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— i —
Informe sobre elaboración del extracto de tanino
en las usinas del país.
Por BARTOLOMÉ SCHELOTTO (h.)
La Comí*i nn de Revitta y PuhliccH-ioneK. resolvi ó la publicaciÓn del pre­
sente ti^a^lHit^ teniendo en cuenta su valor y su actualidad en lo que se 
refiere al estado económíoo de la industria del tanino.
Suriano. — I. Preliminar. — II. Anrededónrt‘s. — III. Estudio técnico-industrial: 
llegada del rollizo a la fábrica, moviriwnoos de la materia prima después de 
su llegada. Primera fase: raspadura del rollizo. Segunda fase: difusión del 
tamiio que contienen las raspaduras. T'e^rn'i^a fase: evaporacinn del jugo 
obtenido. Cuarta fase: cocción del jugo c()n<e•‘iltraOo. Emiboladoo. Rendiménn- 
tos. — IV. Estudio técnleo-econmnico: Situación «actual de esta rama indus­
trial: sus consecuencias. — Causas del quebranto en la industria. — Reper­
cusión en otras industrias afínes o concun-nntos. — Los datos de la exporta 
ción: giá^k^^s concluyentos. — Las medidas propuesaas en defensa de nuestra 
industria. — V. Concbssiórt^. — VI. Apéndice: Nota Relativa al trabajo téc­
nico en las secciones de evap^oi^taci^ y concentración. — VII. Bibliografta.
I. — PReLiMinar (*)
El resumen que sigue no es. debido a razones materiales, un ver­
dadero «informe» sensu largo; dada la perentoriedad del plazo re­
glamentario, si se tiene en cuenaa que se trata de una industria na­
cional cuyos da^c^ de técnica se hallan bastante? diseminados y que 
las distancias a que se encuentran las usinas no permiten el i-ele­
vamiento de informes según se presentan las dif^^utaad^ al escribir 
la síntesis de la fabricación y de las earactertstlctls industiaaess de 
nuestr os estabe ecím i ó utos.
(* ) Para efectuar el rRdeiKnninnto de este renirien, han sido contt•aItremnnre tomados 
en cuenaa los trtbta.css del Ing. Galazaa y del Dr. Leguiarmnii Pondal, así como los 
antecedcntees y fundrmnntos del proyecto de ley sobre pRohibición de expartor roliíoos. 
'Es oportuno hacer com^t.ir que la d:ocumenrcción de la Revisa» “Mndiirír’, ha permttído 
tener una impxi^Mi^i^ objetiva de los probrerrss que trada y — a menudo — ha sido la 
fu^enito informativa única. Por otro lado, las indltaliOi.dles bibliogRáficas fii^ae^ sirvieron 
a completar nuestro cuadoo de información.
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— ) —
Con todo, la bibliogrratía que se cita (') servirá más amplia­
mente para elaborar una monografía sobre el sugestivo argumento; 
especialmente, tomando en consideración el íntEresante problema 
económioo que plantea al país, la paralización forzosa de la industria 
tanintra, por diversas ca^a^s.
II. — Antecedentes
El aprovechamiento del extracto tánico para curtiembre ha traí­
do consEeuentemnnte el desarrollo de una industria poderoaa desti­
nada a producir aquella sustancia, mediante tl tmpieo como mate­
ria prima, de maderas de quebracho colorado, urunday y guayacáu 
EspEcialmente dtl primero (fig. 1).
Los capitales, pues, st han dirigido a mantener tsa industria tn 
los lugares donde la abundancia de aquella materia primera, hi- 
cíese ventajosa la inversión de fuertes sumís destinadas dtsdt la 
adquisición de los terrenos en que st encuentran las especies taní- 
ftras, su sistema de ferrocarriles económicos que hace posible tl trans­
porte, carros, bueyes, extracto en de^^isíit^ tn viaje, etc., hasta el 
establecimiento dt potente usinas (fig. 2) que — mediante difusión 
dt las astillas o aserrín del quebracho y luego evaporación y concen­
tración dtl jugo obtenido — Entreguen un producto rico tn extracto 
dt curtiembre.
Entre esas regiones btntficiadas para nuestro país la distribucien 
dt la zona del quebracho sería, según tl ingeniero agrónomo Galar-- 
za, la comprendida al N de Santa Ft y Córdoba, parte E. dt Cata- 
marca, Tu^c^^má^nn Salta, Jnjuy y Santiago dtl Estero y las gobtrna- 
eíte -s de c - aco y ■ ormofa.
Hacia esas rtg'ont^ se han orientado los capitales que levantaron 
las usinas de extracción de materias cuya situación no e$
ao y m uy éta ./a.
En la actualidad hay Establecias* veinte fábricas que explotan 
tal ramo, cuya lista y lugar dt ubicación, así también como su ca­
pacidad mecáníía tn toneladas y activo, se indican (* *).
(* ) Dejo aquí constaníái dt mi rEconociminnto al Prof. José Molfino que tuvo la 
gentileza do hacerate llegar los Trabajos dtl Ieeiituto dt Botánica y Farmeooloafa (Fa­
cultad dt Ciencíss Médíass de Buenss Aii^es), y al Dr. W. ■Vogoel director de la ‘Dte<.ttiche 
GErbeeicnulü’’ de Frtibtrg (Alemania), por los íi^^^Ihio^ dt que ts autor.
(* *) Ver “Diario de Sesiones dt la H. C. de Diputados de la Nación”, sesión dtl 4-IX* 
929. p. 1226.
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Fabricantes Ubicación Capac. 
mee. ton.
Activo 
m8n
1. La Forestal Limttada..................
Guilteramai, Vi­
lla Ana, Tarta- 149.508 102.945.000
2. Quebaachal^ Fusionados (S. A.).
gal, Gallareta. 
Puerto Tiiol 28.000 9.609.(0)0
3. Fontana Limttada..................... Río Arazá 20.484 6.012.00)0
4. Comp. Arg. Quebaahbo (Forroosa) F■orme8r 18.000 1.949.000
5. Sec^-ei^J^ Industrié de Corrientes Corrientes 18.000 2.500.(00
6. La Chaqueña (S. A.)................. Villa Angela 18.000 6.979.000)
7. Noertmeer, Lepetit (8. A.). . . . Desvío Km. 917 16.800 4.670.000)
8. Refinería Argentina..................... Rosario 15.648 6.561.0C0)
9. Compania productora de tanmc . Barranqueras 15.000 700.000
10. Demetrio Baranda..................... La Ganadera 11.004 1.500.000
11. Soc. Anón. Materias Colorantes . Santa Fé 9.600 1.506.000
12. Francia-Angentiaa (8. A.) . . . . Resistencia 7.596 1.000.000
13. José Femenía................................ Villa Jalón 7.488 1.000.000
14. Walther Hinckendevn................. Samuhí 7.200 1.000.000
15. Sociedad Industrial de Quebracoo Lapachito 6.960 1.500.000
16. Comp. Com. Neruene-Argentina . Pto. Bermejo 5.400 1.000.000
17. G^il^^^o Welbers..................... Gral. Pinedo 4.000 800.000
18. Las Palmas del Chaco Austral. . Las Palmas 3.000 5.688.000
19. Pedro Pfafh.............................. Reconquista 1.200 700.000
20. Sucesión Alsina............................ Colonia Benitez 600 200.000
364.088 157.819.000
Hay que tener en cuenta, pues, que las fábricas instaladas ea 
la Repúbiéca Argentina tienen un monto de los capitales de 
157.819.000 pesos rindiendo as! 364.088 toneladas con 20 usinas 
en plena elaborad ón; en cambio en el exterior hay 15 fábricas (12 
en Europa y 3 en Estados Unidos de Norte América) con producci ón 
entre 50 y 55.000 toneladas, producci ón dependiente, en gran parte, 
del rollizo que nosotros exportamos!.. .
