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Una perspectiva sociológica de la protesta social y de los movimientos sociales 1

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ALFREDO ESQUIVEL 1
Una perspectiva sociológica de la protesta social y de los movimientos 
sociales1
Por: José Alfredo Valencia Esquivel2
Docente Instructor: Dr. Remberto Elías Mangandí Portillo
Introducción
La protesta social o protesta popular, es una de las manifestaciones sociales, 
políticas, económicas, etc., que manifiestan determinadas agrupaciones 
sociales (como los movimientos sociales) que expresan un descontento social 
ante las diferentes tomas de decisiones que fomentan actores sociales que 
ostentan el poder político en las diferentes instituciones estatales, que son los 
encargados de proveer políticas públicas, proyectos y programas a la 
ciudadanía bajo la óptica del bien común.
La aproximación sociológica de la protesta social, una manifestación de un 
inicio de un movimiento social o una expresión del mismo, gira alrededor de los 
conflictos sociales, para muchos autores la expresión de protesta social refiere 
a una manifestación de inconformidad social ante el accionar de los actores 
políticos que ostentan el poder en la superestructura política de la sociedad y 
que manifiestan su dominio social, político, económico, etc., en vertical hacia la 
sociedad civil, por ello, el significado de la protesta social refiere a una 
manifestación de una clase social subordinada por una clase social dominante. 
El objetivo de este ensayo, tiene la finalidad de proveer un universo de 
percepciones teóricas que buscan definir el significado de la protesta social y de 
los movimientos sociales en las diferentes sociedades del mundo.
1 La presentación de este trabajo esta apegado a la normativa APAS proporcionada por el libro: Grijalva, 
R. (2016). Como escribir, presentar y exponer el informe de investigación: técnicas aplicadas en estudio 
de cátedras, trabajos de grado y tesis: módulo 2. San Salvador: EDIPRO.
2 Estudiantes del 5º año de la Catedra Teoría de Movimientos Sociales, de la Licenciatura en Sociología, 
Universidad de El Salvador, Facultad Multidisciplinaria de Occidente, 2021.
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¿Qué es la protesta social?
La protesta social, es una manifestación de una concatenación de hechos 
sociales, políticos, económicos, etc., que expresa una agrupación social de una 
clase social en específica, en términos de inconformidad social hacia el sistema 
de las relaciones sociales de producción impuesto por una clase social 
domínate en la sociedad misma. La protesta social son acciones que emprende 
la gente para manifestar las injusticias sociales dentro del sistema, en muchas 
ocasiones la protesta social puede tener caracteres violentos o pacíficos. 
Cuando hablamos de protesta social, muchas personas comunes piensan que 
una protesta social es solamente hacer actos de violencia para hacerse sentir 
su presencia en la sociedad, porque “la violencia es el tipo de acción colectiva 
más fácil de iniciar sin incurrir en grandes costes de coordinación y control” 
(Tarrow, 1997, p. 184). 
Sin lugar a dudas la protesta social genera conflictos sociales que pueden 
repercutir en actos violentos de la gente (la violencia debe ser el último recurso 
utilizado por una agrupación social, cuando un régimen político amenace su 
derecho de protestar o sus interés colectivos como clase social), porque es una 
lucha de clases sociales que buscan imponer sus intereses, porque la “la 
protesta social no es un componente del conflicto armado, sino que en 
momentos en que ocurren confrontaciones entre personas que se encuentra 
ejerciendo el derecho a la protesta y funcionarios encargados de hacer cumplir 
la ley” (Personería de Medellín, 2011, p. 137), en donde las provocaciones de 
manifestantes y instituciones del mantenimiento del orden pueden encender los 
ánimos de violencia, por ello “las manifestaciones no violentas son a menudo 
más poderosas que la violencia en sí porque plantean la posibilidad de la 
violencia sin dar a la policía o a las autoridades una excusa para la represión” 
(Tarrow, 1997, p. 182).
Las confrontaciones de los manifestantes de una protesta social y autoridades 
del mantenimiento del orden pueden generalizar conflictos, ya que la 
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manifestación de un grupo social plantea una revolución enfocada al cambio 
social de la sociedad, porque “una revolución social es una necesidad objetiva 
para mejorar las condiciones de vida y trabajo de las personas que -en la 
actualidad- se ven obligadas a vender su fuerza de trabajo a los ricos y 
empresarios a cambio de un salario de hambre” (Buzetto, 2010, p. 16), en ese 
escenario las fuerzas del mantenimiento del orden (policías y militares) tratan 
de frenar cualquier iniciativa que quebrante el orden social establecido.
