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MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 1 ANTIGUO TESTAMENTO II: MOISÉS EL ÉXODO: MOISÉS Y LAS TABLAS DE LA LEY 1 – LA INFANCIA DE MOISÉS En el Éxodo (salida) se narran los orígenes de Israel como comunidad nacional. Con el tiempo los descendientes de Jacob se convirtieron en un pueblo muy numeroso en Egipto y esta situación causó preocupación. Se impuso a los hebreos los trabajos más duros y un faraón, precursor de Herodes, ordenó que todos sus hijos varones recién nacidos fueran arrojados al Nilo. Moisés salvado de las aguas es una clara prefiguración de Jesús, salvado de la Matanza de los Inocentes con la Huída a Egipto. A los 3 meses de nacer Moisés, su madre le colocó en un canastillo que había hecho con juncos y lo dejó en la orilla del Nilo, quedando su hermana cerca para ver que sucedía. Cuando la hija del faraón fue a bañarse al río encontró el canastillo. En ese momento se acercó la hermana de Moisés y dijo que conocía a una nodriza hebrea que podía amamantar al niño. De este modo le crió su propia madre. La princesa le adoptó, le puso de nombre Moisés (salvado de las aguas) y creció en la corte con lujo y suntuosidad. Nicolás Poussin en “Moisés arrojado a las aguas” plasma el momento en el que la madre deposita el canastillo con el MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 2 niño en el río, cerca de su hija, mientras que su padre y su hermano mayor, Aarón, se marchan afligidos. En el Renacimiento, Veronés plasma a un Moisés salvado de las aguas (Museo del Prado), como una escena cortesana, vistiendo a la princesa egipcia y a su séquito según la moda de la época. VERONÉS, PAOLO (Verona, 1528 - Venecia, 1588) Paolo Caliari o Cagliari, también conocido como Paolo Veronese, recibió la primera formación en su ciudad natal, Verona, junto al pintor local Antonio Badile (1518-60), y posteriormente con Giovanni Caroto (1488-1563/66). La influencia de ambos maestros queda patente en sus obras iniciales como pintor independiente, realizadas hacia 1546, para comitentes e instituciones locales. Sus primeros encargos fuera de Verona le llegaron a principios de la década de 1550, de parte de varias familias importantes venecianas. Posteriormente, Veronés se instaló permanentemente en Venecia, tomando parte en la decoración del techo de varias salas del Palazzo Ducale (1553-4). Su última obra en el techo de la biblioteca Marciana le valió la concesión de la cadena de oro de caballero en 1557. A Veronés se le conoce, sobre todo, por sus escenas de banquetes de gran formato, como "Las bodas de Caná" (1562-63) para el refectorio de S. Giorgio Maggiore (París, Louvre). Sin embargo, la "Última Cena" para SS. Giovanni e Paolo le acarreó la acusación de irreverencia y su comparecencia en 1573 ante la Inquisición; como consecuencia, el nombre MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 3 del cuadro fue cambiado a "Fiesta en casa de Leví" (Venecia, Accademia). (Turner, N.: Dibujos italianos del siglo XVI, Museo Nacional del Prado, 2004, p. 112). VERONÉS. MOISÉS SALVADO DE LAS AGUAS Hacia 1580. Óleo sobre lienzo, 57 x 43 cm Al finalizar la década de 1570 y en los primeros años de la siguiente, Veronés realizó una serie de pinturas donde el paisaje adquirió un protagonismo inexistente en su producción anterior. El hallazgo de Moisés (Éxodo 2; 5-10) le permitió plasmar su gusto por una puesta en escena fastuosa sin transgredir los límites impuestos por la reforma de Trento. El tema de Moisés y la hija del Faraón tuvo popularidad a mediados del siglo XVI. Moisés salvado de las aguas ha querido identificarse con uno de los tres lienzos de este tema que vio Ridolfi, concretamente con el que poseían los marqueses della Torre en Venecia. Lo sea o no, lo cierto es que Veronés abordó varias veces este pasaje, cuyo punto de partida debió ser una perdida composición, conocida por un grabado de J. B. Jackson, de la que derivaron dos tipologías: una vertical de pequeño formato (Prado y National Gallery de Washington), y otra apaisada de mayores dimensiones (Dresde, Gemäldegalerie; Lyon, Museo de Bellas Artes; Turín, Galería Sabauda). Se conservan dibujos preparatorios en la Morgan Library de Nueva York y el Fitzwilliam Museum de Cambridge. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 4 La versión del Prado, la de mayor calidad de las existentes, presenta una composición bellísima. Un espléndido paisaje con una ciudad al fondo y dos árboles que se recortan sinuosos en el cielo enmarcan a los personajes, distribuidos en un semicírculo que se inicia en la criada negra vestida de amarillo y rojo que porta la cesta, y concluye en un bufón que delata la elevada condición social de sus acompañantes. En medio aparecen distintas criadas y en el centro, la hija del faraón con un suntuoso vestido de brocado color perla. Denominamos brocado de seda a una tela de seda gruesa, que presenta dibujos de distinto color que el del fondo. Esta pintura de temática religiosa tuvo un tratamiento refinado, exquisito y profano, tan característico de Veronés. El hallazgo de Moisés, visualizado como una escena campestre ambientada en una villa italiana contemporánea. Museo Nacional del Prado, Pintura italiana del Renacimiento: guía, Madrid, Museo del Prado, 1999, p.220 Gentileschi, Orazio Lomi (Pisa, 1563 - Londres, 1639) Más conocido por su apellido materno, Gentileschi, había nacido en Pisa y era hijo de un orfebre florentino. Hacia 1576 o 1578 se trasladó a Roma y allí encontró trabajo en los grandes talleres que ejecutaban ciclos decorativos en el Vaticano y las basílicas. Sus obras de la década de 1590 son frescos en su mayoría y se encuadran en el tardomanierismo, pero su estilo dio un giro radical a partir de 1600 gracias al conocimiento de Caravaggio, con quien parece haber tenido amistad. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 5 El caravaggismo de Gentileschi es muy refinado, como se aprecia en su "San Francisco sostenido por un ángel" (Museo del Prado), pintado en los primeros años del nuevo siglo. La década de 1600 fue un periodo brillante de su carrera, en el que diseñó mosaicos para la bóveda de San Pedro y pintó varios cuadros de altar, entre ellos el "Bautismo de Cristo" para la iglesia romana de Santa María de la Paz (1607). En 1611-1612 decoró al fresco el Casino de los Museos para el cardenal Scipione Borghese, sobrino del papa Pablo V, con figuras dispuestas a lo largo de un balcón dentro de una compleja arquitectura fingida del florentino Agostino Tassi. Hizo también exquisitas pinturas de gabinete sobre alabastro y cobre. En la primavera de 1611 su hija Artemisa, también gran pintora, fue violada por Tassi, quien fue juzgado y encarcelado por poco tiempo. El papel de acusador de Orazio y la intervención de amigos poderosos de Tassi dañaron gravemente sus perspectivas de trabajo en Roma, y en la década de 1610 aceptó encargos de las opulentas iglesias y monasterios de Las Marcas. En 1621 Gentileschi fue a Génova llamado por el aristócrata Giovanni Antonio Sauli e inició allí una etapa de gran creatividad. En Génova su estilo adquirió un carácter más solemne y teatral ("Lot y sus hijas", h. 1622, J. Paul Getty Museum, Los Ángeles). Desde allí envió obras al duque Carlos Manuel I de Saboya en Turín, y en 1624 entró al servicio de la reina María de Médicis en París. En la capital de Francia pintó una figura MARÍA TERESA GARCÍA PARDOMoisés 6 alegórica de "La Felicidad pública" (1625, Musée du Louvre, París), y también un "Descanso en la Huida a Egipto" y una "Magdalena penitente" (1625-1626, Kunsthistorisches Museum, Viena), que fueron adquiridas para la colección del I duque de Buckingham, favorito y ministro principal de Carlos I de Inglaterra. A instancias de Buckingham se trasladó a Londres a finales de septiembre de 1626. Carlos I le asignó una pensión de cien libras, pero Gentileschi murió en 1628. Al periodo londinense pertenecen "Lot y sus hijas" (1628, Museo de Bellas Artes de Bilbao), "Moisés salvado de las aguas" (comienzos de la década de 1630, colección particular, Inglaterra) y "José y la mujer de Putifar" (comienzos de la década de 1630, Royal Collection, Hampton Court, Herefordshire). Lo más importante de su producción inglesa fueron las telas que pintó para el techo del gran salón de la Queen's House con una "Alegoría de la Paz y las