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Función motora_ control y coordinación de movimientos

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Función motora: control y coordinación de movimientos
La función motora es un componente esencial del sistema nervioso que permite a los individuos
moverse y coordinar sus movimientos. La función motora se divide en dos partes: la función
motor somática, que se encarga de la coordinación y el control de los movimientos voluntarios
del cuerpo, y la función motor vegetativa, que se encarga de la coordinación y el control de los
movimientos involuntarios del cuerpo, como la respiración y la frecuencia cardíaca.
1. Función motor somática: La función motor somática se encarga de la coordinación y el
control de los movimientos voluntarios del cuerpo. Esta función se logra a través de la actividad
eléctrica en las neuronas motoras, que se encuentran en el cerebro y en la médula espinal. Estas
neuronas motoras envían impulsos nerviosos a los músculos a través de los nervios motores, que
son longitudes de �bras nerviosas especializadas que se originan en la médula espinal y se dirigen
a los músculos.
2. Función motor vegetativa: La función motor vegetativa se encarga de la coordinación y el
control de los movimientos involuntarios del cuerpo, como la respiración, la frecuencia cardíaca
y la presión arterial. Estos movimientos involuntarios son controlados por el sistema nervioso
autónomo, que incluye la glándula pituitaria, la médula espinal y los ganglios simpáticos y
parasimpáticos.
En resumen, la función motora es esencial para que los individuos puedan moverse y coordinar
sus movimientos. La función motor somática se encarga de la coordinación y el control de los
movimientos voluntarios del cuerpo, mientras que la función motor vegetativa se encarga de la
coordinación y el control de los movimientos involuntarios del cuerpo. Ambas funciones son
esenciales para la vida y el bienestar del individuo.
La función motora es un componente esencial del sistema nervioso que permite a los individuos
moverse y coordinar sus movimientos. La función motora se divide en dos partes: la función
motor somática, que se encarga de la coordinación y el control de los movimientos voluntarios
del cuerpo, y la función motor vegetativa, que se encarga de la coordinación y el control de los
movimientos involuntarios del cuerpo, como la respiración y la frecuencia cardíaca.
1. Función motor somática: La función motor somática se encarga de la coordinación y el
control de los movimientos voluntarios del cuerpo. Esta función se logra a través de la actividad
eléctrica en las neuronas motoras, que se encuentran en el cerebro y en la médula espinal. Estas
neuronas motoras envían impulsos nerviosos a los músculos a través de los nervios motoros, que
son longitudes de �bras nerviosas especializadas que se originan en la médula espinal y se dirigen
a los músculos.
2. Función motor vegetativa: La función motor vegetativa se encarga de la coordinación y el
control de los movimientos involuntarios del cuerpo, como la respiración, la frecuencia cardíaca
y la presión arterial. Estos movimientos involuntarios son controlados por el sistema nervioso
autónomo, que incluye la glándula pituitaria, la médula espinal y los ganglios simpáticos y
parasimpáticos.
En resumen, la función motora es esencial para que los individuos puedan moverse y coordinar
sus movimientos. La función motor somática se encarga de la coordinación y el control de los
movimientos voluntarios del cuerpo, mientras que la función motor vegetativa se encarga de la
coordinación y el control de los movimientos involuntarios del cuerpo. Ambas funciones son
esenciales para la vida y el bienestar del individuo.
Además, la función motora es responsable de la comunicación entre el cerebro y el cuerpo, lo
que permite que el individuo tenga consciencia de sí mismo y de su entorno. Esta comunicación
se logra a través de la transmisión de impulsos nerviosos entre el cerebro y la médula espinal, y
luego a lo largo de los nervios que se rami�can en todo el cuerpo.
Por último, la función motora es susceptible a enfermedades y lesiones, lo que puede llevar a
problemas como la parálisis, la incapacidad para moverse y la pérdida de la función cognitiva.
Por lo tanto, es fundamental mantener la función motora en buen estado de salud a través de
una dieta equilibrada, ejercicio físico, descanso adecuado y el tratamiento de cualquier
condición médica que pueda afectarla.

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