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Dialnet-DesarrolloSustentableUnConceptoPertinenteParaElDes-7477514

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Scripta Philosophiæ Naturalis 9 (2016) 
 
 
 
 
 
 
DESARROLLO SUSTENTABLE : 
 
¿ UN CONCEPTO PERTINENTE PARA EL DESARROLLO LOCAL 
EN LA APICULTURA ? 
 
 
Mario FLORES CHÁVEZ 
 
 
 
 
 
ABSTRACT 
 
This article is centered on the concept of sustainable development: what it is; how 
can we conceive its importance, firstly, for the present sociocultural reality as a 
possible contribution to solve environmental problems, secondly, for the 
development of apiculture techniques as a mechanism capable of generating 
strategies and solutions to societal issues such as social exclusion. 
 
KEYWORDS: Sustainable development, Meadows Report, United Nations, 
Beekeeping. 
 
50 
 
Mario Flores Chávez 
RESUMEN 
 
Este artículo está centrado en el concepto de desarrollo sustentable: qué es; cuál 
es su pertinencia, primo, con respecto a la realidad sociocultural actual en tanto 
que posible contribución a la solución de problemas medioambientales, secundo, 
con respecto a la práctica apícola en tanto que mecanismo generador de 
estrategias y de soluciones de problemas sociales como la exclusión social. 
 
PALABRAS CLAVE: Desarrollo sustentable, Informe Meadows, Naciones Unidas, 
Apicultura. 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN: LA SUSTENTABILIDAD Y SU ORIGEN 
 
En el presente artículo incorporo y discuto un nuevo enfoque que ha 
sido clave en las discusiones sobre el desarrollo y que propone otra mirada a 
la realidad. Este planteamiento se asocia con otras perspectivas sobre comercio 
justo o energías limpias. Es el desarrollo sustentable. 
La aparición del concepto de desarrollo sustentable comienza en el año 1972 
con el informe Meadows
1
 sobre los límites del crecimiento. Fue una 
publicación que se encargó al Club de Roma 2 en la que se alerta sobre la 
necesidad de producir un cambio real en las políticas de desarrollo que se 
estaban llevando a cabo en aquel entonces siguiendo ciertos modelos de 
desarrollo. Se estableció la importancia de ese cambio ya que con el continuo 
crecimiento de la población y las políticas de desarrollo de las industrias, se iba 
a producir un colapso del medio ambiente. Ya en el año 1972, en la 
Conferencia sobre Medio Humano de las Naciones Unidas (Estocolmo)3, por 
primera vez hay una consideración de los efectos producidos por los modelos 
de desarrollo y es una señal clara sobre la importancia que éstos tienen so-
bre el medio ambiente. En el año 1980, en el Informe Global 4, se concluye que 
la biodiversidad es un factor determinante para el funcionamiento adecuado de 
 
1
 Para mayor información véase «Los límites del crecimiento»: 
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5514 
2
 Asociación privada de empresarios y científicos. 
3
 Para mayor información véase el artículo de Naciones Unidas: 
http://www.un.org/depts/dhl/spanish/resguids/specenvsp.htm 
4
 Para mayor información véase el artículo de Naciones Unidas: 
http://www.oei.es/decada/accion000.htm 
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5514
http://www.un.org/depts/dhl/spanish/resguids/specenvsp.htm
http://www.oei.es/decada/accion000.htm
51 
 
Desarrollo sustentable y apicultura 
 
 
las especies que habitan en el planeta Tierra. Las extinciones de especies 
involucran un debilitamiento de la biodiversidad. De igual forma y en el mismo 
año, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
5
 estableció los 
principales elementos de la destrucción del medio ambiente: pobreza, 
presión poblacional, inequidad social, etc. En el año 1982 se elabora una carta 
para la Organización de Naciones Unidas (ONU)
6
 por la naturaleza en la cual se 
establece que debe haber un respeto por toda forma de vida que habita en el 
planeta, y que la explotación medio ambiental por parte del ser humano se ha 
de considerar como un hecho significativamente negativo. 
 Como se puede observar, desde el año 1972 al 1982 se avanzó en la 
generación de conciencia, lo que implicó considerar y respetar tanto el medio 
ambiente como toda forma de vida concibiendo así un desarrollo sustentable. 
En el año 1982 se crea el Instituto de Recursos Mundiales (WRI)
7
 que busca 
encauzar la sociedad humana teniendo en consideración el medio ambiente y en 
el año 1984 se realiza la primera reunión de la Comisión Mundial sobre Medio 
Ambiente y Desarrollo
8
 la cual establece una agenda global por el cambio 
debido al deterioro medioambiental. Éste fue un gran avance que se materializó 
con el Informe Brundtland “Nuestro futuro común”
9
. En él se consideran los 
efectos producidos por los modelos de desarrollo que no están en el contexto de 
medioambientes o culturas locales y en donde, por primera vez, se formaliza el 
desarrollo sustentable. En tanto, con la conferencia de la ONU sobre Medio 
Ambiente y Desarrollo o Cumbre de la Tierra, Río de Janeiro, 1992
10
, se 
alcanzan los acuerdos sobre la Agenda 21 y sobre el Convenio sobre el cambio 
climático que se está produciendo en la Tierra. A éstos se suman el convenio 
sobre la Diversidad Biológica, la Declaración de Río y la Declaración de 
Principios Relativos a los Bosques. Desde 1993 hasta la actualidad la Unión 
Europa se enmarca en un desarrollo sustentable en donde unas de las 
conferencias fundamentales fue sobre Desarrollo Sostenible (Río+10) Johan-
 
