OÍDO MEDIO

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desarrollados en hombres) y aparecen glándulas ceruminosas, una forma especial de 
glándula sudorípara apócrina, que cuando la secreción se mezcla con la de las glándulas 
sebáceas se forma cerumen (que impide la maceración de la piel y, junto con los pelos del 
trago, contribuye a dificultar la entrada de cuerpos extraños a la parte más profunda del 
conducto auditivo); mientras que en la porción ósea casi no se encuentran pelos ni 
glándulas. 
 
OÍDO MEDIO 
El oído medio comprende la cavidad timpánica, la membrana timpánica, los 3 
huesecillos del oído, el antro mastoideo y las celdillas mastoideas y la trompa auditiva o 
de Eustaquio. El oído medio tiene por función adaptar la baja impedancia acústica (la 
resistencia que opone un medio al movimiento cuando es afectado por una onda de 
presión) en el oído externo lleno de aire a la mayor impedancia acústica en el oído interno 
lleno de líquido. La membrana timpánica y la cadena de huesecillos del oído transforman 
las ondas sonoras del aire en ondas de líquido en la perilinfa del oído interno; la 
impedancia acústica es mucho menor en el aire que en la perilinfa, por lo que se 
requieren mayores fuerzas para hacer vibrar la perilinfa que el aire, por lo que actúan en 
conjunto transformando grandes variaciones y pequeñas fuerzas sobre la membrana 
timpánica, en pequeñas variaciones y grandes fuerzas en la ventana oval. 
 
La cavidad timpánica es una pequeña cavidad irregular llena de aire. Se comunica 
lateralmente con la membrana timpánica, medialmente con el oído interno, anteriormente 
con la trompa auditiva (que la comunica con la nasofaringe, por donde llega el aire) y 
posteriormente con el antro mastoideo y las celdillas mastoideas. 
 La cavidad timpánica está revestida por una mucosa que también recubre todas las 
estructuras internas. La lámina epitelial en la mayor parte de la cavidad timpánica se 
compone de epitelio plano simple, pero en la parte anterior (en especial cerca del orificio 
de la trompa auditiva) posee epitelio cilíndrico pseudoestratificado ciliado con células 
caliciformes; y salvo las células caliciformes, no existen glándulas en la mucosa de la 
cavidad timpánica. La lámina propia se compone de una delgada capa de tejido conectivo 
que fija la mucosa de la cavidad timpánica a las estructuras subyacentes. 
 
La membrana timpánica es una membrana semitransparente delgada que separa la 
cavidad timpánica del conducto auditivo externo. Es ligeramente oval, con un diámetro de 
alrededor de 1cm. Tiene una porción tensa, que es la mayor parte de la membrana y se 
encuentra estirada; y una porción flácida, que es una pequeña parte en la región superior 
y se encuentra más laxa y delgada. 
La membrana timpánica se compone de 3 capas: una capa intermedia de tejido 
conectivo fibroso, recubierta externamente (hacia el conducto auditivo) por piel e 
internamente (hacia la cavidad timpánica) por mucosa. La capa intermedia de tejido 
conectivo fibroso representa la mayor parte de la membrana timpánica y se compone 
sobre todo de densos haces de fibras colágenas dispuestas en dos capas, con fibras 
elásticas y fibroblastos: en la capa externa las fibras se irradian hacia afuera, mientras 
que en la capa interna presentan una disposición circular. La piel que reviste la superficie 
externa es delgada, no queratinizada y carece de pelos y glándulas; y se compone de una 
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fina epidermis que yace sobre una delgada capa de tejido conectivo subepidérmico. La 
mucosa que reviste la superficie interna está compuesta por epitelio plano simple que 
descansa sobre una delgada lámina propia. 
 
Los huesecillos del oído son 3 pequeños huesos que por su forma se denominan 
martillo, yunque y estribo. Los 3 conforman una cadena continua que se extiende desde la 
membrana timpánica hasta la ventana oval: el manubrio del martillo está unido a la 
membrana timpánica, mientras que la base del estribo coincide como una tapa en la 
ventana oval fijándose a sus bordes mediante un ligamento. Los 3 huesecillos están 
unidos entre sí por pequeñas articulaciones verdaderas (aunque con muy escasa 
capacidad de movimiento) y con las paredes de la cavidad timpánica mediante ligamentos 
delgados. 2 pequeños músculos estriados esqueléticos se fijan al martillo y el estribo: el 
músculo tensor del tímpano parte de la porción anterior de la cavidad timpánica y 
transcurre hacia atrás para fijarse en el manubrio del martillo, por lo que ante la acción de 
un sonido intenso el músculo se contrae y el manubrio del martillo y la membrana 
timpánica son traccionados hacia adentro, modificando las propiedades mecánicas del 
oído medio y atenuando la ampliud de las vibraciones; y el músculo del estribo parte 
desde la pared posterior de la cavidad timpánica y transcurre hacia adelante para fijarse a 
la cabeza del estribo, por lo que ante la acción de un sonido intenso el músculo se contrae 
y el estribo es traccionado hacia atrás, modificando las propiedades mecánicas del oído 
medio (tiene como función proteger al oído interno contra el daño como consecuencia de 
las acciones de sonidos intensos). 
Los 3 huesecillos se componen de tejido óseo compacto y parte de la base del estribo 
está compuesta por cartílago hialino. Los huesos y los ligamentos están revestidos por la 
mucosa de la cavidad timpánica fijada al periostio de los huesos. 
 
El antro mastoideo es la comunicación llena de aire entre la cavidad timpánica y las 
celdillas mastoideas. 
Las celdillas mastoideas son varias cavidades de tamaño variable llenas de aire, que 
se comunican con el antro. Todas estas cavidades están revestidas por la mucosa de la 
cavidad timpánica. 
 
La trompa auditiva o de Eustaquio es un tubo de unos 4cm que comunica la pared 
anterior de la cavidad timpánica con la nasofaringe. Su función es ventilar la cavidad 
timpánica para mantener la misma presión de aire a ambos lados de la membrana 
timpánica. Tiene una porción ósea que comprende el 1/3 pósterolateral y una porción 
cartilaginosa que comprende los 2/3 ánteromediales. El cartílago es elástico y presenta 
una forma de surco orientado hacia abajo, sobre el cual se extiende una capa de tejido 
conectivo fibroso que completa el tubo. 
La mucosa se compone de una capa epitelial sobre una lámina propia. La lámina 
epitelial constituye una continuación del epitelio de la nasofaringe, que es cilíndrico 
pseudoestratificado ciliado con células caliciformes (en mayor número en la porción 
cartilaginosa). En la porción ósea, la lámina propia se compone de una delgada capa de 
tejido conectivo que fija el epitelio al periostio; en la porción cartilaginosa, la lámina propia 
es una capa de tejido conectivo más gruesa y laxa con abundantes glándulas mucosas;