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Joaquín E. Meabe Instituto de Teoría General del Derecho (ITGD) Cátedra de Filosofía del Derecho Facultad de Derecho– UNNE Tucumán 644 CP 3400 - Corrientes Argentina jmeabegigaredcom@gmail.com El límite de Burnet Materiales para la historia de la Teoría del Derecho Natural del Más Fuerte 1.- Introducción. Los seis sentidos deRLPZ desglosados por John Burnet1 en su famosa conferencia en laBritish Academy2 no completan el espacio semántico del 1 Conforme a su criterio tenemos en la cultura presocrática una idea deRLPZ como coraje, espíritu levantado o valor{1} y frente a la cual se levanta otra muy distinta que se resumiría en la noción dealiento vigoroso{2} ejemplificada con la locuciónB<gà :X(", con el adjetivogÜRLP@H ( animoso, valiente) y con el término:g("8`RLP@H de RLPZ grande omagnánimo A este sentido se asocia, asimismo según Burnet, la noción complementaria dealiento vital{3} cuya pérdida se expresa con el término 84B@RLP\". En estos dos últimos sentidos hay una connotación material que en la cultura homérica se conectaría con el difícil tema del doble, aquelgÇ*T8@< (imagen) o F64V (sombra) que aparece en oportunidad de los sueños y podría llegar a entenderse como laRLPZ del muerto, una auténtica sombra que de inmediato se desvanece, como se dice en el canto XXIII de laIlíada (Il.: XXIII, 62-100). De esta vertiente resulta otro sentido de nuestro término: el de laRLPZ como doble o sombra que se expresaba bajo la forma deF64V (skiá) y gÇ*T8@< (eídolon){4}, sentido que tiene toda una serie de complicadas conexiones con diversos tipos de creencias y de rituales que alimentaban la fantasía de una especie de cohabitación del cuerpo muerto con ese doble que se registra en los ritos funerarios y en la imaginería relativa a la Nekyía, al Hades, a las aguas del rio Éstige y a la barca de Carón con toda su corte de llorosas y evanescentes criaturas que claman por un lugar en el espantoso navío que recoge aquellas sombras para llevarlas a su morada infernal. A su vez, de modo periférico y concomitante, la cultura presocrática desarrolla por obra del orfismo, según Burnet, otra noción deRLPZ que la asemeja auna especie de dios caido que está insertado dentro del cuerpo {5}, aunque esta asociación no revela demasiado más allá de ciertas modalidades animistas y sus consecuentes prácticas de deterción y purificación. Bastante apartado de este último sentido animista , extático y reflejo, se encuentra en las escuelas jónicas otro sentido deRLPZ que Burnet denomina de conciencia vigilante{6}, pero que no se refiere al yo como tal sino a la participación de laRLPZ en el movimiento cósmico en el cual el aire (ⅫZD) aparece como el elemento primordial que da vida a todo. Aquí yuch se desplaza desde la conciencia dormida ( el sueño homérico ) a la conciencia vigilante, que no es, en nuestra opinión, más que el reflujo del doble desde la sombra a la luz en el sentido del reflejo material que descubre como en un espejo el brillo o resplandor de aquel doble materializado por un chispazo de razón y que, como ocurre en Heráclito, empieza a sospechar que su álito interior es algo más que un fantasma nocturno y que , en todo caso, se encuentra entrelazado con el logos. 2 Cf.: Burnet, 1916; y Meabe, 2000. término, que como nos enseña el mismo autor, permite otro variado tipo de equivalencias más circunscriptas. 2.- Contexto. En muchos textos podría traducirseRLPZ por vida, pero nos dice Burnet, solo a condición de reconocer que en todos esos contextos el término se usa en el momento de arriesgar o de perder la vida, de luchar, de apegarse o de sacrificarla. Nunca se está mentando la vida del hombre en su conjunto sino el instante de expiación física.Amar uno suRLPZ es, dice Burnet,apocarse ante la muerte, yn48@RLP\" es la palabra usual por cobardía...En cuanto a las RLP"\ de otras gentes, podéis llorarlas o vengarlas, en cuyo casoRLPZ significa claramente vida perdida. Lo único que no podéis hacer con la RLPZ es vivir por ella.3 Asimismo, dice Burnet, en los trágicos suele hablarse deRLPZ en relación con ciertos sentimientos,en cuyo caso la traducción usual sería corazón.4 No obstante, apunta nuestro autor, la sede de la conciencia en Esquilo por ejemplo es el corazón y no laRLPZ que, como ocurre en Píndaro, solo tiene visiones proféticas en el sueño. Sin