Artes" (1635- 1638), que se conservan mutiladas en la Marlborough House de Londres. En la corte de los Estuardo, Gentileschi se vio eclipsado por Rubens, que estuvo en Londres en 1629-1630, y después por Van Dyck, que llegó en 1632. Una carta de 1633 revela su deseo de regresar a la Toscana. Pintó una segunda versión del Moisés y se la envió al rey Felipe IV de España (1632-1633, Prado) con la esperanza de granjearse su apoyo para una repatriación honrosa. Pero, finalmente, permaneció en Londres, donde murió el 7 de febrero de 1639 (Finaldi, G. en E.M.N.P., Madrid, 2006, tomo IV, pp. 1149-1150). MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 7 Gentileschi. Moisés salvado de las aguas 1633. Óleo sobre lienzo, 242 x 281 cm Pintado en Londres cuando el artista tenía cerca de setenta años, Moisés salvado de las aguas constituye, sin duda, la cima de la última etapa de Orazio Gentileschi. Es una obra de un refinamiento exquisito, concebida para agradar al más entendido y exigente de los comitentes, el rey Felipe IV de España. El artista se la envió como obsequio en el verano de 1633, y su hijo Francesco se la entregó personalmente en Madrid. El embajador inglés Arthur Hopton comunicó en octubre de aquel año que al monarca le había gustado y que había dado la orden de que se colgara en el Salón Nuevo del Alcázar de Madrid, donde estaban expuestas algunas de las mejores pinturas de la colección real. Gentileschi había tratado la escena como un homenaje moderno a las escenas festivas de Veronés, maestro muy admirado tanto por Felipe IV como por el rey al que Orazio servía, Carlos I de Inglaterra. En relación con el tema representado, el recién nacido hebreo Moisés fue echado al Nilo en un canasto de juncos (Éxodo 2: 1-10) para evitar que los egipcios le dieran muerte. La hija del faraón ve el canasto al ir a bañarse al río con sus doncellas, y éstas le llevan al niño; apiadada, decide protegerlo. La joven arrodillada en el lado izquierdo de la pintura es Miriam, hermana de Moisés, que ha visto cómo el niño es salvado de las aguas y se ha acercado a la princesa para ofrecerle los servicios de su madre como nodriza. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 8 La princesa, sin saberlo, se vuelve hacia la madre de Moisés y le encomienda el cuidado del niño. Con la excepción de Moisés, todas las figuras son femeninas y todas visten pesados ropajes de seda, satén y algodón siguiendo la moda del siglo XVII. El traje de la princesa es amarillo dorado y lleva ribetes bordados con perlas y piedras preciosas. Su cabeza se adorna con una tiara a juego, pintada con extraordinaria delicadeza. Gentileschi siempre se había recreado en el tratamiento de los paños y en los brillos de las sedas y las telas. Su afición se acrecentó aún más en la corte londinense del rey Estuardo, dada a la ostentación y el lujo. La escena se enmarca en un paisaje de muy influido por Tiziano, con la claridad anaranjada del amanecer en el horizonte y el Nilo apenas visible a lo lejos. La obra del Prado es la segunda pintura que hizo Gentileschi con este tema. La primera versión, del mismo tamaño (colección particular, Gran Bretaña), había sido pintada muy poco antes para la reina Enriqueta de Inglaterra, y estaba colgada en su villa palladiana a orillas del Támesis en Greenwich, la Queens`s House. Gentileschi moderó las desnudeces de la primera composición al repetirla para el rey de España, y compactó el grupo de figuras utilizando una escala algo menor y proporciones menos alargadas. También idealizó el paisaje y acentuó el lujo y las calidades de los ropajes y las joyas. Estaba ya muy lejos del pintor caravaggesco que fue en los primeros años del siglo XVII, y MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 9 la segunda versión del Moisés es el ejemplo del refinamiento cortesano que caracterizaba a su estilo tardío. Museo Nacional del Prado, 100 obras maestras: del Museo del Prado, Madrid, Museo Nacional del Prado, 2008, p.106 2 – HUIDA DE MOISÉS A MADIÁN Un día Moisés observó que un egipcio maltrataba a un hebreo y para defenderle mató al agresor, por este motivo tuvo que marcharse de la Corte y retirarse al desierto de Madián. Junto