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29© Viguera Editores SL 2008. PSICOGERIATRÍA 2008; 0: 29-30
La enfermedad de Parkinson se caracteriza por 
la presencia, básicamente, de manifestaciones en 
el área motora. Sin embargo, en los últimos años 
se ha observado cómo el espectro clínico de esta 
entidad es mucho más amplio e incluye mani-
festaciones en el área cognitiva. La presencia de 
manifestaciones neuropsicológicas es un claro 
predictor de demencia en la enfermedad de Par-
kinson, con las consecuencias que eso conlleva.
La prevalencia de demencia en la enfermedad 
de Parkinson varía ampliamente en los diferen-
tes estudios. Los factores que contribuyen a esta 
gran variabilidad son múltiples: estudios peque-
ños, métodos de selección de la muestra, crite-
rios diagnósticos de demencia/deterioro cogni-
tivo e instrumentos utilizados en la valoración 
cognitiva.
Los estudios de casos y controles han reve-
lado que la demencia es de dos a ocho veces 
más frecuente en pacientes con enfermedad de 
Parkinson que en sujetos controles de la misma 
edad. También se han obtenido datos sobre los 
factores de riesgo de demencia como son: edad, 
edad de comienzo de la enfermedad, duración y 
gravedad de la enfermedad, y patrones clínicos 
específi cos.
Los trastornos neuropsicológicos suelen estar 
presentes desde el comienzo, y se pueden detec-
tar en los pacientes diagnosticados de novo. Son 
independientes del síndrome motor y afectan 
sobre todo a funciones frontales. Éstos consisten 
en lentitud de los procesos mentales y de la toma 
de decisiones, perseveración, disminución de la 
fl uidez verbal, alteración de la memoria de tra-
bajo o secuenciación cognitiva y también de las 
tareas visuoespaciales. Estas manifestaciones clí-
nicas se han relacionado con el défi cit dopami-
nérgico mesolímbico o mesocortical. El defecto 
neuropsicológico precoz que indica más riesgo 
de evolución hacia la demencia es la pérdida de 
la fl uidez verbal.
La demencia asociada a la enfermedad de 
Parkinson tiene una base neuropatológica y neu-
roquímica multifactorial, y en cada paciente in-
tervienen con distinto peso la edad, la asociación 
con la enfermedad vascular cerebral, la aparición 
de otras degeneraciones neuronales de tipo Al-
zheimer, el efecto de los fármacos y la extensión 
de la patología de la α-sinucleína a la corteza 
cerebral.
En la valoración cognitiva de pacientes con 
enfermedad de Parkinson se han utilizado ins-
trumentos desarrollados y validados para la 
enfermedad de Alzheimer, como puede ser el 
Mini-Mental State Examination (MMSE). Este 
instrumento pierde capacidad discriminatoria 
para capturar aspectos específi cos de la enfer-
medad de Parkinson. En consecuencia, se deben 
utilizar herramientas desarrolladas y validadas 
de forma específi ca para esta patología como la 
Scales for Outcomes in Parkinson Disease-cogni-
tion (SCOPA-cog).
Un punto interesante y de debate es la rela-
ción entre demencia-Parkinson y la demencia 
con cuerpos difusos de Lewy. Aunque son dos 
entidades diferentes, hoy se piensa que represen-
tan los dos extremos de un espectro clínico que 
combina parkinsonismo y alteraciones cogniti-
vas. Los hallazgos patológicos de estos dos sín-
dromes son generalmente indistinguibles y difi e-
ren sólo en el grado de degeneración en ciertas 
áreas regionales, sobre todo sustancia negra. El 
Unidad de Demencias. 
Servicio de Geriatría. 
Hospital Clínico San Carlos. 
Madrid, España.
Demencia y Parkinson
P. Gil-Gregorio
 
Mesa 5. 
Patología 
cerebral subcortical
30
P. Gil-Gregorio
© Viguera Editores SL 2008. PSICOGERIATRÍA 2008; 0: 29-30
año que separa estos dos síndromes (tiempo en-
tre parkinsonismo y demencia) es útil desde un 
punto de vista descriptivo, pero debe ser recono-
cido como arbitrario. La visión de la demencia 
de cuerpos de Lewy como un subtipo de la en-
fermedad de Parkinson parece más cercana a la 
realidad.
Las nuevas opciones terapéuticas para el trata-
miento sintomático de la enfermedad de Alzhei-
mer tienen también cabida en la demencia-Par-
kinson. Los inhibidores de acetilcolinesterasa, 
como la rivastigmina, pueden aportar y aportan 
resultados que obligan a su instauración en este 
tipo de población. Quedan abiertas nuevas puer-
tas a ensayos clínicos con fármacos como la re-
segilina, que pueden establecer un nexo común 
terapéutico entre demencia y enfermedad de 
Parkinson.

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