5
 Para mayor información véase el artículo de Gerald Barney: 
http://www.geraldbarney.com/G2000Page.html 
6
 Para mayor información véase el artículo Carta de la Tierra: 
http://www.earthcharterinaction.org/invent/images/uploads/echarter_spanish.pdf 
7
 Para mayor información véase: http://www.wri.org/ 
8
 Para mayor información véase el artículo de la Naciones Unidas: 
 http://www.un.org/depts/dhl/spanish/resguids/specenvsp.htm 
9
 Ibid. 
10
 Ibid. 
http://www.geraldbarney.com/G2000Page.html
http://www.earthcharterinaction.org/invent/images/uploads/echarter_spanish.pdf
http://www.wri.org/
http://www.un.org/depts/dhl/spanish/resguids/specenvsp.htm
52 
 
Mario Flores Chávez 
nesburgo. Se reafirmó en ella el desarrollo sustentable como un elemento 
central en la política internacional con respecto a la protección del medio 
ambiente y a la lucha contra la exclusión social
11
. 
Observando esta línea cronológica del concepto de desarrollo 
sustentable se esclarece el concepto en cuestión: integra una ética ambiental 
que ha sido desarrollada por numerosos congresos mundiales o investi-
gaciones particulares. El concepto significa un cuidado por la naturaleza y por 
toda forma de vida en el planeta así como un desarrollo consciente del medio 
sociocultural, desmarcándose con ello del típico “desarrollo” el cual es 
criticado en el plano intelectual. 
El Estado tiene una función de vigilancia sea en la aplicación de un 
enfoque como el desarrollo sustentable, sea favoreciendo el desarrollo a secas: 
la institucionalidad tiene así un rol preponderante que consiste en permitir una 
u otra actitud en comunidades locales conllevando beneficios o perjuicios según 
los casos. 
 
§ 1. — DESARROLLO SUSTENTABLE Y APICULTURA 
 
Para empezar a precisar ¿qué es desarrollo el sustentable? tenemos que 
remontarnos a una de sus primeras definiciones más concretas, como lo define la 
comisión Brundtland (1987): 
 
El desarrollo sostenible es el desarrolloque satisface las necesidades del presente sin 
comprometer la capacidad de generaciones futuras para satisfacer sus propias 
necesidades (Brundtland, 1987:36)
12
. 
 
En el anterior párrafo se concentra la potencia del concepto desarrollo 
sustentable pero desde un ámbito productivista: esto se ve, por una parte, en el 
empleo de la palabra “necesidades” y por otra, en la frase: “comprometer la 
capacidad de generaciones futuras”, cuestiones claves que conllevan la susten-
tabilidad ambiental hoy en día. Con esto podemos entender que las necesidades 
 
11 Para mayor información véase: 
http://www.redcimas.org/wordpress/wpcontent/uploads/2012/08/p_jovenes_desarrollosostenib
le_madrid.pdf. 
12
 United Nations. Report of the World Commission on Environment and Development. Our 
Common Future (http://conspect.nl/pdf/Our_Common_Future-Brundtland_Report_1987.pdf). 
http://conspect.nl/pdf/Our_Common_Future-Brundtland_Report_1987.pdf
53 
 