Cuando observamos que los medios de comunicación empiezan a exponer 
únicamente las conductas violentas de parte de manifestantes que expresan 
una inconformidad social y no sus principales necesidades, están tratando de 
romper vínculos de solidaridad de parte de la sociedad civil, además de 
criminalizar la protesta social, crear una desnaturalización de una libertad de 
expresión de la gente, al tipificarlos como grupos antisociales, ante este 
escenario los teóricos Zaffaroni y Pitrola (2008), plantean lo siguiente:
(…) cuando se pretende criminalizar los reclamos y las protestas contra estos motores o 
estos impulsos de avance de los estándares de realización, y se pretende 
obstaculizarlos, sacándole o quitándole su naturaleza política para darle una naturaleza 
penal, la naturaleza penal es siempre de carácter artificial (p. 36).
La función de las autoridades que velan por el orden social no es reprimir a la 
gente que decide pronunciarse ante un hecho de injusticia social en el sistema, 
la obligación de las autoridades del mantenimiento del orden no es reprimir, “la 
obligación más importante de un agente de la fuerza pública es respetar y 
proteger la dignidad humana, y defender los derechos humanos de todas las 
personas” (Rivera, 2018, p. 301), en un escenario democrático, donde la 
protesta social no está reconocida por ley, sin embargo los elementos que 
permiten su accionar si están presentes en la ley, en lo que refiere a este 
fenómeno los teóricos Zaffaroni y Pitrola (2008), plantean lo siguiente:
Es un derecho constitucional que no está reconocido con ese nombre, pero que está 
implícitamente reconocido en la libertad de pensamiento, en la libertad de conciencia, 
en la libertad de expresión, en la libertad de reunión, en la libertad de religión, en la 
libertad de opinión y en la libertad de asociación (p. 21).
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Los actores sociales que protagonizan una protesta social siempre serán 
tipificados por revoltosos, incultos, buenos para nada, etc., pero su actuar en un 
régimen democrático es legal, “aunque genere inconformidad, molestia y 
perturbación, manifestarse y protestar pacíficamente es hacer democracia en la 
vida pública e implica ejercer colectivamente el derecho a la libertad de 
expresión y los demás derechos civiles y políticos que vigorizan la ciudadanía” 
(Rivera, 2018, p. 287).
La protesta social es una expresión colectiva de libre expresión, que exige 
mejores condiciones de vida, por ello el Estado de derecho debe de garantizar 
el bienestar social de diferentes actores de la sociedad, por ello el pluralismos 
refiere a todas aquellas “redes amplias, accesibles y permanentes a un elevado 
número de actores e intereses en juego, sin mecanismos de exclusión no 
obstáculos formales o reales para tomar parte en el entramado de 
integraciones” (Ibarra, Martí y Gomá, 2002, p. 12), por ello, el criminalizar y 
desnaturalizar la protesta social como un derecho universal de las personas nos 
refiere a un escenario antidemocrático, porque “un gobierno democrático debe 
ser apto para responder a las preferencias de sus ciudadanos, sin establecer 
diferencias políticas entre ellos” (Lomelí, 2015, p. 160).
¿Qué entender por movimientos sociales?Los movimientos sociales son los actores políticos, sociales, económicos, etc., 
que intenta imponer sus intereses colectivos en las relaciones sociales entre 
una clase social domínate y una clase social subordinada, en donde “el poder 
de los movimientos se pone de manifiesto cuando los ciudadanos corrientes 
unen sus fuerzas para enfrentarse a las élites, a las autoridades y a sus 
antagonistas sociales” (Tarrow, 1997, p. 17).
Como hemos manifestado, una agrupación que genere violencia no es un 
verdadero movimiento social, porque “un movimiento popular no es un héroe 
armado, cabalgando a la cabeza de un ejército sobre un campo de batalla en 
donde los adversarios se oponen con armas iguales” (Turaine, 2006, p. 157). 
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Los movimientos sociales se forman a media que los sectores marginados del 
sistema social piden la palabra y toman acciones dirigidas a vivir una vida 
digna, por ello “entendemos por movimientos sociales al conjunto de luchas 
erigidas en contra del capitalismo y en función de la construcción de un mundo 
más justo, más humano y más solidario que se dan en un período y en un 
espacio determinados” (Parra, 2005, p.73).