El interés de esta industria no finca únicamente en su parte 
técnico-industrial y técn^^^o-ceoiH^^mí^, sino que plantea problemas 
de índole econ ÓHrioo-ooaial sumíimem^ característicos en un determi­
nado ambiente nacional, para que ellos puedan pasar desapercibi­
dos al observador. Lamentamos — sin embargo — que causals 
diversas nos impidan ocuparnos de ellos debidamente.
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Fig. 1. — Arboles de Quebracho. (Gentileza de ‘'Ccinments on Arg. Trade’’). 
I
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Fig. 2. — Vista de una fábrica de extracto de quebracho. (Gentileza de “Comments on 
Arg. Trade").
272 —
III. — Estudio técnico industrial
En nuestro examen vamos a referirnos especAalninute a 1a iesta- 
¡Ación industrial que los señores Baranda, Koch y Roldan, poseen 
en Corrientes; pero en general, sus proyecciones corresponden a las 
comunes del país, tal como hemos podido ir aDviriíendo al través de 
otras lecturas (* ).
Admttíendo ('“) que el precedo de elaboración del extracto tá- 
n-co. rómpíeeDe cuatro /a/es:
l' Raspadura meeániaa de los rollizos;
2' Difusión, a temperatura elevada y presión, del tanino que 
contienen las raspaduras («aserrín») ;
3' Eiva^joí^Aí^ci^ del « jugo » obtenido; y
4' Cocción del « jugo » concentrado, 
trataremos de seguir paso a paso los detallesque hemos observado en 
la usina arriba indicada, complementados con el plano adjunte (Lá­
mina I).
Antes que nadla hay que examinar la:
del rol-iído a la fábrica: la fábrica tiene un amplio can­
chón en el que se van apilando los rollizos, pref'ii^i^^^doe para la 
extracción de tanino, las maderas siguientes en orden de importan­
cia .
l' Quebracho colorado;
2' Urunday; y
3' Guayacán.
El criterio que guía en la recepción de la madeaa, es su mejor y 
más abundante (**) reeDimíente en materia tánica, no Tomándose 
algunas otras que tambiÉn la entregan, por su cantidad De « no ta- 
ninos» (***).
Convenido que el « quebracho » es la más importante especie para
(* ) En el complemento iedustrial me ha suministrado valiosas infomaaeiones y croquis, 
el señor Eugenio FernNdHtez. jefe De fabricación de ln usina visíadaa en Corrientes. 
Quede. mi agradec*in iteinto.
(* *) Se dice “mejor” Dado los fines a que se le Destina (curtido De cueros gruesos) y 
"más abundame” de acuerdo a lo que entrega en la extra edén.
(***) Son ”ed taiIeos”: Aii'itAircs. almidón, dextriaa. gomas». sustancias albuminoi- 
deas y pécticaa. resinas, caiequiaas, kinos, matertas colora nios, matertas mineantes (sul­
fates, (Leguiiamón Pondal y Baasssi. op. cit., p. 332).
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I
i proceso completo de la industrialización del eitracto de <lu«brach0.
1. — Rollizo de quebracho,
2. — Aserrín era.
3. — Noria que t ron Aporta el aserrín al carneo!.
4 —Caracol que distribuye el aserrín en loa silos.
5. — Silos.
6. — Difusor?* •
7. — Trun sport ador <le aserrín usado.
8. — Calentador mayor de la batería do difusores.
«j — Pequeño calentador de cada difusor.
1(1. — Depósito de JU'U.I culi. r.i» i ’M inyectar en los difusores.
— Bomba
12. — Cañería <lv circulación de ugo.
13.— Depónltu (calicanto) de jaso
— Evaporndores «le primera • <»• contrición.
15. — Depósito de jugo de primer.» concentración.
16. — V.icutim para cocción del mh concentrado.
17. — Envase del tanino.
S 2<-í 9
extracción de materia curtiente, diremos que la madera destinada 
a tal fin viene clasificada en el Chaco Santafesino, con la denomi­
nación de « exportación ».
Un reciente folleto (") del Agr. Si. D’Annunzío, concreta esa 
clase de madera as! (pág^. 8):
«Exportación. — Madera verde, sana, recta con una sola curva 
y peqm^ñas protuberancias. Diámetro mínimo 20 cm. Es la madera 
que se empeea para la extracción de tanino y se exporta con el mismo 
fin ».
Fin. 3.— De(rluville en un bosque de quebrando colorado. (Fot. Gatarza).
También se hace notar en esa publicación (pág. 15) que «en la 
fabricación de tanino se empeea el denominado indiistrialmetirte que­
bracho colorado criollo y clasificado como Scftútopsé Balansae, por 
tener una proporción tánica mucho mayor que su similar el Schi- 
nopsis LoI•tH■tzi'i ».
La madera de los montes se transporte por los medios comiuiss 
en esas regiones, ya sea en pesados «eaehapés» y « alzaprimas » (fi­
gura 5) que arrastran con bueyes,, y también con «decauvines» 
que cruzan el monee (fig. 3). Luego — como hemos dicho •—• se de­
posita la madera en la playa de la fábrica (canchón). Veamos los:
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Movimieitios de la materia prima después de su llegada. — Cruzan 
ese amplio canchón (fig. 6), un decauviHe para el transporte de los 
rollizos que son llevados al galpón donde está ubicada la maquina­
ria que realizará el primer trabajo de «raspadura».
Para conducir a esa maquinaria los rollizos, se utiliza un mon­
tacargas que se encuentra suspendido en rieles colocadss a tres me­
tros de altura (* ) que levanta el rollizo y lo coloca sobre la «cáma­
ra de carga del material» de las raspaduras.
Enceras pues a estudiar la
Prim-era fase: raspadura del rollizo. — Las máquinas que produ­
cen el «aserrín» están en diverso número (2 ó 4) según la potencia 
industrial de la usina y tienen tres partes: la cámara de juego del 
pistón, la de carga del material y la aserrinera propiamente di­
cha.
Fia. 4. — Tren ^71^0 ron roíiíow que transporta a la fábrica. (GeHitéleza de "Com- 
ments on Arg. Trade').
En síntesis, se trata de una cámara sobre la (pie corre un pist ón, 
el que empuja el rollizo, colocado por el montacargas, contra el ras­
pador que consiste en dos troncos de cono unidos por sus bases 
menores con cuchillas de dientes, que giran a velocidades variables, 
prrflriéndsre las de 200-300 rev. p. m. (Véase Lám. I. 1 y 2).
El aserrín producido, es conducido por una cinta (que no figura 
en el plano de la lámina I), a una máquina desintegradora que pro­
duce un nuevo desmenuzamiento de las partículas mayoras.
Esa maquinaría está comp^sta de dos discos fijos y otro gira­
torio de menos diámetro con cuatro brazos de acero reetanguias, que
O Obsérrere en la figs. 7, el riel que se introduee al galpón, por errer del techo.