Desarrollo sustentable y apicultura 
 
 
se pueden hacer infinitamente exponenciales al deseo individual propio de cada 
sujeto, lo que pone en peligro al ecosistema y, posteriormente, a las necesidades 
futuras tanto individuales como grupales. 
La definición de la comisión Brundtland atendía a una sola dimensión de 
la realidad, la económica social. El informe aboga por la inclusión de la 
institucionalidad en dicho proceso como agente importante en la imple-
mentación del desarrollo sostenido en toda la esfera pública y privada en el 
proceso productivo humano. Sin embargo, queda corto en el análisis e inclusión 
tanto de la dimensión sociocultural como ecológica. Dicha transición de lo 
sostenido a lo sustentable se logra años más tarde con el concepto que desarrolla 
el antropólogo Arturo Escobar que distingue tres tipos de desarrollo: (I) la 
visión liberal, que corresponde a concebir el desarrollo como un crecimiento 
netamente económico para vencer a la pobreza; (II) la visión culturalista, que es 
una crítica al discurso liberal y sostiene que la cultura es la instancia funda-
mental de la relación entre la sociedad y el medioambiente: en la cultura se 
origina la crisis por el hecho de que se trata a la naturaleza como un medio de 
mercancía; y por último (III) la visión ecosocial, que rescata elementos de la 
visión culturalista pero pone énfasis en la economía política reformada. 
(Escobar, 2005)
13
. 
Considero que el desarrollo sustentable debe tener en cuenta las 
perspectivas culturalista y ecosocial ya que ambas dimensiones son sumamente 
importantes tanto en el mundo ambiental como social. En efecto, no solo la 
dimensión económica integra la vida de los actores sociales en sus proyectos 
comunes o individuales sino también la sociocultural. 
Otra definición de desarrollo sustentable se extrae desde la autora E. 
Gutiérrez (2007)
14
: plantea que el concepto representa un cambio de enfoque 
cualitativo en el cual se interrelacionan factores de la equidad social y la 
conservación ecológica influidos directamente por factores históricos. Escribe: 
 
 
 
 
13
 A. Escobar, Más allá del Tercer Mundo, Globalización y Diferencia, Editorial 
Universidad de Cauca, Colombia, 2005. 
14
 E. Gutiérrez, De las teorías del desarrollo al desarrollo sustentable: Historia de la 
constitución de un enfoque multidisciplinario, Instituto de investigaciones sociales, UANL, 
2007. 
54 
 
Mario Flores Chávez 
Desde la perspectiva neoclásica del crecimiento económico basada en el 
enfoque propuesto en 1956 por Robert Solow desde el MIT en Estados 
Unidos, el desarrollo supone transformar la sociedad de un estado tradicional 
caracterizado por el estancamiento y la subsistencia en una sociedad dinámica 
capitalista centrada en el sector emprendedor. La emergencia de una clase de 
empresarios capitalistas es el elemento clave de esta evolución (Arasa y Andreu, 
1996). (Gutiérrez, 2007: 2). 
 
Es posible desprender de la cita anterior que los conceptos de desarrollo 
y de sustentabilidad estaban orientados o buscaban cambiar o suplir una 
dimensión de la realidad. En el caso del concepto de desarrollo se trató de 
desplazar a las economías de subsistencias, particularmente la agricultura, a favor 
de un desarrollo industrial. Por otra parte, con el concepto de sustentabilidad, se 
intenta reparar los daños causados por el enfoque del desarrollo en el medio 
social y medioambiental en comunidades locales. Las comunidades no tuvieron 
consideración ni derecho de consulta. Esta actitud afectó a los proyectos de vida, 
a los mecanismos productivos y encarnó la destrucción total o parcial de su 
medio social, ambiental o cultural. 
Hay que entender que el concepto de desarrollo sustentable se da en un 
marco de relaciones de poder y de visibilización de los daños generados por la 
óptica del desarrollo y que, por lo tanto, la sustentabilidad se enmarca en hechos 
históricos, políticos, y sociales. Los movimientos ambientalistas constituyeron el 
primer paso hacia la integración de la dimensión ambiental y social en cuanto a 
la concepción del desarrollo sostenible hoy en día. Esto último se puede 
considerar una utopía, dado el pasado determinista y productivista que tuvo y 
tiene el desarrollo, pero hay que considerar el enorme esfuerzo de movimientos, 
tanto sociales como políticos, para dar un giro a la protección de los recursos 
medioambientales y entornos ambientales humanos locales por vía del derecho, 
no solamente constitucional sino también patrimonial de la humanidad
15
. Esto 
último está a su vez en relación directa con la concepción de un modelo de 
desarrollo armonioso acorde con el mundo y que, evidentemente, no implique la 
destrucción del mismo. El desarrollo sustentable conllevó así el esfuerzo de 
intelectuales, ciudadanos y de organizaciones públicas y privadas, privilegiando 
el bien común del presente y mirando hacia el futuro en vez de velar por el bien 
 
