Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
ACTUALIZACIÓN DE PATOLOGÍA RESPIRATORIA SOCAMPAR 2022 SOCIEDAD CASTELLANOMANCHEGA DE PATOLOGÍA RESPIRATORIA (SOCAMPAR) EDITORES: ALEJANDRO GOLFE BONMATÍ SERGIO GARCÍA CASTILLO RAÚL GODOY MAYORAL 1 2 Primera edición: 2022 Editores: Dr. Agustín Ortega Cerrato. Dr. Juan Pérez Martínez D. Alejandro Golfe Bonmatí Dr. Sergio García Castillo Dr. Raúl Godoy Mayoral Ilustraciones de la portada: Raul Godoy Mayoral La totalidad del material gráfico empleado en esta obra es original y los derechos de imagen han sido cedidos por los interesados. Editorial: Fundación BIOTYC Impreso en España. Los autores de esta obra han verificado toda la información con fuentes fiables para asegurarse de que esta sea completa y acorde con los estándares aceptados en el momento de la publicación. Los posibles errores humanos o de cambio en las ciencias médicas, ni los autores, ni la editorial, ni cualquier otra persona implicada en el desarrollo de esta obra, garantizan que la totalidad del material aquí contenido sea exacto o completo y no se responsabilizan de errores u omisiones que de ellos se pueda generar. El lector deberá tener especial cuidado en la lectura de los fármacos y situaciones clínicas sobre los que se advierte diversas pautas o que son objeto de polémica, las opiniones vertidas representan únicamente las de los autores, sin que se niegue validez a otras que pueden diferir de las mismas. Aconsejamos la consulta de textos especializados, publicaciones científicas periódicas y obras más extensas y detalladas cuando se quiera ampliar la información. Los editores han hecho todos los esfuerzos para localizar a los titulares del copyright del material utilizado por los autores. Si inadvertidamente hubieran omitido alguno, se harán los arreglos en la primera oportunidad que se les presente para tal fin. Fotocopiar es un delito (art. 270 C.P.) Este libro está legalmente protegido por los derechos de propiedad intelectual. Cualquier uso, fuera de los límites establecidos por la legislación vigente, sin el consentimiento del editor, es ilegal. Esto se aplica en especial a la fotocopia y en general a la reproducción en cualquier formato o soporte. ISBN: 978-84-15898-77-1 Depósito legal: D.L. AB 317-2022 Los autores han revisado con especial atención las dosis y pautas de los tratamientos que se exponen en esta obra. Debe tenerse en cuenta que las presentaciones de los fármacos y las dosificaciones recomendadas pueden cambiar con el tiempo. Recomendamos al lector utilizar de un modo juicioso la información terapéutica descrita en esta obra y siempre de acuerdo con aquella que se indica en los prospectos de los fabricantes de los productos que se mencionan y con la información referida en la bibliografía. 3 4 ÍNDICE DE AUTORES 1. Alcaraz Barcelona, Marina. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 2. Almonte Batista, Wanda. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 3. Alonso Rodríguez, Miguel. Servicio Neumología. Hospital General Universitario de Guadalajara. Guadalajara. 4. Andúgar Moreno, Marta Libertad. Servicio de Alergología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 5. Artero Clemente, Myriam. Servicio de Neumología. Hospital Nuestra Señora del Prado. Talavera de la Reina, Toledo. 6. Callejas González, Francisco Javier. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 7. Campos Pérez, Mónica. Servicio de Radiodiagnóstico. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 8. Ceballos Romero, Juan Carlos. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 9. Chica Zafrá, Ana. Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Zona I. Albacete. 10. Cruz Ruíz, Javier. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 11. Golfe Bonmatí, Alejandro. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 12. Hurtado Fuentes, Álvaro. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 13. Jiménez López, Jesús. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 14. López Miguel, Concepción Patricia. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 15. López Monzoni, Sonia. Servicio Neumología. Hospital General Universitario de Guadalajara. Guadalajara. 16. Molina Cano, Ángel. Unidad de Neumología. Hospital de Hellín. Hellín, Albacete. 17. Morena Vallés, Diego. Servicio Neumología. Hospital General Universitario de Guadalajara. Guadalajara. 18. Núñez Ares, Ana. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 19. María de los Ángeles Olivares Mendoza. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 20. Perea Rozas, Rodrigo. Servicio de Neumología. Hospital Nuestra Señora del Prado. Talavera de la Reina, Toledo 21. Pérez Saus, Irene. Servicio de Radiodiagnóstico. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 22. Reyes Mena, Noel. Servicio de Neumología. Hospital Nuestra Señora del Prado. Talavera de la Reina, Toledo. 23. Rubio Bernardo, Cristina. Servicio Neumología. Hospital General Universitario de Guadalajara. Guadalajara. 24. Sánchez Villar, Carlos. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 25. Vázquez Guerra, Mónica. Servicio de Neumología. Hospital Nuestra Señora del Prado. Talavera de la Reina, Toledo. 26. Villar García, Miguel. Servicio de Radiodiagnóstico. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 5 6 ÍNDICE DE CAPÍTULOS 1. CAPÍTULO 1: ACTUALIZACIÓN DE LA GEMA 5.1 …………….. 12 1.1. INTRODUCCIÓN 1.2. DEFINICIÓN DE ASMA 1.3. TRATAMIENTO DE MANTENIMIENTO 1.3.1. GRAVEDAD DEL ASMA 1.3.2. OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO 1.3.2.1. GEMA 4.0 1.3.2.2. GEMA 5.0 1.3.2.3. GEMA 5.1 1.3.2.4. COMPARACIÓN DE LA GUÍA GEMA CON LA GINA 1.3.3. REFERENCIAS 1.4. ASMA GRAVE 1.5. ASMA Y COVID-19 1.6. BIBLIOGRAFÍA 2. CAPÍTULO 2: ASPERGILOSIS BRONCOPULMONAR ALÉRGICA (ABPA): ACTUALIZACIÓN DIAGNÓSTICA Y TERAPÉUTICA ………….…………………………………………. 26 2.1. DEFINCIÓN 2.2. EPIDEMIOLOGÍA 2.3. ETIOLOGÍA 2.4. PATOGENIA 2.5. DIAGNÓSTICO 2.5.1. PRESENTACIÓN CLÍNICA 2.5.2. RADIOLOGÍA 2.5.3. LABORATORIO 2.5.4. OTRAS PRUEBAS 2.5.5. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS 2.6. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL 2.7. ESTUDIOS DE LA ABPA 2.8. TRATAMIENTO 2.8.1. MONITORIZACIÓND EL TRATAMIENTO 2.9. CONCLUSIONES 2.10. BIBLIOGRAFIA 3. CAPÍTULO 3: UTILIDAD DE LA ULTRASONOGRAFÍA PULMONAR EN LA NEUMOLOGÍA ACTUAL …………………. 36 3.1. INTRODUCCIÓN 3.2. HERRAMIENTAS DIAGNÓSTICAS 3.2.1. ECOGRAFÍA TORÁCICA 3.2.1.1. PLEURA 3.2.1.2. PARÉNQUIMA PULMONAR 7 3.2.1.3. DIAFRAGMA 3.2.1.4. GUÍA DE PROCEDIMIENTOS INTERVENCIONISTAS 3.2.1.4.1. TORACOCENTESIS 3.2.1.4.2. DRENAJE PLEURAL 3.2.1.4.3. PUNCIÓN TRASNTORÁCICA PAAF-BAG 3.2.2. ECOBRONCOSCOPIA (EBUS) 3.3. CONCLUSIONES 3.4. BIBLIOGRAFÍA 4. CAPÍTULO 4: TERMOABLACIÓN DE NÓDULOS PULMONARES ………………………………………………… 52 4.1. TÉCNICAS PERCUTÁNEAS DE ABLACIÓN 4.1.1. TÉCNICAS DE TERMOABLACIÓN TUMORAL 4.1.2. SELECCIÓN DE TÉCNICA DE TERMOABLACIÓN 4.2. PROCEDIMIENTO 4.2.1. MANEJO PRE-PROCEDIMIENTO 4.2.2. DESCRIPCIÓN DEL PROCEDIMIENTO 4.2.3. MANEJO POST-PROCEDIMIENTO 4.3. INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES 4.3.1. INDICACIONES 4.3.2. CONTRAINDICACIONES 4.4. SEGUIMIENTO 4.4.1. PROTOCOLO DE SEGUIMIENTO 4.4.2. CAMBIOS EVOLUTIVOS ESPERABLES 4.5. COMPLICACIONES 4.5.1. PLEURALES 4.5.2. PARENQUIMATOSAS 4.5.3. PARED TORÁCICA 4.6. CONCLUSIONES 4.7. BIBLIOGRAFÍA 5. CAPÍTULO 5: COMORBILIDADES DEL PACIENTE EPOC……………………………………………………………..66 5.1. GENERALIDADES DE LA EPOC 5.2. EPOC Y SUS COMORBILIDADES 5.2.1. ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES 5.2.2. INSUFICIENCIA CARDIACA 5.2.3. OTRAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES 5.2.4. NEOPLASIAS 5.2.5. DEMENCIA Y DETERIORO COGNITIVO 5.2.6. TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS 5.2.7. CAQUEXIA Y OSTEOPOROSIS 5.3. CONCLUSIONES 5.4. BIBLIOGRAFÍA 8 6. CAPÍTULO 6: BRONQUIECTASIAS Y SUERO SALINO………74 6.1. INTRODUCCIÓN 6.2. MANIFESTACIONES CLÍNICAS, DIAGNÓSTICO Y PRONÓSTICO 6.3. TRATAMIENTO 6.3.1. EFICACIA Y SEGURIDAD DEL SUERO SALINO HIPERTÓNICO 6.3.2. SUERO SALINO HIPERTÓNICO Y ÁCICO HIALURÓNICO 6.3.3. NORMATIVAS SOBRE EL USO DEL SUERO SALINO HIPERTÓNICO 6.4. CONCLUSIONES 6.5. BIBLIOGRAFÍA 7. CAPÍTULO 7: NUEVAS TERAPIAS EN FIBROSIS PULMONAR IDIOPÁTICA ……………………………………… 82 7.1. EPID Y FPI: SITUACIÓN ACTUAL EN CASTILLA-LA MANCHA. 7.2. INTRODUCCIÓN A LAS VÍAS DE TRATAMIENTO 7.3. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO ACTUAL 7.3.1. PIRFENIDONA 7.3.2. NINTENDANIB 7.4. TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS FUTUROS 7.5. BIBLIOGRAFÍA 8. CAPÍTULO 8: CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO DE LAS ENFERMEDADES PULMONARES INTERSTICIALES DIFUSAS. IMPORTANCIA DEL COMITÉ MULTIDISCIPLINAR………….. 92 8.1. INTRODUCCIÓN 8.1.1. RECUERDO INTERSTICIO PULMONAR 8.1.2. PATOGÉNESIS 8.2. APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA 8.3. CLASIFICACIÓN 8.3.1. CARÁCTERÍSTICAS CLÍNICO-PATOLÓGICAS DE LAS PRINCIPALES NII 8.3.1.1. NII FIBROSANTES CRÓNICAS 8.3.1.2. NII ASOCIADAS AL TABACO 8.3.1.3. NII AGUDAS/SUBAGUDAS 8.3.1.4. NII RARAS 8.3.2. EPID CON FENOTIPO FIBROSANTE PROGRESIVO 8.4. COMITÉ MULTIDISCIPLINAR 8.5. BIBLIOGRAFÍA 9. CAPÍTULO 9: INICIO DE UNA UCRI EN CASTILLA-LA MANCHA: EXPERIENCIA DURANTE LA PANDEMIA EN EL HOSPITAL GENERAL UNIVERSITARIO DE GUALADAJARA…………………………………………………. 108 9.1. ANTECEDENTES 9.2. MANEJO DE LA INSUFICIENCIA RESPIRATORIA AGUDA EN LA COVID-19 9.2.1. ESTRATEGIA TERAPÉUTICA DEL SOPORTE RESPIRATORIO NO INVASIVO EN LA COVID-19 9.3. PAPEL DE LAS UCRI 9 9.4. SERVICIO DE NEUMOLOGÍA DEL HGUG: ADAPATACIÓN AL CAMBIO. 