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dan varios cientos de vueltas por minuto, teniendo por fin esta nue­
va desintegradón, el suministro de aserrín fino, bien fácil de ser 
extraído su tanino en la batería de difusores.
A fin de salvaguardar los in^'^eres^ indisitrialss, ya en el sentido 
estrictamente económioo (gastos para componer la rotura que se 
produciría) o bien para no entorpecer la entrega de materia prima 
a la secci ón de difusores (cosa no meno^s imptrtante en realidad) 
antes de pasar las astillas, que se separan con un cernidor rotativo, 
a la máquina desintegra dora que complementará el trabajo de las 
raspadoras, hay un dispositivo electromagnético que detiene el su­
ministro de astillas cuando pasa cualquier sustancia que no sea ma­
dera, capaz de dañar la maquinaría.
Fig. 5. — AlzttpriatüM transportando roí/íos* dr quebra-cAo. (Fot. Balarza).
Esas partí?u^^s extrañas pueden venir en las astillas casualmenre 
(alambres o clavos ya adheridos en los ro^iü^t^s^, tuercas o tornlHss de 
la misma maqu^n^f^iim desprendidís durante el trabajo) o bien han 
sido colocadas int^^n^río^jalm^^n^ por el personal descontento o sim­
plemente dañino (piezas de hierro, trozos de tornllOos, etc., arroja­
dos a la cinta transportadora).
De cualquier modo que sea, ese «seguro electromagnético» im­
pide el pasaje de objetas que sean metálicos.
Ahora, sigamos el proceso: el aserrín primeramentee conseguido, o 
las astillas ^lltimamente ^000^^88 con el mec^nimoo que se acaba 
de explicar, pasan a una noria elevadora (3), que transporaa la ma­
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teria prima así preparada hasta uit caracol (4) que la conduce a todo 
lo largo sobre la batería de difusores y va repartiéndose por canale­
tas especiales a cada tolva de los difusores (5), en las que entra cuan­
do encuentra abierta la compuerta correspondienie.
Idegamos pues a la
Segunda fase: difusión del tanino que contienen las raspaduras.— 
Tenemos ya el aserrín en las tolvas o silos que hay sobre cada difu­
sor (unidad) (6) que entra en una batería (conjunto de unidades) 
de difusión.
Fin. 6. — Canchón de la fábrica de tanino dr la 5. /. O. (Fot. Fnueau).
En esta sección de la usina hay un doMe piso: en la planta baja:, 
el suelo tiene un declive hacia el medio par-a correr a él, el aserrín 
agotado de los difusores cuando éstos se abren par-a desocuparlos, y 
ese aserrín sirve para alimentar las calderas. (Véase Lám. I, 7).
En el primer piso, está el comando de las llaves que hacen jugar 
los robinetes de una serie de comunicaciones, cuyo funcionaminnio 
se halla perfectamente explicado en el trabaío del Ing. Agr. Fre- 
neau, recordarlo (1B).
En síntesis, una vez cargada una serie de difusores, hacemcss el la­
vado del aserrín a presión y con agua caliente (10) que es bombeada 
de continuo. siendo la marcha esquemática, así: el agua bombeada (11) 
va a un calentador mayor (8), de donde pasa al calentador del primer 
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difusor (9), de abajo hacia arriba,subiendo a 100° y entrando a! pri­
mer difusor lleno de aserrín, el que recorre de arriba a abajo pasan­
do al segundo calentador de abajo hada arriba y retomando una bue­
na temperatura par-a pasar al segundo difusor, que sigue de arriba a 
abajo», etc. De esa forma se logra un «jugo» que ya puede mandarse 
a un calicanto (13) (tanque de decantación) en el que se recibe has­
ta que la densidad sea de 4-7° Brné, luego se obliga al líquido a se­
guir al tercer calentador y a su difusor, etc, hasta que otra vez el 
«jugo » se haya concentrado y convenga mandarlo al calicanto.
Fig. 7. — Aserr-inera paní quebracho . (Fot. Galarza) .
Míentaas pasa toda la serie de difusores, el p-'^w^í^i^o (de «cola») 
se ha ido agotando, de tal forma que ya no es económico seguir ha­
ciendo pasar el agua caliente, par-a cuyo fin se le aisla, haciendo que 
el segundo difusor trabaje de « cola » y el sexto o séptimo (según 
sea la batería de seis o siete) de «cabeza»; cuando está aislado se 
abre la puerta inferior — previa descarga de presión — (y se man­
da el agua a la pileta (10), cuya agua es bombeada a los difusores) de­
jando caer el aserrín, operación que suele ayudarse por un hombre 
provisto de un largo remo; el aserrín agotado se empuja hacia el 
caracol que lo conduee a los hogaees (7).
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Se vuelve a tapar bien y se llena el difusor primero y, como ya se 
ha agotado el aserrín del segundo, se le aisla (al segundo) haciendo 
que el tercero sirva como difusor de « cola » y el número uno se co­
necta a la serie después del sexto o del séptimo y viene a actuar de 
difusor de « cabezal ».
Una vez realizada la difusión del aserrín, corresponde la
Tercera fase: evaporación del «jugo» obtenido. — Es necesario 
que los «jugos » decanten en las tinas algunas horas, a fin de que
Fui. 8. — Evaporador de rfoMr efecto, tipo Squier. (Fot, “‘lo Hacienda'*).
depositen sus borras que constituyen un material insoluble desva- 
lorizador del tanino.
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Pasan luego a un «efecto» (14) que es un evaporador de cobre o 
bronce (fig. 8), que trabaja a presión reducida de 15-20 em; enton­
ces, el jugo entra por simple di^^e^^tncim de vacío, llenando las dos
F1G. 9. — Tacho de vacío (vrcuum) tipo Squier, propio para latlaboracinn del ex 
tracto de quebracho. (Fot. "La Hacienda”).
terceras partes del evaporador en cuya calandria se le dá vapor por 
la llave correspondiente hasta las 2-3 at.
En estas condiciones, el jugo se va evaporando y supliendo con 
jugo nuevo, hasta que se le dé pasaje al otro «efecto» cuando al-
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canza 17° Bmé., según Leguizamón Pondal (25) o también mucho 
más concentrado, es decir 24-28° Breé., seg ún Baranda (5).
De cualquier modo ambos AA. coinciden en que la salida corres­
ponde a 28° Bmé., de donde va al vacuum.
El tiempo que dura esa operación es de siete a ocho horas.
En esa concentración, el jugo debe llevarse a nuevos calicantos, 
para decantar, pero ya no puede hacerse la operación por simple 
vacío sino que es necesario transportarlo con montajugos, pues tam­
poco dan resultado las bombas, debido a que los jugros con taninos, 
no son viscosos, sino ásperos, causas por las que, según Baranda, 
no funcóonan bien las válvuaas y prensa estopas.