15
 Esto se estableció con la declaración: la carta de la tierra, que se dio en el entorno de las 
Naciones Unidas. Véase: 
http://www.earthcharterinaction.org/invent/images/uploads/echarter_spanish.pdf. 
http://www.earthcharterinaction.org/invent/images/uploads/echarter_spanish.pdf
55 
 
Desarrollo sustentable y apicultura 
 
 
particular exclusivamente. Fue y es en el presente una mirada multidisciplinaria 
de la realidad social. 
El concepto de desarrollo sustentable tiene muchas definiciones debido a 
su construcción histórica y al cúmulo de relaciones de poder que intervinieron 
en su idealización y construcción última relativos al servicio del mundo socio-
cultural. Dado esto quisiera llamar la atención sobre el hecho de que el concepto 
integra principalmente cuatro dimensiones: ambiental, social, cultural y una 
cuarta, integradora del aspecto ético, que contribuiría a la relación de equilibrio 
entre éstas cuatro. Sobre esto escribe Gallopin (2003: 21)
16
: 
 
Aquí lo que se sostiene, o debe hacerse sostenible, es el proceso de 
mejoramiento de la condición humana (o mejor, del sistema socioecológico en 
el que participan los seres humanos) proceso que no necesariamente requiere 
del crecimiento indefinido de consumo de energía y materiales. 
 
El desarrollo sustentable integra la óptica de mejoramiento de las 
condiciones humanas, como lo plantea Gallopin(2003). Dado esto, el desarrollo 
sustentable es totalmente apto para generar una forma de implementación en un 
rubro productivo como lo es la apicultura
17
. Desde este punto de vista visualizo 
integrar la práctica de la apicultura en el contexto rural como una manera de 
disminuir la pobreza y el desempleo. 
 La apicultura
18
 integra el concepto en una forma natural ya que para obtener 
una producción apícola se debe tener en consideración la flora melífera y la 
naturaleza. Enrique Leff (2007) parte de la base de que 
 
Toda teoría social está construida sobre presupuestos éticos y morales, ya se 
consideren éstos incorporados al instintivo de la raza o especie (como en las 
doctrinas sociobiológicas), o provengan del desarrollo de la cultura y de una 
práctica de adaptación/transformación del medio mediantes las prácticas 
productivas. (Leff, 2007: 27). 
 
16
 G. Gallopin, Medio ambiente y desarrollo. Sostenibilidad y desarrollo sostenible: Un enfoque 
sistémico. Cepal, Eclac, Naciones Unidas, 2003. 
17
 La actividad apícola genera la producción de miel, cera, jalea real, venta de material genético, 
reinas núcleos, la cual permite una sustentabilidad a una familia o a una comunidad. Para mayor 
información véase la nota siguiente: 
18
 La civilización sumeria y la egipcia utilizaron la apicultura, hay registro de colmenas hechas 
de barro en donde se cobijaban las abejas desde 5000 A.C., y colmenas hechas de paja, entre 
3.000 y 2000 A.C. Véase Eva Crane, Compilado Charles Dadant 1975. La colmena y la abeja 
Melífera. Editorial Hemisferio Sur, Montevideo, Uruguay, p. 29. 
56 
 
Mario Flores Chávez 
Se puede afirmar entonces que la apicultura integra esa ética ambiental y 
moral. No se centra solamente en lo productivo ya que su práctica misma está 
relacionada con el medio ambiente. Es un punto favorable y digno de ser 
considerada como práctica social en conjunto con el concepto de desarrollo 
sustentable en los contextos actuales. Ahí las prácticas económicas recién están 
considerando el factor de la sustentabilidad teniendo en cuenta el deterioro 
medioambiental causado por prácticas productivas no sujetas al factor complejo 
interconectado entre el medio ambiente, la sociedad y la cultura. 
La depredación de los medioambientes está llevando a correr un claro 
peligro no solamente a la apicultura sino a otras prácticas agrícolas, por lo cual 
es necesario integrar la creatividad, la ciencia y la investigación en equipos 
multidisciplinarios para abordar la complejidad y la conservación de 
medioambientes ya dañados. No ahondo ahora este punto pero sí quiero 
recalcar que es importante tener una perspectiva holística cuando se trata de 
integrar la sociedad, la cultura y el medioambiente respecto de las prácticas 
económicas humanas en un mundo donde los medios son limitados y 
escasos. Por esto, rescatando lo que dice E . Leff (2007), se debe considerar 
que los propósitos económicos deben establecer un equilibrio económico y la 
conservación de los recursos naturales. Quisiera agregar que no se debe tomar 
en consideración sólo la dimensión del cuidado ambiental sino también la 
dimensión sociocultural. Esta cuestión tiene relevancia en la actualidad por el 
hecho de que se tiene que considerar la vigilancia y el rol que cumplen los 
actores sociales en sus localidades: actúan éstos como garantes y protectores de 
sus recursos naturales próximos proveedores de subsistencias para estos últimos. 
Considérense también las prácticas sociales únicas que materializan basadas en 
las tradiciones y costumbres propias, las que otorgan identidad y pertinencia 
locales y que se ven afectadas por estos ejercicios productivos no acordes con 
los contextos locales. Por eso la sustentabilidad apunta a potenciar la innovación 
de los procesos ecológicos y científico-tecnológicos, así como también la 
creatividad y la participación social para construir procesos o marcos ecotec-
nológicos, ecológicos autogestionados que consideren un desarrollo igualitario 
que sea capaz de satisfacer necesidades básicas de la población (Leff, 2007)
19
. 
 