9.4.1. REORGANIZACIÓN DE ACTIVIDADES 9.4.2. ADQUISICIÓN DE LIDERAZGO 9.4.3. CREACIÓN DE LA UCRI EN HGUG. 9.4.4. APUESTA POR EL PROGRESO EN LA NEUMOLOGÍA 9.5. CONCLUSIONES 9.6. BIBLIOGRAFÍA 10 PRESENTACIÓN Los conocimientos en patología respiratoria están siempre en revisión. Es imposible mantenerse 100% actualizado por la increíble cantidad de información que surge día a día, los múltiples estudios que se desarrollan y los innumerables consensos y revisiones. Por eso, libros como este son imprescindibles, ya que facilitan la actualización en estos temas. He disfrutado con la lectura y organización de este pequeño manual que creo de consulta necesaria. Su sencillez, su facilidad de lectura, no merma en absoluto la calidad de su contenido científico. Espero que el lector encuentre tan útil como yo el temario que se ha manejado. Dr Raúl Godoy Mayoral Presidente de la Sociedad Castellano-Manchega de Patología respiratoria (SOCAMPAR) 11 12 CAPÍTULO 1: ACTUALIZACIÓN DE LA GEMA 5.1 María de los Ángeles Olivares Mendoza, Álvaro Hurtado Fuentes, Francisco Javier Callejas González Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 1. INTRODUCCIÓN Dentro de las novedades que se han incluido en la GEMA 5.1 respecto a la anterior, en este capítulo nos centraremos en tres puntos principales: tratamiento de mantenimiento del asma, el asma grave y el binomio asma y COVID-19. El primer punto repasa no solo las actualizaciones de este año, que incluyen por supuesto la incorporación del glicopirronio y de la triple terapia, sino también a las modificaciones que ha sufrido la GEMA en estos últimos dos años, para tener así una visión más global de esta guía. Dentro del asma grave se repasan los fenotipos en los que se divide y los cambios en su tratamiento según cada uno de ellos. Aunque una de las actualizaciones más importantes en el apartado de asma grave ha sido la inclusión del subcapítulo sobre aspergilosis broncopulmonar alérgica, este tema se desarrolla en el siguiente capítulo y por lo tanto no se incluye en este. Por último, sobre el binomio asma y COVID-19, se explican unas pinceladas de las últimas conclusiones al respecto. Hay que mencionar que otra de las novedades relevantes de esta edición de la GEMA se ha dado en el capítulo de pediatría, en cuanto a la actualización del papel de la FENO en el seguimiento de los paciente y puntualizaciones sobre el tratamiento, que tampoco se incluyen en este capítulo. 2. DEFINICIÓN DE ASMA La GEMA 5.1 mantiene la definición del asma como: Enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, donde participan distintas células y mediadores de la inflamación, condicionada en parte por factores genéticos, que cursa con hiperrespuesta bronquial y una obstrucción variable al flujo aéreo, total o parcialmente reversible, ya sea por la acción medicamentosa o espontáneamente. 13 Dado que se trata de una enfermedad crónica el objetivo de su tratamiento es el control de la sintomatología y la prevención de sus exacerbaciones. 3. TRATAMIENTO DE MANTENIMIENTO 3.1. GRAVEDAD DEL ASMA Para poder realizar un correcto tratamiento de esta enfermedad es importante conocer cuál es la gravedad del asma que sufre el paciente, dado que es esta la que determina la clasificación. Como se muestra en la tabla 1 se contemplan 4 categorías de gravedad (intermitente, persistente leve, moderada y grave) y 6 escalones de tratamiento. La gravedad del asma implica tanto la intensidad del proceso como la respuesta al tratamiento, por lo que se evalúa cuando el paciente ya está siendo tratado y ha sido controlado. Se clasifica entonces en función de las necesidades mínimas de tratamiento para alcanzar el control y prevenir las exacerbaciones1. La gravedad no es una característica constante, de ahí la importancia del ajuste cíclico del tratamiento mediante evaluaciones periódicas con los cuestionarios de control. En el asma bien controlada se mantendrá o reducirá el tratamiento, buscando la dosis mínima eficaz, en la parcialmente controlada podemos considerar subir si creemos posible una mejora del control, en la mal controlada deberemos incrementarlo y en la exacerbación se actuará en función de la gravedad. Hay que recordar que el tratamiento incluye medidas tanto farmacológicas como no farmacológicas, aunque en este capítulo nos centraremos en las primeras. Intermitente Persistente Leve Moderada Grave Necesidades mínimas de tratamiento para el control Escalón 1 Escalón 2 Escalón 3 o Escalón 4 Escalón 5 o Escalón 6 Tabla 1. Clasificación de la gravedad del asma. Extraído de la GEMA 5.1: Guía Española para el Manejo del Asma. Almonacid Sánchez C, Álvarez Gutiérrez FJ, De Arriba Méndez S, Barros Monge, M, Bergna, MA, Carretero Gracia, JA. GEMA 5.1. Madrid: Luzán 5; 2021. 14 3.2. OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO Los objetivos del tratamiento del asma se mantienen sin cambios respecto a la edición anterior (GEMA 5.1): ● En el dominio control actual ○ Prevenir los síntomas diurnos, nocturnos y tras el ejercicio físico. ○ Uso de agonista b2 adrenérgico de acción corta no más de 2 veces al mes. ○ Mantener una función pulmonar normal o casi normal. ○ Sin restricciones en la vida cotidiana ni para realizar ejercicio físico. ○ Cumplir las expectativas de los pacientes y sus familias. ● En el dominio riesgo futuro ○ Prevenir las exacerbaciones y la mortalidad. ○ Minimizar la pérdida progresiva de función pulmonar. ○ Evitar los efectos adversos del tratamiento. ● Evitar la inercia terapéutica. Es relevante destacar que en la versión de 2019 de la guía (GEMA 4.4) uno de los objetivos de control que la utilización de SABA no fuera superior a dos veces a la semana2, pero a partir dela GEMA 5.0 se restringe su uso a no más de 2 veces al mes3. 3.2.1 GEMA 4.4 En la versión 4.4 de la guía (Figura 1) aún encontrábamos en el escalón 1 y 2 de tratamiento el SABA en monoterapia como única opción a utilizar a demanda. Escalón 1 Escalón 2 Escalón 3 Escalón 4 Escalón 5 Escalón 6 De elección GCI a dosis bajas GCI a dosis bajas + LABA GCI a dosis medias + LABA GCI a dosis altas + LABA GCI a dosis altas + LABA + Tiotropio o ARLT o Teofilina 15 Otras opciones ARLT GCI a dosis medias Si mal control añadir: - Tiotropio - ALRT y/o - Teofilina Si persiste mal control considerar: - Termoplastia y/o - Triamcinolon a i.m. o GCO GCI a dosis bajas + ARLT GCI a dosis medias + ARLT Si persiste mal control, se ha de considerar tratamiento por fenotipos: - Omalizumab: Asma alérgica - Mepolizumab, Reslizumab o Benralizumab: Asma eosinofílica de inicio tardío. - Azitromicina: Asma neutrofílica. - Reducción ponderal: Asma asociada a obesidad. A demanda SABA SABA o GCI a dosis bajas + Formoterol Educación, control ambiental, tratamiento de la rinitis y otras comorbilidades. Considerar inmunoterapia con alérgenos. Figura 1. Escalones terapéuticos del tratamiento de mantenimiento del asma del adulto en la GEMA 4.4. Extraído de la GEMA 4.4: Guía española para el manejo del asma.Barranco Sanz P, del Cuvillo Bernal A, Delgado Romero J, Entrenas Costa LM, Ginel Mendoza L. Madrid: Luzán 5; 2019. 185 p. 3.2.2 GEMA 5.0 A partir del 2020 cambian especialmente los primeros escalones del tratamiento, con algunas modificaciones en los últimos. Todos estos cambios, que podemos observar en la Figura 2, se mantendrán en la siguiente y más actual edición de la guía. 16 Escalón 1 Escalón 2 Escalón 3 Escalón 4 Escalón 5 Escalón 6 De elección GCI a dosis bajas GCI a dosis bajas + LABA GCI a dosis medias + LABA GCI a dosis altas + LABA Tratamiento del escalón anterior + biológico según fenotipos: Omalizumab, Mepolizumab, Reslizumab, Benralizumab, Dupilumab. Otras opciones ARLT GCI a dosis medias Si mal control añadir: - Tiotropio y/o - ALRT y/o - Teofilina y/o - Azitromicina Si persiste mal control considerar: - Termoplastia - Triamcinolon a i.m. - GCO GCI a dosis bajas + ARLT GCI a dosis medias + ARLT A demanda SABA o GCI + Formoterol o GCI + Salbutamol SABA o GCI + Formoterol* o GCI + Salbutamol* (*sin tratamiento de mantenimiento) SABA o GCI a dosis bajas + Formoterol Educación, control ambiental, tratamiento de la rinitis y otras comorbilidades. Considerar inmunoterapia con alérgenos. Figura 2. Escalones terapéuticos del tratamiento de mantenimiento del asma del adulto en la GEMA 5.03. Extraído de la GEMA5.0: Guía Española para el Manejo del Asma Almonacid Sánchez C, Álvarez Gutiérrez FJ, De Arriba Méndez S, Barros Monge, M, Bergna, MA, Carretero Gracia, JA. Madrid: Luzán 5; 2020. 