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TEMA 8
DEFINICIÓN DE OLVIDO
La palabra “olvido” tiene dos acepciones: 1) el borrado completo de la huella de memoria que no puede recordarse o, 2) un fallo de recuperación que sería subsanable con claves adecuadas. 
El problema de la primera acepción, llamada “la forma duarte de olvido”, es que para demostrarla habría que examinar un circuito neural extremadamente sencillo y comprobar que todos los eventos seculares y moleculares que tuvieron cuando se formó una memoria han retornado a su estado original. Según Davis, en ningún organismo se puede llevar a cabo hoy este tipo de media, por lo que resulta imposible afirmar que se ha producido olvido en este sentido. El concepto de olvido en su forma más fuerte resulta estéril científicamente y debe ser descartado.
La consideración del olvido en términos de “fallos en el proceso de recuperación” es la más extendida entres los investigadores, y ello es así porque permite explicar innumerables datos, además, abre la posibilidad de apelar a diferentes procesos, fenómenos o circunstancias que explicarían múltiples formas o versiones de olvido. 
Si el olvido lo consideramos como falta de disponibilidad, volvemos al problema de imposible solución planteado por Davis. La evidencia tan familiar para cualquiera de que una información determinada que en un momento concreto no podemos recuperar y en otro momento posterior puede ser recuperada con éxito abunda en la idea que venimos subrayando de que el olvido no es una cuestión de todo o nada, sino de falta de accesibilidad. Entendemos que el olvido a largo plazo se refiere a una falta de accesibilidad. 
Tulving definió el olvido como la incapacidad para recordar en este momento algo que sí pudo recordarse en una ocasión anterior. 
TIPOS DE OLVIDOS
El olvido no solo no es malo sino deseable y, de hecho, hacemos un esfuerzo deliberado por producirlo. El estudio del olvido nos obliga a establecer una distinción entre olvido incidental y olvido motivado.
El olvido incidental es el que se produce en ausencia de intención de olvidar. El olvido motivado es que se produce como resultado de procesos o conductas intencionadas con el de disminuir la accesibilidad de determinados contenidos de memoria. 
OLVIDO INCIDENTAL
El olvido incidental se ha explicado desde dos perspectivas diferentes. Una ha argumentado que la memoria se desvanece o decae por el simple paso del tiempo; la otra considera que el olvido se produce porque las huellas de memoria son dañadas, debilitadas por otras huellas. La primera perspectiva asume que el olvido es un proceso pasivo, y está representada por la teoría del decaimiento; la segunda considera al olvido como un proceso activo, y está representada por la teoría de la interferencia. 
La teoría del decaimiento o los efectos del paso del tiempo sobre la memoria
La curva del olvido de Ebbighaus establecía una relación cuantitativa entre memoria y tiempo, con la salvedad de que dicha relación no es lineal sino logarítmica, que el olvido es muy rápido tras el aprendizaje y después de enlentece. Esta curva de olvido, función de retención, pasó a formar parte de la teoría dominante del olvido durante varias décadas, la llamada teoría del decaimiento que postula que los recuerdos no utilizados se desvanecen con el paso del tiempo. Thorndike enunció su ley del desuso que postula que los hábitos y los recuerdos que se usan repentinamente se fortalecen, mientras que los que no se usan se debilitan y desaparecen. La teoría del decaimiento y la ley del desuso de Thorndike postulan lo mismo, el simple paso del tiempo acaba barrando los recuerdos. 
Según relata MCGeoch el principio básico de la teoría de la interferencia es precisamente que los hábitos nuevos entran en conflicto con los viejos. 
Müller y Pilzecker publicaron la que se considera la primera demostración experimental de que el olvido se debe a la interferencia. Jenkins y Dallenbach demostraron que los sujetos recordaban más sí dormían antes del test de memoria que si continuaban sus actividades en estado de vigilia. el golpe definitivo de la teoría del decaimiento lo asentó John McGeoch con su artículo “Forgeting and the law of difuse”, donde rechazo la idea de que el tiempo per se explique nada en la naturaleza. No es el paso del tiempo el que produce la oxidación del metal sino una serie de reacciones químicas que ocurren en el tiempo, la perdida de los recuerdos no se produce por el simple paso del tiempo sino por algo que ocurre a medida que el tiempo pasa. Y eso que ocurre es la interferencia de lo que se experimenta tras el aprendizaje de la información que hay que recordar. 
En décadas recientes, la idea de que el decaimiento podría jugar un cierto papel en la producción del olvido ha sido considerada desde diferentes perspectivas. Robert Bjork ha elaborado una “nueva teoría del desuso”, desde la perspectiva funcional, considera que el olvido es el resultado necesario de la puesta al día del sistema de memoria que inhibe lo que se usa y fortalece lo que se repite. Schacter ha señalado que las memoria que no recuperan ni se repasan podrían ir disipándose a consecuencia de la perdida de conectividad sináptica.
Los psicólogos experimentales actuales consideran que el tiempo no explica nada, simplemente correlaciona con otros factores que sí causan olvido. 
Teorías clásicas de la interferencia
La interferencia fue considerada desde dos planteamientos diferentes. Una primera visión consideró que la interferencia consistía en el efecto degradante que las nuevas memorias tienen sobre las memorias previamente establecidas pero que todavía no han sido consolidadas. Tal planteamiento implica que para que se produzca interferencia resulta irrelevante que las nuevas memorias y las viejas que resultan afectadas sean similares o no, ya que el efecto interfiriente es la formación de las nuevas memorias. 
Una segunda teoría estableció que la interferencia es el resultado de la llamada sobrecarga de claves. Dicha “sobrecarga” se refiere a que una misma clave de recuperación acaba asociándose a diferentes memorias entre el momento del aprendizaje y el momento del recuerdo. La similitud del material interfiriente resulta fundamental dado que los elementos similares tienden a asociarse a la misma clave de recuperación. 