 
19
 E. Leff, Ecología y capital. Racionalidad ambiental. Democracia participativa desarrollo 
sustentable. Siglo veintiuno editores, 2007, p. 280. 
57 
 
Desarrollo sustentable y apicultura 
 
 
Por otra parte conviene reiterar que la destrucción de los medios naturales a 
nivel mundial sigue ocurriendo a diario. Chile sigue ese proceso, 
experimentándolo en sus bosques con la expansión forestal, particularmente de 
pino insigne en la Novena Región. Queda la duda: ¿cuál es la base de estas 
racionalidades económicas que se observan con prácticas destructivas? ¿La 
inmediatez? ¿Es la producción lo único que importa? Pero, ¿con qué costo? 
¿Sociocultural? ¿Ambiental? 
Es necesario, a mi parecer, integrar prácticas económicas acordes a las 
culturas locales y a los contextos ambientales, entendiendo con ello el cuidado 
de no seguir incentivando la degradación ambiental, cultural y social. Ya 
no es una excusa el refrán “la necesidad de eliminar la pobreza” que se 
basa en prácticas económicas destructivas y no sustentables que al fin y al cabo 
la acrecientan aún más bajo el amparo de la racionalidad económica, del 
rendimiento, la ganancia y la productividad
20
, dejando de lado el factor am-
biental y el sociocultural. 
De acuerdo a E. Leff en su coloquio “Sobre los nuevos derechos 
humanos”, la destrucción medioambiental del planeta y los efectos culturales 
que tiene, en cuanto a valores humanos, ha generado una necesidad práctica de 
orientar los estilos de desarrollo para erradicar la pobreza extrema y pasar de la 
supervivencia al mejoramiento de las condiciones de la calidad de vida. Con 
respecto a esto nuestro autor afirma que es un derecho vivir en un ambiente 
sano y productivo, como se menciona en los principios de la Carta de los 
Derechos Humanos, a los que se suman los Derechos para la conservación 
del patrimonio que constituyen un recurso común de la humanidad (Leff, 
2007)
21
. 
Como afirma E. Leff, lo que yo complemento con la apicultura, ésta 
contribuye al hecho de sustentar el medio ambiente por medio de la 
polinización, pero para su práctica necesita un ecosistema óptimo. Mi 
propuesta es entonces elaborar esta práctica desde la perspectiva del desarrollo 
sustentable reconstituyendo la flora melífera nativa
22
: tal reconstitución potencia 
 
20
 Bases del capitalismo complejo. 
21
 P. Kromarek, “Le droit à un environnement sain et équilibré”, coloquio sobre los nuevos 
derechos humanos, en Enrique Leff, Ecología y capital, 2007, p. 283. 
22
 M. Flores, “Sustentabilidad apícola, creación de granjas auto sustentables”, Imprenta 
Telstar, Temuco, Chile, 2011, aborda estadios de cultivo e introducción de flora melífera de 
plantas, hierbas, malezas y árboles tales como Ulmo, Peumo y Quillay, entre otros. Se 
58 
 
Mario Flores Chávez 
esta práctica. La idea clave es concebir la naturaleza, la práctica apícola y el 
desarrollo sustentable en una sola línea en donde estos sistemas se retro-
alimentan y se consideran en la generación de recurso de capital económico. 
 