a un pozo se encontró con 7 muchachas, hijas de Jetró, sacerdote de Madián, que abrevaban los rebaños de su padre, pero unos pastores no se lo permitían. Moisés las defendió y dio de beber a las ovejas. Jetró le recibió en su casa, se casó con su hija Séfora, con quien tuvo dos hijos, y durante 40 años cuidó de los rebaños. En 1481 el Papa Sixto IV eligió como programa iconográfico, para decorar la zona inferior de la Capilla Sixtina, el ciclo de Moisés como prefiguración de Cristo. Entre 1481-82 Botticelli pinto al fresco en la Sixtina “Las pruebas de Moisés”. Esta pintura hay que analizarla de derecha a izquierda. Narra los acontecimientos entre la defensa del hebreo y la entrega de las Tablas de la Ley, época poco tratada en el arte. Moisés, ataviado con túnica amarilla y manto verde, se sitúa en la parte inferior derecha y mata al agresor egipcio, huye al desierto de Madián, se enfrenta a los pastores, abreva los rebaños de las hijas de Jetró y es agasajado. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 10 En la parte superior izquierda, Moisés se descalza por mandato de Dios para entrar en tierra sagrada y escucha la misión que le encomienda Yahvé. 3 – LA ZARZA ARDIENTE (MISIÓN: LIBERAR A ISRAEL) Un día, cuando Moisés estaba apacentando los rebaños se le apareció el Señor en una zarza que ardía sin consumirse. Le pidió que se descalzara porque estaba pisando tierra sagrada y le dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. He oído las tribulaciones de mi pueblo y he bajado para librarle de las manos de los egipcios y hacerle pasar a una tierra fértil y espaciosa”. Yahvé hizo que Moisés fuera ante el Faraón, para que sacara a los hijos de Israel de Egipto y les condujera a las tierras de Canaán, la Tierra Prometida, de donde procedían (actual Estado de Israel). Le dio el poder de hacer milagros con la vara que llevaba en la mano e hizo que le acompañara su hermano Aarón. El episodio de la zarza que arde sin consumirse, mediante el cual Yahvé revela a Moisés la misión de regresar a Egipto y liberar a su pueblo, fue muy representado en el arte y supone el inicio de la vida pública de Moisés. Los artistas medievales respetaron el relato bíblico en el que Yahvé se manifiesta mediante la voz, por lo que se suele representar la mano de Dios saliendo de la zarza, ya que una pintura no tiene sonido. 4 – LAS 10 PLAGAS DE EGIPTO.Moisés y Aarón se presentaron ante el Faraón y le pidieron que permitiese abandonar Egipto al pueblo de Israel, pero MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 11 éste no aceptó, por lo que Yahvé le castigó enviando a los egipcios diez plagas: 1. Las aguas se convirtieron en sangre. 2. Las ranas invadieron el país. 3. Egipto fue invadido por los mosquitos. 4. El país fue invadido por unas moscas muy dañinas. 5. La peste asoló Egipto. 6. Las úlceras cubrieron a los hombres y los animales. 7. El granizo terminó con las cosechas. 8. Una nube de langostas arrasó el país. 9. La niebla oscureció Egipto durante 3 días. 10. En la misma noche murieron los hijos primogénitos de los egipcios. Cuando Moisés y su hermano mayor Aarón piden al Faraón que libere a los israelitas, Aarón arroja su vara o cayado ante él y se convierte en serpiente. Este milagro ha sido muy representado en el arte. Doré Paul Gustave Doré (Estrasburgo, 6 de enero de 1832- París, 23 de enero de 1883) fue un artista alsaciano francés, pintor, escultor e ilustrador, considerado en su país el último de los grandes ilustradores. Entre sus trabajos más notables pueden citarse las ilustraciones para El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, la Biblia (1865) y La Divina Comedia. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 12 A los 15 años consiguió un contrato con Charles Philipo para que le publicara una litografía por semana. Luego se le encargaron trabajos sobre Honoré de Balzac y Dante Alighieri, haciendo que, aún muy joven, cobrase más que su contemporáneo Honoré Daumier. En 1853 ilumina algunas obras de Lord Byron, que le abren las puertas para ilustrar a otros escritores de habla inglesa, entre ellas El cuervo de Edgar Allan Poe. En 1862 viajó por España con el barón Davillier. Fruto de ese dilatado viaje, al año siguiente se publicaría una serie de crónicas sobre Valencia, Galicia, Andalucía, con estancias específicas de Granada, Madrid, y otras capitales españolas. La obra se incluyó en la colección Le Tour du Monde. En esa misma década de 1860, Doré ilustró una edición francesa de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, partiendo de su experiencia vital en la geografía española. Una nueva versión de la Biblia, ilustrada en 1865, le sirvió de tarjeta de presentación para hacer una gran exposición de sus obras en Londres, de la que saldría la Doré Gallery en New Bond Street. Doré firmó un contrato de cinco años con la editorial Grant & Co. Eso implicaba que tenía que pasar al menos tres meses al año en Londres. Cobró la suma de 10 000 libras esterlinas (160 000 dólares) por año. El libro London: A Pilgrimage, con 180 grabados, fue publicado en 1872. Aunque fue un éxito comercial, a buena parte de los críticos no les gustó la publicación, escandalizados por el hecho de que Doré mostrara en su MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 13 obra la pobreza existente en Londres. Sin embargo, los editores ingleses le hicieron más encargos: El paraíso perdido de John Milton y The Divine Comedy (la versión inglesa de La Divina Comedia) de Dante Alighieri. Falleció en 1883 y fue sepultado en la capital francesa. Por las características de su obra se ha considerado a Doré un visionario recreador del periodo medieval. En sus grabados sobre madera, muestra una Edad Media poblada de sombríos bosques y de ruinas. Son visiones de un tardorromanticismo en el terreno de la ilustración, pero más acusado en Doré que en otros dibujantes por su visión de una Naturaleza provista de vastos espacios. 5 – LA PASCUA (CORDERO ASADO Y PAN ÁCIMO). Dijo Yahvé a Moisés que reuniera a los hebreos y tomaran un cordero de un año, sin mancha, y reunidos por familias lo inmolaran al atardecer. Deberían marcar las puertas de sus casas con esa sangre y se comerían la carne del cordero asado con lechugas silvestres y pan ácimo, elaborado sin levadura. Durante la comida estarían de pie, llevarían puesto el cinturón, ir calzados y con el báculo en la mano, porque debían estar preparados para la marcha, ya que esa misma noche Yahvé enviaría un ángel para matar a los primogénitos de los egipcios, pero en sus casa pasaría de largo porque las puertas estarían manchadas con la sangre del cordero. Ese día sería para ellos memorable y lo celebrarían solemnemente generación tras generación. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 14 Este fue el origen de la Pascua judía o Pesaj. El episodio de la cena de la Pascua judía presenta a los personajes de pie, portando el bastón en la mano, reunidos en torno a la mesa con el cordero, tal y como aparece en la pintura flamenca de Dieric Bouts, en 1465, en la catedral de Lovaina. El tema es una clara prefiguración de la Última Cena. Por otro lado, el sacrificio del cordero pascual se identificó desde el arte Paleocristiano con la muerte de Cristo en la cruz. 6 - EL PASO DEL MAR ROJO El Faraón, asustado por la matanza de los primogénitos egipcios, permitió la salida de los israelitas de Egipto. Pero más tarde envió un ejército que les alcanzó en el Mar Rojo. Moisés extendió su brazo hacia el mar, el viento dividió las aguas y permitió el paso de los hebreos, pero el ejército egipcio quedo sepultado bajo las aguas. El episodio es interpretado como el poder salvador del Bautismo. 7 – EL MANÁ Y EL AGUA. (MISERICORDIA) El pueblo de Israel anduvo errante por el desierto durante 40 años, antes de establecerse en la Tierra Prometida. Al faltarles los víveres, Dios les envió el maná, un alimento blanco con un sabor parecido a la torta de harina de trigo amasada con miel. El maná simboliza la Eucaristía, al igual que los alimentos ofrecidos por Melquisedec a Abraham. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 15 Cada mañana caía del cielo hasta que llegaron a la Tierra Prometida. Este tema fue pintado por Tintoretto en la Scuola de San Rocco en Venecia. Para obtener agua Dios le dijo a Moisés que con la vara tocase en la peña y de ella brotaría agua para beber. En la Edad Media se asimiló el agua al bautismo y la roca al costado de Cristo en la cruz, siendo un tema muy popular en las catacumbas. Los milagros de Moisés dan de comer y beber a su pueblo y están relacionados con las obras de Misericordia. 