos gestos elaborados y dirigidos con el conocimiento de causa metacodical. Por otro lado, la cuestión de los gestos, sin embargo, no puede centrarse solo en el mero tema de facetas recurrentes o recurribles de uso gestual, sino que debería hacerse hincapié en que existan códigos de gestos más o menos codificados, así como ocurre con otros casos de gesto aplicado o recurrente, en la misma medida en que habrá que dar a conocer, definir y dotar de rigor semiótico, no solo a partir de los distintos 38 ámbitos de uso mímico o gestual o las facetas de uso gestual, sino también a partir de sus características y procedimientos de desarrollo codical con que se generan y desarrollan las variedades de gesto deliberado, es decir elaborado con conocimiento de causa o efecto metacodical. En este nivel de estudio y análisis de rigor semiótico, es difícil que entren los casos tipificables o tipificados de gesto, como los gestosde perfil psicológico, los gestos de reacción emocional, de conducta o comportamiento autístico. Por eso, precisamente, en este capítulo primero, no solo se busca delimitar o tratar sobre las funciones con que se acomete cada uno de los casos de gestos, sino también definir qué procedimientos y requisitos exigibles de desarrollo metacodical se utilizan para desarrollar cada uno de los casos y códigos de gestos, uno de los objetivos expresos en este capítulo y también a lo largo de buena parte del libro. Después de la semiología de enfoque social y cultural dedicada a discernir las aplicaciones de una y otra variedad de gesto por parte de los sujetos sociales en el intercambio comunicativo, podríamos entrar de lleno en la cuestión netamente semiótica de los usos, casos y códigos de gestos humanos a nivel de sus procedimientos y características de desarrollo metacodical, amén de distintos aspectos de expresión, significación e interpretación, elaborada o desarrollada, generada y codificada con uno y otro caso de gesto. Eso puede y debe hacerse desde el enfoque de la semiótica peirciana, puesto que hago referencia a la semiótica dura, a la semiótica analítica de Peirce que se basa en escrutar mucho y muy bien –hasta en términos de análisis ‘empírico’ (no metafórico)- distintos procedimientos, procesos y fenómenos de significación con que se desarrolla cada caso o variedad de gesto realizado o intervenido por los sujetos humanos. Esa es la pretensión que promueven mis explicaciones de los últimos capítulos. 3.1. LOS CÓDIGOS Y SISTEMAS DE GESTOS CODIFICADOS. Prosigamos ahora con los sistemas o códigos de signos mímicos, variedad de gestos calificados como simbólicos por ser -en algún sentido- signos de convención. Algunos de los ejemplos más ilustrativos son los códigos o repertorios de gestos-signos de las tribus aborígenes australianas (Aranta), o los de las comunidades indígenas norteamericanas, entre muchos otros. Esas clases o códigos de señas aplicados entre comunidades étnicas que no comparten el mismo idioma hablado, y por ende tienen que recurrir al lenguaje intermediario, al lenguaje de señas, como sucede también 39 dentro de las Órdenes monacales con el voto de silencio disciplinario (sistema de señas), han sido considerados por la Semiología General como los primeros casos de gestos o signos codificados. Aparte estaría el lenguaje de signos ejecutado normalmente entre los sordos, que también es un caso fehaciente de signos codificados. 3.1.1. EL LENGUAJE DE GESTOS MANUALES, APLICADOS EN MODO DE LENGUAJE INTERMEDIARIO. Entre los ejemplos más conocidos de gestos de ‘género intermediario’, quizá por ser uno de los referentes clásicos, podemos encontrar el lenguaje de gestos o señas manuales practicado entre diversas tribus indígenas americanas, conformadas por individuos nómadas que habitan a lo largo y ancho de las grandes llanuras y praderas de Norteamérica, como hemos podido observar en películas de corte ‘western’ donde el lenguaje de señas cobra un protagonismo trascendental. De igual manera, debe mencionarse también que existen otros lenguajes o sistemas de signos viso-manuales que presumen de una codificación de señas y gestos de importancia equivalente a los lenguajes de señas de los indios norteamericanos, creados y arraigados en comunidades tribales de aborígenes australianos, bosquimanas, papúas…Dentro de cada una de estas comunidades étnicas no existió un idioma oral en común, por lo que hubo que