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1 Artículo publicado en la revista LiberAddictus. Para consultar más artículos haga click en: www.liberaddictus.org/NumAnt.php Plasticidad sináptica y biología molecular de los receptores dopaminérgicos y glutamaérgicos implicados en el desarrollo del síndrome adictivo (primera de dos partes) Mecanismos de aprendizaje en la adicción y el fenómeno de sensibilización Las drogas psicoadictivas inducen la liberación de dopamina en todo el estriado, por tanto la estimulación de receptores dopaminérgicos D1 y la inducción en la expresión de genes. La expresión de genes inducidos por la estimulación de los receptores D1 está comúnmente asociadas a cambios plásticos en la conectividad sináptica, esto es, cambios a largo plazo dados en la efi cacia sináptica establecida por las respuestas de reforzamiento en las conexiones sinápticas y por los cambios estructurales de las mismas. Muchos aspectos relacionados con los cambios de comportamiento inducidos y dependientes de las drogas de abuso resultan por alteraciones que se producen en las conexiones sinápticas de las neuronas involucradas. Estos cambios no involucran alteraciones persistentes en la liberación de neurotransmisores, en este caso, la dopamina, o cambios en la sensibilidad posináptica que impliquen cambios en las respuestas de la neurona receptora, por las fl uctuaciones en la concentración del neurotransmisor presente en el espacio sináptico, y fi nalmente por cambios en la expresión de genes, dependiente del número de receptores activados, cuya variabilidad dependería de la cantidad liberada de neurotransmisores a partir de la terminal presináptica. A pesar de los múltiples logros obtenidos en la investigación sobre la adicción y los mecanismos de aprendizaje asociativo a nivel conductual, diversas investigaciones están enfocadas en los mecanismos homeostáticos que regulan la expresión de las conductas desde el punto de vista microscópico, esto es, desde la biología molecular y la célula. Una de las cualidades más sorprendentes de las drogas psicoadicitvas es su capacidad de comprometer múltiples mecanismos moleculares que participan en la Philippe Leff y Benito Antón* 2 más artículos en: www.liberaddictus.org/NumAnt.php plasticidad sináptica y por tanto en el reforzamiento de las conexiones sinápticas. Por tanto, las drogas psicoadictivas no sólo son capaces de modifi car la actividad sináptica en forma permanente, sino que además son capaces de modifi car a largo plazo circuitos neuronales específi cos, así como las neuronas operantes que resultan sensibles a los efectos farmacológicos de los psicoadictivos. Más aún, los psicoestimulantes entre otras droga psicoadictivas, tienen la capacidad de inducir y facilitar cambios en neuronas estriatales activas, preferencialmente en sinapsis de neuronas glutamaérgicas, donde la dopamina, actuando sobre sus receptores dopaminérgicos, es capaz de reforzar la asociación entre estímulos específi cos, con la respuesta de conductas particulares. Esta capacidad, que poseen las drogas facilitando cambios a nivel sináptico, favoreciendo el desarrollo y la habituación de mecanismos de aprendizaje en neuronas estriatales específi cas, permite entender la capacidad de las drogas psicoadictivas para promover tendencias asociativas, entre señales externas y contextos asociadas a la búsqueda y consumo de drogas que provocan la expresión de conductas o comportamientos específi cos, como por ejemplo la autoadministración de drogas en animales de experimentación,. El desarrollo de hábitos relacionados con respuestas conductuales a estímulos externos está sustentado por procesos de aprendizaje que ocurren a nivel neuronal, en donde regiones tan específi cas como el estriado dorsal tienen una prevalente participación. Asimismo, el hecho de que también ocurran eventos que inducen y facilitan cambios plásticos a nivel sináptico en el estriado ventral, implica que estos cambios sinápticos pueden contribuir al uso constante de drogas, promovido por procesos de aprendizaje relacionados con el signifi cado motivacional de distintas señales o estímulos asociados a la búsqueda y consumo de drogas. Sin embargo, la naturaleza exacta sobre los mecanismos que facilitan la relación entre un proceso de aprendizaje asociativo y las respuestas de sensibilización a drogas psicoadictivas es muy