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La_data_de_la_muerte_un_desafio_no_resue

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Rev Esp Med Legal. 2010;36(2):47-48
0377-4732/ $ - see f ront mat t er © 2010 Asociación Nacional de Médicos Forenses. Publ icado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
www.elsevier.es/ mlegal
ISSN: 0377-4732
PUBLICACIÓN OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE MÉDICOS FORENSES
REVISTA ESPAÑOLA DE
MEDICINA
LEGAL Volumen 36 Número 2 Mayo-Agosto 2010
Fundada en 1974
www.elsevier.es/mlegal
EDITORIAL
La data de la muerte, un desafío no resuelto
NOTA EDITORIAL
Sobre la nueva ley de la interrupción voluntaria del embarazo
ORIGINALES
Cálculo del tiempo de inmersión de los cadáveres hallados 
en el agua: evaluación de un método frecuente para calcular 
el intervalo de tiempo mínimo de inmersión
Muerte por síndrome de delirium agitado en Andalucía
Evaluación mediante el Inventario MCMI-III de mujeres víctimas 
de maltrato psicológico por parte de su anterior pareja
CASOS MÉDICO-FORENSES
Un caso de muerte por ingestión masiva de clotiapina
Ependimoma como causa de muerte súbita en una niña donante 
de órganos 
MEDICINA FORENSE PRÁCTICA
Determinación de la data en el período precoz de la muerte: 
métodos instrumentales
MEDICINA LEGAL EN IMÁGENES
Nuevas armas, nuevas lesiones
FE DE ERRORES
REVISTA ESPAÑOLA DE 
MEDICINA LEGAL
EDITORIAL
La data de la muerte, un desafío no resuelto
The data of death, an unresolved challenge
Aurelio Luna Maldonado
Cát edra de Medicina Legal y Forense, Universidad de Murcia, Murcia, España
El est ablecimient o de la dat a de la muert e sigue const it u-
yendo uno de los problemas más complej os en pat ología 
forense. El número de t rabaj os sobre el t ema es uno de los 
indicadores más obj et ivos de su import ancia. Sin embargo, 
es preciso reconocer la real idad de la f rase de Henssge et 
al1, que afi rman que la cant idad de l i t erat ura exist ent e para 
la est imación de la dat a t iene relación inversa con su t ras-
cendencia práct ica. 
La precisión y la apl icabil idad de los procedimient os de-
penden de las caract eríst icas y las circunst ancias del fal le-
cimient o y del int ervalo post mórt em; se puede afi rmar que 
en las primeras 24 horas de dat a la combinación del est udio 
del pot asio en humor vít reo y la t emperat ura rect al of rece 
unos result ados acept ables, que mej oran con la incorpora-
ción de ot ros element os complement arios. La publ icación 
del nomograma de Henssge2 ha supuest o la int roducción del 
anál isis conj unt o de una serie de variables que permit en 
est ablecer la dat a; sin embargo, la real idad nos sigue de-
most rando la necesidad de mej orar la precisión. 
Uno de los fenómenos mej or y más est udiados es la t em-
perat ura, pero la variabil idad de los fact ores individuales y 
ambient ales que condicionan su evolución l imit a la apl ica-
ción práct ica de los regist ros de t emperat ura a pesar de los 
fact ores de corrección habit ualment e empleados (períme-
t ro abdominal, et c. ). El uso de los parámet ros bioquímicos 
se basa en su l iberación progresiva al fl uido en el que se 
anal izan (generalment e el humor vít reo), en relación con 
los procesos de aut ól isis post mórt em. Los modelos ut i l iza-
dos se basan en un modelo de difusión simple con dos fac-
t ores condicionant es de primer orden, la aut ól isis de las 
membranas biológicas y la diferencia de concent raciones a 
ambos lados de las membranas (gradient e de concent racio-
nes). Los modelos apl icados en la práct ica no permit en co-
rregir el hecho de que la velocidad de det erioro de la mem-
brana por la aut ól isis est á condicionada por la evolución de 
ést a (la t emperat ura, los procesos agónicos, la causa de la 
muert e, et c. ) y sigue una cinét ica dist int a del gradient e de 
concent ración y que exist en fact ores como la carga eléct ri-
ca del element o bioquímico, la fuerza iónica del medio, la 
afi nidad hacia las prot eínas, et c. , que condicionan sust ant i-
vament e el proceso de difusión. 