.A'? se dejan hasta que puede dar com^^nM la
Cuarta Cocción del jugo concentrado: en ciertos casos», cono 
el de los señores Baranda, Koch y Roldán, puede hacerse en el tacho 
de cocción (vacuum) un vacío de 50-60 cm y entonces el líquido 
concentrado en los «doble efecto » pasa por simple depresión (fi­
gura 9.1
Para cocer el jugo, se come^n^ por cerrar la llave de descarga del 
extracto; luego se abre la comunicación con la columna barométrica 
y así se establee la depresión de 50-60 cm.; se abren luego, las vál­
vulas de condensación del agua y se comienza a hacer girar las 
serpentinas de vapor, dando entrada a éste por su correspondente 
robinete: recién entonces se abre la vúIvuZi de la entrada de los ju­
gos al vacuum y la salida de los mismos del último « efecto ».
Llenado a sus tres cuartas partes de ese tacho y cerradas las vál­
vulas de admisión de jugo, se continúa evaporando y observando la 
marcha del fenómeno por las mirillas hasta que presenta el aspecto 
de caramelo, las burbuaas andan perezosammte y el termómetro 
marca los 65-70° C; la operación ha durado unas siete horas y se 
dá por terminada, procediendo a descargar el vaciium, antes de lo 
cual se cerrarán las vál vidas de vapor y de vado.
El extracto así obtenido va a ser:
EmboZado. — La balaran reglada a 50 kg. está a plomo bajo el ro- 
b^r^^e de descarga que tiene un diámetro de seis pulgadas aproxi­
madamente, las bolsas de capacidad para esta cantidad de extracto 
se encuentran apiladas al lado de la balanza y al comenzar a caer 
el chorro el operario atiende la balanza: al primer movimiento de 
(ésta corta la comunicación entreteniendo entre sus manos el extracto,
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mientras otro operario retira la bolsa y un tercero abre otra qus 
coloca debajo de la boquilla de salida.
El obrero que ha detenido la caída del chorro, deja ahora caer 
la masa entretenida entre sus manos en la segunda bolsa y así si­
guiendo hasta desocupar el vacuum.
Otros operarios cosen la$ bolsas y las transportan a una estante­
ría apropiada, donde al cabo de poco tiempo el extracto adquiere una 
consistencia vidriosa, estando listo para la expedición.
Lia operación queda terminada en 20 horas de estacionamiento, 
endureciéndose el líquido como resina.
.nt cono r lo s
RendimienNos, o sea, la relación entre la madera que entra en 
fabrica y el tanino obtenido; y bien, este dato oscila entre 26-29 %, 
teniendo para el caso concreto de la fábrica visitada:
Entrada de madera (de 1$ y de 2») 165-170 toneladas diarias. 
Producción de tanino: 50 toneladas diarias.
Porcenaajes aproximados de rendimiento:
Maderas de primera: 28-30 %.
• Madeaas inferioess: 25-27 %.
Ya conocemos la técnica de la industria del tanino, extraí-Me do 
algunas esencias bien dii^ui^d^ia^ en ciertas zonas del pass, y espe­
cialmente el quebracho colorado, estudiado por el Ing. Agr. Galar- 
za (17); sin embalo, otras madeaas producen también apreciabas 
cantidades (*), y aún ciertas otras cuya industrialiaacinn no se ha 
íii^cíí^c^í^, tal vez porque existiendo maderas de mayor peoductivirad, 
aquellas no están llamadas todavía a servir de materia prima (9), 
también se ha comprobado para frutos (2’), especiahennte «guaya- 
cán> (4$).
i*>
Especies i Schinnopíi LorenUii 8chin(oPe bí^l^^rIer | C'Jlnaelpinn fnebanoarpa a Ae^1^^mii^li arudeeta
Datos anal.
i
1 Cooarfi Alear Corte/e Coora^n Albo i e o az Albo Corteo COTam 1 AIímo Carteo
Humedad . .
i
10.62 52.810 40 69 ! 8.43 53 30 9 93 í 9.25 50 11 65 7.60 ■13.10 12.70
Tanoides. . . 12.60 1.90 112.70 119.16 i 2.— 16.— 16.80 1.90 13 40 18.20 1.80 14.50
No tanodes . 6.95 3.W ! 5.S5 8.13 2.25 2 20 4 9o 1 3.50 4.95 4.25 2.05 3.60
Insolunes;». . 69.98 42.- 70.76 69.29 42.50 171.87 69.50 49.10 70.— i69.95 53.05 69.20
(Datos tomados de Madera/. a. II, n. 16, p. 20-/1. Octubre 19299.
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IV. — Estudio TÉcxioo-EcnNÓMico
No es menos interesante, el aspecto técnico-económico del proble­
ma, en la actualidad sobre todo, si se tiene en cuenta que las fábricas 
de extracto se hallan detenidas, con las consecuencias que cabe ima­
ginar.
Vamos a examinar las razones que han determinado esta situación, 
al través de un memorial que presentaron los fabricantes y de los 
fundamentos de un proyecto de ley, la medida que se ha propuesto y 
estudiaremos las condiciones, lógicamente presumibles en que se ha­
llan las poblaciones ligadas a las usinas de industraaliaaóión del 
tanino.
Situación íctüíl ne esta mía íódustrííl. — Sus consecuENciAs.
Las usinas del país, tienen una capacidadmecáníaa de producción 
de 364.088 toneladas, al año, mientras que la exportación del pro­
ducto elaborado y ésto en el mejor de los casos (1925) sólo ha al­
canzado a toneladas 281.768, siendo el consumo interno de 6.000 to­
neladas anuales, aproximadamente. Eso sin considerar cuatro fábri­
cas situadas en el Paraguay, tres de ellas pertenecientes — según Ja 
información oficial — a capitales argentinos, que tienen una capa­
cidad mecánica de 82.200 toneladas (* ).
Apareneemenee, entonces, las usinas estabteciaas habrían montado 
una dotación mecániaa superior a las necesidades de la exportación 
y, en tales condiciones, por fuerza gravitarínn en sus amortizarionos 
capitales que, en realidad, no daban provecho alguno (**) .
Pero, esto es sólo en apariencia: anualmente se exportan cantida­
des de rollizo de quebracho que se en el exterior res­
tando a la probable producción ntciorltl, el 41 % de su materia 
prima.
Es bueno recordar ademáis, que los aranceles argentinos de ex­
portación gravan más al extracto que a la materia prima (dada la 
diferencia de precios corrientes de plaza); según «El Comercio 
Exterior Argentino » n' 205, el extracto paga o&s 1,57 la tonelada
(') Para demostrar con una sola cifra, la situación de las fábríass, basta recordar que 
en 1929, han desaroollado solamenee el 42 % de su capacidad mecánita.
(*♦) Ver Cassao.n'E SeRRES A., Aaeuóat^acÓJn Rural, Contabilidad Agri(’Ilfl■G’ffi^tat- 
ra, p. 198. Buenos Aires. 19235.
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— 283 —
y o$s 0,746 la tonelada de rollizos, en concepto de derecho adua­
nero (').
Por otra parte, la exportadún de extracto en el último año (1928) 
alcanzó un aumento de 2505 toneladas, sobre las citius de 1927, co­
rrespondiendo en igual período a la elevación del rollizo en 35.657 
toneladas; ello explica la actitud de alarma de los industrialss, pues 
mientras la salida de rollizo es grande, la del extracto no aumenta 
considerablemente.
Fig. 10. — Cansando ejtrm'Co de ijuibi’acño para ultramar. (Fot. Galarza).
Herncs podido advertir las consecuencias de tal situación, cuando 
Durante el viaje de estudio, en Juiic del corriente afín (1929), v se­
guramente se Ha continuado así en los meses subsiguientes, las 
usinas elaboraban « por turno » a fin de no originar una superpro­
ducción v abarrotar los Deposites con extracto.