controversial. Diversas explicaciones han sido expuestas para explicar la asociación de estos fenómenos. Una posibilidad es que la respuesta de sensibilización (dependiente del contexto ambiental y experimental) a la exposición de drogas psicoadictivas, es facilitada por previas conductas y respuestas conductuales condicionadas ante los estímulos asociados a la administración de drogas. Por ejemplo, los psicoestimulantes, la apomorfi na (agonista dopaminérgico no selectivo) y agonistas selectivos de los receptores dopaminérgicos D1, incrementan la actividad locomotora en un animal, que puede quedar permanentemente condicionada a contextos y estímulos contextuales específi cos. Una vez establecido estas formas de conductas locomotoras condicionadas a patrones de estímulos o a un medio ambiente contextual, su inducción no requiere de incrementos agudos o súbitos en la liberación de dopamina. Sin embargo, el efecto agudo de la dosis administrada del psicoestimulante, facilitará la expresión de respuestas conductuales previas que inicialmente fueron condicionadas a estímulos o 3 más artículos en: www.liberaddictus.org/NumAnt.php señales contextuales, y que ahora son exacerbadas por los efectos de las drogas administradas, sin que se requiera la administración subsecuente de dosis elevadas seriadas de una droga. Esto es, concentraciones muy bajas de drogas son capaces de producir respuestas conductuales exacerbadas, como por ejemplo para reinstalar conductas que llevan a la autoadministración de drogas en animales experimentales, aun con agonistas dopaminérgicos de receptores parcialmente involucrados en el fenómeno adictivo como el receptor dopaminérgico D2. Si bien se ha demostrado que la estimulación de receptores dopaminérgicos D1 resulta necesaria para promover la expresión y adquisición de respuestas conductuales condicionadas a estímulos pareados: psicoestimulante/ estímulos medio ambientales; estos eventos farmacológicos no son aun sufi cientes, para inducir, fi jar y habituar las respuestas conductuales exacerbadas por los psicoadictivos. Por ejemplo, la inyección de anfetamina directa en el estriado no es capaz de inducir respuestas conductuales condicionadas ni eventos de sensibilización dependientes de contextos. Esto implica, que además de la acción de los psicoestimulantes sobre neuronas dopaminérgicas del mesencéfalo, también deben interactuar mecanismos neurales de aprendizaje asociativo para provocar los cambios conductuales y eventos de sensibilización que se observan y se expresan durante el consumo de las drogas de uso o abuso. En este contexto, diversas investigaciones han demostrado que los eventos moleculares que transcurren dentro de una célula neuronal son cruciales para determinar el fenómeno de sensibilidad y los eventos de recaída o relapso que determinan la adicción a múltiples drogas de abuso. Esto implica que los mecanismos moleculares determinan el proceso de almacenamiento de información específi ca en circuitos neuronales determinados, para inducir los eventos de sensibilidad y respuestas conductuales que se expresan en el fenómeno adictivo. Esta observación contrasta por mucho con los conceptos de sensibilización que se han propuesto a lo largo de los años, y que describen que el funcionamiento de una vía o sistema de neurotransmisión es capaz de expresar, en forma general, cambios irregulares en su actividad, independientemente del tipo o patrón de información adquirida. Si bien, de manera contextual, es cierto que los sistemas de transmisión sufren cambios en forma irregular, indistintamentede la información o patrón de información adquirida por estos circuitos neuronales en forma directa o indirecta, mediante otros circuitos neuronales, ambos mecanismos neurales parecen importantes en el fenómeno adictivo. Por ejemplo, cambios no asociativos (dependientes de estímulos asociativos o un ambiente contextual) que pueden detectarse en el sistema de transmisión dopaminérgica, permiten ajustar y remodelar los umbrales necesarios para que las drogas de abuso puedan ejercer sus efectos farmacológicos en asociación con aprendizajes asociativos. Más aún, se ha demostrado que los animales que responden conductualmente en forma hiperreactiva, esto es, que responden con una exacerbación de 4 más artículos en: www.liberaddictus.org/NumAnt.php respuestas locomotoras a estímulos novedosos, liberan