 
§ 2. — RESPUESTAS A LAS PROBLEMÁTICAS DE LAS REALIDADES SOCIALES 
 COMPLEJASEl título de esta sección se enmarca en lo expresado a lo largo del 
artículo pero también en una búsqueda personal, y como bien lo expresa la 
palabra: “respuestas”, corresponde a una exploración, a una forma de intentar 
solucionar problemáticas humanas directas vivenciales, materiales, que merman 
diariamente proyectos de vida como la pobreza, la drogadicción, el 
analfabetismo, la desnutrición infantil, etc. No profundizo aquí los puntos 
anteriormente expresados, pero sí quisiera que se reconozca que la apicultura es 
una propuesta social útil para generar mecanismos de empoderamiento o 
elevamiento de capitales económicos y socioculturales en comunidades rurales. 
Ayuda esto a frenar ciertas posibles amenazas que afectan día a día a los actores 
sociales preocupados por la sustentabilidad
23
. Mi intención es así mirar de cerca 
los mecanismos, estrategias o metodologías y aplicaciones que puede tener el 
punto de vista de desarrollo sustentable en un rubro particular como lo es la 
apicultura. 
En la literatura especializada referente a la Economía, Elinor Ostrom 
(2000)
24
 plantea que se pueden encontrar mecanismos o estrategias que 
sobrelleven intereses personales vs intereses comunes en donde se pueda 
alcanzar un punto de equilibrio o de sustentabilidad. En el marco de la 
apicultura u otros rubros productivos de Chile y en el mundo se da esta relación 
de poder que es constante y en donde el punto de inflexión actúa. Conceptos 
como hegemonía hacen eco a este hecho dado que ciertos rubros productivos 
afectan la territorialidad de otros. Así se puede entender por ejemplo que la 
Región de la Araucanía, Chile y su espacio socioeconómico hayan cambiado de 
 
considera el territorio de Chile regional y nacional, y algunos sectores internacionales. El 
objetivo es la reconstitución de un ecosistema dañado por las políticas no acordes con los 
contextos locales. 
23
 Un desarrollo ecosocial y cultural. 
24
 E. Ostrom, El gobierno de los bienes comunes. La evolución de las instituciones de acción 
colectiva, 2000. 
59 
 
Desarrollo sustentable y apicultura 
 
 
un modelo productivo fuertemente agropecuario-agrícola a un modelo 
netamente industrial, relacionado con el área forestal
25
, específicamente al área 
de Masisa Celulosa. La creación del clúster industrial en la comuna de Lautaro 
es un ejemplo de ello. 
Centrándonos algo más en la implementación de la perspectiva apícola 
sustentable, me gustaría rescatar lo que plantea E. Ostrom (2000): realiza este 
autor un análisis acabado de la problemática de los bienes escasos y del uso 
compartido de bienes comunes. Considera que los seres humanos interactúan 
entre sí para mantener niveles estables de producción de recursos comunes en 
los ecosistemas donde se encuentran. Hay mucha concordancia entre esto y mi 
propia posición dado que las primeras sociedades tradicionales vivían en 
armonía con el medioambiente y con el uso de sus recursos naturales. Así se 
puede ver por ejemplo que en sectores del África, específicamente en el pueblo 
san o bosquimanos, se resguarda el recurso hídrico
26
 porque no abunda, lo que 
ocurre también con los himba de Namibia
27
 que viven en sectores áridos, donde 
este insumo es escaso de igual forma. Tanto en el pasado como en el presente 
este hecho se ha visto forzado ya que los gobiernos locales han desplazado a 
estos pueblos indígenas hasta convertirlos en parias, limitando su supervivencia al 
extremo. 
 El hecho de subestimar las primeras formas de organizaciones o reglas de 
sociedades tradicionales o campesinas en el manejo de recursos naturales 
significa caer en el error de superponer la visión local y la de las instituciones 
públicas o privadas. Ahora bien, E. Ostrom (2000) deja en claro que las insti-
tuciones privadas tienen una menor tasa de éxito que las instituciones públicas 
debido a que las instituciones públicas se basan en la cooperación y en el apoyo 
mutuo, logrando de esta manera desarrollar relaciones de confianza y de 
comunicación eficaz. 
 