Hemos planteado algunos significados de movimientos sociales, pero no hemos 
hablado del vinculo primario que une a la gente a un movimiento social y es la 
acción colectiva, que es el resultado de las intenciones, recursos y limites, con 
una orientación construida por medio de relaciones sociales dentro de un 
sistema de oportunidades y restricciones, es decir que una acción colectiva son 
hechos sociales, políticos, económicos, etc., comunes de los individuos 
agrupados, en la medida que estos buscan definir intereses comunes de cada 
uno de sus miembros, además de la identidad que los hace distintos de otros, 
por lo que cada movimiento social posee un determinado proyecto social 
enfocado a un cambio social en la sociedad, por ello la relación de la acción 
colectiva y movimientos sociales son reciprocas, ante ello la teórica Lomelí 
(2015), expone lo siguiente:
(…) la acción colectiva está en la base de todo movimiento social y combina los 
elementos de conflicto, identidad, solidaridad y resistencia en un grupo social que define 
estrategias en función de sus recursos para alcanzar un objetivo centralizado en 
demandas hacia aquel actor que se ha reconocido como adversario (p.156).
En un ambiente democrático los movimientos sociales necesitan de 
oportunidades políticas (como la creación de partidos políticos, organizaciones 
sin fines de lucro, fundaciones, etc.) en la estructura de la superestructura del 
poder político que se impone para la sociedad y es esta “articulación entre el 
sujeto histórico (sociedad civil) y el Estado confluyen en las relaciones políticas 
que se interlocutan a través de la presencia de espacios intermediarios 
conocidos como estructuras partidarias o partidos políticos, organizaciones o 
movimientos sociales” (Andrango, 2010, p. 53), las oportunidades políticas son 
un deber que el Estado de derecho y democrático, es el llamado a proveer 
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mecanismos jurídicos que permitan a la gente asociarse, movilizarse o protestar 
y es que “al hablar de estructuras de movilización nos estamos refiriendo a «los 
canales colectivos tanto formales como informales, a través de los cuales la 
gente puede movilizarse e implicarse en la acción colectiva»” (MacAdam, 
McCarthy y Zald, 1999, p. 24).
Los movimientos sociales se convierten en sujetos sociales e históricos 
quebrantan las mieles del sistema social de los actores con diferentes 
jerarquías de poder en la sociedad, por “cuando una lucha se dirige a cambiar 
la estructura de la toma de decisiones, la acción colectiva implica la redefinición 
de las fronteras existentes en esa organización” (Melucci, 1990, p. 360).
Los movimientos sociales que mayor luchan con el sistema económico que por 
su génesis se basa en la explotación del hombre por el hombre, son los obreros 
que luchan por mejores condiciones laborales, por ello “la huelga es un medio 
de defensa que utiliza la coalición obrera para reivindicar la calidad humana de 
sus agremiados, buscando en todo momento reducir el desequilibrio económico 
existente en los factores de producción” (López, 2007, p. 653). En muchos 
escenarios de las sociedades hemos observado el fenómeno de las huelgas, 
una expresión que es propia de la clase trabajadora, porque “los movimientos 
sociales son organizaciones que representan a la clase trabajadora y a las 
masas populares, o sea, a los pobres del campo y la ciudad” (Buzetto, 2010, p. 
15),
Las huelgas son mecanismos de protesta de una especie de movimiento social 
que busca mejores condiciones de vida en la sociedad, por ello, la huelga debe 
ser un derecho legitimo que debe ser constitucional (ley), ante el teórico López 
(2007), plantea lo siguiente:
(…) las ideas de “derecho a la huelga” y “derecho de huelga”, puede anotarse que el 
primer concepto debe entenderse como un acto de protesta y de presión, 
constituyéndose en un derecho “natural social”, pues implica una conducta espontanea, 
y muchos casos expresa que emerge de las clases sociales oprimidas como una 
reacción en contra de los que detentan el poder (…) “derecho de huelga”, el mismo 
debe de entenderse como una facultad legal (…) (pp. 655-656).