El uso conj unt o de mét odos bioquímicos y la t emperat ura 
mej ora las est imaciones siempre que se real ice en las pri-
meras 24 h de dat a3; a part ir de ent onces la precisión dismi-
nuye proporcionalment e al int ervalo t ranscurrido. Es im-
port ant e recordar que los procesos en que nos basamos 
para la est imación de la dat a requieren siempre una int er-
pret ación individual izada en función de los fact ores indivi-
duales y circunst anciales que condicionan signifi cat ivamen-
t e su evolución; en la medida en que el mét odo usado no 
t enga present es est os fact ores, la est imación de la dat a 
pierde rigor y nos alej amos de nuest ro obj et ivo.
Los modelos mat emát icos clásicos de ut i l idad relat iva, 
basados fundament alment e en modelos l ineales y logarít -
micos (según los casos), deben sust it uirse por modelos ba-
sados en un modelo est ocást ico, donde la result ant e fi nal 
de los indicadores que nos sirven para la est imación de la 
dat a son f rut o de la int eracción de un conj unt o de fact ores 
que a su vez est án relacionados ent re sí, y donde se pueda 
t ener en cuent a el peso de cada fact or de forma aj ust ada y 
se pueda anal izar las int eracciones ent re los fact ores. La 
necesidad de elaborar un modelo mat emát ico que incluya Correo elect rónico: aurluna@um.es
48 A. Luna Maldonado 
las int eracciones ent re los fact ores para aj ust ar la precisión 
de las est imaciones sigue siendo una cuest ión pendient e.
El desarrol lo de nuevos modelos mat emát icos permit e 
una opt imización en el t rat amient o de los dat os4, pero sigue 
siendo fundament al la complement ariedad de las t écnicas; 
no es lo mismo describir mediant e un modelo mat emát ico 
el comport amient o de un parámet ro que expl icarlo. La pre-
dicción de un fenómeno biológico mediant e unos dat os re-
quiere no sólo un conocimient o de cómo se desarrol la el 
proceso, sino t ener un modelo expl icat ivo que t enga en 
cuent a los fact ores que lo condicionan.
Recient ement e se ha incorporado el est udio espect rofo-
t omét rico de las l ivideces cadavéricas5 para la est imación 
de la dat a, que puede ut i l izarse de forma conj unt a con los 
ot ros dat os.
La int roducción de la prot eómica y la met abolómica nos 
permit e increment ar el arsenal de mét odos apl icables a la 
est imación de la dat a de la muert e6.
En el int ervalo de las 24 a las 72 h se requiere la ut i l iza-
ción conj unt a de los dat os bioquímicos j unt o con un conj un-
t o de dat os complement arios que dependen de las caract e-
ríst icas concret as del caso, y a part ir de las 72 h las 
difi cult ades se increment an exponencialment e; si bien el 
uso de la fauna cadavérica result a un indicador út i l , es pre-
ciso disponer de est udios específi cos regionales para au-
ment ar la precisión de la est imación7-9.
Exist en nuevos mét odos que podrían complement ar los 
dat os de la fauna cadavérica aun cuando requieren de un 
cont rast e con series sufi cient ement e amplias10,11.
Result a fundament al est ablecer est udios mult icént ricos 
basados en la complement ariedad de los mét odos y con un 
número sufi cient e de casos que nos permit an desarrol lar 
modelos mat emát icos expl icat ivos fi ables, que t engan en 
cuent a el peso de los diferent es fact ores (individuales y am-
bient ales).
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