25
 Para mayor información: 
http://www.ine.cl/canales/sala_prensa/noticias/2007/marzo/files/septimo_censo_agropecuario_
pdf 
26
 Actualmente este pueblo indígena tiene un conflicto ancestral con el gobierno de Botsuana 
debido a la expropiación del recurso hídrico y de tierras. Para mayor información véase el 
artículo de las Naciones Unidas, “La situación de los pueblos indígenas en el mundo”: 
http://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/SOWIP/press%20package/sowip-press-
package-es.pdf 
27
 Véase: http://www.iwgia.org/regiones/africa/namibia 
http://www.ine.cl/canales/sala_prensa/noticias/2007/marzo/files/septimo_censo_agropecuario_pdf.
http://www.ine.cl/canales/sala_prensa/noticias/2007/marzo/files/septimo_censo_agropecuario_pdf.
http://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/SOWIP/press%20package/sowip-press-package-es.pdf
http://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/SOWIP/press%20package/sowip-press-package-es.pdf
http://www.iwgia.org/regiones/africa/namibia
60 
 
Mario Flores Chávez 
En la tragedia de los comunes
28
, E. Ostrom (2000) evidencia de la progresiva 
destrucción de sistemas de organizaciones locales vs la superposición de visiones 
centralistas en el manejo de recursos ambientales. Es éste un claro ejemplo del 
hecho de que el imaginario social sobre la realidad en la que recae el Estado es 
un error: no se considera la dimensión de lo local en la implementación de 
políticas sociales o económicas — están éstas destinadas al fracaso. Sobre esto la 
autora plantea cuestiones que pueden salvaguardar el interés común en bienes 
escasos mientras se consideran las formas de organizaciones locales: 
1. Cuando no se permite a los usuarios de un recurso comunicarse, 
tenderán a sobrextraerlo a un nivel agregado que se acerca al nivel 
previsto (por la teoría convencional
29
 sobre la propiedad colectiva, por 
ejemplo; Tragedy of the Commons.
30
 
2. Cuando se permite a los usuarios comunicarse, obtienen beneficios 
conjuntos sustancialmente mayores. 
3. Cuando los pagos son relativamente bajos, la comunicación cara a cara 
permite a los usuarios alcanzar y mantener acuerdos cercanos a los 
niveles óptimos de apropiación. 
4. Cuando los pagos son más altos, algunos participantes están tentados a 
incumplir los acuerdos; los resultados conjuntos mejorados son más bajos 
que en la situación de pagos bajos. 
5. Si se ofrece la oportunidad de participar en un monitoreo costoso y en la 
aplicación de sanciones, los usuarios están dispuestos a pagar para 
castigar a quienes sobreutilizan el recurso común. 
6. Cuando los usuarios discuten abiertamente y acuerdan sus propios 
niveles de uso y sus sistemas de sanciones, el incumplimiento de los 
acuerdos se mantiene muy bajo y se obtienen resultados cercanos a los 
óptimos (E. Ostrom, 2000:11). 
 
28
 Descrita por Gardin Harrit (1968). Este autor consideraba que los individuos, cuando 
comparten un recurso común, optan por destruirlo. Ilustra esta idea con el ejemplo del pastor y 
las ovejas, del beneficio que reciben por el pastoreo y en donde exponencialmente se termina 
por degradar el bien escaso que sería el ambiente local. E. Ostrom piensa distinto en cuanto a las 
organizaciones comunes. 
29
 Ejemplo, Gardin Harrit. 
30
 Tragedia de los comunes. 
61Desarrollo sustentable y apicultura 
 
 
La reciprocidad es vital para el funcionamiento de una organización basada 
en la asociatividad y en el desarrollo del capital social
31
 comunitario. La 
reciprocidad es también vital en tanto que fuente de red de un grupo para un 
proyecto de vida en común ya que permite el desarrollo de la confianza entre los 
miembros de una organización. Lo que plantea E. Ostrom (2000) está por ende 
en directa relación con el hecho de conservar la identidad organizacional local 
sobre la base de la comunicación mutua entre actores sociales con reglas 
conocidas y compartidas por todos. La razón es que sólo esto permitiría la 
utilización de los recursos naturales en forma equilibrada. Con estas 
consideraciones en mente se podría avanzar en el desarrollo local en la 
apicultura ya que la utilización de estadios naturales ambientales, o económicos y 
sociales, estaría normada por los propios actores sociales. El problema reside en 
que el campo de relaciones y la utilización económica de estos espacios, sea una 
localidad o una Región, escapa a la acción de estos espacios y entra directamente 
en el dominio de vigilancia que debiera tener el Estado. Esta vigilancia consiste 
en establecer normas y leyes para impedir la sobreexplotación o la hegemonía 
económica de un rubro particular en un espacio físico determinado, vicios 
susceptibles de perjudicar otras actividades económicas. 
 
