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Ideas respecto al origen del Sistema Solar.

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En torno a la Tierra gira su único satélite natural: la Luna, la que describe una órbita bastante
excéntrica y compleja trasladándose con una velocidad media de 1,2 km/s. 
 Ideas respecto al origen del Sistema Solar.
Toda la información que ha ido obteniendo el hombre como resultado de las investigaciones
astronómicas, astrofísicas, cosmoquímicas y otras tienen una enorme significación para
dilucidar el problema tan discutido de la formación del Sistema Solar. Así, la humanidad se
aproxima día a día al descubrimiento de la verdad sobre este secreto que, sin dudas, tiene
implicaciones científicas, incluyendo concepciones filosóficas.
En la actualidad se plantea que la validez de cualquier teoría o hipótesis científica sobre el
origen del Sistema Solar esta determinada por su correspondencia con las diferentes
observaciones astrofísicas y los valores de los parámetros físicos más importantes (tabla 1.2)
del Sol y los planetas que lo circundan.
Tabla 1.2
Parámetros físicos principales del Sol y los planetas.
Sistema Solar
Distancia
media al Sol
Radio 
Medio
Masa
Densidad 
(g/cm3)
Comparados con la Tierra
Sol - 109,1 333 400 1,41
Mercurio 0,39 0,38 0,055 5,44
Venus 0,72 0,97 0,815 5,25
Tierra 1,00 1,00 1,00 5,42
Marte 1,52 0,53 0,107 3,94
Júpiter 5,20 10,95 318,05 1,33
Saturno 9,54 9,02 95,147 0,69
Urano 19,19 4,00 14,58 1,26
Neptuno 30,70 3,92 17,23 1,67
Plutón 39,52 0,46 0,1 4,90
Del análisis de esta tabla y de otros datos astronómicos y astrofísicos conocidos, se pueden
apreciar algunas regularidades interesantes que pueden servir de base para valorar
críticamente las hipótesis fundamentales enunciadas sobre el origen del Sistema Solar. Entre
estas regularidades, las más importantes son:
1. El Sol contiene más del 99.8 % de la masa del Sistema Solar en su conjunto.
2. Todos sus planetas giran alrededor del Sol en una misma dirección en órbitas casi
circulares, prácticamente en el mismo plano. Las desviaciones mayores respecto a este se
observan en los planetas de los extremos (Mercurio y Plutón), los cuales, además, poseen
órbitas elípticas más alargadas. 
3. La rotación de los planetas alrededor de sus ejes coincide en dirección con la
correspondiente al Sol, a excepción de Venus y Urano; la mayoría de los satélites giran en
la misma dirección. Los ejes de rotación de la mayoría de los planetas forman un ángulo
casi recto con el plano de sus órbitas .
4. La mayor parte del momento cinético del Sistema Solar está concentrado en los planetas
(98%), a pesar de que la concentración de masa se encuentra en el Sol.
5. Los planetas muestran una distribución algo regular, formando dos grupos contrastantes:
1) Mercurio, Venus, Tierra y Marte (planetas de grupo terrestre o interiores); 2) Júpiter,
Saturno, Urano y Neptuno (planetas gigantes o exteriores ).
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Los planetas del grupo terrestre se caracterizan por presentar: pequeñas dimensiones,
elevada densidad, pequeña masa y velocidad insignificante al rotar alrededor de sus ejes.
Poseen pocos satélites: Tierra (1) y Marte (2), cuyas densidades son próximas a las de los
planetas correspondientes. 
Los planetas gigantes se caracterizan por tener: inmensas dimensiones, escasa densidad,
considerable masa y altas velocidades de rotación que provocan una fuerte contracción en
los polos; poseen numerosos satélites: Júpiter (12), Saturno (10), Urano (5) y Neptuno (2) .
Por sus particularidades físicas, estos satélites se asemejan a los planetas de este grupo, y la
densidad de algunos satélites de Saturno llega a descender hasta 0,1 g/cm3.
Según la hipótesis formulaba por el teórico inglés R. A. Litleton, Plutón pudo haber sido
un exsatélite de Neptuno el cual se alejó de este último como consecuencia de su
aproximación (choque) con Tritón. Desde hace algunos años esta hipótesis es muy
discutida, sobre todo después que fue descubierto el satélite de Plutón, no existiendo una
explicación confiable sobre el origen del extraño sistema doble de Plutón y su satélite en la
periferia del Sistema Solar.
6. El movimiento de los asteroides y los planetas se parece bastante. La mayoría de los
asteroides se mueven en órbitas circulares en la misma dirección que todos los planetas. El
plano de sus órbitas está cercano al plano total de las órbitas del sistema supone que los
asteroides son grandes trozos de un décimo planeta del Sistema Solar (denominado
Faetón ) que se destruyo a causa de una catástrofe cósmica e, incluso, se ha llegado a
plantear que Fobos (uno de los satélites de Marte) representa uno de estos fragmentos
atraído por el campo gravitatorio de Marte .