212 p. Ante el abuso de los SABA y el peligro de sobredosificación, se restringieron sus utilizaciones, en primer lugar, reduciendo su uso en los objetivos de control, como ya hemos visto, y también al demostrar la superioridad del tratamiento combinado de GCI con SABA frente al SABA en monoterapia. Sin embargo, estas indicaciones que 17 incluyen corticoides no están recogidas en la ficha técnica de los fármacos y no se han realizado estudios de su coste-beneficio. Es por ello que entre las tres opciones que ofrece la GEMA como tratamiento en este escalón no se coloca ninguna por encima de otra. El SABA a demanda puede ser utilizado en pacientes que no precisen más de dos rescates al mes por síntomas leves diurnos, sin síntomas nocturnos, estando asintomáticos entre episodios, con función pulmonar normal y sin exacerbaciones en el año previo. En los casos de broncoconstricción inducida por ejercicio siguen siendo de elección los SABA en monoterapia 10-15 minutos antes del esfuerzo1,3. En el escalón 2, aunque los GCI a dosis bajas siguen siendo la primera elección en asma persistente leve, tanto para controlar los síntomas diarios como para reducir el riesgo de exacerbaciones, aparece a demanda por primera vez la opción de emplear GCI + LABA (Budesonida o Beclometasona con Formoterol) o GCI + SABA (Beclometasona con Salbutamol), sin necesidad de tratamiento de mantenimiento. Estas opciones podrán considerarse en pacientes seleccionados en los que haya mal cumplimiento del tratamiento pautado y continuo, y se puedan beneficiar de alguna de estas combinaciones solo a demanda. El uso de Budesónida/Formoterol en un solo inhalador a demanda, en comparación con la del tratamiento continuo con GCI en el asma persistente leve, se ha demostrado no inferior en la prevención de exacerbaciones (similarmente bajas en los estudios realizados); sin embargo, resultó inferior en el mantenimiento del control y en el incremento de la función pulmonar. Por otro lado, en pacientes que no hayan recibido previamente tratamiento de mantenimiento con GCI, la combinación de un GCI a dosis bajas y un LABA como tratamiento de inicio ha demostrado mejorar los síntomas y la función pulmonar, comparado con dosis bajas de GCI, pero con un coste superior y no reduce el riesgo de exacerbaciones con respecto al tratamiento con dosis bajas de GCI1,3. En los últimos escalones de tratamiento se realizan cambios, quitando los biológicos del escalón 5 y dejándolos solo en el 6, para diferenciarlos más entre sí. También aparece el Dupilumab entre los biológicos disponibles para el Asma grave1,3. Por último, la inmunoterapia con alérgenos, que antes abarcaba del escalón 2 al 4, ahora también incluía al 1 en los casos de Asma alérgica1,3. 18 3.3. GEMA 5.1 En esta última actualización de la guía las modificaciones más importantes se han dado en los escalones 4 y 5. La Figura 3 resume el tratamiento actual recomendado por la GEMA para el manejo del asma. En el escalón terapéutico 4 nos encontramos con 4 opciones1: ● GCI a dosis medias + LABA: es la opción de elección. ● Estrategia MART: este tratamiento incluye la combinación Beclometasona o Budesonida con Formoterol, que al ser un LABA de inicio rápido puede utilizarse tanto como tratamiento de mantenimiento como de alivio. Está indicada a partir del escalón 3 y proporciona una disminución de las exacerbaciones y mejor control del asma, con una menor cantidad de GCI. Esta combinación será de elección en pacientes que hayan tenido al menos una exacerbación en el año previo. Se ha visto superior a la misma dosis de GCI con LABA en pauta fija o a dosis más altas de GCI en la reducción de exacerbaciones. ● Triple terapia con GCI + LABA + LAMA: el LAMA puede ser Tiotropio o Glicopirronio. El primero va a ir en inhalador separado y el Glicopirronio en dispositivo único. Los estudios comparativos con la estrategia habitual de GCI con LABA, de probada eficacia en la prevención de exacerbaciones, aún no son suficientes para posicionar esta combinación por encima de la de elección. ● GCI + ARLT: terapia alternativa. En el escalón 5 ya teníamos previamente la opción de la triple terapia con Tiotropio, que en esta nueva edición también incluye el Glicopirronio1. Escalón 1 Escalón 2 Escalón 3 Escalón 4 Escalón 5 Escalón 6 De elección GCI a dosis bajas GCI a dosis bajas + LABA GCI a dosis medias + LABA GCI a dosis altas + LABA Tratamiento del escalón anterior + biológico según fenotipos: Omalizumab, Mepolizumab, Reslizumab, Benralizumab, Dupilumab. 19 Otras opciones ARLT GCI a dosis medias GCI a dosis medias + ARLT Si mal control añadir: - LAMA y/o - ALRT y/o - Teofilina y/o - Azitromicin a Si persiste mal control considerar: - Termoplastia - Triamcinolona i.m. - GCO GCI a dosis medias + LABA + LAMA A demanda SABA o GCI + Formoterol o GCI + Salbutamol SABA o GCI + Formoterol* o GCI + Salbutamol* (*sin tratamiento de mantenimiento) SABA o GCI a dosis bajas + Formoterol Educación, control ambiental, tratamiento de la rinitis y otras comorbilidades. Considerar inmunoterapia con alérgenos. Figura 3. Escalones terapéuticos del tratamiento de mantenimiento del asma del adulto en la GEMA 5.1. Extraído de la GEMA 5.1: Guía Española para el Manejo del Asma. Almonacid Sánchez C, Álvarez Gutiérrez FJ, De Arriba Méndez S, Barros Monge, M, Bergna, MA, Carretero Gracia, JA. GEMA 5.1. Madrid: Luzán 5; 2021. 3.4. REFERENCIAS La introducción de la triple terapia con Glicopirronio se ha producido principalmente en base a dos estudios que han demostrado que la adición LAMA, ya sea en dispositivo único o diferente, a la terapia fija con GCI + LABA tiene un efecto aditivo, al igual que lo tiene aumentar la dosis de corticoide. Ambas estrategias mejoran la función pulmonar y reducen las exacerbaciones, pudiendo aplicarse una de ellas o las dos al mismo tiempo. El primero es un metaanálisis (“Triple therapy in uncontrolled asthma: a network meta- analysis of phase III studies”) con una revisión de estudios en fase III de la triple terapia, que concluye que la triple terapia con medias o elevadas dosis de GCI se muestra más efectiva que la combinación de GCI a dosis altas + LABA ante las exacerbaciones moderadas o severas y la mejora de la función pulmonar. Además, la triple terapia fue superior con dosis altas de GCI que con dosis medias en la prevención de exacerbaciones severas4. 20 El otro estudio a destacar incluye dos estudios pivotales de fase III, el TRIMARAN y el TRIGGER. Ambos a doble diego, paralelos, aleatorizados, con grupo de control activo, con un diseño similar y realizados de forma simultánea. La diferencia entre un estudio y otro es la dosis previa y la dosis de GCI que reciben durante el estudio: en el TRIMARAN la dosis es media (100 mg, 2 inhalaciones cada 12 horas) y en el TRIGGER es alta (200 mg, 2 inhalaciones cada 12 horas). Comparan esta dosis de Beclometasona combinada con Formoterol con la triple terapia de estos fármacos con Glicopirronio. En el estudio TRIGGER hay un tercer brazo de tratamiento que incluye Beclometasona, Formoterol y Tiotropio (brazo abierto). En ambos estudios el objetivo principal era comprobar si había una mejoría en la función pulmonar, medida por la FEV1, en la semana 26; en el TRIMARAN la mejoría fue de 57 ml de la FEV1 del brazo con triple terapia respecto al otro y en el TRIGGER de 73 ml. No se vieron diferencias de mejoría en la triple terapia en inhalador único frente a separados. El otro objetivo importante era ver si se producía una disminución de las exacerbaciones moderadas y graves en la semana 52; en el TRIMARAN las exacerbaciones disminuyeron un 15% y en el TRIGGER la disminución fue del 12%, sin alcanzar la significación estadística5. 3.5. COMPARACIÓN DE LA GEMA CON LA GINA Una vez vista la evolución que ha sufrido la GEMA en estos últimos años, vamos a compararla con su equivalente internacional: la GINA. Desde 2019 la GINA no recomienda el uso de SABA en monoterapia para el escalón 1 de tratamiento en adultos y adolescentes6 mientras que, recordemos, ese cambio no se produjo en la GEMA hasta el año siguiente. En el 2020 la GINA realizó pocos cambios respecto al año anterior, solo añadió evidencia a los cambios realizados en 2019 respecto a los primeros escalones de tratamiento y cambió el formato para hacerlo más claro. Este último año la GINA ha realizado modificaciones respecto al manejo del Asma grave, que corresponde al escalón 5. El tratamiento quedaría de la siguiente forma: dosis medias de GCI (considerar subir a dosis altas), junto con LABA, más LAMA y solicitar análisis fenotípico y de anti-IgE, anti-IL5, anti-IL4R7. Llama la atención con respecto al escalón 6 de la GEMA que los corticoides no se suben directamente a dosis altas y sí añaden LAMA al tratamiento. Quizá esta pueda ser la futura modificación que sufra la GEMA en su siguiente edición. 21 4. ASMA GRAVE La definición de asma grave se mantiene en la GEMA 5.1 igual que en ediciones anteriores: se caracteriza por el asma que precisa de múltiples fármacos a altas dosis para su tratamiento (escalones 5-6 de GEMA y 5 de GINA). Incluye a pacientes controlados y a no controlados1. El Asma Grave No Controlada (AGNC) se define como la enfermedad asmática que persiste mal controlada pese a ser tratada con GCI y LABA a dosis elevadas en el último año, o bien GCO durante al menos 6 meses del mismo periodo. La falta de control será objetivada mediante1: • Test de Control del Asma (ACT) < 20 o Cuestionario de Control del Asma (ACQ) > 1,5. • ≥ 2 exacerbaciones graves o haber recibido ≥ 2 ciclos de GCO (de ≥ 3 días cada uno) en el año previo. • ≥ 1 hospitalización por exacerbación grave en el año previo. • Limitación crónica del flujo aéreo (relación volumen espiratorio forzado en el primer segundo/capacidad vital forzada [FEV1 /FVC] < 0,7 o FEV1 < 80 % del predicho) después del uso de un tratamiento adecuado (siempre y cuando el mejor FEV1 sea superior al 80 %). Los fenotipos de AGNC se mantienen en esta edición de la guía. Se clasifican en base a la determinación de eosinófilos en sangre periférica y opcionalmente en esputo, así como en la realización de pruebas de alergias. Tenemos entonces dos fenotipos inflamatorios: T2 y noT2. Dentro del fenotipo T2 diferenciamos entre Asma alérgica y eosinofílica. Es novedad la inclusión en el tratamiento del asma T2 alérgica los anti- IL5/anti-IL-5R (Mepolizumab, Reslizumab y Benralizumab), que antes solo se recomendaban en el fenotipo eosinofílico1. En las tablas 2 y 3 se resumen las características y tratamientos del Asma grave en función del fenotipo. 