Pérdidas inevitables

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Las perdidas inevitables
A lo largo de nuestra vida sufriremos varios cambios, los cuales harán que nos sintamos de una manera desesperanzadora, claro está, que esto se da cuando esos cambios no son los que queramos y por ende nos haga sentir mal.
Cuando en nuestra vida ocurre un acontecimiento crítico, tendemos a la negación y nos resistimos a aceptarlo. La incertidumbre de la vida después del cambio con frecuencia provoca resistencia y ansiedad. De acuerdo con O´Connor, la perdida más absoluta y contundente es la muerte de uno mismo, o un cambio radical en el cuerpo por enfermedad o mutilación. Y el segundo tipo de pérdida más seria es la separación de personas significativas en nuestra vida por muerte, divorcio o abandono. El tercer nivel es aquella que requiere ajuste a nuevas normas y cambios. La cuarta es la perdida de objetos importantes, así como cambios en el medio social.
La pena y dolor por lo que no hemos hecho, se da en aquellos que llevan dentro de sí la angustia de no haber podido (o querido) hacer por sus seres queridos lo que hubieran deseado, y estos sentimientos se transforman en pesadumbre, aflicción y es una culpa que no nos deja vivir en paz en el día.
Nos menciona que debemos estar preparados para perder la vida con la muerte, ya que es importante saber que lo que hicimos fue lo correcto o al menos no se quedó pendiente algo.
¿duelen las perdidas?
“Dicen que las perdidas no duelen. Dile a quien te lo dijo que se despida”.
Las despedidas suelen ser algo difícil, pues implican un siguiente paso a algo que en ocasiones no tiene un retorno, o incluso será algo que ya no podremos volver a saber, como despedirse de un familiar a punto de morir, una madre, etc.
La vida y el dolor van de la mano. Forman parte de las dicotomías de la vida: blanco-negro, días-noche, vida-muerte, amor-dolor. 
Hay diferentes tipos de pérdidas, como lo son las oportunas, que suceden en el momento adecuadas o esperadas. Las inoportunas, que se presentan fuera de tiempo o de manera difícil de racionalizar. Las inadmisibles, que son se presentan, pero no se procesa el hecho.
El duelo es algo más que sentimientos encontrados, es darnos cuenta de que se ha perdido algo importante, valioso y significativo en nuestra vida. El dolor y el sufrimiento nos bridan la oportunidad de crecer, aunque desafortunadamente si nos sale todo bien, no hay la oportunidad de aprender porque todo va bien.
Formas de reprimir o evadir emociones y sentimientos
Son tan mal vistos que en la medida de lo posible tratamos de disimularlos, llegando a contener las lagrimas en donde llevamos a atragantarnos y no poder articular palabras. Algunas de las formas de reprimir las emociones y sentimientos encontramos:
a) Represión mental: se da cuando se tiene un concepto negativo del sentimiento experimentado.
b) Represión energética: es cuando utilizamos una gran energía para reprimir sentimientos, que podemos sentir un nudo en la garganta.
c) Represión corporal
Los sentimientos que se viven en un proceso de duelo son fuerte y, si no actuamos de manera asertiva, es probable que nos quedemos atrapados en el proceso.