Mientras la primera propuesta contempla la interferencia como un proceso de degradación de la huella de memoria, lo que supone que el olvido se debe a problemas de almacenamiento, la segunda propuesta considera a la interferencia como un fenómeno de competición en el momento de la recuperación. 
La interferencia como degradación de la memoria
Müller y Pilzecker demostraron que la probabilidad de recordar un material recién aprendido disminuía si durante el intervalo de retención los sujetos realizaban otra actividad. El procedimiento básico incluía el aprendizaje de una lista de silabas sin sentido, un intervalo de retención de 6min y una prueba de recuerdo.
Resultados el nivel de recuerdo era significativamente mejor después del descanso. Estos autores explicaron dichos resultados apelando a lo que denominaron inhibición retroactiva, consistente en un efecto interfiriente o degradante que el almacenamiento de nuevas experiencias produce sobre las memorias codificadas previamente. Dicha perturbación de las memorias previas ocurre porque el proceso de almacenamiento de las nuevas memorias interrumpe el proceso de consolidación de las primeras. 
Jenkins y Dallenbach pusieron de manifiesto que el recuerdo era superior tras un periodo de sueño que tras un periodo de vigilia o que la tasa de olvido era mayor cuando los sujetos permanecían despiertos durante el intervalo de retención que cuando estaban dormidos. El olvido fue atribuido a la interferencia que las actividades realizadas durante el estado de vigilia producían sobre el aprendizaje original.
Interferencia por sobrecarga de las claves
McGoech defensor de la idea de inhibición retroactiva postulada por Müller y Pilzecker, en 1942, dio un paso adelante al proponer como mecanismosubyacente a la inhibición retroactiva lo que llamó “competición de respuestas”. 
La idea central de la teoría de competición de respuestas es que durante el intervalo de retención las claves de recuperación asociadas al material recién aprendido se asocian con otras respuestas, lo que da lugar a que, en el momento del test, dichas respuestas entren en competición ante la presencia de dicha clave y dificulte el recuerdo de los ítems concretos. 
Esta generalización se conoce como el principio de sobrecarga de claves. Las teorías tradicionales del olvido asumen que el olvido cotidiano es un fenómeno de sobrecarga de las claves. 
Como demuestran numerosos experimentos con el procedimiento de pares asociados A-B, A-C, cuando una clave determinada se vincula a varios ítems, tales ítems compiten con el ítem correcto por acceder a la conciencia. El resultado de esa competición es el olvido por interferencia. 
Paradigmas experimentales y tipos de interferencia. 
El método más utilizado para estudiar la interferencia ha sido la tarea de aprendizaje de pares asociados. Esta tarea consiste en estudiar una lista de pares de palabras no relacionadas que después han de res recordadas. Cada par está compuesto de una palabra estímulos y de una palaba respuesta, de modo que en el momento del test se presentan las palaras estímulo como claves de recuperación y los participante deben recordar las correspondientes palabras respuesta. 
Se asume que con esta tarea se induce la codificación de varias asociaciones entre las palabras, incluyendo asociaciones hacia delante o proactivas que vinculan los estímulos con las respuestas, asociaciones hacia atrás o retroactivas que vinculan las respuestas con sus estímulos y asociaciones contextuales que vinculan cada ítem a la representación general del contexto de la lista. 
Interferencia retroactiva
La interferencia retroactiva o hacia atrás se refiere al olvido de viejas memorias producido por el aprendizaje posterior de información similar. La nueva memoria interfiere retroactivamente sobre la vieja memoria que parece haberse olvidado. 
La interferencia retroactiva se ha estudiado experimentalmente con tareas de aprendizaje de pares asociados.
 (
Diseño
:
Dos grupos: uno experimental y otro control. 
Ambos grupos aprenden la misma lista de pares asociados (A-B)
El grupo experimental aprende una nueva lista de pares asociados (A-C), formadas por las mismas palabras estímulo pero emparejadas con nuevas palabras respuesta. El grupo control no aprende ninguna lista sino que realiza mientras tanto una tarea irrelevante de relleno.
Ambos grupos realizan una prueba de recuerdo de las lista A-B
Hallazgos 
 el aprendizaje por parte del grupo experimental de una segunda lista similar daña la capacidad para recordar los elementos de la primera lista y el estudio continuado de la segunda lista traerá consigo un mejor recuerdo de ésta pero un empeoramiento progresivo del recuerdo de la primera. 
Un factor clave en la generación de estos efectos es la similitud entre las listas; cuando se utilizan dos listas diferentes la interferencia retroactiva prácticamente no aparece. 
) 
No todo aprendizaje nuevo altera la memoria previa sino solo cuando lo nuevo y lo viejo comparten características o elementos comunes o similares.
Interferencia proactiva
La interferencia proactiva o hacia aras se refiere a la tendencia de los viejos recuerdos a obstaculizar, entorpecer e incluso impedir la recuperación de experiencias o conocimiento recientes. 
 (
Diseño
:
El grupo experimental aprende dos listas, la lista A-B y después la lista A-C. El grupo control realiza una tarea de relleno después aprende la lista A-C. 
En el momento de test, ambos grupos deben recordar la lista A-C.
Este diseño permite explorar cómo la información aprendida previamente puede influir sobre nuestra capacidad para recuperar la información nueva. 
Los participantes tienden a olvidar ítems de una lista cuando han estudiado una lista previa. El grupo experimentar tiene un nivel de recuerdo inferior al grupo control. 
