Fisiología de la medula espinal

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Fisiología de la medula espinal 
 
La médula espinal es una estructura esencial del sistema nervioso que 
se extiende desde la base del cráneo hasta la región lumbar. Es 
responsable de la transmisión de información entre el cerebro y el resto 
del cuerpo, y juega un papel fundamental en la regulación de los reflejos 
y movimientos involuntarios. 
La médula espinal está protegida por las vértebras de la columna 
vertebral, y se divide en 31 segmentos que se corresponden con los 
nervios que se ramifican desde ella. Cada segmento tiene una raíz 
dorsal, que recibe información sensorial del cuerpo, y una raíz ventral, 
que envía información motora desde la médula espinal hacia los 
músculos. 
El funcionamiento de la médula espinal se basa en la comunicación 
entre las neuronas que la componen. Estas neuronas se organizan en 
tres capas: la capa dorsal, la capa intermedia y la capa ventral. 
La capa dorsal contiene neuronas sensoriales que reciben información 
desde los receptores ubicados en la piel, músculos y articulaciones. 
Esta información se procesa y se envía a las neuronas intermedias, que 
están ubicadas en la capa intermedia. Aquí, las neuronas procesan la 
información sensorial y la integran con información motora antes de 
enviarla a las neuronas de la capa ventral. 
Las neuronas de la capa ventral son las responsables de enviar 
información motora desde la médula espinal hacia los músculos. Estas 
neuronas se dividen en dos tipos principales: las neuronas alfa, que 
inervan las fibras musculares extrafusales y controlan el movimiento, y 
las neuronas gamma, que inervan las fibras musculares intrafusales y 
controlan la sensibilidad y el tono muscular. 
Además de su papel en la transmisión de información sensorial y 
motora, la médula espinal también es responsable de la regulación de 
los reflejos espinales. Estos reflejos son respuestas involuntarias del 
cuerpo a un estímulo, y son controlados por circuitos neuronales 
específicos ubicados en la médula espinal. 
En resumen, la médula espinal es una estructura esencial del sistema 
nervioso que se encarga de la transmisión de información sensorial y 
motora, la regulación de los reflejos espinales y el control del tono 
muscular. Su funcionamiento se basa en la comunicación entre las 
neuronas que la componen, que se organizan en tres capas diferentes: 
dorsal, intermedia y ventral.