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1 MERCADOTECNIA DE LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR *Emigdio Larios-Gómez RESUMEN Las universidades en México se enfrentan al nuevo paradigma de ser las constructoras de sociedades de información-conocimiento y al mismo tiempo “vender la oferta educativa”. Para ello emplean acciones de mercadotecnia educativa como herramienta estratégica en sus modelos de gestión, que les permiten satisfacer las necesidades de un cliente-alumno cada vez más exigente, a través de una nueva e innovadora forma de comercialización (intercambio y venta) del servicio educativo, de forma directa o indirecta (presencial o virtual). Y de estas estrategias se deriva una “P” más, diferenciadora para las IES: el Proceso Enseñanza-Aprendizaje, en la Mezcla de Mercadotecnia Educativa. PALABRAS CLAVE : Mercadotecnia, Mercadotecnia Educativa, Instituciones de Educación Superior. ABSTRACT Universities in Mexico face the new paradigm of being the constructors of information- knowledge societies while "selling educational offerings." For this purpose universities use educational marketing as a strategic tool in their management models which allows them meet the needs of a more demanding client-student, through an innovative new form of marketing (exchange and sale) of educational services, directly or indirectly (physical or virtual). And from these strategies derives a "P" more distinctive for IES: Teaching- Learning Process in Educational Marketing Mix. KEY WORDS: Marketing, Educational Marketing, Higher Education Institutions * Doctorante en Ciencias Administrativas por el Instituto Politécnico Nacional. Escuela Superior de Comercio y Administración. México, D.F. Profesor-Investigador en la Universidad Madero, E-mail: herr.larios@gmail.com , educacioncontinua@umad.mx DIRECTORA DE TESIS: PhD, Doctora en Ciencias Administrativas. Profesora de doctorado en el Instituto Politécnico Nacional, Escuela Superior de Comercio y Administración. México, D.F. E-mail: ragomez@ipn.mx; ragomez100@hotmail.com. 2 INTRODUCCIÓN. Las coincidencias de competencia que viven actualmente las universidades en el mercado educativo, debido al incremento en el número de instituciones de educación superior, ha provocado el desarrollo de acciones de mercadeo o comercialización que les permite diferenciarse unas de las otras, siendo algunas de esas acciones las estrategias de mercadotecnia orientada a los procesos educativos. Si la competencia está impulsada únicamente por el precio de las colegiaturas, como sucede actualmente en la universidades privadas, es probable que ello redunde en una educación de mala calidad, entonces se apuesta por la competencia, tan grande que presenta actualmente el mercado educativo, y operan; a) con un modelo basado en el enseñanza-aprendizaje de calidad para la formación de profesionistas y creación del conocimiento, o b) con un modelo de organización empresarial que les permita la supervivencia económica y su permanencia. Las acciones estratégicas de mercadotecnia que realizan las Instituciones de Educación Superior –IES, para atraer a “clientes” (los alumnos), tienen que ver con variables económicas y académicas, como el valor de marca, la calidad educativa, las oportunidades laborales del alumno al egresar, el modelo educativo e identificación filosófica, entre otras. Dando como resultado que el conocimiento (a través de la oferta educativa) sea valorado a partir de su uso y perspectiva comercial o de transacción, con la tendencia de “commoditization”, un “comodity” – bienes, en lugar de servicios, que se pueden comercializar como lo nombra Rhoades y Southwick (1993). Las IES tanto a nivel mundial como nacional, se enfrentan a un nuevo paradigma, a una transformación estructural provocada por las exigencias y necesidades latentes del 3 mercado, de las nuevas formas y exigencias del trabajo. Por lo que el nuevo papel estratégico de las IES (el nuevo paradigma), es ser las constructoras de sociedades de información y conocimiento. Y al mismo tiempo, responder a dos demandas de importancia: La perspectiva de mercado a través de la investigación de necesidades y nuevas formas de “vender la oferta educativa” y la de su propia naturaleza “formativa- transmisora del conocimiento”, para el desarrollo de sus programas y proyectos educativos y de investigación, además se considera que la mercadotecnia educativa tiene que ver mucho con el logro de estas perspectivas. CONCEPTUALIZACIÓN E IMPORTANCIA DE LA MERCADOTECNIA. Philip Kotler (2012) la define, como “un proceso social y administrativo del cual los individuos y los grupos obtienen lo que necesitan y desean mediante la creación y el intercambio de productos y valores con otros”. Para William Stanton (2007), el “fundamento de la mercadotecnia es el intercambio, en el cual una de las partes proporciona a otra algo de valor a cambio de otra cosa de valor”. Para Charles W. Lamb Jr. (2006), la mercadotecnia es “el proceso de planear y ejecutar la concepción, precios, promoción y distribución de ideas, bienes y servicios para crear intercambios que satisfagan las metas individuales y las de la empresa”. Por lo que se puede definir a la mercadotecnia como una herramienta estratégica de la gestión, que permite satisfacer las necesidades y deseos de un mercado específico, a través de la comercialización (intercambio y venta) de un producto, de forma directa o indirecta. Y con base en lo anteriormente dicho y en las definiciones anteriores se reafirmar que las bases de la mercadotecnia son los “procesos de intercambio” y los “productos y valores” 