)
La interferencia retroactiva es más pronunciada con intervalos de retención cortos mientras que la interferencia proactiva es mayor con intervalos de retención largos. El efecto de la interferencia proactiva es máximo cuando las dos listas son relativamente similares. Y el efecto de la interferencia proactiva es mayor con test de recuerdo que con test de reconocimiento. 
Otros fenómenos de interferencia (Primero la de olvido inducido por recuperación, la del conjunto de claves no la ha explicado en clase, luego va los mecanismos subyadcentes a la interferencia como se produce el olvido)
Inhibición por utilizar partes de un conjunto como claves 
La inhibición o interferencia que ocurre cuando se ofrecen partes de un conjunto como claves de recuperación y el efecto que se produce es la alteración para recordar el resto del conjunto.
El descubrimiento experimental de este fenómeno se produjo en un estudio de Slamecka. 
 (
En el experimento de Slamecka:
Los participantes escucharon dos veces una lista de 30 palabras. 
En el momento del test, los participantes del grupo control recibieron una hoja de papel en blanco y se les pidió que escribiesen todas las palabras que pudieses. Los del grupo experimental se les dio una hoja que ya contenía una serie de palabras y se les pidió que recordasen las que faltaban. 
El grupo experimental, que había recibido parte del conjunto de la recuperación, recordó menos ítems que el grupo control. 
)
El fenómeno que se observo es este experimento, se conoce con la expresión inglesa “part-set cuing inhibition”, cuya traducción podría ser “inhibición por utilizar partes de un conjunto como claves”, dado que el hecho de proporcionar una parte del conjunto como claves de recuperación inhibe el recuerdo de los elementos restantes de conjunto. 
Algo que caracteriza a este fenómeno es que cuantas más claves se proporcionan a los participantes más empeora su capacidad para recordar el resto de los ítems. El fenómeno no se limita a los ítems de una misma categoría semántica, sino que también se produce con listas de palabras no categorizadas. Este fenómeno no aparece en pruebas de reconocimiento. 
Este extraño y contraintiutivo fenómeno de memoria se produciría porque entre las claves proporcionadas y los ítems que hay que recordar se produciría una competición durante la recuperación que llevaría al sujeto a abandonar el proceso de búsqueda en memoria y a la consiguiente incapacidad momentánea para recordar lo que se desea. Esta idea de que las claves aumenta la competición es consistente con el hallazgo ya comentado de cuantas más claves se proporcionan más empeora el recuerdo de los ítems restantes. 
Existe evidencia de que cuando las personas se reúnen para recordar-como-grupo material que cada uno ha aprendido por separado recuerdan menos que cuando cada persona recuerda en solitario. Este fenómeno se conoce como inhibición colaboradora.
Olvido inducido por la recuperación. (Descubierto muy recientemente)
¿Por qué existe tanta disparidad entre la información disponible y la información accesible? ¿Por qué recuperamos tan poca información de la mucha almacenada?
La abundante investigación generada al respecto en las últimas décadas sugiere que el acto de recordar algo produce posteriormente decrementos en el recuerdo de información similar. 
La teoría actual de la memoria asume que el propio acto de recordar algo produce olvido. La información relacionada o asociada a las mismas claves de recuperación que la información recordada corre el riesgo de ser olvidada. AderSon, Bjork y Bjork (1994) llamaron a este fenómeno olvido inducido por la recuperación y propusieron para su estudio el paradigma de la práctica de recuperación. 
 (
Paradigma de la práctica de recuperación
Fase 1 
 los participantes estudian una serie de categorías, cada una con 6 miembros, que se presentan en el formato categoría-ejemplar. 
Fase 2 
 los participantes realizan una práctica dirigida derecuperación solo con algunos de los ítems pertenecientes a algunas de las categorías que acaban de estudiar, para lo que han de completar pruebas de recuerdo con claves (constituidas por el nombre de la categoría y las dos primeras letras de un ejemplar). El objetivo de la práctica de recuperación es analizar el impacto de dicha práctica sobre la retención a largo plazo del resto de los ítems con los que se ha practicado. Cada uno de los ítems seleccionados para practicar la recuperación se utiliza tres veces con cada participante para asegurar que la manipulación de la práctica de recuperación es suficientemente fuerte. 
Fase 3 
 test de recuerdo con claves de todos los ítems estudiados, donde las calves son los nombres de las categorías. 
)
Anderson y sus colaboradores evaluaron el recuerdo de tres tipos de ejemplares:
1) Ejemplares practicados de categorías practicadas (Pr+)
2) Ejemplares no practicados de categorías practicadas (Pr-)
3) Ejemplares no practicados de categorías no practicadas (Npr)
Dos hallazgos los ítems con los que se ha participado (Pr+) se recuerdan significativamente mejor en el test final que los ítems con los que no se ha practicado (Pr- y Npr). La práctica de recuperación altera la retención a largo plazo de los ítems relacionados semánticamente y que no han recibido práctica (Pr-). Estos últimos ítems son recordados significativamente peor que los ítems de la condición de línea base; categorías y ejemplares que también han sido estudiados pero ninguno de sus ejemplares ha recibido práctica de recuperación. El recuerdo repetido de algunos ítems produce olvido de larga duración de los ítems relacionados, como se indico antes, el propio acto de recordar puede provocar olvido. 
Los hallazgos obtenidos con diferentes versiones del “paradigma de práctica de recuperación” sugieren que el olvido inducido por la recuperación es una consecuencia de la supresión de los ejemplares que no hay que recordar durante la fase de la práctica de recuperación. Anderson y Spellman han argumentado que los procesos de selección tiene propiedades similares al proceso de atención selectiva, en ambos casos ponen en marcha mecanismos inhibitorios cuya función es facilitar el acceso al ítem deseado mediante la supresión de la competición procedente de los ítems no deseados o no atendidos. El patrón global de resultados sobre el olvido inducido por la recuperación pone de manifiesto que la recuperación debería interpretarse como un acto de atención selectiva focalizada conceptualmente. 
