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1 Prevención de las violencias contra las adolescencias y su participación para la Reconstrucción del Tejido Social Módulo 2. Las violencias contra las adolescencias: tipos, causas y consecuencias ¿Qué es la violencia contra las adolescencias? Toda acción o estrategia para la prevención y protección de las violencias contra las adolescencias debe partir de una definición de violencias que aclare y dé marco a las mismas. Existe un gran número de definiciones acerca de qué son las violencias contra las adolescencias. Para los fines de este curso, nos basaremos en aquélla que propone la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). De acuerdo con la CDN, violencia es “toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual”, según se define en el párrafo 1 del artículo 19 de la citada Convención. Es posible advertir que su enfoque es amplio, refiriéndose a toda forma de perjuicio (psicológico, físico, negligencia), y pone énfasis en acciones que las adolescencias reciben de agentes que les agreden, hecho que permite comprender con claridad que definir violencias contra adolescencias deja fuera cualquier percepción de dichas realidades como “propiciadas”, “sostenidas” o “consentidas” por las y los adolescentes. 2 Violencia contra las adolescencias Las violencias contra las adolescencias comprenden cualquier acto que implique el abuso de poder por parte de una persona que cuente con más edad, fuerza, información o acceso a recursos, contra un o una adolescente, que con dicho abuso de poder pretende lograr sus propios fines. Por ejemplo, una persona adulta que utiliza a un o una adolescente para satisfacer sus propios deseos sexuales cuenta con más experiencia, información, fuerza física y recursos económicos. Otro ejemplo de abuso de poder es aquél ejercido por las parejas varones contra adolescentes mujeres, cuando existe desequilibrio de poder respecto de fuerza física, acceso a recursos, apoyos sociales y estereotipos de género que propician que los varones “controlen” a las mujeres. Otro abuso de poder contra las adolescentes puede ser ejercido por personas adultas en posición de poder culturalmente otorgado. Por ejemplo, docentes que utilizan violencia verbal, psicológica o física contra adolescentes, castigando, menospreciando, insultando, amenazando o condicionando de cualquier forma la conducta u opiniones de las y los adolescentes. En una interacción de este tipo el poder está desequilibrado y la persona adulta lo utiliza contra la persona adolescente.
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