grandes cantidades de dopamina al medio extracelular en respuesta a otros estímulos de tipo estresante o a la administración aguda, no repetitiva de psicoestimulantes. Estos animales son los que muestran una probabilidad mayor de ser entrenados en esquemas de autoadministración de drogas y, asimismo, los que pueden adquirir conductas motivacionales de auto-administración de psicoestimulantes. Una vez que ha sido establecido el fenómeno adictivo, el sistema de neurotransmisión dopaminérgico queda de alguna manera sensibilizado, y esta sensibilización es capaz de exacerbar los efectos de estímulos estresantes circunstanciales que determinan la probabilidad de incrementar el uso de una droga. Diversos estudios neurofarmacológicos, han demostrado que estos eventos de sensibilización no asociativa a los circuitos neuronales dopaminérgicos en la región ventral del estriado (núcleo accumbens, amígdala) son responsables de facilitar y promover el aprendizaje sobre las propiedades incentivas y/o motivacionales del estímulo. Estos mecanismos han sido ampliamente propuestos como eventos que determinan el desarrollo y la consolidación del fenómeno adictivo. Sin embargo, aún quedan muchas preguntas por resolver y contestar. Por ejemplo, cómo determina el fenómeno de sensibilización (tipo no asociativo) del sistema dopaminérgico mesocortico-límbico, la especifi cidad de una droga a ser autoadministrada. Esto es, porque no otros incentivos, como la comida y el sexo, son recluidos como estímulos de reforzamiento más importantes para mantener la actividad funcional del sistema dopaminérgico; en tanto que las drogas adictivas se convierten en el foco de activación de conductas motoras que se expresan en búsqueda y administración de drogas. Asimismo, los mecanismos neuronales que determinan el fenómeno de sensibilización no explican la especifi cidad de las señales o estímulos externos asociados al consumo de drogas, en inducir o provocar las recaídas o relapsos al consumo habitual de las drogas de abuso. Aprendizaje asociativo anormal y comportamientos compulsivos en la adicción Diversos estudios conductuales han demostrado que el aprendizaje de tipo asociativo es relevante, mas no fundamental, para facilitar el desarrollo de conductas relacionadas con el consumo de drogas, si bien las estadísticas referentes a los sujetos que consumen psicoestimulantes nos enseñan que no todos los individuos que consumen periódicamente estimulantes se tornan adictos. Por tanto, no todos los usuarios que consumen drogas de abuso son necesariamente adictos. Por lo tanto, es necesario separar dos aspectos notorios en los sujetos que usan las drogas como estímulos de reforzamiento y placer. Uno se refi ere al porqué los individuos toman drogas, y el segundo es porqué hay individuos que toman drogas en forma compulsiva. Basándonos en estos dos contextos, podemos enfatizar que los modelos animales que emplean esquemas sencillos de autoadministración de drogas, no representan los mejores modelos o los modelos adecuados 5 más artículos en: www.liberaddictus.org/NumAnt.php para explicar las causas que determinan la compulsividad de la ingesta de drogas adictivas, así como la búsqueda de estas y la recaída en su consumo, tal como ocurre en los sujetos humanos. Si bien, múltiples esfuerzos han sido realizados con el fi n de mejorar y generar modelos animales de autoadministración de drogas que nos permitan relacionar eventos de aprendizaje asociativo con el fenómeno adictivo, un factor crucial en el desarrollo de estas respuestas está relacionado con la forma como las drogas de abuso comprometen la sinapsis, promoviendo el desarrollo de cambios plásticos en estas subestructuras neuronales. Por ejemplo, recientemente se empiezan a emplear modelos animales, donde la liberación de dopamina está asociado al reforzamiento de conductas de aprendizaje normales. En estos animales se ha observado que cualquier evento de reforzamiento, o reforzadores naturales, que conlleva a realizar conductas que pueden ser predecibles, no inducen un incremento en la liberación de dopamina y, por tanto, no provocan un nuevo aprendizaje de naturaleza psicomotora. Sin embargo, la acción farmacológica per se, de los psicoestimulantes o de cualquier otra droga psicoadictiva, sobrepasa estas limitantes naturales o normales que encierra el fenómeno de aprendizaje. En consecuencia, el