La recuperación es un proceso complejo que configura la dinámica de la memoria. Robert Bjork considera el proceso de recuperación como un modificador de la memoria por entender que el proceso de recuperación de un ítem modifica el estado de dicho ítem de memoria. Un ítem rara vez puede ser recuperado de la memoria sin modificar de manera significativa la representación de dicho ítem. El acto de recordar es en sí mismo un evento de aprendizaje. La recuperación es una fuente de olvido. 
Mecanismos subyacentes a la interferencia: ¿cómo se produce el olvido?
Puede decirse, que en términos generales, los fallos de recuperación se han atribuido a condiciones tales como fallos en las rutas de recuperación, ineficacia de las claves o alteraciones en las huellas que se desean recuperar. 
Teorías clásicas del olvido.
A veces, los fallos para recuperar una información determinada se acompañan de recuerdos intrusos, similares al ítem que buscamos, que parecen invadir el camino o la ruta que nos llevaría hasta el ítem correcto. Una situación muy clara de este tipo es la experiencia de “punta de la lengua”, en la que nuestra capacidad para recordar el nombre de una persona o de un objeto parece estar bloqueada por otra palara que se nos impone a pesa de nuestros esfuerzos por eliminarla. 
La idea de que ítems similares bloquean la ruta de acceso al ítem deseado es una de las explicaciones al bloque de los ítems B en el paradigma de la interferencia retroactiva A-B, A-C. La presentación en el momento del test de la clave A induciría la activación tanto de B como de C, que entrara en competición por acceder a la conciencia. La teoría de competición de respuestas de McGoech asume que los fallos de recuperación se producen porque se recuperan los recuerdos no deseados en lugar de los deseados. El aprendizaje de A-C no borra los recuerdos del aprendizaje A-B, ni los recuerdos de A-B decaen o se desvanecen con el tiempo. El olvido no se debe a perdida de información sino que es un problema temporal, un lapso en la recuperación de la información deseada, causado por la inhibición reproductiva resultante de la competición. Es decir, el recuerdo de B es bloqueado o inhibido por la recuperación de otras respuestas asociadas a la misma clave, dado que se asume que la fuerza del vínculo asociado entre A y B disminuye cuando la fuerza asociativa de los competidores aumenta. 
La hipótesis de bloqueo asociativo asume que los recuerdos asociados a las mismas claves entrarán en competición por acceder a la conciencia en presencia de tales claves compartidas. 
Otra explicación de la interferencia retroactiva fue propuesta por Melton e Irwin demostraron que la relación entre instrucciones inter-lista (ítems C) y el olvido no era tan simple. 
 (
Estos investigadores utilizaron la tarea de pares asociados. 
Procedimiento:
El grupo experimental y el grupo control aprendieron la misma lista A-B en 5 ensayos.
Los sujetos del grupo experimental aprendieron una segunda lista, A-C en 5, 10, 20 o 40 ensayos. Mientras los sujetos del grupo control descansaban. 
Todos los grupos realizaron un test de recuerdo de la lista A-B
Si la competición de respuestas era la responsable de todo el olvido, entonces todos los errores de los grupos experimentales deberían ser respuestas C. Melton e Irwin demostraron que la diferencia en el recuerdo ente el grupo control y los grupos experimentales no podía atribuirse solo a las instrucciones o a la competiciones de los ítems C.
)
La competición de respuestas no era el único mecanismo responsable del olvido, sino que había que apelar a otro mecanismo adicional que llamaron “factor X”, para después identificarlo como un proceso de desaprendizaje de las asociaciones A-B. La teoría de la interferencia retroactiva de Melton e Irwin se convirtió en la teoría de los dos factores. 
La idea básica de la hipótesis del desaprendizaje es que los sujetos “desaprenden” la asociaciones original ente A y B durante el aprendizaje de las lista A-C. La asociación entre una clave y un recuerdo se irá debilitando cava vez que dicho recuerdo se recupere inadecuadamente. 
Mientras la teoría de competición de respuestas atribuye el olvido a competidores muy fuertes, la hipótesis del desaprendizaje lo atribuye a asociaciones demasiado débiles. 
Inhibición y olvido
La memoria funciona adecuadamente porque dispone de procesos y mecanismo facilitadores como los procesos y mecanismos inhibidores. Los procesos inhibidores son tan necesarios y fundamentales como los procesos facilitadores para el correcto funcionamiento de la memoria. 
Anderson, por inhibición se entiende el mecanismo que actúa sobre una huella de memoria para producir un cambio potencialmente reversible y gradual que la hace menos accesible. La inhibición tiene como función regular la accesibilidad de las huellas de memoria no deseadas. 
La inhibición tiene cuatro características básicas:
1) implica un mecanismo externo a la huella de memoria que actúa sobre ésta. 
2) Modifica el estado de excitación de una huella. 
3) Reduce la actividad hasta hacer la huella menos accesible y altera el recuerdo. 
4) Los cambios en el estado de activación de una huella son reversibles. 
La inhibición resuelve la competición entre las representaciones activadas, o detiene un proceso. 
La propuesta de Anderson es que la teoría de la interferencia debería considerarse en el contexto general de cómo los organismos controlan la dirección de sus pensamientos y acciones. La tesis es que elproceso de recuperación es un caso especial dentro de una amplia variedad de situaciones que requieren control ejecutivo. Es el mecanismo de control ejecutivo el que resuelve la interferencia que nos produce el olvido. 