A pesar de ello, no Han podido resistir ciertos fabricantes, pues
O Ya en prensa este trabado, acaban de pubiéaarse natos sobre la exporiación del 
rollizo aforado como %'li^fla pelada ’. nenomtnHeión que no se regrislra en la escala de afo­
ro. El descubrimiento de este contratando resta — sin Duda — valor a los totaUs de ro­
llizo que se han estado exporiando. (Viaie: Domínguez J. L, NueaRan ripean forstal, en 
Rev-, Sem. Del diario "‘La Nación', afio II, a? 72, p. 33, 16-XI-930).
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— I—
en el mes de Noviembre de 1929 hubo dos presentaciones de impor­
tancia de los señora P. T. & Cía, dedicados a la industria de tej^dcs 
y del tanino, manifestando un activo de 11.270.242,80 m$n, contra 
un pasivo de 7.740.382,88 m$n y la S.I.C, denunciando un activo 
de 8.463.302,41 m$n y un pasivo de 7.698.707.86 m$n. « Ambos re­
currentes expresan en sus respectivas solicitudes que han sufrido los 
efectos de la crisis operada en la industria del tanino y que por 
esa circunstancaa se hallan impedidos para dar cumplimiento a obli- 
gi••.io.co'mtrcia:ts co:;:.í./ísj io d ;t;eiU oprtJVda.xsS». (: a 
Prensa, edición del Marte 5 de Noviembre de 1929).
Sea como fuere, debe tenerse en cuenaa, aparte del interés mera­
mente industrial, no despreciable por cierto, aquel que fluye de éste, 
cual es la población que vive del trabajo de fábrica y del trabajo 
de obtención de la materia prima en el mismo monee, así como tam­
bién las gentes que transportan ese material en alzaprimas y ca- 
chap& hasta el ferrocarril o directamente a los canchones de las
Y bien, hay que recordar que una población complexiva de 25.880 
persona se ocupan de esos trabajos, incluidas las fam^liu^s de los 
obreros.
Apartándooos de la cuestión del sistema de trabajo, que nos re- 
servamss, no puede dejarse de comprender la eigoificaciOn social 
>tl!t esa de « 'tnu^^ón '-.e .os hcdtio■.•.ee de
tales regiones desolada e ingratas.
De ahí que es pavoosoo el problema de la desocupación de 25.880 
personas, visto en cualquier sentido. Reputo de sumo interés, los 
date contenidos en la memoria que presente el Inspector 
del Departamento Nacional del Trabajo, con motivo de una in­
vestigación realizada en el Norte
Ya se han pr^duckte algunos movimientos obreros: no es necesario 
recalcar lo desgraciado que para esas poblaciones significa estar 
sin ocupación y pompee en una huelga, en las cíi’c^os^^í^i^cí^s cc-
Por ello, es interesante investigar si efectivamente las condiciones 
económicas de las grandes emp^rs^s son ineompatibees al mante­
nimiento en otras ocupaciones a sus actuales obreros que ya haa 
formado grandes pueblos (Ej.: Villa Guillermina) y procurar por 
todos los medros no obligar a esas gentes a la miseria; pues es impro­
bare tacharles de falta de sentido previsor, pese a sus condiciones 
natas, si se tiene en cuente la explotación que deben sufrir los 
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hcdtio%25e2%2596%25a0.%25e2%2580%25a2.ee
— 2 > —
obreros en las proveedurías de los mismos obrajes, donde son des- 
po:adosB p/!c\.cámKnte — ,-e su ;orna..
Hay que citar, por ejemplo, él balance de una fuerte compafía 
cuyos dividendos han descendido a pesar de todo, del 8 % al 6 %, 
con los beneficies absolutos siguientes: m$n 837.087,97 en 1927, y en 
1928, m$n 602.399,48.
> df.( queBR.'doi en la
Pueden enunciarse como principales, dos órdenes de causas en el 
conjunto de las que han determinado el quebranto industrial:
1 tran-stforts:: como ser las oscilaciones de los precios y la 
crisis en la industria del curtido, en Eu^pa y Estados Unddos (* ), 
ya que aqu í no está muy desarrollada la curtiembre.
(*) Despuós de haber presentadoo este informe, se ha pubtiíad^ un interesanee estudio 
ecdnómito en ’t'omrnuito on Argenh'ne 7'rade” (3‘) que confima nuestass afirrractr)e^es.
2' permanentes:
a) la exportación de rollizos procedente de nuestros montes 
y que va a ser industriaiizddo en el exterior, con el consiguiente 
perjuicio para el producto argentino que compite en condiciones 
desve^a^sas.
b) los aranceles aduaneros, en el exterior, altos para el extrac­
to de tanino y nulos para el rollizo, colocan en evidente plano infe­
rior a nuestro producto curtiente, dejando en cambio libre la marcha 
íI .a maren a pr.-Va.
Tomando pues, como principaks esas causas, tengamos en cuenta 
que en el mundo som^s los grandes proveedores de extracto cur­
tiente, pues si bien Paraguay, Bolivia y Brasil tienen también que­
bracho colorado, el Paraguay trabaja con nuestras fábricas, tres 
de las cua^ tienen capitales argentinos y una norteamericano; Bo­
lina posee cierta extensión con esen^a, pero su falta de medios de 
comunicación y los transportes, cdnsecuentemrnte, de elevado costo 
hacen antitconómica la explotación. En cuanto a Brasil, además de 
que el transporte desde Mrtto-Gtooto es caro, sus especies taníferas 
no están muy difundías, pobres en extracto y por tanto poco iitUes 
industrlalmrnte.
En cuanto al asunte de la crisis de los cueros en Europa y Estadas 
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— 6 —
Unidos de Norte América, su análisis escapa al propósito fundamen­
tal de este estudio, sólo se menciona como circunstancia transi- 
toria.Merece destacarse, sin embargo, la conveniencia de estudiar el 
establecimiento de ind^u^s^^^m reguladora en la República Argentina, 
donde las condiciones de obtención de cuerera son inmejorables.
Respecto a las causas perroantes, y en especial a la primera, de­
bemos decir que la liberalidad de nuestra exportación, es inexpli­
cable en casos como el presente: permitir la salida dela materia 
prima que i^d^r^^^^ñabaa^ en el exterior compita luego con el pro­
ducto argentino, es alimentar los difusores de las fábricas europea y 
norteamericanas para que luego, mandando nuestro producto ela­
borado a gran distancia, con mayor derecho aduanero, mermas en 
el viaje y un fuerte arancel proteccionista de entrada, sea fácil y 
paulatinamente desplazado del mercado consumidor.
Los fuertes aranceles a que nos referimos han sido sstnblecidss 
por los siguientes passes (') :
País ..•oí :iil■;dc
Estados U .ido 3 . 15 dó^^a^^s
i'n.ic,............... -o liras oro
Francia.... 191,73 -i-cuicos
Rusia............... 1 3 5 rublos
Yup-o^^si^'via. . . diicres o;o
Polonia............... 143 zloty
■•0'3^1 .... 1 esc ud i
; imania. 63 leí oro
Checoeslovaquia. 8o coron ns ch i-a s
B cas 1............... 500.000 -l.:i
C ::.s ?ísos i hílenos
R. O. del Uruguay 4,48 o $ u.
Tales datos son índice de la política de protección a la industria 
local que guía a esas potencias; pero como esa industria local (es­
pecialmente europea, pero también norteamericana) (r), (°) puede 
produdr, además del consumo de roble, castaño, mimosa, hemloek, 
etc., mediante el suministro de materia prima proveniente de la
(') Ver Diario de Sesiones de la H. C. de Diputados de la Nación, sesión del 4-IX-929, 
p. 1215.