embargo, Burnet encuentra un texto enLas Troyanasde Eurípides donde RLPZ parece significar el subconsciente: el infante Astinax, cerca de morir, es compadecido por no haber tenido una experiencia consciente de los privilegios de la realeza:Los viste y los imprimiste en tuRLPZ, pero no los conociste.5 Burnet insiste que si profundizamos nuestra inspección tópica solo descubriremos que los sentimientos atribuidos aRLPZ en la cultura presocráticason siempre los que pertenecen a esta parte oscura de nuestro yo que tiene mayor afinidad con la conciencia de los sueños,y agrega quecon certeza puede decirse que laRLPZ no es mirada jamás como teniendo algo que ver con la clara percepción del conocimiento, ni siquiera con la emoción 3 Burnet, 1916: 21. 4 Burnet, 1916: 21 5 Burnet, 1916: 21. Asimismo vid: Eur.:Troy.: 1171 articulada. Es siempre algo oscuro y misteriosos, del todo aparte de la conciencia normal. El don de profecía y la destreza mágica se refieren ocasionalmente al alma (soul), y nunca al pensamiento (mind). Es siempre por consiguiente, esencialmente el doble de la creencia primitiva, y por esto podemos dirigirnos a él (o él a nosotros) como si fuera algo distinto de nosotros.6 Sobre esta base resultan menos confusas ciertas referencias a laRLPZ inocente de Antifon o la irónica referencia del cíclope de Eurípides que pasó mucho tiempo sin probar carne humana y que diceque dará un buen agasajo a suRLPZ al comerse a Odiseoo el consejo del espectro de Darío, en los Persasde Esquilo, que aconseja a los príncipesdar a sus (RLP"\) almas algún placer día con día.7 Que se trata se referencias que no escapan a la nbF4H se percibe claramente en la Electra de Sófocles, cuando Clitemnestra la caracteriza como nacida de miRLPZ (Elect.: 775).8 Burnet concluye su minucioso examen de los usos presocráticos deRLPZ con una breve inspección de Aristófanes que nos coloca ya dentro del contexto de Sócrates. Lo que dice, empero, no deja de tener interés para nuestro asunto.Las Aves- dice Burnet -nos cuentan como fue Pisandro a ver a Sócrates con el deseo de ver laRLPZ que lo había abandonado estando él aún en vida, donde hay un juego de palabras con el doble sentido de alma y coraje. A Sócrates lo reconoce por la autoridad que tiene sobre las almas, a las que evoca (RLP"(T(gà ) del abismo.9 Y agrega quea los pupilos del pensadero (nD@<J4FJZD4@<) llámense burlonamente almas sabias en lasNubes 10, no siendo todo esto, en su opinión, más que una confirmación dela regla relativa al límite del campo semántico del concepto en el que operan los usosque Burnet ha marcado. Quizá lo sea, pero al mismo tiempo muestra una instructiva contracara de la inteligencia presocrática deRLPZ en presencia del Sócrates histórico, 6 Burnet, 1916: 22. 7 Burnet, 1916: 23. Aristófanes,Pers.: 840. 8 Burnet, 1916: 23. 9 Burnet, 1916: 24. 10 Burnet, 1916; 24. Aristófanes,Nubes, 94. deformado desde ya en su pensamiento a causa de la incomprensiónteóricade Aristófanes, que no puede rebasar el límite tradicional en el uso deRLPZ. 3.- Demarcación del límite de Burnet y análisis confrontativo. Quizá el estudio atento de todos los detalles de la vozRLPZ mencionados en el wortindex del Diels-Kranz y de sus respectivas pistas en la cultura presocrática allí registrada o su rastreo en otros repertorios como los Fragmente der griechischen Historiker de F. Jacoby, lasComicorum Graecorum Fragmenta de A. Meineke o lasTragicorum Graecorum Fragmenta de A. Nauck, introduzca alguna novedad de detalle en el campo semántico del término que nos ha propuesto Burnet; aunque difícilmente modifiquen tales novedades la sólida estructura de su razonamiento. Ahora bien, de momento todo el ulterior abordajea la cuestión de laRLPZ entre los eruditos no parece haber aprendido demasiado la lección de Burnet y el estado de cuestión por él fijado. De hecho nadie ha logrado sobrepasar el límite Burnet y por lo general se formulan caracterizaciones con una equivoca plataforma judeocristiana que tampoco se asume como patrón subyacente. Justamente eso es, por ejemplo, lo que pasa con la novedad introducida por el erudito sueco Ernest Arbman11 que desdobla el alma en una entidad somática que dota al cuerpo de vida y otra que caracteriza como libre trabas y que representaría la personalidad individual no es más que una licencia clasificatoria que se edifica a partir del concepto judeocristiano de alma pasando por alto el prudente criterio de Burnet decidido a no salirse nunca del campo semántico en el que operan los usos del término. Y lo mismo cabe decir de Bruno Snell que se concentra en los rasgos psicológicos insistiendo en la falta de unidad de la noción homérica ya adelantada por Burnet.12 Así ocurre también con la gran contribución reconocida que se ocupa deLos griegos y lo irracional y que debemos al sobresaliente helenista Eric R. Dodds,The Greeks and the irrational 13 , que no avanza un solo centímetro fuera del campo semántico y de las direcciones demarcadas por Burnet en 11 Vid: Arbman, 1926-1927 y 1963. 