Parece lógico suponer que cuanto más material añadamos a nuestra memoria, más difícil resultará recuperar con eficacia la información deseada. La investigación ha puesto de manifiesto que almacenar huellas similares y competidoras, entorpece la recuperación e incrementa la probabilidad de errores de recuperación. A todo ello hay que añadir que las claves utilizadas para recuperar una información concreta no suele estar bien especificadas, y cuando deseamos recuperar algo no solo accedemos a la información requerida sino que también lo hacemos a otras informaciones relacionadas. 
 Anderson, las personas controlamos los recuerdos no deseados recurriendo a mecanismo inhibitorios semejantes a los utilizados en el control de las asociaciones motoras. Tales mecanismos de control ejecutivo permiten detener o anular el proceso de recuperación e impiden que los recuerdos no deseados accedan a la conciencia.
Ante la presencia de las claves de recuerdo no deseados, la activación se propaga desde las claves a las huellas almacenadas en memoria. Si la huella dominante no es deseada en ese momento, entonces se pone en marcha la inhibición para debilitar la huella dominante, que permitirá el control selectivo de los que se recupera o sencillamente detendrá la recuperación. Anderson ha aportado evidencia a favor de dicho control inhibitorio en dos situaciones que exigen una puesta en marcha el mecanismo del control ejecutivo llamado “anulación de respuestas”: cuando surge la necesidad de recuperar selectivamente un recuerdo y cuando se desea para la recuperación. 
Desde la perspectiva de la anulación de respuestas, las instrucciones disparan mecanismos de control que inhiben las huellas deseadas. Recordar tiene que producir olvido, un efecto que ha sido demostrado experimentalmente y que conocemos como olvido inducido por la recuperación. La inhibición selectiva durante la recuperación es una forma de olvido por la que los recuerdos no deseados son activamente inhibidos o suprimidos hasta el punto de reducir o impedir su acceso a la experiencia consciente.
El control de la memoria no se limita a seleccionar una respuesta no dominante, sino que a veces implica impedir que un recuerdo llegue a nuestra conciencia. 
 (
Los participantes pasaron por tres fases:
Estudiaron 40 pares de palabras débilmente asociadas. Fueron entrenados para responder con la segunda palabras cada vez que se les presentaba la primera o clave. 
La segunda fase era la del procedimiento pensar/no pensar. Debían ejercer el control sobre la recuperación. En esta fase, aparecía una clave de uno de los pares y a los sujetos se les decía que recordaran y dijeran un voz alta la palabra respuesta o que no pensaran en absoluto en la respuesta. 
Los investigadores no podían mediar directamente si los sujetos detenían sus recuerdos para que no entrasen en la conciencia; pero si los mecanismos inhibitorios se movilizaban y anulaban la recuperación entonces el recuerdo posterior de las palabras excluidas debería aparecer alterado.
En la tercera fase del estudio se analizó esa predicción. Los sujetos realizaron un test de recuerdo con claves de todos los pares estudiados en la primera fase. 
Se produjo olvido, en el sentido de que el recuerdo de las palabras que los sujetos habían impedido que entrara en su conciencia fue significativamente inferior al de la línea base. Los resultados pusieron de manifiesto que a más ensayos de parada de la recuperación, peor recuerdo de las palabras excluidas. 
)Mediante el paradigma de pensar/no pensar, Anderson y Green han demostrado tal posibilidad. 
Los hallazgos comentados sobre control inhibitorio en memoria sugieren que gran parte de nuestras experiencias de olvido se producen por un proceso de inhibición que regula la accesibilidad de las huellas de memoria. Cuando un recuerdo interfiere con la recuperación de otro o se trata de un recuerdo no deseado, se pone en marcha un proceso de inhibición que altera el estado de activación de ese recuerdo y reduce su accesibilidad para el futuro. 
La inhibición como un mecanismo adaptativo
Considerar que el olvido como resultado de la inhibición permite asumir que ésta cumple una función básica y adaptativa. Las dos funciones sobre inhibición en memoria analizadas por Anderson pueden interpretarse como una solución adaptativa al problema de la interferencia y al de la competición entre las puestas deseadas y no deseadas. 
El sistema general debe tener algunos medios para restringir lo que se recupera ante una clave determinada. 
No es deseable que todo lo que hay en nuestra memoria esté accesible, sobre todo si se tiene en cuenta la capacidad virtualmente ilimitada de la memoria humana. La inhibición de las respuestas competidoras gracias a la inhibición de la recuperación, tiene como función facilitar la recuperación de la respuesta seleccionada, parece probable que la inhibición y el olvido subyacente tienen una clara función adaptativa.
 Bjork dice que los seres humanos aprendemos y utilizamos nuevas informaciones sin descubrir las representaciones relacionadas que existen en nuestra memoria. tenemos la capacidad para olvidar dichas representaciones al ir haciéndolas casa vez menos recordables sin necesidad de borrarlas. Porque las viejas huellas no se borran, siguen siendo fácilmente reconocibles y rápidas de reaprender si en un futuro volvieran a ser relevantes. Las huellas de la vieja información son cada vez más difíciles de recuperar. Se hacen menos accesibles. 
Cuando la accesibilidad de una huella de memoria resulta un inconveniente y gracias a la inhibición de reduce, no solo aumenta la eficacia de la recuperación de otras huellas sino que también aumenta la probabilidad de olvido de la huella deseada. 
OLVIDO MOTIVADO
El olvido es un aspecto necesario y fundamental de un sistema de memoria eficiente y adaptativo. El olvido es exactamente lo que necesita nuestra memoria para funcionar de manera óptima.
La necesidad de olvidar
William James, “en el uso de nuestro intelecto, olvidar es tan importante como recordar”. 
La incapacidad para olvidar puede convertir la vida cotidiana de una persona en un verdadero tormento. AJ, la mujer que recuerda todo su pasado, vive como una carga se excepcional memoria autobiográfica y considera que lo que para otros seria un dos excepcional a ella la está volviendo loca. El del sujeto S se refiere a un hombre con una prodigiosa memoria que tuvo que enfrentarse a su excepcional capacidad buscando desesperadamente el modo de olvidar. 