efecto farmacológico de las drogas de abuso podría inducir el reforzamiento de cierto grupo de sinapsis, o bien dicho, el reforzamiento de patrones sinápticos que están relacionados con la expresión de conductas de consumo compulsivo de drogas. Dicho en otras palabras, la expresión de conductas asociadas al consumo compulsivo de drogas podría deberse, también, al resultado entre una competencia sesgada de diversas opciones conductuales tomadas por el animal. Por ejemplo, dado que los sujetos humanos adictos disponen de un repertorio conductual muy restringido, se puede observar que, progresivamente, el fenómeno adictivo en estos sujetos es mediado por conductas pertinentes a actividades relacionadas con la adicción, esto es, los sujetos adictos gastan la mayoría de su tiempo en actividades relacionadas con drogas que en actividades extra-adictivas. Más aún, estas observaciones ponen en relieve la forma habitual en como los adictos aprenden y establecen un ritual fi jo en la administración de las drogas. Estas acciones, prácticamente se tornan automáticas, lo que implica que el desarrollo de hábitos automatizados se relaciona con la actividad de neuronas estriatales (localizadas en el estriado dorsal), y que son importantes en el aprendizaje asociativo en la ejecución de conductas motoras. En este contexto, se ha demostrado que entre todas las regiones cerebrales, el estriado dorsal muestra cambios más profundos y robustos en cuanto a la expresión de productos genómicos, como los productos de los genes tempranos (inmediate early genes, IEG, ver capítulos anteriores en LiberAddictus núms. 68 y 75) inducidos por una variedad de drogas adictivas. Por tanto, diversos investigadores han propuesto que la pérdida en el control del consumo de psicoadictivos surge como respuesta a los diversos cambios de plasticidad sináptica que ocurren en diferentes sistemas de transmisión, empleados para ejecutar acciones sin la participación de 6 más artículos en: www.liberaddictus.org/NumAnt.php funciones de atención. En el aprendizaje normal, la expresión de conductas altamente fl exibles se lleva a cabo como respuestas motoras automatizadas que en varias ocasiones resultan ser inapropiadas en el contexto conductual del animal. Estas respuestas conductuales parecen ser procesadas al nivel de la corteza prefrontal, como muchos investigadores han sugerido. Asimismo, diversos trabajos experimentales han demostrado que los eventos que regulan los cambios de plasticidad sináptica están altamente ligados con diversos mecanismos funcionales que se llevan a cabo en el interior de las neuronas. Estudios realizados donde se simulan aprendizajes de tipo asociativo en circuitos neuronales específi cos, demuestranque los cambios de plasticidad sináptica se desarrollan rápida y fácilmente, de forma que cualquier aprendizaje nuevo que ocurre en un circuito neuronal y que está determinado por los cambios de plasticidad sináptica, podían interferir con el almacenamiento de aprendizajes previos o representaciones previas. Estos mecanismos de plasticidad sináptica, han sido propuestos para explicar la patogénesis de la esquizofrenia. Si bien es cierto que los psicoestimulantes producen una potente y prolongada liberación anormal de neurotransmisores, existen sufi cientes observaciones que muestran que estas drogas son incapaces de inducir cambios plásticos importantes a nivel sináptico; eventos que contribuirían a la expresión fenotípica de un repertorio muy estrecho de conductas motoras asociadas al consumo de drogas adictivas ilícitas. Múltiples sistemas de memoria y el desarrollo del fenómeno adictivo En general, la concepción moderna que se tiene sobre los fenómenos de memoria y aprendizaje plantea que existen múltiples semi-independientes circuitos neuronales que regulan y determinan diferentes tipos de aprendizajes, y por tanto, de almacenamiento de memoria. A pesar de que estos circuitos neuronales están ampliamente interconectados, contribuyen en forma importante al desarrollo y expresión de diversos aspectos conductuales. Por ejemplo, a lo largo de estos capítulos, hemos enfocado nuestra atención en los circuitos cerebrales integrados en el estriado de los animales mamíferos, por las razones que implican el aprendizaje de conductas motoras automatizadas en el fenómeno adictivo. Sin embargo, es bien sabido que las drogas de abuso, similarmente