12 Vid Snell, 1946. 13 California University Press, 1951. punto a los dilemas que plantea a la filosofía racional la noción presocrática de RLPZ ; y lo mismo cabe decir del, por demás, interesante libro de Bennett SimonRazón y locura en la antigua Grecia14 que es una especie de continuación mucho menos erudita del libro de Dodds orientado en el plano más específico de la psiquiatría y que se nutre asimismo de la todavía inédita tesis de David B. Claus15 que lleva a cabo el más extenso estudio de detalle de la terminología siempre dentro del límite Burnet.16 No puede pasarse por alto, sin embargo, el hecho de que a pesar de respetarel campo semántico en el que operan los usos que Burnet ha marcado- que nosotros vamos a denominar en adelanteel límite de Burnet -, las obras de Dodds y de Simon hacen interesantes y muy útiles precisiones que vale la pena mencionar. En particular el libro de Dodds17 resulta sumamente instructivo y revelador tanto por el tema de la presencia de los factores irracionales en la cultura helénica como por formidable erudición del autor y la amplitud metodológica que sostiene su trabajo que no vamos a examinar en este escolio más que en relación con el denominadolímite de Burnet. En este sentido intentaremos aprovechar algunas de las más importantes enseñanzas de ambos libros. Aunque la obra de Simon es posterior y tributaria del gran estudio de Dodds, aquí vamos a mencionarla en primer término porque la caracterización del modelo homérico de la mente que nos propone interesa de manera primaria en punto a la inteligencia del substrato material que opera como base o plataforma sensible de laRLPZ presocrática. Este modelo reseñado en el capítulo 5 de su obra titulado La épica como terapia18 se desglosa en cinco apartados: a) La actividad mental se inicia en el exterior a partir de un dios , de otra persona o de una parte del individuo. 14 Editado originariamente por la Cornell University, 1978 (vid: Simon, 1978); y traducido al castellano por Felipe Criado Boado, Madrid, ed. Akal, 1984. 15 Vid Claus, 1981. Claus le facilito a Simon su manuscrito para el libro que este publicara en 1978. Por su parte Claus recién en 1981 va ver publicada su tesis en la Yale University Press de New Haven. 16 Claus va a mirar con reservas los desgloses de Burnet sin profundizar en la crítica (vid: Claus, 1981: 106- 107) 17 Berkeley, California University Press, 1951. 18 Simon, 1978: 97-98. b) La actividad mental se presenta como un intercambio personificado más que como una actividad interna neta. c) La actividad mental es considerada preferentemente visible , pública y comunitaria más que privada e idiosincrática. d) No existe ninguna diferencia nítida entre los órganos de la actividad mental, la actividad misma y los resultados de dichaactividad (no hay diferencia entre estructura y función). e) El yo o el individuo aparecen definidos dentro de un campo de fuerzas en intercambio con las otras personas. Esta descripción precisa y bien desagregada reviste graninterés de cara a lo que puede definirse como actividad material característica de laRLPZ entre los griegos presocráticos y por eso se la cita, sin entrar para nada en el examen de su pertinencia teórica. Dice por su parte Dodds a propósito de Anacreonte y Simónides, que en las menciones de estos:la psykhé es el yo viviente y, más específicamente, el yo apetitivo. Este ha heredado -según nuestro autor- las funciones delthymos homérico, no las delnoos homérico. Entre la psykhé, en este sentido, y el soma (cuerpo), no hay antagonismo alguno fundamental; lapsykhé es meramente el correlato mental delsoma. 