4 que satisfacen necesidades y deseos. Siendo este último aspecto, el centro de controversia entre los profesionistas dedicados a crear estrategias de mercadotecnia -y los propios consumidores de dichas estrategias-, donde se piensa erróneamente que la mercadotecnia “crea necesidades”. Se tiene claro que las necesidades ya existen, siempre han existido, sólo van evolucionando al mismo nivel que la sociedad lo hace con el desarrollo y crecimiento económico, tecnológico, social, político y legal. Maslow en sus estudios, en los años de 1950, presenta la Pirámide de necesidades, donde están determinadas y clasificadas. Los profesionales de la mercadotecnia sólo crean estrategias (deseos) que “disfrazan como necesidades”, haciendo que el consumidor piense que lo necesita y que es parte de su vida diaria. Un ejemplo básico de esto, es el uso de teléfonos celulares que han evolucionado de análogos a smart phones hasta llegar a los androides, y es donde la creatividad de la mercadotecnia “vende” la idea de contar con teléfonos más avanzados para estar comunicados, “aprovechándose” de la necesidad de autorrealización o pertenencia de grupo, en lugar de la necesidad básica de “la comunicación”. 5 En el proceso de consumo, cuando el cliente decide comprar el producto, toma en cuenta si tiene la capacidad (acceso, disponibilidad y existencia) y los recursos (económicos) necesarios para satisfacer la necesidad respectiva, conocido como patrón de comportamiento. Transfiriendo esto al consumo de productos educativos (ver figura no. 1), se puede decir que la educación (tomando como base la relación y clasificación de necesidades realizada por Abraham Maslow) se encuentra en el eslabón de las Necesidades de Autorrealización: También conocidas como de auto-superación o de satisfacción personal, es decir, lograr los ideales o metas propuestas para conseguir la satisfacción personal. En referencia al consumidor, como centro de interés de la mercadotecnia, éste lleva a cabo la acción de compra motivado por la detección de una necesidad que debe cubrir y en este momento se crea el deseo de satisfacerla. Todo individuo, desde la perspectiva de consumidor, buscará el producto (bien, servicio, idea o experiencia) que másse ajuste y cubra a su necesidad/deseo. Es aquí donde la mercadotecnia, cualquiera que fuere su enfoque (comercial, internacional, social o de servicios), ejecuta su función de organizar una serie de procesos para crear, comunicar y entregar valor al cliente para satisfacer sus necesidades y las de la empresa. Las bases de la mercadotecnia radican en la satisfacción, 6 cualquiera que sea el tipo de mercadotecnia, todas conllevan a la satisfacción de necesidades y/o deseos TIPOLOGÍA DE LA MERCADOTECNIA. La mercadotecnia es una disciplina en constante evolución, es dinámica en relación a su entorno comercial, legal, industrial, sociopolítico, tecnológico e internacional. Debido a esto, existe una clasificación de acuerdo al objetivo específico o función de las acciones a ejecutar. Existe la mercadotecnia comercial (la forma origen y básica de esta disciplina), la mercadotecnia internacional, la mercadotecnia de servicios y la mercadotecnia social (Kotler, 2012) y las sub-tipologías que emanan de éstas. Variantes como la Mercadotecnia directa, Mercadotecnia emocional, Mercadotecnia relacional, Mercadotecnia 1 a 1, Mercadotecnia industrial, Mercadotecnia sexual, Mercadotecnia rosa, Mercadotecnia digital y Mercadotecnia 360º. A la Mercadotecnia comercial, como se conoce comúnmente y realizan las empresas privadas, se usa primordialmente para incrementar las ventas, el posicionamiento en el mercado con el enfoque de quitar a la competencia y para darle valor a la marca, lo cual permite una buena imagen de la empresa y del producto en el cliente. Mientras que la Mercadotecnia Internacional es cuando la empresa ejecuta acciones de comercialización en más de dos países y al enfrentarse a sistemas culturales, sociales, económicos, políticos y legales muy distintos a los de su país de origen, debe entender el nuevo ambiente y adaptarse a él. La Mercadotecnia Social tiene por objetivo principal la modificación de actitudes o comportamientos de un segmento de la población para mejorar su situación. Se empezó a utilizar a partir de 1960 en empresas sin fines de lucro como las ONG, a través de los años 7 ha permeado en una sub-clasificación, con base en el uso de este enfoque en las empresas gubernamentales, políticas, ecológicas, educativas, deportivas y culturales. Para Andreasen (1995), la mercadotecnia social se define como “la aplicación de tecnologías de mercadotecnia al análisis, planeación, ejecución y evaluación de programas diseñados para influenciar el comportamiento voluntario de las audiencias objetivo para mejorar su bienestar personal y el de la sociedad”, distinguiéndose cuatro tipos de cambio social: Cognoscitivo, Acción de cambio, De comportamiento y Cambio de valores. Y es en el primer tipo de cambio donde la mercadotecnia educativa toma fuerza. Pese a que la mercadotecnia nació y se ha desarrollado principalmente para la empresa comercial, desde su enfoque social de origen, cuando ésta se aplica en las instituciones de educación superior, se encuentra presente en todos los niveles de la organización y en la gestión educativa. Finalmente la Mercadotecnia de servicios como su nombre lo indica, trata sobre la comercialización de servicios. Al servicio se le puede definir como cualquier actividad o beneficio que una parte ofrece a otra (una persona a otra, una institución a una persona o viceversa) y es intangible y no tiene como