De acuerdo con todo lo explicado hasta aquí, ya es posible adentrarse en el análisis crítico de
las hipótesis más importantes enunciadas sobre el origen del Sistema Solar. Para ello debe
plantearse inicialmente que han existido dos tendencias fundamentales en este sentido: origen
caliente o nebular, origen frío o meteórico.
 Hipótesis de Kant – Laplace . 
Entre las numerosas hipótesis formuladas sobre el origen del Sistema Solar, la expuesta
independientemente por el filosofo alemán I. Kant (1755), tuvo una vigencia absoluta durante
más de un siglo.Según esta hipótesis, el Sistema Solar se formó de una enorme nebulosa
incandescente que giraba alrededor de un eje central. Las dimensiones iniciales de esta
nebulosa eran muy superiores a las dimensiones actuales del Sistema Solar. Con el transcurso
del tiempo, la nebulosa se fue enfriando y, por lo tanto, sus dimensiones se fueron
disminuyendo, con el aumento consiguiente de su velocidad de rotación y de su fuerza
centrífuga. Gradualmente, la nebulosa se achataba cada vez más, ensanchándose por el
ecuador, adquiriendo así una forma de disco comenzaron a separarse anillos de agua. El
enfriamiento de los anillos condujo a su disgregación y a la agrupación de la sustancia
formadas los planetas primitivos, mientras que en el núcleo de la nebulosa se formaba el Sol.
De estos planetas podían también separarse anillos que, finalmente, se fragmentaban y se
aglomeraban formando los satélites (fig. 1.4).
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Fig. 1.4- Esquema de la formación del Sistema Solar (según Kant y Laplace).
De acuerdo con esta hipótesis, la formación de los planetas y sus satélites se inicio antes de
que el sol hubiese quedado estructurado por completo. La argumentación físico-mecánica de
esta hipótesis fue enunciada por Laplace apoyándose en diferentes observaciones
astronómicas realizadas a las nebulosas que poseen distintos grados de compresión, y
suponiendo que estas eran similares a la que dio origen a nuestro Sistema Solar.
El progreso ulterior de la astronomía ha demostrado que las nebulosas visibles del Universo
no son nubes gaseosas que se van concentrando gradualmente en estrellas y planetas, sino
gigantescas galaxias separadas de nosotros por distancias enormes.
Esta hipótesis lograba explicar muchas particularidades estructurales del Sistema Solar, tales
como: la dirección única de rotación del Sol y de los planetas, las formas de las órbitas
planetarias próximas a las circulares, etc.
Sin embargo, a medida que fueron apareciendo nuevos datos sobre la estructura del Sistema
Solar, surgieron muchas contradicciones que la tornaron inconsistente. De aquí se derivaron
una serie de críticas, entre las que se destacan:
1- No permite explicar las causas de la rotación opuesta de algunos planetas (Venus y
Urano) y varios de sus satélites (de Marte, de Júpiter).
2- Resulta incompetente para argumentar las diferencias observadas en la densidad, las
dimensiones y la masa entre los planetas del grupo terrestre y los planetas gigantes.
3- No da solución al problema de la distribución anómala de los momentos cinéticos entre el
Sol y los planetas.
 Hipótesis de Shmidt.
La hipótesis propuesta por el académico soviético O. Y. Shmidt (1944)incluyó una idea
primordialmente nueva que consideraba el origen “frío” del Sistema Solar.
El supone que el Sol y los planetas se originaron a partir de fuentes diferentes. En una de las
fases de su desarrollo, el sol (cuyo origen no se examina ) atrajo en la galaxia una nebulosa
fría de gas y polvo, que poseía un propio y considerable momento cinético. La rotación en el
fuerte campo gravitatorios del sol condujo a una complicada redistribución de las partículas
meteóricas (según la masa, la densidad, las dimensiones). Originalmente estas partículas se
movían alrededor del sol en órbitas elípticas con las excentricidades y direcciones mas
variables. El surgimiento de choques entre estas partículas provoco que sus órbitas se hicieran
menos excéntricas hasta que la mayoría de ellas iban a acércanos a un plano central. El
resultado de esto fue que la nebulosa se achato y condenso, habiéndose las colisiones
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(choques) mas frecuentes, acumuladores las partículas en un disco de mucha mayor densidad
que la nebulosa original. Al alcanzar una cierta densidad critica el sistema de pequeñas
partículas se tornó inestable, y bajo la influencia de la gravedad de las que presentaban las
masas mayores, se formaron las primeras condensaciones de masa (comparable con la de los
asteroides) que constituyeron los embriones de los futuros planetas. La incorporación de
partícula de polvo dispersas propicio el incremento de las dimensiones de todas
condensaciones iniciales; al mismo se iban intensificando los campos gravitatorios de estos
embriones, facilitándose así la captura de todas las partículas que se movían en sus cercanías.