19 Dodds agrega que cuando Sófocles habla de poner a pruebaRLPZ< Jg 6" nD`<0:" 6" (<f:0<, dispone los elementos en una escala que va de lo emocional20 (psykhé) hasta lo intelectual21 (nogmé) pasando por un término medio (phrónema). 22 Desde ya que semejante criterio resulta no solo coherente con el desarrollo de nuestra argumentación, sino que además confirma lo que, para nuestro opinión, configura la noción presocrática deRLPZ como noción restringida a un contenido material asociado a lo sensible, a la vida que reposa23 o que se escapa o que, en todo caso, despierta con alguna sensación en la que comparte 19 Dodds, 1951: 137. 20 Doods, 1951: 137 21 Doods, 1951: 137. 22 Doods, 1951: 138. 23 El sueño. lo básico del mundo24 o a algún apetito25 o a algún deseo.26 Ahora bien, deducir, como hace Dodds, que laRLPZ presocrática importa unyo oculto 27parece exagerado, al menos, si se asigna a eseyo algunos de los atributos de una razón cartesiana sublimada tras la imagen de la conciencia vigilante como insinúa su exposición. Sea como fuere, la verdad es que difícilmente se pueda seguir a Dodds cuando dice que esa noción de yo oculto de origen divino - que más precavidamente Burnet siguiendo a Adam denominayo subliminal- rompe deliberadamente el equilibrio entre el cuerpo y el alma, introduciendo así una concepción nueva y extraña que Dodds asocia con las culturas chamánicas del norte del Asia, en particular de Siberia.28 Todo esto es en Dodds altamente especulativo y dependen, en gran medida, de la aceptación un conjunto de premisas antropológicas discutibles como la relativa la existencia de una cultura chamánica milenaria en la Siberia asiática y la consecuente importación durante los siglos VII y VI a.C. de parte de esa cultura chamánica por algunos griegos presocráticos.29 Las fuentes de Dodds en lo que hace a la cultura chamánica de Siberia está formada por un conjunto de estudios básicamente contemporáneos y el autor nos pide que aceptemos afirmaciones como esta:La psykhé despliega la máxima actividad cuando el cuerpo está dormido o, como añade Aristóteles cuando está a punto de morir. Esto es lo que quiero decir cuando la llamo yo “oculto”. Pues bien, una creencia de esta índole es uno de los elementos esenciales de la cultura chamanísitica que existe todavía hoy en Siberia y ha dejado huella de su pasada existencia sobre una zonavastísima, que se extiende, en enorme arco, desde Escandinavia, a través de la masa terrestre de Eurasia, hasta llegar a Indonesia; lo dilatado de su difusión es prueba evidente de su remota antigüedad.30 La verdad es que lo dilatado de su difusión no es una prueba histórica sino una petición de principio acerca de la posibilidad de que tenga la antigüedad que Dodds imagina; y, por otra parte, las menciones acerca de la actividad de la 24 Como en los jonios Anaxímenes y Heráclito. 25 Como en el caso del Cíclope de Eurípides. 26 Como el espectro de Darío en los Persas de Esquilo. 27 Doods, 1951: 140. 28 Doods, 1951 140-144. 29 Doods, 1951:140-141. 30 Doods, 1951:140. RLPZ mientras el cuerpo duerme no indican en las fuentes ninguna medida precisa de esa misma actividad que pueda servir de base comparativa en la vigilia. Por cierto que no vamos a discutir aquí la tesis de Dodds a este respecto porque ello requiere un análisis de detalle que excede la cuestión que aquí se examina. Solo la mencionamos en relación con la idea presocrática deRLPZ para ilustrar una curiosa forma de anacronismo ideológico-cultural que se permite la licencia de hablar del alma sin respetar el límite que le fija el substrato teórico como así también el escenario de construcción de lo real en cada cultura y que en el caso de los griegos presocráticos está representado por lo que dimos en llamarel límite de Burnet. De nuevo Burnet viene en nuestra ayuda cuando dice en su conferencia citada que los pitagóricos tal vez podrían haber desarrollado una doctrina más coherente del alma, ya que compartían tanto el interés religioso de los órficos como los intereses científicos de los jonios. De hecho, sin embargo, sus estudios músicos y médicos les llevaron a mirar el alma como una mixtura (6DVF4H) o una armonía (ⅫD:@<Í") de los elementos que componen el cuerpo, del cual, por consiguiente, el alma es meramente una función. Demócrito , a su vez, fue tan lejos como para distinguir entre los placeres del alma (soul) más divinos que los del tabernáculo (F6<@H ) del cuerpo, pero toda vez que, según Demócrito, el alma (soul) era algo corpóreo , no había sino una diferencia de grado. En conclusión, hemos de concluir que ni la religión ni la filosofía del siglo V a.C. sabían cosa alguna del alma (soul). Lo que llamaban con este nombre era algo extrínseco y disociado de la personalidad normal, dependiente por entero del cuerpo. 