recurrir al uso de sistemas de señas o gestos intermediarios que posibilitaran el contacto y permitieran realizar un acto de intercambio informativo o comunicativo. En términos semiológicos, esos sistemas o códigos de gestos manuales utilizados por las comunidades étnicas antes mencionadas, pueden ser entendidos como casos de lenguaje intermediario, como ya ocurría con otros códigos de signos codificados como los aplicados por las Órdenes monacales. En principio, la aplicación recurrente o intermediaria de los gestos codificados por parte de las tribus de indios americanos se debe a distintas causas. La primera y principal motivación del recurso al sistema de señas codificadas y de índole intermediaria es que las tribus de indios norteamericanos sufrían una importante dispersión dentro del continente norteamericano, y al tiempo, cada tribu disponía de su propio lenguaje hablado, que no compartían en absoluto con otras comunidades tribales. En efecto, entre las tribus indígenas de entonces, cohabitaban alrededor de 500 idiomas que distaban –y mucho- de ser similares o semejantes, amén de estar repartidos entre un igual número de etnias estructuradas, entre las que se encuentran algunas de las más afamadas como los ‘Sioux’, los ‘pieles rojas’, los ‘Caddo’, 40 los ‘Chinoks’, los ‘Yoroks’, los ‘Hopis’, los ‘Comanches’o los ‘Apaches’ del norte. Este elevado número de idiomas o dialectos, poco compatibles entre sí, supone la principal razón para recurrir a sistemas de señas de índole intermediaria, ya que la fuerte movilidad de las tribus de cazadores, con carácter de nómadas estacionales, hacía imposible la comunicación entre las tribus independientes, que no compartían el mismo idioma hablado. Por ende, para paliar esos ‘problemas de estructura organizativa’ entre los indígenas, el recurso a un código de señas común era considerado casi como la única posibilidad de ejercer un intercambio efectivo de comunicación entre tribus con una notable diversidad étnica. En otras palabras, la aplicación de tal sistema de señas comunes se debe a una necesidad imperiosa de contar, en esencia, con un medio de contacto diplomático en caso de situaciones hostiles o conflictos declarados entre las mismas tribus de indígenas, para uso protocolario o de cortesía ínter-tribal. Más tarde, estos lenguajes de señas servirán para desempeñar intercambios comerciales y para la comunicación personal, como es el caso de los ‘Bufalo Bills’, quienes llegaron a adoptar un sistema de gestos y señas básicas para parlamentar con los indios. Después, entablarían diálogo por otros motivos de conflicto territorial o diplomático, con los llamados ‘cowboys’ (vaqueros) o los ‘tramperos’ (cazadores de osos o bisontes), además de con los oficiales del ejército federal, sirviendo los gestos tanto en tiempo de guerra como en la consiguiente negociación posbélica. En cuanto a los parámetros de formación semiótica de los gestos desarrollados por los indígenas, se trata, en principio, de unos signos o señas tipo pidgin que más adelante, en poco tiempo, se convierten en un repertorio bastante sistemático -cuando no completo- de gestos codificados, es decir, unos signos tipo lexicón que aun siendo de género intermediario, llegó a un grado muy alto de normalización lingüística como para decirse de ellos que son signos pidgin. Se entiende que el sistema de signos y señas estuvo formalizado e institucionalizado no solo entre los grupos de intérpretes asentados por parte de las comunidades tribales, sino también entre los intérpretes oficiales de los gobiernos locales o federales, gracias a la intervención de los gobiernos estadounidenses, quienes invertían una cantidad ingente de recursos -tanto económicos como de personal- en la formación de intérpretes en tal sistema de señas codificadas. Y ese alto grado de normalización al que se llegó con la práctica del sistema de señas está a la altura de otros como el Gestuno o el S.S.I. (Sistema Internacional de Signos), también sistemas de índole 41 intermediaria. Sin embargo, existe un espacio temporal de 150 años entre la creación del sistema de señas intermediarias tribal y los Gestuno (desde 1920) o S.S.I. (desde 1970), utilizados internacionalmente por grupos de sordos e intérpretes en los intercambios asociativos de ámbito internacional. Por otro lado, el hecho de calificar
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