Alexander R. Luria tuvo la oportunidad de estudiar a Salomón Sherechevsky (S). Gracias a aquel estudio, en S encontramos claves muy valiosas para adentrarnos en el conocimiento del olvido motivado. 
Las palabras del propio S y la argumentación de Luria son muy nteresante porque apuntan dos cuestiones de relevancia probad para producir olvido. Nos referimos al olvido motivado practicado con éxito por S y al papel atribuido por Luria a la inhibición. 
Dos observaciones la idea de que las personas estamos capacitadas para olvidar intencionada o voluntariamente parece ser que jugó un importante papel en el desarrollo del concepto de represión por parte de Freud. Desde hace varias décadas, un número reducido, pero a la postre muy solvente, de investigadores ha replicado con éxito el olvido motivado en el laboratorio mediante el paradigma experimental del olvido dirigido. 
Olvido dirigido: métodos y explicaciones
A pesar de la variedad de métodos y nombres, pronto se generalizó entre los investigadores la etiqueta de olvido dirigido y, ha quedado demostrado que el paradigma que mejor produce el olvido intencional en el laboratorio es el paradigma del mismo nombre, esto es, el paradigma del olvido dirigido. Mediante un procedimiento sencillo de aprendizaje de una lista de palabras,durante el que los participantes reciben instrucciones para olvidar un subconjunto de las palabras que acaban de adquirir, numerosos estudios realizados han demostrado que la información que hay que olvidar se olvida fácilmente. 
Variaciones del paradigma de olvido dirigido
Existen dos métodos básicos en el paradigma del olvido dirigido. Con ambos métodos, los participantes son instruidos para que olviden algunos ítems (O) y para que recuerden otros (R). Son el método de los ítems y el método de la lista. 
El método de los ítems consiste en dar, tras la presentación de cada palabra, una instrucción explicita sobre qué hacer con dicha palabra (olvidar o recordar). El método de la lista implica la presentación de solo dos instrucciones explicitas, una de la mitad de la lista (olvidar todas las palabras presentadas hasta entonces) y otra lista al final. Tras la fase de test se pide a los participantes que recuerden tanto los ítems O como los R. 
Ambos métodos del paradigma de olvido dirigido ponen de manifiesto que el recuerdo de los ítems R es significativamente superior al de los ítems O. A la superioridad del recuerdo de los ítems R sobre los ítems O se llama efecto del olvido dirigido. El método de los ítems produce electos perturbadores tanto sobre el recuerdo libro como sobre el reconocimiento de los ítems O, el método de la lista solo tiene efectos perturbadores sobre el recuerdo libre. 
Propuestas teóricas sobre el efecto del olvido dirigido
Las explicaciones del efecto del olvido dirigido no han distinguido entre los dos métodos experimentales, sino que los hallazgos con cualquiera de ambos procedimientos han sido explicados desde planteamientos teóricos únicos.
Una de las primeras propuestas teóricas del olvido dirigido fue la hipótesis de la represión de Bernard Weiner, que apeló a la inhibición de la recuperación de los ítems O para reducir la interferencia con los ítems R. Plantearon los ítems O y R no se aprendían de modo diferente sino que los ítems O eran más difíciles de recuperar porque habían sino inhibidos o reprimidos. Este planteamiento teórico fue ignorado y reemplazado por otras dos propuestas, una basada en la codificación (hipótesis del repaso selectivo) y otra basada en la recuperación (hipótesis de la búsqueda selectiva). Pocos años después de su rechazo, la hipótesis de Weiner sobre la inhibición o represión seria reconsiderada e incorporada a una de las propuestas teóricas más dominantes en los últimos años, la teoría de la inhibición de la recuperación. 
La hipótesis del repaso selectivo lo que plantea es que los ítems R son repasados y son mejor codificados que los ítems O. La hipótesis de la búsqueda selectiva propone que los participantes restringen sus procesos de búsqueda al conjunto de ítems R, que han sido segregados de los ítems O durante la fase de estudio.
Acabó imponiéndose la idea sugerida por Bjork de que a cada uno de los métodos experimentales subyacen mecanismos explicativos diferentes. Al método de los ítems subyace el repaso selectivo y al método de la lista subyace la inhibición de la recuperación. 
El efecto del olvido dirigido se explica actualmente desde dos teorías: el repaso selectivo y la inhibición de la recuperación, dependiendo del método utilizado. 
Las instrucciones del método de los ítems permite a los participantes poner en marcha o demorar selectivamente el proceso de repaso según reciban la clave recordar u olvidar. Cuando el participante recibe claves de recordar, repasa el ítem, y cuando recibe la clave olvidar no repasa. 
El condiciones del método de la lista, los participantes no saben cuándo se presentara ni si se presentara la clave olvidar, por lo que no se sentirá motivado para demorar o utilizar selectivamente el repaso. Los participantes repasan todos los ítems O hasta que reciben la clave olvidar y encantes dejan de repasar los ítems O. Se supone que en el método de la lista de los ítems O repasados y codificados al mismo nivel que los ítems R. el recuerdo superior de R sobre O en el test no puede ser atribuido al repaso selectivo de los ítems R. de ahí que el efecto del olvido dirigido con el método de la lista haya sido atribuido a la Inhibición. Bjork, la presentación de la clave olvidar da lugar a que el conjunto de ítems O sea inhibido y en el momento del test su recuperación falle. 
Esta explicación en términos de inhibición de la recuperación asume que los ítems O fueran codificados y están almacenado en memoria; por lo tanto su se presentan de nuevo los ítems O en el momento de la recuperación éstos serán liberados de la inhibición y serán reconocidos. 