8 - LAS TABLAS DE LA LEY El Monte Sinaí se cubrió de truenos y relámpagos y de sonido de trompetas. Dios descendió sobre el Sinaí en medio del fuego e hizo que Moisés subiera a la cumbre. Se oyó la voz de Dios que dio a su pueblo los Diez Mandamientos. Dios le entregó a Moisés el Decálogo escrito en dos tablas de piedra (Las Tablas de la Ley). Los 10 mandamientos de la Ley de Dios: El primero, amarás a Dios sobre todas las cosas. El segundo, no tomarás el nombre de Dios en vano. El tercero, santificarás las fiestas. El cuarto, honrarás a tu padre y a tu madre. El quinto, no matarás. El sexto, no cometerás actos impuros. El séptimo, no hurtarás. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 16 El octavo, no dirás falso testimonio ni mentirás. El noveno, no consentirás pensamientos ni deseos impuros. El décimo, no codiciarás los bienes ajenos. Estos diez mandamientos se resumen en dos: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Este es el episodio más destacado de la vida de Moisés. La iconografía suele representar la Mano de Dios entregándole las Tablas. Moisés permaneciódurante 40 días en el monte y cuando bajó encontró a su pueblo adorando un becerro de oro, llevado por la indignación rompió las Tablas. Las danzas y la adoración del becerro se identifican con el demonio. Cuando Dios perdonó a los israelitas, Moisés volvió a subir al Sinaí donde permaneció otros 40 días. Allí recibió otras tablas iguales a las anteriores, su cara resplandecía y de su frente salían rayos luminosos. Moisés construyó el Arca de la Alianza, un arca de madera, cubierta de oro por dentro y por fuera, en la que se guardaron las Tablas de la Ley, que sirviese como objeto de culto a su pueblo. SAN PEDRO IN VINCOLI: MOISÉS Basílica Eudoxiana o Basílica de San Pietro in Vincoli (San Pedro Encadenado) fue construida a mediados del siglo V MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 17 para guardar las cadenas con las que San Pedro fue encarcelado en Jerusalén. Según cuenta la leyenda, la emperatriz Eudoxia (esposa del emperador Valentiniano III) ofreció las cadenas como regalo al papa León I el Magno. Cuando él las comparó con las cadenas del primer encarcelamiento de san Pedro en la cárcel Mamertina en Roma, las dos cadenas se unieron milagrosamente. Bajo el Altar Mayor se encuentra el relicario en el que se guardan las cadenas de San Pedro. La iglesia experimentó varias restauraciones, la última en 1875. La nave central cuenta con un techo del siglo XVIII, con frescos de Giovanni Battista Parodi en el centro, mostrando el Milagro de las cadenas (1706). El Moisés de Miguel Ángel, finalizado en 1515, y concebido como parte del monumento funerario del papa Julio II, se convirtió en el núcleo central de la tumba del papa en San Pietro, la iglesia de su familia. Obras de arte que se pueden encontrar en la iglesia: • Moisés, Raquel y Lía de Miguel Ángel. • Santa Agustina y Santa Margarita de Guercino. • Monumento del cardenal Girolamo Agucchi diseñado por Domenichino (también autor del fresco de 1604 Liberación de San Pedro), situado en la sacristía. La cruz de la capilla inferior está al revés. Dado que Pedro se hizo crucificar boca abajo por no considerarse digno del mismo trato que tuvo su maestro. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 18 Prisioneros: San Pedro y San Pablo La Cárcel Mamertina se hallaba en la ladera noreste del monte Capitolino, frente a los foros de Nerva, Vespasiano y Augusto. Los presos eran encerrados en la Cárcel Mamertina para que aguardaran a su ejecución o simplemente dejarlos morir de hambre. Los enemigos vencidos de Roma eran encarcelados en esta terrible prisión. Entre los famosos personajes históricos que pasaron sus últimos días aquí podemos citar a Vercingétorix, líder de los galos, y supuestamente también San Pedro y San Pablo. Entre los años 600 y 500 a. C., la Mamertina fue construida como cisterna para un manantial que había en