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E V O L U C I Ó N Y S I S T E M Á T I C A M I C R O B I A N A S 371 U N ID A D 3 condiciones de la superficie de la Tierra hace más de 4.000 millo- nes de años, en concreto las temperaturas extremadamente altas y los niveles de radiación ultravioleta, debieron de resul- tar hostiles para la formación de la vida tal como la conocemos. Una hipótesis sostiene que la vida se podría haber originado muy por debajo de la superficie terrestre, en las fuentes hidro- termales del lecho oceánico (Figura 12.3). Allí, las condiciones habrían sido menos inhóspitas y más estables que en la super- ficie. En las fuentes hidrotermales se dispondría de un suminis- tro constante y abundante de energía en forma de compuestos inorgánicos reducidos —por ejemplo hidrógeno (H 2 ) y sulfuro de hidrógeno (H 2 S). La geoquímica exclusiva de estos lugares podría haber permitido la formación de moléculas imprescin- dibles para el surgimiento de la vida y la formación de estructu- ras compartimentalizadas necesarias para la conservación de la energía. Haya sido en el lecho marino o en cualquier otro sitio, alguna forma de química prebiótica debió de facilitar el desa- rrollo de los primeros sistemas autorreplicativos, los precurso- res de la vida celular. de asteroides y otros objetos del espacio, persistieron segura- mente durante unos 500 millones de años. El agua en la Tie- rra se originó a partir de innumerables colisiones con cometas y asteroides helados y de la liberación de gases volcánicos del interior del planeta. Dada la temperatura de la Tierra en esa época, el agua habría estado presente únicamente en forma de vapor. Hasta el momento no se han descubierto rocas datadas en el origen de la Tierra, probablemente porque han sufrido metamorfosis geológica. No obstante, se han descubierto cris- tales antiguos del mineral zirconio (ZrSiO 4 ), y estos materia- les nos permiten entrever las condiciones de la Tierra en esa época. Las impurezas atrapadas en los cristales y la relación iso- tópica de oxígeno en los minerales ( Sección 18.9) indican que es posible que hace al menos 4.300 millones de años que se empezó a formar la corteza sólida y que el agua se empezó a condensar en los océanos. La presencia de agua líquida significa que las condiciones podrían haber sido compatibles con la vida unos 200 millones de años después de que se formara la Tierra. Algunas de las rocas sedimentarias más antiguas descubier- tas hasta ahora están en el sudoeste de Groenlandia y datan de hace unos 3.860 millones de años. Su composición sedimentaria indica que en aquella época ya existían los océanos. Los restos fosilizados de lo que parecen ser células (Figura 12.2) y el carbono isotópicamente «ligero» abundante en estas rocas proporcio- nan la prueba más temprana de vida microbiana (en la Sección 18.9 trataremos del uso de los análisis isotópicos de carbono y azufre como indicadores de procesos vivos). Origen de la vida celular El origen de la vida en nuestro planeta sigue siendo el mayor de los misterios, oscurecido por las profundidades del tiempo. Hay pocas rocas que hayan permanecido inalteradas para dar testimonio de este período de la historia de la Tierra. Las prue- bas experimentales indican que los precursores orgánicos de las células se pueden formar espontáneamente en determina- das condiciones, lo que satisfaría los requisitos previos para la formación de los primeros sistemas vivos. No obstante, las Figura 12.2 Vida microbiana ancestral. Micrografía electrónica de barrido de bacterias fósiles encontradas en rocas de hace 3.450 millones de años del cinturón de rocas verdes Barberton (Sudáfrica). Obsérvense los bacilos (flecha) unidos a partículas de materia mineral. Las células tienen un diámetro aproximado de 0,7 μm. F ra n c e s W e s ta ll Figura 12.3 Chimeneas submarinas y su posible relación con el origen de la vida. Modelo del interior de una chimenea hidrotermal que muestra una hipotética transición de la química prebiótica a la vida celular. Recuadro: foto de una chimenea hidrotermal. El fluido hidrotermal, caliente y con abundantes minerales, se mezcla con el agua marina, más fría y más oxidada, y forma precipitados de compuestos de Fe y S, arcillas, silicatos y carbonatos. Los precipitados minerales forman poros que podrían haber servido como compartimentos energéticos que habrían facilitado la aparición de formas de vida precelulares. Agua marina (< 20 ºC, contiene metales, CO2, y PO4 2–) Flujo ascendente de sustancias en la chimenea Chimenea: precipitados de arcilla, sulfuros metálicos, sílice y carbonatos Corteza oceánica NH4 + CH4 H2S Azúcares Amino- ácidos Bases nitroge- nadas CN–CO CH3SH HCO3 – Nutrientes en fumarolas hidrotermales A n n a -L o u is e R e y s e n b a c h a n d W o o d s H o le O c e a n o g ra p h ic I n s ti tu ti o n H2 Finalmente, las bicapas lipídicas ocuparon el lugar de los compartimentos minerales y permitieron que las primeras células se dispersaran en nuevos hábitats Los compartimentos permiten acoplar reacciones energéticas con replicación molecular Los poros minerales forman los primeros compartimentos biológicos https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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