resultado la posesión de algo (Kotler, 2012). Los servicios no pueden tratarse, ni venderse, ni publicitarse de igual forma que los bienes tangibles, tienen sus peculiaridades, tienen un sentido multidimensional y unos son más complejos que otros. Las instituciones educativas pertenecen al sector de los servicios y desde la óptica del marketing, los servicios poseen características diferentes a los productos tangibles. Vender productos y prestar servicios de educación son cosas diferentes pero semejantes en el uso de estrategias de marketing. Al final de todo, ambos son intercambios de valor y no 8 solamente expresados en términos monetarios, sino también el valor percibido por los individuos y el atribuido por los grupos sociales a los bienes y servicios. UNA DEFINICIÓN DE LA MERCADOTECNIA EDUCATIVA. Como se ha explicado, originalmente la mercadotecnia nació para organismos comerciales con fines puramente lucrativos o mercadotecnia comercial, no quiere decir que no tenga también fines de beneficio social como prioridad (como es el caso de la mercadotecnia social como se ha explicado en párrafos anteriores). La mercadotecnia educativa o educacional surge de la mercadotecnia social, que también tiene un objetivo “comercial”: el de posicionar y vender los servicios educativos. Lefebvre y Flora (1988) definen mercadotecnia social, incluyendo a la mercadotecnia educativa, como “el diseño, implementación y control de programas que buscan el aumentar la aceptación de una idea o práctica social en determinados grupos objetivo. A través de la segmentación de mercado, investigación del consumidor, configuración de ideas, comunicación y promoción, facilitación, incentivos y el intercambio de valores. Según Manes (2005), es necesario que la Institución Educativa, pública o privada, deba incorporar en su estructura al marketing como proceso y designar un responsable del área al servicio de la comunidad educativa. “Y que las decisiones de marketing deben ser cuidadosamente evaluadas como alternativas que, bajo un juicio ético, tendrán un impacto social que debe tender a satisfacer necesidades humanas y por encima de todo preservar los valores de la persona, centro de todo y en particular de la educación. Por esto la enseñanza debe adaptarse permanentemente a los requerimientos de esta realidad cambiante, es aquí donde los conceptos y estrategias de marketing toman fuerza, ya que permiten “adecuar el servicio que se brinda a las necesidades de sus receptores, al conocimiento e interpretación de las mismas y la mayor aproximación posible a su satisfacción” (Manes, 1997). González (2009) plantea que “Una de las expectativas fundamentales y críticas que tiene toda organización en el mundo moderno es el posicionamiento de su marca, productos y 9 servicios tomando como punta de lanza el servicio al cliente”. Es así que la mercadotecnia educativa, es un fenómeno poco estudiado, por lo que el estado del arte de la misma se encuentra en pleno desarrollo. Lo novedoso en este tema, es precisamente la propuesta que se hace de aplicar el mercadeo a una institución educativa. Puesto que los servicios educativos, presentan diferencias con respecto a los bienes (de consumo u organizacionales) requieren de una estrategia de mercadotecnia apropiada para su exitosa administración, como se planteó anteriormente. Es así que las estrategias del Marketing Educativo tienen como objetivo “crear y facilitar que los clientes consumidores (estudiantes), puedan interactuar en situaciones de aprendizaje participativo dentro y fuera de contextos educativos, a partir de entender que enseñar supone reconocer la individualidad y la diversidad de los alumnos, en la convicción de que el aprendizaje es un proceso vivencial, fruto de la reflexión, la discusión, el análisis, la interacción y retroalimentación grupal (Naranjo, 2011). Las instituciones de educación superior se enfrentan en su quehacer cotidiano, a entregar una oferta académica permanente y coherente con las necesidades del mercado (estudiantes, padres, contratantes, reclutadores y empresarios) y han descuidado la relevancia de la transversalidad del cliente y el servicio con un enfoque al cliente, a pesar de que este sea considerado como la razón de ser de dichas organizaciones (Hernández, 2008). Por lo que Manes (2008), sostiene que “las Instituciones Educativas están inmersas en un proceso de cambio que quizá sea demasiado veloz parasus tiempos institucionales. Sin embargo, es necesario que comprendan la real utilidad de nuevas herramientas que, como el marketing, ayudan a mejorar la gestión institucional y coadyuvan al proceso de cambio”. 10 Por tanto, se entiende por mercadotecnia educativa como la herramienta estratégica de la gestión, que ejecutan las instituciones de educación (de todos los niveles o grados escolares) y que permite satisfacer necesidades de desarrollo personal para la adquisición de nuevo conocimiento, a través de la comercialización (intercambio y venta) de un servicio, de forma directa o indirecta (presencial o virtual). HACIA LA MEZCLA DE LA MERCADOTECNIA EDUCATIVA. Las estrategias de mercadotecnia (comercial, social, internacional o de servicios) comúnmente están basadas en el fundamento de la “Mezcla de la mercadotecnia”, es decir las 4 P´s: precio, plaza, promoción y producto. O el “Mix Marketing”, como comúnmente se le conoce, siendo éste un conjunto de variables o herramientas controlables que se combinan para lograr un determinado resultado en el mercado meta u objetivo (McCarthy, 1981). Existen varias interpretaciones de la mezcla de mercadotecnia, unas que la conciben 4 P´s (en términos generales), otras que le agregan más elementos y proponen 7 ó 9 P´s -para la mercadotecnia de servicios y de la “Mercadotecnia contemporánea”, respectivamente (Lamb Jr., 2006). Pero finalmente son estrategias que se transforman en programas concretos para que una empresa (ya sea del sector público, privado, o social) pueda llegar al mercado con un producto que satisfaga necesidades y/o deseos, a un precio conveniente, con un mensaje apropiado y un sistema de distribución que coloque el producto en el lugar correcto y en el momento más oportuno. Transfiriendo el significado de la mezcla de mercadotecnia tradicional a los procesos que realizan las Instituciones de Educación Superior, se tiene que: Desde la perspectiva que concibe al Producto como el conjunto de atributos tangibles o intangibles que la empresa 11 ofrece al mercado meta. Siendo los primeros (tangibles), los bienes que podemos tocar, oler, ver, usar, etc., mientras los bienes intangibles, son acciones que una tercera persona o instituciones realizan por nosotros (independientemente que el consumidor pueda o no realizar la actividad), como “las ideas y los servicios” y se puede agregar “las experiencias”. Un producto puede ser un bien (un auto), un servicio (un seguro o limpieza a domicilio o la educación), una idea (la propuesta de un partido político o los mensajes sociales) o una experiencia (un viaje, el turismo o ir a un concierto). Con base en la clasificación del producto antes descrita, es necesario tomar en cuenta el desarrollo de estrategias de mercadotecnia que vayan personalizadas no sólo al mercado que va enfocado, sino al tipo de producto y necesidad/deseo que se pretende satisfacer, razón de la tipología antes descrita: bienes, servicios, ideas y experiencias, como se observa en la figura no. 2. Los productos tangibles son bienes homogéneos, son “físicos o visibles, táctiles” que se han producido previamente y que el cliente o consumidor puede encontrar en un aparador, almacén, centro de distribución o puntos de ventas, ya exhibidos y listos para ser “consumidos” por el cliente. Y el servicio es heterogéneo (nunca será igual, aunque los ofrezca el mismo personal, empleado, empresa o marca), son de carácter perecedero no se pueden conservar, almacenar o guardar en inventario, se producen por personas (en el caso de la educación por docentes, investigadores o profesionales con experiencia, de ahí su carácter 12 heterogénea) y se consumen al instante (su inseparabilidad con la persona producto- consumidor) siendo actividades inseparables y – finalmente, por su intangibilidad- no se pueden ver, degustar, tocar, escuchar u oler antes de comprarse. Son multidimensionales y algunos son bastante complejos, ya que se componen de numerosos y diferentes elementos (Shostack, 1981),. En algunos casos los servicios a consumirse incluyen elementos físicos, como partes de repuesto instaladas en un automóvil, o artículos médicos utilizados durante una estancia en el hospital. En el caso de la educación, los elementos tangibles lo integran las instalaciones, el equipo tecnológico o técnico de la universidad. En la tabla no. 1, se puede observar las características del producto educativo, desde la perspectiva del servicio: Tabla no. 1 Ejemplificación de los Elementos de un Servicio Educativo Elemento Descripción Perspectiva del Servicio Educativo Intangibilidad Los servicios no se pueden ver, degustar, tocar, escuchar u oler antes de comprarse, por tanto, tampoco pueden ser almacenados, ni colocados en el escaparate de una tienda para ser adquiridos y llevados por el comprador (como sucede con los bienes o productos físicos). Contrario a comprar un servicio educativo en cualquier IES pública o privada, entiéndase como adquirir una clase o una carrera profesional. Este tipo de producto no está almacenado y listo para consumirse, este no se puede ver, sólo se cuenta con los referentes tangibles como los planes de estudio, el temario y las instalaciones (como laboratorios, salones, edificios, jardines, bibliotecas, servicio médico, control escolar, áreas de deporte, etc.) donde se impartirá la clase. Inseparabilidad Los servicios se producen, se venden y se consumen al mismo tiempo. Son actividades inseparables, son al instante producidas por personas. Pero en el caso de un servicio educativo, este tipo de producto se consume a través de la impartición de clases, las cuales no están almacenadas ni se produjeron en serie (como el bien) Se produce por un Docente en el momento que el alumno lo consume. No se pueden separar estos dos conceptos, se produce y consume al instante. Heterogeneidad Los servicios no son estandarizados o uniformados en comparación con los bienes, cada servicio depende de quién los presta, cuándo y dónde se realice, debido al factor humano que participa en la producción y entrega. Son diferentes el uno del otro, a pesar de que sea el mismo servicio, la misma empresa y el mismo personal que lo produce, hasta se puede decir que el cliente en su participación, hace que el servicio también sea diferente. En caso de un servicio educativo, a pesar de que un grupo de alumnos estudie la misma licenciatura (en la misma universidad), el servicio que adquiere este grupo siempre va a ser diferente al otro. Desde el momento que interviene el docente como proveedor del servicio, la clase, el proyecto, la asesoría o el examen tendrán características personalizadas para cada alumno. Independientemente de la producción en el mismo momento, el consumo depende del cliente-alumno, quien es un ser humano con características diferentes, que puede ser kinestésico