el suelo. Convertida en prisión se crearon dos celdas, una justo encima de la otra. Al fondo hay un altar con los bustos de San Pedro y San Pablo. Esta basílica es mundialmente conocida por la impresionante estatua de Moisés realizada por Miguel Ángel en mármol blanco de Carrara para el mausoleo de Julio II. Este monumento funerario se diseñó con 40 esculturas y se pensaba ubicar en la basílica de San Pedro, pero no se llegó a concluir. EL MOISÉS (1513-1516) El Moisés es una escultura sedente de mármol, de 2,5 metros de altura, y si se levantase superaría los 3 metros. Se realizó entre 1513 y 1516 y encarna a la perfección al líder fuerte y seguro que guió al pueblo hebreo desde su MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 19 cautiverio en Egipto hasta conducirle a la Tierra Prometida (Palestina). El tema bíblico recoge un pasaje del Antiguo Testamento, en el que el profeta Moisés regresa de su estancia de 40 días en el Monte Sinaí, portando las Tablas de la Ley (los Diez Mandamientos). Al volver contempla horrorizado como los israelitas han abandonado el culto a Yahvé y están adorando a un becerro de oro. Miguel Ángel capta el instante en el que Moisés, con un ligero contraposto, vuelve la cabeza y se dispone a levantarse lleno de ira por la infidelidad de su pueblo. Esta “terribilitá” que le embarga se manifiesta en su rostro frunciendo el ceño y aportando una intensidad en su mirada que a nadie deja indiferente. Sigmund Freud se imaginaba al profeta, enojado por las falta de fe de los israelitas, conteniendo el impulso de ponerse de pie y arrojar al suelo las Tablas de los Diez Mandamientos. La figura está llena de vida y movimiento. Se circunscribe en un rectángulo imaginario sugerido por la base cuadrada, aunque el codo y la rodilla izquierdos se escapan de esa frontera invisible. Incluso el pie izquierdo, echado hacia atrás, resbala por la base de la escultura. El Moisés irradia vitalidad e intensidad espiritual. Miguel Ángel supo evocar como nadie el aspecto sobrecogedor de este gran profeta, que había contemplado a Dios. La camisa sin mangas permite revelar la musculosa constitución del personaje. En cambio sobre la rodilla cae una voluminosa tela que nos permite hacer un estudio de los pliegues y los paños, dejando a la vista las polainas y las sandalias. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 20 La profusa barba en cascada es retirada por unos larguísimos dedos de la mano derecha. La estatua se representa con cuernos en la cabeza. Se cree que esta característica procede de un error en la traducción por parte de San Jerónimo del capítulo del Éxodo. La Vulgata es una traducción de la Biblia al latín, realizada a finales del siglo IV por S. Jerónimo. En este texto, Moisés se caracteriza por tener un rostro del que emanaban rayos de luz, lo que San Jerónimo en la Vulgata tradujo por su rostro era cornudo. El error en la traducción era posible debido a que la palabra “karan” en hebreo puede significar “rayo” o “cuerno”. Cuando Miguel Ángel esculpió el Moisés el error de traducción había sido advertido, y los artistas de la época había sustituido los cuernos por dos rayos de luz que emanaban de Moisés al bajar del Sinaí. No obstante Miguel Ángel prefirió mantener la iconografía anterior. A ambos lados de Moisés están Raquel y Lía, símbolos de la vida activa y la vida contemplativa respectivamente, también diseñadas por Miguel Ángel, que representan a las dos esposas de Jacob. Miguel Ángel concibió el Moisés como parte integrante de un grupo de cuatro profetas sentados, cuya función era adornar las esquinas del segundo piso del gran complejo funerario de Julio II. Teniendo en cuenta esta posición elevada, esculpió a Moisés un torso alargado, cuya desproporcionada longitud sólo se percibe desde los lados, aunque esta distorsión anatómica queda disimulada por los fuertes brazos y la profusa barba. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 21 Miguel Ángel pensaba que el Moisés era su creación más realista. La leyenda cuenta que el artista golpeó la rodilla derecha de la estatua y le dijo: “¿por qué no hablas?”, sintiendo que el mármol tenía vida propia. En la rodilla se puede encontrar la marca que hizo Miguel Ángel al golpear la escultura. Algunos historiadores han querido ver en el Moisés un retrato idealizado del propio Miguel Ángel o del Papa Julio II, temible guerrero y líder espiritual, al igual que el profeta bíblico. Cuenta Vasari que los judíos de Roma acudían cada Sabbat a ver el Moisés como bandadas de estorninos. Hoy en día los amantes del arte seguimos acudiendo a San Pietroin Vincoli y también nos sobrecogernos ante el gran profeta del Antiguo Testamento. El monumento del Moisés se encuentra sumido en la penumbra hasta que alguno de los visitantes decide hacer una donación que sirve para iluminarlo, una práctica muy extendida en la mayoría de las iglesias de Roma. El trabajo de Miguel Ángel inspiró otra estatua de Moisés en la Fontana dell’Acqua Felice, pero ésta de mucha menor calidad. 9 – MARCHA HACIA LA TIERRA PROMETIDA Un año estuvieron los hebreos al pie del Sinaí, después reanudaron la marcha hacia la Tierra Prometida. Cuando llegaron al límite de la tierra, Moisés envió 12 hombres, uno de cada tribu, entre los que se encontraba Josué y Caleb para explorar el territorio. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 22 Al cabo de 40 días regresaron portando granadas, higos y un gran racimo de uvas, que portaban entre dos hombres, pero anunciaron que esas ciudades estaban fortificadas y tenían hombres valerosos. Ante tales noticias los hebreos se asustaron y Dios se enojó de nuevo. Jehová les dijo que de todos los que salieron de Egipto con más de 20 años ninguno entraría en la Tierra Prometida, excepto Josué y Caleb. El tema de las uvas de Canaán, entendido como símbolo eucarístico, portadas por Josué y Caleb se representa poco en el arte. 10 – LA SERPIENTE DE BRONCE En otra ocasión que los hebreos se volvieron nuevamente contra Dios y Moisés, Yahvé les castigó enviando unas serpientes venenosas que mordieron y mataron a muchos. Arrepentidos pidieron a Moisés que intercediera entre ellos y Dios. El Señor le dijo que hiciera una serpiente de bronce y la colocase sobre un asta y los que la mirasen sanarían. Fue interpretada como una contraposición a la serpiente del pecado original y como una prefiguración de Cristo sanador en la cruz. El tema de la serpiente de bronce se representó en la Scuola de San Rocco en Venecia y Miguel Ángel le trató en el techo de la Capilla Sixtina. 11 – LA PROFECÍA DE BALAAM Después de conquistar la ribera del Jordán, los hebreos acamparon frente a Jericó. Balac, su rey, se asustó ante la llegada de un pueblo tan numeroso e hizo que el célebre adivino Balaam les maldijera. MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Moisés 23 Balaam se puso en camino montado en su burra, pero un ángel con la espada desenvainada le impedía el paso y la burra le dijo a Balaam “Qué te he hecho para que por tres veces me hayas fustigado”. Entonces Balaam pudo ver al ángel y regresó. Cuando estaba con el rey bendijo desde lo alto del monte a los hebreos y habló del futuro que esperaba a aquel pueblo. Se suele representar al adivino con su burra. 12 – MUERTE DE MOISÉS Moisés hizo jurar a los israelitas que fueran fieles a Yahvé y bendijo a las 12 tribus. Después puso sus manos sobre Josué para que todos le obedecieran, tal y como le había dicho Dios que hiciese. Luego subió al Monte Nebo (Jordania) y Yahvé le mostró Canaán. Le dijo que mirase la Tierra Prometida a Abraham y a Jacob, pero que no entraría en ella. Y Moisés murió. La iconografía suele situar a Moisés en la cima del monte Nebo, solo o con el arcángel San Miguel, contemplando a lo lejos la Tierra Prometida. Moisés es un profeta libertador que anuncia la venida del Salvador. El origen iconográfico de los cuernos se explica por una mala traducción de la Vulgata, confundiendo San Jerónimo el término radiante con cuernos. En la Edad Media el atributo de los cuernos se hizo muy popular. Cuando Miguel Ángel esculpió su Moisés, el atributo había caído en desuso. A partir del Renacimiento se le representa como un anciano de larga y poblada barba, en ocasiones bífida, de cuya frente parten dos rayos luminosos, sosteniendo las Tablas de la Ley.
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