22 Fenotipos Características clínicas Biomarcadores Tratamiento T2 Alérgica Síntomas alérgicos + Sensibilización a alérgeno (Prick test y/o IgE específica) IgE específica Citocinas Th2 Periostina Eosinófilos y neutrófilos en esputo Glucocorticoides Omalizumab Anti-IL5/Anti-IL5R (Mepolizumab, Reslizumab, Benralizumab) Dupilumab Eosinofílic a Rinosinusits crónica/poliposis nasal EREA Corticodependiente o insensible a glucocorticoides Eosinófilos en sangre y esputo IL-5 Cisteinil-leucotrienos ARLT Anti-IL5/Anti-IL5R (Mepolizumab, Reslizumab, Benralizumab) Dupilumab No T2 Menos FEV1 Mayor atrapamiento Antecedente de tabaquismo Neutrófilos o paucigranulocítica en esputo Activación TH17 IL-8 Azitromicina Tabla 2. Fenotipos de asma grave. Extraído de la GEMA 5.1: Guía Española para el Manejo del Asma. Almonacid Sánchez C, Álvarez Gutiérrez FJ, De Arriba Méndez S, Barros Monge, M, Bergna, MA, Carretero Gracia, JA. GEMA 5.1. Madrid: Luzán 5; 2021. Se mantienen sin cambios los 5 fármacos biológicos ya conocidos para el tratamiento del AGNC. La Azitromicina, la termoplastia y los GC sistémicos se mantienen como único tratamiento del asma no T2 y para los pacientes con asma T2 en caso de no respuesta, intolerancia o reacciones alérgicas a monoclonales. En cuanto a los nuevos tratamientos, se han detenido los estudios para Fevipiprant que en la GEMA 5.0 estaban en desarrollo, pero el Tezepelumab prosigue en estudios de fase 3, pudiendo llegar a ser una posibilidad de tratamiento para asma no T2 que aparezca en la próxima guía1. Medidas generales ● Educación ● Tratamiento farmacológico de base ● Tratamiento de comorbilidades Tratamiento dirigido según fenotipo ● Asma T2: ○ Anti-IgE: Omalizumab ○ Anti-IL5/IL5R: Mepolizumab, Reslizumab, Benralizumab ○ Anti-IL4/IL13: Dupilumab ● Asma no T2: ○ Azitromicina 23 ○ Termoplastiabronquial ○ Glucocorticoides sistémicos ● Nuevos tratamientos en investigación: ○ Tezepelumab ○ Fevipiprant (se han detenido los estudios) Tabla 3. Tratamiento del asma grave en función del fenotipo. Extraído de la GEMA 5.1: Guía Española para el Manejo del Asma. Almonacid Sánchez C, Álvarez Gutiérrez FJ, De Arriba Méndez S, Barros Monge, M, Bergna, MA, Carretero Gracia, JA. GEMA 5.1. Madrid: Luzán 5; 2021. Se mantiene el algoritmo de tratamiento del AGNC, muy discutido, pero a la vez consensuado. La división para elegir biológico se establece según sea T2 o no T2. En el asma T2 tenemos el asma eosinofílica (>/= 300 eosinófilos), en la que si además tiene alergia tenemos todos los biológicos disponibles y si es sin alergia se pueden utilizar los 4 anti-IL5/ILR-5 y anti IL4/IL13. Si <300 eosinófilos en sangre periférica, hay más discusión respecto a las indicaciones de los fármacos biológicos, que quedan resumidas en la tabla 4. Dupilumab tiene indicación si los eosinófilos > 300/ul y/o FENO ≥ 50 ppb y entre 150-300 eosinófilos si FENO > 25 ppb. El Mepolizumab está indicado en pacientes con ≥150 eos /µl si existen valores históricos de ≥ 300 eos/µl. Puede valorarse uso compasivo de Omalizumab si los niveles de IgE ≥ 30 U/l y los de eosinófilos < 150 cel./µl1. </=150 eosinófilos/µl >/= 150-300 eosinófilos/µl >/= 300 eosinófilos/µl Omalizumab ( IgE ≥ 30 U/l y eos < 150 cel./µl) Mepolizumab (si valores históricos ≥ 300 eos/µl.) Dupilumab (si 150-300 eos y FENO > 25 ppb) Omalizumab Mepolizumab Reslizumab (>/= 400 eos) Benralizumab Dupilumab (si eos > 300/ul y/o FENO ≥ 50 ppb) Tabla 4. Indicaciones para el uso de biológicos en función de eosinófilos en sangre periférica. 5. ASMA Y COVID-19 Dada la poca evidencia disponible sobre este tema este apartado solo incluye algunas de las ideas más relevantes sobre el binomio asma y COVID-19 recogidas en la GEMA 5.1. 24 En el Asma no grave no se ha encontrado asociación con mayor probabilidad para desarrollar, cursar con mayor gravedad o fallecer por el virus. Sin embargo, en el asma grave hay ambivalencia y mientras en algunas series se constatan mayor morbimortalidad o con exacerbaciones en el año previo, otras no1. No se deben realizar pruebas de función pulmonar ni de esputo inducido a los pacientes infectados, ya sufran de Asma o no, durante las olas de la pandemia. Tampoco se emplearán nebulizadores espaciadores o cámaras de inhalación, sino dispositivos acoplados a espaciadores o cámaras de inhalación1. Pese a la preocupación de que el tratamiento utilizado para el mantenimiento del asma y el empleado en el manejo de la infección por COVID-19 interaccionasen, no hay evidencia de que haya contraindicaciones en su uso simultáneo. Tampoco se ha demostrado un empeoramiento del pronóstico del proceso viral con el uso de la medicación de mantenimiento del Asma. Incluso algunos estudios in vitro han observado que los GCI reducen la replicación viral en las células epiteliales respiratorias y otros estudios in vivo parecen sugerir que podrían ofrecer cierta protección contra la infección1. El tratamiento con fármacos biológicos en pacientes con asma grave no parece causarles una mayor gravedad de la infección, pero en caso de enfermar por SARS- CoV-2, se aconseja posponer el biológico hasta la resolución del cuadro1. No se desaconseja la vacunación frente al COVID-19 en pacientes asmáticos1. 25 6. BIBLIOGRAFÍA 1. Almonacid Sánchez C, Álvarez Gutiérrez FJ, De Arriba Méndez S, Barros Monge, M, Bergna, MA, Carretero Gracia, JA. GEMA 5.1. Guía Española para el Manejo del Asma. Madrid: Luzán 5; 2021. 216 p. 2. Barranco Sanz P, del Cuvillo Bernal A, Delgado Romero J, Entrenas Costa LM, Ginel Mendoza L. GEMA 4.4. Guía española para el manejo del asma. Madrid: Luzán 5; 2019. 185 p. 3. Almonacid Sánchez C, Álvarez Gutiérrez FJ, De Arriba Méndez S, Barros Monge, M, Bergna, MA, Carretero Gracia, JA. GEMA 5.0. Guía Española para el Manejo del Asma. Madrid: Luzán 5; 2020. 212 p. 4. Triple therapy in uncontrolled asthma: a network meta-analysis of phase III studies. European Respiratory Journal [Internet]. 2020 [citado 18 noviembre 2020];(58: 2004233). Disponible en: https://erj.ersjournals.com/content/58/3/2004233 5. Virchow JC, Kuna P, Pierluigi P, Papi A, Dave S, Corre S. Single inhaler extrafine triple therapy in uncontrolled asthma (TRIMARAN and TRIGGER): two double- blind, parallel-group, randomised, controlled phase 3 trials,. The Lancet [Internet]. 2019 [citado 18 noviembre 2020];(10210):1737–1749. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0140673619322159 6. Reddel H., Bacharier L., Bateman E., Becker A., Boulet Lp. Global iniciative for asthma. guía de bolsillo para profesionales de la salud; 2019. 39 p. 7. Reddel H, Bacharier L, Bateman E, Boulet Lp, Brightling C. Global iniciative for asthma management and prevention; 2021. 217 p. https://erj.ersjournals.com/content/58/3/2004233 26 CAPÍTULO 2: ASPERGILOSIS BRONCOPULMONAR ALÉRGICA: ACTUALIZACIÓN DIAGNÓSTICA Y TERAPEÚTICA. Marta L. Andúgar Moreno1, Alejandro Golfe Bonmatí2, Ana Chica Zafrá3 1Servicio de Alergología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 2Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 3Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Zona I. Albacete. 1. DEFINICIÓN La Aspergilosis Broncopulmonar Alérgica (ABPA) es un síndrome pulmonar debido a una reacción de hipersensibilidad a los antígenos de Aspergillus fumigatus después de la colonización en las vías respiratorias, y no una infección del hongo propiamente1. 2. EPIDEMIOLOGÍA La ABPA afecta típicamente a pacientes asmáticos y a portadores de fibrosis quística con trasfondo atópico importante. Es más frecuente durante la 3º - 4º década, sin diferencias entre sexos2. Es una enfermedad infradiagnosticada: se calcula que afecta a más de 4 millones de personas, de las cuales un 13% son asmáticos, y 9% son portadores de fibrosis quística1. 3. ETIOLOGÍA El agente causal principal de ABPA es el Aspergillus fumigatus (AF), un hongo filamentoso hialino ubicuo de amplia distribución. No obstante, otras especies de Aspergillus también pueden producir la enfermedad3. Este hongo se reproduce por esporas, las cuales tienen un tamaño de 2 a 3,5 µm. Es ese tamaño lo que permite que puedan entrar fácilmente por las vías aéreas1. Al germinar estas esporas en un individuo susceptible, forman típicamente hifas ramificadas en ángulo de 45º que colonizan los bronquios. No existe un acuerdo claro de si el número de esporas inhaladas influye en la producción de la ABPA. Las esporas de AF están presentes todo el año, pero predominan en otoño e invierno, de ahí que la ABPA sea más prevalente en estos meses4,5. 