o visual en su habilidad de aprendizaje. Carácter perecedero Los servicios no se pueden conservar, almacenar o guardar en inventario. No se puede pedir un servicio y que sea entregado desde un almacén o inventario, como se nombró en incisos anteriores, se produce y consume al instante. Todo servicio, experiencia o idea caducan, tienen un periodo corto de vida, en términos de consumo. Una clase, una capacitación o una asesoría no se pueden conservar permanente, en el proceso cognoscitivo del cliente serán transformados con base en las habilidades y competencias de aprendizaje de cada individuo. Fuente: Elaborado por Emigdio Larios-Gómez. Otra de las P´s es el Precio, que es la cantidad de dinero que los clientes tienen que pagar por un determinado producto y es el valor que están dispuesto a intercambiar (tangible o 13 intangiblemente) por estatus, valor emocional, por pertenecer a un grupo, sentirse “realizados” (social, económica y profesionalmente), etc., representandola única variable de la mezcla de mercadotecnia que genera ingresos para la empresa. En las IES, se puede decir que el precio en una universidad, se refiere al “pago económico” que los clientes (padres de familia y en el menor de los casos, los alumnos que ya son independientes), están dispuestos a realizar por una educación integral prometida. Que permita al estudiante como consumidor final, formarse profesionalmente para trabajar en una empresa de prestigio o ser su propio jefe -al formar su propia empresa. Pero la inversión que el cliente realiza durante sus estudios en una universidad, deberá ser “redituable” en aspectos como: valor de marca que posee la IES, el prestigio que representan los estudios adquiridos en el mercado laboral y en el sector productivo (industrial, gubernamental o social), calidad del servicio (programa de estudios y el proceso enseñanza-aprendizaje). El precio aplica tanto para universidades públicas como privadas, para las primeras “el monto” es reducido en comparación del precio en las privadas. Pero independiente de ello, el “alumno-cliente” evalúa el pago que hace con base en la educación-servicio que recibe, sin tener conciencia de la naturaleza económica de ambos tipos de universidades. El alumno-cliente no es consciente del presupuesto gubernamental que sostiene a la universidad pública y es por eso que las IES públicas “cuentan con cuotas de recuperación” para “complementar y ajustar” sus gastos y ofrecer sus servicios. Caso contrario de las IES privadas, quienes “buscan, pelean y reclutan” alumnos para llegarse de ingresos (colegiaturas, inscripciones, gastos complementarios a la educación, etc.) para ofrecer sus servicios educativos en el mismo mercado que las IES públicas, compitiendo en muchas veces bajo las mismas condiciones. La Plaza es también conocida como Posición o Distribución, incluye todas aquellas actividades de la empresa para que el producto esté a disponible al mercado meta. También esta “P”, integra el área de influencia del producto (ya sea geográfica o virtual), con acciones de mercadotecnia directa, merchandising, puntos de venta, etc. Para las IES, la 14 plaza está constituida por los Campus que integran el sistema educativo de la universidad, en la región de influencia y posicionamiento (local, regional o nacional, y en algunos casos, internacional). Actualmente, en este aspecto, se toma en cuenta también los Campus Virtuales con los que la universidad cuente. Entre más presencia en el mercado tiene una universidad, más clientes, más distribución de sus servicios educativos. Promoción es la serie de actividades cuyo objetivo es informar, persuadir y recordar las características, ventajas y beneficios del producto. También se pueden incluir actividades como las relaciones públicas, la procuración de fondos, la publicidad y las alianzas empresariales, todas ellas con el objetivo de posicionar, comercializar y darle valor a la empresa. La promoción es sin duda un pivote para cualquier institución o empresa, que le permite apoyarse, destacar o direccionar sus actividades comerciales y de publicidad en el mercado. Para las universidades, este pivote le permite diferenciarse de la competencia, pero no la ejecuta de igual manera o forma que una empresa comercial. Las instituciones educativas se basan en acciones de impacto social para la promoción y difusión de sus programas, que en términos generales, estas acciones se han limitado a enfoques informativos más que persuasivos, ya que el producto en cuestión es un intangible. Personal o empleados. El cliente se forma la impresión de la empresa con base en el comportamiento y actitudes de su personal. Para el caso de las IES, lo conforman los docentes, quienes tienen la relación directa con el “cliente”, los alumnos y padres de familia. Los docentes junto con los empleados administrativos (servicios escolares y quienes están a cargo de servicios complementarios para el estudiante), son quienes realizan el proceso de producción del servicio educativo y el desempeño, comportamiento y 15 cumplimiento de la promesa de la empresa depende de ellos, para lograr así la satisfacción del cliente. En relación a los Procesos, detrás de la promesa de valor debe existir una serie de procesos adecuados para la entrega a satisfacción del servicio y el manejo de la relación con el cliente. Cada universidad cuenta con sus propios procesos de atención al estudiante, de enseñanza-aprendizaje y de todos aquellos que consolidan la satisfacción del cliente. Pero cada uno de esos procesos deberá ser alineado al contexto y tipo de clientes (licenciatura, posgrado, capacitación