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— E
República Argentina, nos encontramos con que el rollizo de que­
bracho no paga derechos aduaneros al entrar en los passes citados.
Otras cifras, de origen oficial, pueden venir a confirmar i o 
dicho: son las que se refieren a las exportaciones por destinos y 
cantidades:
Exportado a los
puertos de
Rollizos de quebracho Extracto de quebracho
192 1927 1918 192 1927 1918
Alemania . . . 161891 4.358 — 60.903 66.814
i
Estados Unidos. 64.567 58.656 3.627 37.286 38.624 61.276
Itaiáa.............. 10.763 4.809 2.557 10.752 9.373 13.203
Pasess Bajos . . 7.368i 3.850 — 10.370 11.439 —
Estes datos nos demuestran la disminución en la compra de 
nuestro producto curtiente y, en cambio, progresivo aumento en la 
importación del rollizo de quebracho. De exprofeso, hemos hecho 
notar el caso de Italia que si bien denota aumento en ambass impor- 
tacoones, es en el caso del rollizo de 5.954 toneladas y en el extracto 
de 1.379 toneladss.
Esta es la prueba evidente que nuestra industria, exclusivamente 
casi De rdo-ti-n., est# con'denaaa a ir ./mando ¡su 
anual pues el mercado exterior se provee abundantemente de ma^e- 
ria prima y obtií^i^e con ella un producto semejare, a menor pre­
cio, pues sus fábricas no necesitan sostener el monte con todcs sus 
gastos inherentes, no hay capitales invertida en despachos de extrac­
to, o depóskss del mismo (') y la maquinaria resulta más barata (**).
RepeRcusión en otras industrias afines o concuRRENess
La situación porque aTrAvesa la inDustria de extracción de ta­
nino ha sido sentiDa por los obrajeros Del Norte, obligados a una
(') Ver CAssaqNE Semes A., La Indi^iAn Forestal Ait/iiIíió, Buenss Aires, 1929,
(**) Se advierte que no puede aum entone el precio Del extracto. si se quiere que los 
competidoees extraneeros no queden en mejores condícioees con su producto y les sea mAs 
fácil separar el nuestro de su mercado, pues siempre — como hasta ahora — cuentan 
con el rolijoo como materia prima y así extraen un producto de igual composición y 
fuerza que el aogeniino, que pueden vender a mejor precio y Tal vez sin las pérdiAss 
por razones De transporte que existen, en proporción que no conozco, pues el tfabaio 
que Trata De ello aún está ir^é‘iitto (40).
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— 2'8'3 —
amenguación gradual del trabajo en el monte, dada la poca deman­
da por parte de los industriates, de materia prima.
Es cierto que la producción de durm^^^n^^, varillas, etc., solicita 
siempre el material acostumbrado, pero la fuerte necesidad de la 
usina t!nica, ha disminuido, con la consiguiente alarma de los in­
teresados.
No sólo razones de orden económico-social, sino las más propia­
mente téenico-ecoóómicas, colocan a la industria del tanino en con­
diciones desvenaajosas, por lo que se han hecho peticiones al Gcn- 
bierno NacionaS, en el sentido de que se proteja la industria que ame­
naza ruina, en todo sentido, dada la paralización forzosa de la 
maquinaría y del trabajo en los montes; agrégus^ a ello la carestía 
de la vida y la circ^slanda de que no se construyen más ferrocarri­
les pa^iin^i^har^ en las zonas explotadas, con lo que — habiéndoee 
talado las cercanías de las vías férreas — el transporte de la mate­
ria prima desde mayor dictancia hasta las actuales vías, aumentará 
el precio del rollizo (fig.- 4). El problema pues, hay que convenir, tie­
ne sus proyecciones y complicaciones, sobre todo en vista de un por­
venir, más o menos lejano en que escasee el quebracho, dada la tala 
de que es objeto y la absol naa imprevisión en cuanto a repoblación de 
montes.
Los fa^r^^^n^^s y los obrajeros se han dirigido al Gobierno Na­
cional en sendas comunicaciones, expresando las razones que tienen 
para abogar por la defenaa de la industria amenazaaa con la para­
lización.
Dicen los fabricantes, en un párrafo de su presentación:
«Impedir la exportación de rollizas en beneficio de nuestra in­
dustria, no traerá perjuicios. Analiremos. La industria del curtido 
en el exterior seguirá consumiendo las 250.000 toneladas de nuestra 
prod..■^i,óo. más ns toortoo — ■.¿mros ardoodoo —
al no hacerse en el extranjeoo las ^10^^00108 desde nuestro país. 
En nuestro país la industria del curtido seguirá eoooumcrodo el 
extracto de quebracho que necesite, que desde hace varios años, con 
' un propósito y ejecución bien entendidos, adquiere de nuestra in­
dustria a un precio inferior, sin protesta alguna, que el mayor pre- 
eio que por el extracto de quebracho obtenemos en nuestras ventas 
al exterior. Los obrajeros que hoy envían sus rollizos a las fábricas^ 
extranjeras, pueden tener la s^e^i^urid^a^d que con complacencia las 
fábricas de nuestro país se los comprarán a igual precio, y como sus 
máquinas les permiten trabajar mayor tonelaje de la
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— 289 —
reducida actual, elaborarán con esos rollizos el extracto de quebracho 
que actualmente se hace en el exterior. Los* inteeeses de los obraje­
ros exportadores que no eon contrarios ni inconciiiables con loe de lae 
fábricas de extracto de quebracho, pueden ser atendidos y satisfe­
chos, sin perjuicio alguno, mediante una reglamentación que es­
tablezca las cantidades, precios y demás detalles de adquisición de 
los rollizos que trabajan y la solución de esta situación entre las 
obrajeros que actualmente también son clientes vendedores a las 
fábricas argentinas y estas fábricas compradoras pueden arreglar­
se fácilmente, pues no ofrece aspectos complejcs y difíciles».
Los obrajeros expresan en una nota del mes de Marzo) de 1929, 
entre otras edsao, lo siguiente:
«No puede sernos la situación de los fabricantes
de quebracho, a tes que muelos de nuestros obrajeros proveen parte 
de los rollizos que consumen ». En otro apartado manifiestan su de­
seo de que «se elide, conjuníameníe, como ya lo han propuesto las 
misino fabricantes, una reglamentación a efectos de que éstos nos 
compren los rollizas en las mismas condiciones actuales de precio, 
cantidad y calidad ».
Este último pedido time su importan^a cuando veamos el pro­
yecto de ley que coosidrraba oportuno la Comisión de Industrias y 
Comercio, en el que se incluye un artícuoo destinado a salvaguardar 
los cnteroeos de los obrajeros.
De allí se desprende que si la ley prevee y garantiza, como rfre- 
tiyamente lo haría, la estabilidad general de los prrcioo del rollizo 
en igualdad de clase y cantidad a los ^^^0, sus beneficios no pue­
den. ser sino equitativos también a los productores de madera.