Los limites del olvido dirigido
Los hallazgos experimentales obtenidos con el paradigma de olvido dirigido sirven para demostrar que el olvido motivado es un recurso esencial del sistema humano de memoria para controlar su contenido. Está demostrado experimentalmente que la atención afecta significativamente al recuerdo. Otra estrategia es suprimir on line determinados pensamientos de manera deliberada. La conocida “tarea de Brown-Peterson” permite demostrar experimentalmente que el sujeto puede olvidar voluntariamente y selectivamente la información que entra en su memoria a corto plazo mediante la no-repetición de la misma o no presentándole atención.
Tanto la atención selectiva como la supresión on line demuestran ser métodos frágiles de control mental. La atención puede ser capturada por estímulos potentes no previstos ni deseados y los intentos por suprimir pensamiento pueden fracasar y producir “el efecto rebote”, esto es, que lo que se desea olvidar se recuerde aún más. Peri cuando ambos métodos resultan especialmente ineficaces es cuando la emoción entra en juego. Los estímulos emocionales capturan la atención de forma rápida e involuntaria, y la investigación sobre supresión de pensamientos ha puesto de manifiesto que ésta resulta especialmente difícil cuando se trata de suprimir pensamientos emocionales, la emoción parece que limita seriamente la capacidad de las personas para controla sus contenidos mentales. 
Son muy escasos los estudios que han analizado el olvido motivado en un contexto emocional. 
 (
Power y colaboradores
 
 utilizaron el método de la lista del paradigma de olvido dirigido con un grupo de pacientes diagnosticados de trastorno depresivo mayor y un grupo control, y comprobaron que los pacientes con depresión tenían mejor recuerdo de las palabras negativas O que de las positivas O. la depresión parece producir una alteración del olvido motivado para el material negativo. 
Otro estudio más reciente en el que se ha utilizado el paradigma de pensar/no pensar, se ha demostrado que los pacientes con depresión llegan a olvidar con éxito las palabras negativas si se les entrena eficazmente. 
Un tercer estudio realizado por 
Myers y colaboradores 
con individuos con un estilo de afrontamiento represivo. Utilizo el método de la lista del paradigma de olvido dirigido con palabras agradables y desagradables. Los resultados fueron que el grupo de los represores recordaban menos palabras desagradables O que el grupo de los no represores. Concluyeron que los individuos represores tienen una capacidad aumentada para utilizar la inhibición de la recuperación.
)
Los pocos estudios realizados han demostrado el efecto del olvido dirigido para palabras desagradables, agradables o relacionadas con una experiencia traumática, sugiere que el olvido intencional de material emocional es mayor que cero. Estos estudios no han respondido a la cuestión de si los eventos emocionales dificultan o impiden el olvido motivado. 
 (
Estudio de Payne y Corrigan
 
 si las personas pueden olvidar intencionadamente los eventos emocionales con la misma facilidad con la que olvidan los eventos triviales. Fueron 218 estudiantes de psicología (120 mujeres y 98 hombres), a los que mostraron de estímulos estandarizados del IAPS. Las imágenes tienen un gran poder para evocar 
emociones y cambiar los sentimientos de las personas. Con el fin de que los ítems pudieran recordarseverbalmente, cada uno estaba formado por la imagen y por el nombre de las misma impreso en la parte interior. 
Se utilizo el método de la lista del paradigma de olvido dirigido y los resultados pusieron de manifiesto lo siguiente:
Cuando la lista que había que olvidar era neutral, los participantes mostraban un claro olvido intencional
Cuando la lista que había que olvidar era la emocional, no se producía olvido intencional.
Los recuerdos emocionales con más difíciles de olvidar que los no emocionales, porque las reacciones emocionales neutralizan el olvido intencional. Estos hallazgos confirmaron la evidencia existente de que la emoción limitada la capacidad de las personas para controlar los contenidos mentales y de la memoria en particular. 
Los resultados obtenidos sugieren que la emoción dificulta o cortocircuita los intentos por olvidar los episodios del pasado personal que con más ahínco las personas desean borrar de su memoria. 
)
Represión 
Diferentes investigadores mostraron su interés por estudiar experimentalmente la represión o los efectos inhibitorios de la motivación sobre la memoria. 
Weiner se quedó prácticamente solo en su énfasis inicial sobre la represión, que él también llamo inhibición de la recuperación. La represión volvería en trabajos posteriores de autores tan relevantes en el campo como Geiselman, Bjork y Basden.
La represión ha sido un rompecabezas para la psicología científica. Como advierte Anderson para los psicólogos escépticos de los recuerdos reprimidos, la represión no solo resulta refractaria al método científico sino que, además, se trataría de un proceso para el que no existe ningún mecanismo psicológico científicamente valido. 
El concepto de represión tiene dos acepciones. Una la considera como un proceso de evitación consciente que impide a una persona pensar, hablar o repasar mentalmente una experiencia amarga, dura o insoportable. Otra considera la represión como un proceso automático y definido por el que se excluyen de la conciencia las experiencias que resultan insoportables. 
Se ha atribuido a Freud la distinción entre supresión, que sería un proceso consciente e intencionado, y represión, que sería un proceso inconsciente y automático. Erdelyi argumenta que esta distinción no estuvo en el ánimo de Freud, quien utilizo supresión y represión de moto intercambiable desde sus primeros hasta sus últimos escritos.
En opción de Erdelyi, la contraposición historia entre represión (inconsciente) y supresión (consciente) atribuida a Freud se debe a una distorsionas historia de su teoría. 
Para Freud represión y supresión son términos sinónimos que implicar un tipo de olvido motivado de ideas y recuerdos con el fin de reducir la ansiedad o el conflicto psicológico. 