comprometen otros mecanismos de aprendizaje que están regulados fi siológicamente por diferentes circuitos neuronales en diversas regiones cerebrales. Por ejemplo, el sistema de transmisión dopaminérgica se proyecta fuera de las áreas del estriado, a regiones neuroanatómicas como el hipocampo, amígdala y corteza prefrontal. Estos circuitos neuronales de naturaleza dopaminérgica han sido ampliamente estudiados en el contexto de su contribución como circuitos de memoria importantes para la consolidación del fenómeno adictivo. En este contexto, podemos mencionar que un evento que produce una recompensa al animal induce múltiples formas de aprendizaje, donde cada 7 más artículos en: www.liberaddictus.org/NumAnt.php uno contribuye de forma sustancial a los efectos general de reforzamiento de este evento o eventos de recompensa. Estos sistemas neuronales incluyen el aprendizaje asociativo entre un estímulo y una respuesta específi ca, el aprendizaje de connotar un signifi cado emocional a estímulos o señales y contextos ambientales asociados a eventos que producen un placer y recompensa al animal; asimismo, también involucran el desarrollo de memorias explícitas o declarativas que explican el episodio en donde un evento recompensante transcurrió. Cuanto más una tarea o labor es ejecutada, dependiendo de su contexto, los circuitos neuronales implicados en la elaboración de estas tareas sufren cambios adaptativos a la forma en cómo se ejecuta tal tarea, refl ejando cambios en la estrategia de elaborar una tarea operacional. Por ejemplo, animales experimentales expuestos a tareas de memorización de tareas operantes pueden inicialmente moverse hacia el objetivo, empleando circuitos neuronales hipocampales, mismos que permiten almacenar los conocimientos sobre la información del espacio, esto es, señales particulares especifi cados en el ambiente. A medida que la ejecución de estas tareas son aprendidas correctamente, el comportamiento del animal durante la ejecución de estas tareas operantes se tornan más automatizadas. Esto implica que, eventualmente, el animal ha cambiado el empleo de circuitos neuronales del hipocampo al empleo de circuitos neuronales localizados en el estriado dorsal, lo que le permite expresar una secuencia de movimientos fi jos y constantes relacionada con el aprendizaje inicial sobre la ejecución y memorización de una tarea específi ca. Asimismo, el sobreentrenamiento de una tarea determinada, puede provocar que esta se desarrolle en forma no contingente, esto es, que no exista la probabilidad de que pueda ocurrir o no, obteniendo un resultado favorable en su ejecución. Esto implica que el animal, inicialmente, emplea procesos de evaluación para defi nir si lleva a cabo cierta conducta en la ejecución de una labor aprendida, que fi nalmente la elabora en forma automatizada, donde el cerebro ha aprendido asociar un estímulo determinado con una respuesta conductas en forma de hábito. En forma similar, muchos factores del medio pueden resultar responsables en el desarrollo temprano de la adicción en los sujetos humanos. Por ejemplo, el valor motivacional que un sujeto proporciona y aprende de señales claves del medio, memorias explícitas de euforia, el aprendizaje de presiones sociales, etcétera. En general, podemos afi rmar que diferentes drogas de abuso son capaces de activar distintos circuitos neuronales implicados en la elaboración de diferentes procesos de memoria y aprendizaje. Por ejemplo, la nicotina no produce una euforia sustancial, como lo hacen los psicoestimulantes y los alcaloides opiáceos; sin embargo, es una sustancia que produce una potente adicción y que induce altos índices de recaídas. Tal como ocurre con el aprendizaje normal, el uso prolongado de drogas psicoadictivas puede inducir cambios en el empleo de los diferentes circuitos neuronales implicados en la elaboración de procesos 8 de aprendizaje contextuales, incrementando el empleo de circuitos neuronales implicados en la elaboración de conductas automatizadas, que propiamente se tornan relevantes en el consumo compulsivo de drogas ilícitas, criterio fundamental para establecer la consolidación de un fenómeno adictivo a una sustancia determinada. Nota *Instituto Nacional de Psiquiatría (INP) “Ramón de la Fuente”. más artículos en: www.liberaddictus.org/NumAnt.php
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