4. PATOGENIA No se conoce con exactitud la patogenia inmunológica de la ABPA, pero las últimas investigaciones sugieren la participación de reacciones de hipersensibilidad de tipo I (IgE mediada), reacciones de hipersensibilidad de tipo III (responsable de los anticuerpos precipitantes frente al AF), y una hipersensibilidad de tipo IV (responsable 27 de las lesiones granulomatosas y la infiltración linfocítica en las últimas fases de la enfermedad)6. La hipersensibilidad de tipo I se relaciona con una IgE total e IgE específicas elevadas en el suero, y los tests cutáneos inmediatos positivos presentes en el 100% de los pacientes. La hipersensibilidad de tipo III se manifiesta por la detección de IgG antiaspergilar en las reacciones de doble difusión en agar (DDA) y sobre todo en el test de ELISA. La hipersensibilidad celular se detecta por la transformación blástica y proliferación de linfocitos al exponerlos al antígeno aspergilar. En un huésped susceptible, la inhalación y depósito de esporas enel árbol bronquial - con su posterior crecimiento de hifas - provocará un aumento de la carga antigénica y liberación de exoproteasas. Esto a su vez desencadenará una serie de respuestas en el sistema inmune: - Por un lado, se producirá una activación de las células presentadoras de antígenos, con el consecuente aumento de respuesta de los linfocitos Th2 y la liberación de IL-4, IL-5 y IL-3. Estas interleuquinas serán las responsables de una serie de mecanismos inflamatorios en las que se verán implicadas otras células (eosinófilos, neutrófilos, células T y células del epitelio bronquial). - Por otro lado, la presencia de antígenos y respuesta inflamatoria provocará la activación de la respuesta inmune innata, y dará lugar a un aclaramiento mucociliar anormal y al daño de la barrera epitelial bronquial. En este proceso también intervendrán las respuestas de hipersensibilidad aguda y tardía. Todo ello tendrá como consecuencia final un aumento de los niveles de IgE, una inflamación eosinofílica pulmonar, el daño tisular mediado por eosinófilos y el remodelado de la vía aérea2,6. Se ha descrito además cierta predisposición genética a desarrollar ABPA. Además de en pacientes con fibrosis quística y pacientes asmáticos, se ha relacionado a individuos que expresan en su genotipo HLA-DR2, DR5, DR4 y DR7 con una mayor propensión a padecer esta enfermedad7. Por otra parte, se han expuesto Asp f1, Asp f2, Asp f3, Asp f4 y Asp f6 como los antígenos recombinantes específicos del AF causantes de la respuesta de hipersensibilidad en la ABPA. 5. DIAGNÓSTICO El diagnóstico de la ABPA se basa en la clínica, apoyado por estudios radiológicos y serológicos8. 5.1. PRESENTACIÓN CLÍNICA La ABPA se presenta en pacientes con historia de asma grave de difícil control o fibrosis quística, en los que las exacerbaciones son frecuentes y se suelen acompañar de síntomas constitucionales: fiebre, fatiga, anorexia y mal estado general. Entre los hallazgos que nos permiten orientar el diagnóstico de ABPA se encuentra la tos, presente en hasta el 50% de los pacientes. Esta tos es productiva, caracterizada por un esputo espeso, de tipo herrumbroso/verde, y pueden llegar a observarse 28 tapones mucosos espesos. En estadios avanzados pueden presentar acropaquias, crepitantes y fallo cardiaco derecho8. 5.2. RADIOLOGÍA Las manifestaciones radiológicas no siempre se correlacionan con la sintomatología. De hecho, hasta un tercio de los pacientes pueden estar asintomáticos y tener infiltrados pulmonares8. El paso inicial es la radiografía de tórax, en la que se pueden encontrar infiltrados transitorios de predominio en lóbulos superiores (Figura 1), y bronquiectasias cilíndricas y proximales (centrales). Dada la fugacidad de los infiltrados, esta técnica tiene una sensibilidad del 50%1. En todo paciente con sospecha de ABPA, aun con una radiografía normal, el siguiente paso es la TC, de elección para detectar la distribución de las bronquiectasias y otras anormalidades como nódulos centrolobulillares9 (Figura 2). La fibrosis y la panalización son hallazgos sugestivos de últimas fases y conllevan mal pronóstico8. Figura 1. Dos radiografías de tórax en las que se observan infiltrados en lóbulo medio y superior respectivamente, y bronquiectasias centrales bilaterales. Imágenes extraídas de Patel, A. R., Patel, A. R., Singh, S., Singh, S., & Khawaja, I. (2019b). Treating Allergic Bronchopulmonary Aspergillosis: A Review. & Collado-Chagoya R, Hernández-Romero J, Cruz-Pantoja R, et al. Aspergilosis broncopulmonar alérgica. Med Int Mex. 2021;37(1):144-151. . A través de los hallazgos en TC se puede hacer una clasificación radiológica de la ABPA: - ABPA-S (seropositivo): criterios de diagnóstico de ABPA con la ausencia de hallazgos radiológicos. 29 - ABPA-BC (bronquiectasias centrales): diagnóstico de ABPA junto con la presencia de bronquiectasias. - ABPA-HAM (High attenuation mucus): ABPA junto con la presencia de impactación mucoide en TC. - ABPA-CPF (fibrosis pulmonar crónica): ABPA con 2 o más características radiológicas sugestivas de fibrosis sin impactación mucoide1. Figura 2. Imágenes de TC de tórax donde se aprecian bronquiectasias centrales. Imágenes extraídas de Lucero, S., de Miguel Díez, J., Villar Álvarez, F., Chillón Martín, M. J., Puente Maestu, L., & Hernández Fernández, J. (2008). Aspergilosis broncopulmonar alérgica. REVISTA DE PATOLOGÍA RESPIRATORIA, 11, No2.Ramírez Cisneros, B., & Patel, A. R., Patel, A. R., Singh, S., Singh, S., & Khawaja, I. (2019b). Treating Allergic Bronchopulmonary Aspergillosis: A Review. 5.3. LABORATORIO Los datos de laboratorio son de utilidad diagnóstica y de seguimiento en la ABPA: - IgE total en suero: Típicamente, los pacientes con ABPA presentan una IgE >1000 UI/ml. La IgE es un marcador serológico de actividad y respuesta al tratamiento. Así, una IgE normal en pacientes sintomáticos es un hallazgo muy específico para descartar el diagnóstico de ABPA, mientras que un aumento de IgE se relaciona con infiltrados radiológicos y exacerbaciones8. - Eosinofilia en sangre periférica: Recuento de eosinófilos de más de 500 células/μl en pacientes sin tratamiento previo con esteroides9. - Test cutáneos positivos para Aspergillus Fumigatus: Se corresponde con una respuesta inmediata mediada por IgE. Es altamente sensible pero no específica. 30 - Test de ELISA positivo para anticuerpos IgE e IgG específicos contra AF (precipitinas): Esta técnica permite diferenciar entre pacientes sensibilizados a AF y pacientes con ABPA8. De mayor utilidad que los test cutáneos, porque no se ve influenciado por el uso prolongado de corticoides. 5.4. OTRAS PRUEBAS Las pruebas funcionales respiratorias se corresponden con un patrón obstructivo que reflejan la patología de base (asma/fibrosis quística). En estadios iniciales dicha obstrucción puede ser reversible; mientras que una obstrucción permanente y volúmenes pulmonares reducidos son datos de enfermedad avanzada, pudiendo aparecer un patrón restrictivo1,2. Entre los hallazgos presentes en una broncoscopia destacan la presencia de impactación de moco con agregados eosinofílicos, cristales de Charcot-Leyden e hifas; y en BAL aparecen niveles elevados de IgE e IgA frente AF, y eosinofilia1. También puede ser ayuda para el diagnóstico un cultivo positivo de esputo para AF pero, al ser un germen ubicuo, esta positividad no implica necesariamente una sensibilización a AF ni una ABPA8. 5.5. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS Desde que se establecieron los primeros criterios para definir la ABPA en 1977 han existido diferentes clasificaciones, hasta que en 2013 el grupo de trabajo ISHAM (International Society for Human and Animal Mycology) planteó los siguientes criterios expuestos en la Tabla 2. Tabla 1. Esquema de pruebas serológicas y radiológicas para el diagnóstico de ABPA. Extraído de Patel, A. R., Patel, A. R., Singh, S., Singh, S., & Khawaja, I. (2019b). Treating Allergic Bronchopulmonary Aspergillosis: A Review. Cureus. 31 6. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL Entre las entidades con las que hay que hacer un diagnóstico diferencial a la hora de definir una ABPA se encuentran: asma grave con sensibilización a AF, fibrosis quística, asma corticodependiente, bronquiectasias, aspergilosis necronizante crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), síndrome de Churg- Strauss, neumonía eosinofílica aguda/crónica, granulomatosis broncocéntrica, tuberculosis pulmonar, neumonitis por hipersensibilidad e infecciones parasitarias1. 7. ESTADIOS DE LA ABPA En la Tabla III se definen los estadios de la ABPA. No obstante, la evolución natural de la enfermedad no está bien definida aún, no siguiendo necesariamente la progresión de estos estadios clínicos. Los estadios son variables y dinámicos,dependiendo del tiempo y tratamiento. Aunque no está demostrado, se establece que un diagnóstico y tratamiento temprano previene o enlentece el estadio final (estadio V). Sin embargo, en este estadio último de la enfermedad sigue habiendo actividad inmunológica, por lo que se recomienda mantener el tratamiento igualmente8. Tabla 2. Criterios diagnósticos para la ABPA según grupo de trabajo ISHAM 2016. Extraída de Patel, A. R., Patel, A. R., Singh, S., Singh, S., & Khawaja, I. (2019). Diagnosing Allergic Bronchopulmonary Aspergillosis: A Review. Cureus. 32 8. TRATAMIENTO El tratamiento de la ABPA se basa en 4 pilares fundamentales: controlar los síntomas del asma/fibrosis quística, reducir, remitir la inflamación pulmonar, prevenir o tratar las exacerbaciones pulmonares, y reducir la progresión a enfermedad fibrótica en el estadio final. Para ello, como tratamiento disponemos de la corticoterapia y de los antigúngicos11. Los corticoides sistémicos son la base del tratamiento para la ABPA. Clínicamente alivian los síntomas, y a nivel de respuesta inflamatoria disminuyen los niveles de IgE y la eosinofilia periférica, así como la inflamación y la obstrucción ventilatoria. La meta del tratamiento con corticoides es la remisión (estadio II) de la enfermedad. Se ha propuesto como pauta 0.5mg/kg/día durante 15 días, para después disminuir la dosis cada 2 días, y sucesivamente ir reduciendo gradualmente con el objetivo de suspenderlos a los 3 meses. Los antifúngicos funcionan reduciendo la carga fúngica, lo que ayuda a controlar el estímulo antigénico y por lo tanto a disminuir la respuesta inflamatoria. Permiten reducciones significativas de la dosis de corticoides, disminuyen los niveles de IgE, resuelven los infiltrados pulmonares y mejoran la tolerancia al ejercicio y la función pulmonar. Están indicados en los estadios III y IV de la ABPA. Generalmente se utiliza el Itraconazol a dosis de 200mg cada 12 horas durante 16 semanas, y posteriormente se reduce la dosis a 200 mg cada 24 horas durante otras 16 semanas. Otros antifúngicos como el Voriconazol (300-600 mg/día) y el Posaconazol (800 mg/día), a pesar de su alta tasa de mejoría clínica, se usan como tratamiento de segunda línea en pacientes específicos por su elevado coste1,8,11. Tabla 3. Estadios de la ABPA. 33 Actualmente se ha implementado el uso de fármacos biológicos (Omalizumab, Mepolizumab, Benralizumab y Dupilumab) en la ABPA, a pesar de la falta de evidencia científica que respalde su uso. Dada su indicación en el asma grave no controlado, los biológicos parecen tener más beneficios para pacientes con ABPA y asma que con FQ, ya que disminuyen la frecuencia de exacerbaciones y tienen un efecto ahorrador de esteroides. Su principal desventaja, además de su elevado coste, es que no consiguen el descenso de IgE total en suero óptimo para considerar la remisión de la enfermedad (a pesar de la mejoría sintomática de los pacientes). Se necesitarían más ensayos para evaluar la seguridad y eficacia del uso de biológicos en la ABPA12. 