Por fin, a partir de un pequeño numero de estos cuerpos masivos se originaron los planetas
que continuaron moviendo alrededor del Sol en una dirección equivalente a la de la nube
original (fig 1.5).
Fig. 1.4- Formación del Sistema Solar según la hipótesis de O. Y.
Schmidt (1944). (Tomado del libro Geología General e Histórica,
Editorial Mir, 1981).
De forma semejante se formaron los satélites de cada planeta, los cuales quedaron atrapados
por el campo gravitatorio que les corresponde a estos y, en virtud de ello, se mantuvieron
girando a su alrededor.
Durante el proceso de formación de los planetas ocurrió una diferenciación química de la
nebulosa de polvo y gas original, como resultado de la acción de las radiaciones solares sobre
las partículas que la componían. Esto condujo a que, en las regiones cercanas al Sol, no
existieran compuestos volátiles (NH3, CH4, H2O) pues estos se volatilizaron y se trasladaron
hacia las regiones mas externas de la nebulosa, donde las temperaturas eran cercanas al cero
absoluto con lo cual favores la solidificación de estos gases. De ahí que en la parte mas
interna de la nebulosa solo fueran quedando los compuestos de mas altas temperaturas de
fusión (silicatos y algunos metales) así explican Shmidt las diferencias que se aprecian entre
los parámetros físicos de los planetas del grupo terrestre y de los planetas gigantes; los
primeros se originarían principalmente de los compuestos silicatados y metales que
abundaban en la parte interior de la nebulosa, mientras los otros se formaban a causa de la
acumulación de compuestos volátiles congelados que constituían la mayor parte de la masa de
la nebulosa original.
De acuerdo con la hipótesis de Shmidt, del estado térmico inicial de la Tierra fue frío. El
calentamiento de las profundidades terrestres estuvo vinculado con procesos de
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	Radio
	Medio
	Masa
	Comparados con la Tierra
	1. El Sol contiene más del 99.8 % de la masa del Sistema Solar en su conjunto.
	2. Todos sus planetas giran alrededor del Sol en una misma dirección en órbitas casi circulares, prácticamente en el mismo plano. Las desviaciones mayores respecto a este se observan en los planetas de los extremos (Mercurio y Plutón), los cuales, además, poseen órbitas elípticas más alargadas.
	3. La rotación de los planetas alrededor de sus ejes coincide en dirección con la correspondiente al Sol, a excepción de Venus y Urano; la mayoría de los satélites giran en la misma dirección. Los ejes de rotación de la mayoría de los planetas forman un ángulo casi recto con el plano de sus órbitas .
	4. La mayor parte del momento cinético del Sistema Solar está concentrado en los planetas (98%), a pesar de que la concentración de masa se encuentra en el Sol.
	5. Los planetas muestran una distribución algo regular, formando dos grupos contrastantes: 1) Mercurio, Venus, Tierra y Marte (planetas de grupo terrestre o interiores); 2) Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno (planetas gigantes o exteriores ).
	Los planetas del grupo terrestre se caracterizan por presentar: pequeñas dimensiones, elevada densidad, pequeña masa y velocidad insignificante al rotar alrededor de sus ejes. Poseen pocos satélites: Tierra (1) y Marte (2), cuyas densidades son próximas a las de los planetas correspondientes.
	Los planetas gigantes se caracterizan por tener: inmensas dimensiones, escasa densidad, considerable masa y altas velocidades de rotación que provocan una fuerte contracción en los polos; poseen numerosos satélites: Júpiter (12), Saturno (10), Urano (5) y Neptuno (2) . Por sus particularidades físicas, estos satélites se asemejan a los planetas de este grupo, y la densidad de algunos satélites de Saturno llega a descender hasta 0,1 g/cm3.
	Según la hipótesis formulaba por el teórico inglés R. A. Litleton, Plutón pudo haber sido un exsatélite de Neptuno el cual se alejó de este último como consecuencia de su aproximación (choque) con Tritón. Desde hace algunos años esta hipótesis es muy discutida, sobre todo después que fue descubierto el satélite de Plutón, no existiendo una explicación confiable sobre el origen del extraño sistema doble de Plutón y su satélite en la periferia del Sistema Solar.
	6. El movimiento de los asteroides y los planetas se parece bastante. La mayoría de los asteroides se mueven en órbitas circulares en la misma dirección que todos los planetas. El plano de sus órbitas está cercano al plano total de las órbitas del sistema supone que los asteroides son grandes trozos de un décimo planeta del Sistema Solar (denominado Faetón ) que se destruyo a causa de una catástrofe cósmica e, incluso, se ha llegado a plantear que Fobos (uno de los satélites de Marte) representa uno de estos fragmentos atraído por el campo gravitatorio de Marte .

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