 
CONCLUSIÓN 
 
A partir del análisis del concepto de desarrollo sustentable a lo largo de los 
textos de E. Leff, G. Gallopin, E. Ostrom y otros he querido revelar la impor-
tancia que tiene este punto de vista para la actividad apícola: están ambos en una 
armonía que confiere potencialidades al mundo social. Además considero que 
 
31
 John Durston (2002) menciona que existen dos dimensiones sobre el capital social, una 
comunitaria y una individual. Esta última se manifiesta principalmente en las relaciones sociales 
de confianza y de reciprocidad que establece la persona en redes sociales egoncentradas. El actor 
social reserva su capital a través del crédito acumulado, es decir a través de acciones de servicio o 
de favores hechos a otros durante el tiempo. Luego en un momento de necesidad él puede 
utilizar esto en su propio beneficio (reciprocidad, adquisición de algo al fiado). Importa entender 
bien que este capital no reside en la persona sino en las relaciones entre las personas. El capital 
social colectivo comunitario se manifiesta en instituciones complejas que poseen un sentido de 
cooperación y que tienen gestión. El capital no reside en las relaciones diádicas ni entre personas 
sino en el sistema. 
 
 
62 
 
Mario Flores Chávez 
para que haya sustentabilidad que otorgue desarrollo a los actores sociales en un 
país, en una región o en una localidad se debe considerar necesariamente la 
dimensión ecosocial y cultural cómo plantea Escobar. Sólo así es posible generar 
un desarrollo que esté en armonía con las culturas locales y que no destruya en 
forma continua los recursos naturales. Se debe considerar la importancia y la 
participación de los actores sociales en relación a la manera en que organizan y 
llevan en forma independiente sus proyectos de vida sin perder de vista sus 
propios mecanismos de adaptación para sobrevivir en la realidad actual. Se trata 
entonces de no superponer ni de eliminar estas formas de organización basadas 
en la asociatividad o en el capital social comunitario. Esta superposición o 
eliminación puede ocurrir como consecuencia de programas o de modelos 
implementados desde arriba hacia abajo mediante ciertas políticas públicas 
impulsadas por el Estado. 
Es entendible que la implementación de un rubro productivo sustentable 
como la apicultura u otro, se inicie desde la organización social y que tenga como 
principios la confianza y la reciprocidad: eso he querido expresar en el presente 
texto. La apicultura ofrece una fuente de trabajo y capital económico, social y 
cultural dado que es un rubro particular dentro de la gama de la agricultura. Creo 
que esto mismo es una posibilidad para generar fuentes de economías locales 
sustentables en medios donde el capitalismo de por sí es complejo. Esto se debe 
a la multiplicidad de capas de racionalidades económicas que se dan en un 
territorio específico, desde el área trasnacional hasta economías agrícolas exten-
sivas. Esta situación hace difícil la sobrevivencia de los actores sociales obligan-
dolos a migrar desde el campo hacia la ciudad. 
 
 
 
 
BIBLIOGRAFÍA CITADA 
 
Crane, E., en Compilado Charles Dadant, La colmena y la abeja melífera, Edito- 
 rial Hemisferio Sur, Montevideo, Uruguay, 1975. 
Dadant, Ch., La colmena y la abeja Melífera, Editorial Hemisferio Sur, Monte- 
 video, Uruguay, 1975. 
Durston, J., El capital social campesino en la gestión del desarrollo rural, Cepal, 2002. 
Escobar, A., Más allá del Tercer Mundo, Globalización y Diferencia, Editorial 
 Universidad de Cauca, Colombia, 2005. 
63 
 
Desarrollo sustentable y apicultura 
 
 
Flores, M., “Sustentabilidad apícola, creación de granjas autosustentables”, Imprenta 
 Telstar, Temuco, Chile, 2011. 
Gallopin, G., Medio ambiente y desarrollo. Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible: Un 
 enfoque sistémico, Cepal, Eclac, Naciones Unidas, 2003. 
Gutiérrez, E., De las teorías del desarrollo al desarrollo sustentable: Historia de la cons- 
 titución de un enfoque multidisciplinario, Instituto de investigaciones sociales, UANI, 
 2007. 
Leff, E., Ecología y capital. Racionalidad ambiental, democracia participativa y de- 
 sarrollo sustentable, Siglo Veintiuno Editores, 2007. 
Ostrom, E., El gobierno de los bienes comunes. La evolución de las instituciones de ac- 
 ción colectiva, 2000. 
 
 
 
* * * 
 
 
Mario Javier FLORES CHÁVEZ 
Universidad de La Frontera 
m.flores05@ufromail.com

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