La investigación sobre las bases del control ejecutivo y de la memoria declarativa revela que el cortex prefrontal lateral y el hipocampo juegan un papel esencial en el control de la memoria. La hipótesis de Anderson es que las personas suprimen la conciencia de los recuerdos indeseados mediante la activación del cortex prefrontal lateral que modula el procesamiento hipocampal responsable de la experiencia subjetiva de la recolección constante. 
Esta hipótesis fronto-hipocampal ha sipo puesta a prueba recientemente por el grupo de trabajo de Anderson utilizando el paradigma pensar/no pensar. Los participantes aprendían una lista de pares de palabras y realizaban una tarea de pensar/no pensar mientras tomaban registros de resonancia magnética funcional. Esta segunda tarea incluía ensayos en los que los participantes debían pensar en la respuesta correspondiente, y ensayos en los que debían impedir que las palabras asociada entrara en la conciencia. La memoria de todas las palabras-respuesta fue evaluada mediante una prueba de recuerdo con claves. Los resultados fueron que un recuerdo significativamente inferior de las palabras de la condición de supresión que de las palabras de la condición de control. Se demostró que recuperar las palabras asociadas mejora su recuerdo posterior, mientras que excluirlas de la conciencia alteraba su memoria, lo que demostraba que se había producido supresión. 
Estos resultados suponen una prueba de la existencia de mecanismos responsables de la represión. Freud subrayo que la unción de la representación es rechazar y mantener algo fuera de la conciencia. Y eso era precisamente lo que se pedía que hicieran los sujetos del experimento comentado de pensar/no pensar. Lo razonable es asumir que en estos momentos la ciencia y dispone de daos que demuestran que la represión pueden ocurrir. 
El modelo de control inhibitorio parece adecuado para explicar cómo se produce el olvido motivado y para entender cómo las personas controlan y regulan la conciencia de los recuerdos desagradables. 
Olvido y recuerdo en situaciones de estrés emocional
Existe evidencia experimental y estudios de campo que muestran que los estímulos aversivos y/o traumáticos se suelen recordar de un modo diferente a los estímulos con una carga emocional baja. Las observaciones y estudios con personas que han sido víctimas de experiencias traumáticas pueden quedar atrapadas por los recuerdos dolorosos de tales experiencias. Se trata de recuerdos persistente que invaden su conciencia como intrusos y alteran dramáticamente sus vidas. 
En otras ocasiones, las víctimas de experiencias de estrés emocional extremo presentan el patrón opuesto. Sufren un olvido total o parcial del episodio traumático. Se habla de amnesia psicógena respecto al trauma.
Resulta que las personas que han sufrido experiencias de estrés traumático pueden experimentar distintas situaciones extremas de memoria: en unos cuantos, un torrente casi permanente de recuerdos dolorosos del evento que no pueden suprimir de su conciencia (hipermnesia) y, en otros, un olvido total o parcial de lo sucedido (amnesia). 
Trastorno de estrés postraumático (TEPT) Los síntomas nucleares de TEPT son estos tres: reexperiencias y recuerdos intrusos, evitación de los estímulos asociados al trauma y embotamiento emocional, e hiperactivación. Los recuerdos persistentes e intrusos son los desencadenantes en este trastorno es la memoria autobiográfica.
La evidencia clínica e investigadora acerca del control de los recuerdos traumáticos revela que los paciencias de TEPT se sienten incapaces de detener y/o de expulsar de su conciencia los recuerdos de la experiencia traumática. Se observan grandes diferencias individuales respecto al éxito o al fracaso en el control de los recuerdos no deseados. Resulta interesante la idea sugerida por Klein y Boals de que un control de la memoria operativa podría ser el respónsales de las diferencias individuales en el tratamiento de los recuerdos intrusos. Cuando las experiencias vitales están envueltas en emociones intensas, la capacidad de las personas para controlar los contenidos mentales y de la memoria en particular resulta significativamente limitada. 
Christianson y Engelberg consideran que el olvido de las experiencias traumáticas cumple una función de supervivencia. La tesis mantenida por estos investigadores es que cuando las personas tiene que hacer frente y recordar eventos emocionales se ponen en funcionamiento dos mecanismos: uno cuya función es identificar y reconocer las situaciones amenazantes, y otro cuya función es olvidar las experiencias desagradables. Desde una perspectiva evolutiva, la supervivencia depende en gran medida de un sistema emocional que funciona lo suficientemente rápido como para alterarnos de los estímulos amenazantes, de un sistema de memoria equipado con los mecanismos necesarios para inhibir, suprimir o reprimir de la conciencia los recuerdos de experiencias traumáticas. 
El olvido de las experiencias traumáticas también se ha explicado apelando a mecanismos ordinarios de memoria, aunque con un funcionamiento en cierto modo alterado. Se ha sugerido que estas experiencias no se codifican ni se almacenan de un modo normal, sino que son sometidas a una codificación muy superficialpor falta de atención o, porque durante unas situaciones de arousal emocional muy elevado se produce un estrechamiento de la atención que imposibilita una codificación normal de todo el evento. 
Un estilo de codificación evasiva resultaría adaptativo en circunstancias traumáticas crónicas, como en los casos de abuso sexual en la infancia. Se ha distinguido entre una codificación elaborativa o atencional, que genera huellas duraderas en la memoria, y una codificación superficial o automática, que no garantiza un almacenamiento permanente de la información. Los productos del llamado estilo de codificación evasiva compartirían sus características con los de una codificación superficial. 
El hecho paradójico de que las experiencias traumáticas unas veces sea recordadas persistentemente mientras otras resultan imposibles de recordar un absoluto saca a la luz el espinoso problema del impacto real de las emociones sobre la memoria, si la emoción aumenta o disminuye la fuerza de los recuerdos. 
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