Los datos de la exportación : gráficos concluyentes.
El gráfico 1 que acompaña al texto, demuestra el movimiento ha­
bido en losúltimos treinta y un años (1899-1929) en la exportación 
del rollizo y del extracto del quebracho.
Y bien, no puede admitirse que las clrcunstancies presentes no 
sean de interés, si se advierte en esas gráficas el tonelaje de exporta­
ción del rollizo de quebracho, que si ha tenido épocas más pi^^^kib^.s, 
la falta de industria en el país; obviaba esa ccrcunstancia; mientras 
que la exportación de extracto va mermando y sufriendo bruscos 
cambóos que repercuten en la seguridad de la industria.
Se observa corno, en cuanto al rollizo, hubo épocas en que la ex-
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— 290 E
Gháf. 1. — Exportación de extraco» de qurbrri<•Oo y de rollizos, duranfe los tíftírm» 
3- año» (1899-1929).
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— I—
portación alcanzó cifras col^o^^^E^s, eea•cairas a las 450.000 toneladas, 
tn 1211 y como, en la actualidad, después del pique negativo de 
1218 y años siguiente, va volviendo a retomar progresivamente, un 
f «n. o -meo.
Esas oseilacioines pueden explicarse así: el « record » de exporta­
ción de 1211, corrEspondE a una época en que la capacidad mecánica 
de las usinas argentinas no alcanzaba a elaborar la cantidad du 
extracto requerido por la industria mundial del curtido de cueros 
ya hemos señalado cómo esta situación ha variado completamente 
(Ver II). La enorme disminución que acusa luego la gráfica co­
rresponde al período de la post-guerra y finalmente el progre­
sivo aumento se explica por las coooiderreioneo hechas más arriba, 
pudiéndose sospechar de que la exportación pueda ir alcanzando, 
cada vez, proyecciones mayoEos.
Con rEfErEoeia al gráfico de exportación de extracto, las mismas 
condiciones, actuando en contrarío sentido, han pr-’^^u^íin^o el fenó­
meno inverso que se observa fácilmente.
El examen de tales gráficas demuesraa, clara y terminantemente, 
cuál es la situación de la industria, odstrnida, casi en su totalidad, 
por el comercio de exportación.
Las MEDIDAS puopUESísS en Defensa DE nuesTRA iOdUOTRiA
Pueden adoptarse dos cla^s de medidas para solucionar esta si­
tuación, afirma la Bolsa De Maderas de Buenos Aires (* ), eo No­
viembre De 1228, eo su órgano « Maderil»:
l* Aumentar los drrechos aduanEros corrEspondiente a la ex­
portación dr rollizos;
2$ Prohibir la exportación De rollizcra.
Cada método time sus Drfecoos y sus ventajas; rl primero desdr 
lutegoo, no soluciona más que tempo^ara^ne^nte el asunto; el segundo 
es una medida que implicaría una ayuda nEcesaria a la
industria.
Con rl aumento Dr los Derechos aduaneros se limita la salida dtl 
roUizo, resultando gravadas las Exportaciones, cdmpenraDdo las ga­
nancias dtl comerciantE txtranjeoo; pero la ley 11.274 al fijar rl 
método para determinar aquel valor, indica un derecho dtl 12 % 
sobre la dil^i^^e^r^cm Drl precio básico fijado por ley y el aforo o pre-
(*' De este origen son las sugestiones que consigmimos a continuación.
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— ! —
ció corriente, detErminado por la comisión respectiva que, al Esta- 
blriEr un importe alto puede hacerlo sólo por períodos mensuales, 
con lo que no ee garantiza una medida segura y constante, que — 
afiimia de Bolea de Maderas — ee lo oportuno.
La prohibición de exportar, que está por otra parte en manos del 
P. E. (ley 10349) puede realizarse sin perjuicio de la industria 
extraneera y. en cambio, con evidente mejora y ayuda a la nacio- 
n a .1.
La industria extranjera no sufrirá ningún inconveniente Dado que 
sus maquinariss pueden trabajar otras maderos, como castaño, ro­
ble, hemlock, etc., que poseen y la industria del curtido del cuero, 
tendría extracto tánico a disposición, pues el 41 % que hoy se resta 
a la producción nacional puede ella elaborarlo perfectamente dada 
la capacidad mecáncaa de sus fábricas que, como se ha dicho, no ha 
sido alcanzada, ni aún eo rl mejor dr los años, por la producción da 
extracto curtiente.
Pero, lo que no es menos importante, esta medida traería la ven­
taja de estimular una industria nacional bien arraigada, de resulta­
dos ya conocidos y que ahora pasa por momentos mato» para su eco­
nomía y también llenaría una amplia función al proporcionar tra­
bajo a muchos obreros ¡argentinos, dado el aumento de producción 
que acarrearía la necesidad de mayor número dr brazos para la la­
bor dtl monte y Dr la fábrica.
El P. E. está facultado para prohibir la exportación De extracto 
Dr quebracho, como hemos dicho, dr acuerdo al art;ícute séptimo de 
la ley 10349, con cargo de informar al Honorable Congreso.
Podrían recordarse, además, como antecedentes las siguientes leyes 
y decretes sobre el asunto: leves 10.349, 9.482, 9.483 y 9652; decre­
tos: 19-2-918, 28-2-918, 10-12-917, 30-7-918, etc., (* ). Recientemente 
se di ó un Decreto en igual sentido, referente a la Industria Side­
rúrgica (Diciembre 1222).
Esa prohibición, no traería malestar a los actuales exportadores de 
maderas de quebracho, urunday y guayacán, pues las fábricas ad­
quirirían los tonelajes actualmente elaborades por la indusstría ex­
tranjera, mediante acuerdos e inteligen^as que — a juicio de los pro­
pios fabrican^ (notas de Nov. 6-928 y Feb. 26-929) y los obrajeros 
(nota de Marzo-929) — no presentan aspectos difíciles o encontrados.
(') Ver Diario de Sesiones de la H. C. de Diiniaa^^ de la Naci ón. Sesi ón del 4-9-929,
/ V.
¡
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— 29 3 —
* «
Oportunamente, los legisladores nacionales C. Rodríguzz y A. Ra­
mírez han presentado a la Cámara de Diputads de que forman par­
te un proyecto de ley, tendiente a defender la industria del ta- 
nino (•).
Contempla dicho proyecto la situación que crea la exportación del 
rollizo por lo que autorizaba al P. E. a prohibirla, permitiendo, en 
cambio la salida de la madera de quebracho, como extracto tánico, 
postes, varidss y dur^mh^nesí?. en segundo término la auto­
rización, al mismo P. E., a fijar un plazo de seis meses, para el cum- 
p..m: en ¿o íí todo c -ñt: ato existen: ?.
Estudiado el proyecto por la Comisión de Industria y Comercio, 
ésta ha tomado en consideración, además, la justa petición de los 
obrajeros a que nos hemos referido (ver «Repercusión en otras in­
dustrias»), pues introduce un artículo en tal sentido, quedando re­
dactado el proyecto de ley en la siguiente forma: (♦•)
«Artíc^o 1? — al P. E. a prohibir la exportación de
la madera de quebracho, urunday y guayacán en otra forma que no 
sea la de extracto de curteembre, postes, variRas y dur^m^^n^^í^.