8.1. MONITORIACIÓN DEL TRATAMIENTO La respuesta al tratamiento con corticoides se mide con análisis periódicos (cada 1-2 meses) de los niveles de IgE en suero. Una buena respuesta se traduce en una resolución de las opacidades radiográficas y una reducción de al menos el 35% en los niveles séricos de IgE total. Si llegados a la fase de remisión, en algún momento se duplicaran los niveles séricos de IgE total, sería un indicador de exacerbación11. 9. CONCLUSIONES La ABPA es una enfermedad respiratoria debida a una reacción de hipersensibilidad causada por los antígenos de Aspergillus fumigatus, que afecta fundamentalmente a pacientes con asma y/o con FQ. Los síntomas más frecuentes son tos, disnea, expectoración mucopurulenta, y en ocasiones, sibilancias, dolor torácico o hemoptisis. Su diagnóstico se basa en la combinación de datos clínicos, radiológicos y de laboratorio, siendo los criterios diagnósticos de ISHAM son los más extendidos en la actualidad. La IgE sérica total es una prueba útil tanto en el diagnóstico como en el seguimiento de la ABPA. Con respecto al tratamiento, los objetivos de este son el control de los sítnomas, la prevención de las exacerbaciones, la pérdida de función pulmonar y evitar el daño estructural, en especial el desarrollo de bronquiectasias. Los glucocorticoides, tanto sistémicos, como orales, son el pilar de su tratamiento, ayudando a controlar y disminuir los niveles de IgE sérica y la eosinofilia en sangre. Los antifúngicos y fármacos biológicos utilizados en el AGNC, son alternativas en algunos tipos y estadios de ABPA que han demostrado beneficio y que en la actualidad se sigue investigando su uso en ensayos terapéuticos. 34 10. BIBLIOGRAFÍA 1. Sisodia J, Bajaj T. Allergic Bronchopulmonary Aspergillosis. [Updated 2021 Mar 2]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2021 Jan- . Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK542329/ 2. Lucero, S., de Miguel Díez, J., Villar ÁLvarez, F., Chillón Martín, M. J., Puente Maestu, L., & Hernández Fernández, J. (2008). Aspergilosis broncopulmonar alérgica. REVISTA DE PATOLOGÍA RESPIRATORIA, 11, No2. 3. Fortún, J., Meije, Y., Fresco, G., & Moreno, S. (2012). Aspergilosis. Formas clínicas y tratamiento. Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, 30(4), 201–208. https://doi.org/10.1016/j.eimc.2011.12.005 4. Paris, S., Wysong, D., Debeaupuis, J. P., Shibuya, K., Philippe, B., Diamond, R. D.,& Latgé, J. P. (2003). Catalases of Aspergillus fumigatus. Infection and Immunity, 71(6), 3551–3562. https://doi.org/10.1128/iai.71.6.3551-3562.2003 5. CARRASCO C., EDGARDO. (2004). Aspergilosis broncopulmonar alérgica. Complicaciones poco usuales de la afección. Revista chilena de enfermedades respiratorias, 20(1),30-36. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-73482004000100005 6. Patel, A. R., Patel, A. R., Singh, S., Singh, S., & Khawaja, I. (2019). Diagnosing Allergic Bronchopulmonary Aspergillosis: A Review. Cureus. Published.https://doi.org/10.7759/cureus.4550 7. Agarwal, R., Chakrabarti, A., Shah, A., Gupta, D., Meis, J. F., Guleria, R., Moss, R., & Denning, D. W. (2013). Allergic bronchopulmonary aspergillosis: review of literature and proposal of new diagnostic and classification criteria. Clinical & Experimental Allergy, 43(8), 850–873. https://doi.org/10.1111/cea.12141 8. Ramírez Cisneros, B., & Sedó Mejía, G. (2015). Aspergilosis broncopulmonar alérgica. Revista Clínica Escuela de Medicina UCR-HSJD, 5(3). https://doi.org/10.15517/rc_ucr-hsjd.v5i3.19923 8. Otero González, I., Montero Martínez, C., Blanco Aparicio, M., Valiño López, P., & Verea Hernando, H. (2000). Aspergilosis broncopulmonar alérgica seudotumoral. Archivos de Bronconeumología, 36(6), 351–353. https://doi.org/10.1016/s0300- 2896(15)30155-1. 9. Collado-Chagoya R, Hernández-Romero J, Cruz-Pantoja R, et al. Aspergilosis broncopulmonar alérgica. Med Int Mex. 2021;37(1):144-151. 10. Patel, A. R., Patel, A. R., Singh, S., Singh, S., & Khawaja, I. (2019b). Treating Allergic Bronchopulmonary Aspergillosis: A Review. Cureus. Published. https://doi.org/10.7759/cureus.4538 11. Eraso, I. C., Sangiovanni, S., Morales, E. I., & Fernández-Trujillo, L. (2020). Use of monoclonal antibodies for allergic bronchopulmonary aspergillosis in patients with asthma and cystic fibrosis: literature review. Therapeutic Advances in Respiratory Disease. https://doi.org/10.1177/1753466620961648 35 36 CAPÍTULO 3: UTILIDAD DE LA ULTRASONOGRAFÍA TORÁCICA EN LA NEUMOLOGÍA ACTUAL Alejandro Golfe Bonmatí1, Ana Núñez Ares1,2, Concepción Patricia López Miguel1,2, Jesús Jiménez López1,2. 1Servicio de Neumología. Complejo HospitalarioUniversitario de Albacete. Albacete. 2Unidad de Broncoscopias y Neumología Intervencionista. Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete. 1. INTRODUCCIÓN Los ultrasonidos torácicos han experimentado una gran expansión desde hace varios años, considerándose una herramienta útil y complementaria especialmente en las unidades de técnicas de neumología intervencionista, teniendo un importante papel en el diagnóstico de patología pleuropulmonar con la ecografía torácica y en el estadiaje del Cáncer de Pulmón con la Ecobroncoscopia (EBUS). Históricamente, los ultrasonidos pulmonares han permanecido en periodo estático, desarrollándose escasamente mientras veíamos cómo se implementaba el uso en otras subespecialidades como la patología abdominal, mamaria o el aparato locomotor2. Esto es debido a la exploración dificultosa del campo pulmonar, debido a la gran cantidad de ultrasonidos que son repelidos en la interfase pleura-pulmón y a la gran artefactación y atenuación que producen los tejidos y el aire1. Sin embargo, con el paso de los años y bajo una adecuada formación del neumólogo, se ha visto la gran utilidad en el estudio de lesiones torácicas, pleurales, pulmonares periféricas, estudio del diafragma, y desde la implementación de la ecobroncoscopia a principios de siglo, en el estudio del mediastino1,2. Los ultrasonidos tienen la gran ventaja con respecto a otras pruebas radiológicas en2: • La ausencia de radiaciones ionizantes, siendo especialmente indicado en población infantil y mujeres gestantes. • Permite una valoración en tiempo real de la patología y técnica a realizar, siendo guía en toma de biopsias y PAAF su principal utilidad. • En el caso de la ecografía torácica, su accesibilidad y portabilidad. Todos estos elementos hacen de la aplicación progresiva en la práctica neumológica un hecho imparable tanto por el número de médicos que la van incorporando a su cartera de servicios, como con el aumento de indicaciones de esta, llegando a considerarse por algunos autores como “el nuevo estetoscopio del siglo XXI”1. Las herramientas principales que utilizan ultrasonidos en el estudio de la patología neumológica son actualmente la ecografía torácica y la ecobroncoscopia, de las que desarrollaremos en este capítulo sus funciones más importantes y los potenciales usos que podrían darse en estas. 37 2. HERRAMIENTAS DIAGNÓSTICAS 2.1 ECOGRAFÍA TORÁCICA La ecografía no se recomienda utilizar de manera rutinaria para evaluación de toda la pared torácica en busca de zonas patológicas, sino más bien para hacer una valoración meticulosa de una zona concreta previamente detectada por la clínica o imagen radiológica previa3. De hecho, muchos autores recomiendan limitar la exploración a la zona afectada, si bien se ha visto que una completa exploración torácica de campo anterior, lateral y posterior no debería de alargarse más de 10-15 minutos en manos experimentadas y familiarizadas con la imagen ecográfica. Se trata de una técnica con un campo de estudio complejo, que requiere entrenamiento y aprendizaje, ya que, al ser una prueba explorador-dependiente, influirá en gran medida el rendimiento diagnóstico de esta en función de la experiencia y conocimientos del neumólogo que lo maneje3. Hoy en día, son muchos los estudios que apoyan la ecografía torácica como prueba diagnóstica complementaria en patologías del parénquima pulmonar, vasculatura pulmonar y pared torácica. Incluso se ha establecido como prueba diagnóstica principal para el estudio de patologías pleurales y diafragmáticas3,4. También es de gran utilidad como guía en procedimientos intervencionistas diagnósticos2,5 y terapéuticos como desarrollaremos más adelante. Actualmente hay disponible en el mercado ecógrafos portátiles que permiten su fácil portabilidad por todas las unidades que puede formar un servicio de Neumología, incluso en la valoración de pacientes que se encuentren en un servicio de Urgencias hospitalarias y se pida valoración neumológica. Tanto en las unidades de broncoscopia y neumología intervencionista como en las unidades de cuidados Figura 1. Principales indicaciones del uso de la ecografía torácica. Basado en el documento de consenso la European Respiratory Society. 