empresarial, actualización docente, etc.). En los procesos deben de tomarse en cuenta la naturaleza del tipo de productos que ofrecen las IES, tanto públicas como privadas. La Evidencia física puede ayudar a crear el "ambiente" y la "atmósfera" en que se compra o realiza un servicio y puede ayudar a darle forma a las percepciones que del servicio tengan los clientes. En términos de gestión educativa, se refiere a la infraestructura (edificios, tecnología, equipos, etc.), con la que trabaja la institución y “tangibiliza” la promesa de un servicio de calidad, es decir "hacer tangible lo intangible". Actualmente Filosofía se refiere a la postura social de la empresa hacia el mercado. Ya no es suficiente “comercializar” el producto (bien, servicio, idea o experiencia), ahora es posicionar la marca, empresa, persona o producto (sujetos de acción de la mercadotecnia). Es necesario decirle al cliente, cuál es el pensar y actuar de la institución hacia la sociedad, hacia el medio ambiente o hacia la misma empresa con los empleados y para su contexto en general. La filosofía en el marketing educativo va enfocada a la directriz educativa- comercial de la institución, donde la universidad deberá definir una postura que la identificará en el mercado. Actualmente las IES, tanto nacionales como internacionales, 16 poseen una “filosofía educativa” que van desde aspectos religiosos, empresariales, sociales, humanísticos y hasta tecnológicos. Empaque o Presentación. Se refiere a la cubierta, etiqueta y lo que cubre el producto, puede decirse que es el embalaje tradicional, donde el producto tangible se “cubre” y le da presentación e imagen. Puede pensarse que un producto intangible no tiene “cubierta”, pero adaptando esta P a la mercadotecnia educativa, se refiere a la imagen de la infraestructura, la publicidad y a la marca de la institución, que en términos generales, son los elementos que cubren al servicio educativo para presentarlos al cliente-estudiante, es decir, la “fachada”, “imagen” o “cubierta” del proceso enseñanza-aprendizaje que “vende” la universidad, la cual es complemento de la promoción, “P” anteriormente descrita. Hasta este momento, se puede decir que la Mezcla de la Mercadotecnia Educativa la conforman: producto, precio, plaza, promoción, personas, procesos, evidencia física, filosofía y empaque o presentación. La Décima “P” en la Mezcla de la Mercadotecnia Educativa. Actualmente a los modelos de gestión de las universidades se están agregando acciones para el desarrollo de estrategias de mercadotecnia que les permita comercializar los productos educativos que ofrecen. Los gestores de estas instituciones, se han dado cuenta de que con una competencia saturada de “productos” (aunado a la creación de más instituciones de educación superior desde niveles técnicos hasta de investigación), es necesario diferenciarse del resto de las demás. Esta diferenciación, no solamente se dará a través de la oferta que tenga cada institución, también la diferenciación se dará con “valor de marca”. Esto es, cada institución a través del tiempo va adquiriendo reconocimiento, apreciación de 17 sus productos por el nivel de egresados que genere ysobre todo por el beneficio que puede otorgar al alumno, ya sea por estudiar en una universidad de prestigio nacional o internacional ya sea pública o privada, por contar con el apoyo del sector empresarial para contratar a sus egresados o por la calidad educativa que ofrece y todo esto tiene relación con el modelo de enseñanza-aprendizaje. La diferenciación con respecto de una empresa educativa de la otra, es sin duda el Proceso Enseñanza-Aprendizaje y adecuándolo la mezcla de mercadotecnia al contexto educativo, éste se convierte en una “P” estratégica de la mercadotecnia educativa. Con base en los elementos – que diferentes autores presentan, por ejemplo Torre (2001) – referente al acto Didáctico, o comúnmente conocido como el proceso enseñanza-aprendizaje, los componentes de éste son el docente (el facilitador, experto e instructor), el discente (el alumno), el contenido (la materia, asignatura o curso) y el contexto (el momento, la institución, la sociedad o los factores externos), ver figura no. 3. Torre dice: “según sea el elemento central del proceso, según cuáles sean todos los elementos implicados, se generará un modelo distinto de actuación didáctica”, es decir: desde una visión estratégica de comercialización, para las IES, la principal estrategia que comercialmente atraerá a los clientes: es el Modelo Educativo que implica el Proceso Enseñanza-Aprendizaje. 18 El diseño de un proceso de enseñanza-aprendizaje es una tarea importante para las instituciones de educación. Se debe realizar cuando se elabora la planificación docente de una determinada actividad formativa: licenciatura, especialidad, posgrado, curso, asignatura, seminario, etc., y desde las tres perspectivas expuestas por Torre (2001): la comunicación, el sistema y el currículum. La enseñanza no puede entenderse más que en relación al aprendizaje y esta realidad relaciona no sólo a los procesos vinculados a enseñar, sino también a aquellos vinculados a aprender. Es así que el proceso enseñanza- aprendizaje es un elemento estratégico para las funciones básicas de la empresa educativa, además de ser un elemento estratégico para la comercialización del servicio educativo, desde las bases de la mercadotecnia. Dicho proceso es una “P” complementaria y diferenciadora de la mercadotecnia educativa, que desarrollan las Instituciones de Educación Superior ya sean escuelas públicas y privadas. En el proceso Enseñanza-Aprendizaje, Meneses (2007) dice que “la enseñanza no puede entenderse más que en relación al aprendizaje y esta realidad relaciona no sólo a los procesos vinculados a enseñar, sino también a aquellos vinculados a aprender”. Tomando como referencia a Contreras (1990), citado por Meneses (2007): …”los procesos enseñanza-aprendizaje (…) un fenómeno que se vive y se crea desde dentro, esto es, procesos de interacción e intercambio regidos por determinadas intenciones (...), en principio destinadas a hacer posible el aprendizaje; y a la vez, es un proceso determinado desde fuera, en cuanto que forma parte de la estructura de instituciones sociales entre las cuales desempeña funciones que se explican no desde las intenciones y actuaciones individuales, sino desde el papel que juega en la estructura social, sus necesidades e intereses”. Quedando, así, planteado el proceso enseñanza- aprendizaje como un “sistema de comunicación intencional que se produce en un marco institucional y en el que se generan estrategias encaminadas a provocar el aprendizaje”. Si la intención del Proceso Enseñanza-Aprendizaje es ser un “sistema de comunicación intencional que se produce en un marco institucional y en el que se generan estrategias encaminadas a provocar el aprendizaje”, desde la Mercadotecnia Educativa debemos 19 diferenciar ese “sistema de comunicación intencional educativo” del “sistema de comunicación promocional-comercial”. Es decir, debemos aplicar la Mercadotecnia Educativa desde diferenciadores y beneficios que ofrece el Modelo Educativo hacia los componentes del PEA: docentes, discentes, contenidos, y contextos. Por consiguiente, se tiene que en la Décima “P” (desde el énfasis de la mercadotecnia), el PEA se relaciona con la interacción que existe entre el proveedor del servicio (personal: empleados, docentes, ect.) con la satisfacción del cliente, a través del servicio educativo proporcionado. Refiriéndonos a la forma de tangibilización del producto educativo y al tiempo de cumplimiento de la promesa de mercadotecnia. Por consiguiente, la Mezcla de la Mercadotecnia Educativa, se construirá desde cuatro aspectos importantes: las P´s de la mercadotecnia comercial (precio, plaza, producto, promoción), las P´s de la mercadotecnia de servicios (evidencia física, procesos y personas), las P´s de la mercadotecnia contemporánea (filosofía y empaque) y esta nueva “P”, la décima P, es el Proceso Enseñanza-Aprendizaje, como se muestra en la figura 3, la cual da y hace la diferencia en el mercado, de una institución educativa a otra. Y sobre todo porque constituye la esencia “comercial del sector educativo”. 20 Es así, que la mercadotecnia hace que el mercado compuesto por estudiantes, empresas contratantes, líderes de opinión, padres de familia y empresas competidoras (directa o indirectamente), puedan diferenciar una universidad de otra, desde los aspectos de imagen valor de marca, calidad educativa y liderazgo en el mercado, pero sobretodo en relación al Modelo Educativo que desarrolla y su PEA. En la figura no. 4, se observa como la “promesa de mercadotecnia” (comunicada a través de la publicidad del producto que se ofrece) y la “promesa de la universidad” (comunicada a través de la marca universitaria y el valor del producto educativo en el mercado), son el centro de interacción del servicio educativo y de las funciones básicas de la universidad. Y en la interacción entre estas, se dan las estrategias aplicadas en la trilogía de la mercadotecnia de servicios: entre la empresa, el cliente y el mercado, resaltando dos tipos de procesos: el proceso de gestión educativa con las funciones sustantivas y evaluativas de la universidad y el proceso enseñanza-aprendizaje dado por el modelo educativo universitario. CONCLUSIONES. Antes de ejecutar cualquier estrategia de mercadotecnia (sea desde el enfoque comercial, internacional, social o de servicios), se debe entender que la educación es un servicio 21 complejo que exige en su proceso de comercialización, una reflexión sobre el tipo de acción o alternativa a realizar para “vender” el producto educativo que se trate, sea este una marca educativa, una universidad, una licenciatura, un posgrado o hasta un curso de actualización. Debido a que el producto a comercializar se trata de una integración de los procesos de generación, transmisión y difusión del conocimiento. En el proceso de evolución de la educación, también se han desarrollado las formas y medios para “consumirla”, sea de forma virtual o presencial, pero a pesar de ello no podrá comercializarse de la misma forma y sentido que cualquier otro producto, el proceso de venta de la educación tendrá que llevar componentes esenciales de un producto intangible (servicio) y de un cambio de actitudes (producto social), cubriendo necesidades de individuos cada vez más satisfechos en necesidades básicas, sociales y de seguridad (con base en la pirámide de Maslow). La universidad tendrá que satisfacer necesidades de autoestima y de autorrealización, conservando y evolucionando sus funciones básicas o sustantivas como la docencia, la investigación, extensión y difusión, y la vinculación. Pero también transformándose en una verdadera empresa que esté dispuesta a cambiar sus paradigmas estructurales (educación-social Vs educación para la rentabilidad del conocimiento), con el agregado de sus funcionesevaluadoras como la planificación, la administración y la participación institucional, porque en un mercado como el actual con más y más empresas educativas públicas, privadas, sociales, internacionales y hasta comunitarias y empresariales, con la reducción de inversiones