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En la cotidianidad de la sociedad se observan manifestaciones, huelgas u otro 
tipo de manifestaciones sociales, una serie de hechos sociales, económicos, 
políticos, etc., que la gente emprende, por el cansancio de discursos políticos 
utopistas, que los gobernantes políticos nunca llegan a cumplir las necesidades 
de la gente, quien los eligió para su gobernanza, por ello “cuanto más grande 
sea la desigualdad de poder entre los dominantes y los dominados y cuanto 
más arbitrariamente se ejerza el poder, el discurso público de los dominados 
adquirirá una forma más estereotipada y ritualista” (Scott, 2000, p. 26). Cuando 
una agrupación no se siente representada por sus gobernantes decide 
revelarse ante el sistema, de ahí un individuo inscribe su criterio de acción y del 
cual deduce su interés, depende, se determina o se reafirma en el proceso de 
identificación de un individuo con el grupo del que forma parte, es en la propia 
identidad colectiva donde se define la coincidencia entre el interés colectivo y el 
interés individual, en donde una agrupación social comienza a consolidarse 
como un posible movimiento social (Revilla, 1996).
Como hemos manifestado, la violencia debe ser el último recurso de acción de 
una protesta social, encabezado por un movimiento social o consolidación del 
mismo, en un escenario democrático el consejo, el dialogo y los acuerdos 
dentro de las diferentes clases sociales debe ser una realidad, por ello el teórico 
Carrillo (2010), explica los nuevos ideales que deberían aplicar movimientos 
sociales en la sociedad, de ello se expone lo siguiente:
Las redes de movimientos sociales no deben ser pensadas en el sentido de la 
fragmentación entre grupos sociales o etnias hostiles entre sí, su propuesta se enmarca 
en la perspectiva de un proyecto político colectivo, pensado en la revitalización de la 
democracia, en el sentido de propuestas políticas y sociales que ayuden a mejorar la 
calidad de vida y propongan una mejor redistribución de la riqueza (p.67).
 
Conclusiones
La protesta social es un fenómeno indispensable para las agrupaciones 
sociales (de un movimiento social o consolidación del mismo) que se siente 
marginadas del sistema social de una sociedad, ya que sus integrantes 
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padecen un determinado numero de injusticias sociales que les limita su 
bienestar social como un colectivo. Aunque la protesta social no es un derecho 
que se establezca en una ley, los componentes de la libre opinión, la libertad de 
asociarse, la libertad de ejercer la política, etc., por ellono se puede criminalizar 
la protesta social, peor aun en un Estado democrático y de derecho, por ello no 
se puede “justificar los conflictos sociales y llevarlos a la arena penal es 
renunciar al dialogo, y es la forma más radical y definitiva de dejarlos sin 
solución” (Rivera, 2018, p. 308).
Los movimientos sociales son las agrupaciones sociales que buscan imponer 
un cambio social en la sociedad, cuando una agrupación colectiva como los 
movimientos sociales se pronuncian ante diferentes tomas de decisiones de 
actores sociales con cuotas de poder en las diferentes instituciones del Estado 
que atentan a quebrantar sus derechos o irrespetan los mismo, la situación de 
conflicto social es inevitable, porque “los movimientos sociales buscan mostrar 
que sus luchas están conformadas por gente pobre y marginal, y su principal 
objetivo es la lucha por instituir un nuevo tipo de derechos con dignidad y una 
nueva forma de entender la ciudadanía” (Andrango, 2010, p. 56).
Referencias
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colectiva y la política. Madrid: Alianza Universitaria.
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KAVILANDO, núm. 2, julio-diciembre, 2010, pp. 133-144.
Buzetto, M. (2010). El marxismo en la transformación de la realidad. 
Ministerio de Coordinación de la Política, núm. 1, mayo, 2010, p.13-28.
Zaffaroni, E., y Pitrola, N. (2008). La criminalización de la protesta social. 
Buenos Aires: Rumbos.
Rivera, J. (2018). “Diez cuestiones actuales sobre derechos humanos”. 
Queretano: Instituto de Estudios Constitucionales del Estado de 
Queretano.
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Ibarra, P., Martí, S., Gomá, R. (2002). Creadores de la democracia radical: 
Movimiento sociales y redes de políticas públicas. Barcelona: Icaria.
Lomelí, C. (2015). Movimientos sociales, democracia y Estado de derecho. 
Una mirada a la contribución de los movimientos sociales a la 
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Turaine, A. (2006). Los movimientos sociales. Revista Colombiana de 
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Parra, M. (2005), La construcción de los movimientos sociales como sujeto de 
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Andrango, L. (2010). El papel del sujeto histórico en los procesos de
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MacAdam, D., McCarthy, J., Zald, M. (1999). Movimientos sociales: 
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Scott, J. (2000). Los dominados y el arte de la resistencia. México: Era.
Revilla, M. (1996). El concepto de movimiento social: Acción, identidad y 
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https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/5/2458/38.pdf

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