38 respiratorios intermedios (UCRI), los ecógrafos ya son una realidad y se utilizan como herramienta habitual para la valoración de patología respiratoria. Sin embargo, es en el área de hospitalización y consultas externas donde hay un recorrido mayor para la implementación ecográfica, teniendo que darle el neumólogo el papel y utilidad a la ecografía torácica como medio de seguimiento y monitorización de las enfermedades respiratorias. A continuación, desarrollaremos algunas áreas y patologías donde la ecografía pulmonar ha demostrado un papel destacado en el diagnóstico e incluso tratamiento de estas. 2.1.1 PLEURA Es en la patología pleural donde la ecografía torácica ha tenido tradicionalmente mayor difusión y uso, especialmente utilizada en el derrame pleural y como guía para realización de toracocentesis. • Derrame Pleural: La ecografía es útil para diferenciar una lesión pleural sólida, atelectasia o engrosamiento pleural (La pleuritis es una anomalía prácticamente imperceptible en la radiografía de tórax1). Además de ello, la ecografía es más precisa, con una sensibilidad y especificidad cercana al 100%, en la detección y estimación de la cantidad de derrame pleural. Permite visualizar derrames pleurales a partir de 5ml de líquido pleural, mientras que para su correcta visualización en la radiografía de tórax postero-anterior se necesitaría un mínimo de 150ml2,4. Nos permite catalogar el tipo de derrame pleural en función de su ecoestructura y ecogenicidad1,2,4,5(anecoico, ecogénico homogéneo u heterogéneo o con presencia de septos o nódulos). Se ha demostrado que la ecografía es más sensible que la TC para demostrar la existencia de septos en el interior de un derrame pleural, es decir, mostrar complicación del derrame pleural6. Es importante resaltar esto, ya que la presencia de ecos, septos o nódulos permite catalogar el líquido pleural de exudado, sin necesidad de esperar a los resultados Imagen 1. Ejemplos de diferentes tipos de ecógrafos en función de su portabilidad. A la izquierda, un ecógrafo de carro, normalmente de uso más generalizado y que vemos clásicamente en las unidades de intervencionismo. En el centro, ecógrafo portátil en forma de maletín plegable. Por último y a la derecha, el más novedoso y portátil, el ecógrafo de bolsillo, que nos permite un fácil transporte y conexión multimedia con cable u inalámbrica con un soporte externo (Móvil, tablet…) para visualizar las imágenes. 39 bioquímicos del líquido pleural. Esto nos permite predecir en gran medida si se trata de un derrame pleural no complicado o complicado por las características de su imagen ecográfica6, previo a realización de una toracocentesis diagnóstica que nos confirme bioquímicamente la tipología del derrame. • Masas pleurales: Las neoplasias pleurales benignas (lipoma, schawannoma, condroma, tumor fibroso localizado benigno) son poco frecuentes. En la imagen ecográfica aparecen bien delimitadas y moderadamente ecogénicas, y pueden acompañarse de discreto derrame pleural. Estas características nos permitirían diferenciarlas de las lesiones malignas. Por el contrario, las masas malignas de la pleural (mesotelioma, linfoma y metástasis) suelen manifestarse como engrosamientos pleurales irregulares, importante derrame pleural acompañante e incluso con Doppler se puede visualizar neovascularización; la TC hoy en día sigue siendo la herramienta de elección5. • Neumotórax: La técnica de referencia en el diagnóstico del neumotórax es la TC, siendo la radiografíade tórax postero-anterior en inspiración y espiración es la prueba de elección por su bajo coste y mejor accesibilidad. Sin embargo, y siempre bajo manos expertas, la ecografía permite una detección rápida2,7, especialmente indicado en gestantes y niños por su ausencia de radiaciones ionizantes, así como pacientes con traumatismos o ingresados en unidades de críticos, con mayor dificultad de movilización, donde se ha demostrado superior a la radiografía de tórax para la detección de neumotórax7. Además, permite su cuantificación para el posterior manejo en función de necesidad o no de drenaje pleural con tubo de tórax (Esto nos lo indicaría la presencia o ausencia del llamado signo de “punto de pulmón”1). A pesar de esto, hoy en día se trata de una indicación que no se ha desarrollado lo suficiente al tratarse en la mayoría de los casos de pacientes con una urgencia respiratoria y la gran dificultad para su estudio. Imagen 2. Imágenes ecográficas de distintos tipos de derrame pleural en función de ecoestructura y ecogenicidad. En la imagen de la izquierda observamos un derrame pleural de aspecto ecogénico homogéneo, con atelectasia pasiva/secundaria, donde se mide el diámetro de cámara pleural de cara a realizar una posterior toracocentesis con seguridad. En la imagen de la derecha, un derrame pleural con septos y vainas de fibrina, siendo característica la imagen de derrame pleural complicado. 40 Todas las características y potencialidades de la ecografía para el estudio pleural hacen que sea una técnica imprescindible para la optimización de la evaluación y tratamiento de los pacientes con derrame pleural, y con su utilización progresiva, en otras enfermedades pleurales. La rapidez de realización y la conveniente repetición de la técnica en muchos pacientes hacen también conveniente el aprendizaje de los neumólogos implicados en la evaluación y trato de este tipo de patología2-4. 2.1.2 PARÉNQUIMA PULMONAR La ecografía tiene un papel importante en el estudio de las enfermedades del parénquima pulmonar que se encuentren en la zona periférica del pulmón. Esto quiere decir que la observación de estas lesiones depende de su contacto directo con la pleura, siendo este un factor clave para su correcto visionado y evaluación4. • Neumonía: En la valoración de la neumonía, la ecografía tiene un papel importante en la detección del derrame pleural paraneumónico y la presencia de abscesos intrapulmonares4,5. Diversos estudios han demostrado que actualmente la ecografía es más sensible que la radiografía convencional, e incluso que la TC, en la valoración de necrosis y abscesificación de las neumonías. La ecografía, además, nos permite distinguir diferentes etapas del proceso neumónico por su imagen ecográfica: 1) aparición y progreso; 2) mantenimiento y 3) evolución a curación o a distrés respiratorio. Esto tiene un papel especial para el seguimiento de la neumonía tras un tratamiento antibiótico empírico o dirigido. • Neoplasias: Únicamente pueden valorarse las neoplasias que están en contacto pleural, siendo la ecografía más sensible que la TC para la evaluación de la invasión de la pared torácica y pleura8. La importancia ecográfica de la valoración de las neoplasias pulmonares reside en que hasta el 40% de los cánceres pulmonares aparecen en como masas pulmonares periféricas, accesibles por esta herramienta9. Además, la exploración con Doppler-color complementa la exploración ecográfica, orientando la naturaleza benigna o maligna de la lesión pulmonar periférica al presentar esta lesión neovascularización5, clásico criterio de malignidad para estas. Las metástasis hematógenas, por si distribución normalmente periférica, también pueden visualizarse por ecografía en forma de nódulos ecogénicos subpleurales. Imagen 3. Observamos broncograma aéreo en parénquima pulmonar, compatible con neumonía. Acompaña a este proceso una cámara pleural de 3.61cm con derrame pleural de líquido ecogénico, todo ello compatible con una neumonía con derrame pleural de probable origen paraneumónico asociado. 41 A pesar de sus ventajas, no sustituye a otras técnicas estudio de extensión8 (TC, RM). • Embolia e Infarto pulmonar: El actual potencial de la ecografía en esta enfermedad se limita a los pacientes que por problemas de movilización no son tributarios de que se les realice una TC5. La extensión del infarto pulmonar es normalmente infraestimada en la ecografía. • Atelectasias: Permite distinguir entre atelectasia obstructiva/primaria y atelectasia pasiva/secundaria por derrame pleural5. 2.1.3 DIAFRAGMA La ecografía constituye el principal medio de exploración y evaluación no invasiva del diafragma. Ha cobrado especial importancia en los últimos años, siendo principalmente desarrollado por intensivistas y anestesistas en unidades de cuidados críticos10,11. En los últimos años se ha visto su papel destacado en la patología diafragmática, secundaria muchas a veces a una enfermedad pulmonar o neurológica subyacente, y como monitorización y diagnóstico de esta. La exploración ecográfica en tiempo real permite la visualización del movimiento del diafragma y su cuantificación, siendo de especial interés en el estudio de la parálisis frénica y el movimiento paradójico del diafragma9, fácilmente observables mediante ecografía. 1. Movilidad y funcionalidad del diafragma mediante la medición de la excursión diafragmática en el ciclo respiratorio. Se ha visto en numerosos estudios su utilidad en la valoración de10: • Disfunción diafragmática en el paciente EPOC. • En el paciente crítico, ya que constituye un valor predictivo positivo en el destete y la extubación de este. • Los efectos de los programas de entrenamiento de la musculatura respiratoria, con especial interés en el campo de la fisioterapia respiratoria. 