Art. 2' — El P. E. suspenderá los efectos de la prohibición esta­
blecida por el artícido anterior, toda vez que ella produjera una 
baja de los precios actuales del rollizo de quebracho en el mercado
Art. 3' — El mismo P. E. fijará un término que no exceda de seis 
meses para el cnmplimú^n^ de los contratos existentes a la fecha 
de promulgación de la preseneo ley.
Art. 4' — Comuniqúese, etc. ».
Todaváa no ha tenido sanción legislativa esta medida que segu­
ramente ha de estabilizar la marcha de nuestra taninera
y hay razones para esperar que el P. E. que recientemente ha dic­
tado un decreto protegiendo la industria siderúrgiaa, tomará igual 
medida respecto de la que nos ocupa.
(*) Ver “Dia^r^ de Sesiones de la H. C. de l>il)urDdos dr la Nadón”, sesión del 4-IX- 
929, p. 1,209-1226.
(**) Ibid., sesión del 25 al 22-IX-929, p. 1836-38.
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— t —
V. — ConcLUSIONES.
Al finalizar este resumen, nos corresponde compilar las anota­
ciones que al margen de lecturas y al correr de los hechos, heñir s 
ido observando. Ellas son:
I. — De orden cienti':Eieo-t^(^]i^i^:
a) Tablas de métodos analíticos «standard» para determina­
ción de taninos en los vegctaeos (2) y (#).
b) Estudio de las varianees, según meses y estadonss (l2), 
según suelos y climas (21), según regiones en-los sentidos transversal 
y longitudinal del tallo (10), del tanino en los vegetáis.
c) Estudio químico-rgritoía de esas materiascomprendiendo 
vegetaess diversos en explotación (-•), (22), (s-), (*-) , y probables 
productora iódustrlaies del tanino (4), (2#), (32), (89).
d) Estudio botánico-económico y creación de las fichas den- 
drtlógicas (2?).
II. — De orden técóict2indlesrrlal:
a) Estudio de las temperaturas y presiones rdecuades a una 
mejor extracción, para cada especie utilizada, del tanino que con­
tiene (#),(”), P), (2°).
b) A.^^aam^^it^ térmico para mejor aprovechamiento del ca­
lor, de los difusores (-2) y del sistema evrporación-concentración.
c) £^0^0^ de aglomerados o briquetas con el aserrín ago­
tado (1Q), (28) y reducción de las pérdidas por mala combustión 
en la fábrica del aserrín agotado (8).
d) Control químico de la (16).
III. — De orden téceico-ecteómict:
1° legal:
a) 1^^430^ codificada sobre bosques, investigaciones fo­
restales y ldministraeión (-s).
b) Lrgislación especial sobre explotación de maderas y sus
c) L^stadón especial sobre creación de una dependencia 
de Servidos Forestaees (°).
2' social:
a) Investigación sobre el medm y condiciones de vida en las 
zonas dedicadas a estas indu>strles (7), (22).
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6) Investigacionss sobre condiciones sanitarias e higiénicas 
de la labor de los obreras en las usinas de industrializacion.
3' Eedoomía Racional:
«) Información sobre el estado de nuestras especies inDus- 
triaiizablss, en los monees argentinos (1®), (2o), p* ), (2S),
b) 11x^^811110^0 estereofotogramétrico de las zonas favore-
.Pi¡W
c) Estudio de las conveniencias de formar peritos en curtidu­
ría, como medio de fomentar la preparación técnica y mayor interés 
industrial en el ramo de curtido de cueros (35) y (*°) .
VI . — Apérdice: nota relativa an tríbíjo técncco
eé -as 8iCi•it•.l!8 lili iVáPoRAC y itece•t‘rcióeN.
DEL SISTEMA Di EvapoRACieN
Cuando la batería De Difusores ha entregaDo suficiente cantidad De jugos 
a los calicantos (G), se llena el tanque de agua (F) y las piletas (I) y 
(J), coe cantidades de agua suficientes a cubrir las bocas de los caños (R) 
y el de,descarga de (D), se pone en marcha la bomba de vacío (H), se abre 
por la mitad de su abertura la válvula (11); luego en el vacuómEtro se re­
gistra un vacío de 15 a 20 cm., para lo cual se abre a continuación la 
válvula (4). Después se abre la válvula (1) para dar entrada al jugo en el 
evaporador (A), enseguida se abre la válvula (3) y luego, despacio, la (2) 
hasta que en la calandria se registre una presión De 1-2 atmósferas. Después 
dt una primera concentración (A), puede continuarte a otros evaporadores, 
o sino mediante la válvula (14) se transporta al «vacuum» (B); por tanto, 
esa válvula ha de permanecer cerrada durante todo el proceso de evapo­
ración.
El cuerpo del evaporador (A) se carga hasta las Dos terceras partes y 
a medida que tl jugo se va evaporando, se lt agregan porcoones por Ja 
válvria (1), una vez hecha la primera concentración de la carga completa se 
procedE a preparar tl «vaiuum» (B) que la recibirá para coceHa.
Funcooxamienoo del sistema de concEntraAcióN eo < vacuvM »
Cerrada la boca de descarga (Y), se abre la válvida (5) hasta que el 
vacuómetro (U) registre un vacío De 50-60 cm, a continuación se abren 
las válvulas (8) y (10), se hace girar la serpentina rotativa y se empiezan a 
abrir lentamente las (6) y (9). Acto seguido se abre también despacio la 
válvuaa (7) y después la (14) para dejar pasar los jugos. Dada la mayor
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depresión Existente tn (B), los jugos pasan sin dificultad a (B), sio ne­
cesidad de otro artif^^óo.
Una vez que se completa a las tres cuartas partes la carga to tl vacuum 
(B) y cerradas las válvuras (14) y (7) se sigur evaporando. Luego por 
medio Dt las mirlUas se observa tl aspedo qut va adquiriendo la masa, 
presenta — tn un montenoo — tl aspedo Dt caramelo, las ampoUas qut se 
producen to su stoo revientan peresosaamente por su gran tamaño observán­
dose a la vez que tl termómetro (Q) registra 65-70° C. Cuando st alcanza 
esta temperatura y las características .de la masa son las anotadas, se con­
sidera terminada la operación y st comienza la descarga; previamente a lo 
cual se cierran las válvula (6), (9) y (8), st detiene tl movimiento de la 
serpentina rotativa y st cierra la válvula Dt vacío (5). Finalmente se abre 
(Y) y se inicia la operación Dtl embo)irado.
la concEntración Deberá prrmanecrr abierta la válvuda (13) pa­
ra descargar algún juego que pudiera ser arrastrado por el vacío en (K) 
y llegado a (D).
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A — Maporodnr de jdmplt efretu
B— Tjthit del vertí» o 'Varnum .
C — Krrprnlin* dr ce’rfarríón rvjfaiha en corle)
b — Sapiradur <£» ermatre dt líquido».
>.—f’omtet» ador InromAiríeo-
F — Teaqu» dr ama fríe per» el «oadrnaador.
G —Ttnquv < rabeante ; dr ai traído» «i km difU^orr».
II — B«mbi de vario.
í —Pileta de !a de»arp 4eJ condensador cm «tbd» al rin 
J — Píete dr la drrrurs» rfr¡ admirad 
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