gubernamentales en el sector, la exigencia del cliente por lo pagos o cuotas efectuadas a las instituciones y una competencia global, se hace necesario diferenciarse una de la otra. 22 En este nuevo orden mundial de la educación, con el surgimiento de modelos de gestión educativa con enfoque tecnológico, de investigación, social, rural y hasta corporativo- empresarial. Se deben ajustar las estrategias de mercadotecnia que aplican las Instituciones de educación Superior –IES, para atraer a sus “clientes” (los alumnos), que han de seleccionar una u otra universidad, se sustentan en variables como el modelo educativo, la economía en los niveles de cuotas, pagos y donativos para la universidad, el valor de marca, la calidad educativa, las oportunidades laborales e identificación filosófica. Las estrategias de mercadotecnia que ejecutan las instituciones de educación privadas o públicas son esencialmente comerciales. Ambos tipos de IES están compitiendo, cada quien en su segmento de mercado, con cursos alternativos de acción basados en las P´s de la mezcla de mercadotecnia (su base son las 4 P´s: producto, precio, plaza y promoción). La mercadotecnia es y será una herramienta estratégica de la gestión, que permite satisfacer las necesidades y deseos de un mercado específico, a través de la comercialización (intercambio y venta) de un producto, de forma directa o indirecta. Sea cual sea su enfoque, si es comercial busca satisfacer necesidades, si es social también satisface necesidades y si es educativa, hace lo mismo. No importa si las P´s de la mercadotecnia, sean 4, 7 ó 9, según el autor o el enfoque, las estrategias de mercadotecnia deben de transformarse en programas concretos para que una empresa (ya sea del sector público, privado, o social) pueda llegar al mercado con un producto que satisfaga necesidades y/o deseos, a un precio conveniente, con un mensaje apropiado y un sistema de distribución que coloque el producto en el lugar correcto y en el momento más oportuno. Aunque es importante diferenciar el tipo de producto a comercializar, en una de las formulaciones que se plantean en el presente, se sostiene la importancia de contar con una 23 diferenciación más integral del producto en mercadotecnia, debido a que el Producto es el conjunto de atributos tangibles o intangibles que la empresa ofrece al mercado meta. Siendo los primeros bienes que se pueden tocar, oler, ver, usar, etc., mientras los segundos, son acciones que realiza un tercero (independientemente que el consumidor pueda o no realizar la actividad), como “las ideas y los servicios” y “las experiencias”. Esta dualidad no podrá ser tratada de igual forma en estrategias de mercadotecnia, ya que un producto que se puede oler, no es ni tienen las mismas características del producto que no se ve ni se toca. Transfiriendo el significado de la mezcla de mercadotecnia tradicional en las empresas comerciales a los procesos que realizan las Instituciones de Educación Superior, se tendrán que diferenciar estos productos educativos con la integración de sus componentes que vienen del proceso enseñanza-aprendizaje. Desde siempre la educación, como producto, no ha presentado facilidad en su comercialización, debido a su “naturaleza formadora”, a su naturaleza de “no lucrar con la formación del ser humano”. Situación que, como se ha explicado al inicio del presente, ha cambiado al rito del desarrollo de la humanidad, de las necesidades del mercado, la inversión del gobierno en temas educativos y de “la competitividad (en todos los sentidos) de las instituciones”. Es aquí donde se formula integrar una nueva “P” a la mezcla de mercadotecnia educativa: el proceso enseñanza- aprendizaje. El cual no se refiere a la “P” de procesos generales para ofrecer el servicio, sino al “proceso ancla” que general el producto de las IES: el servicio educativo, mismo que hace la diferencia entre una u otra universidad, dándole ventaja comparativa y hasta competitiva sobre sus rivales, productos sustitutos y complementarios. Es así que las características del producto que ofrecen las instituciones universitarias, es muy complejo, ya que están constituidos con la dominancia intangible. Constituido por los 24 programas de estudio, la calidad académica, el perfil docente y profesional de los profesores, la metodología de enseñanza, la duración del programa, la evaluación, el número de estudiantes por grupo, el título que se otorga y la infraestructura de la universidad (instalaciones, biblioteca, equipos de computación, recursos educativos, laboratorios, parqueadero, cafetería, etc.). Por consiguiente, la Mezcla de la Mercadotecnia Educativa, se construirá desde cuatro aspectos importantes: las P´s de la mercadotecnia comercial (precio, plaza, producto, promoción), las P´s de la mercadotecnia de servicios (evidencia física, procesos y personas), las P´s de la mercadotecnia contemporánea (filosofía y empaque) y se le puede agregar una décima “P” (de las 9 P´s que actualmente identifica la mercadotecnia), esta nueva “P” (la décima P), es el Proceso Enseñanza- Aprendizaje, la cual da y hace la diferencia en el mercado de una institución educativa a otra. Y sobre todo porque constituye la esencia “comercial del sector educativo”. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Andreasen, Alan, (1995), Marketing social change - Jossey-Bass publishers – San Francisco. Contreras D. J., (1990), “La didáctica y los procesos de enseñanza – aprendizaje”, En: Enseñanza, currículum y profesorado: Introducción critica a la didáctica. Madrid: Akal. González, A. 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