2. Grosor: El grosor diafragmático es el reflejo del grado de atrofia muscular de este. Mediante la medición y cálculo de la fracción de engrosamiento diafragmático (FED) y de la variación de este podemos ver y calcular el grado de atrofia o el cambio de las fibras musculares durante la contracción del diafragma. La fórmula para el cálculo sería la siguiente10: Se ha visto utilidad para el seguimiento de la funcionalidad diafragmática en los pacientes EPOC, pacientes con enfermedades neuromusculares (Esclerosis Lateral Amiotrófica, Enfermedad de Duchenne etc.) o pacientes con Enfermedad Pulmonar Intersticial Difusa (EPID). 42 Cabe resaltar el gran número de publicaciones recientes en relación con pacientes sometidos a ventilación mecánica. De hecho, recientemente la ecografía torácica ha demostrado ser un recurso validado para ajustar determinados parámetros de los respiradores con el fin de asegurar un reclutamiento óptimo de las zonas dependientes en lo que se ha venido a llamar la ventilación guiada por ecografía11, concepto muy novedoso y donde todavía queda un campo enorme de investigación por realizar. El estudio diafragmático por ecografía ayuda a entender el proceso de atrofia del diafragma en el paciente ventilado, comprender y analizar cómo el modo ventilatorio y los parámetros del respirador pueden influir en la disfunción diafragmática asociada, y emplear los resultados de las mediciones como ayuda a la toma de decisiones en el destete de los pacientes10,11. 2.1.4 GUIA DE PROCEDIMENTOS INTERVENCIONISTAS Inicialmente, y antes de preparar el campo estéril en cada procedimiento invasivo, se hace uso de una ecografía torácica para localizar la lesión, ajustando los parámetros de ganancia y profundidad necesarios para facilitar la punción. Se mide la lesión y la distancia desde la lesión hasta la superficie de la piel. Se realiza un estudio con doppler-color para identificar los posibles vasos sanguíneos de la lesión y deltrayecto por donde va a pasar la aguja. Al finalizar la prueba, se recomienda hacer una ecografía para control del drenaje pleural, de la lesión biopsiada o para descartar la presencia de complicaciones asociadas, como el neumotórax. Es conveniente también que el paciente permanezca vigilado durante 2-3 horas hasta realizar una nueva ecografía antes de la vuelta al domicilio, en caso de pacientes ambulatorios. Las contraindicaciones generales de las pruebas invasivas nombradas a continuación serían los defectos no corregidos de la coagulación, plaquetopenia < 50000, pacientes no colaboradores, falta de visualización adecuada de la lesión o lesiones con sospecha de etiología vascular. Un pulmón con grandes bullas o con enfisema severo supone una contraindicación relativa por el aumento del riesgo de neumotórax iatrogénico. 2.1.4.1 Toracocentesis: Clásicamente la ecografía se ha utilizado como guía de obtención de muestras de líquido pleural mediante toracocentesis. Permite obtener mejores resultados y con menos complicaciones asociadas en comparación a la toracocentesis guiada por auscultación o previa visualización por otra prueba de imagen2. 2.1.4.2 Drenaje pleural: La ecografía puede aplicarse como guía para la colocación de tubos pleurales, lo que permite la colocación de tubos de menor calibre con mayor precisión. Se ha visto su utilidad sobre todo en los derrames paraneumónicos y empiemas, pudiéndose también ver en derrames malignos y neumotórax6. La colocación de estos catéteres de menor calibre se asocia también a menor tasa de complicaciones que con los mayores. 43 2.1.4.3 Punción transtorácica PAAF-BAG: Se ha posicionado como una herramienta importante en la evaluación de lesiones localizadas en la pared torácica, la cavidad pleural, el mediastino y la periferia del pulmón1,4,12. Tiene especial importancia porque permite obtener muestras cito-histológicas de la lesión a estudio puncionando esta y visualizando el proceso en tiempo real, reduciendo con ello la tasa de complicaciones, principalmente la hemorragia alveolar y el neumotórax1,2. Las principales limitaciones de la ecografía como guía en punción PAAF-BAG son las ya comentadas y asociadas a la herramienta: La ventana acústica de la lesión a puncionar y la capacidad para poder visualizar la lesión a través de la ecografía, por lo que solo serán accesibles a esta técnica las lesiones pulmonares periféricas que se encuentren adyacentes a la pared torácica8. La rentabilidad de la prueba es del 84-95 % sin encontrar diferencias con las punciones guiadas por TC ni entre los distintos tamaños de aguja utilizada en la biopsia. En los estudios consultados, no se ha visto relación entre la rentabilidad y el tamaño total de la lesión, aunque sí hay relación directamente proporcional entre la rentabilidad y la longitud de la superficie de contacto de la lesión con la pared torácica. A diferencia de lo que ocurre en la TC, el tamaño de la lesión no parece influir en el rendimiento diagnóstico de la biopsia guiada por ecografía9. La técnica se puede realizar de diferentes maneras, en función de preferencias del explorador y de los medios disponibles: A. Punción en dos tiempos: previamente se hace una ecografía, se localiza la lesión, se marca el punto adecuado para hacer la punción y se realiza dicha punción de forma perpendicular a la piel, una vez retirado el transductor y, por tanto, sin visión ecográfica directa. B. A mano alzada: en esta técnica con una mano se sujeta el transductor y con la otra se introduce la aguja de punción en dirección oblicua, intentando alinear la dirección de la aguja con los haces de ultrasonidos para poder visualizar el trayecto de la aguja hasta la lesión. C. Con ayuda de la guía de punción: Podremos ayudarnos de guías de punción o tutores, que son piezas que se acoplan a la sonda ecográfica y Figura 2. Distintas formas de realización de la punción transtorácica. 44 van a guiar la aguja durante su trayecto a la lesión, facilitando su visión ecográfica. Estas guías dejan un orificio por el que se introduce la aguja de punción que, además, lo hace con una angulación determinada que se ha elegido en función del tamaño de la lesión, vasculatura, etc. D. Con transductores específicamente preparados para la realización de PAAF/BAG transtorácicas. Por último, en el campo como guía de punción transtorácica, hay otras funciones del ecógrafo que, si bien no son estrictamente necesarias, sí facilitan la realización de la técnica y que se han desarrollado y potenciado en los últimos años. Son: • Software de guía de punción12: Programa que lleva normalmente el ecógrafo de mesa integrado y que se usa siempre que se haga punción con tutor de guía de punción. Nos marca el trayecto de la aguja en distintas angulaciones entre las que elegimos la que mejor se adapte a las características y localización de la lesión. • Elastografía13: Se trata de una técnica relativamente nueva cuyo principio se basa en las propiedades de rigidez de los tejidos sometidos a tensión. Mediante la medición de la tensión inducida por la compresión de estos, se puede estimar la dureza del tejido. Por lo tanto, al medir el efecto de la compresión, la elastografía cualitativa puede obtener una imagen de la elasticidad de los tejidos mediante unos rangos de color, de modo que las zonas más rígidas (y presuntamente, de componente maligno y con bajo componente necrótico) se visualizan oscuras, con colores normalmente azulados, mientras que las zonas más blandas aparecen brillantes, con colores en escala de verdes y anaranjados. Actualmente se está utilizando elastografía en el diagnóstico no invasivo de nódulos potencialmente malignos de la glándula tiroides, de mama, de próstata, etc., así como en el estudio endoscópico tanto abdominal como mediastínico. Es en el campo de la patología torácica donde se está evaluando su utilidad y donde podría ser útil para valorar las dimensiones y características de lesiones pleurales o periféricas pulmonares próximas o en contacto con la pared torácica, así como para mejorar la seguridad y el rendimiento de las muestras citológicas (PAAF) o de biopsia13. Hoy en día, esta técnica queda lejos de sustituir a la biopsia, pero nos aporta información sobre zonas sospechosas susceptibles de ser biopsiadas. La presencia de aire en el pulmón, el limitado espacio intercostal para realizar la maniobra de compresión, la escasa experiencia y la falta de unos criterios claros respecto a la estandarización de la técnica son limitaciones de la elastografía transtorácica en la actualidad. • Ecografía con contraste14,15: algunos estudios muestran también la utilidad de realizar las punciones guiadas por ecografía con contraste. Por vía intravenosa se introduce contraste con microburbujas que realzan las zonas de la lesión no necróticas, lo que nos permitirá dirigir la aguja hacia zonas de lesión con mayor rentabilidad en la PAAF/BAG. 45 2.2 ECOBRONCOSCOPIA (EBUS) La ecobroncoscopia o ultrasonografía endobronquial (EBUS, por sus siglas en inglés) se introdujo en el año 2004 cuando se publicaron los primeros estudios de ecografía radial y lineal. Hoy se considera que la introducción de la ecobroncoscopia lineal en la práctica clínica es el mayor hito de la broncoscopia desde la introducción de la endoscopia flexible. La ecobroncoscopia permite una visualización de las estructuras adyacentes a las vías aéreas inferiores que ha permitido no solo el diagnóstico y la estadificación del cáncer de pulmón, sino también el diagnóstico de otras patologías no neoplásicas de predominio infecto-inflamatorio, como la tuberculosis y la sarcoidosis16. Al ser un procedimiento que en la mayoría de los centros hospitalarios no se realiza con anestesia general, el paciente puede ser dado de alta el mismo día
Compartir