31 Lo que sí omite la consideración de Burnet es la relativa a la diferencia fundamental que media entre la concepción helénica y la judeocristiana, que nuestro autor parece no percibir en el uso de sus propios términossouly gosth cuya impronta ya viene teñida por la idea judeocristiana de alma espiritual. Cabe, por otra parte, llamar la atención acerca del hecho de que elruah y el aliento del hebreo vetereotestamentario han sido infundidos desde fuera de la naturaleza por un Dios Trascedente o Externo a esa misma naturaleza y no 31 Burnet, 1916: 20. exhiben una condición isomorfa con el aliento vital o el aliento vigoroso de los griegos presocráticos, que siempre sale delinterior del cuerpo. El último en ocuparse de nuestro tema es Jan Bremmer en un interesante libro que sigue la huella de Arbman y que tampoco rebasa el límite de Burnet que, curiosamente, ignora con incomprensible ligereza.32 4.- Conclusiones. En consecuencia, no solo es un anacronismo asignar a los sentidos y usos presocráticos deRLPZ la connotación socrática sino que resulta asimismo fuera de lugar la traducción ideológica que se permite, por simplicidad semántica o instrumental, la licencia de hablar deRLPZ usando el término alma en el discurso presocrático omitiendo el hecho de que en nuestra cultura occidental y en todas sus lenguas tributarias la palabra está totalmente teñida por el concepto de alma espiritual y por el substrato ideológico de lo trascendente. Parece, por lo tanto mucho más razonable remitirse a la transliteración y utilizar la voz psykhé en todos aquellos lugares en los que la palabra no ha sufrido aún su transcoloraciónsemántico-cultual. Esto es lo que sugiere el prudente dictamen de Burnet que conviene repasar para evitar el anacronismo y la extrapolación lo mismo que la simplicidad clasificatoria que ignora su propio substrato. 5.- Bibliografía. Adam, J. 1906:The doctrine of the celestial origins of the soul from Pindar to Plato. Praelections Delivered Before the Senate of the University of Cambridge. Cambridge, 1906 32 Vid Bermmer, 1983. Arbman, E. 1926:Untersuchungen zur primitive Seelenvorsterllungen mir Besonderer Rücksicht auf Indien. Le Monde Oriental, n°20, pp 85-222. 1927:Untersuchungen zur primitive Seelenvorsterllungen mir Besonderer Rücksicht auf Indien. Le Monde Oriental, n°21, pp 1-185. 1963:Ecstasy or Religious. Stockholm, Svenska bokförlaget, 1963. Autenrieth,G.1963:An Homeric Dictionary Translate, with additions and corrections by R. P. Keep, Londres, ed. MacMillian & Co. Ltd,1963. Bremmer,J. 1983:The early greek concept of the soul. Princeton, New Jersey Princeton University Press, 1983 (Hay traducción castellana) Burnet, J. 1916:The Socratic Doctrine of the Soul. Londres, Procedings of the British Academy, 7, 1916. Claus, D.B. 1981:Toward the soul. A Inquiry into the Meaning of RLPZ before Plato. New Haven, Yale University Press, 1981. Chantraine, P. 1974-77:Dictionnarie Étymologique de la Langue Grecque. Histoire des mots. Paris, Editions Klincksieck, 4ts. en 3 vls. vol 1-2:1968;vol.2:1974; y vol. 3: 1977. Liddell-Scott-Jones 1966:A Greek English Lexicon Londres, Oxford at the Clarendon Press, Reimpresión de 1966 de la 9ª edición de Meabe, J. E. 1994:El Derecho y la Justicia del Más Fuerte. Corrientes, ITGD, 1994. 2000:Las nociones presocráticas deRLPZ y la Contribución de John Burnet al conocimiento de sus usos. Comunicación científica. Corrientes, ITGD, 2000. Sebastián Yarza, S/FDiccionario Griego-Español Barcelona, ed. Ramón Sopena SA. Simon, B. 1978:Mind and Madness in Ancient Greece. The Classical Roots of Modern Psychiatry. Ithaca, NY, Cornell University Press, 1978. Razón y locura en la antigua Grecia Madrid, trad. cast de F. Criado Boado, ad. Akal, 1978. Snell, B. 1946: Die Entdeckung des Geistes. Studien zur Entstehung des europäischen Denkens bei den Griechen. Hamburg,Claaszen & Goverts Verlag,1946. Pavon-Echauri:1955:Diccionario Griego Español Barcelona, Publicaciones y ediciones Spes, 1955.
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